CUAL ES TU BASE
Gracia y
Paz para todos mis hermanos en la obra de Dios Padre y de su Hijo Jesucristo,
el cordero inmolado que hoy se encuentra sentado a la diestra de su Padre, y
que al sonar de la séptima trompeta vendrá a juzgar a este mundo y su maldad.
Mat 7:24 »Todo el que
escucha mi enseñanza y la sigue es sabio, como la persona que construye su casa
sobre una roca sólida.(25) Aunque llueva a cántaros y suban las aguas de la
inundación y los vientos golpeen contra esa casa, no se vendrá abajo porque
está construida sobre un lecho de roca. (26) Pero el que oye mi enseñanza y no
la obedece es un necio, como la persona que construye su casa sobre la arena.
(27) Cuando vengan las lluvias y lleguen las inundaciones y los vientos golpeen
contra esa casa, se derrumbará con un gran estruendo».
Escuchar es oír con atención y con buena disposición
lo que alguien nos dice.
Esto implica poner la mente y el corazón en perfecta
sincronía con los oídos, para que las ondas que transportan el sonido tengan
resonancia en nuestro interior, y las palabras logren ser significativas.
Escuchar
las palabras de Jesús es escuchar sus enseñanzas.
El mensaje que vino a traernos de parte de Dios, su
Padre y nuestro Padre, hay que obedecerlo.
Este mensaje que Jesús trae de su Padre,
es un mensaje de amor y de servicio, de verdad, de justicia, de libertad y de
paz.
El escuchar atentamente implica, de una manera o de
otra, la acción de hacer realidad lo que oímos con nuestros oídos, y tuvo eco en
nosotros.
Jesús es la Palabra de Dios, el vino para
hacer la voluntad de su Padre.
En
otras palabras: Dios se hace presente por medio de
Jesús para habla a nuestro corazón y a nuestra vida.
Jesús es la Palabra de Dios que quiere ser escuchado
por nosotros.
Para que cada día seamos mejores.
Para que cada día crezcamos como
personas.
Para que cada día vivamos con más
dignidad nuestra condición de hijos suyos, creados a su imagen, y también
nuestra condición de hermanos entre nosotros.
Como cristianos
debemos escuchar las palabras de Jesús, porque es la palabra de Dios.
Y esta palabra ilumina nuestro ser y nuestro obrar de
cada día.
Es
decir que su palabra muestra el camino que
conduce a la bienaventuranza eterna.
Las palabras de Jesús, que son palabras
de Dios, ponen todo en su lugar, y si las seguimos con prontitud y decisión,
impiden que nos desviemos de la ruta que nos ha sido señalada por el Padre.
Hasta las situaciones más adversas y dolorosas de la
vida pueden tener un sentido, ya que estas pueden servirnos para algo bueno.
Pero esto solo ocurre si aceptamos su palabra y las
vivimos en el corazón, para hacer realidad las enseñanzas de Jesús.
Escuche
esto y preste atención: Cuando
Dios no es parte de nuestra vida, cuando las enseñanzas de Jesús no han
resonado en nuestro corazón y no son significativas para nosotros, cualquier
cosa que nos suceda puede hundirnos en la desesperanza y conducirnos al desánimo
y al fracaso.
Vamos al libro de Juan.
Juan 8:31-32 Jesús
les dijo a los que creyeron en él: —Ustedes
son verdaderamente mis discípulos si se mantienen fieles a mis enseñanzas; (32)
y conocerán la verdad, y la verdad
los hará libres.
El
hijo de Dios, les está diciendo que es por medio de las enseñanzas bíblicas que
conocemos la verdad, y que esa verdad nos lleva a ser verdaderos hijos de Dios.
Jesús trajo la verdad
a nosotros, Y debemos creer fielmente en esa verdad.
Muchos
son los que dicen creer en Jesús, pero sus actos niegan completamente esa
verdad.
El
creer en Jesús, es apartarse del mundo y su maldad, para seguir lo que sí creo
que es vida eterna.
Y esa vida eterna esta
única y exclusivamente en Jesús.
Jesús es la verdad, y
debemos seguir esa verdad.
Porque
esa verdad nos llevara a la presencia del Padre.
El mundo camina bajo la oscuridad del maligno, y en esa
oscuridad no puede haber luz, porque la luz es Dios, y Dios no habita en la
oscuridad.
Por eso es importante saber
diferenciar entre la luz y la oscuridad.
Luz
es obediencia, rectitud, fidelidad, amor, comunión, todo en Jesús, el Hijo de
Dios.
Oscuridad
es hacer lo que yo considero y quiero hacer sin someterme a la palabra de Dios.
Oscuridad
es desobediencia, engaño, libertinaje, mentir, contender, y estar apartado de
la palabra de Dios.
En otras palabras, hago lo que yo considero, lo que
es de bienestar para mí.
Es decir para estas personas les importa un bledo las
palabras de Dios.
Suena
muy fuerte pero así es.
Observe
lo que decían la multitud que escuchaba a Jesús.
