Gracia y paz para todos mis hermanos en la obra de Dios Padre y de su hijo
Jesucristo, el cordero inmolado que hoy se encuentra sentado a la diestra del
Padre el Todopoderoso y que al sonar de la séptima trompeta el vendrá con poder
a juzgar a este mundo.
¿Sabía
usted que cuando recibimos a cristo en nuestro corazón y tenemos la plena
conciencia de lo que Él está haciendo en nuestra vida, como Señor y Salvador,
es necesario adoptar un Principio de Victoria?
Posiblemente usted se preguntará, ¿Y ahora de qué se trata todo este
asunto?
Esto
es muy sencillo.
Para asegurar el crecimiento en nuestra vida
cristiana, debemos tener presente este elemento muy fundamental el cual debemos
aprender.
¿Les
voy a mostrar cuál es?
Preste usted mucha atención a lo que vas a escuchar,
porque de allí depende nuestra transformación en el camino hacia el Padre.
Antes de conocer este principio o
elemento, debemos saber que este principio o elemento es muy esencial si
realmente queremos conocer al Padre.
Cuando
alguien se convierte a Cristo, Satanás tratará de impedir que se mantenga en
fidelidad al Hijo de Dios.
Y si se trata de un creyente, nuestro adversario
Satanás procurará ponerle tropiezos en todo momento, con el propósito de que si
no estamos firmes en Dios y su palabra, podríamos entonces volver a la
mundanalidad.
Este principio del cual les hablo es La
Oración.
Tengamos presente estas preguntas:
¿Cuál
es el significado de orar? ¿Qué
significa para usted orar? ¿Sabe usted cómo
hacerlo?
Es probable que usted tenga ideas preconcebidas acerca
de la oración.
Es decir las mismas que le forjaron desde la iglesia
tradicional a la que asistíamos anteriormente, antes de conocer a Jesús.
En otras palabras creíamos que orar
era lo mismo que rezar.
Lo cual significaba una serie de repeticiones sin ningún
fundamento ni trascendencia para nosotros.
Ya que rezar es simplemente repetir algo, sin que
nazca del corazón.
Es como repetir como lo hacen los loros, sin comprender
nada, o simplemente un ritual.
Mat 6:7-8 »Cuando ores, no
parlotees de manera interminable como hacen los seguidores de otras religiones.
Piensan que sus oraciones recibirán respuesta sólo por repetir las mismas
palabras una y otra vez. (8) No seas como ellos, porque tu Padre sabe
exactamente lo que necesitas, incluso antes de que se lo pidas.
En otras palabras rezar seria como una novena o algún
tipo de letanías.
El
primer paso entonces es determinar qué es la oración.
He aquí una descripción sencilla:
“La
oración es un diálogo con nuestro amado Dios bajo la certeza de que Él nos
escucha”.
Pero Parlotear
son simplemente vanas repeticiones.
Jesús nos enseña
a orar de forma concentrada, reconociendo la necesidad de que Dios reine sobre
todas las facetas de la vida de cada persona que le haya recibido.
En la Oración
del Padre
Nuestro, encontramos un modelo de oración que contiene siete grandes tópicos.
Cada uno de los
cuales representa una necesidad humana básica para el cristiano nacido de
nuevo. ---Veamos:
1) «Padre
nuestro» (v.9). La necesidad paternal:
Cuando oremos debemos
tener presente que todas nuestras necesidades son atendidas por la Misericordia
y gracia de un Padre amoroso.
2) «Santificado sea tu
nombre» (v.9). La presencia de Dios Padre:
Aquí debemos entrar
a su presencia mediante la alabanza y adoración.
Sal
100:4
Entren por sus puertas con acción de gracias; vayan a sus atrios con alabanza.
Denle gracias y alaben su nombre.
También debemos llámele
«Padre», a causa de la sangre expiatoria que derramo su Hijo Jesús, en la cruz
del calvario por nosotros.
Hebreos
10:19-22
Así que, amados hermanos, podemos entrar con valentía en el Lugar Santísimo del
cielo por causa de la sangre de Jesús. (20) Por su muerte,* Jesús abrió un
nuevo camino —un camino que da vida —a través de la cortina al Lugar Santísimo.
