BIENVENIDOS

Gracia y Paz en Cristo Jesús, Amados, soy el Pr. Rogers Infante. Discípulo de la obra de Dios, Promotor y fundador de la Iglesia Cristiana Palabra y Amor. Doy gracias a Dios por la posibilidad que nos da, de poder llevar su evangelio por medio de la palabra escrita a todos sus hogares y sitio de trabajo. Con la intención de poder compartirlos con todos ustedes ya que está en evidencia la gran necesidad de contar con material netamente de evangelización, que sirviera para llegarles en forma de mensajes. Muchas almas han encontrado a Cristo, por este medio, cuyo fin, es que la "palabra de Dios corra y sea glorificada" (2 Ts 3:1). Amados, la venida de Nuestro Señor Jesucristo a buscar a su iglesia, esta cerca. Por tal motivo el enemigo de las almas, Satanás, aprovechará en este último tiempo para engañar a cuantos pueda en este mundo; lo cual la Biblia nos advierte que no ignoremos sus maquinaciones. (2Co.2:11). Vivimos una era de engaños, donde se predica un falso evangelio facilista y meramente emocional. Además de otras ciertas doctrinas ortodoxas de la cristiandad, debemos estar alertados de estos lobos rapaces disfrazados de ovejas y que por dentro son unos Anatemas que venden el evangelio de JESÚS, La doctrina del "arrepentimiento de pecados" es rara vez predicada como se debe. La salvación por gracia se ha desvirtuado y las perdiciones son basadas en discursos que tienen mucho de sensacionalismo, pero carentes de fundamento bíblico vital para la genuina conversión de las almas. (Heb.4:12).Por tal motivo es necesario, predicar un evangelio fiel a la Biblia. Tu testimonio personal y tu vida de consagración a los pies de Cristo, es el arma más poderosa, para llevar la palabra de Dios.

¡Que tu vida, y la mía, sean solo para LA GLORIA DE DIOS!

martes, 30 de junio de 2015

SOLO UNO.

Solo uno.

Gracia y Paz para todos mis hermanos en la obra de Dios Padre y de su Hijo Jesucristo el cordero inmolado que ahora está sentado a la diestra del Todopoderoso.

La gratitud hacia Dios la debemos mostrar más que con palabras.
Es decir con acciones concretas, que busquen dar a Él, la honra y la gloria por siempre.
Y en el libro de Lucas, encontramos a un hombre que por su condición lamentable busco a Jesús, y cuando recibió su milagro, este agradeció por siempre, lo que el Hijo de Dios había hecho por su vida.
Este hombre por haber creído, fue sanado.
Y una vez que fue sanado, desprecio los placeres del mundo y se unió a Jesús en corazón por siempre.
Caso contrario habían hecho sus compañeros, que se encontraban en la misma condición que este hombre.

Lucas 17:11-19 Mientras Jesús seguía camino a Jerusalén, llegó a la frontera entre Galilea y Samaria. (12) Al entrar en una aldea, diez leprosos se quedaron a la distancia, (13) gritando: —¡Jesús! ¡Maestro! ¡Ten compasión de nosotros! (14) Jesús los miró y dijo: —Vayan y preséntense a los sacerdotes.* Y, mientras ellos iban, quedaron limpios de la lepra. (15) Uno de ellos, cuando vio que estaba sano, volvió a Jesús, y exclamó: «¡Alaben a Dios!». (16) Y cayó al suelo, a los pies de Jesús, y le agradeció por lo que había hecho. Ese hombre era samaritano. (17) Jesús preguntó: «¿No sané a diez hombres? ¿Dónde están los otros nueve? (18) ¿Ninguno volvió para darle gloria a Dios excepto este extranjero?». (19) Y Jesús le dijo al hombre: «Levántate y sigue tu camino. Tu fe te ha sanado»*.

