PENSAMIENTOS, INTRIGAS O MAQUINACIONES.
Gracia y Paz para todos
mis hermanos en la obra de Dios Padre y de su Hijo Jesucristo, el cordero
inmolado que hoy se encuentra sentado a la diestra de su Padre, y que al sonar
de la séptima trompeta vendrá a juzgar a este mundo y su maldad.
Jeremías.
6:19
Oye, tierra: He aquí yo traigo mal sobre este pueblo, el fruto de sus pensamientos; porque no
escuchar
on mis palabras, y aborrecieron mi ley. (RV60)
Jeremías.
6:19 ¡Escucha, toda la tierra! Traeré
desastre sobre mi pueblo. Es el fruto de sus propias intrigas, porque se niegan a escucharme; han rechazado mi
palabra. (NTV)
Jeremías.6:19 Escucha, tierra: Traigo sobre este pueblo una
desgracia, fruto de sus maquinaciones, porque no prestaron atención a mis
palabras, sino que rechazaron mi
enseñanza. /NVI)
Miremos
cómo declara Dios que castigaría a Israel, no sólo por sus actos de pecado
manifiestos y escandalosos, sino que traería terribles castigos sobre la nación
por sus pensamientos.
Esto para nuestros días actuales, lo debemos considerar como una
gran advertencia, llena de instrucción para nosotros.
Casi
se ha convertido en un proverbio la expresión: “el pensamiento es libre.”
Si esto es
verdadero o falso, depende de la esfera en la que el pensamiento se mueva.
Es
verdad en el sentido de que el pensamiento es libre frente a los hombres, ya
que ninguno de nosotros puede juzgar los pensamientos de su hermano, ni tenemos
ningún derecho de intentar esa tarea.
El
pensamiento debe ser libre, y debe ser reconocido, con la ayuda de Dios, como
perfectamente libre entre hombre y mujeres.
El
pensamiento, en ese sentido, es libre por derecho natural.
Pero evidentemente hay otro
aspecto involucrado en esta misma cuestión.
Cuando vemos la palabra de Dios, encontramos que el pensamiento no
es libre delante de Dios.
Todo
cuanto somos, incluyendo nuestra propia alma pertenece a Dios, el Todopoderoso.
Dios es el único que tiene
autoridad sobre el alma y el espíritu.
Puede
demostrarse muy claramente que el pensamiento no es libre en este sentido, pues
algunos de los mandamientos de Dios,
contenidos se relacionan particularmente con el pensamiento.
Además,
de acuerdo a lo que leemos en el Salmos 139, sabemos
que Dios nos ha dicho que Él vigila constantemente nuestros pensamientos.
Él los conoce antes de que sean conocidos por nosotros:
Ahora,
También vemos que está registrado que Dios no sólo pone a la ley a trabajar
sobre nuestros pensamientos, y que está atento a nuestros pensamientos, sino
que Él está enojado por causa de los malos pensamientos.
Gén.6:5-6 El SEÑOR vio la magnitud
de la maldad humana en la tierra y que todo
lo que la gente pensaba o imaginaba era siempre y totalmente malo. (6)
Entonces el SEÑOR lamentó haber creado al ser humano y haberlo puesto sobre la
tierra. Se le partió el corazón.
Aquellos
cuyos corazones no son rectos para con Dios.
Aquellos
cuyos corazones se han mofado de Dios en todo los aspectos.
Podrían
burlarse de la idea de las malas consecuencias derivadas de lo que simplemente
repasan en sus mentes; pero si tuvieran un tierno corazón, si Dios se hubiese
agradado en quitar las callosidades y las duras membranas de su conciencia, y
en hacerla sensitiva, dirían de inmediato: “¡Oh, salva a mi alma de pensamientos
ruines y perversos!”
Que
los pensamientos son de suma importancia puede inferirse, de igual manera, del
hecho de que Dios los hace aquí la base para castigar a su pueblo.
Él
habla de “el fruto de sus pensamientos.”
El
pensamiento, en sí mismo, tal vez no sea algo muy grande, pero, ¿En qué terminara
ese pensamiento?
Podría
ser incluso algo muy pequeño, pero, ¿cuál será su fin?
Los pensamientos del mal son, en sí mismos, malos pensamientos.
Apreciados
hermanos, cuando más pensemos en el pecado y sus consecuencias fatales, y nos
familiaricemos con él, estoy completamente seguro que más lo aborreceremos,
para consagrarnos más a Dios, en obediencia y fidelidad.
Dicho de otra manera, los malos pensamientos son
los huevos del pecado.
Es decir:
Son el embrión
del que brota el pecado.
Es el fermento del que
procede toda forma de iniquidad.
Los malos pensamientos son
semejantes a estas cosas.
Son las selvas
en las que los monstruos del pecado crecen y engordan.
Los
pensamientos de pecado son los oscuros bosques que albergan todo tipo de males.
Es otras palabras:
Son los
malignos pájaros de presa que destruyen todo tipo de bien.
Por tanto,
como Dios está atento a nuestros pensamientos, debemos tener memoria de la
responsabilidad que implican en nosotros.
El capítulo 20
del Libro de Éxodo, encontramos los diez mandamientos, los
cuales nos proporcionan una lista de pensamientos.
Todos los cuales son
horriblemente perversos.
El primer
mandamiento que Dios nos da es, “No tendrás dioses ajenos delante de mí.”
Eso significa,
de hecho, “No
tendrás ningún otro dios sino Yo,”
Puesto que
Dios está en todas partes.
Este precepto es fácilmente
quebrantado en nuestros pensamientos.
Si yo me dijera:
“esta es la ley de Dios, pero la acción contraria,
es decir lo que yo gano es mío y solo mío y con lo que gano hago lo que yo
quiera ya que es mi mayor beneficio,”
Al
pensar esto, estoy diciendo que yo me constituyo, o constituyo a mi dinero, en
mi dios.
Si en cualquier
ocasión yo me dijera: “Claramente percibo que no he de entregarme a ese pecado, mas,
sin embargo, me proporcionará un gran placer, y si me entregara a él, entonces
haría de mi placer, es decir, de mí mismo, mi dios, y me estaría adorando a mí
en vez de adorar a Dios.
Este es un pecado cuya
esencia radica en los pensamientos, en el juicio, en los afectos.
No necesitan hacer una imagen de oro, o de madera, e inclinarse ante
ella, ya que usted puede volverse un idólatra consumado en el templo de su
corazón, al rendir homenaje a su propia obstinación.
El segundo
mandamiento contiene
una prohibición adicional, “No te
harás imagen,” etcétera. Esto es, “No adorarás a Dios bajo ningún símbolo, ni
estatua”.
En otras palabras: “No adorarás a Dios
de ninguna manera que Dios no te hubiere mandado”; y “No te inventarás métodos
ni modos de adoración, sino que harás como Dios te manda.” Y esté en su
palabra.
Ahora, muy fácilmente
podemos fabricar una imagen en nuestros pensamientos.
Esto
es lo que hace la mayoría de las personas que pertenecen al mundo.
Es decir:
Decimos y pensamos que Dios es alguien
completamente como nosotros y peor aún, estas personas se forman una idea de
que Dios, se complace con todo lo que piensan y hacen.
Hermanos, ustedes pueden
ser tan idólatras al adorar a un dios fabricado por su imaginación, como si
adoraran a un bloque de piedra.
No
debemos hacernos un dios, sino tomar al Dios revelado por la Escritura.
No
hemos de moldear en nuestros pensamientos un dios tal como quisiéramos que fuese—un
dios que es pura benevolencia, pero que no tiene justicia, Sino que hemos de tomar al Dios de la
Escritura.
Recuerde que su Ira no
tendrá compasión contra los pecadores.
El tercer
mandamiento, como percibirán claramente, puede ser
quebrantado sin decir una sola palabra: “No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano.”
Vanos
pensamientos acerca de Dios, la irreverencia del alma hacia Él, todo esto
constituye una violación de este mandamiento.
Sólo basta
que consideres con liviandad Su nombre, y lo habrás blasfemado.
Es decir:
Que antes de que tu boca se hubiese abierto para
pronunciar la irreflexiva expresión, el pensamiento rebelde ya es una
profanación del Altísimo.
En
cuanto a la ley del día de reposo en
el cuarto
mandamiento, esta es violada con suma facilidad por todos nosotros.
No
supongan que guardan ese día porque no trabajen con sus manos; serían tan
culpables si trabajaran con su cerebro.
En otras palabras:
Todo hijo de Dios, debe descansar en ese día de
todas sus propias obras.
Hagan
todo lo que quieran por Dios en ese día, pero su mente debe hacer a un lado sus
obligaciones laborales.
Es decir:
En ese día
tan especial debemos entregar nuestro corazón y nuestra mente, enteramente a la
adoración de Aquel que ha santificado para Sí ese día.
