BIENVENIDOS

Gracia y Paz en Cristo Jesús, Amados, soy el Pr. Rogers Infante. Discípulo de la obra de Dios, Promotor y fundador de la Iglesia Cristiana Palabra y Amor. Doy gracias a Dios por la posibilidad que nos da, de poder llevar su evangelio por medio de la palabra escrita a todos sus hogares y sitio de trabajo. Con la intención de poder compartirlos con todos ustedes ya que está en evidencia la gran necesidad de contar con material netamente de evangelización, que sirviera para llegarles en forma de mensajes. Muchas almas han encontrado a Cristo, por este medio, cuyo fin, es que la "palabra de Dios corra y sea glorificada" (2 Ts 3:1). Amados, la venida de Nuestro Señor Jesucristo a buscar a su iglesia, esta cerca. Por tal motivo el enemigo de las almas, Satanás, aprovechará en este último tiempo para engañar a cuantos pueda en este mundo; lo cual la Biblia nos advierte que no ignoremos sus maquinaciones. (2Co.2:11). Vivimos una era de engaños, donde se predica un falso evangelio facilista y meramente emocional. Además de otras ciertas doctrinas ortodoxas de la cristiandad, debemos estar alertados de estos lobos rapaces disfrazados de ovejas y que por dentro son unos Anatemas que venden el evangelio de JESÚS, La doctrina del "arrepentimiento de pecados" es rara vez predicada como se debe. La salvación por gracia se ha desvirtuado y las perdiciones son basadas en discursos que tienen mucho de sensacionalismo, pero carentes de fundamento bíblico vital para la genuina conversión de las almas. (Heb.4:12).Por tal motivo es necesario, predicar un evangelio fiel a la Biblia. Tu testimonio personal y tu vida de consagración a los pies de Cristo, es el arma más poderosa, para llevar la palabra de Dios.

¡Que tu vida, y la mía, sean solo para LA GLORIA DE DIOS!

sábado, 23 de febrero de 2013

¿CUANDO MORIMOS A DÓNDE VAMOS?


¿Qué sucede con el Alma, el Espíritu y el Cuerpo?
¿Hemos sido engañados por una tradición mundana y falsa?
¿Qué dice la Poderosa Palabra de Dios, sobre esto?
Por el Pastor Rogers Infante
Gracia y Paz en Cristo Jesús para todos mis hermanos que seguimos la poderosa palabra de Dios.
Muchas personas hoy en día le temen a la muerte, y lo hacen por la sencilla razón, que estos saben que su alma podría estar, o simplemente será condenada.
Y esto sucede porque ellos voluntariamente no han querido reconocer a Cristo como su único Salvador,  y esto sucede porque no han querido estudiar la palabra de Dios, sino que simplemente, la han rechazado,  aceptando ideas y filosofías vanas, llevándolos así a una vida llena de tinieblas y perdición.

Pero en cambio para otros, los verdaderos cristianos, la muerte es ganancia, ya que nos lleva a un encuentro verdadero y espiritual con nuestro creador.
Si bien es cierto, la palabra de Dios. Nos dice que la muerte es simplemente un sueño.
Y esto lo podemos ver en
Juan 11:11-14 Jesús compara la muerte con un sueño. “Dicho esto, les dijo después: Nuestro amigo Lázaro duerme; mas voy para despertarle. Dijeron entonces sus discípulos: Señor, si duerme, sanará. Pero Jesús decía esto de la muerte de Lázaro; y ellos pensaron que hablaba del reposar del sueño. Entonces Jesús les dijo claramente: Lázaro ha muerto.”
En la palabra de Dios podemos ver muchas comparaciones donde encontraremos que la muerte es con un sueño que hace parte del final de nuestra vida física y el inicio de una nueva vida espiritual.
1Tesalonicenses 4:15-16 habla de aquellos que duermen en Jesús, y resucitarán en su Segunda Venida.
“Les decimos lo siguiente de parte del Señor: nosotros, los que todavía estemos vivos cuando el Señor regrese, no nos encontraremos con él antes de los que ya hayan muerto.
Pues el Señor mismo descenderá del cielo con un grito de mando, con voz de arcángel y con el llamado de trompeta de Dios. Primero, los cristianos que hayan muerto* se levantarán de sus tumbas” (NTV)
Ahora si  hay un grupo que se levantara primero, y estos son los muertos en cristo, y luego nosotros los que aún estamos vivos, los cuales seremos arrebatados, esto quiere decir que existe la resurrección, así como cristo resucito de entre los muertos.

