CONFESION Y FE
Gracia y Paz para
todos mis hermanos en la obra de Dios Pare y de su Hijo Jesús.
Iglesia hay una
conexión directa, en lo que tú digas y lo que tú crees.
Cuando recibimos a
cristo en nuestro corazón, lo importante es que usted empieces a vivir y a
creer, la nueva vida de fe que cristo le ha dado.
La cual no es una norma, no es un concepto, ya que la fe es ver
lo que aún no se ha dado.
Ahora bien, cada uno de nosotros hablamos, lo que escuchamos y
creemos.
Por lo general lo
que repetimos muchas veces no lo creemos.
Pero lo que nos fluye dentro de cada uno de nosotros, es lo que realmente
creemos.
Es decir, si tu
estas lleno de una fe, usted va hablar de eso.
Pero si usted está
vacío y no tiene fe, entonces de nada te servirá orar.
Por cuanto todo lo
que diga, lo estarías diciendo, por decirlo simplemente.
En otras palabras
no estarías haciendo absolutamente nada con una vida como esa.
Job dejo: “Lo que temí, me vino” Porque el temor, es una clase de fe
negativa, pero es fe.
Cuando usted
tienes miedo de algo, o siente temor de algo que estás pensando, pero no lo ve,
tenga presente que eso le va a venir, porque lo está atrayendo, eso es fe. Negativa, pero es fe.
Y que es la Fe, es “La certeza de lo que espero”
Si usted está esperando algo malo, eso le va a venir.
Porque tu estas
creyendo, que eso malo te va a venir.
Y El temor, es el
resultado de tu fe negativa.
En otras palabras:
es lo malo.
Ahora,
mirémoslo de otra forma, pero al final es el mismo fin. Piense en esto.
Lo que usted desea
para otro, es lo que a usted le va a venir.
Si desea maldición
para otra persona, eso le vendrá a usted.
Si desea
bendiciones para otra persona, eso recibirá usted.
Mat
12:33 36»A
un árbol se le identifica por su fruto. Si el árbol es bueno, su fruto será
bueno. Si el árbol es malo, su fruto será malo. (34) ¡Camada de víboras! ¿Cómo
podrían hombres malvados como ustedes hablar de lo que es bueno y correcto? Pues lo que está en el corazón determina
lo que uno dice. (35) Una persona buena produce cosas buenas del tesoro
de su buen corazón, y una persona mala produce cosas malas del tesoro de su mal
corazón. (36) Y les digo lo siguiente: el día del juicio, tendrán que dar
cuenta de toda palabra inútil que hayan dicho.
En
el libro de Job, encontramos:
Job
15:5
Tus pecados le dicen a tu boca qué decir, y tus palabras se basan en el astuto
engaño. (6) Tu propia boca te condena, no yo; tus propios labios testifican
contra ti.
Por eso es
importante no maldecir.
Yo
deseo que usted tenga muchas bendiciones extras. Amen.
¿Cuántos de ustedes deseas bendiciones extras?
Dígale a su
hermano, Acepte
las bendiciones extras de Dios.
Porque la voluntad
de Dios: Es bendecirte, Es prosperarte, Es multiplicar lo que tienes, Es
engrandecerte, Es enriquecerte, Hacerte grande, Es hacerte feliz.
Esa es su voluntad
de Dios. ¡Aleluya!
Es imposible que usted
obtenga lo que declare, si no tiene fe verdadera.
Declare
cosas buenas para usted y su familia, le aseguro que las recibirás si tu fe es
verdadera.
Ahora es
importante que aprendamos a expresarnos bien delante de Dios.
Muchas veces la iglesia no sabe expresarse.
La iglesia esta aprendido
a: Orar, Ofrendar, Diezmar, pero no ha aprendido a expresarse y a sujetarse a
la voluntad de Dios.
Y hasta que usted no aprenda a Sujetarse a la voluntad de Dios, su
fe, no tendrá resultados.
Porque lo que creo yo lo expreso y lo vivo.
En
otras palabras, lo que yo creo es lo que estoy diciendo.
La confesión está
atada a lo que crees, quieras o no de la abundancia
del corazón habla la boca.
Tú no puedes oír
una predicación y luego hacer una serie de 30 minutos de confesión, y el resto
del día hablando contra lo que tú dijiste que creías, porque eso indica que tu no lo crees.
