BIENVENIDOS

Gracia y Paz en Cristo Jesús, Amados, soy el Pr. Rogers Infante. Discípulo de la obra de Dios, Promotor y fundador de la Iglesia Cristiana Palabra y Amor. Doy gracias a Dios por la posibilidad que nos da, de poder llevar su evangelio por medio de la palabra escrita a todos sus hogares y sitio de trabajo. Con la intención de poder compartirlos con todos ustedes ya que está en evidencia la gran necesidad de contar con material netamente de evangelización, que sirviera para llegarles en forma de mensajes. Muchas almas han encontrado a Cristo, por este medio, cuyo fin, es que la "palabra de Dios corra y sea glorificada" (2 Ts 3:1). Amados, la venida de Nuestro Señor Jesucristo a buscar a su iglesia, esta cerca. Por tal motivo el enemigo de las almas, Satanás, aprovechará en este último tiempo para engañar a cuantos pueda en este mundo; lo cual la Biblia nos advierte que no ignoremos sus maquinaciones. (2Co.2:11). Vivimos una era de engaños, donde se predica un falso evangelio facilista y meramente emocional. Además de otras ciertas doctrinas ortodoxas de la cristiandad, debemos estar alertados de estos lobos rapaces disfrazados de ovejas y que por dentro son unos Anatemas que venden el evangelio de JESÚS, La doctrina del "arrepentimiento de pecados" es rara vez predicada como se debe. La salvación por gracia se ha desvirtuado y las perdiciones son basadas en discursos que tienen mucho de sensacionalismo, pero carentes de fundamento bíblico vital para la genuina conversión de las almas. (Heb.4:12).Por tal motivo es necesario, predicar un evangelio fiel a la Biblia. Tu testimonio personal y tu vida de consagración a los pies de Cristo, es el arma más poderosa, para llevar la palabra de Dios.

¡Que tu vida, y la mía, sean solo para LA GLORIA DE DIOS!

sábado, 26 de julio de 2014

SUSTITUYENDO AL VIEJO YO, PARA SIEMPRE


SUSTITUYENDO AL VIEJO YO, PARA SIEMPRE
Gálatas 2:20 Mi antiguo yo ha sido crucificado con Cristo. Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Así que vivo en este cuerpo terrenal confiando en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Gracia y paz para todos mis hermanos en la obra de Dios Padre y de su Hijo Jesucristo, el cordero inmolado que hoy se encuentra sentado a la diestra de su Padre el Todopoderoso y que al sonar de la séptima trompeta vendrá a Juzgar a este mundo.

Iglesia, en el día de hoy vamos a ver los pasos secuenciales ejecutados en una persona para poder lograr el nuevo nacimiento y dedicar su vida a Cristo, quien le amó y se entregó a sí mismo por él”.
Primeramente morimos con Cristo.  Luego fuimos resucitados con Él.  Y ahora vivimos”.
Sobre esta base debemos entender el pasaje que nos ocupa la atención en este mensaje.

El texto declara: Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”.
A este acto es que llamamos “la muerte con Cristo”, el cual es una realidad en todo aquel que de corazón ha entregado su vida a Cristo Jesús.

Sobre esto podemos decir «Que el objetivo de la muerte de Nuestro Señor Jesucristo fue tomar nuestro “viejo yo” con Él en la tumba y poner fin al mismo.
En otras palabras “Nuestra vieja naturaleza fue crucificada con juntamente con él, de esa manera el cuerpo del pecado fue destruido” 
Romanos 6:6 Sabemos que nuestro antiguo ser pecaminoso fue crucificado con Cristo para que el pecado perdiera su poder en nuestra vida. Ya no somos esclavos del pecado.
Ahora si realmente confiamos en Cristo, entonces estamos unidos a Él.
Y Dios considero nuestro viejo YO, como muerto con Cristo.
Es decir que su propósito era la resurrección de un nuevo YO.»

En Gálatas 5:24 se nos enseña una verdad sin lugar a ser discutida para aquellos que han muerto con Cristo cuando dice:
Gálatas 5:24 Los que pertenecen a Cristo Jesús han clavado en la cruz las pasiones y los deseos de la naturaleza pecaminosa y los han crucificado allí.
En otras palabras podemos decir que:
“Que los que pertenecen a Dios, crucificaron la carne con sus pasiones y sus deseos, al recibir a cristo verdaderamente”.

Esto implica que el creyente debe colocarse de espaldas a las actividades y apetitos del viejo hombre, el cual fue condenado a muerte junto con Cristo en la cruz del Calvario.

Esta declaración está relacionada a los versículos en los cuales se menciona las obras de la carne (Gá. 5:19-23).
Gálatas 5:19-23 Cuando ustedes siguen los deseos de la naturaleza pecaminosa, los resultados son más que claros: inmoralidad sexual, impureza, pasiones sensuales, (20) idolatría, hechicería, hostilidad, peleas, celos, arrebatos de furia, ambición egoísta, discordias, divisiones, (21) envidia, borracheras, fiestas desenfrenadas y otros pecados parecidos. Permítanme repetirles lo que les dije antes: cualquiera que lleve esa clase de vida no heredará el reino de Dios. (22) Pero la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, (23) humildad y control propio. ¡No existen leyes contra esas cosas!

Si usted es un adultero o adultera, si a usted le agrada las contiendas, si es un celoso, un egoísta, un avaro, un guapachoso fiestero, usted no va al Reino de Dios.
Porque los que somos de Cristo y hemos muerto con Cristo a nuestras pasiones y deseos, es porque hemos crucificado nuestro viejo YO, en la cruz del calvario.
Esto quiere decir que los deseos pecaminosos que batallan contra nuestra alma y que nos alejan de Dios, ya no están en nosotros.

Por eso es necesario darle FIN AL VIEJO HOMBRE para siempre.
Esto es lo que implica poner fin al viejo “YO”.
Cuando el creyente entiende por fe la salvación en Cristo, su único anhelo es dar fin a los apetitos del viejo hombre.
Es por esta causa que el apóstol Pablo en el (v. 19) declara que él por la ley está muerto para la ley, a fin de vivir para Dios.

