BIENVENIDOS

Gracia y Paz en Cristo Jesús, Amados, soy el Pr. Rogers Infante. Discípulo de la obra de Dios, Promotor y fundador de la Iglesia Cristiana Palabra y Amor. Doy gracias a Dios por la posibilidad que nos da, de poder llevar su evangelio por medio de la palabra escrita a todos sus hogares y sitio de trabajo. Con la intención de poder compartirlos con todos ustedes ya que está en evidencia la gran necesidad de contar con material netamente de evangelización, que sirviera para llegarles en forma de mensajes. Muchas almas han encontrado a Cristo, por este medio, cuyo fin, es que la "palabra de Dios corra y sea glorificada" (2 Ts 3:1). Amados, la venida de Nuestro Señor Jesucristo a buscar a su iglesia, esta cerca. Por tal motivo el enemigo de las almas, Satanás, aprovechará en este último tiempo para engañar a cuantos pueda en este mundo; lo cual la Biblia nos advierte que no ignoremos sus maquinaciones. (2Co.2:11). Vivimos una era de engaños, donde se predica un falso evangelio facilista y meramente emocional. Además de otras ciertas doctrinas ortodoxas de la cristiandad, debemos estar alertados de estos lobos rapaces disfrazados de ovejas y que por dentro son unos Anatemas que venden el evangelio de JESÚS, La doctrina del "arrepentimiento de pecados" es rara vez predicada como se debe. La salvación por gracia se ha desvirtuado y las perdiciones son basadas en discursos que tienen mucho de sensacionalismo, pero carentes de fundamento bíblico vital para la genuina conversión de las almas. (Heb.4:12).Por tal motivo es necesario, predicar un evangelio fiel a la Biblia. Tu testimonio personal y tu vida de consagración a los pies de Cristo, es el arma más poderosa, para llevar la palabra de Dios.

¡Que tu vida, y la mía, sean solo para LA GLORIA DE DIOS!

sábado, 28 de diciembre de 2019

¿SOY ESCLAVO O SOY LIBRE?


¿SOY ESCLAVO O SOY LIBRE?


"Señor, soy verdaderamente libre gracias a ti, a tu sangre derramada en la cruz del calvario. Hoy Señor lléname de tu Espíritu para comprender y vivir en la verdadera libertad que me has dado."
Busquemos en la palabra de Dios:
Gálatas 5:1-6 Por lo tanto, Cristo en verdad nos ha liberado. Ahora asegúrense de permanecer libres y no se esclavicen de nuevo a la ley.
¡Presten atención! Yo, Pablo, les digo lo siguiente: si dependen de la circuncisión para hacerse justos ante Dios, entonces Cristo no les servirá de nada. Lo repito: si pretenden lograr el favor de Dios mediante la circuncisión, entonces están obligados a obedecer cada una de las ordenanzas de la ley de Moisés. Pues, si ustedes pretenden hacerse justos ante Dios por cumplir la ley, ¡han quedado separados de Cristo! Han caído de la gracia de Dios. Pero los que vivimos por el Espíritu esperamos con anhelo recibir por la fe la justicia que Dios nos ha prometido. Pues, una vez que depositamos nuestra fe en Cristo Jesús, de nada sirve estar o no circuncidado. Lo importante es la fe que se expresa por medio del amor.
La esclavitud es estar encerrado en mis propios deseos, que ellos decidan mi vida y mi futuro; es estar dependiente de la tendencia, modas y comportamientos que el mundo nos ofrece, llevándonos a ser considerados como mercancía para llevar una vida superficial y vacía; es estar encadenado por las mentiras de Satanás o el maligno, que solo llevan a robar, matar y destruir mi vida y la de mi familia.

La libertad no consiste en hacer lo que a mi manera piense que está mejor, sino en ser obediente a Dios.
¿Parece duro cierto?
Si vivo sin Dios y sin sus principios puedo vivir haciendo lo que me parezca, pero seré esclavo de mis propios deseos, que cada vez querrán más alimento.

Si estamos exageradamente en fiestas y licor, cada vez desearemos más, y nada llenará el vacío de buscar en goces temporales, la paz y la llenura que solo produce la presencia de Dios.
En otras palabras terminaremos agotados, el cuerpo en algún momento nos pasará la cuenta de cobro por vivir en excesos, y otras consecuencias aún peores.

Sin embargo, tomar la libertad que cristo nos dio por medio de la cruz nos permite vivir verdaderamente libres, para hacer lo que es bueno, justo, santo.

Es decir: Tendremos paz y seguridad a pesar de las aflicciones de la vida de las cuales nadie está exento.
Tendremos éxito en todo lo que emprendamos, y nos gozaremos deleitándonos en Dios y las bendiciones que Él nos da.

Si vivimos esclavos de la carne por ejemplo, nos dejaremos llevar por la fornicación; las consecuencias son enfermedades, embarazos no deseados, tener una relación basada en el egoísmo, las peleas, infidelidad y otras cosas peores.

Pero si por el Espíritu de Dios hacemos morir las obras de la carne, tendremos gozo, paz y toda virtud que nos permitirá vivir constantes y tener éxito en todos nuestros asuntos.
Por esto y más, disfrutemos pues de la libertad con que Cristo no liberó y no volvamos nuevamente a estar esclavos en nuestros delitos.

