LA
DIFERENCIA DE NUESTRO PLAN Y EL PLAN DE DIOS.
La confesión y el arrepentimiento de Job
Job 42:1-6 Entonces Job respondió al SEÑOR: «Sé
que tú todo lo puedes, y que nadie puede detenerte. Tú preguntaste: “¿Quién es este que pone en
duda mi sabiduría con tanta ignorancia?”. Soy yo y hablaba de cosas sobre las
que no sabía nada, cosas demasiado maravillosas para mí. Tú dijiste: “¡Escucha y yo hablaré! Tengo
algunas preguntas para ti y tendrás que contestarlas”. Hasta ahora sólo había oído de ti, pero ahora te
he visto con mis propios ojos. Me retracto de
todo lo que dije, y me siento en polvo y ceniza en señal de
arrepentimiento».
El Señor reprende a los amigos de
Job
Job 42:7-9 Después de que el
SEÑOR terminó de hablar con Job, dijo a Elifaz el temanita: «Estoy enojado
contigo y con tus dos amigos, porque no hablaron con exactitud acerca de mí,
como lo hizo mi siervo Job. Así que, tomen
siete toros y siete carneros, vayan a mi siervo Job y ofrezcan una ofrenda
quemada por ustedes mismos. Mi siervo Job orará, y yo aceptaré la oración a
favor de ustedes. No los trataré como se merecen, a pesar de no haber hablado
de mí con exactitud, como lo hizo mi siervo Job». Así que Elifaz el temanita, Bildad el suhita
y Zofar el naamatita, hicieron lo que el SEÑOR les mandó, y el SEÑOR aceptó la
oración de Job.
El Señor restaura a Job sus
riquezas
Job 42:10-17 Cuando Job oró por sus
amigos, el SEÑOR le restauró su bienestar. Es más, ¡el SEÑOR le dio el doble de
lo que antes tenía! Entonces todos
sus hermanos, hermanas y anteriores amigos vinieron y festejaron con él en su casa.
Lo consolaron y lo alentaron por todas las pruebas que el SEÑOR había enviado
en su contra; y cada uno de ellos le regaló dinero* y un anillo de oro. Así que el SEÑOR bendijo a Job en la segunda
mitad de su vida aún más que al principio. Pues ahora tenía catorce mil ovejas,
seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil burras. Además dio a Job otros siete hijos y tres
hijas. Llamó a su primera hija Jemina, a la
segunda Cesia y a la tercera Keren-hapuc. En toda la tierra no había mujeres tan bellas como las hijas de Job
y su padre les dejó una herencia en su testamento junto con sus hermanos. Después de esto, Job vivió ciento cuarenta años
y pudo ver a cuatro generaciones de sus hijos y nietos. Luego murió siendo muy anciano, después de vivir una
vida larga y plena.
A veces dedicamos más tiempo en las preocupaciones de nuestra vida, que
francamente nos olvidamos que quién nos cuida es Dios, que si él nos cuida, no
hay nada que temer.
Yo siempre me he preguntado:
¿Qué
ganamos al preocuparnos por algo?
Me refiero a esos momentos de estrés, en donde hasta nos enfermamos porque
no encontramos cómo solucionar un problema que se nos ha presentado.
Si la solución a los problemas
fuera preocuparnos, entonces creo que lo resolveríamos pronto.
Pero la preocupación lo único que hace es terminar de
bajarnos los ánimos, por el estrés provocado por el mal momento que estamos
pasando.
No estoy diciendo que todos nos tienen que dar igual o que debemos ignorar
el problema existente, no me refiero a eso.
Me refiero a la forma en cómo estamos reaccionando frente a los problemas
que se nos presentan y el estrés que este nos ocasiona.
En
este punto cabe la pregunta:
¿Cómo está usted reaccionando a los problemas?
¿Te preocupas al máximo sin tener forma de cómo solucionarlo?
