BIENVENIDOS

Gracia y Paz en Cristo Jesús, Amados, soy el Pr. Rogers Infante. Discípulo de la obra de Dios, Promotor y fundador de la Iglesia Cristiana Palabra y Amor. Doy gracias a Dios por la posibilidad que nos da, de poder llevar su evangelio por medio de la palabra escrita a todos sus hogares y sitio de trabajo. Con la intención de poder compartirlos con todos ustedes ya que está en evidencia la gran necesidad de contar con material netamente de evangelización, que sirviera para llegarles en forma de mensajes. Muchas almas han encontrado a Cristo, por este medio, cuyo fin, es que la "palabra de Dios corra y sea glorificada" (2 Ts 3:1). Amados, la venida de Nuestro Señor Jesucristo a buscar a su iglesia, esta cerca. Por tal motivo el enemigo de las almas, Satanás, aprovechará en este último tiempo para engañar a cuantos pueda en este mundo; lo cual la Biblia nos advierte que no ignoremos sus maquinaciones. (2Co.2:11). Vivimos una era de engaños, donde se predica un falso evangelio facilista y meramente emocional. Además de otras ciertas doctrinas ortodoxas de la cristiandad, debemos estar alertados de estos lobos rapaces disfrazados de ovejas y que por dentro son unos Anatemas que venden el evangelio de JESÚS, La doctrina del "arrepentimiento de pecados" es rara vez predicada como se debe. La salvación por gracia se ha desvirtuado y las perdiciones son basadas en discursos que tienen mucho de sensacionalismo, pero carentes de fundamento bíblico vital para la genuina conversión de las almas. (Heb.4:12).Por tal motivo es necesario, predicar un evangelio fiel a la Biblia. Tu testimonio personal y tu vida de consagración a los pies de Cristo, es el arma más poderosa, para llevar la palabra de Dios.

¡Que tu vida, y la mía, sean solo para LA GLORIA DE DIOS!

viernes, 22 de agosto de 2014

ORACIONES DE FE

Oraciones de fe

Gracia y Paz para todos mis hermanos en la obra de Dios Padre y de su Hijo Jesucristo, el Cordero inmolado que hoy está sentado a la Diestra de su Padre Jehová, el Todopoderoso.
Y que al sonar de la séptima trompeta, este ser celestial, con la Autoridad que el Padre le ha concedido, vendrá a Juzgar a este mundo y su maldad.
Donde solo aquellos que hemos recibido a Jesús, el Hijo de Dios en nuestro corazón, y hemos sido fiel a sus enseñanzas, seremos salvos en el día de su venida.

La Oración de Moisés.  “Alcanzando el Corazón de Dios”.
Éxodo 32:9-14 Después el SEÑOR dijo: —He visto lo terco y rebelde que es este pueblo. (10) Ahora quítate de en medio, para que mi ira feroz pueda encenderse contra ellos y destruirlos. Después, Moisés, haré de ti una gran nación. (11) Pero Moisés trató de apaciguar al SEÑOR su Dios. —¡Oh SEÑOR! —le dijo—, ¿por qué estás tan enojado con tu propio pueblo, el que sacaste de la tierra de Egipto con tan gran poder y mano fuerte? (12) ¿Por qué dejar que los egipcios digan: “Su Dios los rescató con la mala intención de matarlos en los montes y borrarlos de la faz de la tierra”? Abandona tu ira feroz; ¡cambia de parecer en cuanto a ese terrible desastre con el que amenazas a tu pueblo! (13) Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac y Jacob.* Tú mismo te comprometiste con ellos bajo juramento diciendo: “Haré que sus descendientes sean tan numerosos como las estrellas del cielo, y entregaré a sus descendientes toda esta tierra que prometí darles, y ellos la poseerán para siempre”. (14) Entonces el SEÑOR cambió de parecer en cuanto al terrible desastre con que había amenazado destruir a su pueblo.
¿Qué determinación había tomado Dios?
Destruir a este pueblo rebelde y borrarlo de la faz de la tierra (vs. 9-10).
Dios conocía, conoce y sabe hacia dónde se dirige esta Nación actual.
Y todos sabemos que hoy no está con nosotros el mejor amigo de Dios. Moisés.
Pero también sabemos que Dios, en su infinita misericordia envía a su Hijo amado, Jesús, con el propósito de darnos a conocer al Padre, y que por medio de su Hijo, nosotros podemos tener acceso a una nueva oportunidad de vida.

Esa vida, es la que Jesucristo compro por medio de su sacrificio en la cruz.
Desafortunadamente, la gran mayoría de este pueblo, no comprende realmente ese sacrificio que hizo el Hijo de Dios.
Y por tal motivo Dios, ha decretado en su palabra que aquellos que no acepten a su Hijo Jesús como su único salvador, serán los que padecerán el Juicio y la Ira divina de Dios.

Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida, y todo cristiano verdadero sabe que solo y exclusivamente por medio de él, Llegaremos al Padre.
No existe, ni existirá otro ser, que interceda por nosotros, en esta humanidad, sino el Hijo de Dios.

La Oración de Moisés es una oración de extrema “Intimidad con Dios”.
Luego del diálogo previo del versículo 12 ¿Qué es lo que puntualmente le pide Moisés a Dios?
Moisés le pide a Dios que se acuerde de su promesa.
Y en esa promesa estamos los hijos de Dios incluidos.

Moisés le expresa su deseo más íntimo a Dios, pero el pecado que se estaba generando acelera el veredicto de Dios contra su pueblo.
Por eso Moisés, antes de que Dios ejecutara a su pueblo, Dios le permite a Moisés que diera a escoger a los Israelitas entre seguir a Dios o al mundo.

Finalmente la respuesta de Dios, es hacer un pacto con su pueblo obediente, el cual serán beneficiados por los milagros que Dios hará en ellos.
Pero para esto se deben mantener alejado de toda tentación que salen de los pensamientos del hombre. Éxodo 34:10 El SEÑOR respondió: —Escucha, yo hago un pacto contigo en presencia de todo tu pueblo. Realizaré milagros que jamás se han hecho en ningún lugar de la tierra ni en ninguna otra nación. Todos los que te rodean serán testigos del poder del SEÑOR, el imponente despliegue de poder que yo haré por medio de ti. (11) Pero presta atención a todo lo que hoy te ordeno, porque entonces iré delante de ustedes y expulsaré a los amorreos, a los cananeos, a los hititas, a los ferezeos, a los heveos y a los jebuseos. (12) »Ten mucho cuidado de no hacer tratados con los pueblos que viven en la tierra adonde te diriges. Si los haces, seguirás sus malos caminos y quedarás atrapado.

Así como Moisés oraba a Dios fervientemente, también lo hacían muchos patriarcas fieles a Dios.
Y no solamente lo hacían los grandes patriarcas, sino que también se incluían en esa efervescente fe, las mujeres.
Entre ellas encontramos a Ana, una mujer que hizo un pacto con Dios y lo cumplió.

La Oración de Ana. “Pactando con Dios en el Dolor”. 
1Samuel 1:9-12 Una vez, después de comer lo que fue ofrecido como sacrificio en Silo, Ana se levantó y fue a orar. El sacerdote Elí estaba sentado en su lugar de costumbre junto a la entrada del tabernáculo.* (10) Ana, con una profunda angustia, lloraba amargamente mientras oraba al SEÑOR (11) e hizo el siguiente voto: «Oh SEÑOR de los Ejércitos Celestiales, si miras mi dolor y contestas mi oración y me das un hijo, entonces te lo devolveré. Él será tuyo durante toda su vida, y como señal de que fue dedicado al SEÑOR, nunca se le cortará el cabello».* (12) Mientras Ana oraba al SEÑOR, Elí la observaba
¿Ahora en qué estado emocional se encontraba Ana?
Dice la palabra de Dios que se encontraba en un fuerte estado de Angustia, desánimo y Dolor.
1Samuel 1:15-16 —¡Oh no, Señor! —respondió ella—. No he bebido vino ni nada más fuerte. Pero como estoy muy desanimada, derramaba ante el SEÑOR lo que hay en mi corazón. (16) ¡No piense que soy una mujer perversa! Pues he estado orando debido a mi gran angustia y a mi profundo dolor.

La oración de Ana es un voto (un pacto) hecho a Dios.
Ella reconoce que todo lo que Dios nos da, le pertenece exclusivamente a él.
Por eso ella dice: <<Si me das un Hijo, yo te lo devolveré>>. (vs. 11).
De esa manera Dios observa el corazón y la mente de toda persona y el podrá saber si lo que estamos diciendo o pidiendo, es falso o verdadero.

En el caso de Ana, Dios pudo constatar su fidelidad y agradecimiento ante un Dios justo.
De tal manera que Dios cumple su parte del pacto.
1Samuel 1:27-28 Le pedí al SEÑOR que me diera este niño, y él concedió mi petición. (28) Ahora se lo entrego al SEÑOR, y le pertenecerá a él toda su vida». Y allí ellos* adoraron al SEÑOR.
Iglesia  es muy importante que usted cumpla lo que promete o ha prometido ante el Señor.
De esa manera Dios, cumplirá su pacto en usted.
Recuerde que él conoce el corazón de cada persona, y de acuerdo a nuestra obediencia, seremos beneficiados.

Pero así como esta mujer entrego lo que Dios le había dado, Dios puede devolverle a una persona la vida.
Esto lo podemos ver en el caso del profeta Elías.
Este varón de Dios Oro ante Dios, para que este ser supremo le regresara la vida a un joven que había fallecido.
Pero el propósito no era solamente demostrar su poder, sino que la madre de este joven pudiera realmente creer que existe un Único Dios Supremo de nombre Jehová.
Veamos la oración de este patriarca.

La Oración de Elías. “Clamando por un Milagro”. 
1Reyes 17:17-24 Tiempo después, el hijo de la mujer se enfermó. Cada día empeoraba y finalmente murió. (18) Entonces ella le dijo a Elías: —¡Ay, hombre de Dios! ¿Qué me ha hecho usted? ¿Ha venido aquí para señalarme mis pecados y matar a mi hijo? (19) Pero Elías contestó: —Dame a tu hijo. Entonces tomó el cuerpo del niño de los brazos de la madre, lo cargó por las escaleras hasta la habitación donde él estaba alojado y lo puso sobre la cama. (20) Después Elías clamó al SEÑOR: «Oh SEÑOR mi Dios, ¿por qué le has traído desgracia a esta viuda que me abrió su casa, al provocar la muerte de su hijo?». (21) Entonces Elías se tendió sobre el niño tres veces y clamó al SEÑOR: «¡Oh SEÑOR mi Dios, te ruego que le devuelvas la vida a este niño!». (22) El SEÑOR oyó la oración de Elías, ¡y la vida volvió al niño, y revivió! (23) Entonces Elías bajó al niño de la habitación en el piso de arriba y se lo entregó a su madre. —¡Mira —le dijo—, tu hijo vive! (24) Entonces la mujer le dijo a Elías: —Ahora estoy convencida de que usted es un hombre de Dios y que de verdad el SEÑOR habla por medio de usted.
¿Cuál fue la crisis experimentada por la viuda?
La crisis que esta mujer estaba experimentando, era la enfermedad progresiva de su hijo, al igual que su condición pecaminosa que el profeta Elías le mostro a esta mujer. (vs. 17-18).
Pero Elías, conmovido por el dolor de esta mujer, la cual le brindo hospitalidad y amabilidad, le reclama a Dios.
Él toma al niño en sus manos y se lo presenta a Dios, mediante oración.
Y el espíritu de Jehová desciende y hace que Elías se postre tres veces ante el cuerpo del niño muerto y este vuelva a la vida.   Esto es lo que yo llamo, Fe Genuina.

Pero al final de todo,  ¿Para qué sirvió este milagro de resurrección? (vs. 23-24).
Sirvió para que esta mujer creyera que hay un Dios Todopoderoso.

Tú puedes obtener tu milagro.
De ti depende que el milagro que deseas, se te haga una realidad.
Todos fuimos comprados por un precio.
Y de la misma manera debemos pagar un precio, para poder obtener los beneficios de Dios.
Usted debe crucificar su viejo YO, para siempre.
De esa manera podrá recibir a Cristo en su corazón.
Una vez recibido, usted tendrá que dejarse moldear a la imagen que Dios desea, solo así, en nuestras oraciones y peticiones tendremos acceso a los milagros que Dios derramara en la vida de aquellos que le somos fieles.

Miremos como en otra ocasión el Profeta Elías, por medio de la Oración Manifestó el Poder de Dios”.
1Reyes 18:36-39 A la hora que suele hacerse el sacrificio vespertino, el profeta Elías caminó hacia el altar y oró: «Oh SEÑOR, Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob,* demuestra hoy que tú eres Dios en Israel y que yo soy tu siervo; demuestra que yo he hecho todo esto por orden tuya. (37) ¡Oh SEÑOR, respóndeme! Respóndeme para que este pueblo sepa que tú, oh SEÑOR, eres Dios y que tú los has hecho volver a ti». (38) Al instante, el fuego del SEÑOR cayó desde el cielo y consumió el toro, la leña, las piedras y el polvo. ¡Hasta lamió toda el agua de la zanja! (39) Cuando la gente vio esto, todos cayeron rostro en tierra y exclamaron: «¡El SEÑOR, él es Dios! ¡Sí, el SEÑOR es Dios!».
¿Contra quienes estaba en lucha espiritual Elías? (vs.22 al 26).

Para poder responder esta inquietud, debemos irnos a la Poderosa Palabra de Dios.
1Reyes 18:22-26 Entonces Elías les dijo: «Yo soy el único profeta del SEÑOR que queda, pero Baal tiene cuatrocientos cincuenta profetas. (23) Ahora traigan dos toros. Los profetas de Baal pueden escoger el toro que quieran; que luego lo corten en pedazos y lo pongan sobre la leña de su altar, pero sin prenderle fuego. Yo prepararé el otro toro y lo pondré sobre la leña del altar, y tampoco le prenderé fuego. (24) Después, invoquen ustedes el nombre de su dios, y yo invocaré el nombre del SEÑOR. El dios que responda enviando fuego sobre la madera, ¡ese es el Dios verdadero!»; y toda la gente estuvo de acuerdo. (25) Así que Elías dijo a los profetas de Baal: «Empiecen ustedes, porque son muchos. Escojan uno de los toros, prepárenlo e invoquen el nombre de su dios; pero no le prendan fuego a la leña». (26) Entonces ellos prepararon uno de los toros y lo pusieron sobre el altar. Después invocaron el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, gritando: «¡Oh Baal, respóndenos!»; pero no hubo respuesta alguna. Entonces se pusieron a bailar, cojeando alrededor del altar que habían hecho.
Diga conmigo “Que oso”
Elías sabia de ante mano que los Baales de esos falsos profetas, no responderían.
Elías confiaba en Dios, Y sabía que Dios no lo pondría en vergüenza.

