Victoriosos Ante el Ataque del Enemigo
Mensaje predicado por el Pastor y Administrador, Rogers Infante
Predicado en la Iglesia Cristiana Palabra y Amor, el domingo 2 de Febrero
de 2014
Gracia y Paz para todos mis
hermanos en la obra de Dios Padre y de su Hijo Jesucristo, el cordero inmolado
que ahora se encuentra a la diestra del Todopoderoso y que al sonar de la séptima
trompeta, su Hijo Jesucristo vendrá a juzgar a este mundo idolatra y perverso.
Solo los que hacemos la voluntad y
obediencia de nuestro Padre celestial, seremos salvo.
Seremos salvo, porque aún no lo somos en
su totalidad.
La palabra de Dios dice claramente que
aquel que persevere será salvo.
y esa salvación solo se verá reflejada
cuando dejemos este cuerpo carnal y nos encontremos en su presencia.
Es allí donde podemos decir: Somos
salvos.
Muchos son los “cristianos” que afirman
ser victoriosos ante el enemigo.
Pero cuando vemos realmente su estilo de
vida, es entonces cuando podemos afirmar por sus testimonios la realidad de su afirmación.
Por
eso aquel que se dice ser victorioso ante la presencia del enemigo, primero que
todo debe tener en cuenta estos tres aspecto importantes.
Como primera medida el cristiano
victorioso debe estar constantemente sometido a la presencia de Dios.
No en parte, sino completamente.
Dice la palabra de Dios: Santiago 4:7. “Someteos, pues, a Dios, resistid
al diablo y huirá de vosotros”.
El diablo huirá solamente si nos
sometemos a la autoridad de Dios.
¿Qué es someterse a la autoridad de
Dios?
Es someterse a la “cadena de mando”
instituida por él.
Es decir:
Que debemos someternos a la autoridad del Espíritu
Santo, Esto
con el propósito de que seamos santificados en las dos áreas de nuestras vida.
Tanto en la vida física, como también en
la espiritual. (1Tesalonicenses 5:23)
1Ts 5:23 Ahora, que el Dios de paz
los haga santos en todos los aspectos, y que todo su espíritu, alma y cuerpo se
mantenga sin culpa hasta que nuestro Señor Jesucristo vuelva.
Después de someternos a la autoridad del
Espíritu Santo, debemos seguidamente:
Someternos a la autoridad de las Sagradas Escrituras,
Porque de esa manera podemos conocer quien es
realmente nuestro Dios, y si la ignoramos, entonces caeremos en el engaño y el
error del mundo. Mat
22:29 Jesús contestó: —El error de ustedes es que no conocen las Escrituras y
no conocen el poder de Dios.
Luego de esto el cristiano verdadero
debe: Someterse a
la autoridad de la Iglesia.
Porque si no, nos congregamos para
escuchar la palabra de Dios, entonces quedaremos fuera de la comunión como lo
hicieron los gentiles y publicanos. Mat
18:17 Si aun así la persona se niega a escuchar, lleva el caso ante la iglesia.
Luego, si la persona no acepta la decisión de la iglesia, trata a esa persona
como a un pagano o como a un corrupto cobrador de impuestos.
Así mismo después de someternos a la
autoridad de la iglesia, debemos: Someternos a la autoridad del pastor.
Pero no a cualquier “pastor”.
Este debe ser intachable, esposo de una
sola esposa, que sus hijos estés sujeto a él.
Que tenga buen testimonio, y sobre todo
que usted le conozca bien, sepa donde vive, que hacen sus hijos, que amistad
frecuenta, que tenga firmeza y autoridad para corregir, sin temor de decir
siempre la verdad en todo tiempo acerca del evangelio.
Tengamos muy presente que los verdaderos
pastores son constituidos por Dios y no nombrados por hombres terrenales, como
las iglesias modernas de hoy, que andan ordenando a cualquiera y si usted los
ve, se creen con una prepotencia en las cuales no se les puede contradecir.
Pero los pastores que son constituidos
por Dios, poseen una autoridad y un don recibido por el Poder de Dios, para que
a través de la imposición de manos puedan sanar y guiar (1Timoteo 4:14,
2Timoteo 1:6).
1Ti 4:14 No descuides el don
espiritual que recibiste mediante la profecía que se pronunció acerca de ti
cuando los ancianos de la iglesia te impusieron las manos.
2Ti 1:6 Por esta razón, te recuerdo
que avives el fuego del don espiritual que Dios te dio cuando te impuse mis
manos.
El Apóstol Pablo también dice al pastor
Tito:
Tito 2:15 Debes enseñar estas cosas
y alentar a los creyentes a que las hagan. Tienes la autoridad para corregirlos
cuando sea necesario, así que no permitas que nadie ignore lo que dices.
Ahora cuando usted se somete a la
autoridad de su pastor, usted debe así mismo Someterse a la “cadena de mandos”
en cuanto a familia.
En 1Pedro 3:1-7 encontramos como debe constituirse
la cadena de mando en el hogar.
1Pedro 3:1-7 De la misma manera,
ustedes esposas, tienen que aceptar la autoridad de sus esposos. Entonces, aun
cuando alguno de ellos se niegue a obedecer la Buena Noticia, la vida recta de
ustedes les hablará sin palabras. Ellos serán ganados (2) al observar la vida
pura y la conducta respetuosa de ustedes. (3) No se interesen tanto por la
belleza externa: los peinados extravagantes, las joyas costosas o la ropa
elegante. (4) En cambio, vístanse con la belleza interior, la que no se
desvanece, la belleza de un espíritu tierno y sereno, que es tan precioso a los
ojos de Dios. (5) Así es como lucían hermosas las santas mujeres de la
antigüedad. Ellas confiaban en Dios y aceptaban la autoridad de sus maridos.
(6) Por ejemplo, Sara obedecía a su esposo, Abraham, y lo llamaba «señor».
Ustedes son sus hijas cuando hacen lo correcto sin temor a lo que sus esposos
pudieran hacer. (7) De la misma manera, ustedes maridos, tienen que honrar a
sus esposas. Cada uno viva con su esposa y trátela con entendimiento. Ella
podrá ser más débil, pero participa por igual del regalo de la nueva vida que
Dios les ha dado. Trátala como es debido, para que nada estorbe tus oraciones.
En Colosenses 3:18-21, leemos
Col 3:18 Esposas, sujétese cada una
a su esposo como corresponde a quienes pertenecen al Señor. (19) Maridos, ame
cada uno a su esposa y nunca la trate con aspereza. (20) Hijos, obedezcan
siempre a sus padres, porque eso agrada al Señor. (21) Padres,* no exasperen a
sus hijos, para que no se desanimen.
Si no hay obediencia al régimen de
autoridad instituido por Dios, todo intento de resistir al demonio será
siempre una lucha larga, agotadora, estéril, triste, que invariablemente
terminará en fracaso.
Muchos supuestos creyentes llevan una
vida completamente desordenada y no solo eso, sino que personas que han
fracasado en su ámbito familiar son los que están orientando a otros con el
propósito de arrastrarlos de la misma manera como ellos han sido arrastrado por
los demonios.
Por esa razón aquellos que escuchan los
consejos de los fracasado y que no han querido someterse a la voluntad de Dios,
los demonios le crearan a esas personas una serie de conflictos emocionales y
aun problemas físicos, tratando de incitarlo a toda clase de sentimientos
pecaminosos (celos, envidias, rencores, odios, agresividad, malos deseos,
depresiones, adulterio, fornicación etcétera).
Ud.
no será poseído por el demonio, pero desde afuera los demonios lo
empujarán hacia el orgullo espiritual, o hacia el carácter agrio, o hacia un
estado de frustración y de reacciones carnales.
Tenga mucho cuidado, porque sin darse
usted cuenta, Satanás puede atar sus emociones y quitarle el verdadero gozo.
¡Sométase a toda la “cadena de mando”
instituida por la autoridad de Dios y entonces Ud. se sentirá de veras dentro
del orden y la sana disciplina del ejército del Señor y podrá enfrentar
victoriosamente al enemigo! (1Pedro 5:8-9).
