LAS OCHO
DIFICULTADES POR LAS QUE PASO NEHEMÍAS.
Capítulos (4 al 7)
Gracia y Paz para todos mis hermanos en la obra de Dios Padre y de
su Hijo Jesucristo, el cordero inmolado que hoy se encuentra sentado a la
diestra de su Padre el Todopoderoso.
Y que al sonar de la séptima trompeta, su Padre Jehová de los Ejércitos,
permitirá que su Hijo Jesucristo descienda una vez más a este planeta con el propósito
de traer Juicio contra todos aquellos que hoy se encuentra desobedeciendo su
palabra por su polvoriento razonamiento humano y no de cristo.
Cada vez que el pueblo de Dios empiece a hacer la obra de Dios,
siempre habrá oposición.
Un obrero de fe y propósito débil capitulará.
Pero una persona resuelta y confiada vencerá la oposición y
terminará el trabajo.
El personaje del cual hablare hoy será Nehemías.
Nehemías, fue una persona perseverante.
Confiada en que lo que Dios le propuso en su corazón, así tenía
que ser, a pesar de las dificultades.
Nótese en estos capítulos la oposición que enfrentó (dentro y fuera
de la ciudad) y las victorias que ganó.
Como hijos de Dios, pasaremos muchas dificultades, pero así como
Nehemías, en su obediencia y dedicación a las cosas sagradas de Dios,
obtendremos la victoria.
Todo cristiano verdadero que pone toda su vida en las manos de
Dios, este será victorioso.
Los tibios no alcanzaran la victoria.
Por serle fiel a Dios,
Nehemías tuvo que pasar por muchas dificultades, en las cuales el poder de Dios
se manifestó en el, haciéndolo un hombre victorioso.
Nehemías puso
toda su confianza en Dios.
Y esa confianza ante Dios, no le permitió que satanás lo desviara
del propósito que Dios tenia para con él.
Hoy en día son muchos los creyentes que prefieren estar ante la
voluntad de satanás y no ante la voluntad de Dios.
Esto ocurre porque estos creyentes, realmente no están poniendo su
confianza plena en Dios.
Y nosotros sabemos que el propósito de Dios para con nosotros, es
que nosotros le busquemos primeramente a él.
Dios no aceptara, ninguna excusa, ya que si confiamos en él, él
nos proveerá de todo aquello que necesitemos.
Nehemías pasó por 8 dificultades, las cuales veremos a continuación.
1- Lo
quisieron poner en Ridículo (4.1–6)
Nehemías
4:1-6 * Cuando Sanbalat se enteró de que
estábamos reconstruyendo la muralla se enojó muchísimo. Se puso furioso y se
burló de los judíos, (2) diciendo ante sus amigos y los oficiales del ejército
de Samaria: «¿Qué cree que está haciendo este pobre y debilucho grupo de
judíos? ¿Acaso creen que pueden construir la muralla en un día por tan sólo
ofrecer unos cuantos sacrificios?* ¿Realmente creen que pueden hacer algo con
piedras rescatadas de un montón de escombros, y para colmo piedras
calcinadas?». (3) Tobías, el amonita, que estaba a su lado, comentó: «¡Esa
muralla se vendría abajo si tan siquiera un zorro caminara sobre ella!». (4)
Entonces oré: «Escúchanos, Dios nuestro, porque se burlan de nosotros. ¡Que sus
burlas recaigan sobre sus propias cabezas, y que ellos mismos sean llevados
cautivos a una tierra extraña! (5) No pases por alto su culpa. No borres sus
pecados, porque han provocado tu enojo delante de* los que construyen la
muralla». (6) Por fin se completó la muralla alrededor de toda la ciudad hasta
la mitad de su altura, porque el pueblo había trabajado con entusiasmo.
El pueblo de Dios siempre tiene enemigos.
En este caso fueron Sanbalat, un oficial del gobierno en Samaria,
Tobías amonita y Gesem el árabe, también llamado Gasmu (6.1, 6).
Estos tres perversos hombres no eran israelitas; es más, los
amonitas eran enemigos de los judíos (Dt. 23.3–4).
La primera
arma que usaron fue ridiculizarlos;
Se mofaron de los «débiles judíos»
ante los líderes de Samaria.
De esto lo sabemos ya que Satanás es el burlador, lo mismo ocurrió
con Jesús (Lc.22.63; 23.35–37).
