SIGO A LA META OBEDIENTEMENTE.
Gracia y Paz para todos mis hermanos en la obra de
Dios Padre y de su Hijo Jesucristo, el cordero inmolado que HOY está sentado a
la DIESTRA de su Padre el TODOPODEROSO.
Y que al sonar de la Séptima Trompeta vendrá a
Juzgar a este Mundo.
Apenas hacen tres días que
hemos entrado a un nuevo año.
Algunos seguramente
despidieron el año con licor y parrandas.
Otros seguramente se
reunieron con sus familiares en forma de celebración.
Mientras que otros
simplemente se acostaron a dormir esperando que el Señor nos bendiga con otro
día más de vida.
Posiblemente algunos
reflexionaron sobre las bendiciones que Dios ha derramado sobre nuestra vida durante
el año que paso.
Mientras que otros simplemente
menospreciaron, o simplemente no se dan cuenta de todo lo que Dios ha hecho en
su vida.
Yo estoy completamente seguro
que los hijos de Dios se dispusieron en oración antes de que terminara el año
2015.
Es decir que se guardaron
para hacer una oración clamando a Dios sobre lo que Dios tiene preparado para
sus hijos y por las bendiciones que llegaran en este año nuevo.
Desafortunadamente también
hubo personas que no se inclinaron ante Dios al finalizar el año, y mucho menos
le hicieron una oración con respeto, para despedir el año 2015.
Esto
sucede porque el hombre ha menospreciado lo que Dios ha hecho.
El
hombre no le ha dado importancia a las bendiciones que Dios ha derramado, o
simplemente ha escogido olvidar su palabra, paraqué de esa manera pueda darle
rienda suelta las tradiciones y pasiones de éste mundo.
Como siempre he dicho, no
somos perfectos.
Pero cada uno de nosotros
siempre tenemos algo que superar.
Es decir que siempre existirá
algo por lo cual debemos arrepentirnos.
Así que si al reflexionar en
este año que inicia, debemos analizar cada uno de nosotros, que lugar le hemos
y le estamos dando a Dios.
Si al reflexionamos sobre el
año que paso encontraremos seguramente que algunos creyentes, no le han dado a
Dios el lugar número uno en nuestra vida.
Y lo triste y lamentable es
que estos creyentes se molestan porque Dios se los hace saber.
Entonces la solución es que reconozcamos
que es hora de arrepentirnos.
Es hora
de dejar de menospreciar a Dios y todo lo que Él ha hecho, hace, y está
haciendo.
Este es el año y la hora de
someternos a Él, y dejar a un lado nuestra soberbia, excusas y peor aún, el
estar pretendiendo ser algo o alguien en lo cual Dios, no nos ha dado la
autoridad para ejercer.
Es
hora de arrepentirnos por el mal que hemos hecho conscientemente, como también
por lo que conscientemente hemos dejado de hacer.
Lo más bello acerca de un final es
que lo que le sigue siempre es un nuevo comienzo.
Recuerde usted que no existe
la noche sin el día.
Y no existe un año viejo sin
un año nuevo.
Hoy y precisamente para los
que estemos interesados debemos examinar toda nuestra vida con el propósito de
comprender que con cada nuevo día podemos tener un nuevo comienzo.
Filipenses
3:12-14 No quiero decir que ya haya logrado estas cosas ni que ya haya
alcanzado la perfección. Pero sigo adelante a fin de hacer mía esa perfección
para la cual Cristo Jesús primeramente me hizo suyo. (13) No, amados hermanos,
no lo he logrado,* pero me concentro
sólo en esto: olvido el pasado y fijo la mirada en lo que tengo por delante,
y así (14) avanzo hasta llegar al final de la carrera para recibir el premio celestial al cual Dios nos
llama por medio de Cristo Jesús.
Antes de proceder, hagamos un
breve repaso de historia para obtener un mejor entendimiento del mensaje que
Dios tiene para nosotros hoy.
Así que la pregunta que nos
debemos hacer es: ¿con qué intención o propósito escribió el apóstol Pablo
esta epístola a la iglesia en Filipo?
La razón o razones por la que
el apóstol redactó esta epístola fueron porque durante este momento en la
historia, ellos estaban sufriendo persecución.
Pero
los problemas que encaraba la iglesia no eran limitados a solo esto.
Digo esto porque los estudios
bíblicos claramente nos revelan que la iglesia de Filipo de cierta manera se
encontraba dividida, ya que existía discordia entre los miembros, y algunos
pretendían ser líderes sin serlos, es decir que la iglesia no estaba completamente
unida, debido a algunos creyentes que estaban haciendo su propia autonomía.
Así como en Filipo, Dios
tomara ajustes y medidas sobre estos.
Y como si todo esto no fuese
suficiente, la iglesia también estaba batallando contra falsos maestros, que
estaban tratando de introducir leyes y rituales propios del judaísmo, como
parte del plan de salvación.
Y el último detalle que
debemos conocer, es que la epístola a la iglesia en Filipo fue escrita por el
apóstol Pablo, mientras se encontraba bajo la custodia del emperador romano.
