Ya que, siendo predicado y aceptado, Él es el único que puede borrar el pecado de nuestras vidas, y quitar su influencia sobre nosotros.
1Pedro 2:24 Él mismo cargó nuestros pecados sobre su cuerpo en la cruz, para que nosotros podamos estar muertos al pecado y vivir para lo que es recto. Por sus heridas, son sanados.
Hoy clamemos a Él, para que tome el control de nuestra vida y la vida de las personas a quien podamos llevar este mensaje de salvación.
Es un llamado de vida o muerte.
Es el llamado que salva vidas para llevarlas una eternidad con Dios, a través de la palabra de Dios.
Tenemos por tanto la palabra de Dios que salva vidas:
Si vemos el desastre inminente de las familias, y del mundo, ¿nos quedaremos en silencio?
Mateo 25:31-41 »Pero, cuando el Hijo del Hombre* venga en su gloria acompañado por todos los ángeles, entonces se sentará sobre su trono glorioso. Todas las naciones* se reunirán en su presencia, y él separará a la gente como un pastor separa a las ovejas de las cabras. Pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. »Entonces el Rey dirá a los que estén a su derecha: “Vengan, ustedes, que son benditos de mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la creación del mundo. Pues tuve hambre, y me alimentaron. Tuve sed, y me dieron de beber. Fui extranjero, y me invitaron a su hogar. Estuve desnudo, y me dieron ropa. Estuve enfermo, y me cuidaron. Estuve en prisión, y me visitaron”. »Entonces esas personas justas responderán: “Señor, ¿en qué momento te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos algo de beber, o te vimos como extranjero y te brindamos hospitalidad, o te vimos desnudo y te dimos ropa, o te vimos enfermo o en prisión, y te visitamos?”. »Y el Rey dirá: “Les digo la verdad, cuando hicieron alguna de estas cosas al más insignificante de éstos, mis hermanos, ¡me lo hicieron a mí!”. »Luego el Rey se dirigirá a los de la izquierda y dirá: “¡Fuera de aquí, ustedes, los malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus demonios!*
"Porque el reino de los cielos es como un hombre que, yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes.
Como lo dice Mateo 25.
Mat 25:14-30 »También el reino del cielo puede ilustrarse mediante la historia de un hombre que tenía que emprender un largo viaje. Reunió a sus siervos y les confió su dinero mientras estuviera ausente. Lo dividió en proporción a las capacidades de cada uno. Al primero le dio cinco bolsas de plata;* al segundo, dos bolsas de plata; al último, una bolsa de plata. Luego se fue de viaje. »El siervo que recibió las cinco bolsas de plata comenzó a invertir el dinero y ganó cinco más. El que tenía las dos bolsas de plata también salió a trabajar y ganó dos más. Pero el siervo que recibió una sola bolsa de plata cavó un hoyo en la tierra y allí escondió el dinero de su amo. »Después de mucho tiempo, el amo regresó de su viaje y los llamó para que rindieran cuentas de cómo habían usado su dinero. El siervo al cual le había confiado las cinco bolsas de plata se presentó con cinco más y dijo: “Amo, usted me dio cinco bolsas de plata para invertir, y he ganado cinco más”. »El amo lo llenó de elogios. “Bien hecho, mi buen siervo fiel. Has sido fiel en administrar esta pequeña cantidad, así que ahora te daré muchas más responsabilidades. ¡Ven a celebrar conmigo!”*. »Se presentó el siervo que había recibido las dos bolsas de plata y dijo: “Amo, usted me dio dos bolsas de plata para invertir, y he ganado dos más”. »El amo dijo: “Bien hecho, mi buen siervo fiel. Has sido fiel en administrar esta pequeña cantidad, así que ahora te daré muchas más responsabilidades. ¡Ven a celebrar conmigo!”. »Por último se presentó el siervo que tenía una sola bolsa de plata y dijo: “Amo, yo sabía que usted era un hombre severo, que cosecha lo que no sembró y recoge las cosechas que no cultivó. Tenía miedo de perder su dinero, así que lo escondí en la tierra. Mire, aquí está su dinero de vuelta”. »Pero el amo respondió: “¡Siervo perverso y perezoso! Si sabías que cosechaba lo que no sembré y recogía lo que no cultivé, ¿por qué no depositaste mi dinero en el banco? Al menos hubiera podido obtener algún interés de él”. »Entonces ordenó: “Quítenle el dinero a este siervo y dénselo al que tiene las diez bolsas de plata. A los que usan bien lo que se les da, se les dará aún más y tendrán en abundancia; pero a los que no hacen nada se les quitará aun lo poco que tienen. Ahora bien, arrojen a este siervo inútil a la oscuridad de afuera, donde habrá llanto y rechinar de dientes”.
