Escojo Cómo Vivir Cada Día
Mensaje predicado el 23 de febrero de 2014 en la Iglesia Cristiana Palabra
y Amor.
Por el pastor y Administrador, Rogers Infante H. Para la Gloria de Dios.
1Pedro
3:10-12 Pues las Escrituras dicen: «Si quieres disfrutar de la vida y ver
muchos días felices, refrena tu lengua de hablar el mal y tus labios de decir
mentiras. (11) Apártate del mal y haz el bien. Busca la paz y esfuérzate por
mantenerla. (12) Los ojos del Señor están sobre los que hacen lo bueno, y sus
oídos están abiertos a sus oraciones. Pero el Señor aparta su rostro de los que
hacen lo malo»*.
El ser humano siempre ha buscado la paz y el bienestar,
y esto en realidad esto no es notica.
Todos y cada uno de nosotros deseamos en lo profundo
de nuestro ser amar la vida y ver días buenos como dice el apóstol Pedro en
esta cita bíblica.
Pero como seres humanos sabemos que el ambiente de
nuestro hogar está determinado por nuestro estado de ánimo, el cual muchas
veces juega en contra de lo que nuestra voluntad quiere hacer.
Esto quiere decir que si mamá y papá están bien,
entonces todo en el hogar va a funcionar mejor.
Pero una gran realidad de la cual somos testigo a
diario, radica en que la rutina puede ser muy llevadera, cuando los padres están
felices y alientan en el comienzo del día a sus hijos para que a estos también
les vaya bien.
Así mismo, comprendemos que todo puede terminar en una
gran eclosión si alguno de los miembros de un hogar está de mal humor y enfocado
en los problemas diarios.
En la Palabra de Dios, encontramos un ancla que nos
posicione correctamente, y el Apóstol pedro, nos ofrece un punto de equilibrio
en el día a día.
Como primera medida:
Usted puedo determinar qué clase de día quiere vivir.
Si estoy determinado a amar la vida, puedo diseñar con
mis actitudes que clase de días voy a tener hoy, y mediante esa actitud puedo
comprender como será el transcurso de mi día.
Ahora posiblemente debo soportar a personas o
situaciones que pueden influir en mi propio estado de ánimo, pero el tener un
control mental y espiritual de mi vida, aunque tenga que soportar a dichas
personas sin opción, estas no deben afectar mi estado de ánimo.
Debemos tener muy presente que eso puede ser útil por
un tiempo determinado, pero termina desgastando nuestra expectativa por el
presente y el futuro si no andamos en el espíritu.
Amar la vida es mucho más que decirlo.
Es encontrar las estrategias necesarias para que el
desierto se transforme en ríos.
Pero para poder transformar un desierto en un caudaloso rio que llene de
frescura mi alma y todo m i ser, debo primeramente:
Controlar mi
lengua: esto
no es contener, tapar o frenar tus palabras.
Esto quiere decir direccionar nuestro hablar,
encausándolo hacia el propósito original.
Como seres humanos siempre tenemos algo para decir o
comentar.
A veces sin querer nuestros dichos nos hacen prisioneros
de ellos, entonces si no quiero hablar mal de mí, de la familia, de la
sociedad, de la economía…etc.
Debo hacerme esta pregunta:
¿Cuánto tiempo puedo frenar mi lengua?
Lo que si necesito es encontrar la estabilidad
emocional para ubicar mis palabras en el propósito original de Dios.
Esto no es mágico, es un hábito que podemos
desarrollar.
Dios nos ha creado con la hermosa capacidad de mostrar
y expresar nuestras emociones en amplitud, pero estas necesitan ser orientadas
y re direccionadas a la luz de La Palabra.
El futuro no viene a mí, yo voy hacia el futuro que
voy definiendo cada día de mi vida.
Iglesia, Es tiempo de agradecer a Dios por la belleza
de la vida,
Es tiempo de ver lo que está delante de nosotros
y todavía no lo hemos apreciado, valorado, o compartido con otros.
Pero para poder transformar un desierto en un caudaloso rio que llene de
frescura mi alma y todo m i ser, debo también:
No debo
engañar en mi hablar.
El engaño tiene que ver con la mentira pero no implica
únicamente esta última.
Satanás se alimenta de aquellos a quienes engaña.
Por eso en Apocalipsis 12:9 se explica cómo satanás comenzó como la serpiente
antigua pero llegó a ser un gran dragón.
Apocalipsis
12:9 Este gran dragón —la serpiente antigua llamada diablo o Satanás, el que
engaña al mundo entero —fue lanzado a la tierra junto con todos sus ángeles.
Ahora nos hacemos la pregunta ¿Cómo sucedió esto?
Cada vez que nosotros decidimos comer del engaño que
se nos ofrece en cualquier situación que vivamos, estamos alimentando al gran
engañador.
Les voy a contar una historia que parece graciosa pero
que su final fue un dilema para unos jóvenes.
Cuatro amigos de la Universidad se fueron a
parrandear el fin de semana antes de los exámenes finales a un país vecino.
La pasaron súper bien. Pero después de tanta
fiesta durmieron todo el domingo y no regresaron a su país hasta el lunes por
la mañana.
En lugar de entrar al examen final, decidieron que
al terminar el examen hablarían con el profesor y le explicarían la razón por
la que habían perdido el examen.
Le explicaron que se habían ido de viaje el fin de
semana y que planeaban estar de regreso y estudiar, pero desafortunadamente,
“se les ponchó” una llanta cuando venían de regreso, no tenían las herramientas
y nadie les había querido ayudar.
Como resultado de la aventura, perdieron el examen
final.
El profesor lo pensó y acordó hacerles el final al
día siguiente.
Los cuatro amigos estaban felices.
Estudiaron toda la noche y llegaron al día
siguiente a hacer el examen.
El profesor los puso en salones separados y le
repartió a cada uno el test para que comenzaran.
al ver el examen cada uno de ellos en salones diferentes,
Vieron el primer problema, que valía 5 puntos y
era muy fácil ya que se trataba sobre la historia del mercadeo.
Un tema que ellos dominaban fácilmente.
A lo ellos exclamaron dentro de sí.
“¡Excelente!”, pensó cada uno en su salón
separado.
“Esto va a estar muy fácil” decían ellos en su
pensamiento.
Cada uno terminó el problema y voltearon la
página.
En la segunda página estaba escrito:
Por 95 puntos………: ¿Cual llanta?
Iglesia, la mentira es como un bumerán,
siempre halla la forma de regresar para golpear al mentiroso.
La mentira es la expresión o manifestación
contraria a lo que se sabe o se cree, o se piensa.
La Biblia habla mucho sobre la mentira,
porque la mentira no debe ser parte de la vida auténticamente cristiana.
Qué
Dice la Biblia Sobre la Mentira?
La
Biblia dice que Dios aborrece la mentira.
Proverbios
6:16-19 dice: “Seis cosas aborrece Jehová, y aun siete abomina su alma: Los
ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de sangre inocente,
el corazón que maquina pensamientos inicuos, los pies presurosos para correr al
mal, el testigo falso que habla mentiras, y el que siembra discordia entre los
hermanos.”
El engaño y la mentira está justamente
entre las cosas que Dios aborrece.
La Biblia dice que Dios abomina la
mentira.
Proverbios 12:22 dice: “Los
labios mentirosos son abominación a Jehová; pero los que hacen verdad son su
contentamiento.”
La Biblia dice que la mentira afecta la
comunión con Dios.
Isaías
59:2-3 dice: “Pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y
vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para
no oír.
Porque
vuestras manos están contaminadas de sangre, y vuestros dedos de iniquidad; vuestros
labios pronuncian mentira, habla maldad vuestra lengua.”
La Biblia dice que el diablo es el padre
del engaño y la mentira.
Juan
8:44 dice: “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro
padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha
permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de
suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.”
La Biblia dice que el diablo induce a los
hombres a la mentira.
Hechos
5:3 dice: “Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que
mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?”
Iglesia, Estos son sólo unos pocos
ejemplos de lo que la Biblia declara acerca de la mentira.
Cada uno de nosotros somos responsable de nuestros
actos, y comemos del ambiente que creamos, porque cada una de nosotras es un
libertador de ambientes.
Si podemos ver eso, actuaremos en consecuencia.
Tenemos que tomar una decisión.
O somos víctimas de nuestros dichos y acciones o somos
hacedoras de un futuro de esperanza a través de ellos.
Como segunda medida:
Más que buscar las soluciones, debemos mantener la estabilidad.
La humanidad toda vive diariamente buscando la
solución a todos los problemas.
Esto es bueno pero ¿cuánto más productivo puede ser si nos determinamos a
mantener una estabilidad emocional y espiritual frente a todo lo que nos
exponemos?
Los problemas se multiplican solos, no necesitamos
llamarlos.
Pero si necesitamos estabilidad para gobernar sobre las
situaciones, sea que tengan solución inmediata o no.
Así ganaremos, sabiduría, paz, contentamiento.
Es posible comenzar desde las pequeñas cosas y cuanto más
nos desarrollemos en esta estabilidad, más radio de influencia tendremos para
manifestar el carácter de Cristo en todo lugar.
Pero la solución para todos nuestros
problemas es Cristo.
Teniendo a
cristo verdaderamente en nuestros Corazón, ES EL SECRETO
Cristo quiere entrar
en tu hogar,
Quiere compartir su
mesa,
Quiere cuidar de tus
hijos;
Quiere ser parte de tu
familia,
Quiere bendecirla
y guiar el futuro de cada uno de nosotros y nuestros hijos.
Apreciada Iglesia, si
en su vida hay pecados en relación a su hogar, a su esposo, a su esposa, contra
sus padres o sus hijos,
La
medicina por excelencia es recibir a Cristo verdaderamente en su corazón por la
fe.
Dios hace una
grandiosa promesa a todo aquél que desea un hogar feliz en Hechos 16:31:
Hechos
16:31. “Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo, tú y tu casa”
Si el padre recibe por
fe a Cristo en su corazón como Salvador, la madre hace esa decisión y los hijos
también, su hogar será un hogar feliz.
Cristo es el secreto
de la felicidad, y Cristo debe estar en cada integrante de la
familia.
Él debe ser nuestro
único Salvador y Señor de la vida diaria, porque su Padre Jehová le dio
toda autorización para que en su nombre podamos tener entrada al reino de Dios.
Cuando Cristo entra en
el corazón, el hogar es feliz, es un pedazo de cielo en la tierra, porque la
felicidad real está en Cristo Jesús.
Ahora debemos
preguntarnos sin tratar de engañarnos lo siguiente:
¿Está Cristo en su
corazón?
¿Es su hogar un pedazo de cielo?
¿Están todos en su hogar
compartiendo ese pedazo de cielo?
Si usted ha recibido a cristo
verdaderamente en su corazón y está haciendo todo lo humanamente posible por
agradar a Dios, usted tendrá acceso al Reino de Dios.
Quiera Dios que así
sea.
Y que tu hogar
feliz, junto con el mío y el de muchos otros, haga de nuestra patria una
patria mejor.
Recordemos que el
cambio en la sociedad, comienza con el cambio en el individuo en su hogar.
Nosotros como
cristianos, debemos Revolucionar nuestro mundo, con hogares llenos de
testimonios donde Cristo sea Rey y Señor.
No obstante debemos
aceptar que toda familia -aunque sea una familia cristiana- tiene
luchas y momentos difíciles.
Sabemos que vivimos en
un mundo corrompido por el pecado.
Donde nadie está libre
de problemas.
Dificultades
económicas, desempleo, separaciones forzadas por las circunstancias, muerte de
un ser querido, decisiones que a veces resultan desagradables.
Y esto abecés nos
lleva a que por lo general todos sufrimos tensiones y también las
provocamos.
Por eso hay que
recordar las palabras de Jesús, el Hijo de Dios, cuando previno a sus
discípulos:
“En
el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo.” (Juan
16:33)
Ahora bien, si quiere
una familia alegre, feliz y armoniosa, las cosas no sucederán instantáneamente
de la noche a la mañana.
Usted debe buscar y procurar la
felicidad conyugal y familiar.
Usted debe dedicar tiempo a los
suyos.
La familia feliz es el
resultado de la dedicación de los esposos a la búsqueda de la armonía familiar
en Cristo.
De esa manera Satanás no tendrá
jurisdicción en nuestra vida.
Por lo tanto,
ocúpese, trabaje con ánimo, asuma su responsabilidad, ponga a
Cristo en el centro de su hogar (leyendo Su Palabra, creyéndola y
obedeciéndola), y pronto se verán los resultados.
Iglesia, Que Dios bendiga su hogar
en este día y para siempre.
Si usted todavía tiene
dudas sobre su propia salvación, le invitamos a que tenga una experiencia
personal acerca de la salvación.
Confiese sus
pecados a Dios.
Confíe en el
perdón que da Jesucristo y reclame por
fe la promesa del perdón y la vida eterna.
Esté seguro que Dios
le dará lo que ha prometido.
Para ayudarle en esto,
le invitamos a que ore con toda sinceridad la siguiente oración, o una oración
suya semejante:
Amado Dios, yo confieso que
soy pecador y que necesito tu perdón. Siento dolor verdadero por mis
pecados y te pido con humildad que me perdones y me limpies.
Sé que Jesús murió en la
cruz en mi lugar y que resucitó por mi salvación.
Por fe acepto de ti el don
de la vida eterna y con tu ayuda prometo servirte mientras viva.
Oro en el nombre de Jesús.
Amén.
La Biblia dice: “Mas a
todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de
ser hechos hijos de Dios. “ (Juan
1:12)
Gracia y paz
Pastor y Administrador, Rogers infante.
Bendiciones a mis hermanos en la fe.