Los estudios bíblicos nos
revelan que Pablo estuvo bajo la custodia romana alrededor de dos años antes de
ser juzgado y ejecutado.
¿Por
qué les he mencionado estos detalles históricos?
La razón principal por la que
les he presentado estos detalles históricos es porque en ellos, encontramos la
perseverante actitud triunfadora que todo cristiano fiel debe, y tiene, que
desarrollar.
Ahora le pregunta del siglo
es, ¿cómo podemos desarrollar esta actitud?
Manteniéndonos fieles a Dios,
y alejarnos de los infieles.
Ya que sus comentarios no son
de ejemplos para nosotros, sino para el mundo.
En otras palabras sus
testimonios son falsos, ya que hablan pero no aplican.
Lo primero que encontramos en
los versículos que hemos leído en el día de hoy es que se nos dice: No quiero decir que ya haya logrado
estas cosas ni que ya haya alcanzado la perfección. Pero sigo adelante a fin de
hacer mía esa perfección para la cual Cristo Jesús primeramente me hizo suyo.
En
este pequeño versículo encontramos dos cosas extremadamente importantes.
Primero: Aquí vemos un acto de
humildad y sumisión a Dios.
Fíjense bien como dice el
apóstol aquí para que entiendan bien lo que les estoy diciendo; él dijo: No quiero decir que ya haya logrado
estas cosas ni que ya haya alcanzado la perfección
Y ahora quiero que notemos
bien de cerca que estamos hablando de una de las personas más importantes en el
cristianismo.
Después de todo, Pablo es el escritor principal del
Nuevo Testamento; él escribió trece de los veintisiete libros encontrados en el
Nuevo Testamento.
Pero a pesar de que Pablo fue
un gran hombre de fe y perseverancia, él reconoció que no había alcanzado la
perfección de Dios; y la realidad es que ninguno de nosotros alcanzaremos la
perfección de Dios mientras vivamos en este mundo haciendo la voluntad del
mundo y excusándonos a la de Dios.
Sin embargo, esto no quiere
decir que debemos o tenemos que rendirnos a la presión que vivir en este mundo
produce, sino que tenemos que resistir y nunca comprometer nuestra fe.
Dile a la persona que tienes a tu
lado:
No somos perfectos, pero me someto a
la voluntad perfecta de Dios, aunque pase lo que pase y digan lo que digan, me
someto a su voluntad perfecta siéndole fiel en todo.
Segundo: Aquí vemos un acto de
perseverancia.
Fíjense bien como dijo el
apóstol aquí en la segunda porción del versículo, para que entiendan bien lo
que les estoy diciendo:
pero me concentro sólo en esto:
olvido el pasado y fijo la mirada en lo que tengo por delante, y así (14) avanzo hasta llegar al
final de la carrera para recibir el
premio celestial al cual Dios nos llama por medio de Cristo Jesús.
Con esta pequeña porción del
versículo vemos que Pablo nos dice claramente, que tenemos que perseverar y
demostrar al mundo que somos verdaderos seguidores de Jesús.
En
otras palabras: Tenemos que desarrollar una
actitud triunfadora.
Como he dicho en numerosas
ocasiones, a pesar de que profesamos a Cristo, a pesar de que tratamos de
siempre hacer lo correcto, ninguno de nosotros somos perfecto o libres de
pecado.
Todos
aquí, sea conscientemente o inconscientemente hemos cometido errores, o le
hemos faltado a Dios.
¿Qué
tenemos que hacer?
Lo primero que tenemos que
hacer es reconocer nuestras faltas, y arrepentirnos de ellas.
Lo segundo que tenemos que
hacer es avanzar; y por muy difícil que se torne la situación, debemos serle
fieles a Dios en todo.
Solo así podemos obtener las
bendiciones y al mismo tiempo derrotar a Satanás y a sus falsas enseñanzas.
No
quiero decir que ya haya logrado estas cosas ni que ya haya alcanzado la
perfección. pero me concentro sólo en
esto: olvido el pasado y fijo la mirada en lo que tengo por delante, y así
(14) avanzo hasta llegar al final de la carrera para recibir el premio celestial al cual Dios nos
llama por medio de Cristo Jesús.
Aquí vemos nuevamente la
humildad y sumisión del apóstol Pablo, pero también encontramos lo que todo
cristiano tiene que hacer para desarrollar una actitud triunfadora.
¿Qué
tenemos que hacer?
El apóstol nos responde esta
pregunta claramente aquí cuando leemos:
Olvido el pasado y fijo la mirada
en lo que tengo por delante
Como he predicado en otras
ocasiones, unas de las tácticas preferidas de Satanás es acusar y criticar cada
palabra de Dios.
El diablo y su ejército de demonios no descansan en
tratar de hacer caer a los cristianos, y con frecuencia usa nuestro pasado, y
quizás nuestros propios sentimientos de inferioridad, para tratar de
descarriarnos de los caminos de Dios.
