TODO
PARA LA GLORIA DE DIOS
Busquemos en la palabra de Dios:
1Corintios 10:31 Así que, sea que
coman o beban o cualquier otra cosa que hagan, háganlo todo para la gloria de
Dios.
Colosenses 3:17 Y todo lo que hagan o digan, háganlo como representantes del
Señor Jesús y den gracias a Dios Padre por medio de él.
El verdadero servicio a
Dios, se afirma cuando hacemos todo para la gloria de Dios.
Él ve nuestro corazón y
nuestra mente, por eso nuestra motivación debe ser la correcta, no por ser
vistos, no por obligación o por recompensa material.
Muchas veces
nuestra tarea puede parecer insignificante, pero si verdaderamente hacemos todo
para la gloria de Dios, transformaremos esas tareas simples en tareas con un
significado eterno.
Ésta es la prueba que cada
creyente debiera aplicar a su vida y preguntarse:
¿Esto o aquello
que hago da la gloria a Dios?
Dios sí ve los motivos por
los cuales actuamos, por ejemplo: cuando asistimos a la iglesia, Él percibe si
esos motivos están relacionados con el hecho de tener comunión con Él, o si más
bien están relacionados con los demás creyentes.
Lo importante
es que todo lo que el creyente haga sea para honrar el nombre de Dios.
Si vivimos de esta manera,
seremos un testimonio vivo ante el mundo que nos rodea, para que aquellos que
están perdidos y alejados de Dios puedan ser atraídos a Jesucristo y así ser
salvos.
Por eso
debemos creer verdaderamente que el Señor es mi provisión
Juan 6:1-5 Después Jesús cruzó al otro lado del mar
de Galilea, conocido también como el mar de Tiberias. Una gran multitud siempre lo seguía a todas partes porque veía las señales milagrosas que hacía cuando
sanaba a los enfermos. Entonces Jesús subió a una colina y se sentó allí rodeado de sus discípulos. (Ya era casi el tiempo de la celebración de la Pascua judía). Enseguida Jesús vio que una gran multitud venía
a su encuentro. Dirigiéndose a Felipe, le preguntó: —¿Dónde podemos comprar pan
para alimentar a toda esta gente?
Jesús camino sanando a los
enfermos, perdonando al pecador, restaurando al caído, trayendo libertad al
cautivo; el poder sobrenatural del Espíritu Santo estaba con él.
Éste
ministerio lo delegó el Hijo de Dios, Jesús a su iglesia, por eso también fue
enviado el Espíritu Santo.
La Biblia nos enseña que
nuestra fe será probada, Jesús dijo a Felipe:
Juan 6:5-6. …Dirigiéndose a
Felipe, le preguntó: —¿Dónde podemos comprar pan para alimentar a toda esta
gente? Lo estaba poniendo a prueba, porque Jesús ya sabía lo que iba a hacer.
La respuesta de Felipe
refleja la impotencia de la incredulidad, pese que estaba con Jesús, el autor de
milagros.
Las acciones de fe, aunque
no sean de gran tamaño, son de gran valor para Dios.
“Uno de sus discípulos,
Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo:
Juan 6:8 Entonces habló Andrés, el
hermano de Simón Pedro: «Aquí hay un muchachito que tiene cinco panes de cebada
y dos pescados. ¿Pero de qué sirven ante esta enorme multitud?»
Cuando estamos agradecidos
con Dios, el punto adverso no es tan difícil, Andrés trae a Jesús cinco panes y
dos peces, es muy poco, pero hizo algo, operó el poder de la fe.
Aunque Andrés
veía insignificante lo que había a la mano, los trajo a Jesús, y es allí donde
el Señor comienza a obrar.
La orden de Jesús pudo haber
parecido ilógico en el momento: “Haced recostar la gente”, pero los discípulos obedecen y se convierten en
testigos y actores de un milagro.
Jesús agradeció la provisión
del momento, tomándola como una señal de la abundancia que vendría.
Dice la palabra de Dios.
Juan 6:11-12 Luego Jesús tomó los
panes, dio gracias a Dios y los distribuyó entre la gente. Después hizo lo
mismo con los pescados. Y todos comieron cuanto quisieron. Una vez que quedaron satisfechos, Jesús les dijo a sus discípulos: «Ahora junten lo que sobró, para que no se
desperdicie nada».
En la Escritura con
frecuencia vemos pequeñas muestras de cosas grandes que vendrán.
Por ejemplo, la pequeña nube
de Elías cuando iba a llover.
Un ramo de
uvas cuando los espías regresaron de la tierra de la abundancia.
Las primicias
de la resurrección: Cristo Jesús.
Por eso, como cristianos
debemos saber y tener muy en cuenta como Dios ve las casas.
Es necesario ver cómo Dios ve.
Los israelitas
en el desierto sólo veían montañas de arena y por eso se quejaban, y no
lograban ver más adelante.
Y adelante estaba la tierra
de la abundancia.
Muchos
cristianos no logran ver la bendición que esta hacia delante de ellos, porque
están pendientes de las cosas del mundo.
Incluso por
estar pendiente de esas cosas, no son obedientes, ni fieles a Dios.
Como
resultados, ellos solo ven problemas, y no la bendición y la abundancia que
Dios ve para cada uno de nosotros.
Esos panes de Juan 6:11, son
símbolo de la provisión de Dios, de su protección y cuidado.
Jesús tiene el poder de
transformar el hambre en saciedad, y los problemas y circunstancias en
bendición.
Por eso es muy
importante que derramemos delante de Dios, nuestro corazón.
