NO PERMITAS QUE EL MUNDO TE CONTAMINE.
Padre Celestial, quiero
siempre caminar bajo tus parámetros, ayúdame en mis debilidades, porque no
quiero contaminarme con este mundo tan seductor, quiero marcar la diferencia,
quiero agradarte a ti en todo momento y en todo lugar. Protégeme siempre de las
tentaciones de este mundo y permíteme buscar siempre tu favor y no el del
mundo.
Tú eres mi
prioridad y quiero vivir una vida de integridad a tu lado ya que cuando recibí
a cristo en mi corazón, me propuse al igual que Daniel, no contaminarme.
Bendíceme siempre y bendice a mi familia, como también a mis hermanos en la fe.
Oro en el nombre de Jesús, tu hijo amado que hoy está sentado a tu diestra y
vendrá a juzgar a este mundo hipócrita, facilista, mentiroso y perverso.
Amén."
Este es un día en que todos los cristianos nacidos
de nuevo debemos darle gracia a Dios por permitirnos no contaminarnos con las
tradiciones y mentiras de este mundo.
En este día vamos a hablar de un hombre que decidió
no contaminarse con las tradiciones y deleites de este mundo.
Un hombre que a pesar de las circunstancias que lo
agobiaban, se mantuvo firme en sus decisiones ante Dios, para no inclinarse
ante cualquier estatua, monumento, ídolo o lugar de reserva.
Un hombre que fue cautivo de una ciudad babilónica,
pero que su amor por Dios, lo mantuvo firme y decidido en seguir adelante para
no claudicar.
Un hombre que doblo sus rodillas para adorar al único
Dios verdadero.
Busquemos en la palabra de Dios:
Daniel 1:8-9 Sin embargo, Daniel estaba decidido a no contaminarse con
la comida y el vino dados por el rey. Le pidió permiso al jefe del Estado Mayor
para no comer esos alimentos inaceptables. Ahora bien, Dios había hecho que el
jefe del Estado Mayor le tuviera respeto y afecto a Daniel,
Ante todo esto, nosotros nos preguntamos:
¿Cómo
conservar mi testimonio como Hijo de Dios en un mundo tan trastornado?
¿Cuáles
son los parámetros que deben regir mi vida en medio de un mundo moderno?
¿Hasta
qué punto estoy dispuesto a mostrar una diferencia?
¿Cuánto
del mundo se ha impregnado en mi vida?
¿Soy
realmente un cristiano o francamente solo intento esconder mi verdadera
identidad mundana en este mundo moderno?
Estas son
realmente algunas de las muchas preguntas que debemos contestar con sinceridad,
si realmente somos hijos de Dios.
Todo cristiano
sabe que como Hijos del Rey de Reyes y Señor de señores, debemos ser conocidos
como tales y ser reales lumbreras en este mundo de oscuridad.
La Biblia dice que Daniel y
los otros muchachos fueron llevados cautivos a Babilonia y allí enfrentó las
tentaciones de asimilarse a esa cultura.
El rey de
Babilonia el cual era Nabucodonosor, encomendó a sus fieles súbditos, para que
buscaran por los alrededores de la nación a personas especiales, con una
preparación diferente y que fueran destacados.
Desafortunadamente
para Daniel, pero bajo el plan perfecto de Dios, Daniel y sus amigos fueron
llevados cautivos a esa gran ciudad del Rey Nabucodonosor.
El propósito
principal de este Rey Nabucodonosor, era que las personas cautivas entre los
cuales se encontraba Daniel y sus amigos, era para que se moldearan a sus
enseñanzas y filosofías Babilónicas.
Este Rey Pretendió
cambiarles sus principios, haciéndolos partícipes de sus tradiciones las cuales
iban en contra de las ordenanzas judías.
Así mismo este Rey
Babilónico, compartía su mesa con el fundamento de cambiarles sus amistades y
adquirir un compromiso con ellos.
Es decir que el
plan del Rey Nabucodonosor, era cambiarles la adoración que estos muchachos
tenían hacia Dios, el Todopoderoso, por la de este Rey.
Por eso inicio
cambiando los nombres de Daniel y sus amigos, para que se identifiquen con las
creencias paganas de los babilónicos.
Daniel
1:5-7 El rey les asignó una ración diaria de la comida y
del vino que provenían de su propia cocina. Debían recibir entrenamiento por
tres años y después entrarían al servicio real. Daniel, Ananías, Misael y
Azarías fueron cuatro de los jóvenes seleccionados, todos de la tribu de Judá. El
jefe del Estado Mayor les dio nuevos nombres babilónicos: A Daniel lo llamó Beltsasar. A Ananías lo llamó Sadrac. A Misael lo llamó Mesac. A Azarías lo llamó Abed-nego.
Pero hoy no
estamos lejos de todas estas tradiciones paganas y babilónicas.
Acaso, ¿No intenta el mundo hacer lo mismo con nosotros?
¿Cambiar
nuestra forma de hablar, de vestirnos, de comportarnos?
¿Cambiar
nuestra adoración, nuestras prioridades y principios?
¿Cambiar
nuestra identidad como Hijos de Dios?
Todo esto es parte
de ese plan Babilónico.
Daniel propuso en
su corazón vivir una vida de “integridad”, bajo los parámetros de Dios y la
mano poderosa de Dios, siempre estuvo con ellos.
Por eso es muy
importante para el verdadero cristiano, hacer la diferencia.
Usted y yo podemos
vivir vidas de acuerdo al modelo de Dios.
Nunca permita que
lo guíen a llevar una vida como la de este mundo babilónico que nos rodea.
Seamos lumbreras
por donde quiera que vayamos y Dios nos rodeará de su favor.
Tenga muy presente que el profeta Daniel es uno de los grandes ejemplos
en la Biblia de alguien que vivió una vida consagrada y separada ante Dios.
Usted y yo podemos seguir este ejemplo de Daniel.
Este Profeta, en medio de una cultura babilónica donde era normal vivir
bajo el libertinaje y los excesos de comida y alimentación, demostró una
firmeza y domino propio.
¿Cuánta firmeza y dominio tiene usted, para que el
mundo no lo esté siempre arrastrando a sus placeres, deleites y tradiciones?
Recuerde siempre, y téngalo presente que Daniel decidió no comer de la
mesa del Rey.
Este profeta consagrado a Dios, vivió una vida donde el ayuno era una
parte muy integral de su vida espiritual.
Una vida donde él logro abstenerse de alimentos y consagrarse en ayuno y
oración.
En
otras palabras: Este Profeta Daniel, buscando sosegadamente a
Dios, porque confiaba en Él
¿Qué tanto confía usted en Dios, para mantenerse
apartado de los deleites de este mundo babilónico?
Como dice la Escritura:
Daniel 9:3-4 Así que dirigí
mis ruegos al Señor Dios, en oración y ayuno. También me puse ropa de tela
áspera y arrojé cenizas sobre mi cabeza. Oré al SEÑOR mi Dios y le confesé:
«¡Oh SEÑOR, tú eres un Dios grande y temible! Siempre cumples tu pacto y tus
promesas de amor inagotable con los que te aman y obedecen tus mandatos;
Iglesia, esta mañana es importante poder considerar
el tema del ayuno si vamos a vencer la glotonería en nuestras vidas.
No sé qué tan dispuesto o
dispuesta este usted, pero yo entrare en un tiempo de ayuno y oración, donde me
pueda reencontrar con mi salvador y mi padre eterno.
Recordemos que el ayuno es una parte muy importante
para lograr crecer en domino propio y templanza.
Es una de las disciplinas esenciales para el
crecimiento y desarrollo de la vida cristiana.
Pero lo debemos hacer ordenadamente, para no
flagelar el cuerpo.
Cuando uno ayuna está
desarrollando un ejercicio espiritual en el cual uno se abstiene de comida, y
así mismo da prioridad a la oración y reencuentro con Dios.
El ayuno no solo es de abstenerse de comida, sino
es acercarse a Dios sosegadamente en oración.
En otras palabras,
lo que buscamos con el ayuno es un enfoque en lo espiritual con nuestro Dios y
Padre Eterno.
El Ayuno nos recuerda que la vida no es vivir para
comer, sino comer para vivir.
Por eso hoy también deseo que veamos el propósito
del ayuno y algunos de sus beneficios. Espero que esto nos ayude a crecer y
desarrollar esta disciplina:
Veamos:
El ayuno nos ayuda cuando se necesita una intervención de Dios en una
situación
2Cronicas 20:2-4 Llegaron
mensajeros e informaron a Josafat: «Un enorme ejército de Edom* marcha contra
ti desde más allá del mar Muerto;* ya está en Hazezon-tamar» (este era otro
nombre para En-gadi). Josafat quedó aterrado con la noticia y le suplicó al
SEÑOR que lo guiara. También ordenó a todos en Judá que ayunaran. De modo que
los habitantes de todas las ciudades de Judá fueron a Jerusalén para buscar la
ayuda del SEÑOR.
