BIENVENIDOS

Gracia y Paz en Cristo Jesús, Amados, soy el Pr. Rogers Infante. Discípulo de la obra de Dios, Promotor y fundador de la Iglesia Cristiana Palabra y Amor. Doy gracias a Dios por la posibilidad que nos da, de poder llevar su evangelio por medio de la palabra escrita a todos sus hogares y sitio de trabajo. Con la intención de poder compartirlos con todos ustedes ya que está en evidencia la gran necesidad de contar con material netamente de evangelización, que sirviera para llegarles en forma de mensajes. Muchas almas han encontrado a Cristo, por este medio, cuyo fin, es que la "palabra de Dios corra y sea glorificada" (2 Ts 3:1). Amados, la venida de Nuestro Señor Jesucristo a buscar a su iglesia, esta cerca. Por tal motivo el enemigo de las almas, Satanás, aprovechará en este último tiempo para engañar a cuantos pueda en este mundo; lo cual la Biblia nos advierte que no ignoremos sus maquinaciones. (2Co.2:11). Vivimos una era de engaños, donde se predica un falso evangelio facilista y meramente emocional. Además de otras ciertas doctrinas ortodoxas de la cristiandad, debemos estar alertados de estos lobos rapaces disfrazados de ovejas y que por dentro son unos Anatemas que venden el evangelio de JESÚS, La doctrina del "arrepentimiento de pecados" es rara vez predicada como se debe. La salvación por gracia se ha desvirtuado y las perdiciones son basadas en discursos que tienen mucho de sensacionalismo, pero carentes de fundamento bíblico vital para la genuina conversión de las almas. (Heb.4:12).Por tal motivo es necesario, predicar un evangelio fiel a la Biblia. Tu testimonio personal y tu vida de consagración a los pies de Cristo, es el arma más poderosa, para llevar la palabra de Dios.

¡Que tu vida, y la mía, sean solo para LA GLORIA DE DIOS!

jueves, 28 de noviembre de 2019

RAHAB. LA RAMERA


RAHAB. LA RAMERA
Josué 2:1-24; Hebreos 11:31; Santiago 2:25
Campando en la llanura de Moab, al este del rio Jordán, Josué y los Israelitas esperan las indicaciones de Dios para conquistar la tierra que les había prometido.
Antes de la invasión, Josué envía a dos espías a cruzar el rio en busca de información militar.
Su objetivo principal era fijarse específicamente en la gran muralla de Jericó, que se extiende 11 kilómetros al este del rio.

Josué decide reconocer el área que habría de conquistar; y envía dos espías secretos los cuales como estrategia escogen entrar en la casa de Rahab, donde entraban todos los hombres extranjeros y eran desapercibidos, ya que era común que los viajeros disfrutaran de las prostitutas después de un largo camino.

Rahab era una mujer de carácter afable y de seguro alegre, ya que al parecer era la ramera más popular de Jericó, donde los espías podían estar y no ser reconocidos por nadie.
Entonces, no es un insignificante honor para esta notable mujer, que su nombre haya quedado registrado, no únicamente entre los nombres de los héroes de la fe, sino que haya sido seleccionada por el gran apóstol, como uno de los dos notables ejemplos de las obras que resultan de la fe. 

Consideremos su fe y su carácter aún con mayor atención debido a esta elevada posición que el Espíritu Santo le ha concedido.
Con base en el encomio del Apóstol Pablo y en la loa del Apóstol Santiago, respaldados como ambos estaban por el testimonio del Espíritu de Dios, el carácter de esta mujer es muy digno de una atenta consideración.

Nuestra primera observación sobre Rahab es que poseía una Singular FE.
Esto se hará evidente si reflexionamos que ella no recibió ninguna instrucción de sus padres.

La membresía por derecho de nacimiento no era una posibilidad a considerar en el caso de Rahab, sus padres provenían de la raza condenada de los cananeos.
Ellos mismos no tenían ninguna fe en Dios, y, por lo tanto, no podían inculcársela.