Esto implica que cuando Cristo murió en la cruz del Calvario bajo la sentencia de la Ley, en el lugar de Pablo y de todos los creyentes, se considera y entiende que hemos muerto Pablo y nosotros también en Cristo como declaró el mismo Pablo en 2Corintios 5:14  
2Cor. 5:14 Sea de una forma u otra, el amor de Cristo nos controla.* Ya que creemos que Cristo murió por todos, también creemos que todos hemos muerto a nuestra vida antigua.* (15) Él murió por todos para que los que reciben la nueva vida de Cristo ya no vivan más para sí mismos. Más bien, vivirán para Cristo, quien murió y resucitó por ellos.

Esto trata simplemente de la salvación del hombre.
Sin muerte del “YO” no puede haber vida.
No puede existir un “YO” pecaminoso junto a un nuevo “YO” creado por Cristo el cual ha de vivir en santidad y en la verdad.

Ahora para que pueda haber santidad en la vida de creyente, primero que nada debe SUSTITUIR al viejo YO
Esta sustitución sólo es posible y efectiva en Cristo Jesús, por el poder de lo ALTO, el cual es el Espíritu Santo que vive en el creyente, de lo contrario este nunca podrá alcanzar la medida de justicia y santidad que Dios demanda de él.
Por esto el Apóstol Pablo declaró ante toda tribulación y tentación en Filipenses 4:13: Pues todo lo puedo hacer por medio de Cristo,* quien me da las fuerzas.

El énfasis aquí es declarar que luego de la salvación en Cristo, el viejo YO no vive a sus anchas en el creyente verdadero, aun cuando la carne desee manifestarse durante el transcurso del día, en el poder de Jesús y del Poder de lo Alto, este deseo de la carne queda desactivado.

Es importante, que el viejo YO, sea DESACTIVADO para siempre.
Lo que estamos diciendo es que el viejo YO, la carne, ya no puede ser alimentado de la forma en que lo alimentábamos cuando estábamos sin Cristo.
Aunque aun somos carne, no podemos darle lugar ni espacio para que se desarrolle.
 
Sobre esto el apóstol Pablo dijo en Gálatas 5:16-17 lo siguiente:
Gálata 5:16 Por eso les digo: dejen que el Espíritu Santo los guíe en la vida. Entonces no se dejarán llevar por los impulsos de la naturaleza pecaminosa. (17) La naturaleza pecaminosa desea hacer el mal, que es precisamente lo contrario de lo que quiere el Espíritu. Y el Espíritu nos da deseos que se oponen a lo que desea la naturaleza pecaminosa. Estas dos fuerzas luchan constantemente entre sí, entonces ustedes no son libres para llevar a cabo sus buenas intenciones.

La lucha interna del creyente es hacer morir ese YO para que en su lugar reine Cristo.
Por esto la expresión del texto de este mensaje dice: y ya no vivo yo, mas vive Cristo en”.
Sobre esto también dijo Pablo a los Romanos:
Romanos 6:12 No permitan que el pecado controle la manera en que viven;* no caigan ante los deseos pecaminosos. (13) No dejen que ninguna parte de su cuerpo se convierta en un instrumento del mal para servir al pecado. En cambio, entréguense completamente a Dios, porque antes estaban muertos pero ahora tienen una vida nueva. Así que usen todo su cuerpo como un instrumento para hacer lo que es correcto para la gloria de Dios.
En otras palabras el nuevo YO tiene que reinar en tu cuerpo.
Cuando hablamos de hacer morir el “VIEJO YO”, estamos suponiendo de inmediato que el “NUEVO YO” creado por Cristo ha de reinar en nosotros.
Aquí se plantea una gran diferencia entre lo viejo y lo nuevo,

Por esto podemos manifestar estas preguntas:
¿Quién es el nuevo yo?  ¿Cuál es la diferencia entre estos dos yo? Y ¿Soy yo todavía yo?
El versículo al comienzo de este capítulo describe el nuevo yo en dos maneras:
Una manera es casi inimaginable; la otra es obvia.
Es decir: Que el nuevo YO en Cristo que vive en mí dice: “Y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí”.
Lo que trato de decir es que el nuevo YO está definido por la presencia y ayuda de Cristo en todo tiempo.
El nuevo YO, está siempre impartiéndome vida.
El nuevo YO, está siempre fortaleciéndome para lo que me manda a hacer.

Es por eso que la Biblia dice: Filipenses 4:13: Pues todo lo puedo hacer por medio de Cristo,* quien me da las fuerzas.
Col 1:29 Es por eso que trabajo y lucho con tanto empeño, apoyado en el gran poder de Cristo que actúa dentro de mí.
En otras palabras, Realizo la voluntad de mi Padre, por la potencia de él, al actuar en mí.

De modo que al final el nuevo YO dice:
Romanos 15:18 Sin embargo, no me atrevo a jactarme de nada, salvo de lo que Cristo ha hecho por medio de mí al llevar a los gentiles a Dios a través de mi mensaje y de la manera en que he trabajado entre ellos.
Esta es la primera forma en que Gálatas 2:20 habla del nuevo YO.
Un YO habitado por Cristo, sostenido por Cristo, fortalecido por Cristo.
Eso es lo que la muerte de Cristo trajo, y eso es lo que un cristiano es.

Es una triste realidad que la carne queda en el creyente.
Las pasiones y las tentaciones son algo con lo cual tendremos que luchar hasta el día de nuestro encuentro con el Señor.