Usted pretendes creerlo, pero no lo crees, porque cuando tú lo
crees, fluye de ti y es algo que no tienes que forzar.
En otras palabras:
Usted
se sientas y expresa lo que usted es.
Usted
se paras y expresa lo que usted habla.
Usted
se acuesta y sueñas con eso, Porque tú crees
en eso. ¡Amen!
Cuando usted
cree algo, Usted lo hablas, Usted lo transpira, en otras
palabras Usted sudas fe.
Porque crees en eso,
y sabes que es una fe que nace de tu corazón.
Dile a tu hermano “Voy a reactivar
mi fe”.
Job temía, perder lo que tenía, y lo perdió.
Job temía que sus hijos se murieran, porque dice mi
biblia,
Job sacrificaba,
sacrificaba para santificar a sus hijos, en el temor.
NO en el hecho de
ir a arrepentirse delante de Dios, sino en el temor de que no le quitaran sus
hijos.
Porque sus hijos
no eran fáciles, eran un ato de hijos malcriados.
Que
lo que sabían era hacer fiestas y pecado.
Entonces Job, fue un
hombre muy correcto, temeroso de Dios, y apartado del mal,
Pero no tuvo coraje
para guiar a su familia al Dios que él seguía.
Por eso Dios tuvo
que irse al otro lado del mundo, a Ur de los
Caldeo, para reclutar a un
idolatra, pero que tenía coraje, me refiero a Abraham.
Abraham tenía
tanto coraje que un día se paró después que Dios le dijo: “Levántate y vete de tu tierra y de tu
parentela, a la tierra que yo te mostrare”
Y Abraham, se paró
y le dijo a su papá, y a su sobrino, “me voy de esta tierra por que Dios me hablo”
Una sola vez lo
dijo Dios y este hombre obedeció. Eso se llama fe y confianza
Abraham
tuvo coraje para dejarlo todo y seguir una visión que Dios le mostro.
Por eso cuando
alguien no tiene los pantalones para decir: Estoy
harto de esta vida, desde hoy haré la voluntad de Dios y me someteré a su obediencia.
Cuando un creyente
hace esto verdaderamente, Su fe y su confianza en Dios se incrementan.
Muchos creyentes
dicen: “Yo y mi casa seguiremos a Jehová”
¿Pero cuantos realmente lo están haciendo verdaderamente?
Mire, preste atención porque voy a decir algo que es verdad en este
tiempo.
Cuando una persona
está a punto de irse para el otro lado, por lo general intenta prender su fe.
Pero
desafortunadamente es tarde para activarla.
A la
gente se le despierta la fe cuando están casi del otro lado.
En su agonía y
desesperación creen en todo, porque saben que su tiempo ya termino.
Hasta ven al diablo. En
otras palabras: Ahí si creen en todo.
Job temía por el juicio de Dios, contra sus hijos, ya que estos
estaban haciendo lo que querían.
El
temía que
lo que tenía lo perdiera. Por eso lo perdió y
perdió a sus hijos.
Porque
el creyó eso.
En otras palabras creyó más en que lo iba a perder, que en el hecho de que
Dios, era Dios para sostenerlo.
Pero nunca maldijo el nombre de Dios.
Déjame decirte que hay creyentes que muchas veces camina por
temor y no por fe.
¿Temor a que?
Temor a que su Alma no se pierda en el infierno.
Temor a que me
vaya mal y me enferme.
Temor a esto y
mucho más.
En otras palabras no
es una dedicación, no es una consagración.
Es Miedo,
y así camina la mayoría de los creyentes.
Porque el diablo hace
caminar a la gente por miedo y Dios hace caminar a las personas por amor, Paz y Justicia. ¡Aleluya Gloria
a Dios!
Marcos
11:23-25
Les digo la verdad, ustedes pueden decir a esta montaña: “Levántate y échate al
mar”, y sucederá. Pero deben creer de verdad que ocurrirá y no tener ninguna
duda en el corazón. (24) Les digo,
ustedes pueden orar por cualquier cosa y, si creen que lo han recibido, será
suyo. (25) Pero, cuando estén orando, primero perdonen a todo aquel contra
quien guarden rencor, para que su Padre que está en el cielo también les
perdone a ustedes sus pecados.*
Diga conmigo: “Lo que mi boca diga, me será hecho”
Nadie escapa a esa
verdad Bíblica, Nadie.