¿Te enfermas porque sabes que no puedes hacer nada para solucionarlo?
¿O lloras días y noches sin ver una salida?
Déjame decirte que la solución no se encuentra en las reacciones negativas
que tengamos frente al problema, la solución realmente se encuentra en Dios
quien es soberano y capaz de hacer lo inimaginable.
La Palabra de
Dios dice:
Salmo 121:7-8 “El SEÑOR te libra
de todo mal y cuida tu vida. El SEÑOR te protege
al entrar y al salir, ahora y para siempre”.
Ahora bien si la biblia que es la palabra de Dios me dice que Dios es quien
me protegerá y me pondrá a salvo de todos los peligros.
¿Porque sigo afanado en preocuparme?
¿Porque insisto también en perder la calma?
¿Por qué permito que el estrés me esté matando?
Apreciados hermanos, como Pastor de la Iglesia Cristiana Palabra y Amor,
quiero decirle a usted, que es hora de comenzar a creer y a depender de Dios.
Es
hora de hacer de la presencia de Dios nuestro refugio y nuestra fortaleza.
Por eso es muy importante no permitir que la preocupación nos lleve al
desierto.
Al contrario hagamos que el problema lo único que provoque en nuestra vida,
sea que nos acerquemos más a Dios.
Muchas veces nuestras respuestas han sido las que nos
han llevado a que los problemas renazcan en nuestra vida.
Una
mala respuesta puede dañar nuestra comunión con Dios.
Por eso nuestro decir debe ser únicamente, “Si” o “No”.
Y si llegamos a decir algo diferente, es producto de que el maligno ha
entrado en nuestra vida.
El “de pronto, puede ser, no estoy seguro,
vamos a ver, yo creo que, a lo mejor, esperemos a ver”, entre otras, son
excusas que satanás pone en nuestra boca para aplazar algo que él no desea que
se cumpla en nuestra vida.
Y de esa manera satanás logra, que un creyente se aparte de la presencia de
Dios.
Mateo 5:33-37 »También han oído que a nuestros
antepasados se les dijo: “No rompas tus juramentos; debes cumplir con los juramentos
que le haces al SEÑOR”*. Pero yo digo: ¡no hagas juramentos! No digas:
“¡Por el cielo!”, porque el cielo es el trono de Dios. Y no digas: “¡Por la
tierra!”, porque la tierra es donde descansa sus pies. Tampoco digas: “¡Por
Jerusalén!”, porque Jerusalén es la ciudad del gran Rey. Ni siquiera digas: “¡Por mi
cabeza!”, porque no puedes hacer que ninguno de tus cabellos se vuelva blanco o
negro. Simplemente di: “Sí, lo haré” o “No, no lo haré”. Cualquier otra cosa proviene del maligno.
Tenga usted muy presente que cuando confiamos en Dios, no hay nada que
temer porque nuestra confianza en Dios es la garantía de que al final todo
saldrá bien.
Porque
Dios, actúa en los que somos obedientes y fieles a su Palabra.
Porque
Dios, hará algo maravilloso en los que hacen su santa voluntad.
Porque
Dios, jamás defrauda la confianza en los que verdaderamente le buscamos.
No
es difícil ser fiel.
No
es difícil ser obediente.
Y
mucho menos no es difícil poner la confianza en Dios y hacer su voluntad.
De ti depende.
¿Por
qué no lo has hecho?
Cada persona es responsable del camino que ha escogido para su vida.
Pero hoy te
digo: pon toda tu confianza en Dios y descansa esperando su respuesta.
Dios actúa verdaderamente.
Y escucha esto: las personas al verte en medio de ese problema se sorprenda
al ver la paz que mantienes y te preguntara. ¿De dónde
viene tu tranquilidad?
Es cuando usted podrá responder: “Yo confío en Dios porque él prometió protegerme y
ponerme a salvo de todos los peligros que lleguen a mi vida”.
Recordemos
que satanás, actúa en la mente de los que no hacen la voluntad de Dios.
Satanás actúa en los que constantemente buscan excusas para no someterse a
la palabra de Dios.
Recuerda que con Dios de nuestro lado, somos más que vencedores.
2Corintios
11:3-7 Pero temo que, de alguna manera, su pura y completa
devoción a Cristo se corrompa, tal como Eva fue engañada por la astucia de la
serpiente. Ustedes
soportan de buena gana todo lo que cualquiera les dice, aun si les predican a
un Jesús diferente del que nosotros predicamos o a un Espíritu diferente del que
ustedes recibieron o un evangelio diferente del que creyeron. Pero de ninguna manera me considero inferior a esos «superapóstoles»
que enseñan tales cosas. Podré ser un orador
inexperto, pero no me falta conocimiento. Eso es algo que les hemos dejado bien
claro a ustedes de todas las maneras posibles.
Cuando leemos estos versículos, podemos ver que eso por lo cual estas
pasando hoy en tu vida, no puede ser más fuerte de lo que ya has enfrentado.
Quizá te sientas débil.
Quizás tu mente te quiere hacer creer que todo está
perdido.
Pero aún y con todo eso, debes poner tu confianza en Dios y decir que las
circunstancias adversas a tu vida, no te van a derrotar.
Mira tu vida y veras que hasta este momento usted ha
pasado por episodios que seguramente creíste que no podría superar, sin embargo
lo superaste.
A lo mejor pensaste que esos problemas por lo cual ya venciste, serian tu
fin, sin embargo sonreíste porque saliste vencedor y lo más importante fue que
Dios estuvo todo el tiempo allí para que salieras victorioso.
Porque Dios siempre tendrá la última palabra.
Ahora, quizá hoy pienses que lo que está viviendo es muy diferente a lo que
has vivido, pero no hay nada difícil que no pueda superar con Dios de tu lado.
Ten muy presente que por muy difícil
que se vea el camino, con Dios de nuestro lado, todo es más fácil.
Por muy complicado que veas el
panorama, con Dios de nuestro lado, todo puede cambiar.
Y por muy dura que sea la prueba,
con Dios de nuestro lado, la podremos superar.
Su palabra dice:
Jeremías
29:11-14 Pues yo sé los planes que tengo para ustedes —dice
el SEÑOR—. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y
una esperanza. En esos días, cuando
oren, los escucharé. Si me buscan
de todo corazón, podrán encontrarme. Sí, me encontrarán —dice el SEÑOR—. Pondré
fin a su cautiverio y restableceré su bienestar. Los reuniré de las naciones
adonde los envié y los llevaré a casa, de regreso a su propia tierra”.
Hermanos, cuando Dios nos ministra en nuestra vida por medio de Jesús, todo
es más fácil.
Si usted es fiel y obediente ante Dios, nunca creas que estás solo.
Si usted hace la voluntad de Dios, nunca pienses que Dios te ha abandonado.
Porque para aquellos que creen y confían ciegamente en Dios, Él siempre ir
a su lado.
Hoy te invito que dobles rodillas y levantes tu rostro al cielo en oración.
Allí sabrás que no está solo, y nunca lo has estado.
Dios ha estado en nuestro lado aún en los momentos en los que creíamos que no
merecíamos su ayuda.
Él siempre ha estado allí para extendernos su diestra,
porque ÉL es fiel y justo.
Porque con Dios de tu lado, eres más que vencedor.
Con Dios de tu lado, todo puede cambiar.
Con Dios de tu lado, lo imposible puede hacerse
posible.
Con Dios de tu lado, el llanto puede transformarse en
sonrisas.
Con Dios de tu lado, no existe otra última palabra que
no sea la de Dios.
Hoy es un día de victoria, no te desanimes.
No pienses en rendirte ni en retroceder.
Porque Jehová de los Ejércitos, el Todopoderoso, El León de Judá, jamás ha
perdido una guerra.
Él es grande y victorioso.
Él es temible en batallas, Él dijo, te dice y dirá siempre:
Isaías
41:10-13 “No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te
desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te
sostendré con mi mano derecha victoriosa. »¿Ves? Todos tus furiosos enemigos
están allí tendidos, confundidos y humillados. Todo el que se te oponga morirá
y quedará en la nada. Buscarás en vano a
los que trataron de conquistarte. Los que te ataquen quedarán en la nada. Pues yo te sostengo de tu mano derecha; yo, el SEÑOR tu Dios. Y
te digo: “No tengas miedo, aquí estoy para ayudarte”.
Los planes de Dios, para tu vida, son planes de bien y no de mal.
Jeremías 29:11 Pues yo sé los planes que tengo para ustedes
—dice el SEÑOR—. Son planes para lo bueno y no para lo malo,
Reflexionemos sobre nuestros
planes, y mira si Dios está incluido allí, cuando lo planeaste.
Nosotros podemos tener brillantes ideas, incluso podemos elaborar en
nuestra mente planes maravillosos.
Pero debemos entender que Dios, siempre tendrá un mejor plan para nosotros
y nuestra vida.
Un
plan que seguramente va en contra de tus deseos carnales, pero que serán
favorables para nuestra vida espiritual.
Los planes de Dios, se ejecutan en su tiempo, no en el nuestro.
Por eso debemos ser paciente y saber esperar en su infinita sabiduría.
Muchas veces nos enfrentamos a panoramas de nuestra
vida, que nunca pensábamos que nos iban a suceder, pero que están allí.
Circunstancias que quisimos evitar, pero que por alguna razón llegamos
allí.
Y es cuando nos sentimos solos, abandonados y olvidados.
Y luego nos preguntamos: ¿Qué paso?
¿Porque nos vemos de una u otra manera, “Fracasados”?
Pero la realidad es que si tu plan personal fracasa, es porque el plan de
Dios se está llevando a cabo en tu vida.
A Dios no se le ha escapado ningún detalle.
Dios no se ha olvidado de ti en ningún momento.
Si usted está pasando hoy por algún desierto, es porque es parte del pal
perfecto de Dios.
Dicho
de otra manera:
Si estás pasando por alguna situación que no estaba planeada en tu vida, No
te preocupes y confía en Dios, porque El, no ha terminado aún contigo.
Al final cuando el plan de Dios termine en tu vida, solo y solamente allí, te
darás cuenta que sus ideas siempre fueron mejores que las tuyas.
Pero
sobre todo te darás cuenta que su plan siempre llevó el objetivo de darte un
futuro lleno de bienestar.
Por eso hoy te digo, No te desanimes.
No creas que todo está perdido.
Jamás te sientas abandonados.
Porque Dios ha echado a andar su plan maravilloso y perfecto sobre tu vida.
Lo único que Dios necesita de ti es tu fidelidad y obediencia.
Y que sigas adelante, que no te rindas.
Que siempre hagas su voluntad y pongas tu mirada y confianza puesta en él.
Porque si lo hace de esta forma, vas a tener la seguridad que al final
sonreirás, al darte cuenta que Dios siempre tuvo el control de todo.
Iglesia,
el plan de Dios es un plan perfecto.
Y que solo los que le obedecemos y somos fiel ante Él y a su Hijo Jesús, veremos culminado su plan en nuestra vida.
Adelante nada está acabado, todo está en proceso y el plan de Dios al ser
finalizado demostrará que siempre tuviste un lugar preciado para Dios.
Nunca
nos alejemos de Dios, por nuestras excusas.
Porque ÉL, en ningún momento dejó de pensar en nosotros y mucho menos en
nuestro bienestar.
Gracia
y Paz.
Pastor
y Administrador, Rogers Infante.
Que
Dios te bendiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario