¿QUE ESPERAS?
Lucas
15:18-20
Volveré a la casa de mi padre y le diré: ‘Padre, he pecado contra el cielo y
contra ti. Ya no soy digno de que me llamen tu hijo. Te ruego que me contrates
como jornalero’ ”. »Entonces regresó a la casa de su padre. Y, cuando todavía
estaba lejos, su padre lo vio llegar. Lleno de amor y de compasión, corrió
hacia su hijo, lo abrazó y lo besó.
Gracia y paz para todos mis
hermanos en la obra de Dios Padre y de su hijo Jesús.
Esta semana estando en
oración pude ver la gloria de Dios en mi vida.
Y precisamente en este
mensaje Dios quiere hablarte.
Él está dispuesto para que esos
creyentes que no desean hacer su voluntad y que viven llenos de excusas, venga
delante de Él, humillado y con un corazón verdaderamente arrepentido.
Él está dispuesto a escucharlos.
La pregunta es: ¿Qué están esperando estos creyentes?
Posiblemente está esperando,
lo que el mundo siempre espera, la desgracia o pérdida de un familiar.
Porque cosa buena, no la
está esperando, aunque lo deseen.
Lo digo porque estos, no se
quiere someter a la voluntad de Dios, y ellos lo saben.
Sino que desea que sea Dios
quien se someta a su voluntad, dándole todo lo que estos desean.
Pero déjeme decirle que eso jamás va a ocurrir.
Aunque usted no lo crea, Dios te ha visto pensativo en estos últimos
días.
Él ha estado un poco
preocupado por ti.
Él sabe que usted estás
perdiendo poco a poco la comunicación con El.
Tenga presente que si esto está ocurriendo en su
vida, es porque algo está pasando.
Es decir: algo te está robando la atención que Dios merece.
Seguramente pueden ser lo Problemas,
la Crisis económica y financiera.
Posiblemente puede ser una mala
decisión o el Resultados de algo que no debía suceder.
Por esas causas muchos creyentes, están sentados con
una mirada perdida, pensado y pensado como salir de esos problemas.
En otras palabras: viven con una sensación incomoda dentro de sí
mismos, lo cual no los deja tranquilo en ningún momento.
Ellos saben que hay algo que
no está del todo bien en ellos, pero aunque conocen la solución para salir de
todo estos problemas, ellos siguen indiferente ante la palabra de Dios, y se
llenan de excusas para no someterse en obediencia y fidelidad a la palabra de
Dios.
Estos prefieren mejor salir corriendo, huir a
algún lugar donde nadie lo conociera.
Pero aunque huyan de un
lugar a otro, satanás los alcanzara y no los va a soltar.
Y no los va a soltar porque hay
algo que no lo permite.
Esto es la desobediencia.
Estos creyentes, desearían
hacer muchas cosas, de hecho hasta las planean, pero por alguna extraña razón
no haces ninguna.
La pregunta es: ¿Qué esperas para rendirte ante Dios y buscar su ayuda
sinceramente?,
¿Cuánto crees tú, que duraras intentándolo usted solo?
Recuerda que Dios aguarda pacientemente por ti.
Él sabe que falta poco para
que reconozcas que necesitas de Él.
Dios siempre nos mira con ojos
de amor, como el amor de un Padre que ama a su hijo y que de ninguna forma le
gustaría verlo sufrir.
Pero somos nosotros los que
buscamos nuestro propio sufrimiento cuando nos alejamos de Dios, con el
propósito de no obedecerle, ni serle fiel a sus mandatos.
Es entonces cuando alejado
de Dios, por nuestro orgullo y soberbia, nos hacemos las preguntas:
¿Por qué esto?, ¿Por qué lo otro?,
Pero nada tiene respuesta o
por lo menos no logras percibirla.
Yo te
pregunto: ¿Qué esperas?
Posiblemente esperas que ese
sentimiento que te abate desaparca de tu vida.
Posiblemente esperas que al dormir
y que al despertar hubiera desaparecido tus preocupaciones.
Pero tú sabes que es
imposible, si no nos sometemos a Dios en obediencia y fidelidad.
Dios se prepara para tu
encuentro, Él sabe que tu límite está por llegar.
Y que tus lágrimas se
asomaran.
Quizás usted quisiera sentirse
amado o amada.
Quizás estas esperando que
alguien te abrazara y te dijera: “No te preocupes, yo estoy contigo”,
Dios está esperando por ti.
Él sabe que tarde o temprano
le buscaras.
Solo espera que no sea en la
desgracia o muerte de un familiar.
El desea que vengas ya, a su
encuentro.
Él quiere acaricia tus
mejillas, secar tus lágrimas, tocar tu cabello como el Padre más amoroso a su hijo o hija amada, y decirte: “No temáis, Yo estoy contigo”.
Apreciados hermanos, Hay
momentos en la vida en donde necesitamos ser abrazados por nuestro Padre
Celestial, pero por alguna extraña razón, algunos desean evitar ese momento.
Hoy permíteme decirte:
¿Qué esperas?,
¿Por qué tardas tanto?
Deja de ser tan orgulloso u
orgullosa.
Deja de estar planeando
tantas excusas.
Y rompe de una
vez y por siempre las cadenas que te atan a satanás.
Rómpelas.
Tú puedes.
Jesús esta en ti.
Siéntelo, porque
él te da la fortaleza que siempre necesitas.
Escapa del camino ancho y
busca por medio de cristo el camino angosto.
Recuerda que son pocos los
que lo hallan.
Se tú, unos de estos pocos,
para que seas bendecido o bendecida por Dios.
Deja de quejarte y sométete
a la voluntad de Dios.
Él te estará esperando para
abrazarte y decirte “No Temas, Yo estoy Contigo”
Recuerda que esos momentos
de encuentro con Dios son especiales.
Esos momentos son los que marcan
nuestra vida y nos transforman en hijos verdaderos.
Iglesia, cuando realmente
somos hijos de Dios, empezamos a ver las cosas desde otra perspectiva.
Mire, las personas que no
desean someterse a Dios, son las que mas consejos dan, con el propósito de que
usted tampoco se someta a la voluntad de Dios, y de esas forma usted participe
y haga compañía de las malas decisiones de estos desobedientes.
Que si usted lo mira bien,
estos nunca son bendecidos por Dios.
Porque Dios, solo bendice a
sus hijos obedientes y fieles a su palabra.
Así está escrito y así
siempre será.
Por eso te pregunto, ¿Qué esperas?,
Ve delante de tu Padre
porque estoy seguro que te dirá, mientras te abraza: “No temáis, Yo estoy contigo”.
Lo que hoy estás viviendo en
un futuro próximo solo será un recuerdo o simplemente un testimonio de lo que
ocurrió en tu vida y lo que Dios hizo para sacarte de esa situación.
Si un creyente no le es fiel y obediente a Dios,
No debe renegar de su estado.
No debe quejarse por lo que
está pasando y viviendo.
Y no debe reclamar enojadamente
ante Dios.
Lo que deben hacer estos
creyentes es Arrepentirse y busca más del amor y la justicia de Dios.
Muchos creyentes han pasado por
cosas similares o más difíciles
en su vida, pero se arrepintieron, a tiempo, y hoy puede testificar que Dios
los ayudo en medio de las crisis más duras de sus vidas, porque se sometieron a
la palabra de Dios en obediencia y fidelidad, y tú no serás la excepción si lo haces.
No pierdas la fe, no creas
que todo termino, no dudes de la presencia de Dios en
tu vida, porque cuando más lejos crees que Dios está de ti, es cuando más cerca
está o te lleva cargando en sus brazos.
Dios no te dejará si lo
obedeces, y si hoy esa crisis te hace creer que estás solo, es porque
simplemente algo falta.
Lo que te puedo decir ahora
es que demuéstrale a esa crisis que tu fe no es negociable y que tu confianza
en Dios es firme a pesar del panorama y entonces
comenzarás a ver la luz que necesitas en estos momentos y las bendiciones
llegaran a tu vida como nunca lo habías esperado.
Créelo.
Malaquías 3:11-12 »Sus cosechas
serán abundantes porque las protegeré de insectos y enfermedades.* Las uvas no
caerán de las vides antes de madurar —dice el SEÑOR de los Ejércitos
Celestiales—. Entonces todas las naciones los llamarán benditos, porque su
tierra será un deleite, dice el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales.
Iglesia, cuando obedecemos a
Dios, toda crisis termina, como también terminaron otras que viviste en otros
tiempos, esta no será la excepción por lo tanto mantente firme, confiando pero
sobre todo alabando a Dios porque Él no te dejará y te sacará adelante de todo
lo que ahora te preocupa.
¡Tú crisis terminará!
Créelo.
Salmo 55:22 Entrégale tus cargas al
SEÑOR, y él cuidará de ti; no permitirá que los justos tropiecen y caigan.
Gracia y
Paz.
Pastor y
administrador, Rogers Infante.
Que Dios
te bendiga.
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