¿Cuántos de los que están aquí presente confían en Dios?
Entonces sometemosno a su obediencia y a su voluntad.
Elías era un profeta obediente y temeroso de la palabra de Dios.
Aprendió a confiar en Dios y Dios no lo dejo en vergüenza.

¿Pero qué fue lo que oraba específicamente Elías?
Elías solo le pidió a Dios que se mostrara ante toda esas personas como el único Dios verdadero que es, y que él es su siervo. (vs.36-37).
¿De qué manera se manifestó el poder de Dios? (vs.38-39).
Dice la palabra que al instante cayo el fuego del Señor desde el cielo y consumió todo lo que estaba en el Altar.
No solo eso, porque la palabra de Dios dice que hasta Lamio toda el agua de la zanja.
Y cuando la gente vio lo que sucedió, entonces creyeron.

A pesar de que el Profeta Elías vivió el poder de Dios, este profeta también paso por las etapas de las cuales muchos hoy están pasando.
Frustración, Desaliento y Desesperanza. 1Reyes 19:4 al 18.

¿Cómo expresa Elías a Dios su desaliento y desesperanza?
1Reyes 19:4 Luego siguió solo todo el día hasta llegar al desierto. Se sentó bajo un solitario árbol de retama y pidió morirse: «Basta ya, SEÑOR; quítame la vida, porque no soy mejor que mis antepasados que ya murieron». (5) Entonces se acostó y durmió debajo del árbol. Mientras dormía, un ángel lo tocó y le dijo: «¡Levántate y come!».
Iglesia, Elías estaba Frustrado porque el pueblo de Dios no obedecía.
Por eso se sinceró delante de Dios.
¿Qué palabras de frustración le manifiesta Elías a Dios? (vs.10 y 14).
1Reyes 19:10 —He servido con gran celo al SEÑOR Dios Todopoderoso —respondió Elías—; pero el pueblo de Israel ha roto su pacto contigo, derribó tus altares y mató a cada uno de tus profetas. Yo soy el único que queda con vida, y ahora me buscan para matarme a mí también.

1Reyes 19:14 Él volvió a responder: —He servido con gran celo al SEÑOR Dios Todopoderoso; pero el pueblo de Israel ha roto su pacto contigo, derribó tus altares y mató a cada uno de tus profetas. Yo soy el único que queda con vida, y ahora me buscan para matarme a mí también.

¿Qué respuestas prácticas y específicas le da Dios a Elías? (vs.6-7, 11-12, 15-18).
Dios le da a este profeta  varias respuestas prácticas.
Primero lo Sustenta.
1Reyes 19:6-7 Elías miró a su alrededor, y cerca de su cabeza había un poco de pan horneado sobre piedras calientes y un jarro de agua. Así que comió y bebió, y volvió a acostarse. (7) Entonces el ángel del SEÑOR regresó, lo tocó y le dijo: «Levántate y come un poco más, de lo contrario, el viaje que tienes por delante será demasiado para ti».
Dios siempre nos da las provisiones que necesitamos.
Él sabe de las necesidades que tenemos y el las suple todas.
Solo tenemos que creer en él.

Dios nos habla suave para que podamos tenerle confianza.
1Reyes 19:11-12 El SEÑOR le dijo: —Sal y ponte de pie delante de mí, en la montaña. Mientras Elías estaba de pie allí, el SEÑOR pasó, y un viento fuerte e impetuoso azotó la montaña. La ráfaga fue tan tremenda que las rocas se aflojaron, pero el SEÑOR no estaba en el viento. Después del viento hubo un terremoto, pero el SEÑOR no estaba en el terremoto. (12) Pasado el terremoto hubo un incendio, pero el SEÑOR no estaba en el incendio. Y después del incendio hubo un suave susurro.
Dios te dice no te desespere, porque yo estoy contigo.
Yo te sostendré de mi mano derecha y no te soltare.

