PRINCIPIOS EN LA VIDA CRISTIANA.
Gracia y Paz para todos
mis hermanos en la obra de Dios Padre y de su Hijo Jesucristo, el cordero
inmolado que hoy se encuentra sentado a la diestra de su Padre, y que al sonar
de la séptima trompeta vendrá a juzgar a este mundo y su maldad.
Si
usted trajo su Biblia, por favor busque en ella el libro de los romanos.
Allí
usted encontrara un versículo de poder.
Romanos
15:13 Le pido a Dios, fuente de esperanza, que los llene completamente de
alegría y paz, porque confían en él. Entonces rebosarán de una esperanza segura
mediante el poder del Espíritu Santo.
Algunas veces nos hemos preguntado.
¿El por qué nuestra fe parece a veces ser tan fuerte y otras veces parece
ser tan débil?.
Nos preguntamos. ¿Cómo podríamos aumentar nuestra
fe?.
Así mismo también nos preguntamos. ¿Por qué nuestros
sentimientos son tan cambiantes?.
Y ¿Qué podríamos hacer para controlar nuestros
sentimientos?.
Posiblemente estas son las preguntas que nos hacemos, desde que aceptamos a
cristo en nuestro corazón.
Y hoy por medio de la unción del Poder de lo Alto, trataremos de
contestarlas por la sabiduría divina.
Hoy
vamos a aprender uno de los principios más importantes en la vida cristiana.
Como
lo son: Los Hechos, La Fe y Los
Sentimientos.
Estos tres aspectos, son los que deben guiar a un creyente en la vida
cristiana.
Y que deben ser vitales en nuestro comportamiento y actitud.
Por eso es muy importante comprenderlos, y al mismo tiempo es aún más
importante que los tengamos en el orden correcto.
El cual sería primero: Hechos, Fe, y Sentimientos.
Los
hechos son todas las
obras y palabras de Dios que están basadas únicamente en la Biblia.
Es decir, nuestros fundamentos.
Posteriormente tenemos la FE, que descansa
en los hechos, que están relacionados con la palabra de Dios.
Y finalmente encontramos los sentimientos, los cuales nos hacen sentir
y vivir hechos relacionados entre la palabra de Dios, y nuestra fe.
Para la mayoría de las personas,
los sentimientos son el factor que rige sus vidas.
Por ejemplo: Si ellos sienten algo, piensan que es algo genuino.
Si no sienten nada, piensan que no lo es.
Pero esto no
concuerda con el orden de Dios.
Otros en cambio intentan poner
primero la fe.
Piensan que si tienen “fe” suficiente, pueden hacer que cualquier cosa se
realice.
Pero tampoco éste es el orden de Dios.
Dios quiere que
tengamos fe, pero nuestra fe debe descansar en Su Palabra; de otra manera no
tiene valor.
Cuando hacemos parte del redil del Señor, podemos ver a simple vista, que el
orden de Dios siempre es el mismo.
Aunque
pasen los tiempos, Dios no cambia y su palabra tampoco cambia.
Y nosotros tenemos que regirnos por su Palabra, lo cual son los hechos que
han transformado nuestra vida, para la obra de Dios.
Veamos cada uno de estos tres aspectos de la vida cristiana, de modo que
podamos comprender mejor, la forma en que afectan nuestra vida.
Primeramente preguntemos
¿Qué es un Hecho?
Un hecho es algo que es verdad.
Por
ejemplo: cinco más cinco son diez.
Este es un hecho matemático.
Siempre ha sido cierto y siempre lo será.
Es
decir: que la respuesta a esa sumatoria es y siempre será
diez.
Estés donde usted estés, ese será el resultado para cualquier parte del
mundo.
Ahora,
el hecho de que usted lo creas, no lo hace verdad.
Pero
es verdad aunque nadie en el mundo lo crea.
Es necesario tener esto bien grabado en la mente.
Los
hechos siempre son verdad.
