Pastor Rogers Infante
Mr.10:17-24
Gracia y Paz para todos mis hermanos en el amor en cristo.
Una de las
controversias que se han suscitado dentro del mundo religioso, es si Dios tiene
figura o no tiene figura.
Aunque no lo podemos saber con
exactitud, lo cierto es que Dios, no se ha dado a conocer con figura alguna.
El mismo lo dice en Deuteronomio 4:15-19. Ni figura de hombre. Ni de animal
terrestre. Ni de animales alados. Ni de animales acuáticos. Ni de sol, luna, o
estrellas. Y dice el por que: “para
que no os corrompáis” El hombre lamentablemente no ha hecho caso de esto y se ha
convertido en idolatra, adorando lo que Dios dijo que no adorase. Pero no acaba
allí, Pablo habla de otra clase de idolatría en Colosenses 3:5 “Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros:
fornicación impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia que es
idolatría…”
La avaricia es idolatría según
estas palabras.
Es decir, el ansia, el apego
feroz y egoísta a los bienes materiales.
Esta clase de idolatría dice
Pablo que esta en el interior de la persona, en el corazón “Haced morir, pues, lo terrenal en
vosotros”
Este es un ejemplo de como puede
el hombre tener un corazón idolatra.
Por tanto trataremos esta
historia bajo el titulo: EL
HOMBRE DE CORAZON IDOLATRA.
Mat
19:16-30
Alguien se acercó a Jesús con la siguiente pregunta: —Maestro,* ¿qué buena
acción tengo que hacer para tener la vida eterna? 17 —¿Por qué me preguntas a mí sobre
lo que es bueno? —respondió Jesús —. Sólo hay Uno que es bueno. Pero, para
contestar a tu pregunta, si deseas recibir la vida eterna, cumple* los
mandamientos. 18 —¿Cuáles? —preguntó el hombre. Y
Jesús le contestó: —“No cometas asesinato; no cometas adulterio; no robes; no
des falso testimonio; 19 honra a tu padre y a tu madre; ama
a tu prójimo como a ti mismo”*. 20 —He obedecido todos esos
mandamientos —respondió el joven —. ¿Qué más debo hacer? 21 Jesús le dijo: —Si deseas ser
perfecto, anda, vende todas tus posesiones y entrega el dinero a los pobres, y
tendrás tesoro en el cielo. Después ven y sígueme. 22 Pero, cuando el joven escuchó lo
que Jesús le dijo, se fue triste porque tenía muchas posesiones. 23 Entonces Jesús dijo a sus
discípulos: «Les digo la verdad, es muy difícil que una persona rica entre en
el reino del cielo. 24 Lo repito: es más fácil que un
camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre en el reino de Dios». 25 Los discípulos quedaron atónitos.
—Entonces, ¿quién podrá ser salvo? —preguntaron. 26 Jesús los miró fijamente y dijo:
—Humanamente hablando es imposible, pero para Dios todo es posible. 27 Entonces Pedro le dijo: —Nosotros
hemos dejado todo para seguirte. ¿Qué recibiremos a cambio? 28 Jesús contestó: —Les aseguro que,
cuando el mundo se renueve* y el Hijo del Hombre* se siente sobre su trono
glorioso, ustedes, que han sido mis seguidores, también se sentarán en doce
tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. 29 Y todo el que haya dejado casas o
hermanos o hermanas o padre o madre o hijos o bienes por mi causa recibirá cien
veces más a cambio y heredará la vida eterna. 30 Pero muchos que ahora son los más
importantes, en ese día serán los menos importantes, y aquellos que ahora
parecen menos importantes, en ese día serán los más importantes.*
El nombre de esta persona que se
cruzo en el camino de Jesús no se menciona. Pero lo que si se menciona es su
condición. Este relato se encuentra en Mt.19:16-23; Lc.18:18-24 y
Mr.10:17-24
I). Su
Condición.
A. Era Joven. Mt 19:20,22
Era la época de la vitalidad, de
la agudeza, del vigor y la frescura.
La marca que lo caracteriza es la
energía.
Las arrugas y el pelo blanco
estaban a larga distancia de él.
Quizás era alto, delgado y con
gran carisma como todo joven.
B. Era Rico. Lc.18:23
¿Necesidad? ¿Hambre? No sabe
lo que es eso.
Nunca supo lo que es pasar pena
al decirle a otros que les prestaran para comer.
No sabe lo que es ponerse un
pantalón remendado. Vive de la misma manera que vuela: primera clase. Su dinero
esta bien invertido. Puede decir que su futuro esta asegurado.
C. Era Principal. Lc.18:18
Es difícil precisar de qué era
principal.
Unos dicen que probablemente era
un principal de la sinagoga local.
Otros un gobernante. Lo que es
cierto es que era un hombre con poder. Es la nueva generación. Para muchos él
era un modelo a seguir.
La mayoría de las señoras
Jerusalén que tenían hijas casaderas, lo querían como yerno.
Era un joven apuesto y de alta
alcurnia. En otras palabras era un buen partido.
Sabiendo por completo su condición, vamos ahora al asunto que
todos estamos esperando.
II). Su
Pregunta.
Con la pregunta Mostraba su
Necesidad.
Mr.10:17 dice: “Al salir el para seguir su camino, vino
uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le pregunto: Maestro bueno,
¿Qué haré para heredar la vida eterna?” Mateo
19:16 dice ¿Qué
bien haré para tener la vida eterna?
Este joven vino con prisa, con
urgencia y el acto de arrodillarse delante de Jesús declara que él tenía algún
conocimiento acerca de la persona de Jesús y le mostró alto respeto.
En una persona de su edad y
posición social, resulta sorprendente el interés que tiene sobre la vida
después de la muerte, porque normalmente el mundo tiende a enseñar que si una
persona tiene juventud, dinero y poder no tendrá necesidad de otras cosas.
Pero este no era su caso.
Él tenia una necesidad que
ninguna otra persona de influencia podía llenar y el dinero tampoco podía
cubrir.
Él posiblemente tenía una
necesidad espiritual.
Esto nos enseña que todos lo
seres humanos tenemos una necesidad espiritual.
Sean jóvenes, adultos, ricos,
pobres, todos en general tenemos una necesidad espiritual.
Con su Pregunta Mostraba su
Creencia de vida después de la muerte.
Al hacer esta pregunta hubo de
pensar antes que un día iba a morir. Te pregunto a ti.
¿Lo ha pensado usted? Él sabía que había algo más allá
de la muerte, y quería tener la seguridad de la vida eterna detrás de la
cortina de la muerte.
Si todo termina en la muerte como
algunos dicen, ¿Por qué se preocupaba este hombre de lo que fuera a pasar
después de la muerte?
Él sabía que el otro mundo es real.
La gente tiene miedo a morirse y
no por la muerte en si, sino por lo que pueda haber después de la muerte. Porque la gente no esta segura.
Con la Pregunta Mostraba su
Idea equivocada de buscar la vida.
Era bueno que buscara la vida
eterna. Pero no era el modo como la quería buscar.
¿Qué bien haré para
tener la vida eterna?
Su forma de expresar la pregunta
deja en claro su creencia errónea.
Piensa que puede conseguir vida
eterna de la misma manera que consigue las demás cosas: Con su
esfuerzo o con su dinero.
En otras palabras decía: “Que bien haré yo…” Este era
el concepto farisaico, de la justificación por
las obras, como pasaporte para la vida eterna.
Él pensaba en términos
terrenales: ¿Qué requisitos tengo que cumplir? ¿Cuánto dinero hay que
invertir? o ¿Cuántas millas tengo que cargar?
Cuantas personas piensan ganarse
el cielo con obras.
La vida eterna no se gana, se
recibe.
El dinero no puede comprar el
cielo.
Hay cosas que ninguna cantidad de
dinero puede comparar:
El dinero puede comprar medicinas,
pero no la salud.
El dinero puede comprar
una casa,
pero no un hogar.
