BIENVENIDOS

Gracia y Paz en Cristo Jesús, Amados, soy el Pr. Rogers Infante. Discípulo de la obra de Dios, Promotor y fundador de la Iglesia Cristiana Palabra y Amor. Doy gracias a Dios por la posibilidad que nos da, de poder llevar su evangelio por medio de la palabra escrita a todos sus hogares y sitio de trabajo. Con la intención de poder compartirlos con todos ustedes ya que está en evidencia la gran necesidad de contar con material netamente de evangelización, que sirviera para llegarles en forma de mensajes. Muchas almas han encontrado a Cristo, por este medio, cuyo fin, es que la "palabra de Dios corra y sea glorificada" (2 Ts 3:1). Amados, la venida de Nuestro Señor Jesucristo a buscar a su iglesia, esta cerca. Por tal motivo el enemigo de las almas, Satanás, aprovechará en este último tiempo para engañar a cuantos pueda en este mundo; lo cual la Biblia nos advierte que no ignoremos sus maquinaciones. (2Co.2:11). Vivimos una era de engaños, donde se predica un falso evangelio facilista y meramente emocional. Además de otras ciertas doctrinas ortodoxas de la cristiandad, debemos estar alertados de estos lobos rapaces disfrazados de ovejas y que por dentro son unos Anatemas que venden el evangelio de JESÚS, La doctrina del "arrepentimiento de pecados" es rara vez predicada como se debe. La salvación por gracia se ha desvirtuado y las perdiciones son basadas en discursos que tienen mucho de sensacionalismo, pero carentes de fundamento bíblico vital para la genuina conversión de las almas. (Heb.4:12).Por tal motivo es necesario, predicar un evangelio fiel a la Biblia. Tu testimonio personal y tu vida de consagración a los pies de Cristo, es el arma más poderosa, para llevar la palabra de Dios.

¡Que tu vida, y la mía, sean solo para LA GLORIA DE DIOS!

viernes, 24 de marzo de 2017

MI AMIGO HA PARTIDO DE ESTE MUNDO.


MI AMIGO HA PARTIDO DE ESTE MUNDO.

En esta vida estamos de paso, y eso es algo real y con lo cual debemos convivir.
Todos tenemos un tiempo estipulado para cada cosa.
Y en la palabra de Dios se nos dice que debemos vivir de la mejor manera en la presencia de Dios.
De esa manera podemos estar seguros que el día que vayamos a partir de este mundo, lo haremos con gozo y con la esperanza de reunirnos con nuestro Dios y Padre eterno.
Ahora, Estoy seguro que muchas veces nos hemos preguntado:
¿Por qué Dios permite que pasen algunas situaciones difíciles de entender?,
¿Por qué Dios guarda silencio cuando le preguntamos por algo que ha sucedido?,
¿Por qué Dios no hace nada?
Preguntas como estas, muchas veces hemos escuchado y la hemos formulado.
Sin embargo hasta cierto punto es difícil de entender porque pasan algunas cosas que nosotros consideramos que no tendrían que pasar.

A veces al escuchar a las personas que se hacen esta clase de preguntas, podemos comprender que quizá están pasando por un momento difícil en el cual no encuentran explicación a lo ocurrido.

En nuestras oraciones, siempre le estamos pidiendo a Dios por nuestra salud, bienestar, seguridad y bendiciones por nuestros hermanos, amigos y familiares.
Siempre he reflexionado y he tratado de entender el porqué de las cosas, pero sinceramente la mayoría de veces o casi siempre no lo sé.
Es decir, muchas veces espero una respuesta que quizás no llegue, pero que al mismo tiempo debemos estar preparados.

Personalmente se me hace difícil entender porque una persona que conocemos y con la que hemos compartido tanto, tenga que partir repentinamente de este mundo.
También está el caso, en donde oramos por alguien que esté enfermo, y lastimosamente no comprendemos porque si oramos mucho por esa persona, esta tenga que partir de este mundo.