Puede que tú no
creas un hecho, pero aún es verdad.
Puede que tú no sientas que un hecho es verdad, pero aún es verdad.
Por
ejemplo, sabemos que Jesucristo murió por nuestros pecados y resucitó para ser
nuestro Salvador viviente.
Sabemos que esto es cierto, porque lo dice la Palabra de Dios.
Una
persona puede creerlo o no, pero aún es verdad.
Los hechos de
Dios, son siempre la verdad.
Ahora conociendo ya lo
que es un hecho, podemos saber lo que es la fe.
Entonces
preguntémonos. ¿Qué es la Fe?
¡La palabra “fe” se usa 239 veces en la Biblia!.
Esto nos demuestra la importancia que le asigna Dios a la fe.
¿Qué
es fe?
La fe es aceptar lo que Dios dice
por medio de Su Palabra y actuar sobre esa base.
¡Dios
lo dice!. -¡Yo lo creo!. -¡Y eso es todo!.
Los hijos de Dios, No pueden en ningún momento dudar, de lo que dice la
palabra de Dios.
Muchos creyentes dudan de la palabra de Dios, y por eso tienen una fe
dividida.
Cuando la fe es
dividida, mi creer es nulo.
Y si dudo de la palabra de Dios, entonces no estoy convencido de que Dios
exista.
Por
eso Dios nos manda a escudriñar las escrituras para que podamos ver que en ella
no hay confusión.
Y
si hay confusión, entonces debemos escudriñar, porque existe tal confusión, ya
que la palabra de Dios no se contradice.
En otras
palabras, La Palabra de Dios, siempre debe ir en armonía y concordancia.
Si algo no concuerda, esto quiere decir que fue posiblemente añadido.
La
Biblia nos deja bien claro que todas las bendiciones de Dios, nos llegan por
fe.
Porque todos sabemos, que sin fe, no podemos agradar a Dios.
Por eso es muy
importante y necesario, que el que se acerca a Dios, crea que su palabra es
verdad.
Y
la verdad es Jesús.
Todo
aquel que busca a Jesús, es galardonado.
Por
eso nuestra fe, siempre debe estar atada a cristo.
1Timoteo 3:16. Sin duda alguna, el
gran misterio de nuestra fe es el siguiente:* Cristo* fue revelado en un cuerpo
humano y vindicado por el Espíritu.* Fue visto por ángeles y anunciado a las
naciones. Fue creído en todo el mundo y llevado al cielo en gloria.
Tenga en cuenta que pese a lo importante que es la fe, esta no puede
sostenerse sola.
Tiene
que afirmarse en algo, y ese “algo” debe ser verdad.
Cristo es la verdad.
Es por eso que nuestra fe debe afirmarse siempre en la Palabra de Dios.
Jesús dijo: Juan
17:17 Hazlos santos con tu verdad; enséñales tu palabra, la cual es verdad.
Entonces podemos ver que Jesús es
la verdad.
Y esa verdad,
que es Jesús, la encontramos en la palabra de Dios.
Entonces cuando conozco la verdad,
soy libre por causa de Jesús.
Dice la palabra
en Juan
8:31-32.
Juan 8:31 Jesús les dijo a los que
creyeron en él: —Ustedes son verdaderamente mis discípulos si se mantienen
fieles a mis enseñanzas; (32) y conocerán la verdad, y la verdad los hará
libres.
Ahora miremos en la Palabra de Dios y aprendamos más
sobre la fe.
La fe tiene que ver con el mundo
invisible.
La
fe se ocupa de cosas que son reales, pero invisibles.
No podemos ver
a Dios, pero por la fe sabemos que Dios es real.
No podemos ver el cielo, pero por fe sabemos que existe un lugar real
llamado “El Cielo”.
La Biblia dice en Hebreos 11:1.
Hebreos 11:1 La fe es la confianza de que en
verdad sucederá lo que esperamos; es lo que nos da la certeza de las cosas que
no podemos ver.
