La Mujer.
Gracia y Paz para todos
mis hermanos en la obra de Dios Padre y de su Hijo Jesucristo, el cordero
inmolado que hoy se encuentra sentado a la diestra de su Padre, y que al sonar
de la séptima trompeta vendrá a juzgar a este mundo y su maldad.
La mujer es única y
singular, porque fue tomada del varón.
De acuerdo a nuestro
Fabricante, el hombre fue tomado de la tierra, pero
la mujer fue tomada del hombre.
1Co 11:8 Pues el primer hombre no
provino de ninguna mujer, sino que la primera mujer provino de un hombre.
Las implicaciones de
esto son impactantes y significantes.
Algo que ha sido
tomado de alguna otra cosa tiene los mismos componentes de aquellos de dónde se
deriva.
Adán no ignoraba quién
era la mujer.
Génesis 2:23 «¡Al fin! —Exclamó el
hombre—. ¡Esta es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Ella será llamada
“mujer” porque fue tomada del hombre».
En otras palabras: la
mujer es lo que ella es porque vino de lo que el hombre es.
Recuerda que el hombre
es espíritu, porque el hombre vino de Dios, quien es Espíritu.
Por lo tanto, la humanidad debe mantenerse con Dios para poder tener vida espiritual.
De la misma forma,
debido a que la mujer salió del hombre, ella necesita mantenerse conectada con
el hombre para poder vivir el tipo de vida para el cual fue creado.
Cualquier mujer que
decide que ella es una isla hacia sí misma, se va a convertir en un volcán en
muy poco tiempo.
Ahora el hombre no
puede olvidar el material del que ella fue hecha, es decir del mismo material
del cual él fue hecho.
Debido a esto, ella
debería ser valorada y amada por el hombre.
Efe 5:28 De la misma manera, el
marido debe amar a su esposa como ama a su propio cuerpo. Pues un hombre que
ama a su esposa en realidad demuestra que se ama a sí mismo. (29) Nadie odia su
propio cuerpo, sino que lo alimenta y lo cuida tal como Cristo lo hace por la
iglesia. (30) Y nosotros somos miembros de su cuerpo.
Pablo dijo que si
tú tienes buen cuidado de tu cuerpo, eso muestra que te amas a ti mismo.
Un esposo debe de amar
a su esposa tal como se ama a sí mismo, como su propio cuerpo.
Sin embargo,
frecuentemente fallamos al aplicar este principio en el matrimonio y en las
relaciones generales de los hombres y de las mujeres.
Los hombres y las
mujeres son de la misma esencia y, por lo tanto, deberían de amarse y
respetarse mutuamente.
Jesús reforzó este principio cuando Él dijo que uno de
los más grandes mandamientos es: “Ama a tu prójimo como
a ti mismo” (Mateo 19:19).
Si realmente
entendiéramos esta verdad, habría más paciencia, más entendimiento y más perdón
entre los hombres y las mujeres.
Veamos cual es la
Posición de la Mujer.
Todo el
capítulo de 1 Corintios 11 está
hablando acerca de autoridad.
Algunas gentes sienten
que Pablo está siendo un tanto machista cuando él hizo esta declaración
anterior.
Al contrario, él se estaba refiriendo a la creación
del hombre y de la mujer.
Él estaba haciendo una
distinción importante entre la posición espiritual de los hombres y de las mujeres,
y de la relación
hombre-mujer.
Al hacer esto, él usó
un ejemplo espiritual porque no quería que sus declaraciones fueran mal
interpretadas.
Pablo estaba diciendo:
“Miren, algunas de ustedes, mujeres, piensan que yo estoy tratando de hacerlas
menos o dicen que son inferiores.
Por lo tanto, para que
esto quede bien claro de mi parte permítanme explicarles la naturaleza de la
autoridad”.
En el vs.3, él dice: “Pero quiero que
sepáis que la cabeza de todo hombre es Cristo”.
Así que primeramente
vemos que el hombre tiene una cabeza ante la cual él es responsable.
El hombre esta y debe
estar obligatoriamente bajo la autoridad de Cristo Jesús.
El vs.3 continúa
diciendo: “la
cabeza de la mujer es el hombre, y la cabeza de Cristo es Dios”.
La mujer también tiene
una cabeza. Ella es responsable ante el hombre.
El versículo concluye
diciendo: “Y
la cabeza de Cristo es Dios”.
Pablo estaba expresando esta idea.
Ahora si
alguna mujer piensa que no debe, y que no le gusta estar bajo la autoridad de
alguien, esa mujer tendrá que decirle a Jesús que se mueva de estar bajo la
autoridad del Padre.
Hasta en tanto tú no
seas mejor que Jesús, la mejor cosa que puedes hacer es
mantenerte bajo tu autoridad“.
Una mujer puede ser
más inteligente, tener más educación, trabajar en un empleo de más categoría, o
hacer más dinero que un hombre.
Pero para que el hombre
cumpla su función, ella necesita someterse a él.
La sumisión es un acto
de la voluntad, una decisión.
Una mujer debe
someterse a un hombre, no porque el hombre lo dice, y no porque la sociedad lo
dice, sino debido a su propósito.
En esta manera, ella le permite a su esposo ser un líder.
Hay un espíritu maligno por
todo el mundo hoy en día, por medio del cual nadie quiere estar bajo la
autoridad de nadie.
Este espíritu satánico es el que está intentando controlar nuestra
sociedad.
Pero Jesús mismo nos dio
nuestro modelo de autoridad y sumisión cuando Él se sometió a Su Padre
Filipenses 2:5-9 Tengan la misma actitud que tuvo
Cristo Jesús. (6) Aunque era Dios,* no
consideró que el ser igual a Dios fuera algo a lo cual aferrarse. (7) En
cambio, renunció a sus privilegios divinos;* adoptó la humilde posición de un
esclavo* y nació como un ser humano. Cuando apareció en forma de hombre,* (8)
se humilló a sí mismo en obediencia a Dios y murió en una cruz como morían los
criminales. (9) Por lo tanto, Dios lo elevó al lugar de máximo honor y le dio
el nombre que está por encima de todos los demás nombres.
Pablo utiliza el ejemplo de Cristo
para reforzar su apelación al desinterés.
Al igual que Cristo dejó la gloria
celestial para bajar a la tierra y morir, debemos estar dispuestos a mirar más allá
de nuestros propios intereses por el bien de los demás
Ahora tengamos muy en
cuenta que una mujer es singular y única, porque Dios la colocó específicamente
en el Jardín del Edén junto con el hombre.
En Génesis 3:8 leemos
que Dios se paseaba en el Jardín del Edén, en la frescura del día para
encontrarse con Adán y Eva.
El Jardín del Edén representa la relación del hombre con Dios,
el lugar de comunión.
Por consiguiente usted
no puedes ser el tipo de mujer que estás destinada a ser, si estás apartada de
Dios, de la misma manera
que un hombre no puede ser lo que está destinado a ser, si está alejado de
Dios.
Cualquier mujer que no
tiene relación con el Señor es una mujer peligrosa, de la misma manera que un
hombre que no tiene relación con el Señor es peligroso.
En otras palabras,
cuando hacemos nuestra propia voluntad, y no somos obedientes ante un Dios
supremo y fiel, nos convertimos en seres peligrosos para la obra de Dios, y
Dios se aleja de nosotros por nuestra terquedad y desobediencia.
Tú puedes ser aquello
para lo cual fuiste creado, y tú puedes cumplir con el propósito para el cual
fuiste creado, solo hasta en tanto tú te mantengas en el jardín de la comunión
con Dios, en fidelidad y obediencia.
Una mujer no puede llegar a ser lo que Dios tenía como
intención para ella, a
menos que ella esté llena con el Espíritu Santo, se
someta a la Palabra de Dios, y comience a seguir la guía por medio del Espíritu
para poder ser obediente ante todo.
Muchas de las mujeres
de hoy en día no están viviendo vidas consagradas al Señor.
Es decir que estas
mujeres no
están en el jardín; ellas están en el desierto.
Y tristemente muchos hombres se encuentran en la misma condición.
¿Recuerdas
lo que sucedió cuando Adán y Eva se rebelaron en contra de Dios?
¿Qué hizo
Dios? Los sacó del Jardín del Edén.
Un jardín es un lugar
preparado y adornado específicamente.
Fuera del jardín está el desierto.
Las gentes del
desierto son salvajes, ellos se devoran los unos a los otros.
Dios quiere que seamos transformados por medio de la
renovación de nuestra mente y que nos mantengamos fuera del desierto.
Romanos 12:2 No imiten las
conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los
transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces
aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena,
agradable y perfecta.
Usted no puedes sólo
leer revistas populares para mujeres o ver programas de entrevistas en la
televisión y luego esperar que vayas a tener revelación de parte de Dios.
Este tipo de recursos normalmente te dirigen más y más
profundamente dentro del desierto.
En otras palabras si actuamos así, lo que estamos
logrando es dirigirnos hacia la perversión y la depravación del mundo.
Tengamos muy presente
que la mentalidad de la mujer del desierto es:
“Yo no necesito a nadie más. Yo lo voy a hacer por mí
misma. A mí no me importa lo que digan los demás; yo no necesito a ningún
hombre”.
Dios dice que ese estilo pertenece al estilo de hablar
del desierto.
Hoy más que nunca necesitamos
estar en relación con Dios, y de esa manera podemos saber quién es nuestra
cabeza y como debemos comportarnos ante Dios en obediencia y fidelidad. Solo así podemos
llegar a ser aquello para lo cual fuimos creados.
Iglesia entremos al plan
perfecto que Dios tiene para cada uno de nosotros.
Dios quiere que tú regreses a
trabajar en él.
Él quiere
guiarte por su Poder de lo Alto, para llevarte al Jardín del Edén, solo así
podemos estar en la perfecta comunión con Él.
Si dejas que su Poder de lo Alto te
guie, entonces usted será capaz de experimentar su plenitud, tanto como un ser espiritual
que fue creado a la imagen de Dios, como una mujer o un hombre, creado para los
buenos propósitos de Dios..
En usted está la decisión.
Y esta decisión deberás hacerla
realidad desde ahora y por siempre.
Recuerda que usted es una buena idea
de Dios, y eres Su creación única y singular.
Tenga muy presente que Satanás está
constantemente buscando la manera de no integrarnos en la presencia de Dios.
Toda excusa y desanimo es parte del
plan siniestro del maligno.
Pero si andamos en la luz, porque Dios es luz,
entonces tendremos comunión con Dios y Jesucristo su Hijo.
Gracia y Paz.
Pastor y Administrador, Rogers
Infante.
Bendiciones a todos mis hermanos en
la obra de Dios Padre y de su Hijo Jesús.
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