Luc.22:63
Los guardias que estaban a cargo de Jesús comenzaron a burlarse de él y a
golpearlo.
Lucas
23:35-37 La multitud observaba, y los líderes se burlaban. «Salvó a otros
—decían—, que se salve a sí mismo si de verdad es el Mesías de Dios, el
Elegido». (36) Los soldados también se burlaban de él, al ofrecerle vino agrio
para beber. (37) Y exclamaron: «Si eres el rey de los judíos, ¡sálvate a ti
mismo!».
La ridiculez es una artimaña usada por gente
ignorante, mediocre, falta de entendimiento y llena de celos.
Se burlaron del pueblo de Dios («débiles judíos»), del plan («¿Acabarán en un día?»)
y de los materiales («piedras que fueron quemadas»).
¿Cómo les
respondió Nehemías? ¡Oró a
Dios!
Su preocupación sólo era la gloria de Dios y el testimonio de la
nación.
Nótese que el pueblo seguía trabajando mientras oraba, porque la
oración no sustituye el trabajo.
A Satanás le hubiera encantado ver a Nehemías dejar la muralla y
enredarse en una disputa con Sambalat, pero
Nehemías no cayó en la trampa de Satanás.
Nunca permita que el ridículo le haga dejar su ministerio; «lléveselo al Señor en oración» y continúe trabajando.
Dios tomara juicio contra aquellos que quieran avergonzar a sus
hijos.
Deut.32:35-36 Yo tomaré venganza; yo les pagaré lo que se merecen. A
su debido tiempo, sus pies resbalarán. Les llegará el día de la calamidad, y su
destino los alcanzará”. (36) »Sin duda, el SEÑOR hará justicia a su pueblo y
cambiará de parecer acerca de* sus siervos, cuando vea que ya no tienen fuerzas
y no queda nadie allí, ni siervo ni libre.
2- Aplicaron
todo tipo de Fuerza para que desistiera (4.7–9)
Neh
4:7-9 * Sin embargo, cuando Sanbalat, Tobías, los árabes, los amonitas y los
asdodeos se enteraron de que la obra progresaba y que se estaban reparando las
brechas en la muralla de Jerusalén, se enfurecieron. (8) Todos hicieron planes
para venir y luchar contra Jerusalén y causar confusión entre nosotros. (9) Así
que oramos a nuestro Dios y pusimos guardias en la ciudad día y noche para
protegernos.
Lo que Satanás no puede conseguir mediante el
engaño lo hace por la fuerza.
¡Qué confederación de pueblos tenemos en el versículo 7 ! Y todos conspiraron contra los judíos.
Es asombroso cómo el diablo parece nunca carecer de mano de obra.
En 2.10 tenemos dos
enemigos; tres en 2.19 y una multitud entera en 4.7.
Pero «si Dios es
con nosotros, ¿quién contra nosotros?»
¿Cómo enfrentó Nehemías este nuevo ataque? Oró y estableció vigilantes.
Usted como cristiano verdadero debe «¡Velad y orad!» En todo tiempo.
Hay que orar por nuestros hermanos. Marcos 13:33 Y,
ya que ustedes tampoco saben cuándo llegará ese tiempo, ¡manténganse en
guardia! ¡Estén alerta!*
Hay que orar para que la carne se sujete. Marcos 14:38
Velen y oren para que no cedan ante la tentación, porque el espíritu está
dispuesto, pero el cuerpo es débil».
Hay que orar para que el diablo no tenga autoridad
sobre nosotros. Efesios
6:18 Oren en el Espíritu en todo
momento y en toda ocasión. Manténganse alerta y sean persistentes en sus
oraciones por todos los creyentes en todas partes.*
Observe bien que Nehemías no dependía sólo de la oración; también
puso unos guardias.
316
3- Quisieron
aplicarle la vacuna del espíritu del Desaliento (4.10)
Nehemías 4:10
Entonces el pueblo de Judá comenzó a quejarse: «Los trabajadores se están
cansando, y los escombros que quedan por sacar son demasiados. Jamás podremos
construir la muralla por nuestra cuenta».
La batalla pasa ahora de fuera hacia dentro de la ciudad.
Satanás siguió la misma táctica en Hechos 5–6 cuando usó a Ananías y a Safira y a las viudas quejosas dentro de la comunidad de la iglesia. --También usó a Judas
dentro de las filas de los apóstoles.
