LA REINA de
SABA se levantara el día del juicio para Acusar, Juzgar y Condenar.
Gracia y paz para todos mis
hermanos en la obra de Dios Padre y de su Hijo Jesucristo el cordero inmolado
que hoy se encuentra sentado a la Diestra del Todopoderoso.
Y que al sonar de la séptima trompeta
vendrá a juzgar a este mundo.
Iglesia, muchas veces nos
preguntamos quien fue la Reina de Saba, sin embargo Jesucristo menciona en el
Nuevo Testamento a la Reina de Saba, por su gran elogio de esforzarse para buscar
la verdad.
Si miramos el pasaje
bíblico de Mateo
12:38-42, nos sentiremos acusados en gran manera, porque ninguno de
nosotros hemos hecho todo cuanto esta mujer hizo para conocer la verdad y
encontrar a Jesús.
Mat 12:38-42 Un día, algunos
maestros de la ley religiosa y algunos fariseos se acercaron a Jesús y le
dijeron: —Maestro, queremos que nos muestres alguna señal milagrosa para probar
tu autoridad. (39) Pero Jesús respondió: —Sólo una generación maligna y
adúltera exigiría una señal milagrosa; pero la única que les daré será la señal
del profeta Jonás. (40) Así como Jonás estuvo en el vientre del gran pez
durante tres días y tres noches, el Hijo del Hombre estará en el corazón de la
tierra durante tres días y tres noches. (41) »El día del juicio los habitantes
de Nínive se levantarán contra esta generación y la condenarán, porque ellos se
arrepintieron de sus pecados al escuchar la predicación de Jonás. Ahora alguien
superior a Jonás está aquí, pero ustedes se niegan a arrepentirse. (42) La reina de Saba* también se levantará
contra esta generación el día del juicio y la condenará, porque vino de una
tierra lejana para oír la sabiduría de Salomón. Ahora alguien superior
a Salomón está aquí, pero ustedes se niegan a escuchar.
Es una realidad el hecho
de que ella condenará con su ejemplo a muchos de los judíos, ya que ellos
teniendo a Jesús a su lado no querían aceptar la verdad y ella, siendo de tan
lejos, hizo todo el esfuerzo para conocer la grandeza del Rey Salomón.
Observemos el ejemplo de esta mujer.
El Señor está llamando a imitarla y evitar la
condenación que tendrán todos aquellos que no busquen a Jesús como ella buscó
conocer de la sabiduría de Salomón.
Es una realidad que este
ejemplo nos debe llevar a meditar, lo que el mundo ha hecho al rechazar la
oportunidad de venir a Jesucristo y conocer de Él,
No sólo la verdad, sino
el camino de salvación y la oportunidad de vivir lleno de su sabiduría.
Para imitar la actitud
de la Reina de Sabá tenemos que conocer su historia y con su historia
conoceremos algunos detalles que son importantes para incrementar más nuestra
fe y llevarnos a creer más en Dios.
Vamos 1Reyes 10:1-13:
1Re 10:1 Cuando la reina de Saba se enteró de la fama de Salomón, fama que
honraba el nombre del SEÑOR,* fue a visitarlo para ponerlo a prueba con
preguntas difíciles. (2) Llegó a Jerusalén con un gran séquito de
asistentes y una enorme caravana de camellos cargados con especias, grandes
cantidades de oro y piedras preciosas. Cuando se presentó ante Salomón, habló
con él acerca de todo lo que ella tenía en mente. (3) Salomón tenía
respuestas para todas sus preguntas; nada le resultaba demasiado difícil de
explicar. (4) Cuando la reina de Saba se dio cuenta de lo sabio que era
Salomón y vio el palacio que él había construido, (5) quedó atónita.
También estaba asombrada por la comida que se servía en las mesas del rey, por
la forma en que estaban organizados sus funcionarios y la ropa espléndida que
usaban, por los coperos y por las ofrendas quemadas que ofrecía Salomón en el
templo del SEÑOR. (6) Entonces la reina exclamó: «¡Todo lo que oí en mi país
acerca de tus logros* y de tu sabiduría es cierto! (7) Yo no creía lo que se
dijo hasta que llegué aquí y lo vi con mis propios ojos. De hecho, ¡lo que
había oído no refleja ni la mitad! Tu sabiduría y prosperidad superan ampliamente
lo que me habían dicho. (8) ¡Qué feliz debe estar tu pueblo!* ¡Qué
privilegio para tus funcionarios estar aquí en tu presencia día tras día,
escuchando tu sabiduría! (9) Alabado sea el SEÑOR tu Dios, quien se deleita
en ti y te ha puesto en el trono de Israel. Debido al amor eterno del SEÑOR
por Israel, él te ha hecho rey para que puedas gobernar con justicia y
rectitud». (10) Luego le regaló al rey cuatro mil kilos* de oro, grandes
cantidades de especias y de piedras preciosas. Nunca más entraron tantas
especias en el reino como las que la reina de Saba le regaló al rey Salomón. (11)
(Además, los barcos de Hiram trajeron oro desde Ofir, y también abundantes
cargamentos de madera de sándalo rojo* y piedras preciosas. (12) Con el
sándalo, el rey construyó barandas para el templo del SEÑOR y para el palacio
real, e hizo liras y arpas para los músicos. Nunca antes ni después hubo tanta
cantidad de madera de sándalo). (13) El rey Salomón le dio a la reina de
Saba todo lo que ella pidió, además de todos los regalos de costumbre que ya le
había entregado con tanta generosidad. Luego ella y todos sus acompañantes
regresaron a su tierra.
Entonces que tenemos aquí.
La Reina de Saba, oyó la fama del Rey Salomón, se dirigió
personalmente al Rey Salomón.
La Reina de Saba, fue a pesar de las dificultades, ante
el Rey Salomón, y finalmente esta Reina abrió su corazón, ante la sabiduría de
este Rey.
En otras palabras esta mujer
fue una mujer bienaventurada porque fue una mujer dispuesta a conseguir su
felicidad y a llenar su corazón con la sabiduría del Rey.
Esto lo podemos testificar ya que ella dispuso,
y oyó la fama del Rey Salomón. (1R. 10:1)
Todos sabemos, bueno
aquellos que leemos la poderosa palabra de Dios, que el rey Salomón fue el
hombre más famoso de la historia antigua
Esto fue una realidad
desde el día de su coronación como Rey, porque él la pidió a Jehová 1Reyes 3:3, 9,
10. Salomón fue un hombre sabio porque cuando llegó al trono sólo
pidió a Dios un corazón entendido para
gobernar a su pueblo.
Su sabiduría pronto fue
evidente a todos porque NO era sabiduría de hombre, sino sabiduría que provenía
de Dios.
Su fama se extendió
rápidamente por todo el mundo antiguo.
El Rey Salomón fue
reconocido por el mundo como el hombre más sabio de la historia, porque fue un
hombre que se dedicó a gobernar con la mano de Dios 1Reyes 10:1
SI decidiéramos hablar de famosos, podemos
decir e incluso asegurar que JESÚS es el hombre más famoso de la historia
moderna
Jesús no sólo se
reconoció por su sabiduría sino por el hecho de que era el Hijo de Dios.
Él siempre buscaba la
sabiduría de su Padre Celestial.
Lucas 2:49-52
—¿Pero por qué tuvieron que buscarme? —les preguntó —. ¿No sabían que tengo que estar en la casa de mi Padre?* (50)
Pero ellos no entendieron lo que les quiso decir. (51) Luego regresó con sus
padres a Nazaret, y vivió en obediencia a ellos.
Esto nos muestra cómo
Jesús creció en sabiduría delante de Dios y delante de los hombres, sabiduría
que manifestó en todos las etapas de su vida y ministerio.
La sabiduría de Salomón era dada por Dios, pero la de nuestro Señor
Jesucristo es la fuente de esta sabiduría.
Jesús manifestó con sus
hechos que su andar estaba caracterizado por la sabiduría que viene del cielo,
la que proviene de Dios, su Padre.
Como dice Stg 3:17-18 Pero la sabiduría que proviene del cielo es, ante todo, pura
y también ama la paz; siempre es amable y dispuesta a ceder ante los demás.
Está llena de compasión y de buenas acciones. No muestra favoritismo y siempre
es sincera. (18) Y los que procuran la paz sembrarán semillas de paz y
recogerán una cosecha de justicia.*
Mateo 13:54 nos muestra como los hombres de su tiempo
reconocieron en Él, el dador de la sabiduría.
Ellos mismos se preguntaban: «¿De dónde saca esa sabiduría y el poder para hacer milagros?».
Pero volvamos al Antiguo Testamento, donde la
Reina de Saba oyó la fama del Rey Salomón.
1Reyes 10:1 Cuando la reina de Saba se
enteró de la fama de Salomón, fama que honraba el nombre del SEÑOR,* fue a
visitarlo para ponerlo a prueba con preguntas difíciles.
El texto que a
continuación vemos, nos lleva a entender hasta donde había llegado la fama del
Rey Salomón.
Esta mujer no cerró sus
oídos a lo que se decía del Rey Salomón.
Hoy son muchos los que cierran
sus oídos ante los que se habla de Jesús.
Y no solamente cierran
sus oídos, sino que se pierden la oportunidad de nutrirse de su conocimiento y
de su sabiduría.
Esta mujer presto atención
porque ella quería alcanzar esta sabiduría y ser parte de ella de forma
personal. Esta mujer fue sabia en gran manera, porque reconoció que esta
sabiduría que había llegado tan lejos no podía ser humana o, más bien, tenía
que ser algo especial, por lo que ella se dispuso a tomar una decisión.
De esa manera la reina de Saba tomó una
decisión y fue personalmente ante el Rey Salomón.
Seguramente ella habrá
dicho: “No
quiero saber más, iré personalmente”.
Salió de donde vivía,
muchos kilómetros de distancia entre su país y la ciudad de Jerusalén (Arabia
Antigua - Yemen).
Hoy en
día, los que se dicen ser hijos de Dios, NO quieren llevar la palabra de Dios,
ni a dos cuadras de distancias.
Esta reina de Saba, tenía
sabiduría y poder humano, pero le faltaba la sabiduría divina.
Ella estaba inquieta
ante tal fama y por esto se dispone a tomar la decisión más importante de su
vida, aunque tuviese un gran costo.
Ella no fue donde el Rey
Salomón con las manos vacías, sino que tomando un séquito “muy grande”, con camellos cargados de especias aromáticas, oro en
abundancia y piedras preciosas, se presentó delante del Rey. 2Cr.9:1 Cuando la reina de Saba se
enteró de la fama de Salomón, viajó a Jerusalén para ponerlo a prueba con
preguntas difíciles. Llegó con un gran séquito de asistentes y una enorme
caravana de camellos cargados con especias, grandes cantidades de oro y piedras
preciosas.
Esta Reina de Saba, salió con un propósito
El propósito de esta
mujer no era simplemente oír o ver a la persona de Salomón para luego decir:
“Yo
estuve ahí” y después vanagloriarse
de esto.
Si leemos 1Reyes 10:1b,
vemos claramente su propósito, “vino a probarle
con preguntas difíciles”.
Es una bendición cuando las personas vienen y
cuestionan para buscar convicciones.
Este propósito era muy
claro, según vemos en 2Crónicas 9:5, 6
2Cr 9:5 Entonces
la reina exclamó: «¡Todo lo que oí en mi país acerca de tus logros* y de tu
sabiduría es cierto! (6) Yo no creía lo que se dijo hasta que llegué aquí y
lo vi con mis propios ojos. De hecho, ¡lo que había oído no refleja ni la
mitad de tu sabiduría! Supera ampliamente lo que me habían dicho.
Esta mujer fue humilde
al reconocer ante el Rey que ella era incrédula ante su fama de ser el hombre
más sabio de la tierra
El Propósito que ella se había trazado lo
logró.
Es impresionante ver a
una persona que ama la verdad y reconoce cuando su intelecto, su mente y su
corazón quedan satisfechos por la Palabra de Dios.
Pero al mismo tiempo es
triste, ver personas que aun escuchando la palabra de Dios, su mente y su
corazón siguen insatisfechos, y siempre están buscando lo negativo.
La reina de Sabá quería probar la sabiduría
que por fama había oído que poseía el Rey Salomón y llevó a cabo su deseo sin
importarle todo lo que tendría que hacer para lograrlo.
Ella hizo todas y cada
una de las preguntas que cualquier ser humano haría para probarlo, aunque el
texto nos deja ver que esta es la manera más sabia de llenarnos de la verdad.
Asimismo, la reina de
Sabá oyó de la fama del rey, y resolvió ir personalmente a la fuente de la
sabiduría pero fue con el propósito de responder todas sus inquietudes y de
probar si ciertamente esta sabiduría era de Dios o de los hombres.
A esta mujer no le importaba la distancia.
Ella vino a Jerusalén
desde la región de Arabia, región muy lejana a la ciudad de Jerusalén, la cual
tenía un desierto por en medio.
Tuvo que mover un
séquito inmensamente grande que para ese entonces no era nada fácil, por la
distancia y por los peligros de los asaltos y del desierto.
Esta dificultad tenía
que ser vencida por ella, para encontrar la verdad y así lo hizo; además, tenía
una gran motivación: Ella no creía y tenía que ver con sus ojos.
Una reina
de este tiempo no se movía fácilmente de sus dominios, y cuando quería obtener
algo, mandaba mensajeros que les proporcionaran lo que deseaba.
En este tiempo, ella
podía ser fácilmente desalojada de su reino, ya que ella estaba fuera; pero a
ella nada le importó, sólo el ver con sus ojos lo que se decía del Rey Salomón.
Ella dejó atrás sus comodidades, sus bienes y
sus creencias, fe y religión con tal de satisfacer su corazón, el
cual estaba vacío, ya que si hubiera estado satisfecha no se hubiera movido de
su lugar.
Esta reina venció la mayor de sus DIFICULTADES
Esta dificultad es el Orgullo.
Ella no podía soportar
que a su reino llegaran personas que dijera que había otro con más sabiduría
que ella.
Vemos en este versículo
que ella menospreció la sabiduría que oyó de Salomón.
2Cr.9:6 Yo no creía lo que se dijo hasta que
llegué aquí y lo vi con mis propios
ojos. De hecho, ¡lo que había oído
no refleja ni la mitad de tu sabiduría!
Ahora bien, el punto más
interesante de esta historia es su encuentro con el rey Salomón y lo que
sucedió en esta ocasión.
La Reina de Saba, abre su corazón
ante la sabiduría divina.
Es interesante ver que ella lo primero que hizo
fue hacer preguntas difíciles, para ver si Salomón era capaz de contestarle con
sabiduría.
De seguro que ella
aparentó que su motivación era saber si el Rey Salomón era sabio
verdaderamente.
Pero lo cierto que
denota la historia, era que ella buscaba a alguien en quien depositar lo que
había en su corazón.
Esto es una realidad hasta el día de hoy en
el ser humano.
No es una o dos veces
que han venido personas a mí como Pastor, a probar si yo sé.
Y cuando ven que les
satisfacen mis respuestas por la Biblia, entonces abren su corazón para tratar
sus problemas personales para llegar a convertirse.
Solo así y de esa manera la Reina de Saba abrió su CORAZÓN
Ella estaba segura ahora
de la sabiduría del Rey, y estaba dispuesta a contarle a él sus problemas y
necesidades, buscando de él una respuesta a su corazón.
Ahora Salomón era
confiable a su persona; lo vemos en 2Cr 9:4 quedó atónita.
Es interesante ver que
no quedó en su corazón nada que ella no le contase.
1 Reyes
10:2 dice: “habló con él
acerca de todo lo que ella tenía en mente.
2Crónicas 9:1b dice: habló con él
acerca de todo lo que ella tenía en mente.
La reina de Saba queda Satisfecha.
1Re 10:3 Salomón
tenía respuestas para todas sus preguntas; nada le resultaba demasiado difícil
de explicar.
Aquí tenemos un gran
reto para cada creyente, y podemos recordar lo que dice el Apóstol Pedro en
1Pedro.3:14-15
Pero, aun si sufren por hacer lo correcto, Dios va a recompensarlos. Así que no
se preocupen ni tengan miedo a las amenazas. (15) En cambio, adoren a Cristo
como el Señor de su vida. Y, si alguien les pregunta acerca de la esperanza
cristiana que tienen, estén siempre preparados para dar una explicación.
La Reina de Sabá declaró
su fe y glorificó al Dios de Salomón llamándole “bienaventurados
a los que con él estaban” 1 Reyes 10:4-13.
Veamos la culminación de esta historia.
1Reyes 10:8-15
¡Qué feliz debe estar tu pueblo!* ¡Qué privilegio para tus funcionarios estar
aquí en tu presencia día tras día, escuchando tu sabiduría! (9) Alabado sea el
SEÑOR tu Dios, quien se deleita en ti y te ha puesto en el trono de Israel.
Debido al amor eterno del SEÑOR por Israel, él te ha hecho rey para que puedas
gobernar con justicia y rectitud». (10) Luego le regaló al rey cuatro mil
kilos* de oro, grandes cantidades de especias y de piedras preciosas. Nunca más
entraron tantas especias en el reino como las que la reina de Saba le regaló al
rey Salomón. (11) (Además, los barcos de Hiram trajeron oro desde Ofir, y
también abundantes cargamentos de madera de sándalo rojo* y piedras preciosas.
(12) Con el sándalo, el rey construyó barandas para el templo del SEÑOR y para
el palacio real, e hizo liras y arpas para los músicos. Nunca antes ni después
hubo tanta cantidad de madera de sándalo). (13) El rey Salomón le dio a la
reina de Saba todo lo que ella pidió, además de todos los regalos de costumbre
que ya le había entregado con tanta generosidad. Luego ella y todos sus
acompañantes regresaron a su tierra. (14) Cada año Salomón recibía unos
veintitrés mil kilos* de oro, (15) sin contar los ingresos adicionales que
recibía de mercaderes y comerciantes, de todos los reyes de Arabia y de los
gobernadores de la tierra.
Finalmente podemos
decir, que ahora que conocemos esta historia a fondo, podemos entender lo que
nuestro Señor Jesucristo dijo a los escribas y fariseos al pedirle señal para
creer y a nosotros hoy:
Mat 12:42 La reina de
Saba* también se levantará contra esta generación el día del juicio y la
condenará, porque vino de una tierra lejana para oír la sabiduría de Salomón.
Ahora alguien superior a Salomón está aquí, pero ustedes se niegan a escuchar.
Ahora termino con estas preguntas.
¿Cuántos hemos oído de la fama de Cristo?
¿Cuántos nos hemos dispuesto a ir a su
palabra personalmente para buscar la verdad?
¿Cuántos hemos vencido las dificultades de la
vida y han decidido tomar la decisión de conocerle y convertirse a él
verdaderamente?
¿Cuántos han abierto su corazón a él y han
contado a él sus angustias y problemas y han depositado su confianza en él
verdaderamente?
¿Cuántos
pueden decir hoy, “yo creo en Cristo y el me mantiene satisfecho, hago la
voluntad del Padre y me someto a su obediencia”?
Si no contestas estas
preguntas, serás condenado por la Reina de Sabá.
Ella dirá en aquel día: “Yo hice todo
esto y tú no; por lo tanto, Dios, éste no puede entrar en el cielo”.
Gracia y Paz.
Pastor y Administrador, Rogers
Infante.
Bendiciones a mis hermanos en
la fe.
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