Vamos ahora a la
segunda tabla, de los mandamientos que se
relacionan con el hombre. “Honra a tu padre y a tu madre.” Cuantos niños han tenido pensamientos adultos
y malvados en relación a sus padres, con el simple pensar de esa manera, han
bastado para declararnos culpables de ofensas contra esta ley.
Es decir:
Sin una
acción desobediente, Sin una palabra de rebelión, el hijo puede ser un rebelde
contra sus padres, en el pensamiento.
“No matarás”; pero Cristo
nos dice que cualquiera que se enoje contra su hermano sin causa, es
virtualmente un asesino; de tal forma que el pensamiento puede asesinar
y matar, y en verdad. Porque es el pensamiento airado, el que pone el cimiento
del golpe mortal.
“No cometerás adulterio.” Diré poco en relación a este mandamiento,
pero aquí está la propia exposición de nuestro Señor al respecto:
Mat
5:27 »Han oído el mandamiento que dice: “No cometas adulterio” (28) Pero yo
digo que el que mira con pasión sexual a una mujer, ya ha cometido adulterio
con ella en el corazón.
Yo
no digo que el pensamiento del pecado sea tan malo como el pecado mismo; no
puede ser así, ciertamente, en su resultado para con otros.
Pero, aun así, es un
pecado, y un pecado por el que habrá que responder en aquel tremendo día,
cuando el Juez de toda la tierra distribuya sus porciones a los hombres.
“No hurtarás.” Cada pensamiento de envidia de otra
persona, cada deseo de apoderarse de lo que no es suyo; toda cosa de este tipo,
en la que quiera tomar lo que no te pertenece, es un robo tácito.
El ladrón no
roba tanto cuando extiende su mano para tomar la cartera de una persona, como
en el pensamiento que lo condujo a hacerlo.
Pues
la mano puede algunas veces tomar algo sin ofender.
En otras palabras:
No es el
acto, sino el motivo cuando deliberadamente uno se aventura a tomar aquello que
no le pertenece, y quiere poseer los bienes de otro, esto es lo que constituye
el mero virus y el alma del robo.
“No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.” Si yo pienso duramente de mi prójimo sin
causa alguna, y si concibo un prejuicio injusto en contra suya, estaría pecando
aunque no hubiera dicho nunca una sola palabra, sin embargo, en el pensamiento,
habría lesionado a mi prójimo, y eso se constituye pecado.
En otras palabras:
Evita
cualquier falso testimonio en tus pensamientos, y entonces no lo expresarás en
tus palabras.
“No codiciarás.” Todos los deseos codiciosos que nos hacen
ansiar tener los bienes de otros causándole un daño, eso es pecado, y los frutos de
tales pensamientos son culpa, castigo y la ira venidera.
Ahora, el
fruto de un pensamiento como este, será aturdimiento en el día cuando Dios nos
desnude de nuestra justicia propia, y haga que nos quedemos desnudos, para
nuestra eterna vergüenza.
Por eso ¡Cuídense de los pensamientos de los malos deseos!
Porque es la Roca espinosa desde
la cual Satanás ha lanzado a miles de almas.
Es
muy triste cuando los creyentes piensan que si le dan a Dios, primero lo que es
debido, ¿Entonces que comeremos, como nos
vestiremos y cuando nos divertiríamos?
Pero
Dios tiene respuesta para todo:
Mat
6:31-33 »Así que no se preocupen por todo eso diciendo: “¿Qué comeremos?, ¿qué
beberemos?, ¿qué ropa nos pondremos?”. (32) Esas cosas dominan el pensamiento de los incrédulos, pero su
Padre celestial ya conoce todas sus necesidades. (33) Busquen el reino de Dios* por encima de todo lo demás y lleven una vida
justa, y él les dará todo lo que
necesiten.
Finalmente diré esto:
busquen, tener muchos pensamientos que anhelen a Cristo.
Tengan pensamientos de anhelo de estar con Él donde Él está.
Tanto
Dios como su Hijo Jesús, deben tener nuestros mejores pensamientos y voluntad.
Él debe tener el primer
producto de lo que hacemos.
Díganle
en la noche: “Quédate con nosotros, porque el día ya
ha declinado.”
Y
si están despiertos en la noche, busquen todavía tener algunos preciosos
pensamientos acerca de Jesús, como la dulce miel, que acaricia nuestra lengua.
¡Abunden,
entonces, en tales pensamientos, y que el fruto de esto sea de tal manera que
Dios mismo se agrade de ellos, para la adoración y alabanza del Dios Padre, y
su hijo Jesús!
Gracia
y Paz.
Pastor
y Administrador, Rogers Infante.
Bendiciones
a mis hermanos en la fe.
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