Antes de este pasaje, en los primeros versículos de este capítulo 17 (1-10), Jesús estaba dando diversas enseñanzas acerca de las personas que tropiezan y las personas que hacen tropezar a otros.
Enseñaba acerca de las ofensas que uno puede sufrir y el perdón que debe hacer hacia el que ofende.
Enseñaba acerca de la necesidad de tener más fe y del siervo obediente para con Dios.

Lo que ocurre a continuación tiene relación con estas enseñanzas.
Es decir tiene relación con el propósito de que los discípulos estuviesen más preparados.

En este pasaje, vemos que se encamina Jesús a Jerusalén.
Esto quiere decir que el venia de Galilea (geográficamente venia del norte).
Pero para ir a Jerusalén, debía pasar por la frontera de esta provincia con Samaria.
Ambas regiones eran despreciadas por los judíos.

A su encuentro le salen diez leprosos.
La lepra es una enfermedad contagiosa infecciosa, crónica y degenerativa.
Esta enfermedad esta caracterizada por síntomas cutáneos y nerviosos.
Sobre todo tubérculos, manchas blancas y anestesias (su piel se duerme).
Era una enfermedad común en los pueblos antiguos y Judea no era la excepción.

Dios había dado instrucciones a los sacerdotes y al pueblo de Israel para distinguir una lepra maligna de una benigna (que tenía curación).
Usted puede leer Levítico, capítulos 13 y 14.

Los judíos tenían una tradición.
Ellos pensaban que el tener lepra era un castigo de Dios por la desobediencia, como le pasó al rey Uzías
2Cronicas 26:16-21 Pero cuando llegó a ser poderoso, Uzías también se volvió orgulloso, lo cual resultó en su ruina. Pecó contra el SEÑOR su Dios cuando entró al santuario del templo del SEÑOR y personalmente quemó incienso sobre el altar del incienso. (17) Azarías, el sumo sacerdote, fue tras él junto con ochenta sacerdotes del SEÑOR, todos ellos hombres valientes. (18) Enfrentaron al rey Uzías y le dijeron: «No es a usted, Uzías, a quien corresponde quemar incienso al SEÑOR. Eso es función exclusiva de los sacerdotes, los descendientes de Aarón, los cuales son apartados para este servicio. Salga del santuario, porque ha pecado. ¡El SEÑOR Dios no le honrará por esto!». (19) Uzías, que tenía en sus manos un recipiente para quemar incienso, se puso furioso; y mientras expresaba su rabia contra los sacerdotes, ante el altar del incienso en el templo del SEÑOR, de pronto le brotó lepra* en la frente. (20) Cuando Azarías, el sumo sacerdote, y los demás sacerdotes vieron la lepra, lo sacaron del templo a toda prisa. El propio rey estaba ansioso por salir porque el SEÑOR lo había herido. (21) De modo que el rey Uzías tuvo lepra hasta el día de su muerte. Vivió aislado en una casa aparte, porque fue excluido del templo del SEÑOR. Su hijo Jotam quedó encargado del palacio real y él gobernaba a los habitantes del reino.

Por desobedecer a Dios, o tratar de hacer las cosas a la manera del hombre y no a la de Dios, es cuando el castigo de Dios se manifiesta de diferentes maneras, en aquellos que no desean obedecer.

En ese tiempo existían lugares apartados para confinar allí a los leprosos, para que no contaminaran a otras personas.
Pero algunos leprosos vagaban por los caminos, llevando una especie de campana que tocaban para anunciarse como leprosos y que la gente no se les acercara.

Por eso, el grupo de leprosos que encuentran a Jesús, se anuncian desde lejos.
Alzan la voz para ser escuchados por Jesús, de quien han oído hablar que sana enfermos.

Son diez personas despreciadas por la sociedad.
Estas personas leprosas viven sufriendo día y noche, por su enfermedad.
Pero sufren aún más por el desprecio que le hacen muchas personas.
Por eso claman en voz alta:
—¡Jesús! ¡Maestro! ¡Ten compasión de nosotros!

Como dice el vers. 14,
Lucas 17:14 Jesús los miró y dijo: —Vayan y preséntense a los sacerdotes.* Y, mientras ellos iban, quedaron limpios de la lepra.
En otras palabras: éstos, que estaban desahuciados, son remitidos por Jesús a los sacerdotes, conforme a la Ley (vea Levítico. 14:1-32).

Seguramente, estos leprosos en otro tiempo habían ya acudido con el sacerdote.
Pero con seguridad estos sacerdotes les habían dicho que su lepra era maligna.
Ahora deben ir nuevamente, porque Sumo Sacerdote Jesús les dice que lo hagan y saben que algo grande puede pasar, si tan solo obedecen.

De la misma manera, si obedecemos de corazón los mandatos y leyes de Dios, algo grande puede pasar en tu vida, lo cual será de bendición y no maldición.

Estos 10 leprosos se dirigieron hacia los sacerdotes.
Pero algo maravilloso empieza a suceder en el transcurso del camino.
Es decir que la contaminación de su cuerpo desapareció de ellos.

Ahora solo Nueve (9) de estos hombres siguieron su camino para ver a los sacerdotes con el propósito de que dieran fe de que no eran ya leprosos.
Y que por consiguiente estos nueve leprosos que se dirigían a los sacerdotes, podían incorporarse a su familia y a la sociedad.

En otras palabras, estos nueve leprosos habían recibido lo que anhelaban.
La vida volvería a ser como antes para ellos.
Y claro está ahora valorarían más el estar entre la gente y poderles tocar.

Estos nueve leprosos se olvidaron de Jesús, el Hijo de Dios.
Y volvieron al mundo, que era donde pertenecían.

Pero uno de los diez no quiso seguir a los nueve.
Sino que regresó a Jesús glorificando al Padre en alta voz.

Es decir que este hombre que ya no tenía lepra, reconoció que Jesús es el Hijo de Dios.
Y le dio gracias, ya que el Poder de Dios, se manifestaba por su Hijo Jesús.

De entre los 10 leprosos, este era del que menos se esperaba.
Pues siendo samaritano también era despreciado por los judíos.
Juan 4:9 La mujer se sorprendió, ya que los judíos rechazan todo trato con los samaritanos.* Entonces le dijo a Jesús: —Usted es judío, y yo soy una mujer samaritana. ¿Por qué me pide agua para beber?

A pesar de todo este samaritano que ya no tenía lepra, era agradecido.
Sabía que las cosas buenas, la salud y todas las bendiciones, vienen de Dios.
Stg 1:17 Todo lo que es bueno y perfecto desciende a nosotros de parte de Dios nuestro Padre, quien creó todas las luces de los cielos.* Él nunca cambia ni varía como una sombra en movimiento.*
Eso lo sabía este hombre samaritano.

Ahora la pregunta es ¿Lo sabes usted?
Si realmente lo sabe, Entonces obedece y has la voluntad de Dios.

Porque este hombre entendió claramente que Jesús tenía mucho que ver con su Padre Jehová.
Acuérdese que Jesús le pregunta:
«¿No sané a diez hombres? ¿Dónde están los otros nueve?

Hoy nosotros también nos preguntamos dónde está esa gran cantidad de personas por las cuales hemos orado por su salud y han sanado.

También pensemos dónde están todas esas personas que en un tiempo levantaron su mano indicando que han creído en el Hijo de Dios.
¿Dónde están?
¿Por qué no regresan todos?
O es que ¿se acuerdan de Jesús sólo cuando necesitan algo o cuando tienen algún problema?
¿O de pronto son de los que no le gusta que le muestren su condición pecaminosa y deciden marcharse para no cambiar?
O ¿cuántos hay que dan la honra y gloria a Jesús sin necesidad de tener algún problema?
¿Cuantas personas que han estado con nosotros y que se han marchado, hoy están gozando de la plenitud de Dios? Ninguna.
Por el alejarse de Dios, implica maldición.

Un solo hombre de entre los diez leprosos, y tal vez el más despreciado, fue el que dio gloria a Dios.

La fe de este hombre, se vio más después de ser sanado; no antes.
El milagro impactó su corazón y su vida, ya no sería la misma porque cristo estaría en él.

