Gracia y Paz para todos mis hermanos en la obra de Dios Padre y
de su Hijo Jesucristo, el Cordero inmolado que hoy se encuentra sentado a la
diestra del Todopoderoso.
Y que al sonar de la séptima trompeta vendrá a Juzgar a este mundo.
Juan 14:23 Jesús contestó: —Todos los que me aman
harán lo que yo diga. Mi Padre los amará, y vendremos para vivir con cada uno
de ellos.
Lucas 14:33 Así que no puedes convertirte en mi
discípulo sin dejar todo lo que posees.
Ninguna persona en este mundo, podrá ir con Dios a
donde Él está obrando, si no hay obediencia.
Para que Dios haga el trabajo que tiene que hacer, y
para que pueda obrar a través de nosotros, debemos someternos en obediencia
absoluta a Él.
La obediencia es la manifestación de
nuestro amor a Dios.
Jesús dijo en:
Juan 14:15 »Si me aman, obedezcan* mis
mandamientos.
Juan 14:24 El que no me ama no me obedece. Y
recuerden, mis palabras no son mías, lo que les hablo proviene del Padre, quien
me envió.
La
recompensa por nuestra obediencia y amor es que Él se nos revelará.
Si nosotros tenemos un problema en cuanto a nuestra
obediencia, tenemos de seguro, un problema de amor. ¡Si realmente
amamos a Dios, entonces debemos obedecer!
En otras
palabras, Aquellos que hacemos la voluntad de Dios, somos los
que podemos mantener esa relación de amor profunda con Él.
Y seremos
además los únicos calificados para hacer la obra junto con Él, como su
remanente.
Veamos tres aspectos muy importantes en cuanto a
la obediencia.
Primeramente
veremos la obediencia en los SIERVOS de DIOS
Los siervos de Dios hacen lo que Él les indica, y
deben obedecer incondicionalmente.
El siervo de
Dios no tiene alternativa de elegir si quiere obedecer o no.
Elegir no obedecer es una decisión de franca
rebeldía en contra de Dios.
Y una desobediencia como ésta acarreará serias
consecuencias a nuestra vida.
Es penoso ver como muchos, que se llaman “creyentes”
y “siervos de Dios”, se pasan la vida tan centrados en sí mismos, que todo el
tiempo están ocupados en sus propios propósitos.
Estos no se detienen a considerar lo que podría
significar para ellos la obediencia.
En Mateo 21:28-30 Jesús nos citó una parábola interesante en
torno a la obediencia. Le invito a leerla.
Mat 21:28-30 » ¿Pero qué piensan de lo siguiente? Un
hombre con dos hijos le dijo al mayor: “Hijo, ve a trabajar al viñedo hoy”. (29)
El hijo le respondió: “No, no iré”, pero más tarde cambió de idea y fue. (30)
Entonces el padre le dijo al otro hijo: “Ve tú”, y él le dijo: “Sí, señor,
iré”. Pero no fue.
Como vemos aquí, el primer hijo aunque dijo que no iría,
al final tomo la decisión de ir.
Este hijo a pesar de decirle a su padre que no iría,
fue.
En otras palabras dijo que no al principio, pero al
final obedeció; este hizo la voluntad de
su padre.
Lo que no hizo el segundo, aún había dicho que sí,
no fue.
Hoy en día son muchos los que se clasifican como
este segundo hijo.
En sus bocas sale el SI, pero en su corazón está el
NO.
Por eso es importante que obedezcamos lo que DIOS ya
nos ha ordenado.
Algunos desean que Dios les asigne una misión.
Se
comprometen a hacer lo que Él les pide, sea lo que fuere.
Pero cuando Dios considera sus vidas, observa que no
han sido obedientes en las cosas que ya les ha mandado hacer anteriormente,
entonces vienen las consecuencias.
Debemos
entender y tener bien claro, que Dios no podrá usar a una persona con estas
características,
Eclesiastés 5:5 Es mejor no decir nada
que hacer promesas y no cumplirlas.
Tenemos que aprender que las órdenes de Dios no
están dadas para que nosotros, elijamos de entre ellas las que deseamos
obedecer, y de esta manera olvidar las demás.
Él quiere que nuestra
relación de amor con Él, debe estar en obedecer todos sus mandamientos.
Cuando
Dios vea que somos fieles en lo poco, entonces nos utilizará en lo que es
mucho.
Es en lo poco donde vamos a
demostrar nuestra confiabilidad.
De lo
contrario Dios no nos podrá utilizar en la obra que desea hacer a través de
nosotros.
Es importante demostrar fidelidad en los
mandamientos que conocemos, para poder estar seguros que Dios obrara en
nosotros, por nuestra fidelidad ante él.
Dios siempre ha estado obrando en
nuestro mundo.
Él
está obrando ahora aquí donde estamos.
Dios siempre estará preparado para que nos
integremos con Él en una misión.
Él siempre tomará la iniciativa de venir a nosotros
para revelarnos lo que está haciendo o lo que está por hacer.
Unirse
a Él, demanda de nosotros ajustes fundamentales, a fin de que Él pueda llevar a
cabo su voluntad a través de nosotros.
