SEAMOS UNO, COMO DIOS MANDA
Gracia y
Paz para todos mis hermanos en la obra de Dios Padre y de su Hijo Jesucristo,
el Cordero inmolado que hoy se encuentra sentado a la diestra del Todopoderoso.
Y que al
sonar de la séptima trompeta vendrá a Juzgar a este mundo.
Juan 17:20 »No te pido sólo por
estos discípulos, sino también por todos los que creerán en mí por el mensaje
de ellos. (21) Te pido que todos sean uno, así como tú y yo somos uno, es
decir, como tú estás en mí, Padre, y yo estoy en ti. Y que ellos estén en
nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste.
Este pasaje
del evangelio según Juan 17 muestra claramente cuál es la voluntad
de Dios.
Es decir
que todo cristiano verdadero sea uno, como lo es el Padre y el Hijo.
La unidad
del cristiano es un tema muy importante a considerar.
Dios desea
que Su pueblo este unido en todos los aspectos, tanto en la práctica como en su
doctrina.
LA BIBLIA MUESTRA CLARAMENTE
CUÁL ES EL DESEO DE DIOS EN CUANTO A LA UNIDAD PARA SUS HIJOS VERDADEROS.
Esto lo
podemos aprender en
pasajes como.
Hechos
2:42
Todos los creyentes se dedicaban a las enseñanzas de los apóstoles, a la
comunión fraternal, a participar juntos en las comidas (entre ellas la Cena del
Señor*), y a la oración. (43) Un profundo temor reverente vino sobre todos
ellos, y los apóstoles realizaban muchas señales milagrosas y maravillas. (44)
Todos los creyentes se reunían en un mismo lugar y compartían todo lo que
tenían.
Hechos
4:32-35
Todos los creyentes estaban unidos de corazón y en espíritu. Consideraban que
sus posesiones no eran propias, así que compartían todo lo que tenían. (33) Los
apóstoles daban testimonio con poder de la resurrección del Señor Jesús y la
gran bendición de Dios estaba sobre todos ellos. (34) No había necesitados
entre ellos, porque los que tenían terrenos o casas los vendían (35) y
llevaban el dinero a los apóstoles para que ellos lo dieran a los que pasaban
necesidad.
Por medio
de estos pasajes observamos como la Iglesia del primer siglo, es decir, la
Iglesia de Cristo, practicaba la unidad que Dios desea de Su pueblo.
1Cor.1:10 Amados hermanos, les
ruego por la autoridad de nuestro Señor Jesucristo que vivan en armonía los
unos con los otros. Que no haya divisiones en la iglesia. Por el contrario,
sean todos de un mismo parecer, unidos en pensamiento y propósito.
Esta es la
clase de unidad que debe existir en la Iglesia de Cristo de hoy en día.
Filipenses 2:5 Tengan la misma
actitud que tuvo Cristo Jesús.
Lamentablemente,
hay personas que junto con sus actitudes incorrectas, soberbia, altivez, arrogancias,
terquedad y sus falsas doctrinas, etc.
Ha tratado
hasta lo máximo para que la unidad no se practique en la Iglesia.
Esto no debe ser
así.
Usted y
yo debemos esforzarnos
hasta al máximo,
con mucha diligencia para que la comunión de la Iglesia
no sea afectada, en su unidad.
Es cierto,
habrá ocasiones cuando estará fuera
de nuestras manos
el llevar esto
a cabo; Sin embargo,
como sea, necesitamos esforzarnos en practicar la
unidad que Dios desea.
Considere estas preguntas,
¿Qué es lo que usted y yo
estamos haciendo para poder mantener la unidad de la Iglesia?
¿Es usted el problema del
porque la Iglesia no puede estar unida?
¿Considera usted, que su
actitud, lleva a la iglesia a una unidad?
Estas son
preguntas que cada uno de nosotros debemos hacernos.
Recuerde que
si nosotros somos piedra de tropiezo, las consecuencias serán terribles.
Así que,
como podemos ver,
la Biblia nos
muestra claramente cuál
es el deseo
de Dios en cuanto a la unidad que debe prevalecer en la Iglesia del
Señor.
LA BIBLIA MUESTRA CLARAMENTE
CUÁLES SON LAS BASES Y LA AUTORIDAD PARA NUESTRA UNIDAD.
Todo lo que
deseemos aprender sobre el tema de la comunión se encuentra en las Sagradas
Escrituras que nuestro Dios Padre nos ha dejado, por medio de su Hijo Jesús.
Por consiguiente, desarrollemos este punto sobre
la base y la autoridad para nuestra comunión, con nuestro Padre Jehová y su
Hijo Jesus..