Este es un caso diferente al de los otros nueve, los cuales una vez sanados, se dedicaron a disfrutar en el mundo, por su nueva vida, de salud en el cuerpo.
Pero de muerte en el alma.
A estos nueve hombres NO les interesó la salud del alma.
La cual debe ser más importante, porque Jesús el Hijo de Dios, habita en un Alma sana y arrepentida.

Aquel hombre samaritano alcanzó algo más importante que la salud.
Alcanzo la salvación.
Y usted mi querido amigo, puede también alcanzar la Salvación, si hace la voluntad y obediencia ante Dios.
Este hombre fue fiel después de haber recibido el beneficio.
Me atrevo a decir que antes también.
Amada iglesia, No hay mejor salud, que la Espiritual.

Finalmente quiero decirles que algunas personas necesitadas, como aquellos leprosos, se encuentran con Jesús y reciben una gran bendición al hacen la voluntad de Dios.

Pero hay otras que aunque escuchan de la voluntad de Dios, no sienten la necesidad de someterse y obedecer.
Y cuando tropiezan con Él, pues les es incómodo para su vida que Jesús, el Hijo  de Dios, los guie.
Estos son los que creen y consideran que su vida ya está “realizada”.

Iglesia, déjeme decirle que el hecho de que Jesús sane, esto indica que el Poder de Dios, elimina la contaminación del cuerpo enfermo.
Pero quiero recordarte que antes debemos pedirle que quite la lepra de nuestra alma.

La cual carcome los pensamientos y acciones.
Esa lepra del alma no permite que usted haga la voluntad de Dios.

Por eso debemos llegar donde él y pedirle que perdone nuestras ofensas y que seamos capaces de perdonar las ofensas que otros nos hacen.

Seamos siervos y obreros obedientes a las indicaciones de Dios.
Como buenos cristianos, debemos presentarnos delante de Él con sinceridad y limpieza de corazón.
De esa manera podemos darle la gratitud, la honra y la gloria, al Padre, por medio de su Hijo Jesús.

Algo grande puede pasar, cuando nuestra alma esté libre de pecado y sometida a la voluntad de Dios seriamente y con responsabilidad.
Si usted realmente ha recibido a Jesús, en su corazón, demuéstrelo, no solo con palabras, si con acciones.
Termino diciéndote:
La salud del alma es la salvación.
Y la limpieza más importante es la espiritual, la cual sólo Dios nos puede dar, a travez de su hijo Jesús.
Hechos 19:11 Dios le dio a Pablo el poder para realizar milagros excepcionales. (12) Cuando ponían sobre los enfermos pañuelos o delantales que apenas habían tocado la piel de Pablo, quedaban sanos de sus enfermedades y los espíritus malignos salían de ellos.

Gracia y Paz.
Pastor y Administrador, Rogers Infante.

Bendiciones a mis hermanos en la fe.

PORQUE YO SOY TU DIOS.

Porque yo soy tu Dios
Gracia y Paz para todos mis hermanos en la obra de Dios Padre y de su Hijo Jesucristo el cordero inmolado que ahora está sentado a la diestra del Todopoderoso.

El mensaje de hoy nos recordara y al mismo tiempo nos invita a no sentirnos nunca solos o abandonados en esta vida.
Quiero decirte que Dios ha estado, está y seguirá estando contigo siempre todos los días de tu vida, mientras estés en ese cuerpo llamado carne.

El mundo en el que vivimos hoy está lleno de problemas y dificultades que nos agobian día tras día.
Hay ocasiones en que llegamos a sentirnos sin fuerzas y hasta derrotados.
Incluso hay momentos en que pensamos por un momento que nada tiene solución.
Pero honestamente debemos preguntarnos, ¿cuantos le estamos creyendo a Dios?
 
Para creerle a Dios, debemos primeramente conocerle.
Y sobre todo debemos saber que nos dice en su palabra.

Nosotros como cristianos e hijos de Dios, no debemos olvidar que Dios ha prometido estar con nosotros.
Dice su palabra en el Salmos 40:17
Sal 40:17 En cuanto a mí, pobre y necesitado, que el Señor me tenga en sus pensamientos. Tú eres mi ayudador y mi salvador; oh Dios mío, no te demores.

La promesa que nos da Dios, es que debemos en todo tiempo confiar en él.
Él siempre estará con nosotros en nuestras necesidades.
En la biblia encontramos este mensaje fuerte y claro.
Isa 41:10 No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha victoriosa.

Como hijos de Dios, debemos estar seguro de que Él siempre nos protegerá.
Él fue quien nos formó en el vientre de nuestras madres.
Isaías 49:1 Escúchenme, todos ustedes en tierras lejanas; presten atención, ustedes que están muy lejos. El SEÑOR me llamó desde antes que naciera; desde el seno de mi madre me llamó por mi nombre.

En otras palabras él nos conoce muy bien y sabía de antemano que nos desesperaríamos en algún momento de nuestra vida.
Incluso él sabía que tendríamos miedo ante las tribulaciones por eso nos da esas promesas.
No tengas miedo, porque yo estoy contigo

El miedo ha formado parte de nuestra historia desde el principio.
Para muchos pensadores, el miedo es la causa principal para que el hombre no desarrolle sus habilidades.
Se le atribuye al miedo la derrota humana en todo aspecto.
Sin embargo el miedo no es una causa, más bien es una consecuencia originada por la verdadera causa de todos los problemas humanos.
El miedo es una consecuencia del pecado.

Pero a pesar de todo esto, Dios te dice hoy:
No te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré;
La consecuencia natural del miedo te lleva a desfallecer.
Te lleva a desmayar.
El miedo te dice deja de intentarlo.
El objetivo del miedo es mostrarte los obstáculos más grandes de lo que aparentemente son.

Por eso Dios nos invita a recordar quién es él.
Jehová, El Dios que todo lo puede.
Jehová, siempre está presente en nuestro corazón por medio de su Hijo Jesús.
Él te dice que todo lo sabe.
Porque él es el único que tiene el control de nuestra vida y nos llena de fortaleza.

Qué maravilloso es saber que en aquéllos momentos en que tienes problemas y te encuentras solo, dolido, desesperanzado y con temor. DIOS ESTÁ PENSANDO EN TI, sólo que en muchas de las ocasiones TÚ NO ESTÁS PENSANDO EN ÉL.

Satanás el padre de la mentira, quiere turbar tu paz y tu valentía haciéndote que te olvides de Dios.
Satanás sabe perfectamente que a todos los hijos de Dios se les ha dado autoridad y potestad contra todo el reino de las tinieblas.
Su palabra lo expresa así en Lucas 10:19 Miren, les he dado autoridad sobre todos los poderes del enemigo; pueden caminar entre serpientes y escorpiones y aplastarlos. Nada les hará daño.

Iglesia, esas son unas extraordinarias palabra de PODER.
NADA LES HARÁ DAÑO.
Satanás no te puede vencer jamás, porque Cristo ya lo ha vencido.

Ahora la pregunta seria.  ¿Estoy creyendo yo verdaderamente en esa promesa?
¿Y si realmente creo en esas promesas, porque no hago su voluntad?
¿si realmente creo, Por qué no me someto a su obediencia?

Amada Iglesia, cuando sentimos miedo, cuando nos invade la angustia.
Cuando no obedecemos su palabra y cuando nos desesperamos, de alguna manera.
Lo que le estamos diciéndole a Dios es:
NO eres tan grande y poderoso, NO puedes hacerlo, NO me puedes ayudar.
ESTOY solo(a), ESTOY acorralado(a), ME encuentro sin salida.
Pero cuando hacemos esto, estamos olvidando, incluso ponemos en duda lo que Él nos dice en su palabra sobre CUÁN GRANDE Y PODEROSO ES EL.

Él nos lo hace saber cuándo dice en su palabra:
Isaías 40:28 ¿Acaso nunca han oído? ¿Nunca han entendido? El SEÑOR es el Dios eterno, el Creador de toda la tierra. Él nunca se debilita ni se cansa; nadie puede medir la profundidad de su entendimiento.
Y en Isaías: 45 nos dice:
Isaías 45:5-7 Yo soy el SEÑOR; no hay otro Dios. Te he preparado para la batalla, aunque tú ni siquiera me conoces, (6) para que el mundo entero, desde el oriente hasta el occidente, sepa que no hay otro Dios. Yo soy el SEÑOR, y no hay otro. (7) Yo formo la luz y creo las tinieblas, yo envío los buenos tiempos y los malos; yo, el SEÑOR, soy el que hace estas cosas.

Observando estos versículos que hemos leído, podemos comprender que Dios nos dice claramente que confiemos en Él.
Por la sencilla razón de que él nos dice:
YO te forme, YO te conozco, YO sé que vas a temer, PERO CONFIA SOLO EN MÍ. Dice el Señor.
YO soy tu DIOS GRANDE, PODEROSO, CREADOR DEL CIELO Y DE LA TIERRA.
DIOS te dice hoy: NADA ES IMPOSIBLE PARA MI.

En el libro de Jeremías encontramos:
Jer.32:27 «Yo soy el SEÑOR, Dios de todos los pueblos del mundo. ¿Hay algo demasiado difícil para mí?

Iglesia, Dios sabe que somos pecadores, y por eso nos invita al arrepentimiento.
Debemos arrepentirnos de todo aquello con cuanto lo hemos ofendido.
Principalmente de todo aquello que nos separa de Él.
En otras palabras él nos está diciendo:
Que les impide a ustedes creer y obedecer, para que mis bendiciones se derramen sobre ustedes.
Isaías 1:16 ¡Lávense y queden limpios! Quiten sus pecados de mi vista. Abandonen sus caminos malvados.
Y versículo 18 dice:
Isaías 1:18-20 »Vengan ahora. Vamos a resolver este asunto —dice el SEÑOR—. Aunque sus pecados sean como la escarlata, yo los haré tan blancos como la nieve. Aunque sean rojos como el carmesí, yo los haré tan blancos como la lana. (19) Si tan sólo me obedecen, tendrán comida en abundancia. (20) Pero si se apartan y se niegan a escuchar, la espada de sus enemigos los devorará. ¡Yo, el SEÑOR, he hablado!».

Tengan muy presente amada Iglesia, que Dios nos invita a arrepentirnos y nos promete su perdón, por medio de su Hijo Jesús.
Nuestro Padre Celestial, nos conoce muy bien.
Tanto que nos dice en 2Crónicas 6:30
2Cr 6:30-32 oye entonces desde el cielo donde vives, y perdona. Haz con tu pueblo según merecen sus acciones, porque sólo tú conoces el corazón de cada ser humano. (31) Entonces ellos te temerán y andarán en tus caminos mientras vivan en la tierra que diste a nuestros antepasados. (32) »En el futuro, los extranjeros que no pertenezcan a tu pueblo Israel oirán de ti. Vendrán de tierras lejanas cuando oigan de tu gran nombre, de tu mano fuerte y de tu brazo poderoso. Cuando ellos oren en dirección a este templo,

La promesa es solamente para aquellos que  le son obedientes a su llamado de arrepentimiento. 

2Cr 7:14-18 pero si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, busca mi rostro y se aparta de su conducta perversa, yo oiré desde el cielo, perdonaré sus pecados y restauraré su tierra. (15) Mis ojos estarán abiertos y mis oídos atentos a cada oración que se eleve en este lugar. (16) Pues he elegido este templo y lo he apartado para que sea santo, un lugar donde mi nombre será honrado para siempre. Lo vigilaré sin cesar, porque es muy preciado a mi corazón. (17) »En cuanto a ti, si me sigues fielmente como lo hizo tu padre David y obedeces todos mis mandatos, decretos y ordenanzas, (18) entonces yo estableceré tu dinastía en el trono. Pues hice este pacto con tu padre David cuando le dije: “Uno de tus descendientes siempre gobernará a Israel”.