Cuando sepamos lo que Dios ha dicho, sabremos lo que
está haciendo o está por hacer.
Y Cuando nos ajustamos a la vida de Dios, entonces
iniciaremos el plan perfecto de ser obedientes.
Ahora cuando empezamos a
obedecer verdaderamente, de inmediato, Él llevará a cabo su obra a través de nosotros.
Es decir que llegaremos a conocerlo más
íntimamente por medio de la experiencia vivida con Él.
Como segunda medida DIOS necesita que realmente le OBEDEZCAMOS
de palabra, mente y corazón.
Es decir: La obediencia es sumamente
importante.
Si
sabemos que Dios nos ama nunca debiéramos discutir una directriz impartida por Él.
Siempre debemos tener presente que cuando Dios nos
da órdenes, serán en todo el sentido de la palabra, correctas y para bien de
cada uno de nosotros.
Es por esta
causa que debemos saber que cuando Dios nos demanda algo para hacer, no lo hace
con el propósito de que lo consideremos, o para que lo discutamos en un debate,
o para que demos opiniones positivas o negativas sobre el asunto, sino
para que lo obedezcamos.
Notemos lo que nos dice
Moisés acerca de la obediencia sin lugar a discusión en Deut.28:1, 8, 15, 20.
Deuteronomio.28:1 »Si obedeces al SEÑOR tu Dios en todo y cumples cuidadosamente sus
mandatos que te entrego hoy, el SEÑOR tu Dios te pondrá por encima de todas las
demás naciones del mundo.
Deuteronomio.28:8 »El SEÑOR te asegurará
bendición en todo lo que hagas y llenará tus depósitos con granos. El SEÑOR tu
Dios te bendecirá en la tierra que te da.
Deuteronomio.28:15 »Pero si te niegas a escuchar
al SEÑOR tu Dios y no obedeces los mandatos y los decretos que te entrego hoy,
caerán sobre ti las siguientes maldiciones y te abrumarán:
Deuteronomio.28:20 »El propio SEÑOR te enviará
maldiciones, desorden y frustración en todo lo que hagas, hasta que por fin
quedes totalmente destruido por hacer lo malo y por abandonarme.
Iglesia el precio de la OBEDIENCIA será siempre
costosa.
La obediencia, no obstante, tiene un precio para
cada uno de nosotros y para aquellos que nos rodean y este precio es
generalmente alto para nosotros, pues Dios no va a pedirnos nada que no
apreciemos.
Nunca
podremos experimentar a Dios sin que nos sometamos a ajustar nuestra vida y a
obedecer.
El tener la disposición de
pagar el precio que sea para seguir la voluntad de Dios, es uno de los mayores
ajustes que deberemos hacer en nuestra vida.
Es precisamente aquí, donde
muchos que se consideraban discípulos de JESUS, se apartaron de él, para seguir
sus propias vidas mundanas.
Juan 6:66 A partir de ese
momento, muchos de sus discípulos se apartaron de él y lo abandonaron.
Es aquí donde muchas
iglesias no llegarán a conocer y experimentar el cumplimiento de los propósitos
de Dios a través de ellas.
Porque no están dispuestas a
pagar el precio de la obediencia.
Aquellos que están
dispuestos a pagar el precio y vivir en obediencia, experimentarán el poder y
la presencia de Dios obrando a través de ellos.
De allí que al ser OBEDIENTE nos llevara
a la oposición e incomprensión.
Cuando estamos obedeciendo la voluntad de Dios,
siempre aparecerán aquellos “creyentes” que con su aptitud negativa trataran de
conducirnos a una oposición e incomprensión negativa, con el propósito de no
obedecer la voluntad de Dios.
Pero en la palabra de Dios tenemos muchos ejemplos
de personajes que obedecieron la voz de Dios y le fueron fiel en todo.
Tales
casos lo encontramos en Noé, Elías, Daniel, María, Jesús, Esteban, el Apóstol
Pablo, etc.
Debido a la obediencia, el apóstol Pablo sufrió
mucho por la causa de JESUS, el Hijo de Dios.
La lista de sus castigos,
prisiones y peligros pareciera más de lo que una persona pudiese soportar.
Él concluyó una de sus
epístolas diciendo:
Gálatas 6:17 De ahora en adelante, que
nadie me cause problemas con esas cosas. Pues yo llevo, en mi cuerpo,
cicatrices que muestran que pertenezco a Jesús.
Como vemos aquí, la obediencia para el apóstol Pablo tuvo un
alto precio.
Y más que todo, lo colocó
muchas veces en situaciones donde los mismos que deseaban sacarse hasta sus
propios ojos para entregárselos al apóstol, se convirtieron en sus enemigos
porque Él, en un momento determinado les declaró la verdad de la Palabra de Dios.
Gálatas 4:15-16 ¿Dónde
ha ido a parar el espíritu de alegría y de gratitud que antes tenían? Estoy
seguro de que ustedes se hubieran arrancado los propios ojos para dármelos de
haber sido posible. (16) ¿Acaso ahora me
volví su enemigo porque les digo la verdad?