Rahab no se convirtió en una adoradora de Jehová porque la familia lo hubiese sido siempre.
No poseían ningún reclinatorio familiar en el santuario, no contaban con ningún nombre que figurara entre el pueblo del Señor.
Ella era la primera y la única de su raza que fue llamada por gracia.

Dios la había escogido como “una de la familia” por Su amor electivo, y aunque es de esperarse que la gracia haya continuado en la familia por muchas generaciones, con todo, antes que nada entró en esa familia por Rahab.

Pero, en verdad, cuando vemos surgir a alguien de una familia en la que ninguno cree realmente en Dios, nos maravillamos y no podemos evitarlo.
Allí vemos nosotros una palmera sola en el desierto, una vida solitaria entre las tumbas.

Como algunos de ustedes saben, estar en la posición de un solitario testigo de Dios en una familia es una lucha, cuando creemos sin dudar en el poder de Dios.

Además, piensen que su fe era singular porque ella no residía en un país creyente.
No sólo no contaba con nadie en casa que se identificara con ella, sino que tampoco tenía a alguien en toda la ciudad de Jericó pues hasta donde sabemos ella era la única creyente en Jehová.

Existen hogares donde muchas veces encontramos que solo un miembro de la familia se entrega a Dios, y por obediencia y fidelidad, Dios actúa sobre todos.

Pero Rahab era la única creyente en Jericó.
Si hubiéramos podido gozar de una perspectiva a vuelo de pájaro de la ciudad de Jericó, y si nos hubieran informado que había una creyente allí, les garantizo que no habríamos visto la casa de Rahab.

Ella hubiera sido casi la última persona que hubiéramos supuesto que fuera poseedora de una fe en el verdadero Dios, ya que tenía un oficio que no era digno de Dios.
Dios actúa siempre donde menos lo imaginaríamos.
Y Él tiene elegidos entre una clase de personas de quienes no nos atreveríamos a tener esperanzas.

¿Quién pensaría que la gracia pudiera crecer en el corazón de una mujer que tenía el apelativo de ramera, como si su pecado fuera conocido abiertamente por todos?

Sin embargo, en verdad creció allí, como una bella flor que florece en un muladar, o una estrella brillante que reluce en la frente de la noche.

Allí creció su fe y dio gloria a Dios.
Yo no sé cuál dios era adorado en Jericó, pero la ciudad entera estaba llena de idolatría y sólo Rahab tenía su mirada puesta en el Dios viviente.

Toda la ciudad estaba llena de inmundicia pero, a pesar de haber sido una mujer mala, la fe de Rahab debe de haberla conducido a aborrecer el pecado.
Pecado que algunos creyentes de hoy en día adoran y lo buscan porque les causa satisfacción.
Mientras que esta mujer, lo que hacía era aborrecer su pecado y buscar la manera para ser salva ella y su familia.

Jericó era vecina de Sodoma, no sólo en cuanto a su localización geográfica, sino en cuanto a su condición, y por mala que hubiese sido esta mujer, es probable que su pecado se contara entre las ofensas más insignificantes practicadas allí.
Ella era la única creyente en medio de una generación idólatra y depravada. 

Recuerden, también, que la fe de Rahab fue notable porque sus fuentes de conocimiento eran muy inadecuadas, y por tanto, el alimento de su fe era comparativamente insuficiente.

Ella no podía leer ningún libro inspirado por Dios.
No había sido instruida por ningún profeta.
Ningún Elías le había hablado en el nombre de Dios.
Ningún Jonás, había recorrido las calles de su ciudad advirtiéndoles a los ciudadanos que se arrepintieran.
Toda la información que Rahab poseía la había conseguido a retazos.

Ella había juntado los comentarios recogidos en la plaza del mercado.
Las conversaciones que tenían lugar junto al pozo, y los rumores que circulaban afuera de las puertas de la ciudad, y había concluido que una nación había salido de Egipto y que por causa de esa nación, su Dios, Jehová, había destruido al rey egipcio en el Mar Rojo.
Que Sehón, rey de los amorreos, y Og, rey de Basán, habían sido vencidos en batalla por este pueblo.
Y que era cierto que estaban en camino para tomar a toda Palestina para ellos, porque su Dios se las había entregado.
De esos reportes generales, esta mujer había recogido la evidencia suficiente sobre la que se apoyó su fe.
Que tristeza, que hoy en día, algunos creyentes solo recogen el vómito de otros para comérselos y luego lo escupen, para que otro los coma.
En otras palabras en vez de recoger información de Dios, lo que hacen es alimentarse de la inmundicia del mundo y hasta lo festejan.

Rahab, creyó en Jehová, el Dios de Israel, y comenzó a adorarlo en espera de que la causa que Él apoyaba sería exitosa, y que quienes eran Sus enemigos en verdad serían destruidos.

A Rahab no le importaba lo que pasara con su vida ya que ella sabía la amenaza que significaba Israel para su pueblo, y no obstante esto, ella estaba dispuesta a perderlo todo, con tal de aliarse al pueblo del Dios Todopoderoso.

Rahab se dispuso a ser cómplice del Dios de Israel, y se dispuso a guardar a los espías sin importarle igualmente lo que la gente pudiera pensar de ella, de hecho ella sabía que estando del lado de Dios sería bendecida.
Josué 2:4-7 Rahab, quien había escondido a los dos hombres, respondió: «Es cierto, los hombres pasaron por aquí, pero yo no sabía de dónde venían. Salieron de la ciudad al anochecer, cuando las puertas estaban por cerrar. No sé hacia dónde fueron. Si se apresuran, probablemente los alcancen». (En realidad, la mujer había llevado a los hombres a la azotea de su casa y los había escondido debajo de unos manojos de lino que había puesto allí). Entonces los hombres del rey buscaron a los espías por todo el camino que lleva a los vados del río Jordán. Y justo después que los hombres del rey se fueron, cerraron la puerta de Jericó.

Es interesante darnos cuenta de algunos detalles de la actitud de Rahab.
Y el primero de ellos es el hecho de que Rahab se dispuso por FE a esconder a aquellos espías desde antes de haberles hecho ellos alguna promesa.

Otro detalle interesante es el hecho de que Rahab estuvo dispuesta a engañar a los perversos guardas de Jericó con tal de defender lo que ya dominaba su corazón.
Esto que dominaba el corazón de Rahab no era más que una fe viva que le llevaba a actuar.
Yo me pregunto ¿Qué es lo que domina tu corazón, que te hace hacer cosas?

Notemos el versículo 8
Josué 2:8 Esa noche, antes de que los espías se durmieran, Rahab subió a la azotea para hablar con ellos. Les dijo:
Rahab estaba preocupada por su SALVACIÓN, y no quería pensar que estos hombres se fueran y ella no les manifestara todo lo que dominaba su corazón.

Reconoció el plan de Dios y no quería luchar contra ÉL.
Josué 2:9 —Sé que el SEÑOR les ha dado esta tierra. Todos tenemos miedo de ustedes. Cada habitante de esta tierra vive aterrorizado.

Rahab, reconoció las proezas del Dios de Israel.
Josué 2:10 Pues hemos oído cómo el SEÑOR les abrió un camino en seco para que atravesaran el mar Rojo* cuando salieron de Egipto. Y sabemos lo que les hicieron a Sehón y a Og, los dos reyes amorreos al oriente del río Jordán, cuyos pueblos ustedes destruyeron por completo.*

Rahab, reconoció el poder y la soberanía del Dios de Israel.
Josué 2:11 ¡No es extraño que nuestro corazón esté lleno de temor! A nadie le queda valor para pelear después de oír semejantes cosas. Pues el SEÑOR su Dios es el Dios supremo arriba, en los cielos, y abajo, en la tierra.

Rahab estaba dispuesta a alcanzar la salvación no importando el costo de ella ni su condición de mujer pecadora, pues ella sabía que podía lograr misericordia como ella personalmente había ejercido misericordia con los enviados de Dios.

La FE de RAHAB se vio empañada por una grave DEBILIDAD.
Ella les mintió a los hombres que llegaron a la puerta a prender a los espías.
Rahab les comentó que dos forasteros se habían acercado a ella, pero que no sabía de dónde provenían, lo cual era una mentira.
Y les dijo que no sabía a dónde se habían ido, que se habían marchado hacía algún tiempo y que mejor los persiguieran.
Eso era otra falsedad y es completamente inexcusable.

Pero al mismo tiempo recuerden, por favor, que ella no sabía que era malo mentir.
Sin duda había en su conciencia vagos destellos de la idea de que mentir era algo malo, pero, sin embargo, sus circunstancias impedían que lo supiera claramente como lo sabemos ahora.

Yo no voy a excusar la mentira de Rahab.
Una mentira de Rahab es tan mala como la de cualquier otra persona.
Pero en este caso se debe decir que a Rahab no se le había enseñado, como hemos aprendido la mayoría de nosotros, que una mentira es un pecado degradante ante Dios, y aun así la dicen y hasta viven con ella.

Nadie le había dicho jamás: “Engañar es contrario a la ley de Dios, pues Su Espíritu nos enseña a no mentirnos los unos a los otros, habiéndonos despojado del viejo hombre con sus hechos”.

No me extraña, por tanto, que ella cometiera un error.
Y no estoy muy sorprendido de que dijera lo que dijo, pues se le vendría fácilmente a su mente ignorante y ansiosa decir cualquier cosa.

Yo no sé si la mentira de Rahab, no fuera más honesta y directa que muchas evasiones que se les han ocurrido a personas muy inteligentes.
De hecho, como regla, las cosas que no son obvias y que necesitan que la inteligencia las sugiera, son más bien sospechosas.

Decir la verdad es siempre lo correcto.
Decir siempre la verdad, ha tenido algunas veces un maravilloso efecto, y, sin duda, en cada caso, sería la mejor opción. 

Por eso hay que decir que la fe de Rahab, fue una FE basada en la VERDAD.
Hoy en día muchas personas dicen que tienen fe, y no saben lo que están diciendo ya que su fe no está confirmada por la verdad.

Rahab se había enterado de las proezas de Dios, y el favor que había tenido con su pueblo Israel.
Josué 2:10 Pues hemos oído cómo el SEÑOR les abrió un camino en seco para que atravesaran el mar Rojo* cuando salieron de Egipto. Y sabemos lo que les hicieron a Sehón y a Og, los dos reyes amorreos al oriente del río Jordán, cuyos pueblos ustedes destruyeron por completo.*
El rey Sehón derrotado
Números 21:21-30 Después los israelitas enviaron embajadores a Sehón, rey de los amorreos, con el siguiente mensaje: «Permítenos atravesar tu territorio. Tendremos cuidado de no pasar por tus campos y viñedos, ni siquiera beberemos agua de tus pozos. Seguiremos derecho por el camino real hasta que hayamos atravesado tu territorio». Sin embargo, el rey Sehón rehusó permitirles atravesar su territorio. En cambio, movilizó a todo su ejército y atacó a Israel en el desierto y peleó con ellos en Jahaza. Así que los israelitas los masacraron a filo de espada y ocuparon su tierra, desde el río Arnón hasta el río Jaboc. Avanzaron sólo hasta los límites de los amonitas porque su frontera estaba fortificada.* De manera que Israel tomó todas las ciudades amorreas y se estableció en ellas, incluida la ciudad de Hesbón y sus aldeas vecinas. Hesbón había sido la capital de Sehón, rey de los amorreos. Él había derrotado al rey moabita anterior y se había apoderado de toda su tierra hasta el río Arnón. Por eso los poetas antiguos escribieron lo siguiente sobre él: «¡Vengan a Hesbón y que sea reconstruida! Que la ciudad de Sehón sea restaurada. Un fuego ardiente salió de Hesbón, un incendio de la ciudad de Sehón. Quemó la ciudad de Ar en Moab; destruyó a los gobernantes de las alturas de Arnón. ¡Qué aflicción te espera, oh pueblo de Moab! ¡Están acabados, oh adoradores de Quemos! Quemos dejó a sus hijos como refugiados, a sus hijas como cautivas de Sehón, el rey amorreo. Los hemos destruido por completo, desde Hesbón hasta Dibón. Los hemos exterminado por completo, hasta lugares tan lejanos como Nofa y Medeba».*

El rey Og derrotado
Números 21:31-35 Así pues, el pueblo de Israel ocupó el territorio de los amorreos. Después que Moisés envió a hombres a explorar la región de Jazer, tomaron todas las ciudades de la región y expulsaron a los amorreos que vivían allí. Luego volvieron y se marcharon por el camino que se dirige a Basán, pero Og, rey de Basán, los atacó con todo su pueblo en Edrei. El SEÑOR le dijo a Moisés: «No le tengas miedo, porque yo te lo he entregado junto con toda su gente y su tierra. Haz con él lo mismo que hiciste con Sehón, rey de los amorreos, que gobernó en Hesbón». Así que Israel mató al rey Og, a sus hijos y a todos sus súbditos; no quedó nadie con vida. Entonces Israel ocupó su territorio.

Como podemos ver, Rahab estaba consciente del temor que tenía su pueblo a causa de los israelitas.
Por eso la fe de Rahab estaba basada en hechos reales, y ella conocía que este Dios, al cual se disponía a servir, actuaba en verdad y conforme a lo que ÉL había declarado.

La fe de Rahab fue una FE confirmada por su OBRAR
Rahab no fue una creyente disel, ni mucho menos tibia, ya que ella es reconocida como una creyente que actuó demostrando la fe que poseía, y para esto solo tenemos que leer a Santiago.
Santiago 2:24-26 Como puedes ver, se nos declara justos a los ojos de Dios por lo que hacemos y no sólo por la fe. Rahab, la prostituta, es otro ejemplo. Fue declarada justa ante Dios por sus acciones cuando ella escondió a los mensajeros y los ayudó a regresar sin riesgo alguno por otro camino. Así como el cuerpo sin aliento* está muerto, así también la fe sin buenas acciones está muerta.

Rahab fue justificada por su fe delante de Dios como dice Hebreos:
Hebreos 11:31 Fue por la fe que Rahab, la prostituta, no fue destruida junto con los habitantes de su ciudad que se negaron a obedecer a Dios. Pues ella había recibido en paz a los espías.

De cierto que ella misma declara en Josué 2:12-13 que había ejercido misericordia y que asimismo habría de obedecer las exigencias de los espías enviados por Dios.
Josué 2:12-13 »Ahora júrenme por el SEÑOR que serán bondadosos conmigo y con mi familia, ya que les di mi ayuda. Denme una garantía de que, cuando Jericó sea conquistada, salvarán mi vida y también la de mi padre y mi madre, mis hermanos y hermanas y sus familias.

Pero como fue la SALVACIÓN de RAHAB (Josué. 2:12-24)
Rahab rogó.
No hay nada más hermoso que cuando podemos rogar a Dios, pues con esto reconocemos ante Él nuestra impotencia.
Dice el (v. 12)
Josué 2:12 »Ahora júrenme por el SEÑOR que serán bondadosos conmigo y con mi familia, ya que les di mi ayuda…

Rahab quería tener seguridad de su SALVACIÓN.
Ella no jugaba con Dios, como hacen actualmente algunos creyenticos.
Ella, pidió salvación para ella, y para los suyos, pues ella había tenido luz con respecto al gran juicio que vendría sobre Jericó.

¡Cuánto quisiéramos esto si comprendiéramos el juicio del infierno eterno que vendrá para castigar a los incrédulos y pecadores!
Y da hasta pena, porque hay muchos que lo entienden cuando ya es muy tarde como fue el Rico, en Lucas 16:27-31.
Lucas 16:27-31 »Entonces el hombre rico dijo: “Por favor, padre Abraham, al menos envíalo a la casa de mi padre. Tengo cinco hermanos y quiero advertirles que no terminen en este lugar de tormento”. »Pero Abraham dijo: “Moisés y los profetas ya les advirtieron. Tus hermanos pueden leer lo que ellos escribieron”. »El hombre rico respondió: “¡No, padre Abraham! Pero si se les envía a alguien de los muertos ellos se arrepentirán de sus pecados y volverán a Dios”. »Pero Abraham le dijo: “Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no escucharán por más que alguno se levantara de los muertos”».

Rahab hizo esta petición producto de la seguridad que ella tenía del juicio que vendría a ella por causa de su pecado y del pecado de su pueblo.
Pero hoy, cabe decir que los necios, insensatos e hipócritas, piensan en hacer y repartir pecado y que al final se arrepentirán para ser, según estos salvos.
Desconociendo así que son necios y que todo es un plan orquestado por satanás, para la perdición de sus almas.

Voy a concluir una vez que haya mencionado el último punto.
Y es que la FE de Rahab, fue aceptable para DIOS, de tal manera que ella fue el instrumento de salvación de otros.

Esto me gusta de Rahab: Que no negoció únicamente su propia seguridad.
Su pecado no había endurecido su corazón, como lo hace el pecado en muchos casos.
Ella pensó en su padre, y en su madre, y en sus hermanos, y sus hermanas.
Ahora bien, en dondequiera que haya un verdadero hijo de Dios, habrá ansiedad por su familia.

Si tú no quieres que tus hijos, hermanos, madre o padre sean salvos, entonces tú mismo no eres salvo.
Rahab era una buena hija; a pesar de todas sus fallas, ella amaba a su padre y a su madre.
Era una buena hermana, y deseaba que sus hermanos y sus hermanas fueran salvados. 

Por eso desde ya les digo a ustedes miembros del pueblo cristiano, que procuren ser buenos en sus relaciones hogareñas.
Yo no daría ni un centavo por ustedes, si no fueran un buen esposo o una buena esposa.
Un padre dominante y hosco, unos hijos rebeldes, una esposa chismosa, una sirvienta desaliñada y ociosa, un amo tirano, todos ellos pueden pertenecer a Satanás, pero Dios no los reconocerá.
Rahab, a pesar de todas sus fallas, sentía un intenso amor por su parentela. 

No servirá de nada decir cuando mueras:
“Perdóname, oh ángel vengador, mi madre oró por mí, mi hermana agonizó por mi conversión”.
No. Tú debes de entrar en Cristo personalmente.
Tú debes de tener una fe real en Cristo.
Porque si no es así, ninguna oración de otros puede servirte de algo.

Pero la misericordia y fidelidad de Rahab, fue que de alguna manera ayudada por Dios para meter en la casa a toda la familia.
Cuando los israelitas marcharon en torno a la ciudad los seis días, y el pueblo de Jericó se reía y decía: “qué insensatos son al pensar que van a lograr que los muros se desplomen si caminan alrededor de ellos”,

Rahab seguía confiando en Dios.
Pero me atrevo a decir que tuvo alguna dificultad al tratar de persuadir a sus vivaces hermanas y a sus argumentativos hermanos para que creyeran también.
No le fue fácil, pero lo logro.

Seguramente le preguntaron: “Rahab, ¿estás convencida de esto?
¿Acaso no es una pura farsa todo esto?”
De alguna manera, tal fue la influencia que Dios le dio, tal fue el poder de su fe, que todos ellos permanecieron en la casa y fueron salvados con sus familias. ¡Aleluya!.
La casa, me atrevo a decir, estaba llena a reventar, y a Rahab le alegraba ver eso.

Que Dios me conceda que toda mi familia sea preservada así.
Yo estoy seguro de que cada hijo de Dios está musitando aquí la misma oración:
“Dios de Rahab, dame a mi padre y a mi madre, y a mis hermanos, y a mis hermanas, y a toda mi parentela, para que sean salvos por mi obediencia y fidelidad ante ti”.
Que el Señor oiga sus oraciones, si realmente son sinceras y hacen su voluntad, así mismo que los bendiga por Jesucristo nuestro Señor por serle fiel y obediente en todo. Amén.
Gracia y Paz.
Pastor y Administrador, Rogers Infante.
Que Dios te bendiga.

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