(21) Ya que tenemos un gran Sumo
Sacerdote que gobierna la casa de Dios, (22) entremos directamente a la
presencia de Dios con corazón sincero y con plena confianza en él. Pues nuestra
conciencia culpable ha sido rociada con la sangre de Cristo a fin de
purificarnos, y nuestro cuerpo ha sido lavado con agua pura.
Gálatas
4:4-6
Pero, cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de
una mujer y sujeto a la ley. (5) Dios lo envió para que comprara la libertad de
los que éramos esclavos de la ley, a fin de poder adoptarnos como sus propios
hijos. (6) Y, debido a que somos* sus hijos, Dios envió al Espíritu de su Hijo
a nuestro corazón, el cual nos impulsa a exclamar «Abba, Padre»*.
3) «Venga tu reino»
(v.10). Las
prioridades de Dios Padre:
Declare que las
prioridades de Su reino serán establecidas en usted, en su familia, en su
hogar, en su iglesia, en sus seres amados, y su nación, por medio de la paz y
el amor que el Espíritu Santo hace en nuestra vida, cuando tenemos a cristo en
nuestro corazon.
Romanos
14:17
Pues el reino de Dios no se trata de lo que comemos o bebemos, sino de llevar
una vida de bondad, paz y alegría en el Espíritu Santo.
4) «Dánoslo hoy» (v.11). La provisión de Dios:
Jesús, quien es
el único que suple nuestras necesidades, nos dijo que oremos diariamente,
pidiéndole al Padre que provea para todo lo que nos haga falta, en su nombre.
Mat
21:21-22
Entonces Jesús les dijo: —Les digo la verdad, si tienen fe y no dudan, pueden
hacer cosas como ésa y mucho más. Hasta pueden decirle a esta montaña:
“Levántate y échate al mar”, y sucederá. (22) Ustedes pueden orar por cualquier
cosa y, si tienen fe, la recibirán.
Juan
14:12-14
»Les digo la verdad, todo el que crea en mí hará las mismas obras que yo he
hecho y aún mayores, porque voy a estar con el Padre. (13) Pueden pedir
cualquier cosa en mi nombre, y yo la haré, para que el Hijo le dé gloria al
Padre. (14) Es cierto, pídanme cualquier cosa en mi nombre, ¡y yo la haré!
5) «Y perdónanos» (v.12). El perdón de Dios:
Todo ser humano
necesita el perdón de Dios.
Pero para poder recibir
el perdón de Dios, primero debemos aprender a recibir a cristo en nuestro
corazón, caminar en obediencia y de esa manera perdonar a los demás.
En otras palabras, usted diariamente
debe caminar en la presencia de Dios, decidido a amar y perdonar.
6) «Y
no nos metas en tentación, líbranos del mal» (v.13). Poder sobre Satanás:
Pídale a Dios, una
cerca y vallado de protección alrededor de usted y sus seres queridos, por
medio de Jesucristo.
Job
1:9-10
Satanás le respondió al SEÑOR: —Sí, pero Job tiene una buena razón para temer a
Dios: (10) siempre has puesto un muro de protección alrededor de él, de su casa
y de sus propiedades. Has hecho prosperar todo lo que hace. ¡Mira lo rico que
es!
Salmos 91:1-3 Los que viven al amparo del
Altísimo encontrarán descanso a la sombra del Todopoderoso. (2) Declaro lo
siguiente acerca del SEÑOR: Sólo él es mi refugio, mi lugar seguro; él es mi
Dios y en él confío. (3) Te rescatará de toda trampa y te protegerá de enfermedades
mortales. (4) Con sus plumas te cubrirá y con sus alas te dará refugio. Sus
fieles promesas son tu armadura y tu protección.
Pídale a Dios
Padre, que le vista con Su armadura.
Efesios
6:14
Defiendan su posición, poniéndose el cinturón de la verdad y la coraza de la
justicia de Dios. (15) Pónganse como calzado la paz que proviene de la Buena
Noticia a fin de estar completamente preparados.* (16) Además de todo eso,
levanten el escudo de la fe para detener las flechas encendidas del diablo.* (17)
Pónganse la salvación como casco y tomen la espada del Espíritu, la cual es la
palabra de Dios. (18) Oren en el Espíritu en todo momento y en toda ocasión.