El ayuno trae una libertad espiritual completa que rompe toda atadura del
Enemigo.
Mateo 17:14-21 Al pie del monte, les esperaba una gran multitud. Un hombre vino y se
arrodilló delante de Jesús y le dijo: «Señor, ten misericordia de mi hijo. Le
dan ataques y sufre terriblemente. A menudo cae al fuego o al agua. Así que lo
llevé a tus discípulos, pero no pudieron sanarlo». Jesús dijo: «¡Gente corrupta
y sin fe! ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que
soportarlos? Tráiganme aquí al muchacho». Entonces Jesús reprendió al demonio,
y el demonio salió del joven. A partir de ese momento, el muchacho estuvo bien.
Más tarde, los discípulos le preguntaron a Jesús en privado: —¿Por qué nosotros
no pudimos expulsar el demonio? —Ustedes no tienen la fe suficiente —les dijo
Jesús —. Les digo la verdad, si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una
semilla de mostaza, podrían decirle a esta montaña: “Muévete de aquí hasta
allá”, y la montaña se movería. Nada sería imposible.*
Mat 17:21
Mas este linaje [de demonios] no sale sino por oración y ayuno.
El ayuno nos ayuda cuando nos sintamos agobiados o con carga por una
situación presente.
Nehemías
1:1-9 Estas
son las memorias de Nehemías, hijo de Hacalías. A finales del otoño, en el mes
de quisleu, del año veinte del
reinado del rey Artajerjes,* me encontraba en la fortaleza de Susa. Hananí, uno
de mis hermanos, vino a visitarme con algunos hombres que acababan de llegar de
Judá. Les pregunté por los judíos que habían regresado del cautiverio y sobre
la situación en Jerusalén. Me dijeron: «Las cosas no andan bien. Los que
regresaron a la provincia de Judá tienen grandes dificultades y viven en
desgracia. La muralla de Jerusalén fue derribada, y las puertas fueron
consumidas por el fuego». Cuando oí esto, me senté a llorar. De hecho, durante
varios días estuve de duelo, ayuné y oré al Dios del cielo, y dije: «Oh SEÑOR,
Dios del cielo, Dios grande y temible que cumples tu pacto de amor inagotable
con los que te aman y obedecen tus mandatos, ¡escucha mi oración! Mírame y
verás que oro día y noche por tu pueblo Israel. Confieso que hemos pecado
contra ti. ¡Es cierto, incluso mi propia familia y yo hemos pecado! Hemos
pecado terriblemente al no haber obedecido los mandatos, los decretos y las
ordenanzas que nos diste por medio de tu siervo Moisés. »Te suplico que
recuerdes lo que le dijiste a tu siervo Moisés: “Si me son infieles los
dispersaré entre las naciones; pero si vuelven a mí y obedecen mis mandatos y
viven conforme a ellos, entonces aunque se encuentren desterrados en los
extremos más lejanos de la tierra, yo los volveré a traer al lugar que elegí
para que mi nombre sea honrado”.
El ayuno es esencial cuando necesitamos recibir revelación de parte de
Dios en una situación (Daniel 10:1–2).
Daniel 10:1-3 En el tercer año del reinado
de Ciro de Persia,* Daniel (también llamado Beltsasar) tuvo otra visión.
Comprendió que la visión tenía que ver con sucesos que ciertamente ocurrirían
en el futuro, es decir tiempos de guerra y de grandes privaciones. Cuando recibí
esta visión, yo, Daniel, había estado de luto durante tres semanas enteras. En
todo ese tiempo no comí nada pesado. No probé carne ni vino, ni me puse
lociones perfumadas hasta que pasaron esas tres semanas.
El ayuno aún tiene la capacidad de cambiar el parecer divino de Dios
(Jonás 3:1–10).
Jonas 3:1-10 El SEÑOR habló por segunda
vez a Jonás: «Levántate y ve a la gran ciudad de Nínive y entrega el mensaje
que te he dado». Esta vez Jonás obedeció el mandato del SEÑOR y fue a Nínive,
una ciudad tan grande que tomaba tres días recorrerla toda.* El día que Jonás
entró en la ciudad, proclamó a la multitud: «Dentro de cuarenta días Nínive
será destruida». Entonces la gente de Nínive creyó el mensaje de Dios y desde
el más importante hasta el menos importante declararon ayuno y se vistieron de
tela áspera en señal de remordimiento. Cuando el rey de Nínive oyó lo que Jonás
decía, bajó de su trono y se quitó sus vestiduras reales. Se vistió de tela
áspera y se sentó sobre un montón de cenizas. Entonces el rey y sus nobles
enviaron el siguiente decreto por toda la ciudad: «Nadie puede comer ni beber
nada, ni siquiera los animales de las manadas o de los rebaños. Tanto el pueblo
como los animales tienen que vestirse de luto y toda persona debe orar
intensamente a Dios, apartarse de sus malos caminos y abandonar toda su
violencia. ¡Quién sabe!, puede ser que todavía Dios cambie de parecer, contenga
su ira feroz y no nos destruya». Cuando Dios vio lo que habían hecho y cómo
habían abandonado sus malos caminos, cambió de parecer y no llevó a cabo la
destrucción que les había amenazado.
Creo que hoy más que nunca es el tiempo de
desarrollar una vida consagrada a Dios en oración y ayuno.
Hay bendiciones, sanidades, milagros y muchas otras
cosas que solo vendrán a nuestras vidas practicando el poder del ayuno y
oración.
Daniel siempre entro en ese estado de adoración hacia Dios, y
Dios concedió las peticiones de su corazón.
Y durante el reinado de Darío el Medo, Dios también protegió a
Daniel y le dio sabiduría por su fidelidad y obediencia ante Dios.
Daniel 6:2-4 Asimismo, el rey
escogió a Daniel y a dos personas más como administradores para que
supervisaran a los altos funcionarios y protegieran los intereses del rey. Pronto
Daniel demostró ser más capaz que los otros administradores y altos
funcionarios. Debido a la gran destreza administrativa de Daniel, el rey hizo
planes para ponerlo frente al gobierno de todo el imperio. Entonces los demás
administradores y altos funcionarios comenzaron a buscar alguna falta en la
manera en que Daniel conducía los asuntos de gobierno, pero no encontraron nada
que pudieran criticar o condenar. Era fiel, siempre responsable y totalmente
digno de confianza.
Como podemos ver
Daniel siempre permitió que sea Dios el único que lo moldee.
Hoy no podemos
permitir que el mundo moldee nuestra mente con argumentos ajenos a los
principios de Dios.
Por eso es muy
importante que empecemos a examina nuestra vida.
Por ejemplo:
¿Que
escuchan tus oídos?
¿Qué
habla tu boca?
¿Cuáles
son los temas de tus conversaciones?
¿Dejas
que tus amigos contribuyen a tu edificación o te invitan a lo malo?
¿Qué
permites que entre en tu familia?
¿Cómo
se manejan tus hijos en: las salidas, con amigos?
¿Cómo
es tu conducta y disciplinas en tu hogar y fuera de casa?
¿De qué
manera buscar el entretenimiento?
Bueno, el
verdadero cristiano debe dar siempre un buen testimonio y una buena conducta
dentro y fuera de casa.
Debe dejarse
llevar con decoro.
Es decir: de
manera ordenada, decente, que no causa distracción y tentación.
El profeta Daniel
perseveró en lo que había decidido: no contaminarse.
Determinó seguir
fiel a esa entrega a Dios a pesar de las pruebas, personas y circunstancias.
En
otras palabras, su dedicación fue total hacia Dios.
Por eso cuando
vino el momento de la prueba Dios le guardó.
No lo libró de ir
al foso de los leones, pero no lo dejo ir solo.
Dios estuvo con él
y cerró la boca de las fieras para que no le hicieran daño.
La integridad nos
asegura la presencia del Señor en medio de las pruebas; pero no sólo su
presencia, también su protección.
El Apóstol Pablo
dice: “Hermanos,
yo mismo no considero haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando lo
que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, prosigo hacia la meta
para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” Apreciados hermanos, caminar cerca del Señor es
la fuente de integridad.
Gracia y Paz
Pastor y administrador Rogers Infante
Que Dios derrame Bendiciones en mi
vida, mi familia y a mis hermanos en la fe.
Bendiciones por tan hermosa palabra. Nos ayuda a guardarnos y no contaminarnos!
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