Pastor Rogers Infante
Gracia y Paz
en cristo Jesús, para todos mis hermanos en la obra.
Lo
maravilloso que a usted le pueda suceder como hijo de Dios, es poder usar la
autoridad del Reino, que es suya como hijos de Dios.
En ocasiones
usted necesita esa autoridad del Reino, cuando usted tiene la oportunidad de
vengarse de un enemigo.
Pero lo que
hacemos verdaderamente los cristianos, es poner esa venganza, en las manos de
Dios.
Hoy hablaremos
¿Debo someterme yo a una autoridad?
Le invito a
que abramos nuestra biblia y busquemos a 1Samuel 24.
En este
pasaje veremos un episodio en la vida de David.
Si
recordamos todos, el Rey David, fue un gran guerrero poderoso, que ejerció toda la autoridad
del reino.
Él era
literalmente un rey, que había vivido en
victoria tras victoria.
Recordamos
de la historia de David, cuando mato a un Oso, a un León, incluso cuando mato a
Goliat.
Él era un
hombre conocido por todas sus batallas y sus grandes victorias.
Pero la victoria
más grande que tuvo David en su vida, está registrada en 1Samuel.
Y lo más
importante fue, que No fue una victoria sobre otros, fue una victoria sobre sí
mismo.
Y al obtener
esa victoria sobre sí mismo, aprendió la lección que deseo con todo mi corazón
usted aprenda.
Para que usted obtener la autoridad del reino, usted debe
permanecer bajo autoridad.
No es el
plan de Dios, que usted sea derrotado por el mundo en la carne, ósea el diablo.
Porque
cuando Jesús murió y resucito, dio a sus hijos autoridad sobre estas cosas.
Pero nunca
estaremos bajo esas cosas que Dios ha puesto sobre nosotros,
Hasta que no
deseemos estar y permanecer, bajo esas cosas que Dios a puesto, sobre nosotros.
La autoridad.
Ahora
permíteme leerte y explicarte la historia.
1Sa 24:1-7
Cuando Saúl volvió de perseguir a los filisteos, le dieron aviso, diciendo: He aquí David está en el desierto
de En-gadi. (2) Y tomando Saúl tres mil hombres escogidos de todo Israel, fue en busca de David y de sus hombres, por las cumbres de los peñascos de las cabras
monteses. (3) Y cuando llegó a un redil de ovejas en el camino, donde había una cueva, entró Saúl en ella para cubrir sus pies; (Ósea hacer sus necesidades) y David y sus hombres estaban
sentados en los rincones de la cueva. (4) Entonces los hombres de David le
dijeron: He aquí el día de que te dijo Jehová: He aquí que entrego a tu enemigo
en tu mano, y harás con él como te
pareciere. Y se levantó David, y calladamente cortó la orilla del manto de
Saúl. (5) Después de esto se turbó el corazón de David, porque había cortado la orilla del manto de
Saúl. (6) Y dijo a sus hombres: Jehová me guarde de hacer tal cosa contra
mi señor, el ungido de Jehová, que yo extienda mi mano contra él; porque es el ungido de Jehová. (7)
Así reprimió
David a sus hombres con palabras, y no
les permitió que se levantasen contra Saúl.
Y Saúl, saliendo de la cueva, siguió su camino.
Ahora entienda el
trasfondo.
Saúl, es el rey de Israel, y como el rey de Israel, él era el
escogido por Dios.
El Ungido de Dios.
Aunque era un rey muy indigno.
Dios iba a
remplazar a Saúl, por un rey más joven llamado David.
Quien era un
hombre conforme al corazón de Dios.
Saúl empezaba a
entender esto.
Y ve a
David, como la estrella naciente.
El ve el
ocaso de su propio sol, y ahora se lo come la envidia y los celos contra David.
Y por eso,
hace de David el enemigo público número uno.
Luego Saúl, enfoca toda su ambición en el reino, para matar a
David y no ser despojado.
Luego vemos
que los celos tienen a Saúl loco, y en su mente solo están estas palabras
repetidamente:
Matar a
David, matar a David, matar a David. -- Tengo
que matar a David.
El acababa
de tener una escaramuza con los filisteos, y cuando termina con ellos, se da
cuenta que David está escondido en las montañas del Mar Muerto.
En un lugar
llamado En-gadi que quiere decir: “es manantial de las cabras”.
Así que
Saúl, toma a 3000 hombres escogidos, para perseguir a un solo hombre. David.
Mire bien lo que sucede.
David está
dentro de la cueva, y Saúl entra a la misma cueva para hacer sus necesidades.
La cueva
estaba totalmente oscura.
Los ojos de
David y de sus compañeros ya estaban acostumbrados a la oscuridad, pero Saúl no
puede verlos.
Porque ellos
estaban en el interior de la cueva.
Ahora los
hombres de David, ven a Saúl, y le dicen:
David, esta
es tu oportunidad.
As un acto
de valor, y con tan solo un golpe de tu espada dale muerte, y así le diremos:
“Adiós a la
pobreza, adiós a la persecución, adiós a la desesperación, adiós al andar
escondiéndonos en las cuevas. --Bienvenidas las riquezas, el honor, el poder,
la autoridad. --Tu serás David, el próximo
Rey, simplemente da un golpe de tu espada”. Y mátalo.
Pero David
se acerca, y con su espada, en medio de la oscuridad, corta el borde del manto
de Saúl.
Eso
demuestra, cuan cerca estuvo David, de él.
Saúl, no se dio
cuenta que David estaba allí.
David
recorta únicamente el manto de Saúl, pero
no lo mata.
Cuando Saúl
sale de la cueva, David levanta su voz entre el precipicio, ya que David estaba
en una ladera y Saúl en la otra.
Y David le
dice: “Saúl,
mira lo que tengo, mira y piensa en lo que te pude haberte echo”.
Iglesia hoy deseo
escribir en sus corazones algunas cosas.
---Así como David, nosotros necesitamos reconocer la autoridad
del Reino.
Mire el
versículo 5 y 6
1Sa 24:5 Después de esto
se turbó el corazón de David, porque
había cortado la orilla del manto de Saúl.
1Sa 24:6 Y dijo a sus
hombres: Jehová me guarde de hacer tal cosa contra mi señor, el ungido de Jehová, que yo extienda mi mano contra él; porque es el ungido de Jehová.
David entendió el principio de la autoridad del Reino.
David
entendió que él necesitaba estar bajo Saúl, aunque Saúl buscaba su vida.
Saúl aún
era, aunque indigno, él era en ese momento, el rey de Israel.
Él era el escogido
y el rey ungido por Dios.
Por eso
David nunca le faltó el respeto a Saúl, el rey de Israel.
Cosa que hoy
en día sucede mucho en las iglesias.
Las ovejas
se dirigen a su pastor con irrespeto y no desean reconocer su autoridad, que
fue dada por Dios.
Si bien es cierto,
somos todos iguales.
Pero Dios,
coloco a unos para que pudieran enseñarles a otro, y eso lo hace para que se
establezca en la iglesia la autoridad.
Veamos más
adelante la palabra de Dios.
Después
David, tuvo otra oportunidad para matar al rey Saúl. 1Samuel 26:9
Cuenta de un
hombre llamado Abisai.
Él había
encontrado a Saúl durmiendo, y mientras su cabeza estaba sobre la almohada,
Abisai le dijo a David: “La vida es tuya, si me permites ir ahora, lo atravesare
con la espada, no lo hare dos veces, pues me asegurare de hacerlo muy bien, la
primera vez” ---Y David
respondió a Abisai.
“¡No! —Dijo David—, no lo mates. Pues
¿quién quedará inocente después de atacar al ungido del SEÑOR?”
Aquí vemos
que Abisai, estaba sometido a David, aunque aún no era rey de Israel.
Y le pedía
con mucho respeto, le diera el permiso para matar a Saúl.
Pero David,
dijo no, y su palabra se respetó.
Permite demostrarte
como se aplica esto a nosotros hoy.
Noten en el
margen de su biblia, Romanos 13:1-2 “Dice
sométase toda persona”, y esto lo incluye a usted.
Rom.13:1-2
Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de
Dios y las que hay, por Dios han sido establecidas. (2) De modo que quien se opone a la
autoridad, a lo establecido por Dios
resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos.
Cuando usted
se revela contra esas autoridades que Dios ha puesto sobre usted.
Usted No se
está revelando contra esa autoridad, Sino que se revela contra el Dios
Todopoderoso.
Y él
continua diciendo:
Rom.13:3
Porque los magistrados no están para infundir temor al que hace el
bien, sino al malo. ¿Quieres,
pues, no temer la autoridad? Haz lo bueno,
y tendrás alabanza de ella; (4)
porque es servidor de Dios para tu bien.
Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo.
(5) Por lo cual es necesario estarle
sujetos, no solamente por razón del
castigo, sino también por causa de la
conciencia. (6) Pues por esto pagáis
también los tributos, porque son
servidores de Dios que atienden continuamente a esto mismo.
Iglesia,
mantenga su corazón limpio delante de Dios.
Si otros lo
tienen sucio, déjelos. --Usted no haga
lo mismo. ---No camine hacia el mismo abismo.
Hubo un tiempo
cuando Samuel le dijo a Saúl que hiciera algo.
En ese
entonces, Samuel, era el profeta de Dios.
Por
consiguiente él hablaba de parte de Dios, y Saúl se negó hacer lo que el
profeta le dijo.
Samuel lo reprendió
con estas palabras.
Y deseo que las anote
porque son claves de todo lo que estamos hablando.
Esto es lo
que Samuel tenía que decirle a Saúl, el que estaba en esa cueva y cuya vida,
David pudo tomar.
“1Sa
15:23 Porque como pecado de adivinación es la
rebelión, (Iglesia no pase por alto esto) y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de
Jehová, él también te ha desechado para
que no seas rey.
Dios dice, y
escuche bien, Si usted tiene el espíritu de rebelión, si tiene ese espíritu,
usted está practicando un pecado como el de la adivinación. ---La rebelión, es como el pecado, de la adivinación.
¿Y
qué es la adivinación? La adivinación es traficar con el diablo.
¡Piénselo!
¿Que
hizo el diablo? Se revelo.
Cuando
usted tiene rebelión en su corazón, usted está en el territorio del diablo.
-Saúl era un
hombre conforme al corazón del diablo.
--- -David, era conforme al corazón de Dios.
-Saúl, tenía
el espíritu de rebelión. --- -David, tenía el espíritu de sumisión.
-Usted nunca
será más como el diablo, sino hasta que se revela.
-Y nunca
será más que como el Señor Jesús, sino hasta que se someta.
Algunos
de nosotros pensamos.
“¡Pero
hay que revelarse!” “Debo defender mis
derechos y si no lo hago, me consideraran un debilucho”
Déjame
decirte que no es así, y tampoco usted es un debilucho. No lo es. ---Usted es una persona fuerte.
Y la victoria más grande que
David gano fue la victoria sobre sí mismo, cuando se sometió a las autoridades,
por esa razón Dios, le hizo el rey más grande de Israel.
Nosotros los hijos de Dios, podemos
revelarnos, contra aquellos que están torciendo el verdadero evangelio y que
están enseñando doctrinas de errores, llenas de pura filosofía y fabulas
fraudulentas.
Pero no debemos revelarnos contra
los verdaderos hijos de Dios, los que llevamos y enseñamos la verdadera sana
doctrina de Jesucristo, y lo más importante debemos respetarlos.
Estos fueron colocados por Dios, y
no por el hombre.
David,
no aprobó lo que Saúl hizo.
Lo que Saúl
hizo fue terrible pero David entendió un principio, y por consiguiente David,
aprendió a gobernar con gran poder y autoridad.
Iglesia, no
solo debemos reconocer la autoridad del Reino, sino que debemos respetar la
autoridad del Reino.
Vamos al versículo 8
1Sa 24:8-15
También David se
levantó después, y saliendo de la cueva
dio voces detrás de Saúl, diciendo: ¡Mi
señor el rey! Y cuando Saúl miró hacia atrás, David inclinó su rostro a tierra, e hizo reverencia. (9) Y dijo David a Saúl: ¿Por qué oyes las
palabras de los que dicen: Mira que David procura tu mal? (10) He aquí han visto hoy tus ojos cómo Jehová te
ha puesto hoy en mis manos en la cueva;
y me dijeron que te matase, pero
te perdoné, porque dije: No extenderé mi
mano contra mi señor, porque es el ungido
de Jehová. (11) Y mira, padre mío,
mira la orilla de tu manto en mi mano;
porque yo corté la orilla de tu manto,
y no te maté. Conoce, pues,
y ve que no hay mal ni traición en mi mano, ni he pecado contra ti; sin embargo,
tú andas a caza de mi vida para quitármela. (12) Juzgue Jehová entre tú y yo, y véngueme de ti Jehová; pero mi mano no será contra ti. (13) Como dice el proverbio de los antiguos: De
los impíos saldrá la impiedad; así que
mi mano no será contra ti. (14) ¿Tras quién ha salido el rey de Israel? ¿A quién persigues? ¿A un perro muerto? ¿A una pulga? (15)
Jehová, pues, será juez,
y él juzgará entre tú y yo. El vea
y sustente mi causa, y me defienda de tu
mano.
Iglesia diga conmigo: Señor
ayúdanos a comprender esto.
Espero que
usted lo entienda, porque yo lo entiendo y lo comprendo.
Espero que
ustedes iglesia, practiquen esto y lo enseñen a los demás, porque si no lo
hacen, nunca entenderán la autoridad espiritual.
Aquí
tenemos a un hombre, respetando la autoridad espiritual.
Saúl era una
autoridad indigna. --- Pero David,
reconoció esa autoridad, y él respeto esa autoridad.
Mire
como él se dirigió a Saúl con reverencia.
David
inclino su rostro en tierra y con reverencia le llamo. “Mi rey”.
Delante de
el nunca le dijo “ola
Saúl” ---Siempre había un
respeto.
Incluso le
da el beneficio de la duda.
David dijo, “Quizás te han
informado mal” ---Y luego
dijo: “Confió
en Dios para que me saque de este mal”
Por
favor mire de nuevo el versículo 12
1Sa 24:12 Juzgue Jehová entre tú y yo, y véngueme de ti Jehová; pero mi mano no será contra ti.
Ahora
observe de nuevo el versículo 15
1Sa 24:15 Jehová,
pues, será juez, y él juzgará entre tú y yo. El vea y sustente mi causa, y me defienda de tu mano.
hoy en dia la autoridad, en este tiempo se está perdiendo.
En otras palabras, la gente del mundo respeta a sus líderes
y se dan a conocer.
Y en la iglesia, el cristiano verdadero se da a conocer
cuando se dirige a su líder, y la cizaña hace lo mismo.
No
solo debemos reconocer y respetar la autoridad del reino,
Sino que debemos reposar en la
autoridad del reino.
Note nuevamente el V.15 de 1Samuel 24
Jehová, pues,
será juez, y él juzgará entre tú
y yo. El vea y sustente mi causa, y me defienda de tu mano.
David se adelantó en sus tiempos.
El entendió
el Espíritu neo testamentario que dice: No os venguéis vosotros mismos amados míos, sino dejad lugar
a la ira de Dios, porque escrito esta, mía es la venganza, yo pagare dice el
señor. Así que si tu enemigo, tiene
hambre, dale de comer. ---Si tuviese
sed, dale de beber. Pues haciendo esto,
ascuas de fuego, amontonaras en su cabeza.
No seas vencido de lo malo, si no que vence con el bien, el mal. (Rom.12:19-21)
La palabra
de Dios dice: Mejor
es el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad. (Prov.16:32)
Recordemos
que David mato a un Oso, León y Goliat.
Pero la
victoria más grande que David obtuvo en su vida, fue ese día en la cueva.
Cuando dijo:
Yo me voy a
someter a esa persona, que Dios ha puesto sobre mí.
Para que pueda estar sobre esas
cosas que Dios ha puesto bajo mi persona.
Esto,
no significa que obedecemos a un gobierno impío, o que debemos someternos a una
persona
corrupta. --Si usted cree que yo pienso eso, déjame decirle
que estas equivocado.
La
palabra de Dios dice que los profetas predicaron contra la maldad de los
reinos.
El profeta Natán, advirtió a David, cuando él, hizo
mal.
El profeta Elías, advirtió a Acab.
Eliezer hablo a Josafat.
Daniel hablo con Nabucodonosor.
Moisés, se enfrentó
a su Faraón.
Solo ruego
al cielo para que Dios nos permita, tener hoy pulpitos a pastores que hablen siempre
la verdad, y no solo lo que la gente desea siempre escuchar.
Y aún más,
que las ovejas se sometan a sus pastores, porque son ellos, la autoridad que
Dios coloco para que su palabra se lleve con verdad, y no con fabulas como hay
muchos por allí.
De hecho,
esos ya tienen su recompensa.
En
nosotros siempre debe haber, un espíritu de Respeto, Humildad y de Sumisión.
Y cuando nos
sometamos a lo que Dios ha puesto sobre nosotros.
Entonces
Dios podrá confiar en nosotros, para que derribemos reinos malvados.
Y solo así
podemos recibir lo que Dios ha puesto por debajo de nosotros.
La
iglesia no es el amo del estado, ni mucho menos la sirviente del estado.
Nosotros
somos la conciencia del estado. ---Al predicar
la verdad de Dios.
Finalmente.
Usted nunca
ganara la victoria sobre sí mismo, o sobre nada.
Hasta que
permita que Jesús, le gobierne a usted.
Él es el Rey
de Reyes y Señor de Señores.
Cuando usted
abre su corazón, el Poder de lo alto llegara a usted para darle Paz, Consuelo,
Dirección y la Autoridad del Reino.
Gracia y Paz.
Pastor Rogers Infante.
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