BIENVENIDOS

Gracia y Paz en Cristo Jesús, Amados, soy el Pr. Rogers Infante. Discípulo de la obra de Dios, Promotor y fundador de la Iglesia Cristiana Palabra y Amor. Doy gracias a Dios por la posibilidad que nos da, de poder llevar su evangelio por medio de la palabra escrita a todos sus hogares y sitio de trabajo. Con la intención de poder compartirlos con todos ustedes ya que está en evidencia la gran necesidad de contar con material netamente de evangelización, que sirviera para llegarles en forma de mensajes. Muchas almas han encontrado a Cristo, por este medio, cuyo fin, es que la "palabra de Dios corra y sea glorificada" (2 Ts 3:1). Amados, la venida de Nuestro Señor Jesucristo a buscar a su iglesia, esta cerca. Por tal motivo el enemigo de las almas, Satanás, aprovechará en este último tiempo para engañar a cuantos pueda en este mundo; lo cual la Biblia nos advierte que no ignoremos sus maquinaciones. (2Co.2:11). Vivimos una era de engaños, donde se predica un falso evangelio facilista y meramente emocional. Además de otras ciertas doctrinas ortodoxas de la cristiandad, debemos estar alertados de estos lobos rapaces disfrazados de ovejas y que por dentro son unos Anatemas que venden el evangelio de JESÚS, La doctrina del "arrepentimiento de pecados" es rara vez predicada como se debe. La salvación por gracia se ha desvirtuado y las perdiciones son basadas en discursos que tienen mucho de sensacionalismo, pero carentes de fundamento bíblico vital para la genuina conversión de las almas. (Heb.4:12).Por tal motivo es necesario, predicar un evangelio fiel a la Biblia. Tu testimonio personal y tu vida de consagración a los pies de Cristo, es el arma más poderosa, para llevar la palabra de Dios.

¡Que tu vida, y la mía, sean solo para LA GLORIA DE DIOS!

miércoles, 5 de septiembre de 2012

ESTUDIO BÍBLICO A FILEMON

Pr. Rogers Infante
Gracia y Paz en cristo Jesús.
Bienvenidos, al estudio bíblico, hoy estudiaremos Filemón.
Y empezaremos diciendo que esta carta fue escrita por el apóstol Pablo a su amigo Filemón quien vivía en la ciudad de Colosas.
En esa ciudad estaba ubicada la casa de Filemón, y es allí donde hacían las reuniones los creyentes en esa ciudad.
Y debemos decir que es la misma Iglesia a la cual Pablo escribió la carta de Colosenses.
En los tiempos de los apóstoles las iglesias siempre estaban ubicadas en las casas de los creyentes.

Ambas, Colosenses y Filemón fueron escritas cuando Pablo estaba en la cárcel de Roma.
Pablo escribió las dos cartas al mismo tiempo y las mandó con Tíquico. (Colosenses 4:7-9).

Cuando Tíquico llevó estas cartas desde Roma a Colosas, un hombre llamado Onésimo lo acompañó.

El tema de la carta a Filemón era ese hombre.
Antes de poder entender la carta a Filemón debemos saber algunas cosas de Onésimo.
Él vivía en Colosas antes de irse a Roma.
Era un esclavo y su dueño era Filemón.
Se había escapado de su amo e ido a Roma.
Pensaba que nadie podría encontrarle si se iba a la gran ciudad, pero Dios en Su amor y misericordia lo llevó junto a Pablo y sus enseñanzas.
Fue entonces que se convirtió al cristianismo.

Aunque Onésimo ya era creyente, permanecía como un esclavo fugado que había robado dinero de su amo Filemón.
Onésimo sabía que debía regresar a su dueño, pero no sabía lo que Filemón diría o haría.
¿Lo mandaría a la cárcel o quizás lo mataría?
Pablo, sabiendo lo que Filemón podría hacer, escribió la carta pidiéndole que recibiera a Onésimo no solo como su esclavo sino ahora como su hermano en Cristo.
Pablo amaba a Onésimo tanto que pidió a Filemón que lo recibiera como si fuera él mismo.

Saludos
Pablo, prisionero de Jesucristo, y el hermano Timoteo, al amado Filemón, colaborador nuestro (Filemón 1)
En esta carta a Filemón, Pablo se refiere a sí mismo, solo como prisionero de Jesucristo;
No menciona que es un apóstol como solía hacerlo en las otras cartas.
Seguramente la razón era por la persona a quien escribía.

Muchas veces Pablo escribía a personas que estaban siendo engañadas y que ya no aceptaban sus enseñanzas; por eso les recordaba su apostolado.
Aunque, con Filemón, Pablo sabía que escribía a un hombre que lo tenía en alta estima.
Es importante notar la actitud de Pablo tocante a su encarcelamiento.

Aunque fue acusado falsamente y encarcelado, no tenía ni odio ni amargura, tampoco se lamentaba.
Pablo no se consideraba preso de ningún hombre, sino prisionero de Dios.
Su esperanza estaba en Dios solamente. (Salmo 62:5).

Vivimos en un mundo caído y pecaminoso.
Si caminamos en la carne, nuestro enfoque será en las circunstancias; si son buenas, estaremos felices, pero si son malas, estaremos enojados y desanimados.
Sin embargo, si caminamos en el Espíritu podremos mirar más allá de las circunstancias, hacia Cristo.

Y a la amada hermana Apia, y a Arquipo nuestro compañero de milicia, y a la iglesia que está en tu casa: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. (Filemón 2-3)

Apia pudo haber sido la esposa de Filemón y Arquipo probablemente era su hijo.
La Iglesia que se reunía en su casa era la de los Colosenses a quienes escribió la carta con ese nombre.
Como en todas las epístolas de Pablo, él desea que abunden la gracia y la paz en la vida de sus lectores.

Doy gracias a mi Dios, haciendo siempre memoria de ti en mis oraciones, porque oigo del amor y de la fe que tienes hacia el Señor Jesús, y para con todos los santos; para que la participación de tu fe sea eficaz en el conocimiento de todo el bien que está en vosotros por Cristo Jesús. Pues tenemos gran gozo y consolación en tu amor, porque por ti, oh hermano, han sido confortados los corazones de los santos. (Filemón 4-7)
Pablo escribe que daba gracias a Dios por la fe y el amor que era manifestado a través de la vida de Filemón.
La fe en la obra terminada de Cristo en la cruz había producido este fruto del Espíritu y amor.

Por fe, Filemón estaba caminando en el Espíritu y por eso Su fruto se manifestaba en su vida.
Pablo dijo: porque por ti, han sido confortados los corazones de los santos.
Pablo también dijo en el (v.6) que la participación de tu fe sea eficaz en el conocimiento de todo el bien que está en vosotros por Cristo Jesús.
Teniendo en cuenta que Pablo escribió en Rom.7:18: “En mi (esto es en mi carne) no mora el bien.”

Al reconocer y depender en la obra terminada de la cruz y todo lo que se nos ha dado en Cristo, Pablo dijo que la comunicación de nuestra fe será más efectiva.

Solo cuando, por fe, aceptamos y nos apropiamos de la co-crucifixión con Cristo, entonces podemos experimentar la liberación del dominio y control de nuestra carne y caminaremos en el Espíritu.

Lo más que caminamos en el Espíritu, lo más que seremos conformados a la imagen de Cristo.
Así comunicaremos mejor nuestra fe.
Notemos nuevamente el (v.7), Pablo dice que le daba mucho gozo oír del amor de Filemón hacia los otros hermanos.
Aun comentó que por él han sido confortados los corazones.
La vida de Cristo, se manifestó, de tal manera en él, que era como una fuente de agua fluyendo y refrescando a otros.

Le pide a Filemón que muestre amor a Onésimo
Por lo cual, aunque tengo mucha libertad en Cristo para mandarte lo que conviene, más bien te ruego por amor, siendo como soy, Pablo ya anciano, y ahora, además, prisionero de Jesucristo; te ruego por mi hijo Onésimo, a quien engendré en mis prisiones (Filemón 8-10)
Por su madurez en el Señor y el amor de Cristo manifestado a otros, Pablo le pide que haga igual con Onésimo y que lo acepte ya que ahora él era un creyente, nacido en la familia de Dios.

Pablo menciona que como un apóstol de Jesucristo, tenía la autoridad de ordenar a Filemón que acepte a Onésimo, pero más bien prefirió apelar a su amor por él.

Pablo llamó a Onésimo su hijo porque fue él quien le guio a los pies de Cristo.
Antes de que Onésimo se escapara, no era cristiano, pero Dios obró de tal manera que tuvo contacto con Pablo en la prisión de Roma y allí oyó el evangelio y creyó.

La vida de Pablo es un gran ejemplo para todos nosotros.
Estaba en la cárcel y su ministerio principal detenido. Pero como caminaba en el Espíritu, Dios llevó a él a otros con el propósito de que les compartiera su esperanza.

En nuestras vidas el obra de manera similar, mientras caminemos en el Espíritu Dios fielmente nos llevará a las personas con corazones hambrientos y necesitados de Su Palabra.

El cual en otro tiempo te fue inútil, pero ahora a ti y a mí nos es útil (Fil.11)
El nombre Onésimo literalmente significa próspero.
Antes de que Onésimo viniera a Cristo, era un esclavo inútil que se escapó.
Pero después de su conversión, Pablo estaba convencido que viviría para honrar su nombre y llegaría a ser útil a Filemón.

Este es un ejemplo maravilloso de la transformación que puede ocurrir en la persona cuya vida pertenece al Señor.

Antes de la salvación, estamos separados de Dios y somos sus enemigos. (Rom.5:6, 8, 10).
Somos como vasijas de barro rotas que no sirven sino para ser echadas a la basura.
Sin embargo, después de la conversión llegamos a ser hijos de Dios comprados con sangre; totalmente aceptados y restaurados a una unión con Dios Mismo.

Hemos recibido una nueva naturaleza, la misma vida de Cristo.
Ahora, por fe, Dios nos usa para manifestar su amor y vida, a un mundo caído y bajo maldición.
Pero si caminamos en la carne, continuaremos actuando y pareciéndonos a esas vasijas rotas inútiles, aunque ya somos hijos de Dios.

El cual vuelvo a enviarte; tú, pues, recíbele como a mí mismo. Yo quisiera retenerle conmigo, para que en lugar tuyo me sirviese en mis prisiones por el evangelio; pero nada quise hacer sin tu consentimiento, para que tu favor no fuese como de necesidad, sino voluntario. (Filemón 12-14)
Pablo estaba en la prisión, incapaz de ver por sus propias necesidades.
Así que Onésimo se convirtió en su siervo y fue de gran ayuda para él.
Pablo hubiera estado contento quedándose con Onésimo para que lo sirviera en lugar de Filemón, pero no hubiera sido correcto sin que Filemón le hubiera ofrecido.

Pablo es muy claro al decir que no quiso forzar a Filemón.
Quería que sea hecho con alegría y libertad.
Es similar en nuestras iglesias hoy.
Podemos poner a las personas bajo la ley y obligarlas a servir, dar, hacer algo, pero el resultado no será el fruto de la nueva vida interior.
Sin embargo, podemos enseñar a las personas a caminar en el Espíritu.
Y por ende las buenas obras se verán como resultado de la vida de Cristo en ellos.

Porque quizá para esto se apartó de ti por algún tiempo, para que le recibieses para siempre; no ya como esclavo, sino como más que esclavo, como hermano amado, mayormente para mí, pero cuánto más para ti, tanto en la carne como en el Señor. (Fil.15-16)
En la carne, la tentación para Filemón hubiera sido enfocarse en todo lo malo que Onésimo hizo.
Por eso Pablo dirigió la atención de Filemón hacia Dios y Su propósito.
Le ayudó a ver que la escapada de Onésimo fue para algo mucho más grande, para la vida eterna de quien era su esclavo.
Pablo recordó a Filemón que a su regreso recibía no a un mero esclavo, sino a un hermano en Cristo.

Así que, si me tienes por compañero, recíbele como a mí mismo. Y si en algo te dañó, o te debe, ponlo a mi cuenta. Yo Pablo lo escribo de mi mano, yo lo pagaré; por no decirte que aun tú mismo te me debes también. (Filemón 17-19)
Es interesante ver la profundidad del amor de Pablo hacia Onésimo y su deseo de que Filemón lo acepte.
Pablo agarró la pluma del que escribía la carta para él y escribió: Yo Pablo lo escribo de mi mano, yo lo pagaré.

El amor de Dios es inmenso. Al caminar en el Espíritu amaremos a otros de esa manera:
Y yo con el mayor placer gastaré lo mío, y aun yo mismo me gastaré del todo por amor de vuestras almas, aunque amándoos más, sea amado menos. (2 Corintios 12:15).
Pablo nuevamente dirige el enfoque de Filemón hacia las cosas de Dios al recordarle su propia deuda y que si no hubiera sido que Dios le mandó no tuviera la salvación.

Al pensar en nuestras propias vidas antes de ser salvos, obtenemos una perspectiva clara de la gracia de Dios y lo que tomó para hacernos Sus hijos.
Eso nos ayudará a cambiar nuestra actitud cuando vemos a aquellos que nos han hecho mal.

Sí, hermano, tenga yo algún provecho de ti en el Señor; conforta mi corazón en el Señor. Te he escrito confiando en tu obediencia, sabiendo que harás aun más de lo que te digo. (Filemón 20-21)

Pablo nuevamente urge a Filemón a que lo acepte y haga lo que le dice: Te he escrito confiando en tu obediencia, sabiendo que harás aun más de lo que te digo. Parece que Pablo tenía plena confianza de que Filemón libertaría a Onésimo.

En el v.16 dice: sino como más que esclavo, como hermano amado.
Pablo recalca a Filemón que la relación terrena con Onésimo de amo a esclavo es anulada por su nueva relación espiritual como hermanos en Cristo.

Palabras Finales
Prepárame también alojamiento; porque espero que por vuestras oraciones os seré concedido. Te saludan Epafras, mi compañero de prisiones por Cristo Jesús, Marcos, Aristarco, Demas y Lucas, mis colaboradores. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén. (Filemón 22-25)
Pablo pensaba que en algún momento sería libertado de la cárcel y planeaba visitar a Filemón y a la Iglesia de Colosas.

Si fue libertado efectivamente aunque poco después fue arrestado nuevamente y sacrificado.
A los otros a quienes menciona y pide a Filemón que los salude eran hombres que habían trabajado con Pablo por la causa del evangelio.

La Iglesia de Colosas había mandando a Epafras para que ayudara a Pablo.
Marcos era el joven que se regresó en unos de los viajes misioneros abandonando a Pablo y Bernabé.
Es obvio que el Señor hizo una gran obra en su vida ya que estaba en Colosas ministrando a la Iglesia.
Aristarco y Demas fueron otros hombres que trabajaron con él, enseñando y discipulado a los creyentes.
Lucas era uno de los que acompañó a Pablo en muchos de sus viajes.
Él es también el hombre a quien el Espíritu usó para escribir el evangelio de Lucas.
Gracia y Paz.
Pastor Rogers Infante

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