Y es que a veces quisiéramos que las cosas fueran como nosotros queremos que sean y no como son.
Siempre que reflexionaba en todo esto llegaba a la conclusión de que nosotros limitamos la vida a lo que conocemos, a lo que vemos, a nuestro espacio y a nuestro tiempo.

En otras palabras: Basamos la importancia de la vida en base a nuestro reloj.
Basamos la importancia de la vida, en base a nuestro calendario.
Y también basamos tristemente nuestra vida en base a lo que nosotros consideramos justo, olvidándonos de esta manera la forma de cómo Dios ve la vida.

Es indiscutible que todos nosotros entendamos, que si Cristo no viene antes moriremos.
La palabra de Dios nos dice bien claro en el libro de Hebreos lo siguiente:
Hebreos 9:27-28 Y así como cada persona está destinada a morir una sola vez y después vendrá el juicio, así también Cristo murió en sacrificio una sola vez y para siempre, a fin de quitar los pecados de muchas personas. Cristo vendrá otra vez, no para ocuparse de nuestros pecados, sino para traer salvación a todos los que esperan con anhelo su venida.

Entonces nos preguntamos:
¿Por qué tenemos que limitar nuestra vida o existencia a unos cuantos años acá en la tierra?
¿Por qué en vez de ver la vida tan corta, cuando deberíamos mejor verla tan eterna?
Escuche esto:
Dios ve la vida de diferente forma.
Dios no limita nuestra vida a años o décadas acá en la tierra, por eso Él envió a Jesús a morir por nuestros pecados, a pagar el precio de sangre necesario para que nuestra vida pueda ser eterna a través de Él.
Cuando alguien muere solemos decir: “Paso a mejor vida” o “Ahora está mejor que lo que estaba acá en la tierra”.
¿Decimos eso porque realmente lo creemos o porque son solo palabra de consuelo?

La verdad es que la vida no está limitada al tiempo que existamos acá en la tierra, sino que nuestra vida depende de haber creído en Jesús como Señor y Salvador nuestro.
¿Qué dice la Biblia para las personas que creen en Él?
Escuche lo que dice:
Juan 11:25 Jesús le dijo: —Yo soy la resurrección y la vida.* El que cree en mí vivirá aun después de haber muerto.

Cuando perdemos a un ser querido, seguramente sentiremos mucho dolor por la pérdida de ese ser querido.
Seguramente existirán en nuestra mente muchas preguntas del porqué de ese suceso.
Pero te has preguntado algunas veces, si ese ser querido tuviera la oportunidad de decidir si volver a la vida acá en la tierra o quedarse en el lugar de reposo que en este momento se encuentra.
¿Qué decisión tomaría?

A veces podemos ser muy injustos, pensamos egoístamente.
Lo digo porque estoy seguro que todos quisiéramos que nuestros seres queridos que han muerto estén aun con nosotros, porque nos hacen mucha falta.

Pero ¿Qué es lo que ellos quisieran si tuvieran la oportunidad de decidir el lugar donde quisieran estar?
¿Qué tal si ellos preferirían, estar en ese lugar de reposo esperando la resurrección en Cristo Jesús?
¿Qué tal si para ellos el morir ha sido la ganancia más maravillosa de toda su historia?
Qué tal si ellos ahora están en el lugar que siempre quisieron estar.
Ese maravilloso lugar donde no hay dolor.
Donde no hay enfermedad.
Donde no hay preocupación.
Donde disfrutan de una paz que solo en ese lugar se puede experimentar.

El Apóstol Pablo dijo:
Filipenses 1:21 Pues, para mí, vivir significa vivir para Cristo y morir es aún mejor.
Hay algo que no podemos negar, ni mucho menos dudar, y es que independientemente de la forma en cómo muramos, hay una verdad indiscutible y es que vamos rumbo a una vida eterna muchísimo mejor que la vida momentánea que actualmente experimentamos en este mundo.