De igual manera satanás intento desanimar a todos los
trabajadores, para que desistieran de la obra de Dios.
Cuán desanimados estaban los trabajadores, con todos los escombros
en la ciudad y el peligro acechando afuera.
¿Por qué se quejó la tribu de Judá?
Tal vez porque secretamente estaban aliados a Sanbalat (6.17).
Nótese en 13.15 la
desobediencia de Judá a la ley de Dios.
Cuando dijeron: «¡No podemos!» (v.10),
en realidad estaban de acuerdo con el enemigo (4.2).
El desaliento y la queja se esparcen rápidamente y
estorban la obra de Dios.
No leemos que Nehemías le haya puesto mucha atención a su queja; él continuó trabajando, vigilando y orando.
Pero satanás sí que sabe desanimar a
los débiles.
Y les pone más carga, para que de esa manera estos, se sientan
necesitados.
4- Le
quisieron infundir el espíritu del Temor (4.11–23)
Nehemías 4:11-23
Mientras tanto, nuestros enemigos decían: «Antes de que se den cuenta de lo que
está pasando, caeremos encima de ellos, los mataremos y detendremos el
trabajo». (12) Los judíos que vivían cerca de los enemigos venían y nos decían
una y otra vez: «¡Llegarán de todos lados y nos atacarán!».* (13) De manera que
coloqué guardias armados detrás de las partes más bajas de la muralla, en los
lugares más descubiertos. Puse a la gente por familias para que hiciera guardia
con espadas, lanzas y arcos. (14) Luego, mientras revisaba la situación, reuní
a los nobles y a los demás del pueblo y les dije: «¡No le tengan miedo al
enemigo! ¡Recuerden al Señor, quien es grande y glorioso, y luchen por sus
hermanos, sus hijos, sus hijas, sus esposas y sus casas!». (15) Cuando nuestros
enemigos se enteraron de que conocíamos sus planes y que Dios mismo los había
frustrado, todos volvimos a nuestro trabajo en la muralla. (16) Sin embargo, de
ahí en adelante, sólo la mitad de los hombres trabajaba mientras que la otra
mitad hacía guardia con lanzas, escudos, arcos y cotas de malla. Los líderes se
colocaron detrás del pueblo de Judá (17) que edificaba la muralla. Los obreros
seguían con el trabajo, sosteniendo con una mano la carga y con la otra un
arma. (18) Todos los que construían tenían una espada asegurada a su costado.
El que tocaba la trompeta quedó conmigo para tocar alarma. (19) Entonces les
expliqué a los nobles, a los oficiales y a todo el pueblo lo siguiente: «La
obra es muy extensa, y nos encontramos muy separados unos de otros a lo largo
de la muralla. (20) Cuando oigan el sonido de la trompeta, corran hacia el
lugar donde esta suene. ¡Entonces nuestro Dios peleará por nosotros!». (21)
Trabajábamos desde temprano hasta tarde, desde la salida hasta la puesta del
sol; y la mitad de los hombres estaba siempre de guardia. (22) También les dije
a todos los que vivían fuera de las murallas que se quedaran en Jerusalén. De
esa manera ellos y sus sirvientes podían colaborar con los turnos de guardia de
noche y trabajar durante el día. (23) Durante ese tiempo, ninguno de nosotros
—ni yo, ni mis parientes, ni mis sirvientes, ni los guardias que estaban
conmigo— nos quitamos la ropa. En todo momento portábamos nuestras armas,
incluso cuando íbamos por agua.*
El temor y la fe nunca pueden permanecer en el mismo corazón.
En el versículo 11 tenemos un
rumor que el enemigo empezó de que sus ejércitos invadirían a Jerusalén.
Los judíos que vivían fuera de la ciudad oyeron este informe y lo
llevaron diez veces a Nehemías.
Cuán persistente puede ser Satanás y sus
trabajadores.
Al final, Nehemías estableció la guardia en las
murallas y animó al pueblo a que no temiera.
Note que el trabajo se detuvo desde el versículo
13 hasta el versículo 15;
exactamente
lo que quería el enemigo.
Pero Nehemías vio la necedad de un plan, y de inmediato puso a los obreros de nuevo a trabajar, con un arma
en una mano y una herramienta en la otra.
También puso una guardia especial con trompetas (vv.
19–20), pero no
permitió que se detuviera la obra.
Nosotros
debemos aplicar siempre este plan.
Si es cierto que debemos trabajar, pero también es cierto que
aunque estemos en el trabajo, debemos llevar conjuntamente la palabra de Dios,
con nosotros.
Y en cualquier tema que se presente, siempre poner su palabra por
delante de todo.
Estos judíos fueron maravillosos ejemplos de lo que el obrero
cristiano debe hacer:
Tenían su
mente en la obra (4.6), un corazón
para orar (4.9), un ojo para
vigilar (4.9) y un oído para oír (4.20).
Nosotros tenemos que estar vigilantes ante el movimiento del
enemigo.
Ya los conocemos y sabemos de lo que son capaces.
Pero debemos esperar en el Señor, para poder darles la estaca
final.
Rom.12:19
Queridos amigos, nunca tomen venganza. Dejen que se encargue la justa ira de
Dios. Pues dicen las Escrituras: «Yo tomaré venganza; Yo les pagaré lo que se
merecen»*, dice el SEÑOR.
5- Lograron
infiltrar el espíritu del Egoísmo al pueblo (5)
Este es un capítulo triste, porque en él vemos a los judíos
egoístamente oprimiéndose los unos a los otros.
En este
capítulo no aparece ninguna construcción.
Había grandes cargas económicas que pesaban sobre los judíos, no
sólo por la hambruna sino también por los impuestos y tributos.
Hageo 1:7-11
Esto es lo que dice el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales: «¡Miren lo que les
está pasando! (8) Vayan ahora a los montes, traigan madera y reconstruyan mi
casa. Entonces me complaceré en ella y me sentiré honrado, dice el SEÑOR. (9)
Esperaban cosechas abundantes, pero fueron pobres; y cuando trajeron la cosecha
a su casa, yo la hice desaparecer con un soplo. ¿Por qué? Porque mi casa está
en ruinas —dice el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales— mientras ustedes se
ocupan de construir sus elegantes casas. (10) »Es por causa de ustedes que los
cielos retienen el rocío y la tierra no produce cosechas. (11) Yo mandé la
sequía sobre sus campos y colinas; una sequía que destruirá el grano, el vino
nuevo, el aceite de oliva y las demás cosechas; una sequía que hará que ustedes
y sus animales pasen hambre y arruinará todo aquello por lo que tanto han
trabajado».
Los judíos eran víctimas de sus conciudadanos mediante hipotecas y
servidumbre.
¿Cómo actuó Nehemías en esta crisis?
Primero, se
enojó (v.6) debido a que su pueblo era
tan reincidente en lo espiritual, al punto de robarse los unos a los otros,
incluso no querían llevar al templo lo que realmente le correspondía a Dios.
Se excusaban y alegaban que tenían problemas económicos.
En otras palabras no confiaban en Dios.
Nehemías Vio
esto, no como un problema económico, sino como un problema espiritual.
Consultó con su
corazón (v.7) y sin duda oró al Señor por sabiduría.
Luego reprendió al pueblo (vv. 7–11), recordándoles la bondad de
Dios para su nación.
«Dios nos
ha libertado», argumentó; «¿volveréis a esclavizaros unos a otros de nuevo?»
Apeló a la ley del AT al ordenarles que devolvieran sus ganancias
ilícitas (Éx 22.25).
Seguramente el enemigo se gozó al ver a los judíos robándose los
unos a los otros (v. 9)!
Note que Nehemías apeló también a su buen ejemplo como líder (v. 10).
Más adelante El pueblo prometió obedecer la Palabra, ¡y lo hicieron!
6- Satanás
quiso aplicar el espíritu del Engaño (6.1–4)
Nehemías
6:1-4 Sanbalat, Tobías, Gesem el árabe y
los demás enemigos nuestros descubrieron que yo había terminado la
reconstrucción de la muralla y que no quedaba ninguna brecha; a pesar de que
todavía no habíamos levantado las puertas en sus respectivos lugares. (2) Así
que Sanbalat y Gesem enviaron un mensaje pidiéndome que me encontrara con ellos
en una de las aldeas* de la llanura de Ono. Pero me di cuenta de que ellos
tramaban hacerme daño, (3) de modo que les respondí con el siguiente mensaje: «Estoy ocupado en una gran tarea, así que
no puedo ir. ¿Por qué habría de dejar el trabajo para ir a encontrarme con
ustedes?». (4) Cuatro veces me enviaron el mismo mensaje, y cada vez les
respondí lo mismo.