Esto
significa que la fe es la manera en que “probamos” la realidad de las cosas
invisibles.
No podemos ver las cosas del mundo espiritual, pero sabemos que son reales
por fe en la Palabra de Dios.
En otras
palabras: La fe hace reales las verdades espirituales
en nuestra experiencia.
Ahora tenemos que entender esto:
Nuestra
fe no hace que los hechos de Dios sean verdaderos.
Porque Ya lo son. Independientemente
de lo que usted crea o no. Son verdaderos.
Y eso tanto usted como yo, no lo vamos a cambiar.
Está
en su palabra, y así es.
Voy a darle un ejemplo:
Un pastor llego a una clase de filosofía donde había muchos jóvenes y
pregunto.
¿Einstein existió? Todo dijeron que sí.
¿Cómo lo saben ustedes, si no lo han visto? --Por sus libros e historia,
respondieron.
¿Y cómo saben que lo que está escrito allí es verdad? -- por los testimonios y hechos.
Luego pregunto.
¿Jesús existió? Todos se quedaron callados, porque sabían que la respuesta era que SI EXISTIÓ.
Y si existió, por lo que dice la palabra de Dios, sus historias, y sus hechos.
Además tenemos testimonios que así lo confirman.
Es
decir, aunque usted no lo crea, el hecho es que existe y es verdad.
Independientemente de lo que usted crea, es verdad.
Entonces, ¿qué
hace nuestra fe?
Nuestra fe, son las verdades
reveladas en la Palabra de Dios.
Nuestra fe, es lo que las hace
reales en nuestra experiencia.
La Biblia contiene muchas promesas maravillosas de Dios.
Pero no llegan a ser nuestras, hasta que las apropiamos por fe, en la
Palabra de Dios.
Pero
para tener fe, hay que creer.
Pero,
¿Creer en que, o en quién?
En las verdades que están en la
palabra de Dios, sus mandamientos y estatutos.
Como dijimos antes, es un hecho grandioso el que Jesucristo murió por
nuestros pecados.
Dios promete vida eterna a todo aquel que cree en Él.
Pero Cristo no llegará a ser tu Salvador, si usted no pones tu fe en Él,
verdaderamente.
Y al poner tu fe, es someterse a su voluntad en obediencia y fidelidad.
Cuando creas que Jesucristo murió por tus pecados, y
lo aceptes como tu único Salvador, para luego someterte a la voluntad del
Padre, por medio de Jesús, es entonces cuando usted experimentara allí la
salvación.
La fe en Cristo hace la salvación de Dios real en tu experiencia.
Entonces puedes decir “¡Soy salvo!” por medio de Jesús.
Porque la fe cree y se
manifiesta en la Palabra de Dios.
La fe cree a Dios a pesar de las circunstancias desfavorables.
Quizás uno de los mejores ejemplos de esto es Abraham.
Cuando Abraham y su esposa, Sara, estaban muy viejos, Dios les prometió que
tendrían un hijo, y Abraham creyó a Dios.
Pero
pasaron quince años, y la promesa de Dios no se había cumplido.
Humanamente
hablando, para Abraham y Sara era imposible tener un hijo.
Sin embargo Abraham continuó creyendo a Dios.
A Su debido
tiempo, Dios le dio a Abraham el hijo que le había prometido.
Mire los creyentes de hoy en día, no creen porque no
les gusta esperar el tiempo en que Dios derramara sus promesas y bendiciones en
ellos.
Todo
lo quieren ¡YA!.
Abraham, espero casi 15 años.
La Biblia dice
de Abraham:
Romanos 4:20-22 Abraham siempre
creyó la promesa de Dios sin vacilar. De hecho, su fe se fortaleció aún más y
así le dio gloria a Dios. (21) Abraham estaba plenamente convencido de que Dios
es poderoso para cumplir todo lo que promete. (22) Y, debido a su fe, Dios lo
consideró justo.
