¿Dios Dice Que Las Instrucciones
Que Te Prosperaran y Derramaran las Bendiciones sobre ti, están A Tu Alcance?
Gracia y paz para todos mis hermanos en la obra de Dios Padre y de su hijo
Jesucristo, el cordero inmolado que hoy se encuentra sentado a la diestra del
Padre el Todopoderoso y que al sonar de la séptima trompeta el vendrá con poder
a juzgar a este mundo.
Deuteronomio 30:9-11 »Entonces el
SEÑOR tu Dios te prosperará en todo lo que hagas. Te dará muchos (salud) hijos, una gran
cantidad de (bendiciones) animales y hará que tus (Finanzas) campos produzcan
cosechas abundantes, porque el SEÑOR volverá a deleitarse en ser bondadoso
contigo como lo fue con tus antepasados. (10) El SEÑOR tu Dios se deleitará en
ti si obedeces su voz y cumples los mandatos
y los decretos escritos en este libro de instrucción, y si te vuelves
al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma. (11) »El mandato que
te entrego hoy no es demasiado difícil de entender ni está fuera de tu alcance.
Todos nosotros buscamos las bendiciones de Dios en nuestra vida.
En estos versículos Dios le promete al pueblo de Israel bendecirlos si
ellos ponían en práctica tres verdades en sus vidas.
Estas tres verdades deben ser aplicadas hoy en día por los cristianos
verdaderos.
Verdades que nos catalogan como hijos verdaderos de Dios, y bendecidos por
el Altísimo.
Veamos hoy estos tres puntos para ponerlos por práctica.
I. Debemos escuchar su voz y obedecerla.
Deuteronomio
30:10-20 El SEÑOR tu Dios se deleitará en ti si obedeces su voz y cumples los mandatos y los decretos escritos en
este libro de instrucción, y si te vuelves al SEÑOR tu Dios con todo tu
corazón y con toda tu alma.
No es nada nuevo para nosotros el escuchar que el pueblo de Israel en
ocasiones no era obedientes a Dios.
Caso similar está ocurriendo en este tiempo.
Las personas le son obedientes al mundo, por eso el mundo las aflige.
Por el contrario la obediencia a Dios es el resultado de una fe viva y
Verdadera.
La Biblia nos enseña que la falta de Obediencia de los
israelitas hacia Dios, era producto de su incredulidad.
Cuando un cristiano no obedece lo que Dios manda, es porque esa persona es
incrédula.
Hebreos
3:16-19
¿Y quiénes fueron los que se rebelaron contra Dios a pesar de haber oído su
voz? ¿No fue acaso el pueblo que salió de Egipto guiado por Moisés? (17) ¿Y
quiénes hicieron enojar a Dios durante cuarenta años? ¿Acaso no fueron los que
pecaron, cuyos cadáveres quedaron tirados en el desierto? (18) ¿Y a quiénes
hablaba Dios cuando juró que jamás entrarían en su descanso? ¿Acaso no fue a
los que lo desobedecieron? (19) Como vemos, ellos no pudieron entrar en el
descanso de Dios a causa de su incredulidad.
Una Iglesia para poder estar en la presencia de Dios, necesita de una Fe
viva y verdadera para poder Obedecer al Señor.
La incredulidad, es lo que te lleva a que en todo
momento este desanimado y dudando de que Dios pueda tomar control de todo lo
que te esta pasando.
Jesús dijo a
los judíos incrédulos, que estaban escuchando la palabra de Dios.
Juan 8:47 Los que pertenecen a Dios
escuchan con gusto las palabras de Dios, pero ustedes no las escuchan porque no
pertenecen a Dios.
Hoy en día muchas personas escuchan que se está predicando de la palabra de
Dios, pero me atrevo a decir que de esas personas el 90% de ellas no son de
Dios.
Aparentan ser de Dios, pero no lo son.
La razón es porque no han recibido a cristo en su corazón verdaderamente,
pero si han recibido la idolatría de satanás.
Estas personas creen ser de Dios, incluso lo dicen con su boca, pero su
corazón está demasiado lejos de la presencia de Dios, ya que no desean
obedecerlo en todo.
Eso lo podemos ver, ya que estas personas no desean hacer la voluntad de
Dios y mucho menos desean someterse a él.
Mat 15:8-9 “Este pueblo me honra con
sus labios, pero su corazón está lejos de mí. (9) Su adoración es una farsa
porque enseñan ideas humanas como si fueran mandatos de Dios”*.