Porque
las verdades bíblicas son para los creyentes.
Lo demás es pura filosofías.
La biblia dice: (24) …si creen que lo han recibido, será suyo.
Cuando el que NO cree hace algo, que no está según la biblia,
Este
llevara el tablazo que tiene que llevar.
Ahora, cuando uno que está
en Dios, hace lo que no está en Dios,
Lleva
el tablazo que también llevo el otro.
Porque son
verdades eternas.
Son leyes
espirituales.
La diferencia es
que los cristianos vivimos otras leyes que no viven los de afuera.
Un ejemplo. Para nosotros el pecado sigue siendo pecado, pero
tenemos una ley del espíritu y de la vida que no tienen los de afuera.
El de afuera peca y se
queda con el pecado.
El legalista peca y se
queda con el pecado.
Pero el que cree en la ley del espíritu de vida, puede arrepentirse
y restaurarse.
Porque hay otra
ley que esta sobre esa ley. “Me hago entender lo que digo”
Eso indica que la ley
de la confesión, funciona para todos.
Ahora, hay otra ley que
te dice que no coseche todo lo que dice tu boca, sino tu corazón.
Y debemos darle
gracias a Dios que hay leyes que aún son vigentes para nosotros, por la gracia.
Y sin la gracia, usted
y yo estuviéramos fritos.
Pero como cristiano debemos vivir bajo las leyes que estén en
armonía con la palabra de Dios.
En otras palabras: Debemos vivir en armonía con las leyes de
Dios, para poder tener el mayor benéfico de las promesas de Dios. ¡Amen!
Es decir: Debo alinearme con las promesas de Dios.
Tenga
presente que la mala confesión, es algo que te divorcia de las promesas de
Dios. ¡Aleluya!
Usted no puede hablar y pensar que va a recibir algo diferente,
a lo que usted dice.
Muchos piensan que
Porque vienen a la iglesia.
Porque dan Diezmo,
Porque dan ofrenda,
Porque tengan una
biblia bajo el brazo,
Porque tengan una
biblia abierta en la sala del famoso salmo 91 empolvado.
Muchos son los que
creen, que al hacer esto le va a ir bien en todo. No, no y no
Usted tiene que respetar una ley que es más poderosa.
La ley de la confesión, Es tan poderosa, que Jesús al pasar, vio una
higuera, la maldijo y al otro día estaba seca.
No solamente eso,
sino que Jesús dice,
Está bien, vamos a
organizarnos con eso de la confesión, iglesia.
Cualquiera que dijera al monte, quítate y échate al mar y no
dudare en su corazón, sino que creyere, lo que está diciendo, lo que diga, le
será echo. ¡Aleluya!
Es tan poderoso,
que Jesús les está enseñando a sus discípulos acerca de la confesión.
Y
les está diciendo que la confesión y la fe deben ir de la mano.
No puede haber un divorcio entre lo que tú crees y lo que tú dices,
porque no funciona así.
Si
tú estás creyendo, tú hablas por lo que crees.
Si tú NO estas
creyendo, tú vas hablar tu incredulidad, aunque este maquillado de fe.
¡Aleluya, Gloria a Dios!
La confesión es muy poderosa.
Usted quiere ver
algo en su vida, Empiece A confesarlo. A confesarlo .A confesarlo.
Ahora si usted
dice: ¿pero Pastor
Rogers, y si no lo creo?
Óigame, la fe viene por el oír.
Cuando usted confiesa, la fe oye lo que dice.
Cuando usted oye
lo que dice, usted cree lo que dice.
Cuando usted cree lo que dice, usted confiesa lo que dice.
Esto
se llama: Ciclo de fe.
Y se completa cuando tú lo crees y lo hablas.
Aunque
empieces hablándolo y luego creyéndolo,
Pero
se completa realmente cuando usted lo cree y lo habla.
Dile al que está a
tu lado: “Incrementa
tu fe”.
Porque te puede bendecir tanto, que podría decir este es mi
mejor tiempo, Gracias Señor.
Cuando usted tenga
una visión dígaselo al primero que llegue.
Esto es lo que voy hacer, Esto es lo que voy hacer, Esto es lo
que voy hacer.
Entre más personas
curiosas lo escuchen, más lo tengo que confesar.
Y entre más lo confiese, más lo voy creyendo.
Entonces llega un momento en que se cierra el ciclo.