La invitación hoy hermanos es que creamos no solo en el mensaje de amor de Dios sino también en su mensaje de corrección.
Dios no quiere que andemos en temor o angustiados y mucho menos desea que por nuestro pecado vivamos lejos de Él. 

Hoy les invito desde lo más profundo de mi corazón.
Que andemos en obediencia ante Dios.
Que nos sometamos y hagamos su santa voluntad en todo.
Él nos ama, nos cuida y también nos corrige.

Él se lo dijo a su pueblo y hoy nos lo dice a nosotros por medio de su palabra.
Jeremías 29:11-14 Pues yo sé los planes que tengo para ustedes —dice el SEÑOR—. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza. (12) En esos días, cuando oren, los escucharé. (13) Si me buscan de todo corazón, podrán encontrarme. (14) Sí, me encontrarán —dice el SEÑOR—. Pondré fin a su cautiverio y restableceré su bienestar. Los reuniré de las naciones adonde los envié y los llevaré a casa, de regreso a su propia tierra”.

Amados hermanos en Cristo, El deseo de Dios es que usted sea feliz y que confié en sus promesas.
NO te dejes intimidar por un enemigo que esta derrotado, recuerda lo que dice la palabra de Dios:
2Timoteo 1:7 Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez sino de poder, amor y autodisciplina.

Hoy quiero recordarte una vez más que eres muy especial e importante para Dios.
Dios te ama y te cuida todos los días,
Y mientras estemos en él, Todo lo podemos en su Hijo Jesús, quien nos da las fuerzas para vencer.

A pesar de que a veces te invadan sorpresivamente los problemas y te dé temor enfrentarlos.
Recuerda amado hermano, que usted tienes la unción y el poder necesarios y suficientes para pelear con valor y coraje ante esos problemas y salir victorioso, en el nombre de Jesús.

Además recuerda lo que dice:
2Corintios 4:16-18 Es por esto que nunca nos damos por vencidos. Aunque nuestro cuerpo está muriéndose, nuestro espíritu* va renovándose cada día. (17) Pues nuestras dificultades actuales son pequeñas y no durarán mucho tiempo. Sin embargo, ¡nos producen una gloria que durará para siempre y que es de mucho más peso que las dificultades! (18) Así que no miramos las dificultades que ahora vemos; en cambio, fijamos nuestra vista en cosas que no pueden verse. Pues las cosas que ahora podemos ver pronto se habrán ido, pero las cosas que no podemos ver permanecerán para siempre.

Hermanos tengan la seguridad de que las situaciones por las cuales estas atravesando pronto terminarán.
Esas situaciones que te agobian, NO SERÁN ETERNA.

Hoy solo te puedo decir que confíes en Dios.
Afiánzate fuertemente de su diestra.
Porque él te dice hoy: Isaías 41:10 No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha victoriosa.

Es hora de que te Agarres  firmemente de su mano, echa tu carga sobre Él y descansa en su amor.
No te olvides que la batalla no es tuya sino de Dios.
Se siempre fiel en todo, porque él es justo y verdadero
Así que hermanos por tu bien, decide creerle a Dios y experimentar el triunfo ante el enemigo.

Solo así podrás sentir la satisfacción es decir:
Romanos 8:37 Claro que no, a pesar de todas estas cosas, nuestra victoria es absoluta por medio de Cristo, quien nos amó.

Finalmente quiero decirte que Cristo te dará la victoria ante toda situación de peligro y temor.
Recíbelo verdaderamente en tu corazón.
La palabra de Dios Padre nos dice:
Romanos 16:20 El Dios de paz pronto aplastará a Satanás bajo los pies de ustedes. Que la gracia de nuestro Señor Jesús* sea con ustedes.

Gracia y Paz.
Pastor y Administrador, Rogers Infante

Bendiciones a mis hermanos en la fe.

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