Dice su palabra:
Salmos 27:11-14 Enséñame cómo vivir, oh SEÑOR. Guíame
por el camino correcto, porque mis enemigos me esperan. No permitas que caiga en sus
manos. Pues me acusan de cosas que nunca hice; cada vez que respiran, me
amenazan con violencia. Sin embargo, yo confío en
que veré la bondad del SEÑOR mientras estoy aquí, en la tierra de los
vivientes. Espera con paciencia al SEÑOR; sé
valiente y esforzado; sí, espera al SEÑOR con paciencia.
Y el salmos 65 dice:
Salmos 65:5-8 Fielmente respondes a nuestras
oraciones con imponentes obras, oh Dios nuestro salvador. Eres la esperanza de
todos los que habitan la tierra, incluso de los que navegan en mares distantes.
Con tu poder formaste las montañas y te
armaste de una fuerza poderosa. Calmaste los océanos
enfurecidos, con sus impetuosas olas, y silenciaste los gritos de las naciones.
Los que viven en los extremos
de la tierra quedan asombrados ante tus maravillas. Desde donde sale el sol
hasta donde se pone, tú
inspiras gritos de alegría.
Dios responde las oraciones
de los justos y dice en su palabra:
Isaías 41:10-13 No tengas miedo, porque yo
estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te
sostendré con mi mano derecha victoriosa. »¿Ves? Todos tus furiosos enemigos
están allí tendidos, confundidos y humillados. Todo el que se te oponga morirá
y quedará en la nada. Buscarás en vano a los que trataron de
conquistarte. Los que te ataquen quedarán en la nada. Pues yo te sostengo de tu mano derecha; yo, el SEÑOR tu Dios. Y te digo: “No
tengas miedo, aquí estoy para ayudarte.
Hemos sido diseñados por
nuestro Creador con tres dimensiones:
Espíritu, Alma y cuerpo.
1Tesalonisenses 5:23-24 Ahora, que el Dios de paz los
haga santos en todos los aspectos, y que todo su espíritu, alma y cuerpo se mantenga sin
culpa hasta que nuestro Señor Jesucristo vuelva. Dios hará que esto suceda, porque aquél que
los llama es fiel.
Cuando Cristo entra en
nuestro corazón, él viene a gobernar cada una de ellas para que vivamos en
perfecta armonía.
Nuestra
dimensión del alma, donde se anidan todas las emociones, la voluntad y el
intelecto, es la más afectada cuando pasamos por las situaciones difíciles y
desesperadas de la vida.
Cuando nuestro corazón está
herido y con dolor, el salmista nos dice que sólo hay un lugar donde podemos
descansar y ser restaurados, y es en la presencia de Dios.
Aunque algunas veces no
entendamos las razones por las cuales debemos pasar por circunstancias
adversas, es aquí donde debemos depender absolutamente de Dios y encontrar
descanso solamente en Él.
Por eso David dice: “En Dios
solamente está acallada mi alma; de él viene mi salvación”.
Siempre habrá expectativas
que no se cumplen y si no hacemos el esfuerzo consciente de descansar en Dios,
viviremos con desilusiones una tras otra.
En otras palabras, la esperanza que no llega
o se tarda puede convertirse en una tremenda decepción sino buscamos aguardar y
esperar en Él, mediante la obediencia y la fidelidad.
Salmos 27:14 Espera con paciencia al SEÑOR; sé valiente y esforzado; sí, espera al SEÑOR con paciencia.
Recordemos que el consejo de
David es que derramemos delante de Dios, nuestro corazón; porque Dios es
nuestro refugio”.
Derramar viene del hebreo “sapak” y significa derramar el contenido de un envase.
En este caso,
es desnudar el alma con dolor y enojo para liberarnos de la opresión, para
desahogarnos, perdonar y encontrar alivio.
Lo importante es entregarle
cualquier sentimiento que esté entorpeciendo nuestra vida espiritual a Dios.
No empecemos este
año lleno de resentimientos y amarguras.
Si estamos afligidos,
desilusionados, destrozados, el mejor lugar al que podemos llegar y quedarnos
es en la presencia de Dios.
Dice la palabra de Dios en
Apocalipsis 22:11
Apocalipsis 22:11 Deja que el malo siga
haciendo el mal; deja que el vil siga siendo vil; deja que el justo siga
llevando una vida justa; deja que el santo permanezca santo».
1Timoteo 6:12-16 Pelea la buena batalla por la
fe verdadera. Aférrate a
la vida eterna a la que Dios te llamó y que confesaste tan bien delante de
muchos testigos. Te encargo delante de Dios, quien da vida a todos, y delante de Cristo
Jesús, quien dio un buen
testimonio frente a Poncio Pilato, que obedezcas este mandamiento sin vacilar.
Entonces nadie podrá
encontrar ninguna falta en ti desde ahora y hasta que nuestro Señor Jesucristo
regrese. Pues, en el momento preciso, Cristo será
revelado desde el cielo por el bendito y único Dios todopoderoso, el Rey de
todos los reyes y el Señor de todos los señores. Él es el único que nunca muere
y vive en medio de una luz tan brillante que ningún ser humano puede acercarse
a él. Ningún ojo humano jamás lo ha visto y nunca lo hará. ¡Que a él sea todo
el honor y el poder para siempre! Amén.
Iglesia, Acerquémonos
confiadamente a su trono de gracia.
El mejor cirujano de corazón
es Dios mismo, y Él actuara a través de su Hijo Jesús.
Recuerde que ÉL puede
atenderlo, restaurarlo y vivificarlo, para la gloria de Dios.
Gracia y Paz
Pastor y administrador Rogers Infante
Que Dios derrame Bendiciones en mi vida, mi familia y a
mis hermanos en la fe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario