PONER EN
PRACTICA LA PALABRA DE DIOS.
Oración del
Pastor.
Amado Padre Celestial, en tu
misericordia permites que por medio del mensaje del evangelio sea transformada
mi vida, llena de fruto y gozo. Permite Señor que pueda entender tu Palabra y
obedecerla, porque esto será mi paz verdadera. Amén.
Busquemos en
la palabra de Dios.
Mateo 13:1-9 Más tarde ese mismo día, Jesús salió
de la casa y se sentó junto al lago. Pronto se reunió una gran multitud alrededor de él, así
que entró en una barca. Se sentó allí y enseñó mientras la gente estaba de pie
en la orilla. Contó muchas
historias en forma de parábola como la siguiente: «¡Escuchen! Un agricultor
salió a sembrar. A medida que
esparcía las semillas por el campo, algunas cayeron sobre el camino y los pájaros
vinieron y se las comieron. Otras cayeron
en tierra poco profunda con roca debajo de ella. Las semillas germinaron con
rapidez porque la tierra era poco profunda. Pero pronto las plantas se
marchitaron bajo el calor del sol y, como no tenían raíces profundas, murieron. Otras semillas cayeron entre espinos, los cuales
crecieron y ahogaron los brotes. Pero otras semillas cayeron en tierra fértil, ¡y
produjeron una cosecha que fue treinta, sesenta y hasta cien veces más numerosa
de lo que se había sembrado! Todo el que
tenga oídos para oír, que escuche y entienda».
Mateo 13:18-23 »Escuchen ahora la explicación de la
parábola acerca del agricultor que salió a sembrar: Las semillas que cayeron en el camino representan a los
que oyen el mensaje del reino y no lo entienden. Entonces viene el maligno y
arrebata la semilla que fue sembrada en el corazón. Las semillas sobre la tierra rocosa representan a los que oyen el mensaje y
de inmediato lo reciben con alegría; pero, como no tienen raíces profundas, no duran mucho. En cuanto
tienen problemas o son perseguidos por creer la palabra de Dios, caen. Las semillas que cayeron entre los espinos representan a
los que oyen la palabra de Dios, pero muy pronto el mensaje queda desplazado
por las preocupaciones de esta vida y el atractivo de la riqueza, así que no se
produce ningún fruto. Las semillas
que cayeron en la buena tierra representan a los que de verdad oyen y entienden
la palabra de Dios, ¡y producen una cosecha treinta, sesenta y
hasta cien veces más numerosa de lo que se había sembrado!
La invitación a la iglesia, es
a leer atentamente esta parábola, entender su significado profundo y practicar
lo que allí el Señor Jesús nos enseña, pues esto nos guiará a dar abundante
fruto en nuestra vida.
En esta
parábola Jesús muestra la condición interna del corazón humano.
Por eso al
escuchar el mensaje del evangelio; muchos escuchan pero no quieren recibir el
mensaje.
En otras palabras: se niegan a dejar su orgullo, se niegan a
investigar profundamente el significado de cada palabra.
Y lo más triste es que en su
superficialidad dan más crédito a las filosofías, leyendas y supersticiones del
mundo que a un mensaje que tiene evidencias científicas por su consistencia,
veracidad, realidad y futuro.
Estos son los que su corazón,
como en la orilla del camino, toman la palabra superficialmente, como un
mensaje simplemente religioso, pero no como una verdad que tiene el potencial
de transformar radicalmente su vida.
Como estas
personas no han profundizado el mensaje del evangelio, entonces no pueden
comprender su contexto histórico.
No pueden
comprender su realidad.
Y como no
pueden comprender el evangelio, estos no conocen el verdadero significado de la
vida.
Porque el Evangelio en sí,
es el significado para nuestro futuro.
Para el mundo llegan otros
pensamientos, otras formas de pensar finitas, superficiales y llenas de mentira,
y el mundo las acepta porque son del mundo.
De allí la pregunta: ¿Es más fácil
aceptar la mentira que la verdad?
La verdad requiere un
profundo razonamiento.
Mientras que la mentira sólo
requiere ser aceptada sin razonar.
