TODAS LAS COSAS NOS AYUDAN A BIEN, SI
AMANDO A DIOS.
«Padre, Señor y Dios nuestro, en tu amor y en tu misericordia para con nosotros haces que todos los tiempos, los momentos y las circunstancias de nuestra vida, por más duros y terribles que puedan parecer, involucren un propósito de bien para nuestro crecimiento espiritual, tú eres un Dios de propósitos y eres un Dios de Amor de tal modo que, en tu amor, tus propósitos siempre serán lo mejor para nosotros.
Gracias
te damos Padre Amado porque sabemos que esto es posible en ese perfecto amor
que tú derramas por tu Santo Espíritu en nuestros corazones y que nos permite
amarte como tú esperas de nosotros. Amén.»
Romanos
8:28 Y sabemos que Dios hace que todas las
cosas cooperen* para el bien de los que lo aman y son llamados según el
propósito que él tiene para ellos.
Romanos 8:31 ¿Qué podemos decir acerca de cosas tan
maravillosas como éstas? Si Dios está a favor de nosotros, ¿quién podrá ponerse
en nuestra contra?
Nuestro
Dios de Amor y Justicia ha establecido que los que obedecen y le son fieles a Jesús,
tendrán herencia, por haber sido predestinados conforme al propósito del que
hace todas las cosas según el designio de su voluntad.
Efesios
1:11 Es más,
dado que estamos unidos a Cristo, hemos recibido una herencia de parte de Dios,
* porque él nos eligió de antemano y hace que todas las cosas resulten de
acuerdo con su plan.
Ahora,
si amamos a Dios con todo nuestro corazón, y con toda nuestra alma, y con toda
nuestra mente, y con todas nuestras fuerzas; todas las cosas nos ayuden a bien.
Él,
dice en su palabra, que todas las cosas, sin excepción, que acontezcan en
nuestra vida conlleven a nuestro ser y a nuestra vida un beneficio espiritual,
material o ambos.
Por
ello debemos siempre dar gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de
nuestro Señor Jesucristo.
Efesios
5:20 Y den gracias por todo a Dios el Padre
en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Es más, sométanse unos a otros por
reverencia a Cristo.
Teniendo de Dios Padre Todopoderoso una promesa tan grande, de
que si le amamos todas las cosas nos ayudarán a bien, todo temor, toda duda,
toda indecisión debe apartarse de nuestro espíritu, de nuestra alma, de nuestra
mente y de nuestro corazón para declarar ante el mundo en plenitud de fe
confianza y esperanza “Todo lo puedo en Cristo, que me fortalece”
(Filipenses
4:13)
Si
Dios es por nosotros, ¿Quién contra nosotros?,
Si
el todopoderoso y creador de todo lo que existe, es nuestro Padre, y nos cuida
como la niña de sus ojos y si nosotros le amamos, creemos, confiamos,
obedecemos, le somos fiel y esperamos en Él, podemos expresar de todo nuestro
corazón, de nuestra alma y de todas nuestras fuerzas “Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién
temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme? (Salmos.27:1)
Amados hermanos, si
leemos bien la palabra de Dios, podemos ver claramente que Dios en su palabra
nos ha dado un mandato, un modo, una bendición.
Josue 1:9 Mi mandato es: “¡Sé fuerte y valiente! No tengas miedo
ni te desanimes, porque el SEÑOR tu Dios está contigo donde quiera que vayas” ».
Colosenses
3:17 Y todo lo que hagan o digan, háganlo
como representantes del Señor Jesús y den gracias a Dios Padre por medio de él.
Isaias
52:13 Miren, mi siervo prosperará; será muy
exaltado.
El
Señor en su Palabra, que es camino, pone delante de nosotros escoger entre el
camino de vida y el camino de muerte.
¿Por qué decimos
esto?
Porque su palabra siempre nos plantea la disyuntiva de aplicarla
a lo carnal o a lo espiritual y en ambos casos surte el efecto que Él establece
en ella, porque su Palabra es la verdad, y se cumple.
Si nosotros en nuestros propósitos humanos nos esforzamos y somos
valientes, no tememos ni desmayamos porque confiamos en que Dios está con
nosotros en dondequiera que vayamos y, si todo lo hacemos en el nombre de Jesús
y le damos gracias a Dios por medio de Él, en nuestra obediencia y fidelidad, de
seguro que seremos prosperados, engrandecidos y exaltados en aquello por lo que
humanamente luchamos.
Ahora bien, si nuestro esfuerzo, valentía y lucha sin
desmayar está enfocada a lo espiritual, y si todo lo que hagamos sea de palabra
o de hecho en pos de nuestros propósitos espirituales, debemos hacerlo todo en
el nombre de Jesús, y sobre todo hay que darle gracias a Dios por medio de Él.
Si
lo hacemos así, seremos prosperados, engrandecidos y exaltados y, nuestro
nombre, será puesto muy en alto, en la gloria eterna de Dios.
Todo
por nuestra obediencia y fidelidad.
Iglesia, termino con esto.
La diferencia entre lo uno y lo otro es que, si nuestro esfuerzo,
valentía y lucha incansable está en lo terrenal, estamos luchando por lo
perecedero, por lo vano y por lo intrascendente.
Pero
si nuestro objetivo es por lo espiritual estamos luchando por lo eterno.
“Porque
el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; más el que siembra
para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.”
Gálatas 6:8-10 Los que
viven sólo para
satisfacer los deseos de su propia naturaleza pecaminosa cosecharán, de esa
naturaleza, destrucción y muerte. Pero los que viven para agradar al Espíritu,
del Espíritu, cosecharán vida eterna. Así que no nos cansemos de hacer
el bien. A su debido tiempo, cosecharemos numerosas bendiciones si no nos damos
por vencidos. Por lo tanto, siempre que
tengamos la oportunidad, hagamos el bien a todos, en especial a los de la
familia de la fe.
Gracia y Paz.
Pastor y Administrador, Rogers
Infante.
Que Dios te bendiga.
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