Sobre esto declaró el apóstol Pablo su lucha interior al escribir Romanos 7:14-24.
Romanos 7:14 Por lo tanto, el problema no es con la ley, porque la ley es buena y espiritual. El problema está en mí, porque soy demasiado humano, un esclavo del pecado. (15) Realmente no me entiendo a mí mismo, porque quiero hacer lo que es correcto pero no lo hago. En cambio, hago lo que odio. (16) Pero, si yo sé que lo que hago está mal, eso demuestra que estoy de acuerdo con que la ley es buena. (17) Entonces no soy yo el que hace lo que está mal, sino el pecado que vive en mí. (18) Yo sé que en mí, es decir, en mi naturaleza pecaminosa* no existe nada bueno. Quiero hacer lo que es correcto, pero no puedo. (19) Quiero hacer lo que es bueno, pero no lo hago. No quiero hacer lo que está mal, pero igual lo hago. (20) Ahora, si hago lo que no quiero hacer, realmente no soy yo el que hace lo que está mal, sino el pecado que vive en mí. (21) He descubierto el siguiente principio de vida: que cuando quiero hacer lo que es correcto, no puedo evitar hacer lo que está mal. (22) Amo la ley de Dios con todo mi corazón. (23) Pero hay otro poder* dentro de mí que está en guerra con mi mente. Ese poder me esclaviza al pecado que todavía está dentro de mí. (24) ¡Soy un pobre desgraciado! ¿Quién me libertará de esta vida dominada por el pecado y la muerte?

La respuesta para este interrogante debería ser, La FE Verdadera en CRISTO.
Cristo está viviendo en nosotros y capacitándonos para vivir del modo que Él nos enseña a vivir.
Esta es su tarea.
Pero desde el lado nuestro se experimenta confiando en Él, momento tras momento en que está con nosotros y nos ayuda.
La prueba de que Él estará con nosotros y nos ayudará a hacer esto es el hecho de que sufrió y murió para que sucediera.

La fe que proviene de Dios y lo que agrada a Dios es lo que nos mueve a vivir la vida cristiana sometidos a la VOLUNTAD de Dios y a Cristo Jesús en el poder de su Espíritu.

Pablo dijo: y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”.

Lo que queda claro es que la fe nos mueve a vivir en la fe del Hijo de Dios, nuestro Señor Jesucristo.
Esto es lo que llamamos vivir en Cristo.
Lo que se entiende que la nueva vida en Cristo es enteramente de Cristo, pero se manifiesta por medio del cuerpo gracias a la fe del creyente que depende en todo y por todo de su Salvador.

La expresión el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”. es una frase que se puede interpretar como un acto de adoración y de gratitud del apóstol Pablo, como diciendo, si Él hizo todo esto por mí, como no voy yo a vivir por la fe lo que ahora vivo en la carne.

Grandiosa declaración para demostrar lo que somos capaces de hacer por nuestro salvador.
Ya que todo fruto del Espíritu brota de nuestra comprensión de que el viejo “YO” murió con Cristo para que su vida de resurrección se manifieste a través del “YO” del nuevo hombre creado según Dios.

Iglesia, Si hemos entendido todo lo que Cristo hizo por nosotros, nuestra vida no tiene otro sentido, sino es para vivirla en Él y para Él.   

Gracia y Paz
Pastor y Administrador, Rogers Infante.

Bendiciones a mis hermanos en la fe.

viernes, 18 de julio de 2014

DEBEMOS TRABAJAR, ASÍ COMO MI PADRE TRABAJA.

Hay que TRABAJAR
JESÚS RECONOCIÓ QUE SU PADRE SIEMPRE ESTABA TRABAJANDO

Gracia y paz para todos mis hermanos en la obra de Dios padre y de su Hijo Jesucristo, el cordero inmolado que hoy se encuentra sentado a la diestra de su Padre Jehová de los ejércitos, y que al sonar de la séptima trompeta, este maravilloso ser celestial, Jesús, se levantara para juzgar a este mundo falso y lleno de mentiras.
Pero solo aquellos que perseveramos en la verdad, y seguimos las enseñanzas de Jesús, seremos salvo.
Los apóstoles de ese tiempo lo hicieron y fueron salvos, hoy nosotros lo hacemos y seremos salvos.
Notemos lo que nos dice el texto:
Juan 5:17 Pero Jesús respondió: «Mi Padre siempre trabaja, y yo también».
Juan 5:19 Entonces Jesús explicó: «Les digo la verdad, el Hijo no puede hacer nada por su propia cuenta, sólo hace lo que ve que el Padre hace. Todo lo que hace el Padre, también lo hace el Hijo, (20) pues el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que hace.
Esto nos indica que Jesús estaba consciente de lo que era el trabajo de Dios, su Padre.
Además nos enseña que debemos tener claro que Dios no creó al mundo para que este se dirija solo.
Dios, no está sentado pasivamente por cualquier sitio mirando como todo funciona y como se llevan a cabo en la tierra las actividades de los seres creados.
Él está activo, todo el tiempo obrando a favor de aquello que es su propósito y sus planes y al mismo tiempo comunicándoselo a aquellos que han de formar parte de su obra.
Es decir en aquellos que no se apartan de la verdad y que perseveran en la salvación.

Dios siempre ha dirigiendo la historia de la humanidad.
Él está presente y se encuentra en el centro mismo de la historia.
Él está obrando en la redención del mundo perdido; su deseo es integrar a su pueblo y a sus siervos de manera particular en el trabajo que Él está haciendo.

Es por esto que nosotros sus siervos tenemos que estar atentos al trabajo de Dios y al mensaje que Él nos está dirigiendo para que trabajemos junto con El.

Es maravilloso ver la armonía que existe entre el Padre y el Hijo.
En el texto referido dice: «Les digo la verdad, el Hijo no puede hacer nada por su propia cuenta, sólo hace lo que ve que el Padre hace. Todo lo que hace el Padre, también lo hace el Hijo, (20) pues el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que hace.

Este ha sido el gran ejemplo de Jesús que nosotros necesariamente tenemos que imitar.
Jesús reconoció que el Padre ha estado trabajando hasta el momento en que lo declaró, y reconoció que su Padre lo tenía trabajando a Él.
Jesús no haría nada bajo su propia iniciativa, sino que Él estaba siempre en observación para ver donde su Padre estaba trabajando y entonces El ir a integrarse al trabajo de su Padre.