Ante esta prerrogativa nos preguntamos: ¿Soy yo de
Dios?
Les voy a decir
una cosa, como Iglesia verdadera de Jesús, debemos concentrarnos más en lo que TENEMOS que hacer, que en lo que QUEREMOS hacer.
Lucas 6:45-49 Una persona buena
produce cosas buenas del tesoro de su buen corazón, y una persona mala produce
cosas malas del tesoro de su mal corazón. Lo que uno dice brota de lo que hay
en el corazón. (46) »Así que, ¿por qué siguen llamándome “¡Señor, Señor!”
cuando no hacen lo que digo? (47) Les mostraré cómo es cuando una persona viene
a mí, escucha mi enseñanza y después la sigue. (48) Es como una persona que,
para construir una casa, cava hondo y echa los cimientos sobre roca sólida.
Cuando suben las aguas de la inundación y golpean contra esa casa, ésta queda
intacta porque está bien construida. (49) Pero el que oye y no obedece es como
una persona que construye una casa sin cimientos. Cuando las aguas de la
inundación azoten esa casa, se derrumbará en un montón de escombros».
Como buenos cristianos, debemos tener la actitud de David.
Salmo
119:57-61 ¡SEÑOR,
eres mío! ¡Prometo obedecer tus
palabras!
(58) Deseo tus bendiciones con todo
el corazón; ten misericordia, como lo prometiste.
(59) Consideré el rumbo de mi vida
y decidí volver a tus leyes.
(60) Me apresuraré sin demora a
obedecer tus mandatos.
(61) Gente malvada trata de
arrastrarme al pecado, pero estoy firmemente anclado a tus enseñanzas.
¿Qué sentimos en nuestros corazones
cuando oímos la palabra de Dios?
¿Estamos nosotros listos y deseosos de
hacer la voluntad de Dios realmente?
¿Estamos Obedeciendo la Voz de Dios,
realmente?
¿Nos estamos sometiendo a su voluntad
absoluta para recibir sus bendiciones
realmente?
O ¿preferimos seguir creyendo que Dios,
se complace y acepta nuestra actitud mediocre de no hacer su voluntad por que
vivimos y nos gozamos en las excusas?
II. Que sucede cuando nos convertimos y
obedecemos los mandatos de Jehová nuestro Dios.
Deuteronomio 30:11-20 »El mandato que te entrego hoy no es
demasiado difícil de entender ni está fuera de tu alcance. (12) No está guardado en los cielos, tan
distante para que tengas que preguntar: “¿Quién subirá al cielo y lo bajará
para que podamos oírlo y obedecer?”. (13) Tampoco está guardado más allá
del mar, tan lejos para que tengas que preguntar: “¿Quién cruzará el mar y lo
traerá para que podamos oírlo y obedecer?”. (14) Por el contrario, el
mensaje está muy al alcance de la mano; está en tus labios y en tu corazón para
que puedas obedecerlo. (15) »¡Ahora
escucha! En este día, te doy a elegir entre la vida y la muerte, entre
la prosperidad y la calamidad. (16) Pues hoy te ordeno que ames al SEÑOR tu
Dios y cumplas sus mandatos, decretos y ordenanzas andando en sus caminos. Si
lo haces, vivirás y te multiplicarás, y el SEÑOR tu Dios te bendecirá a ti y
también a la tierra donde estás a punto de entrar y que vas a poseer. (17) »Sin embargo, si tu corazón se aparta y
te niegas a escuchar, y si te dejas llevar a servir y rendir culto a otros
dioses, (18) entonces te advierto desde ya que sin duda serás destruido. No
tendrás una buena y larga vida en la tierra que ocuparás al cruzar el Jordán.
(19) »Hoy te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre bendiciones y
maldiciones. Ahora pongo al cielo y a la tierra como testigos de la decisión
que tomes. ¡Ay, si eligieras la vida, para que tú y tus descendientes puedan
vivir! (20) Puedes elegir esa opción
al amar, al obedecer y al comprometerte firmemente con el SEÑOR tu Dios. Esa*
es la clave para tu vida. Y si amas y obedeces al SEÑOR, vivirás por
muchos años en la tierra que el SEÑOR juró dar a tus antepasados Abraham, Isaac
y Jacob».
En otras palabras podemos decir que cuando nos convertimos a Jesús
verdaderamente, en nuestra vida empiezan a suceder cambios.
Porque Jesús el Hijo de Dios, Hacer que alguien se transforme en algo
distinto de lo que era.