Hay dos resurrecciones, una para vida y otra para condenación (muerte) eterna.
 Juan 5:28-29 dice, “No os maravilléis de esto; porque vendrá la hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; más los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.”

Pero que dice la palabra de Dios, de donde fuimos tomados y a donde se dirige el cuerpo.
Génesis 2:7 registra la creación del hombre en el principio. “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.”
Dios nunca puso un alma dentro de un hombre.

Es como una ecuación: Polvo + Aliento de vida = Ser Viviente.
Mira un ejemplo sencillo:
Si tu estuvieras por hacer una caja de madera podrías decir: tablas + clavos = caja de madera.
Tomas un par de tablas de madera y clavos, los ensamblas y obtienes la caja.
Si tomas los elementos por separado, quitando los clavos de las tablas, y colocas los clavos en un montón y las tablas en una pila, ¿qué sucede con la caja?
Simplemente deja de ser una caja hasta que la vuelvas a armar y clavar.

Así es como funciona la muerte.
Quitas el aliento de vida, (el espíritu) que proviene de Dios y el cuerpo vuelve al polvo (o a veces a las cenizas, en caso de cremación).

¿Qué es el alma? o ¿Qué sucede con el alma?
La frase “alma inmortal”, no se encuentra ni una sola vez en toda la Biblia, a pesar de que la palabra “alma” es usada aproximadamente 1600 veces, y la palabra “espíritu” más de otras 1000 veces.
Ni una en esas 2600 veces se le llama al alma inmortal.
La Biblia siempre dice que el hombre es mortal (Job 4:17); Y en todo momento afirma que la inmortalidad se recibe solamente de Cristo.

El Alma, simplemente deja de ser hasta que Dios venga en la resurrección, y coloque los elementos todos juntos nuevamente.
En ese momento el polvo y el aliento de vida son reunidos y entonces tienes una vida,
Una persona viviente o un alma viviente nuevamente.

El intervalo entre la muerte y la resurrección está descrito en la Biblia como un “SUEÑO.”
No hay conciencia de lo que está pasando, o del tiempo que pasa, en otras palabras.
Morir es como ir a dormir, y todos tus pensamientos y recuerdos parecerán,  hasta que el Hijo de Dios venga y con voz de autoridad te levantara de  entre los muertos y te da tu vida de vuelta.

Pero veamos que dice la palabra de Dios referente al ALMA Y ESPÍRITU EN LA MUERTE:
Eclesiastés 12:7 dice que el cuerpo vuelve al polvo y el espíritu (o aliento de vida) vuelve a Dios.
Job 27:3 nos dice que el ESPÍRITU es lo mismo que el hálito de vida de Dios o su poder.
Salmos 146:4 dice, “Pues sale su aliento, y vuelve a la tierra; en ese mismo día perecen sus pensamientos.”
Iglesia los muertos no alaban a Dios, eso está en Salmos 115:17.
Incluso déjame decirte que los muertos nada saben. Eclesiastés 9:5, “Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tiene más paga; porque su memoria es puesta en olvido.”

Hay realmente una Inmortalidad.
Pero que dice la palabra de Dios sobre la inmortalidad y en qué momento tendremos los verdaderos hijos de Dios esa inmortalidad.
Los seres humanos no tienen inmortalidad, sólo Dios 1Timoteo 6:16 Él es el único que nunca muere y vive en medio de una luz tan brillante que ningún ser humano puede acercarse a él. Ningún ojo humano jamás lo ha visto y nunca lo hará. ¡Que a él sea todo el honor y el poder para siempre! Amén.
Recibiremos inmortalidad cuando Jesús vuelva como lo dice 1Corintios 15:51-54
“Pero permítanme revelarles un secreto maravilloso. ¡No todos moriremos, pero todos seremos transformados! Sucederá en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, cuando se toque la trompeta final. Pues, cuando suene la trompeta, los que hayan muerto resucitarán para vivir por siempre. Y nosotros, los que estemos vivos también seremos transformados. Pues nuestros cuerpos mortales tienen que ser transformados en cuerpos que nunca morirán; nuestros cuerpos mortales deben ser transformados en cuerpos inmortales. Entonces, cuando nuestros cuerpos mortales hayan sido transformados en cuerpos que nunca morirán,* se cumplirá la siguiente Escritura: «La muerte es devorada en victoria.*
Cuando Jesús vuelva su recompensa de vida eterna vendrá con él Apocalipsis 22:12.
La Biblia dice que el cielo es un lugar real en Juan 14:1-3, “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.”

Los muertos están inconscientes.
La condición de los muertos se expone claramente en Eclesiastés 9:5, 10, donde leemos: “Los muertos nada saben [...;]
En otras palabras NO hay obra, ni actividad mental, ni ciencia, ni sabiduría en el sepulcro”
Por consiguiente, la muerte es un estado de inexistencia.
El salmista escribió que cuando la persona muere “vuelve a su suelo; en ese día de veras perecen sus pensamientos” (Salmo 146:4).
Los muertos están inconscientes, inactivos.

Cuando Dios pronuncio sentencia contra Adán, dijo: “Polvo eres y al polvo volverás” (Génesis 3:19).
Antes de que Dios lo formara del polvo del suelo y le diera vida, Adán no existía.
Cuando murió, retornó a ese estado.
Su castigo fue la muerte, no la transferencia a otro mundo.
¿Qué le ocurrió, entonces, a su alma?
Como en la Biblia la palabra alma con frecuencia se refiere sencillamente a la persona, cuando decimos que Adán murió, estamos diciendo que el alma llamada Adán murió.

Esto podría parecer extraño al que cree en la inmortalidad del alma.
No obstante, la Biblia afirma: “El alma que peca... ella misma morirá” (Ezequiel 18:4).
Levítico 21:1 habla de “un alma difunta” (“el cadáver”,) Biblia de Jerusalén.
Y a los Nazareos se les dijo que no se acercaran a “ninguna alma muerta” (“cuerpo  muerto)
Núm. 6:6. Y no se acercará a ningún cadáver durante todo el tiempo de su voto al SEÑOR.

Pero ¿qué puede decirse del relato de Génesis 35:18 sobre el trágico fallecimiento de Raquel mientras daba a luz a su segundo hijo?
El texto dice: “Al ir saliendo el alma de ella (porque murió), lo llamó por nombre Ben-oní; (hijo de mi tristeza) pero su padre lo llamó Benjamín”. Que significa (hijo de mi mano derecha)

¿Implica este pasaje que Raquel tenía un ser interior que a su muerte la abandonó? No.
Recordemos que el término alma también puede referirse a la vida que posee la persona.
Así, en este caso, el “alma” de Raquel sencillamente denota su vida.

Por eso, otras versiones de la Biblia, en vez de utilizar la expresión “ir saliendo el alma de ella”, optan por soluciones como “la abandonaba la vida” (Mariano Galván Rivera), “exhaló su último suspiro” (Nueva Reina-Valera) y “con su último aliento” (Biblia Levoratti-Trusso).
No hay ningún indicio de que una parte misteriosa de Raquel sobreviviera después de su muerte.

Un caso parecido es el de la resurrección del hijo de una viuda, que recoge el capítulo 1Reyes 17:22.
Leemos que cuando Elías oró por el pequeño “Jehová escuchó la voz de Elías, de modo que el alma del niño volvió dentro de él, y llegó a vivir”.
Otra versión dice 1Re 17:22 El SEÑOR oyó la oración de Elías, ¡y la vida volvió al niño, y revivió!
También en este pasaje la palabra alma significa “vida”.
Por esa razón, la versión Nueva Reina-Valera dice: “La vida del niño volvió a él, y revivió”.
En efecto, fue la vida, no una entidad inmaterial, lo que regresó al muchacho.
Esto concuerda con lo que Elías le dijo a la madre: “Mira, tu hijo [la persona completa] está vivo” (1R.17:23).

¿Qué es el espíritu?
La Biblia dice que cuando alguien muere, “sale su espíritu, él vuelve a su suelo” (Salmo 146:4).
¿Significa esto que un espíritu incorpóreo literalmente parte y sigue viviendo después de la muerte?
Lo que dice el salmista a continuación elimina tal posibilidad:
“En ese día de veras perecen sus pensamientos” “se desvanecen todas sus ideas”, Salmo.145:4
Por consiguiente, ¿qué es el espíritu, y en qué sentido “sale” de la persona en el momento de la muerte?
El significado primario de las palabras traducidas en la Biblia por “espíritu” (hebreo rù-aj, en griego pnèu-ma.) esto es “aliento”.
De ahí que, en vez de “sale su espíritu”, la versión Reina-Valera (revisión de 1960) utilice la expresión “sale su aliento” (Salmo 146:4).

Pero el vocablo espíritu implica mucho más que el aliento o la respiración.
Esto es muy importante, ya que algunas sectas del SIA (Sistema iglesiero Apostata) andan diciendo que los animales no tienen espíritu.
Por ejemplo, Génesis 7:22 dice respecto a la destrucción de la vida humana y animal en el diluvio universal: “Todo lo que tenía el aliento [o espíritu; hebreo rú·aj] de vida, a saber, cuanto había en el suelo seco, murió”.
De manera que espíritu puede referirse al poder de vida que está en todas las criaturas vivas, tanto humanas como animales, y que se sostiene mediante la respiración.
Entonces, ¿por qué dice Eclesiastés 12:7 que cuando la persona muere “el espíritu mismo vuelve al Dios verdadero que lo dio”?
¿Significa esto que el espíritu literalmente viaja por el espacio hasta la presencia de Dios? NO.
Tal idea no está implícita.
Puesto que el espíritu es el poder de vida, “vuelve al Dios verdadero” en el sentido de que toda esperanza de vida futura de la persona depende por completo de Dios.
Solo él puede devolver el espíritu, o poder de vida, a una persona, y así hacer que viva de nuevo (Sal.104:30). Pero ¿se propone Dios hacer tal cosa?

Veamos que encontramos en la palabra de Dios.
En el pueblo de Betania, situado a unos tres kilómetros al este de Jerusalén, María y Marta lloraban la muerte prematura de su hermano Lázaro.
Jesús compartía su sentimiento, pues tenía afecto a Lázaro y a sus hermanas.
¿Cómo podía Jesús consolar a estas mujeres?
No contándoles ninguna historia aberrante, sino diciéndoles la verdad.
Dijo sencillamente: “Tu hermano se levantará”.
Luego fue a la tumba y resucitó a Lázaro, devolviendo la vida a un hombre que había estado muerto cuatro días (Juan 11:18-23, 38-44).
¿Se sorprendió Marta porque Jesús le dijera que Lázaro se ‘levantaría’? NO
Porque ella  respondió: “Yo sé que se levantará en la resurrección en el último día”.
Ella ya tenía fe en la promesa de la resurrección.
Jesús entonces le dijo: “Yo soy la resurrección y la vida. El que ejerce fe en mí, aunque muera, llegará a vivir” (Juan 11:23-25).
El milagro de la resurrección de Lázaro sirvió para fortalecer su fe y dio fe a otras personas (Juan 11:45).
Pero ¿qué significa exactamente el término resurrección?

La palabra resurrección traduce el vocablo griego a·ná·sta·sis, significa literalmente “acción de ponerse de pie (levantarse) de nuevo”.
Los traductores hebreos del griego han traducido a·ná·sta·sis por una expresión que significa “reanimación de los muertos” (hebreo, teji·yáth ham·me·thím). 
Así pues, la resurrección implica levantar de su estado inanimado a la persona que ha muerto, devolviéndole y reactivando su personalidad.

La sabiduría y memoria de Dios es infinita y perfecta, que Dios puede resucitar fácilmente al individuo.
Para él no es difícil recordar la personalidad que tenía antes de morir: su modo de ser, sus vivencias y todos los demás detalles de su identidad (Job 12:13; compárese con Isaías 40:26).
De hecho, Jesucristo dijo: “Viene la hora en que todos los que están en las tumbas conmemorativas oirán su voz [la de Jesús] y saldrán” (Juan 5:28, 29).
En efecto, Jesucristo prometió que todos los que están en la memoria de su Padre Jehová resucitarán.
La Biblia indica claramente que el alma muere y que el remedio para la muerte es la resurrección.
Pero miles de millones de personas han vivido y han muerto. La pregunta es:
¿Quiénes, de todas ellas, están en la memoria divina, aguardando la resurrección?