Estoy seguro que después de
entregarle nuestra vida a Jesucristo todos hemos escuchados frases como:
¿Te acuerdas cuando…? Sí, pero tu
eras… No me vengas a decir a mí que ahora… después de que nosotros… etc. etc.
Tenemos que reconocer estas
cosas por lo que son, acusaciones del diablo parar tratar de desviarnos de
nuestro camino.
Y cuando estos momentos
surjan tenemos que estar listos para contestar.
Es decir que tenemos que
decirle a ese diablo mentiroso, te reprendo Satanás y tú no tienes autoridad en
mi vida.
Tenga
la seguridad que esos demonios en ese mismo instante tendrán que salir huyendo.
Dile a la persona que tienes
a tu lado: reprende a Satanás de tu vida.
¿Qué
les estoy diciendo con todo esto que hemos cubierto?
Lo que les estoy diciendo es
que como fieles cristianos tenemos que rendirnos a Dios.
Como fieles cristianos
tenemos que permitir que el Espíritu Santo guie todos nuestros pasos,
pensamientos, y actitudes.
Como fieles cristianos
tenemos que dejar el pasado en su lugar, y nunca dejar de avanzar hacia la meta
suprema.
En
otras palabras: Siempre debemos permanecer en
la presencia de Dios.
Siéndole
fiel y respetar su voluntad.
Tenga la seguridad que si
usted actúa verdaderamente así: siempre obtendremos la
victoria.
Si queremos recibir las
bendiciones de Dios, entonces debemos hacer siempre su voluntad.
Nunca debemos bajar nuestra
defensa, ya que si hacemos esto resultaría en una destrucción total para
nuestra vida.
¿En
qué debemos concentrarnos para recibir las bendiciones de Dios?
Tenemos que concentrarnos en
la meta, y no en el pasado.
Tenemos que fijar nuestros
ojos en Cristo; mientras más enfoquemos nuestra atención en Cristo, más difícil
o imposible se le hará al enemigo descarriarnos.
Mientras
más nos enfoquemos en Cristo, más fortalecidos seremos, para que podamos pelear
esas batallas y vencer las tribulaciones que surgen, y obtener la victoria
total que Dios desea entregarnos.
Para
concluir.
Hemos comenzado un nuevo año,
pero como les dije al inicio, todo final significa un nuevo comienzo.
En
este inicio del año muchos creyentes hacen resoluciones y promesas que
raramente cumplen.
Pero les propongo en el día
de hoy que hagamos nuestras resoluciones verdaderamente comprometidos en la
gracia de Dios y de su hijo Jesús.
Seamos
verdaderos hijos de Dios.
Porque todo cristiano fiel ya
posee la fundación básica, y lo único que tenemos que hacer es edificar sobre
ella.
Fíjense
bien en lo que el apóstol también le dijo a los cristianos de la iglesia en Éfeso
para que entiendan bien lo que les digo.
En Efesios 4 encontramos que él les dijo, y le dice a todo
cristiano fiel de hoy:
Efesios
4:22-24 desháganse de su vieja naturaleza pecaminosa y de su antigua manera de
vivir, que está corrompida por la sensualidad y el engaño. (23) Y, en cambio,
dejen que el Espíritu les renueve los pensamientos y las actitudes. (24)
Pónganse la nueva naturaleza, creada para ser a la semejanza de Dios, quien es
verdaderamente justo y santo.
Esto aquí es algo que todo
cristiano fiel no simplemente conoce, sino que ha experimentado.
Una
vez que llegamos a Cristo, somos renovados, limpiados, y cambiados.
Todo
cristiano fiel fue cambiado cuando recibió a Cristo. Así que:
Determinemos en este nuevo año,
someternos a la voluntad de Dios, y no a la nuestra.
Determinemos en este nuevo año
humillarnos ante Dios, y roguemos que reine en nuestra vida.
Determinemos hoy que nunca
abandonaremos el campo de batalla, sino que avanzaremos con perseverancia.
Determinemos hoy que dejaremos el
pasado en su lugar, y que procederemos siempre hacia lo que está delante.
Determinemos hoy que no le
permitiremos al diablo desviarnos de la presencia de Dios, acusándonos de lo
que Dios nos ha perdonado.
Determinemos hoy que le daremos a
Dios la posición que Él merece en nuestra vida, sin excusas.
Determinemos hoy que Dios y solo
Dios tiene que ocupar la posición número uno en nuestra vida.
¿Quieres
obtener las bendiciones que Dios tiene para ti?
¿Quieres
obtener la victoria que Dios desea entregarte?
Entonces iniciemos este nuevo
año reconociendo que no somos perfectos.
Iniciemos este nuevo año con
responsabilidad y fidelidad ante Dios.
Un año termino, pero uno
nuevo a iniciado.
Tomemos esto como una
oportunidad de un nuevo comienzo para todo cristiano fiel.
Gracia y Paz.
Pastor y Administrador,
Rogers Infante.
Bendiciones a mis hermanos en la fe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario