DIOS Y SU JUSTICIA
Oración.
«Amado Padre Celestial, tú conoces mi corazón y mi vida y conoces bien mis prioridades y sabes bien lo que me falta y lo que me sobra para una perfecta comunión contigo y, solo tú Señor, por tu Santo Espíritu que mora en mí puedes desarraigar de mí todo aquello que me sobra y poner aquello que me falta; solo tú Señor puedes enderezar mis caminos y mis sendas y enfocarme a tus prioridades y no a las mías, para que en mí se cumpla tu santo propósito. Amén.»
Gracia y Paz.
Mateo 6:33 Busquen el reino de Dios* por encima de todo lo demás y lleven
una vida justa, y él les dará todo lo que necesiten.
Lucas 18:29-30 —Así es
—respondió Jesús—, y les aseguro que todo el que haya dejado casa o esposa o
hermanos o padres o hijos por causa del reino de Dios
Luc 18:30 recibirá mucho más en esta vida y
tendrá la vida eterna en el mundo que vendrá.
Buscar
primeramente el reino de Dios y su justicia, es la prioridad que Dios establece
para la vida de aquel que se considere un verdadero cristiano, un verdadero
hijo de Dios.
Pero
en la realidad de la vida humana y más en un mundo como el hoy dominado por el
consumismo nos preguntamos>
¿cuántas cosas buscamos conforme a nuestros deseos?,
¿cuántas de ellas primeramente que el reino de Dios y su justicia?,
¿cuántas de ellas sin siquiera tenerle en cuenta?…
Muchas…
¿Verdad?… como el dinero, el trabajo, la casa,
el carro, el lujo, las redes sociales, la diversión, la mentira, la duda,
placeres sexuales, pasiones vergonzosas, drogadicción. Falta de compromiso,
excusas, entre otras lo que mis oídos desean oír. etc.
El Señor, que, en su Poder Soberano, nos conoce a
nosotros más de lo que nos conocemos nosotros a nosotros mismos y que con su
Palabra discierne los pensamientos y las intenciones de nuestro corazón, sabe
exactamente lo que en realidad buscamos.
El
prácticamente nos dice:
Hageo 1:9-11 Esperaban cosechas abundantes, pero fueron pobres; y
cuando trajeron la cosecha a su casa, yo la hice desaparecer con un soplo. ¿Por qué?
Porque mi casa está en ruinas —dice el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales—
mientras ustedes se ocupan de construir sus elegantes casas. »Es por causa de
ustedes que los cielos retienen el rocío y la tierra no produce cosechas. Yo mandé la sequía
sobre sus campos y colinas; una sequía que destruirá el grano, el vino nuevo,
el aceite de oliva y las demás cosechas; una sequía que hará que ustedes y sus
animales pasen hambre y arruinará todo aquello por lo que tanto han trabajado».
Lo
que la gente que aun pertenece al mundo, busca en sus pensamientos y deseos, los
placeres de la carne y por ello nos aleja de la prioridad que Dios ha
establecido que es “buscar primeramente el reino de Dios y su justicia”, que es
espiritual, y así lo establece claramente al decirnos:
Romanos 14:17-23 Pues el reino de Dios no se trata de lo que comemos o
bebemos, sino de llevar una vida de bondad, paz y alegría en el
Espíritu Santo. Si tú sirves a
Cristo con esa actitud, agradarás a Dios y también tendrás la aprobación de los
demás. Por lo
tanto, procuremos que haya armonía en la iglesia y tratemos de
edificarnos unos a otros. No destruyas la obra de Dios a causa de lo que comes.
Recuerda que todos los alimentos están permitidos; lo malo es comer
algo que haga tropezar a otro. Es mejor no comer carne ni beber vino ni hacer ninguna
otra cosa que pudiera causar tropiezo a otro creyente. Tal vez crees que no hay
nada malo en lo que haces, pero mantenlo entre tú y Dios.
Benditos son los que no se sienten culpables por hacer algo que han decidido
que es correcto. Pero, si
tienes dudas acerca de si debes o no comer algo en particular, entonces es
pecado comerlo. Pues no eres fiel a tus convicciones. Si haces algo que crees
que está mal, pecas.
Dicho
de otra manera, y apoyándome en la Santa Escritura, el mundo y los que aun
pertenece al mundo sin saberlo, están buscando los deseos de la carne, y Dios por
mu gracia y misericordia, espera que vivamos en el Espíritu.
Por eso preguntamos:
¿Cuál es nuestra verdadera identidad?
¿Somos de la carne? o ¿Somos del Espíritu?
Muy fácil de definir:
“Porque
los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del
Espíritu, en las cosas del Espíritu.”, así lo afirma Romanos 8:5.
Romanos 8:5-8 Los que están dominados por la naturaleza
pecaminosa piensan en cosas pecaminosas, pero los que son controlados por el
Espíritu Santo piensan en las cosas que agradan al Espíritu. Por lo tanto, permitir que la naturaleza
pecaminosa les controle la mente lleva a la muerte. Pero permitir que el Espíritu les
controle la mente lleva a la vida y a la paz. Pues la naturaleza pecaminosa es enemiga
de Dios siempre. Nunca obedeció las leyes de Dios y jamás lo
hará. Por eso,
los que todavía viven bajo el dominio de la
naturaleza pecaminosa nunca pueden agradar a Dios.
Ahora,
nos volvemos a preguntar:
¿Cómo se identifica usted, de acuerdo a su testimonio, acciones,
pensar y hablar?
¿Cómo identifico a mi núcleo familiar, como para poder ser
bendecido ante Dios?
¿Es mi hogar un hogar compenetrado en Dios y su justicia?
¿Mi esposa, mi esposo, mis hijos, son del agrado de Dios?
¿Qué tanto he retenido y crecido espiritualmente durante los
años que tengo en el evangelio?
La palabra de Dios dice en Timoteo: Predica, insta,
redarguye, reprende y exhorta.
2Timoteo
3, esta dividido en 2 fragmentos que debemos comprender.
El
primer fragmento que abarca desde el versiculo 1 al 9, se refiere a la Impiedad
de los últimos días
2Timoteo 3:1-9 Timoteo, es bueno que sepas que, en los últimos
días, habrá tiempos muy difíciles. Pues la gente sólo tendrá
amor por sí misma y por su dinero. Serán fanfarrones y orgullosos, se burlarán
de Dios, serán desobedientes a sus padres y malagradecidos. No considerarán
nada sagrado. No amarán ni
perdonarán; calumniarán a otros y no tendrán control propio. Serán crueles y
odiarán lo que es bueno. Traicionarán a sus amigos, serán
imprudentes, se llenarán de soberbia y amarán el placer en lugar de amar a
Dios. Actuarán como
religiosos, pero rechazarán el único poder capaz de hacerlos obedientes a Dios.
¡Aléjate de esa clase de individuos! Pues son de los que se las ingenian para meterse en
las casas de otros y ganarse la confianza de* mujeres vulnerables que cargan con
la culpa del pecado y están dominadas por todo tipo de
deseos. (Dichas
mujeres siempre van detrás de nuevas enseñanzas pero
jamás logran entender la verdad). Estos «maestros» se oponen a la
verdad, tal como Janes y Jambres se opusieron a Moisés. Tienen la mente
depravada, y una fe falsa. Pero no se saldrán con la
suya por mucho tiempo. Algún día, todos se darán cuenta de lo tontos que son,
tal como pasó con Janes y Jambres.
El segundo fragmento que abarca desde el versiculo 10 al 17, se refiere a
que Toda la Escritura es inspirada por Dios
2Timoteo 3:10-17 Pero tú, Timoteo, sabes muy bien lo
que yo enseño y cómo vivo y cuál es el propósito de mi vida. También conoces mi
fe, mi paciencia, mi amor y mi constancia. Sabes cuánta
persecución y sufrimiento he soportado, y cómo fui perseguido en Antioquía,
Iconio y Listra. Pero el Señor me rescató de todo eso. Es cierto, y todo el que quiera vivir
una vida de sumisión a Dios en Cristo Jesús sufrirá
persecución. Pero los
malos y los impostores serán cada vez más fuertes.
Engañarán a otros, y ellos mismos serán engañados. Pero tú debes
permanecer fiel a las cosas que se te han enseñado. Sabes que son verdad,
porque sabes que puedes confiar en quienes te las enseñaron. Desde la niñez, se te
han enseñado las sagradas Escrituras, las cuales te han dado la sabiduría para
recibir la salvación que viene por confiar en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios
y es útil para enseñarnos lo que es verdad y
para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos
equivocados y nos enseña a hacer lo correcto. Dios la usa para preparar y capacitar a
su pueblo para que haga toda buena obra.
Voy a explicar esto, para que no haya mal entendido.
En muchas partes del mundo, hoy no parece difícil ser cristiano.
La gente no es apresada por leer la Biblia o ejecutada por
predicar a Cristo.
Pero la descriptiva lista de conducta en los últimos días que da
Pablo describe a nuestra sociedad, e incluso, desafortunadamente, la conducta
de muchos cristianos.
Compare su vida con la lista de Pablo.
No ceda a las presiones de la sociedad.
No busque la comodidad sin compromiso.
Enfrente la maldad viviendo como Dios quiere que su pueblo lo
haga.
Debido a su trasfondo cultural, las mujeres en la iglesia de Éfeso
no habían tenido un entrenamiento religioso formal.
Ellas disfrutaban de
su nueva libertad para estudiar las verdades cristianas, pero sus ansias por
aprender las convirtió en blanco de los falsos maestros.
Pablo advirtió a
Timoteo para que estuviera alerta de los hombres que quisieran sacar ventaja de
estas mujeres.
Los nuevos creyentes necesitan crecer en su conocimiento de la
Palabra, porque la ignorancia los puede convertir en vulnerables al engaño.
Este versículo no se opone al estudio y aprendizaje, sino que
nos alerta contra la enseñanza inefectiva. Es posible ser un estudiante
perpetuo y nunca graduarse para poner la teoría en práctica.
Pero los que escudriñan con honestidad y los verdaderos estudiantes
buscan respuestas.
Recuerde esto cuando estudie la Palabra de Dios.
Busque hasta encontrar la verdad y voluntad de Dios para su
vida.
El pecado trae sus consecuencias y nadie podrá evitarlas.
Viva cada día como si lo que hace algún día será conocido por
todos.
Ahora es el momento para cambiar lo que usted no quisiera que se
revelara después.
En Listra, la ciudad de Timoteo, Pablo fue apedreado y dejado
por muerto, y este fue sólo un incidente de varios.
En 2Corintios_11:23-33 él resume su vida de sufrimiento por causa del evangelio.
Menciona su sufrimiento aquí para contrastar su experiencia con
la de aquellos falsos maestros buscadores de placer.
Asediado por los falsos maestros y las presiones inevitables de
un ministerio en crecimiento, Timoteo pudo fácilmente abandonar su fe o
modificar su doctrina.
Una vez más Pablo le aconseja que mire su pasado y se aferre a
las enseñanzas básicas acerca de Jesús que son verdades eternas.
Como Timoteo, nosotros también estamos rodeados por falsas
enseñanzas, pero no debemos permitir que nuestra sociedad distorsione o aplaste
la verdad eterna de Dios.
Cada día dedique tiempo a pensar en los fundamentos de su fe
cristiana que se encuentran en la Palabra de Dios, las grandes verdades que
edifican su vida.
Timoteo fue uno de los primeros en la segunda generación de
cristianos: llegó a ser cristiano no por medio de la predicación de un
evangelista que hubiera predicado un tremendo sermón, sino debido a que su
madre y su abuela le enseñaron las Sagradas Escrituras desde que era un niño
(1.5).
La labor de los padres es de una importancia vital.
Tanto en casa como en la iglesia es necesario entender que
enseñar a los niños es tanto una oportunidad como una responsabilidad.
Jesús quería que los niños vinieran a El (Mat_19:13-15).
A semejanza de la madre y abuela de Timoteo, Eunice y Loida,
haga su parte en guiar a sus hijos a Cristo.
Para Timoteo, "las Sagradas Escrituras" era el Antiguo
Testamento, desde Génesis hasta Malaquías.
El Antiguo Testamento es importante pues apunta a Jesucristo.
Al mismo tiempo, la fe en Cristo hace que la Biblia entera sea
comprensible.
La Biblia no es una colección de historias, fábulas, mitos o
simplemente ideas humanas acerca de Dios. No es un libro humano.
Por medio del Espíritu Santo, Dios reveló su persona y su plan a
ciertos creyentes que escribieron su mensaje para su pueblo (2Pedro_1:20-21).
Este proceso es conocido como inspiración.
Los escritores escribieron desde su contexto personal, histórico
y cultural.
Aunque usaron sus propias mentes, talentos, idioma, y estilo,
escribieron lo que Dios quería que escribieran.
La Escritura es absolutamente confiable porque Dios controló sus
escritos.
Sus palabras son completamente autoritativas para nuestra fe y
vidas.
La Biblia es inspirada por Dios.
Léala y use su enseñanza para que guíe su conducta.
Toda la Biblia es la Palabra inspirada de Dios.
Porque es inspirada y confiable, debemos leerla y aplicarla
a nuestras vidas.
La Biblia es la norma para probar todo aquello que pretende ser
verdad.
Es nuestra protectora
de las enseñanzas falsas y nuestra fuente de dirección para saber cómo vivir.
Es nuestra única
fuente de conocimiento acerca de cómo podemos ser salvos.
Dios quiere mostrarle lo que es verdadero y equiparlo para vivir
para El.
¿Cuánto tiempo emplea usted en la Palabra de Dios?
En nuestro celo por la verdad de las Escrituras, nunca
debemos olvidar su propósito: capacitarnos para hacer bien.
No deberíamos estudiar la Palabra de Dios sólo para incrementar
nuestro conocimiento o prepararnos para ganar argumentos.
Deberíamos estudiar la Biblia para saber cómo llevar a cabo la
obra de Cristo en el mundo.
Nuestro conocimiento de la Palabra de Dios no será útil a menos
que fortalezca nuestra fe y nos lleve a hacer bien.
Isaías 55:8-11 «Mis
pensamientos no se parecen en nada a sus pensamientos —dice el SEÑOR—. Y mis
caminos están muy por encima de lo que pudieran imaginarse. Pues, así como los cielos
están más altos que la tierra, así mis caminos están más altos que sus caminos
y mis pensamientos, más altos que sus pensamientos. »La lluvia y la nieve
descienden de los cielos y quedan en el suelo para regar la tierra. Hacen
crecer el grano, y producen semillas para el agricultor y pan para el
hambriento. Lo mismo
sucede con mi palabra. La envío y siempre produce fruto;
logrará todo lo que yo quiero, y prosperará en todos los lugares donde yo la
envíe.
Voy a explicar esto, para que no haya mal entendido.
Isaías nos dice que clamemos al Señor mientras esté cerca.
Dios no planea apartarse de nosotros, pero a menudo somos
nosotros los que nos apartamos o construimos una barrera entre ambos.
No espere hasta que se haya apartado de Dios para buscarlo.
Es probable que más tarde en la vida nos resulte mucho más
difícil volvernos a Él.
O a lo mejor Dios venga a juzgar la tierra antes de que usted
decida volverse a Él.
Busque a Dios ahora, mientras pueda, antes de que sea demasiado
tarde.
Israel fue muy necio al actuar como si supiera lo que Dios
pensaba y planeaba.
Su conocimiento y sabiduría son mucho mayores que los del
hombre.
Somos tontos al querer encajar a Dios en nuestro molde, al
querer que sus planes y propósitos se conformen a los nuestros.
En vez de ello, debemos esforzarnos para poder encajar en sus
planes.
Hoy, más que nunca, el cumplimiento de la Gran Comisión, que nos
ha sido encomendada es un imperativo, mucho más, en momentos como este en que
la dura prueba del coronavirus ha llevado a la angustia, a la desesperación y a
la incertidumbre al mundo entero, verdaderamente hoy “la mies es mucha y los
obreros pocos”; así como el personal médico y de enfermería en el mundo no está
escatimando esfuerzos ni riesgos para enfrentar esta pandemia del coronavirus,
así mismo los hijos y siervos de Dios debemos ir a llevar esa palabra de paz,
de consuelo, de fortaleza y de esperanza que es la Palabra de Dios, a un mundo
necesitado espiritualmente de su amor y de su misericordia.