Lo creo y lo
hablo, lo hablo y lo creo,
Lo creo y lo
hablo, lo hablo y lo creo.
Lo creo y lo
hablo, lo hablo y lo creo.
Cuando eso se
hace, Entonces lo que digas, te será hecho.
¡Alguien diga Amen!.
Marcos 11:12-13 A la mañana
siguiente, cuando salían de Betania, Jesús tuvo hambre. (13) Vio que, a cierta
distancia, había una higuera frondosa, así que se acercó para ver si encontraba
higos. Pero sólo tenía hojas porque aún no había comenzado la temporada de los
higos.
Ahora miren, “No era tiempo de higos” Que
culpa tenía la higuera.
Es como si yo
fuera hacia un árbol de Peras, a recoger Peras, en el tiempo que no hay Peras.
Y yo diga, “tengo hambre, tengo ganas de comerme una
Pera” y no es tiempo de Pera.
Pero de todos
modos yo voy al árbol de Pera y resulta que no hay Peras.
Ahora
mi intención no era comerme una Pera.
La intención de mi Señor Jesús, no era comerse el Higo.
La intención de Jesús, era de enseñarles una lección de
confesión a sus discípulos.
Así que como llego
a la higuera y como no había Higos, la maldijo, y se fue.
Así
que todos dijeron, que salada es esta Higuera.
Pero al otro día
pasando Jesús, por el mismo sitio, con sus discípulos, se dieron cuenta que
estaba seca.
Entonces
preguntaron, ¿Señor la higuera que maldijiste se secó?
Pero el respondió,
cálmense, esto no es nada, porque cualquiera que dijera al monte, (él estaba señalando un monte, aparentemente era el Monte
Horeb) yo no estaba allí, pero aparentemente era el
Monte Horeb, y Dijo: Cualquiera que
dijere a este Monte (lo estaba
señalando) Quítate y échate al mar, y no dudare en su corazón, sino que creyere en lo que
dice. Lo que diga te será
hecho.
Pero fíjate que ninguno de sus discípulos se atrevió a hacerlo.
Ninguno le dijo al
monte quítate y échate al mar, ni Pedro
que camino sobre el agua.
Nadie se ha
atrevido y resulta que Jesús lo demuestra, cuando le dice a la tormenta,
Shiiiiiiiii Cállate, y al Mar, Enmudece.
El Apóstol
Pedro lo único que atina a decir es: “Y quién es este que el Viento y el Mar le
obedece”
Era la confesión,
y Jesús enseño mucho sobre la confesión de fe, poderosamente.
Usted no puede estar pensando una cosa y pedir otra, porque
estaría provocando un divorcio de su confesión de fe.
Si usted corta el
ciclo de fe, no importando el tiempo o los años que usted tenga en el
evangelio. Usted seguirá siendo un evangélico Viejo y estancado, y no un
Evangélico exitoso lleno de fe y victoria.
Busque en su
Biblia, Proverbios 21:23 para que
usted lea conmigo esto.
Pro 21:23 El que guarda su boca y su lengua, Su alma guarda de angustias. (RV60)
Pro
21:23 Cuida tu lengua y mantén la boca cerrada, y no te meterás en problemas.
(NTV)
Muchos son los que
dicen: -Me voy a matar, me tropecé y casi me mato. Y fue un tropezón.
-Estoy que me muero de hambre. Y no hace
4 horas que comió.
-Alguien estornuda y de inmediato le dicen,
Usooo,
Ya esa es la
peste que tienes.
-Muchos comienzas un negocio y ya empiezas a decir:
bueno si es
que me va bien.
-Luego vienes a
la iglesia y recibes un mensaje de la voluntad de Dios, y usted Oró, dio una
ofrenda, y cuando llega a su casa dice: vamos a ver si
me va bien.
Iglesia, mire. Mejor sujétese porque esto no funciona
así.
Todo lo que usted
hizo ante el Señor, lo pisoteo, lo destruyo, y así no funciona
nada.
¿Porque? Porque usted no
aprendió el
Poder de fe. El poder de la confesión.
Pero en cualquiera
de los caso lo peor que puede hacer usted, es hablar contra usted mismo.
Dígale al que está a su lado: Eduque su boca.
Muchos
creyentes dicen groserías donde no lo vean, y Se cuida de decir groserías en
público,
Pero cuando
alguien las dice en seguida lo señalan. Y dice: que grosero, eso me enferma.