La Palabra de Dios nos dice en el libro de Eclesiastés:
Eclesiastés 3:1 -2 Hay una temporada para todo, un tiempo para cada actividad bajo el cielo.
Un tiempo para nacer y un tiempo para morir. Un tiempo para sembrar y un tiempo para cosechar.
Eclesiastés 3:4 Un tiempo para llorar y un tiempo para reír. Un tiempo para entristecerse y un tiempo para bailar.

En otras palabras, no somos nosotros quienes decidimos cuando partir de este mundo.
Y No somos nosotros quienes vamos a decidir cuánto tiempo vivir o de qué forma queremos morir.
Pero si podemos decidir hacia donde queremos ir al morir.
Solo usted puedes decidir si al morir quieres heredar la vida eterna.
Pero tenga muy en cuenta que la llave hacia esa vida eterna se encuentra en Jesús.

Jesús es nuestro único Salvador y usted puedes decidir el futuro esperanzador que Dios tiene preparado para todos lo que crean en Él.

Escuche, Si una persona antes de morir, reconoció que Jesús es nuestro único salvador, usted debe tener la certeza de que ese amigo, ese ser querido, ese familiar, estará en un mejor lugar.
Y ahora tu tarea es también reconocer a Jesús como tu Señor y Salvador para que también tú puedas participar de esa vida eterna que Dios tiene preparada para todos los que en el confían.

Algún día si Cristo aun no viene, moriré acá en la tierra.
No sé cuándo será.
No sé de qué forma será.
No sé si mi muerte será justa o no.
Pero lo que he vivido ha sido suficiente como para darme cuenta que mi futuro no está en este mundo, sino que mi futuro, mi esperanza está en lo que viene después. Amen.

Si muero, no quiero elegir como será.
Quizá será doloroso.
Quizá mis familiares y amigos lloraran mi ausencia temporal.
Pero deberían estar felices por mí.
Deberían gozarse por mí.
Porque seguramente estaré con mi Dios, al lado de mi Señor donde siempre quise estar.
En donde no merecía estar, pero que Jesús me hizo digno.
No porque lo mereciera, sino por su gracia salvadora efectiva en mi vida.

Hoy quiero animarte, tú que has perdido a un ser querido, a un familiar que amabas tanto.
A un amigo que apreciabas mucho.
Hoy te quiero animar y decirte que seguramente hoy él o ella están en un lugar mejor.
En donde no basa su vida en un reloj ni en un calendario.
Donde no existe nada que lo haga estar triste o afligido, mucho menos enfermo.
Hoy podemos dar gracia a Dios, en donde está descansando y en donde despertara con una sonrisa impactante porque se encontrara con su Rey de reyes y Señor de señores.
¡Aleluya!.

¿Por qué no nos alegramos por ellos?
No por su muerte, sino por ese futuro esperanzador que les espera.

Ya para finalizar déjeme decirle:
Nosotros en este mundo estamos solo de paso.
Hoy podemos estar aquí, pero no sabemos del mañana que nos espera.
La palabra de Dios nos dice claramente en el libro de Santiago:
Santiago 4:14-16 ¿Cómo saben qué será de su vida el día de mañana? La vida de ustedes es como la neblina del amanecer: aparece un rato y luego se esfuma. Lo que deberían decir es: «Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello». De lo contrario, están haciendo alarde de sus propios planes, y semejante jactancia es maligna.

Quizá hoy exista mucho dolor en tu vida, pero no hay dolor que Dios no pueda sanar.
Recuerda que usted no eligió en qué momento de la historia vendrías a este mundo.
Por lo tanto tampoco puedes elegir cuando tu vida terminara acá en la tierra.
Pero lo que si puedes elegir es donde quieres vivir después de morir.
Y la fuente de vida eterna se llama Jesús.
Su Palabra dice:
Juan 14:6 Jesús le contestó: —Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí.
Apreciados, amigos, hermanos y familia, ¡La vida no se termina en la muerte si crees en Él!
Gracia y Paz.
Pastor y Administrador, Rogers Infante.
Que sea Dios quien te bendiga siempre.

EL MARAVILLOSO DON DE DIOS


EL MARAVILLOSO DON DE DIOS

Por el pastor y administrador, rogers infante

Muchas veces nos preguntamos que tiene Dios de especial para cada uno de nosotros.
Y nos olvidamos de su maravilloso Don.
Ese don que cada uno de nosotros deberíamos buscar diariamente, con el propósito de llevar una vida plena y consagrada en su presencia, mediante su palabra.
Bueno hoy les quiero decir que el maravilloso Don de nuestro Dios y Padre eterno es: La gracia.
Y todo buen cristiano debe saber que la Gracia es el acto misericordioso de Dios por el cual ofrece salvación y vida eterna a todos los pecadores que reciben y ponen su fe en Cristo para ser salvos.
Efesios 2:8-10 Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo. Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás.
Cuando leemos los mensajes en la maravillosa palabra de Dios, es entonces donde podemos ver la Gracia, por medio de Jesús cuando dice:
Juan 3:16 »Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.

Ahora, cuando usted lee la Biblia, encontrara que en el libro de Efesios 2 el Apóstol Pablo nos habla acerca de esta Gracia tan poderosa que hemos recibido de parte de Dios y que nos da la salvación.

Por eso cuando leemos su palabra, podemos entender que la Gracia es el despliegue de Amor, Misericordia y de Perdón de Dios hacia una humanidad que no se lo merecía.

Recuerde usted que Dios ofreció su perdón aún "cuando estábamos muertos en delitos y pecados".
Efesios 2:1 Antes ustedes estaban muertos a causa de su desobediencia y sus muchos pecados.
Efesios 2:5 que, a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos. (¡Es sólo por la gracia de Dios que ustedes han sido salvados!)

Cuando leemos esto, vemos que el mensaje es claro.
Dios amo al mundo, pero jamás ha amado al pecado y mucho menos al pecador, por eso Dios nos da un medio de Salvación que es Jesucristo como bien lo dice Tito:
Tito 2:11-13 Pues la gracia de Dios ya ha sido revelada, la cual trae salvación a todas las personas. Y se nos instruye a que nos apartemos de la vida mundana y de los placeres pecaminosos. En este mundo maligno, debemos vivir con sabiduría, justicia y devoción a Dios, mientras anhelamos con esperanza ese día maravilloso en que se revele la gloria de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.
En otras palabras, mientras usted esté haciendo parte de las tradiciones, fiestas, costumbres y deleites de este mundo, usted jamás podrá ser salvo porque la Gracia de Dios no está en usted.

Ahora, aunque sabemos que la Gracia de Dios se ha manifestado universalmente para todo el mundo, fue el mismo mundo quien rechazo y negó esa Gracia de Dios para irse a sus placeres y deleites.
Romanos 1:21-24 Es cierto, ellos conocieron a Dios pero no quisieron adorarlo como Dios ni darle gracias. En cambio, comenzaron a inventar ideas necias sobre Dios. Como resultado, la mente les quedó en oscuridad y confusión. Afirmaban ser sabios pero se convirtieron en completos necios. Y, en lugar de adorar al Dios inmortal y glorioso, rindieron culto a ídolos que ellos mismos se hicieron con forma de simples mortales, de aves, de animales de cuatro patas y de reptiles. Entonces Dios los abandonó para que hicieran todas las cosas vergonzosas que deseaban en su corazón. Como resultado, usaron sus cuerpos para hacerse cosas viles y degradantes entre sí. Cambiaron la verdad acerca de Dios por una mentira. Y así rindieron culto y sirvieron a las cosas que Dios creó pero no al Creador mismo, ¡quien es digno de eterna alabanza! Amén.
Por eso Dios empezó a llamar a sus ovejas en medio del desorden y bullicios de este mundo.
El escudriña los corazones, y sabe que oveja le pertenece y cual no.

Todos podemos creer que somos hijos de Dios, pero la palabra de Dios dice claramente que solo los que hacen la voluntad de Dios, pueden llamarse hijos de Dios.
Los demás son solo creación de Dios.

Cuando una persona se aparte por completo de todos los deleites y tradiciones del mundo, esta puede escuchar la voz de nuestro padre celestial.
Y es entonces cuando nos dejamos guiar en obediencia y fidelidad, para hacer su voluntad.
Juan 10:27-29 Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco, y ellas me siguen. Les doy vida eterna, y nunca perecerán. Nadie puede quitármelas, porque mi Padre me las ha dado, y él es más poderoso que todos.* Nadie puede quitarlas de la mano del Padre.

Entienda que el que no está en la Gracia de Dios, no pertenece a Dios.
Y no pertenece, porque no tiene a Jesús en su vida.
El que tiene a Jesús, tiene al Padre y camina haciendo su voluntad.
En otras palabras: Debe caminar en obediencia y fidelidad.
Solo así la Gracia se manifiesta en los hijos de Dios, por medio de Jesús.

Ahora viene la pregunta: ¿Ha entendido usted claramente que por la Gracia de Dios, podemos ser salvó?
Ahora es el tiempo de que usted le dé ¡Gracias a Dios por su abundante gracia!

Todos sabemos que la palabra de Dios es perfecta, ya que su Gracia se manifiesta a todo aquel que recibe a Jesús en su corazón y se aparta de la Idolatría.
La Gracia de Dios, nos enseña que debemos renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos, Él desea que vivamos sobrios, justos aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran hermano y salvador Jesús.
Romanos 11:4-10 ¿Y recuerdan la respuesta de Dios? Él dijo: «¡No, tengo a siete mil más, que nunca se han inclinado ante Baal!»*. Lo mismo sucede hoy, porque unos cuantos del pueblo de Israel* han permanecido fieles por la gracia de Dios, es decir, por su bondad inmerecida al elegirlos. Y, como es mediante la bondad de Dios, entonces no es por medio de buenas acciones. Pues, en ese caso, la gracia de Dios no sería lo que realmente es: gratuita e inmerecida. Así que la situación es la siguiente: la mayoría del pueblo de Israel no ha encontrado el favor de Dios que tanto busca. Unos cuantos sí lo han encontrado —los que Dios ha elegido—, pero el corazón de los demás fue endurecido. Como dicen las Escrituras: «Dios los hizo caer en un sueño profundo. Hasta el día de hoy, les ha cerrado los ojos para que no vean y les ha tapado los oídos para que no oigan»*. También David dijo: «Que su mesa de abundancia se convierta en una red, en una trampa que los lleve a pensar que todo está bien. Que sus bendiciones los hagan tropezar y que reciban su merecido. Que sus ojos queden ciegos para que no puedan ver, y la espalda se les encorve para siempre»*.