Cuando caminamos en la obediencia, Dios nos autoriza para que podamos elegir y ungir a nuevos líderes que desempeñen la obra de Dios a cabalidad.
1Reyes 19:15-18 Entonces el SEÑOR le dijo: —Regresa por el mismo camino que viniste y sigue hasta el desierto de Damasco. Cuando llegues allí, unge a Hazael para que sea rey de Aram. (16) Después unge a Jehú, nieto de Nimsi,* para que sea rey de Israel; y unge a Eliseo, hijo de Safat, de la tierra de Abel-mehola, para que tome tu lugar como mi profeta. (17) ¡A cualquiera que escape de Hazael, Jehú lo matará; y a los que escapen de Jehú, Eliseo los matará! (18) Sin embargo, preservaré a otros siete mil en Israel, ¡quienes nunca se han inclinado ante Baal ni lo han besado!

Iglesia son muchos los hombres y mujeres que obedecieron a Dios.
Y si esos hombres obedecieron y fueron testigos de los milagros y bendiciones que Dios realizo en su tiempo, porque hoy no seguimos esos ejemplos, para que podamos vernos beneficiados en su obra.

Nuestro Dios cumple lo que promete.
Solo debemos obedecer su palabra y hacer su voluntad.
Dios nos ama y no desea que nos perdamos.
Es por esa razón que envió a su Hijo Unigénito, para que todo ser que creyera en Él, no se pierda, sino más bien reciba la vida Eterna.

Son muchos los que serán condenados y echados al fuego eterno.
Son muchos los que hoy no creen y que solo esperan un día de desgracia en sus vidas, para poder acercarse a Dios, creyendo que serán escuchados.
Son muchos los que viven ciegamente, escuchando a falsos evangelistas, y que están siendo guiados a un abismo sin fondo.
Son muchos los que no heredaran lamentablemente el reino de Dios.
Son muchos los que hoy los hogares están siendo guiados por el maligno y los hijos ya no respetan a sus padres, y los esposos no se aman mutuamente.
Lamentablemente son muchos los hogares donde reina satanás, y la palabra de Dios es desechada.

Todo esto es porque las personas hoy en día, no creen en Jesús.
Y como no creen en Jesús, no le reciben.
Y si no le reciben en su corazón, están desechando a Dios.
Por consiguiente estas personas no heredaran el Reino de Dios.
Esa es la pura verdad.
Aunque no te agrade escucharla, así es.

Si usted no recibe a Jesús en su corazón, usted se va derechito al infierno.
No importa si dicen que usted es bueno, y hace buenas acciones.
El que no recibe a Cristo en su corazón, No tiene a Dios.
Recuerde que en este mundo nadie es bueno, SOLO DIOS.
Mar 10:18 —¿Por qué me llamas bueno? —preguntó Jesús —. Sólo Dios es verdaderamente bueno.

Amado hermano, De ti depende que el milagro que deseas, se te haga una realidad.
Incrementemos nuestra fe y crucifiquemos para siempre al viejo YO.
Solo así podemos ser moldeados a la imagen divina de Dios y obtener los maravillosos beneficios que Dios tiene preparados para cada uno de sus hijos.

Así como Moisés, Ana y Elías, obtuvieron respuestas a sus oraciones, de la misma manera nosotros obtendremos las nuestras de parte de Dios.
Solo debemos caminar en obediencia para que esa respuesta sea positiva para nosotros.
Cada uno de nosotros recibirá la respuesta que merece de acuerdo a nuestro comportamiento ante Dios.
Si usted recibe una respuesta negativa de parte de Dios, es porque su comportamiento ante él fue negativo.
Por tal motivo Jamás culpes a otros por tu comportamiento y decisiones negativas ante Dios.

Moisés, Ana y Elías, estos tres hombres de Dios, hicieron lo correcto ante Dios.
Y tomaron una sabia decisión, caminar en obediencia, y su respuesta no se hizo esperar.
Ellos se llenaron de FE, y caminaron en obediencia ante un Dios JUSTO.

Si tu oración está llena de fe, y tienes a Cristo en tu corazón como tu único salvador,
Entonces arrepiéntete de todos tus pecados y prepárate a recibir ese milagro que tanto deseas.
Isaías 40:10 Sí, el SEÑOR Soberano viene con poder y reinará con brazo poderoso. Miren, él trae consigo su recompensa. (11) Alimentará su rebaño como un pastor; llevará en sus brazos los corderos y los mantendrá cerca de su corazón. Guiará con delicadeza a las ovejas con crías.

Isaías 41:10 No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha victoriosa. (11) »¿Ves? Todos tus furiosos enemigos están allí tendidos, confundidos y humillados. Todo el que se te oponga morirá y quedará en la nada. (12) Buscarás en vano a los que trataron de conquistarte. Los que te ataquen quedarán en la nada. (13) Pues yo te sostengo de tu mano derecha; yo, el SEÑOR tu Dios. Y te digo: “No tengas miedo, aquí estoy para ayudarte.

Gracia y Paz.
Pastor y Administrador, Rogers Infante.

Bendiciones a mis hermanos en la fe.

lunes, 11 de agosto de 2014

CONOCER LA VOLUNTAD DE DIOS PARA OBTENER UN MILAGRO

CONOCER LA VOLUNTAD DE DIOS PARA OBTENER UN MILAGRO
Gracia y Paz para todos mis hermanos en la obra de Dios Padre, y de su Hijo Jesucristo, el cordero inmolado que ahora se encuentra a la diestra del Todopoderoso, y que un día vendrá a juzgar a este mundo.
¿Cómo puedo conocer la voluntad del Señor?
Romanos 12:2 No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta.
La mejor manera de conocer la voluntad de Dios es familiarizarse con la Palabra de Dios, la Biblia.
Esto es así porque todo lo que necesitas saber sobre la voluntad divina está en su palabra.
Pero debemos aprender a escudriñar bien su palabra para que podamos ver a los falsos maestros que desean por medio de sutilezas, mostrarnos una falsa enseñanza.
Si llegamos a conocer verdaderamente la palabra de Dios, y la comprendemos, entonces podemos conocer su voluntad y obtener milagros.
Sal 119:6-9 Entonces no tendré vergüenza cuando compare mi vida con tus mandatos. (7) A medida que aprendo tus justas ordenanzas, te daré las gracias viviendo como debo hacerlo. (8) Obedeceré tus decretos; ¡por favor, no te des por vencido conmigo! (9) ¿Cómo puede un joven mantenerse puro? Obedeciendo tu palabra.
Salmo 119:105 Tu palabra es una lámpara que guía mis pies y una luz para mi camino.

Otra forma de conocer la voluntad de Dios es por medio de la oración, momento en que entras en comunión con Él y descubres lo que le agrada.
La Biblia dice: Col 3:15 Y que la paz que viene de Cristo gobierne en sus corazones. Pues, como miembros de un mismo cuerpo, ustedes son llamados a vivir en paz. Y sean siempre agradecidos.

Esto significa que la paz de Dios es como un regulador, de manera que cuando violas la voluntad divina, su paz te abandona
Es decir: experimentas una efervescencia interior, e inmediatamente descubres que estás haciendo algo contra su voluntad.

Conocer la Palabra de Dios, y la paz que nace de una íntima relación con Él, es la mejor manera de saber cuál es su voluntad.
Juan 15:4 Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Pues una rama no puede producir fruto si la cortan de la vid, y ustedes tampoco pueden ser fructíferos a menos que permanezcan en mí.

Sin embargo, también es verdad que Dios nos muestra su voluntad de muchas otras maneras.
Lo hace por medio de consejos consagrados.
Pro 20:18 Con buenos consejos los planes tienen éxito; no entres en guerra sin consejos sabios. (19) El chismoso anda por ahí ventilando secretos, así que no andes con los que hablan de más.

Pro 24:5 Los sabios son más poderosos que los fuertes,* y los que tienen conocimiento se hacen cada vez más fuertes. (6) Así que, no vayas a la guerra sin consejo sabio; la victoria depende de que tengas muchos consejeros.
También podemos discernir la voluntad de Dios en parte por las circunstancias; por medio de la voz interior del Espíritu de Dios que nos habla.

Ante todo esto, debemos comprender que Dios nos revela su voluntad de varias maneras.
Lo importante es estar seguros de que hemos puesto nuestra vida en sus manos y estamos listos a hacer lo que nos pida.
Si nos proponemos cumplir con su voluntad, sabremos cuáles son sus planes.
Por último, las personas que no son capaces de discernir las directrices positivas de Dios, les recomiendo seguir el método «negativo» de orientación.
Estos deben decir: «Padre, por encima de todo quiero hacer tu voluntad. Ayúdame a no salirme de tu plan y propósito para mi vida».
Tal forma de entrega nos garantiza su guía y un milagro de transformación plena en la gloria de Dios.
Pero para esto debemos hacernos la siguiente pregunta.
¿Qué debemos hacer para que ocurra un milagro?
Cuando estamos frente a una gran necesidad, tanto nuestra como de otros, debemos humildemente buscar la voluntad de Dios. Y preguntarle: «Padre, ¿qué te propones hacer en esta situación?»

Jesús dijo: «Mi padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo» (Jn.5.17).
En otras palabras: Escuchó la voz del Padre, y le puso atención.

En cada circunstancia de nuestra vida, debemos agradecerle a Dios por todo, ya que si esta es su voluntad, debemos aceptarla.
Tanto en la oración, como en nuestra vida cotidiana.

Pero para esto debemos conocer la voluntad de Dios en cada situación particular y basar en ella nuestra oración.

Cuando Oramos por un milagro, esto constituye una invitación al Espíritu Santo para que se manifieste.
Si ese es su propósito, Él te lo hará saber.
De esa manera, puedes pedirle el milagro que tú desea que se lleve a cabo.

A menudo es importante utilizar alguna clave para implorar un milagro: es decir La palabra hablada.
Dios nos ha dado autoridad sobre las enfermedades, los demonios, las tormentas y las finanzas.
Mateo 10:1 Jesús reunió a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar espíritus malignos* y para sanar toda clase de enfermedades y dolencias.

Lucas 10:19 Miren, les he dado autoridad sobre todos los poderes del enemigo; pueden caminar entre serpientes y escorpiones y aplastarlos. Nada les hará daño. (20) Pero no se alegren de que los espíritus malignos los obedezcan; alégrense porque sus nombres están escritos en el cielo

A veces le pedimos a Dios que actúe, cuando, de hecho, Él nos llama a emplear su autoridad actuando por medio de declaraciones divinamente autorizadas.
Es decir que Debemos declarar esa autoridad en nombre de Jesús:
Podemos ordenar que las finanzas fluyan y se multipliquen en nuestras manos.
Podemos ordenar que la tormenta cese.
Podemos ordenar que un demonio abandone a alguien.
Podemos ordenar que una aflicción nos deje, o que una enfermedad desaparezca.
Podemos ordenar que todo espíritu de ruina salga de nuestra casa y regrese de donde salió.

Las palabras de Jesús fueron: «Cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho» (Mc 11.23).

Pero para esto debemos creer en el Hijo de Dios.
Debemos recibir a Jesucristo en nuestro corazón, como nuestro único salvador.
Debemos romper toda atadura de idolatría, mentiras, brujería, hechicería, calumnia, chismes, ruina, maldad, fornicación, adulterio, avaricia, ira, contiendas, enfermedades, aburrimientos, flojera, etc.

Una vez roto todo esto, debes entrar en la obediencia de Dios.
De esa manera debes creer en tu corazón que ya ha sido hecho, ese milagro.
Con la unción de fe que Dios te da. De esa manera proclámalo.
Pero recuerda, Los milagros nacen de la fe en el poder de Dios, no de un ritual, fórmula o fuerza de la voluntad humana.

Iglesia, Tenemos un Dios de milagros.
La Biblia dice que Él es el mismo ayer, hoy y por los siglos.
Por lo tanto, Dios hizo, hace y siempre seguirá haciendo milagros.
Usted y yo podemos vivir seguros de que nuestra vida es producto de un milagro de Dios.

Hay que despertar la esperanza en nuestras vidas.
Hay gente que vive toda su vida sin esperanza; no saben qué les va a traer el mañana, y siempre están temerosos del mañana.
Dios desea que usted viva con esperanza.
Crea que Dios va hacer ese milagro que usted espera.
Yo no sé de dónde vino esa mentalidad de decir, «no, es que yo no merezco nada.
Soy un gusano de Jacob, Dios a mí no me quiere dar nada».

¡Quítese esa mentalidad en el nombre de Jesús!
Empiece a decirse al espejo, «Yo soy hijo de Jehová de los Ejércitos, el Altísimo Dios de los cielos.
Yo tengo toda dádiva y todo don perfecto.
Mi Padre es el dueño de todo el oro, y toda la plata.
Él tiene todas las cosas bajo control.
Yo soy su hijo y voy a recibir de parte de Él todo».

Despierte, sacúdase, vístase de la esperanza que hay en usted y empiece a caminar con ella.
Esos muros que están frente a usted, están siendo derribados.
Si usted solo ve el muro, nunca va a poder ver su milagro.
Deje de ver el muro y empiece a ver al Dios que derrumba muros, el Dios de gloria y de victoria.
Empiece a ver con los ojos de su espíritu.
Empiece a ver a su familia restaurada, a sus hijos graduándose de la universidad y siendo exitosos.
¡Vea los muros derribados!

La Biblia dice en Jeremías 29, «Yo conozco los planes que tengo para ti, dice el Señor».
Dios tiene planes para nosotros.
Dios piensa en nosotros.
¿Sabía usted que Dios está pensando en usted ahora mismo? Lo cree.

Dice la Biblia que Dios tiene pensamientos de paz y no de maldad, para darle un futuro y una esperanza.
Hay una esperanza, una gloria, una victoria, un milagro esperando por usted.
Escuche esto. Tenemos un Dios de milagros. ¿Cuántos creen esto?
Yo dije, Tenemos un Dios de milagros.

Servimos a un Dios de milagros.
La Biblia dice que Dios es el mismo ayer, hoy y por siempre.
Por lo tanto, si ayer hizo milagros, hoy también está haciendo milagros y siempre seguirá haciendo milagros.
Si usted permite que su fe crezca, usted va a empezar a ver milagros que lo van a sorprender.
¡Te van a sorprender!

Despierta tu esperanza.
Límpiate ese oído, abre tu mente.
Escucha esta palabra de Dios.
Para recibir un milagro, usted y yo necesitamos oír la palabra de Dios.

Dice la Biblia que la fe viene por el oír, por el oír la palabra de Dios.
Por lo tanto, mientras usted más se exponga a escuchar la palabra de Dios, más va a crecer su fe dentro de su corazón.

Es por eso que debemos afianzar nuestra fe, y obedecer la palabra de Dios.
“Es pues la fe, la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se vé”
Declara la palabra de Dios.
Usted necesita tener una palabra de Dios.

En Josué 6:2, Dios le dice al pueblo de Israel,
“Yo les he entregado la ciudad”  y Dios lo dice de tal manera, que parece ser ya un hecho.
Lo único que tenían que hacer los Israelitas era caminar creyendo.
Confiando que la palabra que Dios les había dado era una palabra cierta.

Cuando Dios le habla a usted y le dice, “Yo aumentare tus finanzas, te librare de esa enfermedad, te daré ese trabajo que anhelas, ampliare tu casa, traeré a tus hijos ante mí, te daré esa casa que anhelas, tendrás un mejor trabajo en mi obra, ensanchare esta iglesia y será la mejor, porque me manifestare en ella.”, usted puede caminar con la seguridad de que Dios nunca miente.
Dios nunca miente. Mi Dios no miente Iglesia.
Dice la Biblia que “Dios no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta”.
Lo que Él dice, lo cumple.
Lo que El empezó, lo va a terminar.
Lo que El prometió, lo va a cumplir.
Dios es un Dios que constantemente está hablando.

Usted y yo necesitamos entender eso.
Y quizás usted se pregunte, ¿cómo recibo una palabra de Dios?
¿Cómo sé si Dios me está hablando a mí o no? Es muy sencillo.
Usted y yo, muchas veces, lo único que necesitamos hacer es sintonizar el canal correcto para poder escuchar la voz de Dios.

El problema es que muchas veces tenemos nuestro sintonizador en cualquier otro canal.
Y empiezas a escuchar, las opiniones equivocadas de otras personas.
Muchas veces estamos leyendo la opinión del otro.
Muchas veces aprendemos opiniones erradas viendo a otros, o viendo la televisión.

Pero usted y yo muchas veces tenemos que apagar esas otras voces y solamente escuchar la voz del Espíritu Santo. ¿Y cómo lo hacemos?
Sintonizando su palabra.

Cuando usted y yo nos metemos en su palabra, Él nos va a hablar.
Cuando usted y yo apagamos muchas de las otras voces que están hablando, podemos entonces escuchar la voz del Espíritu Santo.

Todo es cuestión de sintonizar el canal correcto, la voz del Espíritu Santo y escuchar atentamente.
Algunos de ustedes, en este mismo momento ya escucharon una voz por parte de Dios.
Algunos ya escucharon una palabra de parte de Dios.
Dios puede hablarle a usted a través de una letra de una canción.
Dios puede hablarte a través de una oración.
Dios siempre está hablando y lo hace de muchas diferentes maneras.

Lo que tenemos que hacer es sintonizar la voz de Dios y una vez que tengamos nuestra palabra, meter esa palabra en nuestro espíritu y que nadie nos la robe.

Debemos creer con toda esperanza que Dios va a cumplir esa palabra.
Dios es el que tiene la última palabra.
Usted necesita una palabra de Dios que pueda agarrar, que pueda meter dentro de su espíritu, que la pueda masticar y digerir.

Usted, para poder recibir un milagro, necesita tener una palabra de Dios.
Por eso, lo felicito al estar aquí compartiendo directamente con nosotros.
El hecho de que usted lo esté haciendo significa que usted tiene hambre de Dios.

Esto es bueno porque la Biblia dice que los que tienen hambre y sed serán saciados.
Si usted tiene ganas de oír, ¡Dios le va a hablar a usted!

Tome la palabra de Dios como parte de su vida diaria.
Agárrese de una promesa.
Busque versículos que hablen acerca de su situación.
Recuerde que Dios ha prometido ser su paz, su proveedor, su consolador, su sanador, su restaurador, su fortaleza, su defensor y mucho más.

Iglesia, ¡Aférrese a esas promesas!
Aferrase en la palabra de Dios y usted tendrá su milagro.
El problema nuestro es que muchas veces comentamos, hablamos u opinamos tanto que la mayoría de esas veces nuestra misma opinión va en contra de lo que habla la palabra de Dios.

Cuando el pueblo de Israel estaba llegando a Jericó, Dios les dijo:
Yo les voy a entregar la ciudad y les voy a pedir que hagan ciertas cosas pero voy a querer que se me queden calladitos, nadie comente nada.

Iglesia ponga su milagro en manos de Dios, no estén hablando.
Dios les dijo: quiero que marchen alrededor de la ciudad, y los puso a marchar pero con la condición de que tenían que hacerlo en silencio.
Y el milagro se dio.

Gracia y Paz.
Pastor y Administrador, Rogers Infante.

Bendiciones a mis hermanos en la fe.

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