El dinero puede comprar compañía,
pero no amigos.
El dinero puede comprar diversión,
pero no felicidad.
El dinero puede comprar comida,
pero no apetito.
El dinero puede comprar
una cama,
pero no el sueño.
El dinero puede comprar
un crucifico,
pero no un salvador.
El dinero puede comprar
una vida holgada,
pero no la vida eterna.
III).
Su Autoconfianza.
Él quiere tener la vida eterna
como propiedad.
En respuesta a la pregunta hecha
por el joven Jesús contesto: (Mt
19:17) “mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos”
Nótese que el joven habla de un “tener
la vida eterna” como
posesión.
Como algo que se suma a la lista de sus propiedades.
Pero Jesús esta hablando de un “entrar
en la vida”.
El cree que ha cumplido los
mandamientos.
El Joven pregunta: “¿Cuáles?” (Mt 19:18)
Como tomando un lápiz y una hoja
para apuntar la lista.
Quizás pensaba que Jesús le daría
nuevos mandamientos, que el aun no había llevado a cabo.
Hay dos cosas que me llaman mucho
la atención cuando Jesús da la lista de los mandamientos.
Primero. Que le
da la lista de mandamientos de la segunda tabla.
No mataras. Es decir, no te conviertas en asesino.
No adulteraras. Es decir, no toques mujer
extraña.
No hurtaras. Es decir, no cojas lo que no te pertenece.
No dirás falso testimonio. Es decir, no manches la
reputación de otros.
No defraudes. Es decir, no engañes a nadie.
(Que equivale a no codiciaras).
Esta palabra aparece solo en Marcos.
Honra a tu padre y a tu madre. Es decir, respeta de tus
padres la dignidad de sus canas.
Y Jesús agrega: “y, amaras a tu prójimo como a ti mismo” Es
decir, en la medida que te amas, usa esa medida con los demás.
Los Diez Mandamientos se
encuentra en Éxodo 20:1-17.
Cuatro de estos tienen que ver
con la relación vertical (divina) del hombre.
(1) No tendrás dioses ajenos delante de mí.
(2) No te harás imagen.
(3) No tomaras el Nombre de Jehová tu Dios en vano.
(4) Acuérdate del día de reposo para santificarlo.
Los otros seis tienen que ver con
la relación horizontal (humana)
del hombre.
(1) Honra a tu padre y a tu madre.
(2) No mataras.
(3) No cometerás adulterio.
(4) No hurtaras.
(5) No hablaras contra tu prójimo falso testimonio.
(6) No codiciaras.
La
segunda cosa que me llama la atención es que en la lista de mandamientos
de Éxodo 20:1-17 “honra a tu padre y a tu madre” es el 5to mandamiento y Jesús
lo pone al final en la lista que le da al joven.
¿Por
qué Jesús haría esto? ¿Se equivocaría? Ciertamente no.
Jesús
quería hacer hincapié en este mandamiento porque sabia que el joven andaba mal
en su relación con sus padres.
Quizás se
había hecho rico con su carrera y se avergonzaba de ellos.
Quizás
solo iba a verlos los días festivos. o Quizás para no ayudarlos decía lo que
muchos judíos decían y que Jesús les reprocho:
Es
Korbán. (Mt 15:1-6) Es decir
es ofrenda a Dios.
Y Jesús
le da el tiro de gracia a fin de hacerlo reaccionar “Y, amaras a tu prójimo como a ti mismo”.
Estos preceptos de conducta
llegaban hasta el mismo corazón de su problema.
No amaba a otros tanto como se
amaba a sí mismo.
Pero ¿Logró
Jesús algo? ¡No!
“Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué mas me falta?
(Mt 19:20) Fue su contestación. “Que mas hay que hacer, tu
solo di.”
Estaba confiado y se creía
justificado, pues según el los cumplía desde muy joven.
¿Puede alguien creer que hace
la voluntad de Dios y no ser verdad?
Muchos piensan que como no matan,
no engañan a sus esposas, no roban, no hablan de nadie, y ayudan en lo que
pueden a sus papas, ya merecen el cielo.
Ahora, algo digno de reconocer,
es que el esta consiente de que le falta algo para estar seguro de la vida
eterna.
IV). Su Desilusión.
Porque se enfrento al desafío de su vida. Jesús va directo al
grano.
“Si quieres ser perfecto, (Mt
19:21) Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los
pobres, y tendrás tesoro en el cielo, y ven, sígueme, tomando tu cruz” (Mr.10:21)
Jesús puso el dedo en la llaga.
Jesús como conoce el corazón,
sabe de qué pie cojeamos.
“Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía
muchas posesiones” (Mr.10:22)
El joven pierde su postura, rasca
su cabeza, baja su mira y se da la media vuelta.
Se enfrento al desafío de su
vida.
El cielo y las riquezas eran sus
alternativas.
Y el resultado manifestó a que
lado se inclinaba la balanza.
Se puso triste por no poder seguir a Cristo por un camino más
fácil.
Dentro de su carácter, quedaba un
defecto serio: el egoísmo.
¿Realmente había cumplido los
mandamientos?
¿Era verdad que amaba a su
prójimo como así mismo? Ciertamente
no.
“Poderoso caballero es don dinero” reza el
dicho.
Sus posesiones eran lo más
importante de toda su vida.
Constituían un ídolo y a ellas
les rendía la adoración y la devoción de su corazón.
Jesús dijo: Ninguno puede servir a dos señores; porque o
aborrecerá al uno y amara al otro, o estimara al uno y menospreciara al otro.
No podéis servir a Dios y a las riquezas” (Mt.6:24.) Griego Mamón)
Su tragedia era que amaba las
cosas más que a las personas, Se amaba mas así mismo de lo que amaba a otros y Amaba
más a dios dinero que a Jesús.
Este Joven pudo salvarse, pero no
quiso salvarse.
Y así hay muchas personas que
pueden pero no quieres salvarse.
Aquí estaba su cruz pero se
negaba a tomarla.
Iglesia, no era el dinero lo que
estorbaba al joven rico; era su autosuficiencia.
No eran las posesiones; era la
pompa.
No eran las grandes cantidades de
billetes; era su cabeza inflada.
No era el metal; sino su
confianza en el metal.
Jesús dijo: “¡Cuan difícil les es entrar en el reino de Dios, a
los que confían en las riquezas!” (Mr.10:24) Pero no solo a los ricos.
También a los pobres, a los
educados, a los ignorantes, a los incrédulos, a los religiosos.
Este joven es recordado no por lo
que hizo, sino por lo que no hizo.
No por lo que acepto, sino por lo que rechazo.
Fue el hombre que no quiso
pagar el precio.
Fue el hombre que se le hizo
caro la entrada al cielo.
Fue el hombre que hizo una
decisión fatal.
Fue el hombre que no quiso
colocar a Dios como el numero 1.
En su corazón era más grande el
dinero que su deseo de ir a la vida eterna.
Ahora yo les Pregunto:
¿Quien mora en el corazón de
usted?
¿Dios o las cosas materiales?
¿Quién habita en tu hogar?
Iglesia, Hemos hablado del hombre
de corazón idolatra.
Y hemos visto su condición, su
pregunta, su autoconfianza y su desilusión.
La pregunta que queda en el aire
es: ¿Quién es tu Dios?
El dios de este hombre fue el
dinero. ¿Cuál es el tuyo?
Quiero terminar leyendo
Mt.5:3 “Bienaventurados los
pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos”
No se equivoque hermano no esta
hablando de los pobres de dinero, pobres económicamente. Sino los pobres
espirituales.
Es decir, son aquellos que se han
declarado en banca rota espiritual y claman a Dios por liberación.
Son aquellos que reconocen que en
la alacena de su corazón no hay nada, esta vacía y se acercan a la cocina de Dios para pedir
alimentos.
Solo Dios puede suplir lo que le
hace falta al corazón. ¿Quién habita en tu corazón?
Gracia y Paz en Cristo Jesús.
Pr. Rogers Infante
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