Juan 8:33-34 Pero
nosotros somos descendientes de Abraham —le respondieron—, nunca hemos sido
esclavos de nadie. ¿Qué quieres decir con “los hará libres”? (34) Jesús
contestó: —Les digo la verdad, todo
el que comete pecado es esclavo del pecado.
Estas
personas le respondieron una verdad a Jesús, pero camuflan una mentira.
Es
verdad que somos descendientes de Abraham, pero estas personas omiten la
esclavitud que pasaron durante el tiempo de Moisés y los 460 años de
esclavitud.
El pecado juega hoy en
día el mismo papel de esclavitud en la vida de una persona.
Vivir en el pecado es vivir apartado de Dios.
Vivir en la mentira es
vivir en la presencia de Satanás.
Entienda que cuando cometemos pecado, estamos alejándonos de la
presencia de Dios.
No
es que Dios se aleja de nosotros, somos nosotros quienes nos alejamos de Dios,
con nuestros actos, pensamientos y hablar.
En
el libro de 1 de Juan leemos:
1Jn 1:5 Éste es el
mensaje que oímos de Jesús* y que ahora les declaramos a ustedes: Dios es luz y en él no hay nada de
oscuridad. (6) Por lo tanto, mentimos si afirmamos que tenemos comunión
con Dios pero seguimos viviendo en oscuridad espiritual; no estamos practicando
la verdad. (7) Pero, si vivimos en la
luz, así como Dios está en la luz, entonces tenemos comunión unos con otros, y
la sangre de Jesús, su Hijo, nos limpia de todo pecado. (8) Si
afirmamos que no tenemos pecado, lo único que hacemos es engañarnos a nosotros
mismos y no vivimos en la verdad.
Amados
hermanos, Somos luz si andamos con Jesús y practicamos
su verdad.
La
oscuridad jamás podrá estar en nosotros, si permanecemos en Jesús, el hijo de
Dios.
Pero
si andamos en la mentira, excusas, chismes, difamaciones, iras, murmuraciones,
etc. Entonces estamos en la oscuridad, y la luz no estará en nosotros.
Muchos
pueden decir que tienen pecados, pero si no hacen nada por arrepentirse y
cambiar sus vidas, es como seguir engañados en sí mismos.
En otras palabras: dizque
están esperando que Dios los cambie, sin que estos hagan nada por cambiar.
Eso
se llama engaño, mentira, se llama excusa, y si andan de esa forma, la luz y la verdad de Dios, no estarán en ellos.
Visto de otra
manera son los nuevos fariseos, que asisten a ciertas congregaciones, pero por su
andar y hablar se constituye a sí mismos las cizañas de este tiempo.
Usted
los podrá ver dándose golpes de pecho, levantando sus manos, llorando
hipócritamente, y hasta son tan descarados que se atreven a llevar una biblia
en sus manos.
Pero
estos tienen un corazón perverso, lleno de ira y contiendas, en ellos no hay
verdad.
Si
usted está identificado(a) con estos síntomas, le recomiendo busque ayuda
inmediata, para que un verdadero líder espiritual y temeroso de Dios, le ayude
a salvar su alma de las garras de satanás.
El tiempo está cerca y la maldad se está multiplicando en todo los
lugares de la tierra.
Entiéndalo, no
sea ignorante de la palabras para que no llegue el ¡Ay! A su vida.
El libro de Apocalipsis
dice:
Apoc.1:3 Dios bendice al
que lee a la iglesia las palabras de esta profecía y
bendice a todos los que escuchan
el mensaje y obedecen lo que
dice, porque el tiempo está cerca.
¿A quienes son los que van a bendecir Dios?
¿A la humanidad entera? NO, y rotundamente NO.
Déjeme recordarles a quienes
bendecirá:
Los que leen.
Leer es alimentarse espiritualmente de la palabra de Dios.
Los que escuchan.
Escuchar es retener lo oído para ponerlo en práctica mediante la palabra de
Dios y así arrepentirse, para caminar en obediencia y fidelidad.
Los que obedecen.
Obedecer es actuar de la manera como fui educado y alimentado por medio de la
palabras de Dios.
Anteriormente
y desafortunadamente fuimos alimentados por el mundo en un tiempo, pero hoy
somos hijos de Dios y nos alimentamos de su palabra y verdad.
La pregunta para usted seria:
¿Cómo fuiste tú alimentado y educado espiritualmente?
¿Sigue usted alimentándose del mundo o es usted una nueva criatura
en cristo que se alimenta de su palabra y su verdad?
Más
adelante en el libro de Apocalipsis dice:
Apoc.22:7 «Miren, ¡yo
vengo pronto! Benditos son los que obedecen las palabras de la profecía que
están escritas en este libro*».
Él
va a venir pronto.
Por
eso debemos mantenernos en santidad y apartados de toda inmundicia y doctrina
falsa.
Debemos estar
constantemente en obediencia.
No
por un día, ni una semana, ni un año.
Él dice, los que
obedecen su palabra.
Es decir: Que mientras estemos en
este cuerpo carnal, debemos alimentarnos espiritualmente de su palabra, para
que la carne no tome control de nosotros, sino que nosotros vivamos en el
espíritu y en la verdad, que es Dios.