Hoy es el día para que la
semilla de este mensaje no lo dejes en la orilla de tu corazón sino que lo
tomes seriamente, será entonces la diferencia entre la vida y la muerte.
Mateo 13:5-6 Otras cayeron
en tierra poco profunda con roca debajo de ella. Las semillas germinaron con
rapidez porque la tierra era poco profunda. Pero pronto las plantas se
marchitaron bajo el calor del sol y, como no tenían raíces profundas, murieron.
Mateo 13:20 Las semillas
sobre la tierra rocosa representan a los que oyen el mensaje y de inmediato lo
reciben con alegría; pero, como no tienen raíces profundas, no duran mucho. En cuanto
tienen problemas o son perseguidos por creer la palabra de Dios, caen.
Las emociones juegan un
papel determinante en nuestra vida.
Estas emociones son parte de
nuestra naturaleza integral.
El problema es cuando se
convierten en el motor que mueve nuestras decisiones.
Dicho de otra manera: No debemos permitir que las
emociones nos controlen, sino la Palabra de Dios, pues sus principios deben
estar por encima de nuestros sentimientos y emociones.
En esta parábola, Jesús nos
enseña cómo muchos reciben la Palabra con emoción.
Pero como no se escudriña la
palabra de Dios.
Pero como no se
recibe con profundidad y compromiso la enseñanza del evangelio, entonces pasada
la emoción, se olvida lo más importante: una vida guiada no por sensaciones bonitas, sino
por principios sólidos y sostenibles.
Pero el Señor coloca el dedo
en la llaga.
Lo que sucede con alguien
que recibe emocionalmente el mensaje pero no crece la raíz.
Y no crece espiritualmente debido
a que tiene un corazón duro como piedra.
Un corazón que
se empeña a no obedecer ni se fiel al evangelio.
Un corazón que
pretender mostrar piedad, sin sometimiento.
Y como no es
un corazón de entrega total a Dios, este no se puede nutrir y su raíz se pudre.
Yo pregunto: ¿Tienes usted el corazón como piedra cuando recibes el
mensaje del evangelio?
Si cuando tienes problemas,
o eres maltratado por ser obediente a Dios, enseguida olvidas el mensaje,
significa que tu corazón está cubierto con la coraza de las emociones.
En otras palabras: Usted lo que hace es darle más crédito al momento o a las
circunstancias que observas, que a la verdad de Dios que no se ve, pero es
eterna y más real que nuestras emociones.
Si estamos
actuando de esta manera, es hora de corregir y quitarnos el antifaz emocional.
De esa manera
podrá decidir vivir por principios, no por emociones.
Recuerde esto: Un corazón
duro no es necesariamente una actitud rígida y tosca hacia el evangelio, sino
también una falsa apariencia que no nos permite tener una relación profunda e
íntima con Dios.
Mateo 13:7 Otras semillas
cayeron entre espinos, los cuales crecieron y ahogaron los brotes.
Mateo 13:22 Las semillas
que cayeron entre los espinos representan a los que oyen la palabra de Dios,
pero muy pronto el mensaje queda desplazado por las preocupaciones de esta vida
y el atractivo de la riqueza, así que no se produce ningún fruto.
Dios no se opone a que
tengamos riqueza, sino a que coloquemos nuestra confianza en ellas y pasen a
ser nuestro dios, por eso nos enseña en:
Mateo 6:24 »Nadie puede servir a dos amos. Pues odiará
a uno y amará al otro; será leal a uno y despreciará al otro. No se puede
servir a Dios y al dinero.
Escuche esto atentamente:
El equilibrio y las bendiciones
vienen cuando con las riquezas hacemos lo que Dios dice.
Es decir: Cuando las
administramos con sabiduría, sin ambiciones desmedidas y apartamos lo que a Él,
por derecho Bíblico, Histórico y Eterno le pertenece. El diezmo.
La ecuación que está en la
cultura actual de este mundo, es que cuando poseemos más bienes mayor felicidad
tenemos.
Este es el pensamiento del
mundano y no del cristiano.
Sin embargo esto se termina
comprobando en la vida de muchos famosos y multimillonarios que han muerto
desdichados, vacíos y con grandes perturbaciones y estrés.
Este amor al dinero hace que muchos piensen que sus
problemas están resueltos si se tiene más dinero, y por esto se gastan su
propia vida en trabajar, endeudarse y quitar calidad de tiempo a su familia.
Pero cuando se actúa así, luego
vienen las consecuencias, las enfermedades, las relaciones familiares llenas de
conflictos, etc.
Al fin de cuentas, ¿De qué sirvió el esfuerzo desmedido en poseer bienes y
dinero, sino se tiene la vida para disfrutarlas en compañía de nuestros seres
amados?
Iglesia, la
verdadera riqueza está en conocer, obedecer, someternos y entender a Dios por
medio de su Palabra.
Su palabra no
pasará.
Su palabra se
mantiene firme.
Y lo más
importante, su Palabra no se desvaloriza.
Porque su
palabra para aquellos que le somos fiel y obediente en todo, es garantía de
paz, seguridad, vida eterna y riquezas en gloria en Cristo Jesús.
No nos
desgastamos en las añadiduras si su gracia y amor en Cristo son nuestras
riquezas, más que suficientes para una vida plena y llena de frutos.
Jeremías
17:7-8 »Pero benditos
son los que confían en el SEÑOR y han hecho que el SEÑOR sea su esperanza y
confianza. Son como árboles
plantados junto a la ribera de un río con raíces que se hunden en las aguas. A
esos árboles no les afecta el calor ni temen los largos meses de sequía. Sus
hojas están siempre verdes y nunca dejan de producir fruto.
Hebreos 13:5-8 No amen el
dinero; estén contentos con lo que tienen, pues Dios
ha dicho: «Nunca te fallaré. Jamás te abandonaré»*. Así que podemos decir con toda confianza: «El
SEÑOR es quien me ayuda, por eso no tendré miedo. ¿Qué me puede hacer un simple
mortal?»*. Acuérdense de los
líderes que les enseñaron la palabra de Dios. Piensen en todo lo bueno que haya
resultado de su vida y sigan el ejemplo de su fe. Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre.
Ya para terminar este
mensaje:
Podemos decir que hay
situaciones que nos llevan al extremo de nuestra resistencia, al máximo de
nuestra capacidad de comprensión, al límite de nuestra fuerza.
Pero ¿Qué diremos en ese momento los que obedecemos a Dios?
Romanos 8:31. …Si Dios está a favor de nosotros, ¿quién
podrá ponerse en nuestra contra?
Iglesia, debemos hacer la
voluntad de Dios.
Debemos someternos a sus
Mandatos, Ordenanzas y Estatutos.
Debemos caminar en
obediencia y fidelidad.
Y algo muy importante,
debemos declarar confiadamente la Palabra de Dios.
Todo esto hay
que hacerlo, porque de algo podemos estar seguros en momentos inciertos, todo
lo que poseemos, puede evaporarse como el rocío de la mañana, (Miren lo que sucedió en Guatemala),
pero la Palabra de Dios permanece inmutable, se
cumplirá y hará lo que ella dice.
Así que ¿A qué te aferras cuando está en una situación extrema?
Recuerda que tu actitud, determina
el triunfo o el fracaso.
Pero si te aferras a sus
promesas y caminas en fidelidad ante Dios, entonces declara su Palabra tal y
como está escrita, luego inclina tu rostro en tierra y arrodíllate ante Dios.
Con toda garantía estarás de
pie ante los hombres y tendrás la fuerza para enfrentar cualquier situación por
imposible o difícil que parezca.
Para Dios, no existe nada imposible.
Recordemos que no es en
nuestra fuerza, ni con dinero, ni con armas o con ejército que resolvemos los
problemas.
Sino con su Poder de lo
Alto. Su Espíritu.
Zacarías 4:6 Entonces me dijo: —El SEÑOR dice
a Zorobabel: “No es por el poder ni por la fuerza, sino por mi Espíritu, dice
el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales.
Gracia y Paz.
Pastor y Administrador, Rogers Infante.
Bendiciones a todos mis hermanos verdaderos en la fe
cristiana.
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