Así que si un creyente no cree, es su problema.
Dios trabaja en su tiempo, no en el nuestro.
Por
eso la fe y la obediencia van juntas.
La verdadera fe resulta siempre en obediencia.
¡Los cristianos verdaderos son obedientes en todo por fe!.
La Biblia dice:
Hebreos 11:8-9 Fue por la fe que
Abraham obedeció cuando Dios lo llamó para que dejara su tierra y fuera a otra
que él le daría por herencia. Se fue sin saber adónde iba. (9) Incluso cuando
llegó a la tierra que Dios le había prometido, vivió allí por fe, pues era como
un extranjero que vive en tiendas. Lo mismo hicieron Isaac y Jacob, quienes
heredaron la misma promesa.
Las promesas de Dios se heredan por fe y obediencia.
Isaac y Jacob, heredaron la obediencia de Abraham, y estos se sometieron
por fe a Dios.
En
la fe y la obediencia se incluye, la fidelidad y el sometimiento a Dios.
Incluso Abraham, por obediencia diezmaba y lo mismo hizo todos aquellos que
heredaron la promesa de Dios.
El
Diezmo es la décima parte de las entradas o ganancias netas, dedicada a Dios
para fines religiosos y como expresión de adoración a Él.
La práctica de diezmar es muy antigua y se conoció aun entre los
pueblos no hebreos.
En la historia bíblica la primera mención que se hace de los diezmos
es cuando ABRAHAM, después de haber logrado una victoria sobre
cuatro reyes, dio los diezmos del botín a MELQUISEDEC, sacerdote del Dios Altísimo (Génesis
14.17-20).
No se nos dice quién instruyó a Abraham a hacerlo así, pero fácilmente
podemos inferir que por el ejemplo de sus antepasados (cf. la ofrenda de [Ver=] ABEL, Genesis 4.4) entendió que esta era una manera apropiada de
reconocer la soberanía de Dios, sobre todas las cosas.
El sacerdote, en este caso, representaba a Dios y a la religión.
Todo
se mueve por la fe que usted tenga en lo que cree.
Pero
para creer, hay que someterse.
Entonces
el decir que crees algo y sin embargo, no lo pones en práctica, eso no es fe.
La verdadera fe, cree a Dios y obedece a Dios.
La fe que no obedece a Dios, no es una fe viva.
La Biblia dice:
Santiago 2:20 ¡Qué tontería! ¿Acaso
no te das cuenta de que la fe sin buenas acciones es inútil?
Entonces cómo aumento mi fe.
Puede que digas: “Me gustaría tener más fe. ¿Qué
puedo hacer para aumentarla?”
La
fe crece mediante una constante y cuidadosa atención a las declaraciones de
Dios en Su Palabra.
“Un
gran hombre de Dios, oró mucho pidiendo a Dios que le diera más fe.
Pero
su fe parecía no aumentar”. Entonces, un día leyó este versículo:
Así
que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios (Romanos 10:17).
En un instante este hombre comprendió que la verdadera fe, viene por la
Palabra de Dios.
Es decir, Empezó a estudiar la Palabra de Dios.
La estudió cuidadosamente cada día para ver exactamente qué era lo que Dios
decía en su Palabra.
Lo creyó y lo aplicó en su vida.
El resultado fue que su fe creció y siguió creciendo.
Si usted no lee la palabra de Dios, diariamente, usted no va a comprender
nunca lo que es fe.
Por ultimo tenemos los
sentimientos.
Los sentimientos son emociones, tales como: la alegría, la tristeza, la felicidad y el
dolor.
Debemos comprender que los sentimientos se diferencian totalmente de los hechos,
ya que los hechos nunca cambian, mientras que nuestros sentimientos siempre
están cambiando.
Por
lo general, siempre el estado de salud, afecta nuestros sentimientos.
Nuestra
relación con otras personas, afecta los sentimientos.
Hasta
un cambio de clima, puede afectar nuestros sentimientos.