Es algo más allá que una verdad intelectual.
En otras palabras: es la verdad aplicada y transformadora.
El Apóstol Pablo dice que debemos ser transformados.
Romanos 12:2 No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más
bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera
de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la
cual es buena, agradable y perfecta.
La palabra “Transformación” viene de la palabra “metamorfoo” lo cual denota cambiar, mudar.
Esta palabra “metamorfoo” es utilizada en cuanto a la mutación del gusano a la mariposa.
Es decir (metamorfosis).
La Metamorfosis: Es el cambio que
experimentan muchos animales durante su desarrollo, y que se manifiesta no
solo en la variación de forma, sino también en las funciones y en el
género de vida.
Es un cambio
total y así debe ser en nosotros los cristianos.
La conversión no
es fácil ni sencilla, pero no imposible de hacer. Ella causa dolor.
La persona mira honestamente las realidades ásperas en su persona,
defectos, observa su pecado, su condición y nota la necesidad de un cambio
urgente.
En otras palabras: Ven la necesidad de abandonar la vida anterior y
comenzar una nueva en Jesús.
El pueblo de Israel no se había convertido de todo corazón y alma a Dios.
No hubo un
cambio o transformación.
Israel
pretendía servir a Dios y a sus ídolos al mismo tiempo.
Y eso es lo que está sucediendo en este tiempo.
Las personas adoran sus idolatrías, les rinden culto, las sacan a pasear y
luego pretender adorar a Dios, siguiendo con su naturaleza pecaminosa.
Ezequiel 14:6-10 »Por lo tanto,
dile a los israelitas: “Esto dice el SEÑOR Soberano: ‘Arrepiéntanse y abandonen
sus ídolos, y dejen de cometer ya sus pecados detestables. (7) Yo, el SEÑOR,
les responderé a todos —sean
israelitas o extranjeros— los que me rechazan y levantan ídolos en su
corazón y así caen en pecado, y después van a consultar a un profeta en busca
de mi consejo. (8) Me pondré en contra de esas personas y haré de ellas un
ejemplo espantoso cuando las elimine de mi pueblo. Entonces ustedes sabrán que
yo soy el SEÑOR. (9) »’Además, si un
profeta es engañado para que dé un mensaje, es porque yo, el SEÑOR, engañé a
ese profeta. Alzaré mi puño
contra esos profetas y los eliminaré de la comunidad de Israel. (10) Tanto los
falsos profetas como quienes los consultan serán castigados por sus pecados.
Este era un pueblo que había declarado obedecer a Dios.
Un pueblo que supuestamente se había sometido a la voluntad de Dios.
Éxodo 24:7 Luego tomó el libro del
pacto y lo leyó al pueblo en voz alta. Una vez más todos respondieron: «Haremos todo lo que el SEÑOR ha ordenado.
Vamos a obedecer».
¿Lo hicieron? ¿Lo estás haciendo tu hoy en día?
Pero NO se habían
convertido de corazón y alma a Dios, aunque Dios lo deseaba.
Joel 2:12 Por eso dice el SEÑOR: «Vuélvanse a mí ahora, mientras haya
tiempo; entréguenme su corazón. Acérquense
con ayuno, llanto y luto. (13) No se desgarren la ropa en su dolor sino
desgarren sus corazones». Regresen al SEÑOR su Dios, porque él es
misericordioso y compasivo, lento para enojarse y lleno de amor inagotable. Está deseoso de desistir y no de
castigar.
Ese es el deseo de nuestro Dios, para con la Iglesia de Jesús.
El desea desistir de su juicio, pero el ser humano es perverso y mentiroso.
Por esa razón Dios destruirá a toso aquellos que no le obedecen.
Mateo 22:36-37 —Maestro, ¿cuál es
el mandamiento más importante en la ley de Moisés? (37) Jesús contestó: —“Amarás al SEÑOR tu Dios con todo tu
corazón, con toda tu alma y con toda tu mente”*.
Dios desea que cambiemos, que seamos santos, ¿Es difícil
tal cosa?
Si perteneces
al mundo, tu pensamiento te dirá si es difícil y tu corazón se afligirá.
Ya está bueno de complacer a satanás en todo.
Ya está bueno de excusarnos delante de Dios, para no obedecer, ni hacer su
voluntad.
1Pedro 1:14 Por lo tanto, vivan como hijos obedientes de Dios.
No vuelvan atrás, a su vieja manera de vivir, con el fin de satisfacer sus
propios deseos. Antes lo hacían por ignorancia, (15) pero ahora sean santos en todo lo que hagan, tal como Dios, quien
los eligió, es santo. (16) Pues las Escrituras dicen: «Sean santos, porque yo soy santo»*.
(17) Y recuerden que el Padre celestial, a quien ustedes oran, no tiene favoritos. Él los
juzgará o los recompensará según lo que hagan. Así que tienen que vivir con un reverente temor de él mientras sean «extranjeros
en la tierra».
Así que deje de decir que
es el favorito de Dios, y mejor viva una vida de temor hacia él.
III. Como
cristianos debemos entender que los mandamientos de Dios NO son, NI deben ser difíciles
para nosotros.
Deuteronomio
30:11 »El mandato que te entrego hoy no es demasiado difícil de entender ni
está fuera de tu alcance.
Los mandamientos de Dios no están fuera de nuestro alcance.
Dios No pedirá algo que no podamos cumplir.
Deuteronomio 30:12-13 No está
guardado en los cielos, tan distante para que tengas que preguntar: “¿Quién
subirá al cielo y lo bajará para que podamos oírlo y obedecer?”. (13) Tampoco
está guardado más allá del mar, tan lejos para que tengas que preguntar:
“¿Quién cruzará el mar y lo traerá para que podamos oírlo y obedecer?”.
Yo les pregunto.
¿Se ha quejado alguna vez de que la obediencia es demasiado
difícil para un simple Humano?
La palabra del señor estaba muy cerca de ellos para que
la cumplieran.
La palabra de Dios la tenían escrita, como nosotros la tenemos hoy en día.
Deuteronomio 30:14 Por el
contrario, el mensaje está muy al alcance de la mano; está en tus labios y en
tu corazón para que puedas obedecerlo.
Los
mandamientos de Dios no son gravosos, no son difíciles de cumplir, por lo
tanto no debemos evitar cumplirlos ya que no hay justificación alguna para
no guardarlos.
1Jn 5:3 Amar a Dios significa
obedecer sus mandamientos, y sus mandamientos no son una carga difícil de
llevar.
Cuando empezamos Amar a Dios, y cumplir sus Mandatos, quiere decir que
hemos entrado en su obediencia y en sus mandamientos.
Deuteronomio
30:15-16 »¡Ahora escucha! En este
día, te doy a elegir entre la vida y la muerte, entre la prosperidad y la
calamidad. (16) Pues hoy te
ordeno que ames al SEÑOR tu Dios y cumplas
sus mandatos, decretos y ordenanzas andando en sus caminos. Si lo
haces, vivirás y te multiplicarás, y el SEÑOR tu Dios te bendecirá a ti y
también a la tierra donde estás a
punto de entrar y que vas a poseer.
Moisés desafió
a los israelitas al escoger la vida, obedecer a Dios, y experimentar sus
bendiciones. Deuteronomio
30:19-20 »Hoy te he dado a elegir
entre la vida y la muerte, entre bendiciones y maldiciones. Ahora pongo
al cielo y a la tierra como testigos de la decisión que tomes. ¡Ay, si
eligieras la vida, para que tú y tus descendientes puedan vivir! (20) Puedes elegir esa opción al amar, al
obedecer y al comprometerte firmemente con el SEÑOR tu Dios. Esa* es la clave
para tu vida. Y si amas y obedeces al SEÑOR, vivirás por muchos años en
la tierra que el SEÑOR juró dar a tus antepasados Abraham, Isaac y Jacob».
Dios nos ha
llamado para que obedezcamos sus mandatos, por medio de su Hijo Jesús.
Él nos dice que no son muy difíciles para que los obedezcamos y que no
están fuera de nuestro alcance.
Finalmente déjenme terminar diciendo:
¿Estoy yo
verdaderamente convertido al Señor?
¿Estoy yo
mostrando una verdadera obediencia a Dios?
¿Estoy yo
mirando los mandamientos de Dios difíciles y fuera de mí alcancé?
Sujeta tus pensamientos ahora.
Y Recordemos que Dios no fuerza su voluntad sobre nadie.
Usted tiene
libre Albedrío
Él nos deja decidir por nosotros mismos si lo seguimos o si lo
rechazamos.
Sin embargo, en
esta decisión, no hay lugar para las excusas personales,
La decisión que tomemos hoy, es una cuestión de vida o muerte
Dios no tomara al culpable por
inocente.
Gracia y Paz.
Pastor y Administrador, Rogers infante.
Bendiciones a mis hermanos en la fe.
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