LA FORMULA PERFECTA
FE, ESPERANZA Y AMOR
Gracia y Paz para todos
mis hermanos en la obra de Dios Padre y de su Hijo Jesucristo, el cordero
inmolado que hoy se encuentra sentado a la diestra de su Padre, y que al sonar
de la séptima trompeta vendrá a juzgar a este mundo y su maldad.
1Co
13:1 Si yo pudiera hablar todos los
idiomas del mundo y de los ángeles pero no amara a los demás, yo sólo sería un
metal ruidoso o un címbalo que resuena. (2) Si tuviera el don de profecía y
entendiera todos los planes secretos de Dios y contara con todo el
conocimiento, y si tuviera una fe que me hiciera capaz de mover montañas, pero
no amara a otros, yo no sería nada. (3) Si diera todo lo que tengo a los pobres
y hasta sacrificara mi cuerpo,* podría jactarme de eso; pero, si no amara a los
demás, no habría logrado nada.
Sabemos que Dios se mueve por fe.
La fe es el lenguaje que Dios entiende.
Pero no el único, ya que para Dios antes que la fe,
está el amor.
Jesús no se entregó por fe, sino por amor.
Y Dios, así como nos dio fe, puso también el amor en
nosotros.
El amor es lo más importante que los
seres humanos tenemos.
Ahora bien, para muchos su significado puede estar
distorsionado.
Hay gente que dice: “Robé por amor”, “Soporto todo lo
de mi pareja porque lo amo”. ¿Conoces a alguien en esta situación?
Estas personas piensan que hacen las cosas por amor,
pero, en realidad, tienen una confusión de lo que es el amor y como tal, lo
usan de manera equivocada.
Dios va a enseñarnos el verdadero amor.
El verdadero amor siempre es inteligente.
En el libro de 1
Corintios: 13 Pablo lo describe diciendo lo siguiente:
1Co
13:4 El amor es paciente y bondadoso. El amor no es celoso ni fanfarrón ni
orgulloso (5) ni ofensivo. No exige que las cosas se hagan a su manera. No se
irrita ni lleva un registro de las ofensas recibidas. (6) No se alegra de la
injusticia sino que se alegra cuando la verdad triunfa. (7) El amor nunca se da
por vencido, jamás pierde la fe, siempre tiene esperanzas y se mantiene firme
en toda circunstancia.
En otras palabras: “El amor no es un sentimiento, no es lo que las canciones
ni la cultura de hoy dice. El amor para funcionar tiene que ser inteligente” (parafraseado).
Y agrega: “Hoy tenemos la fe, la esperanza y el amor, pero el mayor
de los tres es el amor.”
La fe es la capacidad sobrenatural de la
cual Dios nos provee para mover las montañas.
La esperanza es lo que espero, es la capacidad de
visualizar un sueño, es sobre aquello que pongo mi fe.
Entonces: “La fe es poderosa porque mueve montañas, la
esperanza es poderosa porque da perseverancia, pero el que abre la puerta a
estas dos, es el amor”, dijo Pablo.
Una persona que se mueve con amor inteligente puede
llevar una palabra de fe o sembrar un sueño con mucho más resultado que una
persona sin amor.
El amor inteligente es el hermano mayor
que abre la puerta a la fe y a la esperanza.
Mat
9:20 Justo en ese momento, una mujer quien hacía doce años que sufría de una
hemorragia continua se le acercó por detrás. Tocó el fleco de la túnica de
Jesús (21) porque pensó: «Si tan sólo toco su túnica, quedaré sana». (22) Jesús
se dio vuelta y, cuando la vio, le dijo: «¡Ánimo, hija! Tu fe te ha sanado». Y
la mujer quedó sana en ese instante.
Conocemos la historia de la mujer que sufría una
hemorragia.
Había gastado todo su dinero en los mejores médicos, a
cambio de ser sanada.
Hacía doce años que esta mujer sangraba, pero no sólo
físicamente, sino emocionalmente.
En su mente había una compulsión por dar, por
derrochar.
Sabías que el dinero es símbolo de los
afectos si Se maneja afectivamente.
El avaro es avaro de afectos;
El derrochador, es derrochador de
afectos.
Si tu corazón no está sano, los
afectos serán el patrón que manejarán las finanzas.
La persona que no puede tener dinero, ya sea porque lo
derrocha o lo atesora, difícilmente experimenta amor en su corazón.
Pero ¡tranquilo!
Con Jesús tienes la paz suficiente para disfrutar de
lo que tienes, sin guardarlo ni tampoco derrocharlo.
Por eso, veremos ahora dos cosas muy importantes:
1º Aceptación:
Una persona que gasta mucho, en el fondo espera ser
amada.
Generalmente, en este grupo encontramos a las mujeres
que piensan en todos y le dan todo a todos, dado que necesitan ser reconocidas.
Esto le pasaba a la mujer que padecía flujo de sangre
(Mateo 9), cada vez se sentía más
vacía física y emocionalmente, gastaba más para ser sanada.
Pero un día se enteró de que Jesús pasaría por donde
ella estaba y creyó que si tocaba el manto de Jesús, se sanaría.
Y así ocurrió, porque poder había
salido de Jesús.
En esa época, a una mujer en esas condiciones se la considerada
inmunda y la Biblia decía que lo inmundo contamina lo santo.
Cuando ella tocó a Jesús, éste se detuvo y preguntó: “¿Quién me
tocó?”
Los discípulos respondieron: “¿La multitud te aprieta y decís quién te
toca?”
Jesús dijo: “Poder salió de mí.”
Por primera vez, ella recibió sanidad en sus
emociones.
Cuando Jesús dijo que nadie lo había contaminado sino
que algo bueno había salido de Él, ella dejó de dar, se sintió valiosa, y la
sangre cesó.
Lo primero que Dios nos da cuando nos
acercamos a Él, es riqueza afectiva.
Dios nos ama tal como somos.
Amor inteligente es aceptar al otro
como es.
2 Dios pondrá en tus manos todo lo
perdido:
Jesús la bendice por segunda vez.
En otras palabras le dijo: “Vete en paz. Te devolveré todo lo que perdiste,
recuperarás la fe y caminarás en abundancia sin culpa, condenación, ni
opresión de nadie.”
Es decir, disfrutarás de todo porque la paz de Dios estará
siempre en tu vida.
La mujer dijo: “Si toco el
manto, seré sana”.
Primeramente habló fe.
Todo lo que digas será para tu bendición, ahora a
usted le toca hablar y soltar fe.
La aceptación interior se logra por fe y una vez que
ésta se revela a tu vida, vas a vivir por siempre prosperado y en victoria.
Jesús
la sanó en dos fases.
En
primer lugar, la sanó física y emocionalmente,
En
segundo lugar, le dio prosperidad y paz en el
corazón.
Lo hizo de esta forma para que no olvide que Dios es
Dios de segundas oportunidades.
Quizás hayas recibido un toque de fe, pero recibirás
un segundo toque.
En un encuentro con el Señor, siempre hay una nueva
oportunidad.
Si estuviste buscando aceptación, hoy Dios te quiere
revelar su amor.
El desea volver a tomarte si en realidad usted quiere
cambiar para caminar en su obediencia.
El amor inteligente pone límites.
Cuando sepas dar, sabrás recibir.
Y Jesús te dará más. Y de lo recibido, volverás a dar.
1Cor. 13:13 Tres
cosas durarán para siempre: la fe, la esperanza y el amor; y la mayor de las
tres es el amor.
Gracia y Paz.
Pastor y administrador, Rogers infante.
Bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario