EL REINO DE LOS CIELOS
Busquemos Mateo
6:33
(RV60) Mas buscad
primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
(NTV) Busquen el
reino de Dios* por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él
les dará todo lo que necesiten.
(Biblia de
América) Busquen primero el reino de Dios y hacer su voluntad, y todo lo demás les vendrá por
añadidura.
(Biblia Lenguaje Sencillo) »Lo más importante
es que reconozcan a Dios como único rey, y que hagan lo que él les pide. Dios
les dará a su tiempo todo lo que necesiten.
En este versículo se nos enseñanza que debemos buscar un reino específico.
Como podemos apreciar en la tierra tenemos muchos reinos.
Ahora si a nosotros nos dicen que busquemos los reinos
de la tierra, vamos a encontrar por ejemplo el reino de Inglaterra, Suecia, España,
etc.
Y si yo voy a esos reinos a cualquiera de esos reinos que acabo de
mencionar, debo vivir de acuerdo a la justicia de ellos, y las cosas que me van
a ser añadidas es de acuerdo a la justicia de esos reinos.
Sea cualquiera que sea el lugar donde yo escoja vivir,
yo me tengo que basar en la justicia de ese lugar, y lo que yo recibo es
añadidura de estar viviendo en ese lugar.
Por consiguiente yo no puedo estar esperando la justicia de ese reino que
escogí para que me la apliquen en un reino diferente.
Diferente
es lo que la palabra de Dios nos dice.
Se me está diciendo busca primero un reino específico, el reino de los
cielos.
Si yo lo busco ¿qué quiere decir? Que debo
encontrarlo.
¿Y si lo encuentro para qué es? para entrar en él.
Y al entrar en él, voy a vivir según su justicia no según la justicia de
otro reino.
Entonces si ya yo voy a estar sujeto a su justicia lo
que se me va a añadir es por estar dentro de ese reino no por estar fuera.
Pero no puedo pretender el buscar el reino de los cielos y su justicia para
que se me añade cosas, estando fuera del reino de los cielos.
Porque lo que se me va a añadir es lo que procede de la justicia de ese
reino.
Juan 3:3 Jesús le respondió: —Te digo la
verdad, a menos que nazcas de nuevo,* no puedes ver el reino de Dios.
La condición es
entrar.
Y al entrar quiere decir que soy nueva criatura.
Que ya no hago parte del mundo y sus excusas y
tradiciones.
Cuando nazco de nuevo quiere decir que me estoy enterando de todo lo que
hay adentro de ese reino.
Sobre todo su justicia, ya que de esa justicia se me
va a añadir lo que necesito para que yo disfrute o vivo una vida eterna con
base en ese reino de los cielos.
Y que se me dice que ahí se vive eternamente.
Ahora, ¿qué significa nacer de nuevo?
Existen unos pasos para que yo logre esa condición según las instrucciones
que están en el reino de los cielos.
Son ellos los que me dicen que yo tengo que hacer ciertas cosas que ellos
las tienen en cuenta en dos sentidos.
Una de ellas es el bautizo en el nombre de Jesús.
Hechos 2:38 Pedro contestó: —Cada uno de ustedes debe
arrepentirse de sus pecados y volver a Dios, y ser bautizado en el nombre de
Jesucristo para el perdón de sus pecados. Entonces recibirán el regalo del
Espíritu Santo.
En el contexto bíblico el Bautizarnos en el nombre de Jesús, se entiende
como si nosotros pasamos por la cruz como aquel que pasó por la cruz.
Entonces el nacer de nuevo se trata de ir a la
consciencia de la persona no ir a la religiosidad.
Es decir: La consciencia que le dice que por algo de ese reino de su justicia salió
una orden que ellos tienen en cuenta.
Y que si nosotros la hacemos como la hizo Jesús, ellos van a empezar a
darnos a nosotros una guía, unas instrucciones, unas enseñanzas con base en que
conozcamos la situación en la cual realmente estamos.
Escuche esto, antes del nacer de nuevo, una persona
está en el reino de satán.
Y esta persona se le añadirán situaciones y la
justicia de satán.
Por consiguiente una persona que está en el reino de satán y sus
tradiciones, no se le puede añadir las bendiciones que están en el reino de los
cielos.
Por eso al bautizarme en el nombre de Jesús, estoy
haciendo lo mismo que Jesús hizo.
El murió por nuestros pecados.
Jesús al hacer tal cosa, nos dio a entender que su acto es para que cambiemos
de actitud.
En otras palabras el cambiar de actitud hacia una
nueva vida espiritual, en obediencia y fidelidad, es la única manera para que
podamos entrar a ese reino de los cielos.
Cuando nosotros salimos del agua en el cual hemos sido bautizados, lo que
generalmente hicimos fue someternos a la voluntad del Padre.
En
otras palabras, la primera bocanada que nosotros tomamos de aire,
proviene del Poder de lo ALTO. El espíritu santo.
