BIENVENIDOS

Gracia y Paz en Cristo Jesús, Amados, soy el Pr. Rogers Infante. Discípulo de la obra de Dios, Promotor y fundador de la Iglesia Cristiana Palabra y Amor. Doy gracias a Dios por la posibilidad que nos da, de poder llevar su evangelio por medio de la palabra escrita a todos sus hogares y sitio de trabajo. Con la intención de poder compartirlos con todos ustedes ya que está en evidencia la gran necesidad de contar con material netamente de evangelización, que sirviera para llegarles en forma de mensajes. Muchas almas han encontrado a Cristo, por este medio, cuyo fin, es que la "palabra de Dios corra y sea glorificada" (2 Ts 3:1). Amados, la venida de Nuestro Señor Jesucristo a buscar a su iglesia, esta cerca. Por tal motivo el enemigo de las almas, Satanás, aprovechará en este último tiempo para engañar a cuantos pueda en este mundo; lo cual la Biblia nos advierte que no ignoremos sus maquinaciones. (2Co.2:11). Vivimos una era de engaños, donde se predica un falso evangelio facilista y meramente emocional. Además de otras ciertas doctrinas ortodoxas de la cristiandad, debemos estar alertados de estos lobos rapaces disfrazados de ovejas y que por dentro son unos Anatemas que venden el evangelio de JESÚS, La doctrina del "arrepentimiento de pecados" es rara vez predicada como se debe. La salvación por gracia se ha desvirtuado y las perdiciones son basadas en discursos que tienen mucho de sensacionalismo, pero carentes de fundamento bíblico vital para la genuina conversión de las almas. (Heb.4:12).Por tal motivo es necesario, predicar un evangelio fiel a la Biblia. Tu testimonio personal y tu vida de consagración a los pies de Cristo, es el arma más poderosa, para llevar la palabra de Dios.

¡Que tu vida, y la mía, sean solo para LA GLORIA DE DIOS!

miércoles, 25 de enero de 2017

Los Celos y el Odio producen la Ira


Los Celos y el Odio producen la Ira
Gracia y Paz para todos mis hermanos en la obra de Dios Padre y de su Hijo Jesucristo, el cordero inmolado que hoy se encuentra sentado a la diestra de su Padre, y que al sonar de la séptima trompeta vendrá a juzgar a este mundo y su maldad.
Santiago 1:19-20 Mis amados hermanos, quiero que entiendan lo siguiente: todos ustedes deben ser rápidos para escuchar, lentos para hablar y lentos para enojarse. El enojo humano* no produce la rectitud* que Dios desea.

Cuando recibimos a cristo en nuestro corazón, nuestro andar debe ser diferente a las otras personas.
Es decir que nuestra conducta y personalidad deben pasar por ciertos cambios.
Uno de esos cambios tiene que ver con el temperamento.
Por eso un cristiano debe reaccionar de una manera cristiana.
En otras palabras: No debes perder el control.

Este mensaje de la palabra de Dios tratará con el problema de la ira y del mal genio.
Veremos algunas causas básicas del mal genio y aprenderemos cómo podemos librarnos del pecado del enojo.

La Ira estando dentro de nosotros, puede causar Destrucción.
Cuando leemos la palabra de Dios, vemos que el primer hombre que descubrió el poder destructivo de la ira, fue Caín.
Caín y su hermano Abel, fueron los dos primeros hijos de Adán.
Cuando estos hijos llegaron a ser adultos, Caín se hizo agricultor y Abel era pastor de ovejas.
A Caín y Abel se les había enseñado la forma correcta de adorar a Dios.
Ellos sabían que Dios exigía la ofrenda de un animal inocente como sacrificio por sus pecados. Pero cuando llegó el tiempo de adorar al Señor, sólo uno de los hermanos obedeció a Dios.

Abel trajo un cordero como ofrenda, pero Caín trajo frutos de sus cosechas.
Dios aceptó a Abel y su ofrenda, pero rechazó a Caín y la suya.
Como consecuencia de la actitud negativa de Caín, nació el enojo y posteriormente la ira contra su hermano Abel.

Pero Dios le advirtió a Caín de las consecuencias de su ira.
El mensaje de Dios para Caín era éste: “¡Cuidado! Tu ira es como un león esperando a tu puerta. Debes controlar tu ira o ella te controlará a ti”.
Pero Caín no respondió a la advertencia de Dios.
Sus celos hacia su hermano Abel se transformaron en odio.
Los celos, mezclados con el odio, puede la Ira, la cual trae consecuencias fatales.

Un día en el cual Caín, ya estaba infectado por los celos y el odio hacia su hermano, invito a Abel para ir al campo junto, pero allí, estando ellos solos, Caín se levantó contra su hermano y lo asesinó.
Así, fue como el primer hombre nacido en este mundo, se hizo asesino porque no controló sus celos, odio y su ira.

Entonces nos preguntamos: ¿Cómo puedo enfrentar la Ira?
Igual a Caín, tenemos al “león” de la ira dentro de nosotros.
Debemos controlarlo o él nos controlará a nosotros.
Dios NO ha dicho que nunca debemos enojarnos, pero nos ha advertido del peligro de la ira descontrolada.
La Biblia dice:
Efesios 4:26-27 Además, «no pequen al dejar que el enojo los controle»*. No permitan que el sol se ponga mientras siguen enojados, porque el enojo da lugar al diablo.
Entonces conociendo las consecuencias de la Ira, podemos decir que la ira es la más violenta de las emociones humanas.
Debido a que involucra sentimientos tan fuertes, la ira está muy cerca del pecado.
Por eso cuando estamos enojados, estamos demasiados cerca del peligro de pecar.
Veamos en este menaje tres aspectos que podemos hacer con nuestra ira:

1.) La Ira, podemos expresarla.
Cuando la ira está fuera de control, produce gran daño.
Cuando nos enojamos tanto que deseamos arremeter contra alguien y herirlo, estamos cometiendo un gran pecado.
En otras palabras, este estado de ánimo, se le llama “perder el control”.

A veces pensamos que demostramos lo fuerte que somos cuando nos descontrolamos, pero perder el control es señal de debilidad, no de fuerza.
La Biblia dice:
Eclesiastés 7:8-9 Vale más terminar algo que empezarlo. Vale más la paciencia que el orgullo. Controla tu carácter, porque el enojo es el distintivo de los necios.

2.) La Ira se puede suprimir.
Suprimir la ira es guardársela adentro.
Hay personas que se enojan y expresan su furia abiertamente.
Otras tienen los mismos sentimientos de ira, pero logran guardarlos dentro de sí.
Dicho de otra manera, la ira que se guarda o se mantiene encerrada dentro de nosotros, nos hiere y continúa hiriéndonos.
En otras palabras: Se convierte en resentimiento y amargura y puede causar una depresión o también muchas clases de enfermedades físicas.

3.) La Ira se puede confesar.
La mejor manera de tratar con los sentimientos de enojo, es hablar con Dios acerca de ellos. Ésta es una buena forma de desahogarse sin pecar.
Dios nos conoce mejor que nos conocemos a nosotros mismos y siempre será comprensivo con nosotros.

Cuando estamos airados, y buscamos la presencia de Dios, esta nos ayuda a calmarnos.
De la misma manera, estando en la presencia de Dios, podemos ver las cosas en su perspectiva correcta.
Muchas veces nos damos cuenta de que lo que nos molestaba tanto, en realidad no era tan importante.
Por eso es muy importante para el cristiano, luchar contra el Pecado del Mal Genio.

El mal genio, nace de la ira descontrolada, y esto siempre es malo.
Cuando perdemos el control, sólo queda una cosa por hacer.
Debemos confesárselo al Señor como pecado y confiar en Jesús, el hijo de Dios.
Por eso, si hemos ofendido o herido a otras personas debemos, desde luego, pedirles perdón.
No importa cuántas veces pierdas el control, debes arreglar las cosas con los demás cada vez.

Esto te ayudará a ser humilde y a ver el daño que haces con tu mal genio.
Por eso es mejor y conveniente, no buscar a la otra persona si todavía estás molesto; espera hasta que estés calmado y luego ve y arregla las cosas con ella.

Cuando estamos airados, debemos Buscar la Causa del Mal Genio
Aunque confesemos fielmente nuestro pecado a Dios cada vez que perdemos el control, seguimos teniendo un problema.
El problema es que seguimos haciendo la misma cosa una y otras vez.
Es decir: Perdemos el control y lo confesamos, lo volvemos a perder y lo volvemos a confesar.
Y hacemos lo mismo una y otra vez.
No importa cuánto nos esforcemos, seguimos perdiendo el control.

La pregunta es: ¿Hay algún remedio para este problema? ¡Sí, lo hay!
Lo primero que debemos hacer es descubrir qué es lo que nos causa esa pérdida de control.
La Biblia no dice mucho sobre el mal genio.
La razón es que la Biblia se preocupa por la raíz que causa el mal genio, y no sólo por el mal genio en sí.

Entonces. ¿Cuál es la raíz del mal genio? ¡Es el YO!
Esto es lo que produce el mal genio.
Cada vez que el mal genio se expresa exteriormente podemos estar seguros de que hay un “YO” enojado por dentro.
Podemos esforzarnos mucho en controlar nuestro mal genio pero a menos que nos enfrentemos con el “YO”, seguiremos enojándonos y descontrolándonos.

Veamos algunas situaciones que producen el mal genio para que podamos ver más claramente que el YO es la causa real de nuestro mal temperamento.
Cuando Alguien nos desprecia.
Ser menospreciado o rebajado por los demás, es una de las causas más comunes del enojo.
Muchas veces cuando alguien dice algo desagradable o hiriente acerca de nosotros, por lo general nos enojamos por dentro.
Es decir que nuestro orgullo ha sido herido.
Esto es sólo una de las muchas formas del YO.

Cuando No podemos salirnos con la nuestra.
Es decir: que somos obstinados y decididos a salirnos con nuestro capricho.
Cuando alguien se nos opone y no podemos hacer lo que queremos, tal vez nos ponemos de mal humor, de mala cara o damos rienda suelta a nuestra ira.
Entonces nos preguntamos: ¿Cuál es la causa real de este mal genio? Es el YO.

Cuando otros recibe más honores que nosotros.
A todos nos gusta, que los demás, nos respeten y admiren.
Por esta razón muchas veces nos ponemos celosos de otras personas cuando tienen éxito.
Los celos se transforman pronto en ira cuando alguien obtiene el empleo o el honor que nosotros deseábamos.
Nuevamente la causa real de estos sentimientos malos es el YO.

Estas son sólo unas pocas situaciones que producen el mal genio, pero nos demuestran que la raíz que causa ese temperamento es el YO.
Puede ser que no nos demos cuenta, pero la razón principal de todo nuestro descontento es que nos amamos a nosotros mismos y queremos agradarnos.
Mientras sigamos haciendo de nosotros mismos el centro de todo, reaccionaremos con ira cuando cualquier persona se nos oponga.

En resumen, el mal genio proviene del ser interno.
Es decir que proviene del YO.
Y hasta que no se trate el problema del YO, el problema del mal genio no será resuelto.

Entonces ¿cuál es el antídoto para el Yo?
Sabiendo que el YO es tan desagradable a Dios, y tan destructivo para nosotros, Dios hizo algo al respecto.
¿Qué es lo que hizo?
Dios trató con el YO, cuando Jesús fue crucificado.
Cuando Cristo fue crucificado, nosotros fuimos crucificados con Él.

¿Por qué Dios nos crucificó con Cristo?
Nos crucificó con Cristo para que pudiéramos dejar de ser controlados por el YO.
La Biblia dice:
Romanos 6:5-8 Dado que fuimos unidos a él en su muerte, también seremos resucitados como él. Sabemos que nuestro antiguo ser pecaminoso fue crucificado con Cristo para que el pecado perdiera su poder en nuestra vida. Ya no somos esclavos del pecado. Pues, cuando morimos con Cristo, fuimos liberados del poder del pecado. Y, dado que morimos con Cristo, sabemos que también viviremos con él.
Entonces podemos decir acerca de estos versículos que:
Cristo murió por nosotros, y que nosotros morimos con Cristo.

La comprensión de estas verdades es absolutamente esencial para una vida victoriosa.
Dios quiere que veamos que, cuando aceptamos a cristo en nuestra vida, el antiguo yo muere automáticamente, porque en cristo somos nueva criatura.
2Corintios 5:17-18 Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado, ¡una nueva vida ha comenzado! Y todo esto es un regalo de Dios, quien nos trajo de vuelta a él mismo por medio de Cristo. Y Dios nos ha dado la tarea de reconciliar a la gente con él.

En otras palabras, ya no somos la misma persona que éramos antes.
Somos “una nueva criatura” en Cristo.
No tenemos por qué ceder a los pecados pasados.
Cuando recibimos a cristo, morimos a todos nuestros pecados, incluyendo el pecado del mal genio.
La Biblia dice:
Romanos 6:2 ¡Por supuesto que no! Nosotros hemos muerto al pecado, (esto incluye al mal genio) entonces, ¿cómo es posible que sigamos viviendo en pecado?

Veamos estos pasos.
Entonces hemos visto que la raíz que causa el mal genio es el YO.
Y también hemos visto como Dios trata con el YO.

1. Hay que reconocer nuestra necesidad.
Mucha gente cuando se enoja, simplemente no reconoce su enojo.
Dicen: “¡No estoy enojado!” pero su actitud y comportamiento, dice mucho.
Otros aceptan que tienen mal genio, pero no lo ven como un pecado serio.

En realidad el mal genio es uno de los peores pecados.
La Biblia coloca la ira descontrolada junto con los pecados como embriaguez, hechicería, adulterio, fornicación, mentira y asesinato.
Gálatas 5:19-21 Cuando ustedes siguen los deseos de la naturaleza pecaminosa, los resultados son más que claros: inmoralidad sexual, impureza, pasiones sensuales, idolatría, hechicería, hostilidad, peleas, celos, arrebatos de furia, ambición egoísta, discordias, divisiones, envidia, borracheras, fiestas desenfrenadas y otros pecados parecidos. Permítanme repetirles lo que les dije antes: cualquiera que lleve esa clase de vida no heredará el reino de Dios.

El mal genio simplemente no es aceptable en la vida de un cristiano.
La Biblia dice:
Efesios 4:30-32 No entristezcan al Espíritu Santo de Dios con la forma en que viven. Recuerden que él los identificó como suyos,* y así les ha garantizado que serán salvos el día de la redención. Líbrense de toda amargura, furia, enojo, palabras ásperas, calumnias y toda clase de mala conducta. Por el contrario, sean amables unos con otros, sean de buen corazón, y perdónense unos a otros, tal como Dios los ha perdonado a ustedes por medio de Cristo.
A menos que veamos la gravedad del mal genio y nos propongamos librarnos de él, no lo venceremos.
Si nos conformamos en seguir como hasta hoy, no sabremos nada de la victoria de Dios sobre el pecado de la ira.

2. Hay que aceptar la responsabilidad por nuestras acciones del mal genio.
Es muy fácil disculparnos echándole la culpa a otra persona por nuestro mal genio.
Decimos, “Si fulano no me hubiera hablado en esa forma, no me habría descontrolado”.
En otras palabras, pensamos que el mal genio es un problema externo, causado por algo que viene de afuera.
El hecho es que el mal genio es un problema interno.
El mal genio proviene de nuestro interior, no de afuera.
Los demás pueden decir o hacer cosas que me incomoden pero nadie puede hacer que yo pierda el control excepto yo mismo.

3. Hay que negarnos indiscutiblemente al YO.
Que perdamos o no el control del enojo, no se determina por lo que suceda exteriormente.
Eso se determina por quien está controlando nuestro ser interno.

Sólo Cristo tiene el derecho de dirigir nuestra vida, pero el YO aún intenta gobernarnos.
Cada cristiano debe elegir si será gobernado por Cristo o por el YO.

El propósito de Dios es que Cristo reine en el trono de tu corazón.
Para que Cristo pueda reinar en nosotros, debemos primeramente negar al YO.
Una cosa es comprender la enseñanza de que fuimos crucificados con Cristo.
Y otra cosa el poner esto en práctica y realmente negarnos al YO.

La palabra de Dios dice:
Lucas 9:23-24 Entonces dijo a la multitud: «Si alguno de ustedes quiere ser mi seguidor, tiene que abandonar su manera egoísta de vivir, tomar su cruz cada día y seguirme. Si tratas de aferrarte a la vida, la perderás, pero, si entregas tu vida por mi causa, la salvarás.

Entonces queda claro que para vencer el mal genio, debemos negar al YO.
¿Qué significa negar al YO?
Significa escoger la voluntad de Dios en lugar de la mía.
En otras palabras es aceptar el plan de Dios, en obediencia y fidelidad, por medio de Jesus.

El mundo dice: “Preocúpate por ti mismo”, pero Jesús dice: “niégate a ti mismo”.
Nunca podremos controlar el temperamento a menos que le entreguemos a Dios nuestra voluntad y escojamos la de Él.
Con el tiempo veremos que el Señor nos permitirá pasar por muchas situaciones en las que seremos despreciados, maltratados o molestos.

Ésta es la manera en que Dios trata con el “YO” y con nuestro mal genio.
El propósito de Dios en todas estas circunstancias es que aprendamos a tener paciencia y a negarnos a nosotros mismos, permitiendo de buena gana que Dios haga lo que quiere en nuestra vida.

Cuando alguien te hace esperar por mucho tiempo, no tienes que enojarte.
Puedes decir: “Señor, Tú sabes que necesito aprender más a tener paciencia.
Estoy seguro que Tú, oh Dios, estás al control de mis circunstancias y has permitido esto para enseñarme a ser más paciente”.
Tenga en cuenta que cuando alguien dice o hace algo que hiere tu orgullo, tampoco debes enojarte.
Puedes decir: “Señor, Tú sabes lo orgulloso que siempre soy.
Te doy gracias por tratar conmigo en cuanto a mi orgullo pecaminoso”.

Apreciado hermanos, cuando otros no hacen lo que tú quieres, y no puedes salirte con la tuya, ésa es la oportunidad que Dios te da, para morir al YO.
Entonces aprenda a decir: “Señor, siempre quiero salirme con la mía, pero Tú sabes lo que es mejor para mí.
En ese instante usted debe Aceptar la voluntad de Dios, que es buena y perfecta para nuestra vida.
Amada iglesia, en cualquier situación que estemos, debemos aprender a negar el YO, y la manera egoísta en la cual estoy llevando mi vida.
Por eso aprendamos a vivir en Cristo, aceptando toda corrección de Dios en nuestra vida. Amen.
Gracia y Paz.
Pastor y Administrador, Rogers Infante.
Que Dios le bendiga.

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