Otro detalle importante en este planteamiento, es la seguridad que tenía Jesús de que su Padre le amaba, y porque le amaba, le mostraba todo lo que Él estaba haciendo para que El cómo su hijo se integrara a su trabajo.

DIOS NOS HA DADO CREDENCIALES  PARA QUE OBREMOS JUNTO CON ÉL
Si nosotros imitamos a Jesús y entendemos lo que Él entendió con respecto a la obra que Dios, y lo que Dios está haciendo.
Por eso debemos integrarnos en su obra, es decir que debemos concentrarnos en su obra, en las necesidades de su iglesia y en sus propósitos, y no en las cosas de esta tierra.

Recordemos las palabras del apóstol Pablo en 2Corintios 5:17-20.
2Cor.5:17-20 Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado, ¡una nueva vida ha comenzado! (18) Y todo esto es un regalo de Dios, quien nos trajo de vuelta a él mismo por medio de Cristo. Y Dios nos ha dado la tarea de reconciliar a la gente con él. (19) Pues Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo mismo, no tomando más en cuenta el pecado de la gente. Y nos dio a nosotros este maravilloso mensaje de reconciliación. (20) Así que somos embajadores de Cristo; Dios hace su llamado por medio de nosotros. Hablamos en nombre de Cristo cuando les rogamos: «¡Vuelvan a Dios!».

Esto nos indica que Dios ha estado obrando en nuestro mundo, y aún sigue obrando, pues a causa de su amor, Dios desea que tengamos el privilegio de trabajar con El cómo sus embajadores.
Para esto es necesario que nosotros estemos conscientes de esto y aceptemos que Dios está presente para hacer su obra a través nuestro y que obremos conforme a su voluntad.
Es bueno recordar que Jesús dijo que su padre también lo tenía a Él trabajando en su obra.

DIOS OBRA A TRAVES DE SUS SIERVOS

En hebreos 1:5-14 se nos declara que el Hijo es superior a todos cuando dice:
Hebreos 1:5-14 Pues Dios nunca le dijo a ningún ángel lo que le dijo a Jesús: «Tú eres mi Hijo. Hoy he llegado a ser tu Padre»*. Dios también dijo: «Yo seré su Padre, y él será mi Hijo»*. (6) Además, cuando trajo a su Hijo supremo* al mundo, Dios dijo:* «Que lo adoren todos los ángeles de Dios»*. (7) Pero con respecto a los ángeles, Dios dice: «Él envía a sus ángeles como los vientos y a sus sirvientes como llamas de fuego»*. (8) Pero al Hijo le dice: «Tu trono, oh Dios, permanece por siempre y para siempre. Tú gobiernas con cetro de justicia. (9) Amas la justicia y odias la maldad. Por eso oh Dios —tu Dios —te ha ungido derramando el aceite de alegría sobre ti más que sobre cualquier otro»*. (10) También le dice al Hijo: «Señor, en el principio echaste los cimientos de la tierra y con tus manos formaste los cielos. (11) Ellos dejarán de existir, pero tú permaneces para siempre. Ellos se desgastarán como ropa vieja. (12) Los doblarás como un manto y los desecharás como ropa usada. Pero tú eres siempre el mismo; tú vivirás para siempre»*. (13) Además, Dios nunca le dijo a ninguno de los ángeles: «Siéntate en el lugar de honor a mi derecha, hasta que humille a tus enemigos y los ponga por debajo de tus pies»*. (14) Por lo tanto, los ángeles sólo son sirvientes, espíritus enviados para cuidar a quienes heredarán la salvación.

Esta revelación nos deja dicho que Jesús es el siervo por excelencia de Dios, su Padre.
Y nos muestra también que Dios obra a través de Él.
Por eso no podemos llegar a la presencia de Dios, sin nuestro único guía, el cual es Jesús.
Aquí se nos revela la perfecta armonía del Padre con el Hijo en la obra que El hace a través del Hijo.

El apóstol Pedro fue testigo de esta relación entre el Padre y el Hijo y la forma en que el Padre trabaja a través del Hijo cuando declaró en Hechos 2:22:
Hechos 2:22 »Pueblo de Israel, ¡escucha! Dios públicamente aprobó a Jesús de Nazaret* al hacer milagros poderosos, maravillas y señales por medio de él, como ustedes bien saben.
Jesús mismo sabía y testificaba que toda obra que Él hacía era porque el Padre obraba a través de Él.

De la misma manera DIOS OBRA A TRAVÉS DE SUS SIERVOS OBEDIENTES


Dios nunca obrará a través de siervos desobedientes o siervos que no desean hacer la obra como Dios quiere que se haga.
Dios obrara a través de siervos que desean hacer la voluntad de Dios.
La oración modelo dice: Hágase su voluntad así en el cielo, como en la tierra.
Si algo tenemos que aprender primeramente de la vida de Jesús, es esta verdad.
Por tanto debemos estar apercibidos de cuál es la voluntad de Dios para integrarnos a ella.

Un siervo obediente es uno que entiende que por sí solo, no puede hacer la obra de Dios.
Sino que sabe y entiende que con el Padre obrando en él o a través de él, podría hacerlo todo.
Así como Jesús dependía del Padre, nosotros aún más debemos depender de El para que como Padre pueda obrar a través de nosotros.
 Leamos Juan 14:10-15 ¿Acaso no crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? Las palabras que yo digo no son mías, sino que mi Padre, quien vive en mí, hace su obra por medio de mí. (11) Sólo crean que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí; o al menos crean por las obras que me han visto hacer. (12) »Les digo la verdad, todo el que crea en mí hará las mismas obras que yo he hecho y aún mayores, porque voy a estar con el Padre. (13) Pueden pedir cualquier cosa en mi nombre, y yo la haré, para que el Hijo le dé gloria al Padre. (14) Es cierto, pídanme cualquier cosa en mi nombre, ¡y yo la haré! (15) »Si me aman, obedezcan* mis mandamientos.

Este siervo obediente por medio del cual Dios el Padre ha de obrar, sabe que hacer la voluntad de Dios no se trata de simplemente seguir una serie de pasos fríamente estudiados.
Sino que se requiere una relación de amor, por medio de la cual Dios llevará a cabo sus propósitos a través de ese siervo que permite obedientemente esa relación de amor estrecha con su Padre.

Por eso como cristianos DIOS REQUIERE QUE SUS HIJOS ESTÉN ATENTOS A SUS NECESIDADES
Recordemos que si estamos cerca de Dios, aprenderemos mucho de Él.
Para que podamos trabajar con la disposición de unirnos a Él.
Si sabemos que la palabra de Dios dice que no hay justo ni aún uno, que no hay quien entienda ni busque a Dios.
Entonces debemos saber que cuando vemos a una persona interesada en que se le hable de Dios, es porque Dios está obrando ahí y debemos ir en su ayuda para llevarle al conocimiento de la verdad a esa persona.

Jesús se movía a través de la multitud, siempre buscando detectar dónde estaba obrando su Padre, de tal manera que pudiese conocer la voluntad del Padre e ir en auxilio de la persona a quién Dios había atraído hacia El para salvarle.
Esto es lo que plantea Jesús en Juan 6:44 cuando dice:
Juan.6:44 Pues nadie puede venir a mí a menos que me lo traiga el Padre, que me envió, y yo lo resucitaré en el día final.

Es por esto que nosotros los creyentes debemos estar atentos a todas aquellas personas que estén consultando temas espirituales.
Es allí donde Dios está obrando,
Es allí donde Dios quiere que nosotros estemos haciendo la obra,
Es allí donde Dios desea que nosotros gastemos toda nuestra energía en la predicación y en nuestra oración.

Iglesia, analizando estas cosas, lo primero que debemos hacer es reconocer la presencia de Dios entre nosotros.
De manera que estemos conscientes de que Él está obrando en nuestras vidas y en todo lo que nos rodea.
La gran tragedia de los creyentes sin poder, es que aunque Dios está haciendo maravillas a su alrededor, y aun anhelando profundamente tener experiencia con Dios, no son satisfechos porque no reconocen la presencia de Dios en sus vidas y a su alrededor.

Debemos orar fervientemente cada día para que Dios nos abra los ojos espirituales de la fe y nosotros podamos ver cada día la manera en que Dios está obrando a nuestro alrededor y a través de nuestras vidas.
Oremos cada día a Dios desde el momento en que abrimos nuestros ojos, y pidámosle que en este día nos muestre donde Él está trabajando.
Preguntémosle a quién desea que nosotros le prediquemos y estemos atentos para ir en pos de su deseo.
Pero para eso, debemos ante todo, saber reconocer la voz de Dios.
Y eso solo lo podemos hacer cuando entramos en su obediencia y su voluntad.

Una vez que nos hayamos unido a Dios en lo que Él está haciendo.
Sabremos que Dios está ahí, nos gozaremos en esta experiencia con Él, en la medida en que llevemos a cabo la actividad que Él hace a través de nosotros.
En este momento en que estemos experimentando esta relación íntima con Dios, conoceremos y haremos realidad su voluntad en nosotros de tal forma que no lo habíamos hecho antes.

Como cristianos verdaderos y temerosos de la palabra de Dios, Jamás debemos dejar a un lado la relación de amor entre Dios y nosotros.

Muchos quieren que Dios los utilice en su obra y les envíe a una misión.
Sin embargo, no toman en cuenta la importancia y necesidad de mantener esta relación de amor constante con Dios.
Recordemos que tener y mantener esta relación de amor es la razón por la cual Dios nos ha creado. Esto es más importante que lo que hagamos en el mundo.

Cuando mantenemos esta relación de amor con Dios, debemos estar atentos, muy atentos, pues Dios comenzará a obrar en nosotros, y nos llevará a una íntima relación de amor que será real y personal.

Sepamos que cuando esta relación de amor esté afianzada, Dios podrá comenzar a darnos misiones, tomando Él la iniciativa para encomendarnos tal o cual misión.

Pero, cuando nos parezca que no estamos siendo tomados en cuenta por Dios,
No debemos pelear, o desanimarnos.
Lo que debemos hacer, simplemente es dedicarnos a cultivar nuestra relación con El.
Compenetrándonos en su obra, serle fiel en todo, suplir las necesidades de la iglesia.
Ser modelo para que los demás nos sigan.
Es allí donde podemos sentir que le somos fieles a Dios y él nos dará las misiones, de acuerdo a nuestro corazón y obediencia.
Revisemos nuestras vidas, Confesemos nuestros pecados y busquemos la reconciliación con Él, y esperemos allí hasta que la misión se manifieste.

Primeramente debemos hacernos una pregunta:
¿Estamos conscientes de que estamos aquí para ser siervos del Señor y ser parte de su obra?
Si contestamos positivamente, entonces estemos dispuestos a experimentar a Dios a través de las misiones que Él tiene para nosotros.
Una misión se le da a un siervo que este compenetrado en la obra de Dios.
Que tomo primeramente a Dios, ante cualquier cosa del mundo.
Que sea disciplinado y obediente, para que la misión encomendada sea un éxito.
Que confié plenamente en Dios, y permita que Dios tome control de su vida.
Que esté dispuesto a darlo todo por Dios.

Recordemos que un don espiritual es una manifestación del Espíritu Santo obrando a través de una persona, mientras lleva a cabo una misión asignada por Dios.
Lo que estoy diciendo es que una persona no conocerá su don espiritual a menos que no reciba primeramente una misión de parte de Dios.
Y para recibir esa misión de parte de Dios, debemos ser obedientes ante su palabra.
Los dones son evidentes en la ejecución obediente de las misiones que Dios hará a través de nosotros.
Cuando Dios nos da una misión y obedecemos, entonces Dios llevará a cabo su propósito a través de aquellos que seamos obedientes.

Debemos saber por tanto, que toda persona que nunca se halla dedicado a detectar una misión de Dios, o no se halla lanzado a realizar esa misión, si la ha detectado.
Es difícil que pueda identificar sus dones espirituales.

Recuerde que Dios es el que nos asigna cada misión, y es Dios el que nos capacita con los dones con los cuales podremos realizar cada misión encomendada.

Un gran ejemplo de todo esto es lo que Dios hizo a través de Moisés.
Cuando Dios dio a Moisés la misión de ser líder de la nación Israel,
Moisés discutió con Dios porque no creía tener la capacidad para llevar a cabo esta misión.
Sin embargo, Dios le mostró lo que El haría a través de su actitud obediente y sumisa.

Su éxito no dependería de sus habilidades, destrezas, gustos, preferencias o éxitos pasados,
Su éxito dependería de su obediencia a la misión de Dios por medio de la cual él descubriría los dones dados por Dios para llevar a cabo esta misión.

Este conocimiento de sus dones y esta experiencia íntima con Dios, dependería entonces, de su obediencia al realizar la misión encomendada por Dios.
Así hizo Dios con el Rey David, con todos los profetas, apóstoles y siervos en general.
Así Dios hará con nosotros, en la medida en que aceptemos que Dios siempre está obrando alrededor de nosotros y que hagamos su voluntad.
Si usted desea involucrarse en la obra de Dios, realmente.
Si usted desea entrar en las misiones que Dios da a sus hijos.
Si usted desea formar parte de los obreros obedientes y responsables en la obra de Dios,
Usted debe recibir a cristo verdaderamente, hacer la voluntad del padre y desprenderse de todo lo material y buscar lo espiritual.

Comprométase con la obra de Dios, Séale usted fiel en todo, y las bendiciones abundaran en su vida y en su casa.
Porque siéndole fiel a Dios, lo demás vendrá por añadidura.  --Y lo demás, serán bendiciones.
Gracia y Paz
Pastor y Administrador, Rogers Infante.

Bendiciones a mis hermanos en la fe.

lunes, 14 de julio de 2014

En toda las circunstancias mi Dios, me habla.

En toda las circunstancias mi Dios, me habla.
Pro 3:3 ¡Nunca permitas que la lealtad ni la bondad te abandonen! Átalas alrededor de tu cuello como un recordatorio. Escríbelas en lo profundo de tu corazón.
Pro 3:4 Entonces tendrás tanto el favor de Dios como el de la gente, y lograrás una buena reputación.
Pro 3:5 Confía en el SEÑOR con todo tu corazón, no dependas de tu propio entendimiento.
Pro 3:6 Busca su voluntad en todo lo que hagas, y él te mostrará cuál camino tomar.
Pro 3:7 No te dejes impresionar por tu propia sabiduría. En cambio, teme al SEÑOR y aléjate del mal.
Pro 3:8 Entonces dará salud a tu cuerpo y fortaleza a tus huesos.
Pro 3:9 Honra al SEÑOR con tus riquezas y con lo mejor de todo lo que produces.
Pro 3:10 Entonces él llenará tus graneros, y tus tinajas se desbordarán de buen vino.
Pro 3:11 Hijo mío, no rechaces la disciplina del SEÑOR ni te enojes cuando te corrige.
Pro 3:12 Pues el SEÑOR corrige a los que ama, tal como un padre corrige al hijo que es su deleite.*

Gracia y Paz para todos mis hermanos en la obra de Dios Padre y de su Hijo Jesucristo.
El cordero inmolado que hoy se encuentra sentado a la diestra de su Padre el Todopoderoso y que al sonar de la séptima trompeta, el Dios supremo, permitirá que su Hijo se levante para juzgar a este mundo y rescatar a los fieles en su palabra.
Existen siete realidades de las cuales tenemos experiencia con Dios
1      Dios siempre está obrando a favor de sus hijos.
2      Dios busca una relación de amor continua, real y personal con los que le buscan verdaderamente.
3      Dios nos invita a unirnos en obediencia a Él, en su obra.
4      Dios habla por su Espíritu a través de la Biblia, la oración, la iglesia y las circunstancias, para revelar sus propósitos y sus caminos.
5      La invitación que Dios nos hace para trabajar con Él, siempre nos llevará a una crisis de convicciones que demandará de nosotros fe y acción.
6      Necesitamos realizar ajustes importantes en nuestra vida, para poder unirnos a Dios en lo que Él está haciendo.
7     Llegaremos a conocer a Dios por experiencia a medida que le seamos obedientes y obedezcamos, para que Él lleve a cabo su obra a través de nosotros.
                       
Para iniciar este mensaje tenemos que explicar, que cuando decimos que Dios habla a través de las circunstancias, NO estamos diciendo que Dios va a hablar a través de todas las circunstancias de la vida.

Al decir que en todas las circunstancias interpretadas por los hombres Dios ha hablado, es blasfemar y por lo tanto es sumamente peligroso, pues son muchos los que hoy interpretan lo que quieren de las circunstancias vividas en la vida fuera de todo contexto escritural, y esto no es en ninguna manera lo que Dios ha hecho, hace o hará para hablar a sus hijos.

Cada experiencia necesita ser controlada por las Escrituras y entendida a la luz de ellas.
Dios nos muestra las revelaciones en las Escrituras.
A lo largo de nuestra vida, habrá momentos en que queremos responder sobre la base de nuestras experiencias y sabiduría propia.
Pero tenemos que entender que sin el conocimiento de la voluntad de Dios en nuestra vida, podemos ser llevados a vivir una vida llena de confusión y errores.
Esto sucede cuando nos dejamos guiar solamente por nuestro razonamiento sin el espíritu.

Cuando vayamos a tomar en cuenta alguna circunstancia vivida, debemos tener por norma la palabra de Dios.
En otras palabras: “Para interpretar cada circunstancia, debemos ver como una necesidad, ir a la Biblia para que el Espíritu Santo nos revele la verdad en su palabra”.