1Pedro 5:8 ¡Estén alerta! Cuídense
de su gran enemigo, el diablo, porque anda al acecho como un león rugiente,
buscando a quién devorar. (9) Manténganse firmes contra él y sean fuertes en su
fe. Recuerden que sus hermanos en Cristo*, en todo el mundo, también están
pasando por el mismo sufrimiento.
En otras palabras, duela aunque nos
duela, debemos obedecer al Señor en todo.
De esa manera podemos estar ¡Firmes en
la fe!
El segundo aspecto que veremos es que
debemos reconocer la presencia de las huestes espirituales de maldad, 1Pedro
5:8-9. “Sed sobrios”.
Esto quiere decir: “Tened buen control de nuestra
mente y nuestras emociones”.
Para resistir a Satanás hay que tener
dominio propio, serenidad, calma, buen ajuste espiritual.
Es peligroso apresurarse a creer que
toda persona con alguna “rareza” o con alguna enfermedad está endemoniada.
La precipitación es mala consejera y
puede conducir al error.
Hay, generalmente hablando, dos pasos en el proceso que lleva a una
persona a quedar sujeta al poder demoníaco:
1º. La influencia.
Juan 13:2 Era la hora de cenar, y
el diablo ya había incitado a Judas, hijo de Simón Iscariote, para que
traicionara* a Jesús.
2º. La posesión (o sujeción de la persona al dominio satánico).
Juan 13:27 Cuando Judas comió el
pan, Satanás entró en él. Entonces Jesús le dijo: «Apresúrate a hacer lo que
vas a hacer».
Al primer aspecto están expuestos todos
los seres humanos, inclusive los cristianos, y abarca perturbaciones y ataduras
de toda índole.
Y al segundo aspecto solamente están
expuestos los inconversos, ya que en ellos no mora el Espíritu Santo y por eso
pueden caer bajo posesión demoníaca.
2Corintios 2:11 para que Satanás no
se aproveche de nosotros. Pues ya conocemos sus maquinaciones malignas.
Si estamos verdaderamente
sometidos al serio régimen de autoridad que Dios ha instituido, no ignoraremos
ninguna de las maquinaciones de Satanás y él no podrá ganar ventaja alguna
sobre nosotros.
Cuando usted
le permite al Espíritu Santo que tenga el control total de nuestra vida, entonces
descubriremos prestamente la presencia demoníaca cada vez que tal presencia sea
real.
Algunas veces
su actividad se manifiesta (por ejemplo, con síntomas parecidos a los de
ciertas enfermedades mentales, desdoblamiento de la personalidad, violencia, fornicación,
adulterios etc.), ¡pero Ud. no necesita estudiar psiquiatría para darse cuenta
por que el Espíritu Santo guiará su entendimiento, si Ud. está sometido a él!
El ministerio
de Jesús (como el de sus discípulos) demuestra que la plenitud del Espíritu en
una vida produce reacciones en los demonios expuestos a su influencia.
Mar 1:21-28 Jesús y sus compañeros
fueron al pueblo de Capernaúm. Cuando llegó el día de descanso, Jesús entró en
la sinagoga y comenzó a enseñar. (22) La gente quedó asombraba de su enseñanza,
porque lo hacía con verdadera autoridad, algo completamente diferente de lo que
hacían los maestros de la ley religiosa. (23) De pronto, un hombre en la
sinagoga, que estaba poseído por un espíritu maligno,* comenzó a gritar: (24)
«¿Por qué te entrometes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a
destruirnos? ¡Yo sé quién eres: el Santo de Dios!». (25) «¡Cállate! —lo
interrumpió Jesús y le ordenó —: ¡Sal de este hombre!». (26) En ese mismo
momento, el espíritu soltó un alarido, dio convulsiones al hombre y luego salió
de él. (27) El asombro se apoderó de la gente, y todos comenzaron a hablar de
lo que había ocurrido. «¿Qué clase de enseñanza nueva es ésta? —se preguntaban
con emoción —. ¡Tiene tanta autoridad! ¡Hasta los espíritus malignos obedecen
sus órdenes!». (28) Las noticias acerca de Jesús corrieron velozmente por toda
la región de Galilea.
No existe una “técnica” especial para “detectar” demonios.
Si ellos están
presentes y se sienten incómodos por la actividad del Espíritu Santo, el cual es el Poder de lo alto, entonces de
esa manera se pondrán
solos en evidencia.
Hechos 16:16 Cierto día, cuando
íbamos al lugar de oración, nos encontramos con una joven esclava que estaba
poseída por un demonio. Era una adivina que ganaba mucho dinero para sus amos.
(17) Ella seguía a Pablo y también al resto de nosotros, gritando: «Estos
hombres son siervos del Dios Altísimo y han venido para decirles cómo ser
salvos». (18) Esto mismo sucedió día tras día hasta que Pablo se exasperó de
tal manera que se dio la vuelta y le dijo al demonio que estaba dentro de la
joven: «Te ordeno, en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella». Y al
instante el demonio la dejó.
Nosotros
tenemos que saber distinguir bien a las personas para poder determinar su
comportamiento, de esa manera sobremos si esta poseída o no.
1Juan 4:1 Queridos amigos, no les crean a
todos los que afirman hablar de parte del Espíritu. Pónganlos a prueba para
averiguar si el espíritu que tienen realmente proviene de Dios, porque hay
muchos falsos profetas en el mundo.
Hay
endemoniados que leen la Biblia, oran, cantan himnos y hasta parecen “ministros
de justicia”
2Cor.11:13-15 Estos individuos son
falsos apóstoles. Son obreros engañosos que se disfrazan de apóstoles de
Cristo. (14) ¡Pero no me sorprende para nada! Aun Satanás se disfraza de ángel de
luz. (15) Así que no es de sorprenderse que los que lo sirven también se
disfracen de siervos de la justicia. Al final, recibirán el castigo que sus
acciones perversas merecen.
Comparemos estos
versículos con este:
Mat 7:21-23 »No todo el que me
llama: “¡Señor, Señor!” entrará en el reino del cielo. Sólo entrarán aquellos
que verdaderamente hacen la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
(22) El día del juicio, muchos me dirán: “¡Señor, Señor! Profetizamos en tu nombre,
expulsamos demonios en tu nombre e hicimos muchos milagros en tu nombre”. (23)
Pero yo les responderé: “Nunca los conocí. Aléjense de mí, ustedes, que violan
las leyes de Dios”.
¡Recuerde que
sólo el Señor puede darle una clara percepción de la presencia de los malos
espíritus, si Ud. está auténticamente sujeto a la “cadena de mando” que él
instituyó.
Solamente los
que hacen la voluntad de Dios, tienen la autoridad para echar demonios fuera de
los cuerpos de los poseídos.
Y como último
aspecto que debemos tener en cuenta es que debemos siempre reprender a los
demonios en el nombre de Jesús.
Todo buen
creyente tiene autoridad para echar fuera demonios.
Pero no puede
ejercer esa autoridad si él no está sometido a la autoridad del Señor, en la
manera que ya hemos explicado. (Hechos 19:13-17).
Hch 19:13-17 Un grupo de judíos
viajaba de ciudad en ciudad expulsando espíritus malignos. Trataban de usar el
nombre del Señor Jesús en sus conjuros y decían: «¡Te ordeno en el nombre de
Jesús, de quien Pablo predica, que salgas!». (14) Siete de los hijos de Esceva,
un sacerdote principal, hacían esto. (15) Pero, en una ocasión que lo
intentaron, el espíritu maligno respondió: «Conozco a Jesús y conozco a Pablo,
¿pero quiénes son ustedes?». (16) Entonces el hombre con el espíritu maligno se
lanzó sobre ellos, logró dominarlos y los atacó con tal violencia que ellos
huyeron de la casa, desnudos y golpeados. (17) Esta historia corrió velozmente
por toda Éfeso, entre judíos y griegos por igual. Un temor solemne descendió
sobre la ciudad, y el nombre del Señor Jesús fue honrado en gran manera.
Hoy en día no
estamos lejos de esta realidad, muchos falsos creyentes andan por allí dizque
sacando y reprendiendo demonios, y si usted los analiza, estos llevan una vida
desordenada y fracasada.
Son personas
que tienen su propio hogar en vueltos en un infierno y pretender limpiar otros.
Debemos tener
mucho cuidado cuando una persona de esta calaña llega a nuestra casa
pretendiendo hacernos creer que Dios le ha dado autoridad cuan en realidad ni
su propia familia ha podido controlar.
Lo triste de
todo esto, es que estas personas no quieren reconocer que necesitan ayuda
espiritual.
Sino que bajo
la influencia demoniaca de su orgullo, andan engañando a los más débiles para
hacerles creer que ellos son bendecidos, cuando la realidad verdadera es otra.
Mar 9:28-29 Más tarde, cuando Jesús
quedó a solas en la casa con sus discípulos, ellos le preguntaron: —¿Por qué
nosotros no pudimos expulsar ese espíritu maligno? (29) Jesús contestó: —Esa
clase sólo puede ser expulsada con oración.*
La oración y el verdadero ayuno (Isaías 58) deben ser una preparación habitual en todo cristiano.
Pero no sirven
en el momento en que hay que reprender a un demonio.
La
Biblia no enseña que debemos “orar” frente a un endemoniado.
Cuando Jesús
estaba frente a un endemoniado, no oraba por él sino que directamente hablaba
al demonio y lo reprendía audiblemente. “¡Espíritu
mudo y sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él!”.
La palabra de autoridad en el nombre del Señor Jesús es el único poder que
el demonio obedece.
Es bueno orar
antes de enfrentarse con un endemoniado, pero es incorrecto hacerlo durante el
acto de liberación.
No conviene tratar de echar fuera demonios poniendo
las manos sobre el endemoniado.
En el caso de
la mujer atada por Satanás durante dieciocho años (Lucas
13:10-17) el Señor Jesús primero la liberó del espíritu de enfermedad (vs.11-12) y sólo después le impuso las manos (v.13).
Si Ud. intenta
reprender a un demonio con la ayuda física de sus manos, engendra peligrosas
reacciones físicas por la acción del espíritu inmundo en el cuerpo de su
víctima.
Si Ud. necesita conseguir una evidencia física, pídale al demonio que
hable, que se dé a conocer.
No invoque la
sangre de Jesús (esa sangre lo redime
a Ud. y lo protege si Ud. tiene la vida plena de Cristo, pero no le sirve al
demonio).
¡Obedezca las instrucciones del Maestro, sometiéndose a su autoridad!…
Tampoco
procure que el endemoniado escupa o vomite demonios, porque eso no es bíblico.
¡Cuidado con “el festival de las arcadas!”… ¡eso
podría ser diabólico!
¡No use fórmulas ajenas a la Palabra de Dios! ¡Es
muy arriesgado!
Tampoco es correcto ungir con aceite a los
endemoniados o perder largo tiempo con ellos en
diversas ceremonias exóticas.
Jesús nunca hizo eso.
Ud. ni
siquiera necesita gritarle a un demonio…
Todo lo que debe hacer es ordenarle que salga y
que nunca más vuelva a entrar en esa persona.
No es
indispensable pedir que el demonio hable, salvo que sea indispensable para
estar seguro de su presencia en ese cuerpo.
Cuando se haya
producido la liberación, no pierda tiempo e inmediatamente presente el
Evangelio a la persona liberada, tratando de llevarla a los pies de Cristo.
Recuerde que
ninguna liberación es efectiva si no se hace en el nombre del Señor Jesús.
Mar 16:17 Estas señales milagrosas
acompañarán a los que creen: expulsarán demonios en mi nombre y hablarán nuevos
idiomas.*
Gracia y
paz
Pastor y
Administrador, Rogers Infante.
Bendiciones
a mis hermanos en la fe.
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