Los deleites de este mundo conducen a las Tinieblas, pero la palabra de Dios puesta en práctica nos conduce a la Luz.

Mateo 5:13-16 »Ustedes son la sal de la tierra. ¿Pero para qué sirve la sal si ha perdido su sabor? ¿Pueden lograr que vuelva a ser salada? La descartarán y la pisotearán como algo que no tiene ningún valor. »Ustedes son la luz del mundo, como una ciudad en lo alto de una colina que no puede esconderse. Nadie enciende una lámpara y luego la pone debajo de una canasta. En cambio, la coloca en un lugar alto donde ilumina a todos los que están en la casa. De la misma manera, dejen que sus buenas acciones brillen a la vista de todos, para que todos alaben a su Padre celestial.

En un mundo sin esperanza, donde a lo bueno le llaman malo y a lo malo bueno, donde se ha perdido el liderazgo, y las personas visibles y famosas del mundo son aplaudidas por su mal comportamiento, por su liderazgo en contra de los valores cristianos y bíblicos, se requiere encender un foco de verdadera luz.
En otras palabras se requiere algo que resplandezca en medio de la más densa oscuridad.

Esa fuente de luz es Jesucristo brillando en el corazón de cada creyente verdadero y fiel.
Nosotros somos luz para nuestra familia.
Somos luz para el prójimo.
Somos luz para el mundo.

Si andamos con Jesús en nuestra vida lo que debemos hacer es encender el interruptor y que pase la luz admirable que habita en nosotros.

Pero cuando apagamos ese interruptor de luz, entonces andamos como anda el mundo.
Cuando apagamos ese interruptor, entonces el mundo nos arrastra con sus costumbres, deleites y tradiciones.

Cuando callamos el evangelio de la luz y cuando actuamos de manera diferente a los principios de la Biblia, nuestra vida será un total desorden.

Debemos estar conscientes que la luz de nuestra familia somos nosotros.
¿Dejaríamos a nuestra propia mamá o nuestros hijos en oscuridad, en nuestro hogar?
Claro que no.
Entonces encendamos el fuego de su Espíritu que habita en nosotros.
Actuando de forma diferente a como actúa el mundo.
Es decir: Iniciando por nuestra familia, que ellos puedan ver el amor de Cristo en nosotros.

Efesios 4:17-30 Con la autoridad del Señor digo lo siguiente: ya no vivan como los que no conocen a Dios,* porque ellos están irremediablemente confundidos. Tienen la mente llena de oscuridad; vagan lejos de la vida que Dios ofrece, porque cerraron la mente y endurecieron el corazón hacia él. Han perdido la vergüenza. Viven para los placeres sensuales y practican con gusto toda clase de impureza. Pero eso no es lo que ustedes aprendieron acerca de Cristo. Ya que han oído sobre Jesús y han conocido la verdad que procede de él, desháganse de su vieja naturaleza pecaminosa y de su antigua manera de vivir, que está corrompida por la sensualidad y el engaño. Y, en cambio, dejen que el Espíritu les renueve los pensamientos y las actitudes. Pónganse la nueva naturaleza, creada para ser a la semejanza de Dios, quien es verdaderamente justo y santo. Así que dejen de decir mentiras. Digamos siempre la verdad a todos porque nosotros somos miembros de un mismo cuerpo. Además, «no pequen al dejar que el enojo los controle»*. No permitan que el sol se ponga mientras siguen enojados, porque el enojo da lugar al diablo. Si eres ladrón, deja de robar. En cambio, usa tus manos en un buen trabajo digno y luego comparte generosamente con los que tienen necesidad. No empleen un lenguaje grosero ni ofensivo. Que todo lo que digan sea bueno y útil, a fin de que sus palabras resulten de estímulo para quienes las oigan. No entristezcan al Espíritu Santo de Dios con la forma en que viven. Recuerden que él los identificó como suyos,* y así les ha garantizado que serán salvos el día de la redención.

Cuando andamos en oscuridad tenemos el entendimiento entenebrecido.
Tenemos el entendimiento apagado.
La conciencia se nubla de tal manera que decimos “yo hago lo que quiera, no pasa nada”,

En otras palabras: Se busca la vanidad de nuestros sentidos, satisfacer placeres y adentrarnos al pecado.
Más si tomamos la enseñanza de Cristo, del redentor, somos libres, podemos y debemos andar en luz, dejando atrás al viejo hombre.

En otras palabras: No volviendo a actuar como actuábamos en el pasado cuando no conocíamos su verdad.

Iglesia, para andar en esta luz cambiemos nuestra forma de pensar.
Para andar en esta luz, quitémonos toda mentira de nuestro corazón, mente lengua.
Dicho de otra manera, seamos íntegros y honestos en todo lo que hacemos.

Cuidemos cada palabra que sale de nuestra boca.
Pensemos y hablamos lo que es puro y edificante para todos.

No es sólo un esfuerzo moral.
Si Él está en nosotros, por fe en su nombre, tenemos toda la capacidad de actuar conforme su Espíritu nos guíe.
Él nos da una motivación eterna y constante de siempre ir por el buen camino, y recordemos que ante toda tentación para tomar un mal camino, él nos da la salida y la fuerza para resistir.
Gracia y Paz
Pastor y administrador Rogers Infante
Que Dios derrame Bendiciones a mis hermanos en la fe.

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