Manténganse alerta y sean persistentes en sus oraciones por todos los creyentes
en todas partes.*
7) «porque tuyo es el
reino» (v.13). Ciudadanía
divina:
Desde el momento
en que usted recibió a Jesús, el Hijo de Dios, en su corazón y se bautizó en su
nombre, usted como miembro de la iglesia debe Glorificar a Dios ya que Él le
hizo participante de Su reino, poder y gloria, por medio de Jesucristo.
2Ti
4:18
Así es, y el Señor me librará de todo ataque maligno y me llevará a salvo a su
reino celestial. ¡A Dios sea toda la gloria por siempre y para siempre! Amén.
Lucas
10:19-20 Miren, les he dado autoridad sobre
todos los poderes del enemigo; pueden caminar entre serpientes y escorpiones y
aplastarlos. Nada les hará daño. (20) Pero no se alegren de que los espíritus
malignos los obedezcan; alégrense porque sus nombres están escritos en el
cielo.
Juan 17:1-3 Después de decir todas esas cosas,
Jesús miró al cielo y dijo: «Padre, ha llegado la hora. Glorifica a tu Hijo
para que él, a su vez, te dé la gloria a ti. (2) Pues le has dado a tu Hijo
autoridad sobre todo ser humano. Él da vida eterna a cada uno de los que tú le
has dado. (3) Y la manera de tener vida eterna es conocerte a ti, el único Dios
verdadero, y a Jesucristo, a quien tú enviaste a la tierra.
Este modelo de oración es lo que nos enseña la
manera de cómo debemos orar.
En otras palabras: Jesús nos ofrece una nueva muestra de íntima
relación personal con Dios.
El creyente que
Ora lleno de fe, puede estremecer y romper todas las barreras que impidan que
la oración llegue a la presencia del Padre.
Y de esa manera
recibiremos las respuestas a todas nuestras peticiones y situaciones reales de
cada persona en nuestra vida.
Jesús recomienda la oración por las
necesidades materiales, las cuales están vitalmente relacionadas con los
intereses del reino.
Cuando leemos la Sagrada Escritura vemos que Jesús pasaba mucho tiempo en la
oración.
Una de sus motivaciones era la oración, y esto es lo
que debemos aprender de las Escrituras.
Lucas 6:12 Cierto día, poco tiempo
después, Jesús subió a un monte a orar y oró a Dios toda la noche.
Este texto nos enseña tres aspectos
importantes:
1.- La oración formaba parte
fundamental de las acciones diarias de Jesús.
2.- Pasaba largas horas delante de
Dios Padre en oración.
3.- No tomaba ninguna determinación,
sin antes orar.
En el Evangelio también se registra el hecho de que
Jesús comenzaba su jornada diaria con oración, así mismo terminaba sus
actividades cotidianas yendo a la presencia del Padre por medio de la oración.
Mat 14:23 Después de despedir a la
gente, subió a las colinas para orar a solas. Mientras estaba allí solo, cayó
la noche.
¿Ha
comprendido usted ahora, la enorme importancia de la oración?
Ahora es importante preguntarnos. ¿Por qué cosas debemos Orar?
Pueden ser por crecimiento espiritual, salud,
provisión financiera, protección, paz, o la conversión de un familiar y que el
Señor te revele cuál es Su plan para tu vida, entre otras.
Lo
que tenemos que hacer es identificar nuestro tipo de Oración.
1.-
Oración general.- Cuando tú hablas con Dios y le refieres todo lo que
concierne a tu vida, tus necesidades y la petición que tienes de ayuda.
También puede estar orientada a expresar gratitud a
Aquél que todo lo puede.
2.-
Oración de intercesión.- Es cuando nuestras oraciones son a favor
de otras personas: por su conversión a Cristo Jesús, por sanidad física y
espiritual, por provisión financiera etc.
3.- Oración de guerra espiritual.- Se
trata de un elemento trascendental.
Cuando hacemos Guerra Espiritual a través de la
oración, resistimos a Satanás, atamos su poder y recobramos el territorio que
nos ganó por causa del pecado del hombre.
En
la oración de guerra espiritual, el creyente debe estar plenamente
comprometido con la obra de Dios Padre y de su Hijo Jesús.
Es
decir que el creyente debe ser una persona obediente y fiel a la iglesia de
Cristo.
De
esa manera el enemigo, no podrá tomar control de este.
También, mediante ese tipo de oración, procuramos que
Dios nos fortalezca cuando vienen tentaciones y asedios de parte de nuestro
enemigo espiritual, el cual es Satanás.
4.- Oración de clamor.- Es
cuando nos humillamos delante del Padre, para elevarle una petición específica,
por medio de Jesús.
En
otras palabras: Oramos intensamente lleno de fe, para que nuestras
peticiones tengan una respuesta favorable y victoriosa.
En
algunas ocasiones nuestras oraciones van acompañadas con ayuno.
Esto se debe hacer cuando clamamos por algo que en el
mundo no parece tener respuesta, ni resultados favorables.
¿Qué cosas estorban nuestras oraciones y porque no vemos los resultados?
Algunos dirán: “A pesar de mis oraciones parece que Dios no me escucha”
Esto ocurre por manifestaciones espirituales que están
impidiendo que su oración llegue a la presencia de Dios.
Tales
manifestaciones son:
1.-
La falta de santidad, la cual estorba la oración.
Es decir, que si NO
estamos obedeciendo a Dios y su palabra, la oración no tendrá efecto.
Porque la fe mengua y se debilita cuando somos
rebeldes ante la palabra de Dios.
Una
oración sin fe, es como un ciego sin su guía.
Cuando usted está lleno de fe, usted obedece y le es
fiel a Dios en todo, esto implica que estamos en Santidad, ante el Padre.
Cuando no le somos fieles a Dios, el enemigo intentara
recuperar lo que anteriormente le pertenecía a él cuándo eremos del mundo.
Satanás
sabe cuándo estamos en rebeldía con Dios y es cuando él con
astucias y artimañas hace creer a los débiles que las peticiones que elevaron a
Dios, fueron escuchadas, cuando en realidad no fue así. De allí el engaño de
satanás, por la rebeldía del hombre hacia Dios.
Por eso es importante estar en paz con Dios.
2.-
El No perdonar a quienes nos provocan mal, provoca estorbo en la oración.
La
Biblia dice: Mat
5:22 Pero yo digo: aun si te enojas con alguien,* ¡quedarás sujeto a juicio! Si
llamas a alguien idiota,* corres peligro de que te lleven ante el tribunal. Y,
si maldices a alguien,* corres peligro de caer en los fuegos del infierno.* (23)
»Por lo tanto, si presentas una ofrenda en el altar del templo y de pronto
recuerdas que alguien tiene algo contra ti, (24) deja la ofrenda allí en el
altar. Anda y reconcíliate con esa persona. Luego ven y presenta tu ofrenda a
Dios.
¿Cuántas veces debemos orar?
Tal vez te preguntarás, ¿cuántas
veces sea necesario orar?
Lucas 18:1 Cierto día, Jesús les contó una
historia a sus discípulos para mostrarles que siempre debían orar y nunca darse
por vencidos.
El apóstol Pablo recomienda: Col 4:2 Dedíquense a la oración con
una mente alerta y un corazón agradecido.
Y más adelante nos exhorta: 1Ts 5:17 Nunca dejen de orar.
Finalmente
podemos decir que para lograr eficacia en la Guerra Espiritual, La respuesta
está en la oración.
La
Biblia dice en: Jeremías
33:2-3 «Esto dice el SEÑOR, el SEÑOR que hizo la tierra, que la formó y la
estableció, cuyo nombre es el SEÑOR: (3) pídeme y te daré a conocer secretos
sorprendentes que no conoces acerca de lo que está por venir.
Gracia y Paz.
Pastor y Administrador, Rogers infante.
Bendiciones a mis hermanos en la fe.
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