Un día puedes
estar lleno de alegría.
Al
día siguiente, sin ninguna razón aparente, puedes estar triste y deprimido.
Lo más importante que hay que recordar en relación con los sentimientos es
esto:
Los
sentimientos siempre son y serán muy cambiantes.
Por esta razón nunca debemos procurar que nuestra fe descanse en nuestros
sentimientos.
Una cristiana evangélica estaba usando la Biblia para explicar a una nueva
creyente el camino de salvación. ---Pero la nueva creyente estaba confundida.
Ella dijo: “Yo
creo en el Señor Jesucristo, pero pensé que debía esperar cierta sensación, o
algún destello de luces o algo así”.
La cristiana le mostró algunos versículos de la Palabra de Dios y le dijo: “aquí está toda la luz, destello y
sensación que necesitas”.
Entonces
la nueva creyente puso su fe en la Palabra de Dios, aceptó a Cristo y encontró
la paz y el gozo que buscaba.
Escuche esto:
No
importa cuánto puedan cambiar nuestros sentimientos, eso no afecta los hechos.
Los
hechos son siempre verdad, y son verdad a pesar de nuestros sentimientos.
Mucha gente sincera busca la salvación, pero no la encuentran porque están
buscando algún sentimiento.
En la vida cristiana los sentimientos sí tienen su lugar, pero no vienen
primero.
En cambio vienen después de los hechos y de la fe.
La
Biblia dice: “El
que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo”.
Observa el
orden: primero, CREEMOS;
y luego tenemos EL
TESTIMONIO del Espíritu en
nuestro corazón.
Entonces cómo controlo
mis sentimientos
Hay momentos en la vida de cada cristiano en que se siente desanimado y
deprimido.
Aún el gran Apóstol Pablo pasó por momentos así.
En 2
Corintios 1:8, Pablo escribió:
2Corintios 1:8-9 Amados hermanos, pensamos que
tienen que estar al tanto de las dificultades que hemos atravesado en la
provincia de Asia. Fuimos oprimidos y agobiados más allá de nuestra capacidad
de aguantar y hasta pensamos que no saldríamos con vida. (9) De hecho, esperábamos
morir. Pero, como resultado, dejamos de confiar en nosotros mismos y aprendimos a confiar sólo en Dios, quien
resucita a los muertos.
¿Qué
debo hacer cuando estoy desanimado?
Debes ir a la Palabra de Dios, y confiar en Él.
Lee y medita sobre pasajes tan maravillosos como por ejemplo:
El
Salmo 23, Romanos 8 y Filipenses 4.
A medida que vayas poniendo atención a lo que Dios dice en Su Palabra,
encontrarás nueva fe y valor renaciendo en tu corazón.
La Biblia dice:
Romanos 15:13 Le pido a Dios, fuente
de esperanza, que los llene completamente de alegría y paz, porque confían en
él. Entonces rebosarán de una esperanza segura mediante el poder del Espíritu
Santo.
Al vivir la vida cristiana, no debemos estar excesivamente preocupados por
nuestros sentimientos.
No
somos salvos por nuestros sentimientos, y tampoco vivimos la vida cristiana por
nuestros sentimientos.
La
vivimos por fe, en la Palabra de Dios.
Si tenemos sentimientos agradables, damos gracias a Dios; sino, seguimos
adelante creyendo y obedeciendo a Dios en todo.
Recuerda
siempre que la fe en las realidades de la Palabra de Dios, es el camino hacia
una vida feliz y llena de bendiciones.
Pon
siempre tu fe en los hechos de Dios.
Para finalizar ten en cuenta que los hechos forman
el fundamento; la
fe descansa en los hechos; los
sentimientos vienen después.
Ten esto muy presente, y tu vida tendrá un sentido para Dios.
Gracia y Paz.
Pastor y Administrador, Rogers Infante.
Que sea Dios, quien lo bendiga a usted.
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