Los que han llevado una vida recta por ser siervos de Jehová resucitarán.
Pero ha habido millones de seres humanos que han muerto sin haber demostrado si obedecerían o no las normas justas de Dios, ya que no conocían sus requisitos o no tuvieron suficiente tiempo para efectuar los cambios necesarios.
Estos también están en la memoria de Dios y serán resucitados, pues la Biblia promete: “Va a haber resurrección así de justos como de injustos” (Hechos 24:15). Pero el fin de los injustos será diferente.

El apóstol Juan tuvo una visión emocionante de personas resucitadas que estaban de pie delante del trono de Dios.  Parte de su descripción escrita dice: “El mar entregó los muertos que había en él, y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos, y fueron juzgados individualmente según sus hechos. Y la muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego. Esto significa la muerte segunda: el lago de fuego” (Apo.20:12-14). ¿Nos damos cuenta de lo que esto significa?
Todos los muertos que están en la memoria de Dios serán liberados del Hades, o Seol, la sepultura común de la humanidad (Salmo 16:10; Hechos 2:31).
Ósea que “la muerte y el Hades” serán arrojados al llamado “lago de fuego”, un símbolo de destrucción total.
La sepultura común de la humanidad dejará de existir.

¿HAY VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE?
¡Hay buenas noticias para usted!
Hay Uno que lo sabe, que ha pasado a través de los portales de la tumba, y puede confiar sobre su Palabra. ¡Y esa Palabra es vida!
¿Quién tiene las llaves de la muerte? Apo.1:13-18
¿Qué abolió Jesús? Y ¿Qué es lo que trajo a la luz? 2Tim.1:10 Y ahora todo esto él nos lo ha hecho evidente mediante la venida de Cristo Jesús, nuestro Salvador. Destruyó el poder de la muerte e iluminó el camino a la vida y a la inmortalidad por medio de la Buena Noticia.
¿Qué tenemos que buscar? Romanos 2:7 Dará vida eterna a los que siguen haciendo el bien, pues de esa manera demuestran que buscan la gloria, el honor y la inmortalidad que Dios ofrece.
¿Dónde tenemos que buscar la vida eterna? 1Juan 5:11, 12. Y este es el testimonio que Dios ha dado: él nos dio vida eterna, y esa vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.
Y Juan 17:3 dice Jesús: Y la manera de tener vida eterna es conocerte a ti, el único Dios verdadero, (se refiere a Jehová) y a Jesucristo, (por medio de él) a quien tú enviaste a la tierra.
La vida eterna, o inmortalidad, es nuestra cuando aceptamos a Jesús y obedecemos la palabra de Dios.
Las Escrituras proclaman en todo lugar que en el momento en que aceptamos a Jesús como nuestro Salvador personal, la vida eterna es nuestra.
La tenemos, ahora, en presente mientras obedezcamos su palabra y hagamos su voluntad, esto solo aplica al verdadero creyente que camina en Cristo.
No hay nada tan cierto como la muerte, aun así la Biblia dice que la vida eterna comienza cuando aceptamos al Hijo de Dios.
Tenemos vida, pero en realidad no la poseemos.
¿Suena contradictorio? Pero el secreto está en la palabra de Dios.
¿Dónde está la vida eterna ahora? Colosenses 3:3 Pues ustedes han muerto a esta vida, y su verdadera vida está escondida con Cristo en Dios.

¿Dónde está Cristo ahora? Colosenses 3:1 Ya que han sido resucitados a una vida nueva con Cristo, pongan la mira en las verdades del cielo, donde Cristo está sentado en el lugar de honor, a la derecha de Dios.
Jesús dijo a sus seguidores que heredarían la vida eterna (Mateo 19:29).
¿Dónde está esta heredad ahora? 1Pedro 1:3, 4 Que toda la alabanza sea para Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo. Es por su gran misericordia que hemos nacido de nuevo, porque Dios levantó a Jesucristo de los muertos. Ahora vivimos con gran expectación y tenemos una herencia que no tiene precio, una herencia que está reservada en el cielo para ustedes, pura y sin mancha, que no puede cambiar ni deteriorarse.

El Apóstol Pablo dijo que nuestra vida está “escondida en Cristo”, quien “se sentó a la diestra de Dios” en las alturas.
El Apóstol Pedro dice que la tenemos reservada en el cielo para nosotros. Qué hermosa armonía se ve en esto.
En el momento en que aceptamos a Cristo, la vida eterna es nuestra.
Jesús lo repitió una y otra vez, “Aquel que cree en el Hijo, tiene la vida Eterna” Juan 3:36.
También es cierto que no podemos disponer de ella hasta un momento en el futuro.

¿Qué clase de cuerpo recibirán los muertos justos? Filipenses 3:21 Él tomará nuestro débil cuerpo mortal y lo transformará en un cuerpo glorioso, igual al de él. Lo hará valiéndose del mismo poder con el que pondrá todas las cosas bajo su dominio.
El apóstol Juan dijo, “cuando Él aparezca nos pareceremos a Él”
(1ªJuan 3:2). Queridos amigos, ya somos hijos de Dios, pero él todavía no nos ha mostrado lo que seremos cuando Cristo venga. Pero sí sabemos que seremos como él, porque lo veremos tal como él es.

¿Dónde están los muertos entre el momento de la muerte y la resurrección? Job 17:13
Jesús dijo que “todos los que están en el sepulcro oirán su voz” (Juan 5:28,29).
Si ellos oyen su voz desde la tumba, debe de ser porque es ahí donde están descansando.
Las palabras “en descanso” inscritas en muchas lápidas, describen perfectamente la condición del muerto, como dice Job “allí el malvado cesa sus maldades; y el trabajado está descansando” Job 3:17.

Juan dice de los muertos “que todos descansan de sus labores” (Apocalipsis 14:13).
¡A la muerte se le llama sueño 54 veces en la Biblia!
Evidentemente, hay una definida relación entre la muerte y el sueño.
Cuando Jesús vino al hogar donde una pequeña joven había muerto, Él dijo: “No lloréis, no está muerta, sino duerme” (Lucas 8:52).
La historia de Lázaro en Juan 11 confirma lo mismo. Jesús dijo: “Lázaro duerme, pero iré para que yo le despierte de su sueño.”
Sus discípulos pensaron que Él estaba hablando del sueño natural. “Entonces Jesús les dijo claramente, Lázaro está muerto” (versículos 11-14).

Finalmente déjame decirte que mucha gente ha sido educada creyendo que vamos inmediatamente al cielo cuando morimos (o al infierno si hemos sido malos).
La verdad es, que ni los buenos van al cielo ni los malos van al infierno al morir, sino a la tumba, donde dormirán hasta el día de la resurrección.

Iglesia, con una voz potente Jesús llamó, “¡Lázaro, sal fuera!” y este sale respondiendo al llamado del Salvador, Lázaro salió de la tumba todavía envuelto en el sudario mortuorio.
Jesús no dijo: “Mira, Lázaro, has estado en el cielo cuatro días. Regresa aquí y entra de nuevo en tu pobre y degradado cuerpo.”
Tampoco dijo: “Lázaro, sal de esas llamas del infierno. Voy a darte una segunda oportunidad”.
Él simplemente dijo: “Lázaro, sal fuera”.
Lázaro no tenía nada que contar; tampoco ningún otro de los que Jesús resucitó.
Así que cuando algún demente le diga a usted que fue al infierno y volvió,
Mire hermano, repréndalo y salga de allí.
Porque este es un mentiroso hijo de satanás.
Los muertos nunca regresan de su tumba, sino hasta cuando Dios de la orden.
Déjame finalizar con estos dos versículos.
Juan 7:17  El que quiera hacer la voluntad de Dios,  conocerá si la doctrina es de Dios,  o si yo hablo por mi propia cuenta.
2Juan 1:9  Cualquiera que se extravía,  y no persevera en la doctrina de Cristo,  no tiene a Dios;  el que persevera en la doctrina de Cristo,  ése sí tiene al Padre y al Hijo
Iglesia, No existe la trinidad, ni el falso dios triuno, mucho menos un Solo Jesus. 
En el cielo esta Dios Padre y Su Hijo Jesucristo.
Dos seres celestiales, Uno mayor que el otro.
La palabra de Dios, nos anuncia constantemente: Mirad que nadie os engañe.
Y CONOCERÉIS LA VERDAD Y LA VERDAD OS HARÁ LIBRES.
Gracia y Paz
Pastor Rogers Infante.

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