Porque
viviendo en la presencia de Dios, podemos obedecer y ser fiel a sus mandatos y
ordenanzas.
En primera de
Juan 5:10 encontramos:
1Jn 5:10 Todo el que
cree en el Hijo de Dios sabe en su corazón que este testimonio es verdadero.
Los que no lo creen, en realidad llaman a Dios mentiroso porque no creen el
testimonio que él ha dado acerca de su Hijo. (11) Y este es el
testimonio que Dios ha dado: él nos dio vida eterna, y esa vida está en su
Hijo. (12) El que tiene al Hijo tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios
no tiene la vida.
Más claro no
lo vamos a encontrar.
Si creo en
Jesús, estoy en la verdad.
Si creo en
Jesús, demo bautizarme en su nombre.
Si creo en
Jesús, tendré vida eterna.
Si creo en
Jesús, estoy con el Padre.
Si creo en
Jesús, soy obediente y fiel a su mandato.
Ahora en este versículo están también los que dicen creer, pero no
creen en Jesús.
Los
que no creen en Jesús, llaman a Dios mentiroso.
Los
que no creen en Jesús, hacen su propia voluntad carnal.
Los
que no creen en Jesús, viven conforme a la carne y el mundo.
Los
que no creen en Jesús, no tiene vida eterna y el Padre no está en ellos.
El
simple hecho de hacer lo que yo quiero y considero, con esto estoy diciendo no
creo en Jesús.
Es
decir: estos viven para complacer a Satanás, quien es el padre de todos
aquellos que no creen en Jesús.
Como
lo dice Juan 8:44
Juan
8:44 Pues ustedes son hijos de su padre, el diablo, y les encanta hacer las
cosas malvadas que él hace. Él ha sido asesino desde el principio y siempre ha odiado la verdad, porque en él no hay verdad.
Cuando miente, actúa de acuerdo con su naturaleza porque es mentiroso y el
padre de la mentira. (45) Por eso, es
natural que no me crean cuando les digo la verdad.
En el libro de Filipenses
encontramos:
Flp 1:6 Y estoy
seguro de que Dios, quien comenzó la buena obra en ustedes, la continuará hasta
que quede completamente terminada el día que Cristo Jesús vuelva.
¿Quiénes son ustedes?
¿En quién terminara la buena obra?
¿En los falsos cristianos? NO, porque ellos hacen parte
del mundo.
Porque
estos siguen con las costumbres y enseñanzas del mundo.
Estos
falsos son adoradores de una falsa doctrina de la trinidad y siguen a un dios
triuno.
Nada
de esto es bíblico.
Ni
Jesús, Ni sus apóstoles hablaron tal barbarie enseñanzas.
Esta
enseñanza pertenece a ciertas religiones del siglo 5 cuando ya no estaban los
apósteles del Señor.
La biblia
enseña que Dios es Único.
Isa 43:11 Yo, sí, yo soy el SEÑOR, y no hay otro Salvador.
Isa 45:5 Yo soy el SEÑOR; no hay otro Dios. Te he preparado para la
batalla, aunque tú ni siquiera me conoces,
Isa 44:6 Esto dice el SEÑOR, el Rey y Redentor de Israel, el SEÑOR de los
Ejércitos Celestiales: «Yo soy el Primero y el Último; no hay otro Dios.
Éxodo
3:14-15 —YO SOY EL QUE SOY.* Dile
esto al pueblo de Israel: “YO SOY me
ha enviado a ustedes”. (15) Dios
también le dijo a Moisés: —Así dirás al pueblo de Israel: “Yahveh,* el Dios de sus antepasados, el Dios de Abraham, el
Dios de Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado a ustedes. Este es mi nombre eterno, el nombre que deben recordar por todas las
generaciones”.
Dios
jamás dijo que era triuno, Él tiene identidad propia.
Él
no necesita suplantar a otro.
Su
nombre es JEHOVÁ,
el GRAN YO
SOY.
Jesús
dice al respecto:
Juan
17:3 Y la manera de tener vida eterna es conocerte a ti, el único Dios
verdadero, y a Jesucristo, a quien tú enviaste a la tierra.
Yo no veo tres por ninguna parte.
Para
finalizar este poderoso mensaje, quiero decirle a los verdaderos creyentes, que
jamás se avergüencen del Evangelio, porque es Poder de Dios especialmente para
todos aquellos que confiamos, creemos, leemos, guardamos y obedecemos fielmente
su palabra.
El YO SOY, está con nosotros día y
noche.
El YO SOY, está atento a todo lo que
hacemos, decimos, pensamos y actuamos.
Él GRAN YO SOY, es nuestro único Dios
verdadero.
Él
fue el DIOS de Abraham, el DIOS de Isaac y el DIOS de Jacob, y ahora es nuestro Dios también.
Solamente le
seguimos a Él, por medio de Jesús, su hijo que está sentado a su derecha y
pronto vendrá a juzgar a este mundo perverso y lleno de maldad.
Gracia
y Paz.
Pastor
y Administrador, Rogers Infante.
Bendiciones
a mis hermanos en la fe.