Y en el libro de los hebreos, encontramos que nuestr4a fortaleza espiritual proviene de la gracia de Dios.
Veamos:
Hebreos 13:8-17 Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre. Así que, no se dejen cautivar por ideas nuevas y extrañas. Su fortaleza espiritual proviene de la gracia de Dios y no depende de reglas sobre los alimentos, que de nada sirven a quienes las siguen. Tenemos un altar del cual los sacerdotes del tabernáculo* no tienen derecho a comer. Bajo el sistema antiguo, el sumo sacerdote llevaba la sangre de los animales al Lugar Santo como sacrificio por el pecado, y los cuerpos de esos animales se quemaban fuera del campamento. De igual manera, Jesús sufrió y murió fuera de las puertas de la ciudad para hacer santo a su pueblo mediante su propia sangre. Entonces salgamos al encuentro de Jesús, fuera del campamento, y llevemos la deshonra que él llevó. Pues este mundo no es nuestro hogar permanente; esperamos el hogar futuro. Por lo tanto, por medio de Jesús, ofrezcamos un sacrificio continuo de alabanza a Dios, mediante el cual proclamamos nuestra lealtad a su nombre. Y no se olviden de hacer el bien ni de compartir lo que tienen con quienes pasan necesidad. Estos son los sacrificios que le agradan a Dios. Obedezcan a sus líderes espirituales y hagan lo que ellos dicen. Su tarea es cuidar el alma de ustedes y tienen que rendir cuentas a Dios. Denles motivos para que la hagan con alegría y no con dolor. Esto último ciertamente no los beneficiará a ustedes.

Escuche esto que es muy interesante para usted.
En los tiempos de la iglesia primitiva, muchos judaizantes querían seguir viviendo bajo los preceptos de la ley, pues no habían entendido el verdadero significado de la Gracia, y también querían hacer que los gentiles que ponían su fe en Cristo, guardaran también la Ley de Moisés como ellos.

A ellos se les hacía muy difícil entender que eran libres en Cristo.
Estaban tan acostumbrados a tratar de recibir la justificación por medio de las obras que les parecía imposible el que ahora con el simple hecho de haber creído y recibido a Jesús en sus corazones, recibieran completa justificación.

Hoy, para algunos, el concepto de la Gracia es difícil de entender porque también piensan que tienen que hacer algo más que creer para salvarse.
Creen que haciendo buenas obras con un corazón egoísta para con Dios, los salvara.
Y lamentablemente no es así.
Podemos hacer buenas obras, pero primero debemos poner el ejemplo ante Dios y su Iglesia.
Es decir: Si no estoy comprometido fielmente con la iglesia de Cristo, como puedo pretender que haciendo buenas obras por fuera de la voluntad de Dios, pueda ser salvo.
Las escrituras dicen claramente que no es por obras para que nadie se gloríe.

Por eso cuando no se entiende el verdadero concepto de la Gracia, el hombre en su mente humana, siempre tratará de ayudarse en su salvación por medio de obras.
Creyendo que haciendo el bien a otros, Dios lo tendrá en cuenta. Y no es así.

Para que Dios pueda tener en cuenta a una persona, esta debe dar indicio de un buen arrepentimiento.
Luego dejar que Cristo entre en su corazón para este lo guie.
Una vez guiado por Jesús, el Espíritu de Dios reposara en esta persona y posteriormente hará lo que el Padre Eterno desea con nosotros.
En otras palabras haremos su voluntad en obediencia y fidelidad, pero sin excusas.

Recuerde que el espíritu legalista sigue vivo aún en algunos grupos de cristianos.
La religiosidad les atrae, se piensa que si no hay procesiones, ritos y obras distintas, no es posible que haya salvación o relación con Dios.

El apóstol Pablo nos advierte para que no dejemos la Gracia.
Él nos dice que debemos vivir bajo la gracia de Dios y que abandonemos esa vida pobre y de pensamientos débiles, que lo único que nos llevan es a un rendimiento que esclaviza.

Y para terminar déjeme decirle que cuando no se tiene un conocimiento pleno acerca de lo que la Gracia representa para el creyente que está en Cristo, este tratará de añadir otras formas de tradiciones para hacer su religión más completa. Eso no se debe hacer.

Sin embargo la Gracia de Dios es completa, y tiene grandes bendiciones y promesas que nunca antes existieron.
Por eso hoy les digo de corazón: ¡Viva a plenitud la Gracia de Dios!
Gracia y Paz.
Pastor y administrador Rogers Infante.
Que Dios derrame Bendiciones en mi vida y a mis hermanos en la fe.

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