Sembrar
es lo nuestro, porque una vez sembrada la Palabra en el corazón de las
personas, esa Palabra ya no vuelve a Dios vacía sino que cumple en quien la
reciba el propósito para el cual la envía.
Y
recordemos que el Señor nos promete en su Palabra:
Isaías 41:10 No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te
desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré
con mi mano derecha victoriosa.
Voy a explicar esto, para que no haya mal entendido.
No debemos temer porque:
(1) la presencia de Dios está con nosotros ("Yo estoy
contigo"),
(2) Dios ha establecido una relación con nosotros ("Yo soy
tu Dios"), y
(3) Dios nos da la seguridad de fortalecernos, ayudarnos y
vencer al pecado y a la muerte.
¿Se ha dado cuenta usted las maneras en que Dios nos ha ayudado?
Querido
hermano en Cristo Jesús “Despiértate, tú que duermes, y levántate de los
muertos, y te alumbrará Cristo.” (Efesios 5:14)
Porque de parte de Dios, hay un mandato, un modo, una bendición
Josué 1:8-9 Estudia constantemente este
libro de instrucción. Medita en él de día y de noche para
asegurarte de obedecer todo lo que allí está escrito. Sólo entonces prosperarás
y te irá bien en todo lo que hagas. Mi mandato es: “¡Sé fuerte
y valiente! No tengas miedo ni te desanimes, porque el SEÑOR tu Dios está
contigo dondequiera que vayas”».
Voy a explicar esto, para que no haya mal entendido.
Muchas personas piensan que la prosperidad y el éxito provienen
de tener poder, contactos personales y un inexorable deseo de avanzar.
Pero la estrategia para el éxito que Dios le enseñó a Josué
contradice tales criterios.
Le dijo a Josué que para prosperar debía:
(1) ser fuerte y valiente porque la tarea que le esperaba no era
fácil,
(2) obedecer la ley de Dios,
(3) constantemente leer y estudiar el libro de la ley: la
Palabra de Dios.
Para tener éxito, siga los consejos que Dios le dio a Josué.
Es posible que no triunfe según las normas del mundo, pero
triunfará a los ojos de Dios, y la opinión del Señor dura para siempre.
Colosenses 3:17 Y todo lo que hagan o
digan, háganlo como representantes del Señor
Jesús y den gracias a Dios Padre por medio de él.
Aquí vemos la gran Reglas para hogares cristianos
Col 3:18-21 Esposas, sujétese cada
una a su esposo como corresponde a quienes pertenecen al Señor. Maridos, ame cada uno a su esposa y
nunca la trate con aspereza. Hijos, obedezcan siempre a sus padres, porque eso
agrada al Señor. Padres, * no exasperen a sus hijos, para
que no se desanimen.
Voy a explicar esto, para que no haya mal entendido.
El Apostol Pablo describe tres relaciones:
(1) esposos y esposas, (2) padres e hijos, y (3) amos y siervos.
En cada caso hay responsabilidad mutua para someterse y amar,
para obedecer y estimular, para trabajar arduamente y ser justo.
Examine la relación que existe en su familia y en su trabajo.
Y hágase la siguiente pregunta:
¿Se relaciona usted con los demás como Dios lo intenta?
Dice
la palabra en Isaías 52.
Isaías 52:13-15 Miren, mi siervo prosperará; será muy
exaltado. Pero muchos
quedaron asombrados cuando lo* vieron. Tenía el
rostro tan desfigurado, que apenas parecía un ser humano, y por su aspecto, no
se veía como un hombre. Y él alarmará* a muchas naciones; los
reyes quedarán mudos ante él. Verán lo que no se les había contado; entenderán
lo que no habían oído hablar. *
Voy a explicar esto, para que no haya mal entendido.
El "siervo", como se usa el término
aquí, es el Mesías, nuestro Señor Jesús. Sería grandemente exaltado debido a su
sacrificio, descrito en el capítulo 53.
Este Siervo, Cristo, sería
"desfigurado de los hombres su parecer"; pero mediante su
sufrimiento, purificaría a las naciones. (Hebreos_10:14; 1Pedro_1:2).
El
Señor en su Palabra, que es camino, pone delante de nosotros escoger entre el
camino de vida y el camino de muerte, porque su palabra siempre nos plantea la
disyuntiva de aplicarla a lo carnal o a lo espiritual y en ambos casos surte el
efecto que Él establece en ella porque su Palabra es la verdad, y se cumple.
Se cumple por medio del El Espíritu de verdad, que el
mundo no puede recibir
Juan 14:15-17» Si me aman,
obedezcan* mis mandamientos. Y yo le pediré al Padre,
y él les dará otro Abogado Defensor, * quien estará con ustedes para siempre. Me refiero al Espíritu
Santo, quien guía a toda la verdad. El mundo no puede recibirlo porque no lo
busca ni lo reconoce. Pero ustedes sí lo conocen, porque ahora él vive con
ustedes y después estará en ustedes. *
Voy a explicar esto, para que no haya mal entendido.
Jesús pronto iba a dejar a sus discípulos, pero
seguiría con ellos.
¿Cómo podía
ser esto?
El Consolador, el
Espíritu mismo de Dios, vendría después que Jesús se marchase para cuidar y
guiar a los discípulos.
El poder
regenerador del Espíritu vino sobre los discípulos antes de la ascensión de
Jesús (20.22) y se derramó sobre los creyentes (Hechos 2), poco después que
Jesús ascendiese al cielo.
El Espíritu Santo es la
presencia misma de Dios en nosotros y en todos los creyentes, que nos ayuda a
vivir como Dios quiere y a edificar la Iglesia de Cristo sobre la tierra.
Por fe podemos
apropiarnos del poder del Espíritu de Dios cada día.
La palabra que se traduce Consolador
combina las ideas de consuelo y consejo.
El Espíritu Santo
es el Poder de Dios que está de nuestra parte, obrando por nosotros y con
nosotros.
Los
siguientes capítulos enseñan estas verdades acerca del Espíritu Santo: estará
con nosotros para siempre (14.16);
El mundo en general no puede recibirlo (14.17);
Mora con nosotros y está en nosotros (14.17);
Nos enseña (14.26);
Nos recuerda las palabras de Jesús (14.26; 15.26);
Nos convence de pecado, nos muestra la justicia de Dios y
anuncia que Dios juzgará la maldad (16.8);
Nos guía a la verdad y nos comunica las cosas que vendrán
(16.13);
Glorifica a Cristo (16.14).
El
Espíritu Santo se ha mantenido activo entre las personas desde el principio de
los tiempos, pero después de Pentecostés (Hechos 2) vino a vivir en todos los
creyentes.
Hay
muchas personas que no se percatan de las actividades del Espíritu Santo; pero
a quienes oyen las palabras de Cristo y entienden el poder del Espíritu, Él les
da una manera totalmente nueva de ver la vida.
Jesús
en su gran amor para con nosotros, sabiendo que pronto cumpliría el propósito
para el cual vino, ofrecer su vida y derramar su sangre para el perdón de los
pecados de la humanidad, y luego de resucitar regresar a los cielos para estar
a la diestra de Dios Padre.
Prometió a los apóstoles que no los dejaría solos porque Él
rogaría al Padre para que enviara otro consolador, el Espíritu Santo el cual
procede del Padre, para que estuviera con ellos para siempre.
Al Espíritu Santo o Espíritu de verdad, o Poder de lo Alto, el mundo
no lo puede recibir, porque no le ve, ni le conoce.
Porque
el mundo tiene el entendimiento entenebrecido, ajeno de la vida de Dios por la
ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón. (Efesios 4:18)
Efesios 4:17-19 Con la autoridad del Señor digo lo
siguiente: ya no vivan como los que no conocen a Dios,* porque ellos están
irremediablemente confundidos. Tienen la mente llena de oscuridad; vagan lejos de la
vida que Dios ofrece, porque cerraron la mente y endurecieron el corazón hacia
él. Han perdido
la vergüenza. Viven para los placeres sensuales
y practican con gusto toda clase de impureza.
Voy a explicar esto, para que no haya mal entendido.
Vivir en "la vanidad de su
mente" se refiere a la tendencia natural y humana de pensar sus caminos lejos
de Dios.
El orgullo intelectual, la racionalización y las
excusas alejan a la gente de Dios.
No se
sorprenda si las personas no aceptan el evangelio.
El
evangelio parecerá locura a quienes abandonan la fe y se apoyan en su propio entendimiento.
La gente debiera poder ver una diferencia entre los cristianos y
los que no lo son por la forma de vivir de los primeros.
Ahora vivimos como hijos de luz (5.8).
Pablo dice a los efesios que deben dejar la vida pasada de
pecado, ahora que son seguidores de Cristo.
La vida cristiana es un proceso.
Aunque tenemos una nueva naturaleza, no adquirimos
automáticamente todos los pensamientos y las actitudes buenas cuando nos
convertimos en nuevas personas en Cristo.
Pero si nos mantenemos atentos a Dios, siempre estaremos
cambiando.
Ahora pregunto:
¿Nota usted un proceso de cambio para mejorar pensamientos,
actitudes y acciones en comparación con los años pasados, o se estancó usted?
Quienes
están en el mundo viven conforme a la carne y están en enemistad con Dios “Por
cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se
sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden.” (Romanos 8:7)
Al
recibir nosotros a Jesús como nuestro Señor y Salvador personal, el Espíritu de
Dios comienza a morar en nuestro corazón y estará con nosotros para siempre, si
permanecemos en obediencia y fidelidad.
Él es quien nos guía a toda la verdad; porque no habla de su
propia cuenta, sino que habla de lo que oye y nos hace saber las cosas que
habrán de venir, (Juan 16:13) y además el
Espíritu Santo es quien convence al mundo de pecado, de justicia y de juicio. (Juan 16:8).
Amados
hermanos, por la gracia que nos es dada en nuestro Señor Jesucristo, tenemos en
nosotros y con nosotros la fiel compañía del Espíritu Santo y debemos
apropiarnos de su santa presencia, que es poder de Dios y sabiduría de Dios,
para permitirle que obre a plenitud en nuestras vidas, que guíe nuestros pasos
y corazón para vivir una vida en obediencia a su Palabra y permitiendo que se cumpla
en nosotros el propósito de Dios que escrito está:
“Todos
los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los
hice.” (Isaías 43:7).
Ahora, terminó con esto.
Amó 8:11-14 »Ciertamente se acerca la hora
—dice el SEÑOR Soberano— cuando enviaré hambre a la tierra, no será hambre de
pan ni sed de agua, sino hambre de oír las palabras del SEÑOR. La
gente deambulará de mar a mar y
vagará de frontera a frontera* en busca de la palabra del SEÑOR, pero no la
encontrarán. En aquel día, las jóvenes hermosas y los muchachos fuertes se desmayarán,
sedientos por la palabra del SEÑOR. Y los que juran por
los vergonzosos ídolos de Samaria, los que hacen juramentos en nombre del dios
de Dan y votos en nombre del dios de Beerseba,* todos caerán y nunca más se
levantarán».
Y por Orden
Divina de Dios quien ha hablado a mi corazón, por medio de su Poder de lo Alto,
que es el Espíritu Santo, digo lo siguiente:
2Timoteo 4:1-5
En presencia de Dios y de Cristo Jesús —quien un día juzgará a los vivos y a los muertos
cuando venga para establecer su reino —te pido encarecidamente: predica
la palabra de Dios. Mantente preparado, sea o no el tiempo oportuno. Corrige,
reprende y anima a tu gente con paciencia y buena enseñanza. Pues
llegará el tiempo en
que la gente no escuchará más la sólida y sana enseñanza. Seguirán sus propios
deseos y buscarán maestros que les digan lo que sus oídos se mueren por oír. Rechazarán la verdad e irán tras de mitos. Pero
tú debes mantener
la mente clara en toda situación. No tengas miedo de sufrir por el Señor. Ocúpate
en decirles a otros la Buena Noticia y lleva a cabo todo el ministerio
que Dios te dio.
Iniciamos
la obra el 18 de marzo de 2011, es decir han pasado 9 años y muchos siguen
perdiendo el año y se mantienen en preescolar, si así se puede llamar.
9 años y
todavía pretenden leche materna.
Pero
la orden es “Ocúpate en
decirles a otros la Buena Noticia y lleva a cabo todo el ministerio que Dios te dio.
Dios les
bendiga.
Cuídense.
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