Esto
no desanimó a este siervo de Dios, sino que por el contrario lo retó a desear
más y más su galardón, Filipenses 3:10-12 Quiero conocer a Cristo y experimentar
el gran poder que lo levantó de los muertos. ¡Quiero sufrir con él y participar
de su muerte, (11) para poder experimentar, de una u otra manera, la
resurrección de los muertos! (12) No quiero decir que ya haya logrado estas
cosas ni que ya haya alcanzado la perfección. Pero sigo adelante a fin de hacer mía esa perfección para la cual Cristo
Jesús primeramente me hizo suyo.
Finalmente DIOS siempre ejecutara su obra a través de
los siervos obedientes.
Dios siempre ejecutara su obra a través de sus
siervos.
Aquellos que realmente nos hayamos sometido a Él, y
que hayamos experimentado todos los ajustes necesarios para que su obra sea
hecha a través de nosotros.
Recordemos que cuando Dios se propone hacer algo, la
misión que llevará a cabo será de bendición.
El
propósito que Dios tiene de actuar así es que nosotros y todos los que estén a
nuestro lado, lleguen a conocerle tal cual Él es.
Por esto, si nosotros tratamos de realizar la obra
con nuestras propias fuerzas, los demás
no llegarán a conocer de verdad a Dios.
Juan 3:21 Pero los que hacen lo correcto
se acercan a la luz, para que otros puedan ver que están haciendo lo que Dios
quiere.*
Por esto, los verdaderos siervos de Dios, nunca
buscarán tratar de hacer las obras de Dios separados de su poder, sino que por
el contrario, siempre buscarán que todos sepan que Dios es el que está obrando,
para que la gloria también sea siempre para Él.
Amada Iglesia, DIOS por nuestra obediencia nos llevara
a conocerle, y al mismo tiempo a que otros le conozcan por nuestra obediencia.
Esto es lo que Dios pretende cuando nos demanda que
obedezcamos.
Él desea que le conozcamos más íntimamente y que
otros le conozcan por medio de sus hechos portentosos ejecutados por Él a
través de sus siervos.
Recordemos
que Dios se revela a su pueblo por medio de lo que Él hace.
Cuando Él obra a través de nosotros para llevar a
cabo su propósito, nosotros llegaremos a conocerle por nuestra propia
experiencia.
Recordemos que cuando Dios hizo algo a través de una
o más personas obedientes, ellas llegaron a conocerlo de manera nueva y más
íntima.
Dios reveló a Moisés su nombre de manera personal en
la experiencia del monte Sinaí:
“YO
SOY EL QUE SOY”.
De la misma manera Jesús
declaró a sus discípulos lo que su NOMBRE significaba.
“YO SOY EL PAN DE VIDA” - Juan 6:35
“YO SOY LA LUZ DEL MUNDO” - Juan 8:12
“YO SOY LA PUERTA” - Juan 10:9
“YO SOY EL BUEN PASTOR” - Juan 10:11
“YO SOY LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA” - Juan
11:25
“YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA
VIDA” - Juan 14:6
“YO SOY LA VID VERDADERA” - Juan 15:1
En cada hecho realizado por Jesús ante sus discípulos,
se reveló con uno de estos nombres, para que recordasen y dieran a conocer a
los demás lo que Él significaba para todos aquellos que le siguen.
No es que estos sean nombres
de él, como lo aseguran algunas sectas trinitarias demoniacas.
Sino que Jesús, le dio a
conocer el significado de su nombre al mundo, para que de esa manera el mundo
lo buscara a él y enderezaran sus caminos.
En otras palabras: Dios está obrando, reconciliando
consigo mismo a un mundo perdido, a través de su Hijo Jesucristo.
Dios toma la iniciativa de invitarnos a
integrarnos a su misión.
Cuando le obedezcamos, Él llevará a cabo esta obra a
través de nosotros, de tal manera que nosotros y todos los que nos rodean,
sepamos que Dios es el que está obrando con todo su poder, para que le
conozcamos más plenamente.
Si
no has hecho de Jesús tu propia experiencia.
Si
no te das cuenta donde Dios está obrando.
Si
no estás siendo usado por Dios en estos momentos.
Es hora de que ores y revises tu vida y pidas a Dios
que te muestre donde Él obra.
De esa manera te someterás a Él, haciendo todo lo
que hemos visto que debe hacer.
En
otras palabras: Si usted desea experimentar a Dios, obedezca, y entonces verás
su gloria.
Dios anhela que nosotros le amemos y
que andemos en sus caminos, pero Él sabe que esto sólo lo lograrán aquellos que
son obedientes y saben que lo único que pueden buscar al lado de Él es ver su
gloria para dársela a conocer al mundo.
Déjenme terminar diciendo esto:
Amados
hermanos, Espero, que este mensaje, ninguno de nosotros deje de pasar por la
rica experiencia de conocer más profundamente a Dios y poder hacer de Él su
propia experiencia.
Debemos conocerle
tal como él es, y poder manifestar a todos su necesidad de conocerle más
íntimamente.
Dios les
bendiga.
Gracia y
Paz.
Pastor y
Administrador, Rogers Infante.
Bendiciones
a mis hermanos en la fe.
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