Hoy por la misericordia de Dios, los obreros que hemos obrado bien con los talentos, oportunidades, trabajos y dedicación que Dios nos dio, y que hemos invertido fielmente a la obra de Dios, hoy podemos decir gracias Señor por la abundancia que me estas dando aun, y que hasta hoy no me falta nada por mi obediencia y fidelidad ante ti.
¿Seguramente pensaron que Dios no se daría cuenta de sus atrocidades, y que podrían gritar a los cuatros vientos que lo que obtuvieron fue por sus propios esfuerzos? NO.
Principio de dolor, te guste o no, llego a esta generación.
Y los tiempos siguientes no será ni rastro de estos tiempos.
Porque los tiempos, marcan un tiempo y medio tiempo, lo cual traerá como consecuencia el tiempo restante que será un tiempo donde la maldad se multiplicará y la angustia y muerte abundará.
El que tenga oído para oír y entendimiento para entender, que comprenda lo que el espíritu ha dicho hoy.
En cada decisión que tomamos somos agentes morales libres de decidir, pero tenemos que tener presente las consecuencias futuras de nuestras decisiones.
Dios no quiere que tomemos caminos de muerte, pero el hombre busca desenfrenadamente esos caminos de muerte al escoger al mundo antes que a Dios.
Usted no puede ser un gerente, sino se prepara para dicha función.
Usted no puede ser un Administrador, sino se prepara para dicha función.
Usted no puede ser un Economista, sino se prepara para dicha función.
Usted no puede ser un Líder, si no se prepara para dicha función.
Lo triste de todo es que muchos pretender ser, sin prepararse para ser.
Entonces como no son lo que desean ser, reniegan, maldicen, y buscan echarles la culpa a terceros, de todos sus fracasos en la vida, porque no son lo que son.
1Corintios 4:2 Ahora bien, alguien que recibe el cargo de administrador, debe ser fiel.
Esto también se aplica a las personas que Dios nos ha puesto.
Ahora preguntemos nos:
¿Mientras Dios nos dio ese trabajo que tanto necesitábamos, nos mostramos como luz para el mundo, o tinieblas para otros?
¿Les enseñamos la Palabra de vida para que den fruto y tengan éxito, o nos arrastramos como ellos en el lodo?
Es momento de mostrar que Cristo vive en nosotros, valorando a todas las personas que Dios coloca en nuestras vidas y brindándoles el verdadero amor derramado en nuestro corazón por medio de la fe en Jesús.
No podemos culpar a Dios y a los demás por las cosas que nos suceden pues son consecuencia de nuestras decisiones.
Lamentaciones 3:22-28 ¡el fiel amor del SEÑOR nunca se acaba!* Sus misericordias jamás terminan. Grande es su fidelidad; sus misericordias son nuevas cada mañana. Me digo: «El SEÑOR es mi herencia, por lo tanto, ¡esperaré en él!». El SEÑOR es bueno con los que dependen de él, con aquellos que lo buscan. Por eso es bueno esperar en silencio la salvación que proviene del SEÑOR. Y es bueno que todos se sometan desde temprana edad al yugo de su disciplina: que se queden solos en silencio bajo las exigencias del SEÑOR.
Si leemos detenidamente Génesis 3:12-13, “Y el hombre respondió: La mujer que me disté por compañera me dio del árbol, y yo comí. Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí.”,
Hoy en día, se repite esta condición, esta tendencia a cometer el mismo error; cuando Dios nos habla a través de la Biblia nos dice la verdad, nos escondemos de Dios, vemos lo que hemos hecho y nos remuerde la conciencia, tapándonos con religiones u ocultando nuestro estado con alcohol, drogas o sexo.
Pero no podríamos sin la luz de Cristo.
Él en Mateo 4, cuando se enfrentó a Satanás, nos mostró el camino, no falló, sino que, mediante la palabra de Dios, ajustado y obedeciendo al mandato escrito, no permitió el engaño de Satanás ni en su mente, ni mucho menos en su corazón.
Es decir que no es en nuestra humana condición o con esfuerzos morales que enfrentamos la responsabilidad de nuestros actos, sino que debemos acercarnos a la cruz, a Jesús, con un corazón arrepentido y pedirle un cambio radical en nuestro corazón, un nuevo nacimiento, un nuevo corazón que no se deje engañar y llevar al pecado, sino que dependa de su Palabra para vivir de ahora en adelante verdaderamente libre.
Escucha, límpiate, purifica tu cuerpo, recuerda que es templo de Dios.
Entra en su presencia como el te trajo y purifícate para su gloria.
Solo así te podrás identificar como su hijo o hija.
Muchos de los grandes problemas en la fe cristiana para que actuemos de acuerdo a lo que es nuestra nueva naturaleza en Cristo es que no sabemos ni quiénes somos, ni cuál es nuestra esencia verdadera.
Dios nos habla en nuestro corazón. ¿Qué te dice Dios en tu corazón?
Que Dios te bendiga de acuerdo a tu mente, habla y corazón.
Pastor y administrador Rogers Infante
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