Esto se sobre entiende que ese Poder de transformación
de inhalar el nuevo aire que recibimos al salir del agua, y que proviene de
Dios, ahora se va a encargar de nosotros para engendrarnos, para formarnos como
hijos de Dios.
Es decir: Llevarnos a un día a formar parte de las familias que
son hijos de Dios para ser transformados a su imagen.
Esa formación se basa en que el espíritu santo nos va
a guiar a toda la verdad.
No a una parte de la verdad, sino a toda la verdad.
Pero para guiarnos a toda la verdad necesita engendrarnos sin escondernos
en ese entrenamiento para el día en que se manifieste Jesús.
De esa manera nosotros seremos también manifestados en su misma gloria.
Ahora, empezamos un entrenamiento a través de Jesús, y
nuestras vidas por medio de ese entrenamiento, debe dar frutos.
El fruto es visualizar las cosas que es lo que llamamos en griego fe.
Dicho de otra manera:
Hay que visualizar todo esto.
Hay que visualizar el plan de Dios.
Hay que visualizar el plan como Dios nos introduce en
él.
Juan 10:7-10 entonces les dio la
explicación: «Les digo la
verdad, yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que vinieron antes que
yo* eran ladrones y bandidos, pero las verdaderas ovejas no los escucharon. Yo
soy la puerta; los que entren a través de mí serán salvos.* Entrarán y saldrán libremente y
encontrarán buenos pastos. El propósito del ladrón
es robar y matar y destruir; mi propósito es darles una vida plena y abundante.
»Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida en sacrificio por las ovejas.
Dice el Apóstol Juan, que hay una sola manera de entrar en el redil.
Y que esa manera es por la puerta, siendo la puerta a Jesús.
Si una persona intenta entrar a este redil, por otras
partes, Jesús lo considera salteador.
Y esto por consiguiente traerá consecuencias graves a
esta persona.
Es decir nada de lo que haga le saldrá bien.
Una vez que las ovejas han recibido la información de su pastor, estas le
oyen la voz y obedecen porque saben que proviene de la palabra de Dios.
Otras pueden que escuchen la voz, pero no entienden.
Porque no pertenecen al redil.
Y estas son de las que actúan fuera de la voluntad de Dios.
Es decir son aquellas que constantemente están en
desobediencia por medio de excusas que ellas mismas provocan.
Todo con el propósito de no hacer la voluntad de Dios.
El buscar primeramente el Reino de Dios y su Justicia, implica salvar mi espíritu.
¿Cómo salvo yo mi espíritu?
Yo sé que estoy salvando mi espíritu si el espíritu de Dios está en
relación con mi espíritu.
Yo soy espíritu porque procedo del
espíritu de Dios.
Segundo tengo un alma, un diseño.
¿Cómo sé cómo es el espíritu de Dios con mi espíritu relacionado si no conozco
mi diseño?
Bien, se me ha diseñado con un cuerpo cierto.
Y por el cuerpo sé dónde estoy porque mi cuerpo no se me puede dar si no es
en la dimensión para la cual yo he sido creado.
Entonces ya mi cuerpo está en la dimensión que le
compete.
En otras palabras, yo miro alrededor y conozco mi
dimensión.
Conozco mi hábitat, ya sé para que he sido diseñado mi
alma.
Mi alma ha sido diseñada para que me beneficie de toda la creación.
Para que toda la creación yo lo pueda disfrutar
eternamente.
Entonces quiere decir que mi cuerpo ha sido diseñado
para que yo viva eternamente.
Si no es así no tendría sentido el diseño o sea mi alma que viene de un
espíritu que es el de Dios que es eterno.
Lo que pasa es que muchos vienen del problema de la reunión
de satanás.
Todos ellos distorsionan la verdad, con el propósito
de no someterse a la voluntad de Dios.
Por eso viven de excusas en excusas.
En
otras palabras, el espíritu de esas personas no está conectados con el
espíritu de Dios.
Más bien viven engañados creyendo estar en Dios, pero no lo es.
Porque estas personas son tan cortas de entendimiento, que prefieren hacer
la voluntad de satán, ante que la voluntad de Dios.
Por eso es que satán les ha metido una información que
cada día más distorsiona todo, al punto de que estas personas estén viviendo
sin saberlo en otro reino que es en el reino de satán.
Para yo poder ingresar al reino que me corresponde legalmente y que es el
Reino de los cielos, yo tengo que renunciar al reino de satanás, pero tengo que
hacerlo de manera pública.
En otras palabras debo obedecer fielmente y sin
excusas, la palabra de Dios.
Me guste o no me guste, debo obedecerlo.
Por otra parte tengo que hacerlo a conciencia.
Es decir: No puedo hacerlo porque me empujen.
No puedo hacerlo porque me metan en una religión.
Yo tengo que ser la conciencia, de que lo que voy
hacer, se haga conforme a lo que yo creo.
Y si creo que Jesús transforma mi vida, entonces hago
la voluntad de mi padre.
