Libro Bíblico: Habacuc
Hab.2:4
»¡Mira a los orgullosos! Confían en sí mismos y sus vidas están torcidas.
Pero el justo vivirá por su fidelidad a Dios.*
«La palabra de Dios nos dice que el hombre del cual vamos
hablar hoy, no era un hombre centrado en sí mismo, y mucho menos preocupado
solamente por la comodidad y seguridad suya y de su familia.
Este hombre era un verdadero patriota, estaba profundamente
abatido por las condiciones morales y espirituales que le rodeaban. Amaba a su
nación, y sabía que, al continuar quebrantando las leyes de Dios, cada vez
estaba más cerca del precipicio de la destrucción.
Por esta causa, dos preguntas angustiosas brotaban de sus labios: “¿Hasta
cuándo?” y “¿Por qué?”»
¿Alguna vez han querido hacer algo que
tu hermano mayor hace, pero sus padres les han dicho que no pueden hacerlo? --- ¿Se han sentido tristes porque no podían hacer
lo mismo que sus hermanos mayores?
Vamos a hablar de un
hombre llamado Habacuc.
Habacuc parece un nombre chistoso, pero Habacuc era
un hombre que amaba a Dios.
Un día, Habacuc le dijo a Dios que estaba triste
porque el pueblo estaba teniendo problemas.
Hab 1:1 Este es el mensaje que el profeta
Habacuc recibió en una visión.
Hab 1:2 ¿Hasta cuándo debo pedir
ayuda, oh SEÑOR? ¡Pero tú no escuchas! «¡Hay violencia por todas partes!»,
clamo, pero tú no vienes a salvar.
Hab 1:3 ¿Tendré siempre que ver
estas maldades? ¿Por qué debo mirar tanta miseria? Dondequiera que mire, veo
destrucción y violencia. Estoy rodeado de gente que le encanta discutir y
pelear.
Hab 1:4 La ley se ha estancado y no
hay justicia en los tribunales. Los perversos suman más que los justos, de
manera que la justicia se ha corrompido.
¿Saben que le
respondió Dios?
Dios le
dijo a Habacuc que no se preocupará.
Dios le dijo
a Habacuc que Él iba a cuidar de él.
Dios le
hizo saber que lo amaba mucho.
Y Dios
cuidó de Habacuc.
De la misma manera Dios nos ama a nosotros también.
Y no solo nos ama, sino que Dios sabe, cuándo las
cosas se ponen difíciles para nosotros.
Dios te está diciendo hoy, por medio de su Poder de
lo Alto, que
No te preocupes.
Que todo cuanto el enemigo te la ha quitado, él te lo regresará.
A Dios le agrada cuando nosotros hablamos con Él acerca de nuestros
problemas y cuando oramos.
Dios promete siempre escuchar nuestras oraciones,
Y lo más importante también promete ayudarnos cuando
le pedimos ayuda.
Abecés somos testigos de muchas cosas injustas,
tanto para nosotros como para otros hermanos.
Y nos preguntamos:
¿Han visto
a alguien que ha hecho algo malo, y nadie los vio?
Pero
a ustedes los encontraron haciendo algo malo y los vieron. ¿Cómo se sintieron?
Vamos a ver como se sentido este gran hombre, Habacuc.
Seguramente usted ha
pensado que la vida es injusta
Posiblemente algunos de los que estamos aquí, hemos visto que la
gente mala recibe todo lo que quieren mientras ustedes hacen lo bueno y no
reciben nada?
Habacuc
habló con Dios acerca de eso mismo.
Y
hoy Dios hablara para ti, sobre la injusticia que ha venido ante ti.
Habacuc
no entendía porque la gente mala estaba recibiendo todo,
Mientras
el pueblo de Dios estaba batallando.
Habacuc pensaba y
observaba que todo era injusto.
Por eso, Él le
preguntó a Dios, ¿porque la gente mala no estaba siendo castigada?
Pero Dios
le respondió a Habacuc que él se encargaría del pecado de la gente en su
tiempo.
Hab
2:1 Subiré a mi torre de vigilancia y montaré guardia. Allí
esperaré hasta ver qué dice el SEÑOR y cómo responderá* a mi queja. (2)
Entonces el SEÑOR me dijo: «Escribe mi respuesta con claridad en tablas, para
que un corredor pueda llevar a otros el mensaje sin error. (3) Esta visión es
para un tiempo futuro. Describe el fin, y éste se cumplirá. Aunque parezca que
se demora en llegar, espera con paciencia, porque sin lugar a dudas sucederá.
No se tardará.
Hab.2:4
»¡Mira a los orgullosos! Confían en sí mismos y sus vidas están torcidas. Pero
el justo vivirá por su fidelidad a Dios.* (5) La riqueza* es traicionera y los
arrogantes nunca están tranquilos. Abren la boca tan grande como una tumba* y
como la muerte nunca están satisfechos. En su avaricia juntaron a muchas
naciones y devoraron a muchos pueblos. (6) »Pronto sus cautivos se burlarán de
ellos. Se mofarán, diciendo:
“¡Qué aflicción les espera,
ladrones! ¡Ahora tendrán su merecido! Se
hicieron ricos por medio de la extorsión, pero ¿cuánto tiempo puede durar
esto?”. (7) De repente tus deudores tomarán medidas. Se volverán en tu contra y
te quitarán todo lo que tienes, mientras que tú te quedarás temblando e
impotente. (8) Debido a que saqueaste a muchas naciones, ahora todos los
sobrevivientes te saquearán a ti. Cometiste asesinatos por toda la tierra y
llenaste los pueblos de violencia.
Hab 2:9 »¡Qué aflicción te espera a
ti que construyes mansiones con dinero deshonesto!
Crees que tu riqueza comprará seguridad y así pondrás el nido familiar fuera de
peligro. (10) Sin embargo, por causa de los asesinatos que cometiste,
deshonraste tu nombre y te costó la vida. (11) Hasta las piedras de los muros
gritan contra ti y las vigas de los techos le hacen eco a la queja.
Hab 2:12 »¡Qué aflicción te espera
a ti que construyes ciudades con el dinero adquirido mediante el crimen y la
corrupción! (13) ¿No ha prometido el SEÑOR de
los Ejércitos Celestiales que las riquezas de las naciones se convertirán en
cenizas? ¡Se esfuerzan mucho, pero todo es en vano!
Hab
2:14 Así como las aguas llenan el mar, la tierra se llenará del conocimiento de
la gloria del SEÑOR.
Hab 2:15 »¡Qué aflicción te espera
a ti que emborrachas a tus vecinos! Los obligas a beber
para regodearte de la vergüenza de su desnudez. (16) Sin embargo, pronto te llegará
el turno de ser deshonrado. ¡Ven, bebe y demuestra tu desnudez!* Bebe de la
copa del juicio del SEÑOR y toda tu gloria se convertirá en vergüenza.
Hab 2:17 Derribaste los bosques del
Líbano. Ahora serás derribado.
Destruiste los animales salvajes,
¡ahora el terror de ellos será el tuyo! Cometiste asesinatos
por toda la tierra y llenaste los pueblos de violencia.
Hab 2:18 »¿De qué sirve un ídolo
tallado por hombres o una imagen fundida que te engaña?
¡Qué necio es confiar en algo elaborado por tus propias manos, un dios que ni
siquiera puede hablar!
Hab
2:19 ¡Qué aflicción te espera a ti que les dices a ídolos de madera:
“Despierten y sálvennos!”. A imágenes de piedra, mudas, dices: “¡Levántense y
enséñennos!”. ¿Podrá un ídolo decirte qué hacer? Aunque estén recubiertos de
oro y plata, por dentro no tienen vida.
Hab
2:20 Pero el SEÑOR está en su santo templo. Que toda la tierra guarde silencio
delante de él».
Dios
sabía que la gente estaba haciendo lo malo,
Y
Dios sabe que en este tiempo el hombre malo recibirá su castigo por parte de
Dios.
---Dios los va a castigar duramente.
Dios
le dijo a Habacuc que otro pueblo los iba a invadir y a destruir.
Pero
en este tiempo, Dios mandara su ira, contra los perversos, inicuos e idolatras.
En
el capítulo 3, encontramos que Habacuc tenía miedo por lo que iba a suceder.
Dice
en el verso
16 que su corazón palpitaba
fuerte y sus labios temblaban.
Hab.3:16
»Al oír esto, me estremecí por dentro; mis labios temblaron de miedo. Se me
doblaron las piernas,* caí y temblé de terror. Esperaré en silencio el día
venidero cuando la catástrofe golpee al pueblo invasor.
Pero
Habacuc decidió confiar en Dios y poner absolutamente su esperanza en él.
Cuando
estamos presintiendo que nuestra vida corre peligro, debemos poner nuestra
esperanza en Dios.
Y
permitirle que sea el quien salga en pos de nosotros.
Habacuc
sabía que Dios le iba a ayudar, y que Dios iba a cuidar de él.
Así
mismo debemos pensar nosotros de Dios.
Debemos
tener plena seguridad y nunca jamás dudar de su ayuda y amor incondicional.
Habacuc
confiaba en Dios.
Él
estaba seguro que Dios cuidaría de él.
Él
puso toda su confianza y toda su esperanza en Dios.
Pero
nos hacemos la pregunta del millón: ¿Por qué le suceden
cosas buenas a la gente mala?
Iglesia
escuche bien,
Dios nunca
premia al malo, ni mucho menos a la persona injusta.
Lo
que pasa es que los malos o las personas injustas, creen recibir cosas buenas,
y creen que esas cosas provienen de Dios.
Pero
la realidad es otra, esas cosas que supuestamente parecen buenas, solo
provienen del maligno.
Y
son cosas temporales, son distracciones para que te alejes de Dios.
Satanás,
el padre de la mentira, Utiliza todas sus artimañas y artillerías con el
propósito de que todos crean que lo que reciben son cosas buenas, y así poder
mantenerlos donde están, perdidos e ignorantes.
Satanás
sabe engañar a los débiles, y
mientras estas personas adoran ídolos, y crean contiendas entre ellos, el los
premia, haciéndoles creer que sus oraciones o rezos falsos, son premiados por
el verdadero Dios, cuando todos sobemos que no es así.
De
esa manera las personas creen que están con el Dios verdadero.
Y
creen que lo que están haciendo es bueno.
Pero
hay una verdad que no se puede ocultar y que el hombre malo o la mujer mala, jamás
podrán recibir las cosas buenas de Dios.
Dios
solo bendice al que hace su voluntad.
Y
su voluntad es que le obedezcamos, y que aceptemos a su Hijo Jesucristo, como
nuestro salvador.
Todo
hijo espiritual de Dios tiene su esperanza puesta en su Padre celestial.
Y
todo hijo del diablo tiene su esperanza en lo carnal y material.
Dice la
palabra de Dios: —Yo
soy la resurrección y la vida.* El que cree en mí vivirá aun después de haber
muerto. (Jn.11:25)
Habacuc usó un
ejemplo para ayudarnos a recordar esto.
En
el capítulo 3 verso 19 nos compara a un venado.
Hab.3:19
¡El SEÑOR Soberano es mi fuerza! Él me da pie firme como al venado,* capaz de
pisar sobre las alturas».
Las
cabras y los venados pueden subir precipicios escarpados de montañas.
Pueden
caminar seguros sin estar en peligro.
Habacuc
decía que estamos en lugares peligrosos pero podemos confiar en Dios,
Él
nos guardará del peligro y nos mantendrá seguros.
No siempre podemos entender porque es que la gente mala recibe supuestamente
cosas buenas.
Pero
podemos recordar que Dios va a castigar a las personas que hacen el mal, tanto
de pensamientos como de obras.
En
Habacuc 1:13 dice que Dios es puro y no tolera el pecado.
Hab.1:13
Pero tú eres puro y no soportas ver la maldad. ¿Serás indiferente ante la traición
de ellos? ¿Guardarás silencio mientras los perversos se tragan a gente más
justa que ellos?
Dios
juzgará a esta gente y nosotros compadeceremos ante su tribunal de justicia.
Todos
vamos a compadecer ante el tribunal de cristo.
No
en el tribunal de María, ni mucho menos en el tribunal del papa.
La
palabra de dios dice bien claro: “Ante el tribunal de cristo” el único que intercede por nosotros.
2Cor.5:10
Pues todos tendremos que estar delante de Cristo para ser juzgados. Cada uno de
nosotros recibirá lo que merezca por lo bueno o lo malo que haya hecho mientras
estaba en este cuerpo terrenal.
Dios
es puro, limpio, y santo. Dios no permite nada sucio en su presencia.
Entonces
cabe la pregunta ¿Cómo podemos ir al cielo?
Dios
nos ama tanto que proveo la manera.
Dios
envió a su hijo, Jesús, y Él murió por nuestros pecados.
Es decir: Jesús tomo nuestro castigo.
Si
le pedimos perdón a Dios por nuestros pecados, Él nos limpia de todo pecado y
nos perdona inmediatamente.
Él
promete estar con nosotros para siempre. ¿Le gustaría invitar a Jesús a su corazón y a su vida?
En
su tiempo libre, dígale a su amigo, vecino, que Jesús prometió estar con
aquellos que le reciban.
Hable
con los niños de lo que significa tener un corazón limpio.
Enséñeles
a sus hijos, esposa, esposo, la palabra de Dios, en vez de otras cosas.
Solo
así podemos ser perdonados y agradecidos con Dios.
Todos
nosotros debemos ser agradecidos con lo poco o mucho que tenemos.
Agradézcale
a Dios si tenemos todo lo esencial en esta vida.
Para
bien o para mal, hay que ser agradecido.
1Tim.6:8
Así que, si tenemos suficiente alimento y ropa, estemos contentos.
Pero cuáles son esas cosa esenciales de la vida.
Principalmente,
la palabra de Dios, y la oración verdadera, pura y sin manchas.
Luego los alimentos, y las prendas de vestir deberían
ser motivos de agradecimiento también.
Nuestra salud y bienestar.
Deberíamos dar gracias por todo en la
vida.
1Ts.5:18
Sean agradecidos en toda circunstancia, pues ésta es la voluntad de Dios para
ustedes, los que pertenecen a Cristo Jesús.
Habacuc, Fue un profeta que prometió ser agradecido
en tiempos difíciles.
Él Amaba a Dios, lo bastante como para agradecerle
incluso en la adversidad.
Pero ¿Cómo se puede ser agradecido cuando las cosas son
difíciles?
Cuando la provisión de Dios cambia, agradezca que Él
no cambie.
En el (v.17) del Cap. 3 Habacuc
considera que perderán cosas importantes para la economía, tales como:
La higuera no florecerá en ningún lado.
No habrá fruto en las vides.
Los olivos no producirán absolutamente nada.
Los campos de labranza no darán cosechas, serán estériles.
El granado y las ovejas se perderán, morirán.
Pero a pesar de todo esto, este profeta dice que de
todas maneras estará agradecido aunque las condiciones económicas cambien.
Iglesia sea agradecido aunque su situación
económica cambie.
Sea agradecido, aunque su vida este
pasando por momentos difíciles.
Sea agradecido aunque otros, no lo sean
con usted.
El pueblo de Dios, Cambio en Egipto (7 años de escasez)
pero Dios estuvo allí.
Satanás toco la vida de Job (perdió sus riquezas)
pero Dios se las multiplico.
Todo puede cambiar debido a la pérdida de la salud o incluso
debido a las malas inversiones.
Pero debemos estar seguros que Dios nunca nos
abandonara. Amen.
Dios
no cambia, el que cambia es usted, por su forma de ser.
Me atrevo a decir, que usted cambia, es porque el
espíritu de Dios, NO esta en usted.
Mal.3:6
»Yo soy el SEÑOR y no cambio. Por eso ustedes, descendientes de Jacob, aún no
han sido destruidos.
Heb.13:8 Jesucristo es el mismo ayer, hoy y
siempre. --- por lo tanto, sea agradecido
Cuando esté sufriendo, agradezca por su salvación.
Hab.3:18
¡aun así me alegraré en el SEÑOR! ¡Me gozaré en el Dios de mi salvación!
Mientras estemos en esta vida, jamás estaremos sin problemas.
Todo en cuanto a nosotros es frágil, la vida en sí
misma es incierta.
Pero todo hijo de Dios sabe que la salvación
provee vida eterna.
Vida eterna prometida (Juan 3:16; 5:24; 1Jn.5:11-13)
Nunca te limites por lo que has pasado en estos pocos
años de lágrimas,
El cielo nos espera (Jn.14:1-6)
Iglesia escuche bien,
Lo mejor está todavía por venir (1Ped.1:3-4)
1Ped.1:3-4
Que toda la alabanza sea para Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo. Es
por su gran misericordia que hemos nacido de nuevo, porque Dios levantó a
Jesucristo de los muertos. Ahora vivimos con gran expectación (4) y tenemos una
herencia que no tiene precio, una herencia que está reservada en el cielo para
ustedes, pura y sin mancha, que no puede cambiar ni deteriorarse.
Cuando
estamos atravesando por pruebas podemos triunfar en Cristo.
Hab.3:19
¡El SEÑOR Soberano es mi fuerza! Él me da pie firme como al venado,* capaz de
pisar sobre las alturas».
El Señor es mi fortaleza (Sal. 17:1; Is. 40:31; Fil. 4:13)
El hará mis pies como los de gacela (ágiles y llenos de gracia)
El me hará andar en lugares más altos, Tierra más
alta.
Él es siempre suficiente para la ocasión (Jer.32:27) Amen.
Y ya para terminar queridos hermanos,
Quiero decirles que este pasaje contiene una de las
más hermosa muestras que se halla en la Biblia,
El Poder y
el amor de Dios, se revela a los creyentes.
La expresión es la de una mente que detesta las alegrías terrenales y que
se acostumbra a hallar la mayor realización de sus deseos en Dios.
Iglesia, nunca se le olvide dar gracias en todo (1Ts.5:18)
Debemos ser agradecidos porque hay un propósito en
nuestras dificultades.
Debemos ser agradecidos por las dificultades que no
hemos sufrido aun en nuestra vida.
Gracia y Paz
Pastor Rogers Infante.
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