El pueblo volvió a la obra de Dios y también el enemigo volvió a
sus artimañas.
Esta vez Sanbalat y sus
hombres dirigieron sus ataques contra Nehemías, el líder.
Muchos en el pueblo de Dios nunca se percatan de las tentaciones y
pruebas especiales que enfrentan los siervos de Dios día tras día.
El liderazgo espiritual es costoso.
Sanbalat invitó a Nehemías a una reunión
amistosa en el campo de Ono y Nehemías rehusó a ir.
Los siervos que Dios ha separado no se atreven a «andar en
el camino de pecadores» (Sal 1.1).
Tenga mucho cuidado con las sonrisas del enemigo,
porque Satanás es más peligroso cuando aparece como su amigo, que en cualquier
otro momento.
Cuatro invitaciones vinieron (v. 4) y Nehemías las rehusó todas.
«Yo hago una gran obra, y no puedo ir». Fue la respuesta de Nehemías.
A Cuantos creyentes los está invitando satanás a que no se
congreguen, cuando el Señor nos llama.
Pero si acuden con diligencia a las invitaciones de enemigo.
Por tal motivo, nosotros debemos Seguir en la obra de Dios, cuando
Satanás le invita a dejarla.
Tenga presente que Dios lo bendecirá.
7- Intentaron
hasta con la Calumnia (6.5–9)
Nehemías 6:5-9
La quinta vez, el sirviente de Sanbalat llegó con una carta abierta en su mano
(6) que decía: «Circula un rumor entre las naciones vecinas, y Gesem* me
asegura que es cierto, que tú y los judíos piensan rebelarse y que por eso
reconstruyen la muralla. Según sus informes, tú te propones ser el rey. (7)
También informa que has nombrado profetas en Jerusalén para que proclamen
acerca de ti: “¡Atención! ¡Hay rey en Judá!”. »Puedes tener la seguridad de que
este informe llegará a oídos del rey, de modo que sugiero que vengas a hablar
conmigo del asunto». (8) Yo respondí: «Todo lo que dices es puro cuento. Tú
mismo inventaste todo». (9) Sólo trataban de intimidarnos, creían que podrían
desalentarnos y detener la obra. De modo que seguí con el trabajo más decidido
que nunca.*
La quinta vez que vino el mensajero trajo una «carta
abierta» llena de acusaciones difamatorias
contra Nehemías y su pueblo.
«Se dice» es una de las principales
armas del diablo.
«Dicen» o «he oído» son frases que por lo
general preceden chismes y mentiras.
¿Quiénes
«dicen»? Nehemías detectó la
artimaña y de inmediato puso al descubierto las mentiras de la llamada «carta abierta».
Su vida y carácter refutaban cada mentira de la carta.
En los versículos 1–4
el enemigo ofreció trabajar con los judíos.
Y en los versículos 5–9,
el enemigo quería difamar el nombre de Nehemías.
Nótese cómo Nehemías de nuevo le pidió a Dios que
anulara el asunto (v. 9).
Los siervos de Dios no pueden impedir que la gente hable de ellos.
Pero sí pueden
cuidar la clase de carácter y el testimonio que tienen.
Si Nehemías hubiera detenido la obra para defender su reputación,
las murallas nunca se hubieran construido.
8- Finalmente
llegan a Nehemías las populares Amenazas (6.10–14)
Nehemías
6:10-14 Más adelante fui a visitar a Semaías, hijo de Delaía y nieto de
Mehetabel, que estaba recluido en su casa. Me dijo: —Reunámonos dentro del
templo de Dios y cerremos las puertas con cerrojos. Tus enemigos vienen a
matarte esta noche. (11) Pero yo respondí: —¿Acaso debería una persona en mi
posición huir del peligro? ¿Acaso debería alguien en mi posición entrar al
templo para salvar su vida? ¡No lo haré! (12) Me di cuenta de que Dios no le
había hablado, sino que decía esa profecía contra mí porque Tobías y Sanbalat
lo habían contratado. (13) Ellos esperaban intimidarme y hacerme pecar. De esa
forma podrían acusarme y desacreditarme. (14) Oh Dios mío, acuérdate de todas
las cosas malvadas que Tobías y Sanbalat han hecho; y recuerda a la profetisa
Noadías y a todos los profetas como ella que trataron de intimidarme.
Semaías se encerró en su casa, al parecer temeroso del enemigo, pero en
realidad trabajaba para este.
¿Por qué no
ayudaba a los judíos a construir la muralla?
Vale la pena ser cautelosos con los llamados cristianos que
siempre aconsejan, pero que nunca hacen ningún trabajo para Cristo.
El Apóstol Pablo
nos advirtió respecto a los falsos hermanos (2Cor.11.26).
2Co 11:26-33 He
estado en muchos viajes muy largos. Enfrenté peligros de ríos y de ladrones.
Enfrenté peligros de parte de mi propio pueblo, los judíos, y también de los
gentiles.* Enfrenté peligros en ciudades, en desiertos y en mares. Y enfrenté
peligros de hombres que afirman ser creyentes, pero no lo son.* (27) He
trabajado con esfuerzo y por largas horas y soporté muchas noches sin dormir.
He tenido hambre y sed, y a menudo me he quedado sin nada que comer. He
temblado de frío, sin tener ropa suficiente para mantenerme abrigado. (28) Y,
además de todo eso, a diario llevo la carga de mi preocupación por todas las
iglesias. (29) ¿Quién está débil sin que yo no sienta esa misma debilidad?
¿Quién se ha dejado llevar por mal camino y sin que yo no arda de enojo? (30)
Si debo jactarme, preferiría jactarme de las cosas que muestran lo débil que
soy. (31) Dios, el Padre de nuestro Señor Jesús, quien es digno de eterna
alabanza, sabe que no miento. (32) Cuando estuve en Damasco, el gobernador bajo
el mando del rey Aretas puso guardias en las puertas de la ciudad para
atraparme. (33) Tuvieron que
descolgarme en una canasta por una ventana en el muro de la ciudad para que
escapara de él.
Semaías le mintió a Nehemías y trató de
asustarlo para que acudiera al enemigo en busca de seguridad.
Pero Nehemías vio la
artimaña y abiertamente refutó las mentiras de Semaías.
Otra vez oró
pidiendo la ayuda de Dios y enseguida volvió a la obra.
Por eso debemos tener mucho cuidado con aquellos que se dicen ser
cristianos y no lo son.
2Pedro 2:2-9
Habrá muchos que seguirán sus malas enseñanzas y su vergonzosa inmoralidad. Y,
por culpa de estos maestros, se hablará mal del camino de la verdad. (3)
Llevados por la avaricia, inventarán mentiras ingeniosas para apoderarse del
dinero de ustedes. Pero Dios los condenó desde hace mucho, y su destrucción no
tardará en llegar. (4) Pues Dios no perdonó ni siquiera a los ángeles que
pecaron, sino que los arrojó al infierno,* dentro de fosas tenebrosas,* donde
están encerrados hasta el día del juicio. (5) Dios tampoco perdonó al mundo
antiguo, aparte de Noé y a los otros siete miembros de su familia. Noé advirtió
al mundo del justo juicio de Dios. Por eso Dios lo protegió cuando destruyó,
con un gran diluvio, el mundo de los que vivían sin Dios. (6) Tiempo después,
Dios condenó las ciudades de Sodoma y Gomorra, y las redujo a montones de
cenizas. Las puso como ejemplo de lo que le sucederá a la gente que vive sin
Dios. (7) Pero Dios también rescató a Lot y lo sacó de Sodoma, porque Lot era
un hombre recto que estaba harto de la vergonzosa inmoralidad de la gente
perversa que lo rodeaba. (8) Así es, Lot era un hombre recto atormentado en su
alma por la perversión que veía y oía a diario. (9) Como ven, el Señor sabe
rescatar de las pruebas a todos los que viven en obediencia a Dios, al mismo
tiempo que mantiene castigados a los perversos hasta el día del juicio final.
Finalmente Las
murallas quedaron terminadas en cincuenta y dos días.
Y el pueblo trabajó durante la temporada de más calor del año.
Dios fue
glorificado, el enemigo quedó avergonzado (v.16),
Pero los judíos comprometidos aún trataban de lograr que Nehemías aceptara a Tobías.
Qué carga deben haber sido estos nobles de Judá para el consagrado
y valeroso Nehemías.
La obra finalizó.
¡La gloria sea para Dios!
Gracia y Paz.
Pastor y Administrador,
Rogers Infante.
Bendiciones a mis hermanos
en la fe.
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