La Biblia
nos exhorta a llevar a cabo todas las cosas por la autoridad de Cristo, el Hijo
de Dios.
Dice el apóstol Pablo a los
colosenses:
Col 3:17 Y todo lo que hagan o
digan, háganlo como representantes del Señor Jesús y den gracias a Dios Padre
por medio de él.
Por medio
de este pasaje
observamos como la
Palabra de Dios Padre, exhorta al
pueblo a basar
todas sus prácticas
en la autoridad
de su Hijo Jesús.
Todo lo que
llevemos a cabo en esta vida debe ser autorizado por nuestro Dios Padre, ya sea
explícitamente o implícitamente.
Cuando hablamos de la unidad, usted y yo debemos acudir a
la autoridad de Cristo.
Esto para poder ver
cuáles son los
límites de nuestra
unidad en la
Iglesia.
La Iglesia
del Señor no
tiene autoridad para
tener comunión con
aquellos que practican y
predican el error.
La Biblia
dice que de
los tales debemos
permanecer alejados.
Rom.16:17 Y ahora, mis amados
hermanos, les pido algo más. Tengan cuidado con los que causan divisiones y
trastornan la fe de los creyentes al enseñar cosas que van en contra de las que
a ustedes se les enseñaron. Manténganse lejos de ellos.
Para que
la Iglesia pueda gozar
de una hermosa
unidad, los miembros
de la Iglesia
deben sujetarse a la
Palabra de nuestro Dios.
Efe 5:11 No participen en las obras
inútiles de la maldad y la oscuridad; al contrario, sáquenlas a la luz.
Todos los
cristianos deben enseñar y practicar lo mismo cuando hablamos con respecto a la
palabra de Dios.
No puede haber unidad cuando
unos enseñan una cosa y otros enseñan otra.
Cuando un
miembro, sea predicador o miembro se aleja de la doctrina del
Señor, esto impedirá
que la unidad
de la Iglesia
se lleve a
cabo.
2Co.6:17 Por lo tanto, salgan de
entre los incrédulos y apártense de ellos, dice el SEÑOR. No toquen sus cosas
inmundas, y yo los recibiré a ustedes.* (18) Y yo seré su Padre, y ustedes
serán mis hijos e hijas, dice el SEÑOR Todopoderoso»*.
Dios no autoriza y no observa con agrado aquellos
miembros de la Iglesia que practican el error en su palabra.
Dado a que
la unidad está basada en la sana doctrina, por esta razón los miembros de la
Iglesia de Cristo no pueden tener comunión con las denominaciones, ya que tales
no están sujetas a la doctrina de Cristo.
2Jn 1:9 Todo el que se desvía de
esta enseñanza no tiene ninguna relación con Dios; pero el que permanece en la enseñanza de Cristo tiene una
relación tanto con el Padre como con
el Hijo. (10) Si a sus reuniones llegara alguien que no enseña la
verdad acerca de Cristo, no lo inviten a su casa ni le den ninguna clase de
apoyo. (11) Cualquiera que apoye a ese tipo de gente se hace cómplice de sus
malas acciones.
Dios condena la división. (1Co. 1:10-13).
Las
denominaciones no respetan el deseo de Jesucristo y mucho menos su verdadera
palabra.
1Cor.1:10-13 Amados hermanos, les ruego por la
autoridad de nuestro Señor Jesucristo que vivan en armonía los unos con los
otros. Que no haya divisiones en la iglesia. Por el contrario, sean todos de un
mismo parecer, unidos en pensamiento y propósito. (11) Pues algunos de la casa
de Cloé me contaron de las peleas entre ustedes, mis amados hermanos. (12)
Algunos de ustedes dicen: «Yo soy seguidor de Pablo». Otros dicen: «Yo sigo a
Apolos» o «Yo sigo a Pedro»,* o «Yo sigo únicamente a Cristo». (13) ¿Acaso Cristo
está dividido en facciones? ¿Fui yo, Pablo, crucificado por ustedes? ¿Fue
alguno de ustedes bautizado en el nombre de Pablo? ¡Por supuesto que no!
Por esta
razón, la Iglesia de Cristo no puede
tener comunión con
las denominaciones.
Es triste
decirlo pero muchas
Iglesias están teniendo comunión
con el error,
y al hacer
esto, impide que
los fieles no
tengan comunión con ellos.
Cuando esto
se lleva a cabo, la unidad de la Iglesia es afectada.
La
autoridad de Cristo enseña que la unidad debe estar basada en la práctica de la
santidad entre los cristianos.
La Palabra
de Dios exhorta a todos los cristianos a practicar la santidad en sus
vidas.
Los siguientes
pasajes pudieran ser
considerados para establecer
este factor importante
Heb.12:14 Esfuércense por vivir en paz con
todos y procuren llevar una vida santa, porque los que no son santos no verán
al Señor.
1Ped.1:14-16 Por lo tanto, vivan como hijos
obedientes de Dios. No vuelvan atrás, a su vieja manera de vivir, con el fin de
satisfacer sus propios deseos. Antes lo hacían por ignorancia, (15) pero ahora
sean santos en todo lo que hagan, tal como Dios, quien los eligió, es santo. (16)
Pues las Escrituras dicen: «Sean santos, porque yo soy santo»*.
2Cor.6:17 Por lo tanto, salgan de entre los
incrédulos y apártense de ellos, dice el SEÑOR. No toquen sus cosas inmundas, y
yo los recibiré a ustedes.*
1Ped.2:11 Queridos amigos, ya que son
«extranjeros y residentes temporales», les advierto que se alejen de los deseos
mundanos, que luchan contra el alma.
Dado a que
este es el deseo de Dios para con los cristianos, el no practicar la voluntad
de Dios afectara en gran manera la comunión y la unidad de los santos.
Por esta
razón hermanos, animo a cada uno de nosotros a que permanezcamos en la santidad
que
Dios desea;
de esta manera
estaremos colaborando para
que la unidad
sea como Dios manda.
Nuestro
Padre celestial ordena que ayudemos al caído.
Gál.6:1-5 Amados hermanos, si otro creyente*
está dominado por algún pecado, ustedes, que son espirituales, deberían
ayudarlo a volver al camino recto con ternura y humildad. Y tengan mucho
cuidado de no caer ustedes en la misma tentación. (2) Ayúdense a llevar los
unos las cargas de los otros, y obedezcan de esa manera la ley de Cristo. (3)
Si te crees demasiado importante para ayudar a alguien, sólo te engañas a ti
mismo. No eres tan importante. (4) Presta mucha atención a tu propio trabajo,
porque entonces obtendrás la satisfacción de haber hecho bien tu labor y no
tendrás que compararte con nadie. (5) Pues cada uno es responsable de su propia
conducta.
Sin
embargo, esta ayuda tiene límites,
ya que si
el que vive en error
no desea abandonar tales prácticas pecaminosas, entonces la unidad no
podrá estar presente.
Considere
la siguiente información en cuanto a lo que podemos hacer para tener unidad
conforme a la autoridad de Cristo.
Si ponemos
en práctica los siguientes factores, podremos gozar de una hermosa comunión
entre las Iglesias de Cristo.
Lamentablemente hoy
en día no hay suficiente
unidad entre algunas
Iglesias de Cristo. Muchas
son las razones
por las cuales
esto sucede.
Algunas que
pudiéramos mencionar son: la falsa enseñanza,
comunión con falsos
maestros, pecados inmorales, actitudes no cristianas de
soberbia, altivez, pleito, celos, iras, contiendas, y todo lo que está relacionado
con los frutos
de la carne.
Gál.5:19-21 Cuando ustedes siguen los deseos
de la naturaleza pecaminosa, los resultados son más que claros: inmoralidad sexual, impureza, pasiones
sensuales, (20) idolatría, hechicería, hostilidad, peleas, celos, arrebatos de
furia, ambición egoísta, discordias, divisiones, (21) envidia, borracheras,
fiestas desenfrenadas y otros pecados parecidos. Permítanme repetirles lo
que les dije antes: cualquiera que
lleve esa clase de vida no heredará el reino de Dios.
Estas cosas
impiden que la
Iglesia no goce de una hermosa comunión.
Por lo
tanto, basado en esta información, le animo a que considere estos factores.
Para poder
gozar de una hermosa comunión los cristianos deben hacer lo siguiente:
Predicar
y enseñar la misma Palabra que enseñaron los apóstoles y Jesús.
Predicar y
enseñar algo diferente, contribuirá para el error de la unidad
Finalmente terminare con lo siguiente:
Hermanos, el
tema de la
unidad es muy
importante.
Que Dios
nos ayude a
poder considerar Su Palabra y seguir solamente lo que Él nos enseña, y
no lo que los hombres errados enseñan.
Procuremos a
lo máximo perseverar
en la unidad
que Dios manda,
de otra manera, la
unidad no tendrá
el éxito que
Dios desea.
Pongamos a
un lado nuestros prejuicios, opiniones, soberbia,
altivez, y vayamos en pos de la unidad que solo en Cristo se puede encontrar.
Gracia y
Paz.
Pastor y
Administrador, Rogers Infante.
Bendiciones
a mis hermanos en la fe.
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