De esa manera vivo en libertad.
Jesús me trae una libertad.
Una libertad que a conciencia yo decida.
Esa es la gracia que viene con Jesús y con Jesús viene la gracia y la
verdad.
En otras palabras yo voy a tomar de su plenitud, de su
gracia y de su verdad.
Y con base en su gracia y en su libertad, yo voy a
decidir.
Y decido porque estoy entendiendo de qué se trata aquí.
En otras palabras, No me están invitando a formar parte
de ninguna religión.
Lo que debo hacer es renunciar a un mundo, a un reinado que no está afín al
reino de los cielos.
Tengo que renunciar a ese mundo de satán, para poder nacer de nuevo y
pertenecer a ese reino de los cielos.
Mi cuerpo aquí en la tierra se va deteriorando, de tal
manera que el alma llegara en un tiempo en el cual no corresponderá al cuerpo
para lo cual yo fui creado.
Entonces para yo entrar a ese reino celestial, no hay
otra manera que es por medio de la adopción.
Porque por medio de la adopción se me adopta tal cual como vengo.
Y es en ese sentido que se me adopta para tener los mismos derechos de los
hijos de Dios.
Es decir:
En esa adopción se me va visualizando y concientizando
realmente lo que debo dejar y por qué lo debo dejar.
Luego, se me concientiza hacia dónde voy y qué es lo
que me espera.
Luego viene el maestro llamado Jesús y a través de sus años que hizo
ministerio. Él me va mostrando la situación en la cual está el mundo enfermo,
confuso en una ignorancia tremenda.
Y me va mostrando que esas enfermedades si estoy en el
reino de los cielos allá no las voy a experimentar.
Me está mostrando que esa ignorancia en el reino de
los cielos no va a existir.
Ósea todo su ministerio me está mostrando como realmente es en el reino de
los cielos.
Y que es lo realmente me espera en ese reino de los cielos.
Entonces es bien claro que el mensaje del reino de los cielos se ha
acercado, nos está informando que se ha acercado en la persona de Jesús.
Ahora, si yo sigo a Jesús llegó al reino de los cielos.
Si yo llego al reino de los cielos pues obviamente
llego al padre.
Ósea que la única manera que yo llego al padre o la
única manera que yo llego al reino de los cielos es por medio de Jesús.
ÉL es la puerta, Él es el camino, Él es la verdad y ÉL es en sí mismo la
vida eterna.
Entonces yo soy el que decido y para ello tengo que
renunciar a un mundo tan depravado, egoísta, murmurador y detractor, porque no
puedo estar en dos mundos.
Cuando sé que ambos mundos tienen su propio rey, entonces no puedo servir a
los dos reyes.
Es
decir: O yo sirvo a Dios, y me someto a su voluntad sin excusas, o sirvo a Satanás
y sus riquezas terrenales y temporales, haciendo todo lo que se me da la gana,
pero excluido totalmente del Reino de Dios.
Si yo sé quién es mi jefe y quien es mi esposo,
entonces en principio yo debo estar en contacto con el esposo.
Sí porque con él estamos trabajando conjuntamente lo que haya que hacerse
en la tierra mientras
ÉL no está.
Pero al hijo le complace que nosotros seamos conscientes.
¿Consientes de qué?
Que si hay alguien a quien le molesta que yo acceda a
charlar y conversar sin ningún tipo de preámbulo es al padre, entonces el hijo
se complace muchísimo en que nosotros tengamos primero que todo al padre, y que
al padre le pidamos en su nombre.
Quiere decir que en ese sentido de mi humildad Jesús me presenta al padre
para que yo directamente hable al padre.
Pero el asunto vuelve y lo repito le complace a Jesús
decirme háblale al padre, relaciónate con tu padre, sí ese es el orden debo
hacerlo.
Ya que el propósito de Jesús en la tierra fue mostrarnos la voluntad de su
Padre.
Y si conozco la voluntad del Padre, entonces me abstengo de hacer algo que
vaya en contra de su voluntad.
Ya que al ir en contra de su voluntad, me hace
directamente pertenecer al reino de Satanás y no al Reino de Dios.
Jesús está a la diestra del Padre, y se me da a mí ese honor de venir al
padre directamente y poder conversar con mi papá y saber que al lado de él está
mi hermano mayor.
Pero igual el uno se entera de las cosas del otro, porque Jesús no hace
algo diferente de lo que el padre le dice.
Ese ha sido la característica siempre Jesús hacer lo
que el padre le dice que haga.
Y cuál es la satisfacción del hijo hacer lo que el padre
le dice.
Eso lo hace Jesús para enseñarnos a nosotros.
Si usted lo hace sin excusas y tramuyos, usted
pertenecerá al Reino de los cielos.
Dejemos hasta allí por el día de hoy.
Continuaremos en el próximo servicio.
Gracia
y Paz.
Pastor
y Administrador, Rogers Infante.
Que
Dios te bendiga.