Cuando estudiemos las Escrituras, busquemos interpretar la manera en que Dios obra a través de la totalidad de su palabra.
No nos fundamentemos en casos aislados.
Cuando lleguemos a conocer la manera en que Dios ha obrado a través de sus palabras en las escrituras, entonces podremos depender de que Él obre de manera similar con nosotros.

Nuestra experiencia será válida en la medida en que sea confirmada por las Escrituras.
Nunca debemos rechazar las experiencias que otros puedan tener con Dios.
Pero tampoco debemos aceptarla como un mensaje de Dios, a menos que se compruebe que su interpretación no está en desacuerdo con la Palabra de Dios.

Cuando alguien tiene una revelación de parte de Dios, esta persona debe primeramente demostrar que es un verdadero cristiano y que está sometido a la obediencia y voluntad del creador, por medio de su Hijo Jesucristo.
De lo contrario sus experiencias son meramente emocionales y carnales.

Veamos lo que debemos tomar en cuenta, para ver las circunstancias como parte del medio por donde Dios nos habla.

La Biblia, la Poderosa Palabra de Dios, es nuestra y debe ser la única guía verdadera.
Tomemos la biblia como la guía infalible de fe y práctica.
Todos los creyentes que nos apoyamos únicamente en la biblia, sabemos esto.
Algunas iglesias, tienen sus propios libros, los cuales utilizan para enseñar, pero debemos tener muy presente que esos libros, son simplemente pensamientos carnales y no espirituales.
El pastor que guía a las ovejas, apoyado en libros paganos, o supuesta mente “cristianos” no es un pastor verdadero, ya que carece de sabiduría espiritual, y este acude a pensamientos carnales.
El verdadero pastor guía a sus ovejas con la palabra de Dios, La Biblia.
De esa manera Dios da sabiduría para que guie a su rebaño a la presencia de Dios.
La Biblia es y debe ser la única guía de fe y práctica que debe tomar el cristiano verdadero para conocer la voluntad de Dios.
Por medio de ella llegamos a la oración y al discernimiento, de saber que está mal y que es verdad.

Cuando hablamos de que Dios habla por medio de las circunstancias NO estamos diciendo que tenemos que dejar la Biblia a un lado.
No, los hijos de Dios no podemos abandonar la guía que encontramos en la Biblia para apoyarnos solamente en los conceptos del mundo o en las experiencias personales.

Recordemos lo que nos dice el apóstol Pedro en 2Pedro 1:19 lo cual no debemos olvidar:
2Pedro 1:19 Debido a esa experiencia, ahora confiamos aún más en el mensaje que proclamaron los profetas. Ustedes deben prestar mucha atención a lo que ellos escribieron, porque sus palabras son como una lámpara que brilla en un lugar oscuro hasta que el día amanezca y Cristo, la Estrella de la Mañana, brille* en el corazón de ustedes. (20) Sobre todo, tienen que entender que ninguna profecía de la Escritura jamás surgió de la comprensión personal de los profetas* (21) ni por iniciativa humana. Al contrario, fue el Espíritu Santo quien impulsó a los profetas y ellos hablaron de parte de Dios.
Si esto es así, entonces no podemos descartar jamás la Biblia, cuando Dios nos hable utilizando las circunstancias.

COMO CRISTIANOS DEBEMOS ESTAR ATENTOS A LA ACTIVIDAD DEL PADRE
Como podemos ver en Juan 5:17, 19, 20, Jesús nos muestra el proceso que Él llevó cuando sabiendo la voluntad de su Padre en cada actividad diaria, la realizo.
Juan 5:17 Pero Jesús respondió: «Mi Padre siempre trabaja, y yo también».
Juan 5:19 Entonces Jesús explicó: «Les digo la verdad, el Hijo no puede hacer nada por su propia cuenta, sólo hace lo que ve que el Padre hace. Todo lo que hace el Padre, también lo hace el Hijo, (20) pues el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que hace. De hecho, el Padre le mostrará cómo hacer cosas más trascendentes que el sanar a ese hombre. Entonces ustedes quedarán realmente asombrados.

Cuando estamos hablando de que Dios habla por medio de su Espíritu a través de las circunstancias, estamos diciendo que tenemos que entender, que estas circunstancias a las cuales nos referimos deben estar en armonía con lo que el Padre está haciendo o ha dicho en su Palabra.
Jesús dijo que Él no tomaba iniciativa alguna en hacer algo por el Padre (v. 19).
Solamente el Padre gozaba de tal prerrogativa.
Él había estado trabajando hasta el momento del tiempo terrenal de Jesús, y aún lo estaba haciendo (v. 17).
Él le haría saber al Hijo lo que estaba haciendo (v. 20).

Por esto, cuando el Hijo veía la actividad del Padre, Jesús, entendía que era el momento para unirse a Él.
Dios en cada caso empleaba circunstancias para revelarle a Jesús lo que Él como Padre estaba por hacer.
De la misma manera el Poder de Dios, su espíritu santo, nos revela en nuestro interior lo que el padre desea que hagamos.

Las circunstancias eran aquellas cosas que Jesús veía al Padre hacer.
Hay algunas cosas que solamente el Padre puede hacer.
Por eso Jesús siempre estaba atento a dónde el Padre estaba obrando y luego se unía a Él.

Jesús desea que hagamos lo mismo, no importa que se presenten supuestas “malas” circunstancias.
Siempre debemos estar atentos, cuando nuestro  Padre Celestial nos habla en las circunstancias que vienen a nuestra vida.
Pero debemos aprender a discernir para poder identificar la voz de Dios y los engaños de Satanás.

Muchas veces vamos a pasar por circunstancias que entenderemos malas o negativas.
Sin embargo, Dios va a trabajar a través de nosotros por medio de esas circunstancias.
No nos neguemos a que Dios nos use, porque estemos pasando por una circunstancia que entendamos negativa.  ---Dejemos a Dios actuar y veremos luego los resultados.

Esto pasó en la vida de Job.
Job no entendió de momento lo que Dios estaba haciendo al perder sus bienes y sus hijos, ni mucho menos cuando fue herido su cuerpo.
Entender sus circunstancias significó una lucha intensa para él.

Verdaderamente que Job no alcanzaba a ver desde la perspectiva de Dios lo que estaba sucediendo, Job 1:6-12; 2:1-7.
Job 1:6 Un día los miembros de la corte celestial* llegaron para presentarse delante del SEÑOR, y el Acusador, Satanás,* vino con ellos. (7) El SEÑOR le preguntó a Satanás: —¿De dónde vienes? Satanás contestó al SEÑOR: —He estado recorriendo la tierra, observando todo lo que ocurre. (8) Entonces el SEÑOR preguntó a Satanás: —¿Te has fijado en mi siervo Job? Es el mejor hombre en toda la tierra; es un hombre intachable y de absoluta integridad. Tiene temor de Dios y se mantiene apartado del mal. (9) Satanás le respondió al SEÑOR: —Sí, pero Job tiene una buena razón para temer a Dios: (10) siempre has puesto un muro de protección alrededor de él, de su casa y de sus propiedades. Has hecho prosperar todo lo que hace. ¡Mira lo rico que es! (11) Así que extiende tu mano y quítale todo lo que tiene, ¡ten por seguro que te maldecirá en tu propia cara! (12) —Muy bien, puedes probarlo —dijo el SEÑOR a Satanás—. Haz lo que quieras con todo lo que posee, pero no le hagas ningún daño físico. Entonces Satanás salió de la presencia de SEÑOR.

Job 2:1-7 Un día los miembros de la corte celestial* llegaron nuevamente para presentarse delante del SEÑOR, y el Acusador, Satanás,* vino con ellos. (2) El SEÑOR le preguntó: —¿De dónde vienes? Satanás contestó al SEÑOR: —He estado recorriendo la tierra, observando todo lo que ocurre. (3) Entonces el SEÑOR preguntó a Satanás: —¿Te has fijado en mi siervo Job? Es el mejor hombre en toda la tierra; es un hombre intachable y de absoluta integridad. Tiene temor de Dios y se mantiene apartado del mal. Además ha conservado su integridad a pesar de que tú me incitaste a que le hiciera daño sin ningún motivo. (4) Satanás respondió al SEÑOR: —¡Piel por piel! Cualquier hombre renunciaría a todo lo que tiene para salvar su vida. (5) Así que extiende tu mano y quítale la salud, ¡ten por seguro que te maldecirá en tu propia cara! (6) —Muy bien, haz con él lo que quieras —dijo el SEÑOR a Satanás— pero no le quites la vida. (7) Entonces Satanás salió de la presencia de Dios e hirió a Job con terribles llagas en la piel, desde la cabeza hasta los pies.

Esto se debía a que tampoco conocía el último capítulo que escribiría de su libro y principalmente, Job 42:12-17, donde vemos que Dios le restaura.
Job 42:12 Así que el SEÑOR bendijo a Job en la segunda mitad de su vida aún más que al principio. Pues ahora tenía catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil burras. (13) Además dio a Job otros siete hijos y tres hijas. (14) Llamó a su primera hija Jemina, a la segunda Cesia y a la tercera Keren-hapuc. (15) En toda la tierra no había mujeres tan bellas como las hijas de Job y su padre les dejó una herencia en su testamento junto con sus hermanos. (16) Después de esto, Job vivió ciento cuarenta años y pudo ver a cuatro generaciones de sus hijos y nietos. (17) Luego murió siendo muy anciano, después de vivir una vida larga y plena.

Por otro lado, los amigos de Job creían tener la perspectiva de Dios y le decían que confesara su pecado.
Pero por más que Job se escudriñaba no encontraba en su vida ofensa alguna contra Dios que debiera confesar, ya que Job era un hombre fiel a Dios.

Hay personas que en vez de seguir la bendición que Dios nos regala a través de nuestros hermanos en la fe.
Prefieren oír al mundo y lanzarse a este, con el propósito de rechazar la bendición de Dios y tomar la falsa promesa del Diablo.
Satanás siempre te va a mostrar aparentemente algo más suave y supuesta mente mejor.
Esto con el propósito de que te alejes de la verdadera bendición de Dios, y tomes la falsa promesa de satanás, lo cual te dice que sigues atado al mundo.

Es una realidad que si no aprendemos a interpretar las circunstancias tomando en cuenta la perspectiva de Dios, siempre estaremos perdidos en cuanto a conocer la voluntad de Dios en cada circunstancia de la vida.
Por eso es muy importante pedir consejos a un líder espiritual, antes de tomar cualquier decisión a la ligera, las cuales nos pueden llevar al fracaso o en su defecto, a la derrota.

Cuando somos ovejas, debemos estar cerca del pastor para que nos aconseje en todas las circunstancias.
Pero cuando nos creemos sabiendo, Nuestros propios hechos y acciones demuestran que estamos siendo rebeldes y que no, nos importa los consejos de un líder.
De allí, podemos discernir que dichas ovejas, son simplemente cabras.

Cuando enfrentemos algunas circunstancias negativas, digamos:
·                    Dediquémonos a creer que Dios nos ama y su amor no cambia.
·                    No intentemos comprender a Dios estando en medio de nuestras circunstancias.
·                    Vayamos a Dios y pidámosle que nos ayude a ver su perspectiva de esta situación.
·                    Esperemos la respuesta del Espíritu Santo,
Él podrá por la Palabra revelarnos la perspectiva de Dios y ayudarnos a entender nuestra circunstancia.
·                    Tratemos de armonizar nuestra vida con Dios y con lo que vemos que Él está haciendo en las circunstancias que pasamos.
·                    Hagamos todo lo que Él nos dice en su palabra y obedezcamos fielmente.
·                    Experimentemos a Dios obrando en su hijo a través de nosotros, para llevar a cabo sus propósitos.

Gracia y paz
Pastor y Administrador, Rogers Infante

Bendiciones a mis hermanos en la fe.

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