Esa expresión está hablando contra usted mismo.
La grosería es una
mala palabra y al decir: esto me enferma usted está acarreando enfermedad donde no la hay
para usted.
¡Me hago entender! ¡Aleluya!
En otras palabras, usted estaría
llamando la ruina, escases, fracaso, desánimo, y siempre va andar derrotado.
Porque declaró la fe negativa contra usted mismo.
Iglesia,
Declare palabras de bendición para usted y su familia constantemente.
Dele gracias a
Dios por todo, y diga: “siempre estoy
contento por todo esto que tengo”
Note
que usted no se está quejando, Usted está contento con lo que tiene.
Y dígale: “Gracias Señor por esto, estoy contento porque se, que lo
mejor está por llegar”.
Esa es la confesión de
fe que usted debe tener. ¡Amen!
Nunca
hable mal contra usted mismo y mucho menos contra su familia,
Porque usted lo
único que va a lograr es maldición, enfermedad y pobreza, contra usted y los
suyos. Y
todo esto sucede cuando no sabemos expresarnos.
Y el asunto de hablar y de aprender a confesar es tan serio que
Jesús lo enseño.
Y si Jesús lo enseño es porque es de vital importancia para
nuestra vida.
Dile a tu hermano,
Aprende a expresarte, porque lo que digas, te será hecho.
Si
usted va hablar porquería, mejor que no hable.
Cuando el Doctor
le dice a su paciente: lo siento pero usted está mal.
En ese preciso
momento el paciente ya fue embarazado por la muerte.
Porque empieza a
sentirse peor, le da el cachiflín que no le había dado y empieza a recaer.
Todo porque el doctor
le dijo que estaba mal.
Luego empieza a
imaginarse cosas y se las cree y peor aún lo confiesa con su boca.
Pero si usted
dice, Estoy sano, No moriré, Yo viviré y confesare las maravillas que Dios ha
hecho en mi vida. Por consiguiente usted tiene toda la autoridad para decirle
al doctor:
Mire yo no estoy negando lo que usted dice.
Pero lo que estoy creyendo ahora es en el Dios que yo creo, y
que estoy seguro que él me dará la salud y la victoria por medio de la fe que
tengo en su Hijo Jesús. Amen.
Lo que usted está haciendo es confesar a favor de su vida, y no
en contra.
Porque usted tiene
el poder de la confesión de fe en su vida. ¡Amen!
Porque lo que yo diga, me será hecho. Alguien cree en eso.
Acuérdese de los
problemas que se ha metido por abrir su boca. ¡Aleluya!
Mat 12:36-37 Y les digo lo
siguiente: el día del juicio, tendrán que dar cuenta de toda palabra inútil que
hayan dicho. (37) Las palabras que digas te absolverán o te condenarán».
Ahora, será que ustedes necesitan que yo les explique este
verso.
Por tus palabras serás justificado o por tus palabras eres
condenado.
Nunca dice allí,
que son las palabras de Jesús que te condenan, o son las palabras de Jesús que
te justifican.
Sino que son tus
propias palabras las que te justifican y son tus propias palabras las que te
condenan.
Ya
voy a terminar.
La mayoría de los problemas que tú tienes es por lo que tú has
dicho.
Creyentes y no
creyentes que les han abierto las puertas a las enfermedades, miserias, ruinas,
a la depresión, a la angustia, al fracaso, a la mentira y todo eso por las
palabras confesadas con una fe negativa.
Iglesia hablemos de
cosas buenas, cosas productivas, expresemos palabras de amor en todo tiempo y
reactivemos nuestra fe, para que de esa manera podamos tener las bendiciones
que Dios tiene para cada uno de nosotros.
De nosotros mismo depende que recibamos o no las bendiciones de
Dios.
Por eso debemos estar
siempre dispuestos a obedecer la palabra de Dios verdaderamente.
Solo
así podemos someternos y serle fiel a un Dios, que nos ha bendecido tanto en
este mundo.
Seamos realmente agradecido con Dios, por medio de su
hijo Jesús, el cual vive en nosotros.
Si le hemos
recibido verdaderamente, hagamos entonces la voluntad de Dios.
En obediencia y sin
excusas.
Gracia
y Paz
Pastor
y Administrador, Rogers Infante.
Bendiciones
a mis hermanos en la fe.
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