Hay que TRABAJAR
JESÚS RECONOCIÓ QUE SU PADRE SIEMPRE ESTABA TRABAJANDO
Gracia y paz para todos mis
hermanos en la obra de Dios padre y de su Hijo Jesucristo, el cordero inmolado
que hoy se encuentra sentado a la diestra de su Padre Jehová de los ejércitos,
y que al sonar de la séptima trompeta, este maravilloso ser celestial, Jesús,
se levantara para juzgar a este mundo falso y lleno de mentiras.
Pero solo aquellos que
perseveramos en la verdad, y seguimos las enseñanzas de Jesús, seremos salvo.
Los apóstoles de ese tiempo
lo hicieron y fueron salvos, hoy nosotros lo hacemos y seremos salvos.
Notemos lo que nos dice el
texto:
Juan 5:17 Pero Jesús respondió: «Mi Padre
siempre trabaja, y yo también».
Juan 5:19 Entonces Jesús explicó: «Les digo
la verdad, el Hijo no puede hacer nada por su propia cuenta, sólo hace lo que
ve que el Padre hace. Todo lo que hace el Padre, también lo hace el Hijo, (20)
pues el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que hace.
Esto nos indica que Jesús
estaba consciente de lo que era el trabajo de Dios, su Padre.
Además nos enseña que
debemos tener claro que Dios no creó al mundo para que este se dirija solo.
Dios, no está sentado
pasivamente por cualquier sitio mirando como todo funciona y como se llevan a
cabo en la tierra las actividades de los seres creados.
Él está activo, todo el
tiempo obrando a favor de aquello que es su propósito y sus planes y al mismo
tiempo comunicándoselo a aquellos que han de formar parte de su obra.
Es decir en aquellos que no
se apartan de la verdad y que perseveran en la salvación.
Dios siempre ha dirigiendo la historia de la humanidad.
Él está presente y se
encuentra en el centro mismo de la historia.
Él está obrando en la
redención del mundo perdido; su deseo es integrar a su pueblo y a sus siervos
de manera particular en el trabajo que Él está haciendo.
Es por esto que nosotros sus
siervos tenemos que estar atentos al trabajo de Dios y al mensaje que Él nos
está dirigiendo para que trabajemos junto con El.
Es maravilloso ver la armonía
que existe entre el Padre y el Hijo.
En el texto referido dice: «Les
digo la verdad, el Hijo no puede hacer nada por su propia cuenta, sólo hace lo
que ve que el Padre hace. Todo lo que hace el Padre, también lo hace el Hijo,
(20) pues el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que hace.
Este ha sido el gran ejemplo
de Jesús que nosotros necesariamente tenemos que imitar.
Jesús reconoció que el Padre
ha estado trabajando hasta el momento en que lo declaró, y reconoció que su
Padre lo tenía trabajando a Él.
Jesús no haría nada bajo su
propia iniciativa, sino que Él estaba siempre en observación para ver donde su
Padre estaba trabajando y entonces El ir a integrarse al trabajo de su Padre.
Otro detalle importante en
este planteamiento, es la seguridad que tenía Jesús de que su Padre le amaba, y
porque le amaba, le mostraba todo lo que Él estaba haciendo para que El cómo su
hijo se integrara a su trabajo.
DIOS NOS HA DADO CREDENCIALES PARA QUE OBREMOS JUNTO CON ÉL
Si nosotros imitamos a Jesús
y entendemos lo que Él entendió con respecto a la obra que Dios, y lo que Dios
está haciendo.
Por eso debemos integrarnos
en su obra, es decir que debemos concentrarnos en su obra, en las necesidades
de su iglesia y en sus propósitos, y no en las cosas de esta tierra.
Recordemos las palabras del
apóstol Pablo en 2Corintios 5:17-20.
2Cor.5:17-20 Esto significa que todo el que
pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha
pasado, ¡una nueva vida ha comenzado! (18) Y todo esto es un regalo de Dios,
quien nos trajo de vuelta a él mismo por medio de Cristo. Y Dios nos ha dado la
tarea de reconciliar a la gente con él. (19) Pues Dios estaba en Cristo
reconciliando al mundo consigo mismo, no tomando más en cuenta el pecado de la
gente. Y nos dio a nosotros este maravilloso mensaje de reconciliación. (20)
Así que somos embajadores de Cristo; Dios hace su llamado por medio de
nosotros. Hablamos en nombre de Cristo cuando les rogamos: «¡Vuelvan a Dios!».
Esto nos indica que Dios ha
estado obrando en nuestro mundo, y aún sigue obrando, pues a causa de su amor,
Dios desea que tengamos el privilegio de trabajar con El cómo sus embajadores.
Para esto es necesario que
nosotros estemos conscientes de esto y aceptemos que Dios está presente para
hacer su obra a través nuestro y que obremos conforme a su voluntad.
Es bueno recordar que Jesús
dijo que su padre también lo tenía a Él trabajando en su obra.
DIOS OBRA A TRAVES DE SUS SIERVOS
En hebreos 1:5-14 se nos declara que el Hijo es superior a todos
cuando dice:
Hebreos 1:5-14 Pues Dios nunca le dijo a
ningún ángel lo que le dijo a Jesús: «Tú eres mi Hijo. Hoy he llegado a ser
tu Padre»*. Dios también dijo: «Yo seré su Padre, y él será mi Hijo»*.
(6) Además, cuando trajo a su Hijo supremo* al mundo, Dios dijo:* «Que lo
adoren todos los ángeles de Dios»*. (7) Pero con respecto a los ángeles,
Dios dice: «Él envía a sus ángeles como los vientos y a sus sirvientes como
llamas de fuego»*. (8) Pero al Hijo le dice: «Tu trono, oh Dios, permanece
por siempre y para siempre. Tú gobiernas con cetro de justicia. (9) Amas la
justicia y odias la maldad. Por eso oh Dios —tu Dios —te ha ungido derramando
el aceite de alegría sobre ti más que sobre cualquier otro»*. (10) También
le dice al Hijo: «Señor, en el principio echaste los cimientos de la tierra y
con tus manos formaste los cielos. (11) Ellos dejarán de existir, pero tú
permaneces para siempre. Ellos se desgastarán como ropa vieja. (12) Los
doblarás como un manto y los desecharás como ropa usada. Pero tú eres siempre
el mismo; tú vivirás para siempre»*. (13) Además, Dios nunca le dijo a ninguno
de los ángeles: «Siéntate en el lugar de honor a mi derecha, hasta que humille
a tus enemigos y los ponga por debajo de tus pies»*. (14) Por lo tanto, los
ángeles sólo son sirvientes, espíritus enviados para cuidar a quienes heredarán
la salvación.
Esta revelación nos deja
dicho que Jesús es el siervo por excelencia de Dios, su Padre.
Y nos muestra también que Dios
obra a través de Él.
Por eso no podemos llegar a
la presencia de Dios, sin nuestro único guía, el cual es Jesús.
Aquí se nos revela la
perfecta armonía del Padre con el Hijo en la obra que El hace a través del
Hijo.
El apóstol Pedro fue testigo de esta relación
entre el Padre y el Hijo y la forma en que el Padre trabaja a través del Hijo
cuando declaró en Hechos 2:22:
Hechos 2:22 »Pueblo de Israel, ¡escucha!
Dios públicamente aprobó a Jesús de Nazaret* al hacer milagros poderosos,
maravillas y señales por medio de él, como ustedes bien saben.
Jesús mismo sabía y
testificaba que toda obra que Él hacía era porque el Padre obraba a través de
Él.
De la misma manera DIOS OBRA A TRAVÉS DE SUS SIERVOS OBEDIENTES
Dios nunca obrará a
través de siervos desobedientes o siervos que no desean hacer la obra como Dios
quiere que se haga.
Dios obrara a través de
siervos que desean hacer la voluntad de Dios.
La oración modelo dice: Hágase su
voluntad así en el cielo, como en la tierra.
Si algo tenemos que aprender primeramente de la vida de Jesús,
es esta verdad.
Por tanto debemos estar apercibidos de cuál es la voluntad de Dios
para integrarnos a ella.
Un siervo obediente es uno que entiende que por sí solo, no puede
hacer la obra de Dios.
Sino que sabe y entiende que
con el Padre obrando en él o a través de él, podría hacerlo todo.
Así como Jesús dependía del
Padre, nosotros aún más debemos depender de El para que como Padre pueda obrar
a través de nosotros.
Leamos Juan 14:10-15 ¿Acaso no crees que
yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? Las palabras que yo digo no son
mías, sino que mi Padre, quien vive en mí, hace su obra por medio de mí. (11)
Sólo crean que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí; o al menos crean por
las obras que me han visto hacer. (12) »Les digo la verdad, todo el que crea en
mí hará las mismas obras que yo he hecho y aún mayores, porque voy a estar con
el Padre. (13) Pueden pedir cualquier cosa en mi nombre, y yo la haré, para que
el Hijo le dé gloria al Padre. (14) Es cierto, pídanme cualquier cosa en
mi nombre, ¡y yo la haré! (15) »Si me aman, obedezcan* mis mandamientos.
Este siervo obediente por
medio del cual Dios el Padre ha de obrar, sabe que hacer la voluntad de Dios no
se trata de simplemente seguir una serie de pasos fríamente estudiados.
Sino que se requiere una
relación de amor, por medio de la cual Dios llevará a cabo sus propósitos a
través de ese siervo que permite obedientemente esa relación de amor estrecha
con su Padre.
Por eso como cristianos DIOS REQUIERE QUE SUS HIJOS ESTÉN ATENTOS A SUS NECESIDADES
Recordemos
que si estamos cerca de Dios, aprenderemos mucho de Él.
Para que
podamos trabajar con la disposición de unirnos a Él.
Si
sabemos que la palabra de Dios dice que no hay justo ni aún uno, que no hay quien
entienda ni busque a Dios.
Entonces
debemos saber que cuando vemos a una persona interesada en que se le hable de
Dios, es porque Dios está obrando ahí y debemos ir en su ayuda para llevarle al
conocimiento de la verdad a esa persona.
Jesús se
movía a través de la multitud, siempre buscando detectar dónde estaba obrando
su Padre, de tal manera que pudiese conocer la voluntad del Padre e ir en
auxilio de la persona a quién Dios había atraído hacia El para salvarle.
Esto es
lo que plantea Jesús en Juan 6:44 cuando dice:
Juan.6:44 Pues nadie puede venir a mí a
menos que me lo traiga el Padre, que me envió, y yo lo resucitaré en el día
final.
Es por
esto que nosotros los creyentes debemos estar atentos a todas aquellas personas
que estén consultando temas espirituales.
Es allí
donde Dios está obrando,
Es allí
donde Dios quiere que nosotros estemos haciendo la obra,
Es allí
donde Dios desea que nosotros gastemos toda nuestra energía en la predicación y
en nuestra oración.
Iglesia,
analizando estas cosas, lo primero que debemos hacer es reconocer la presencia
de Dios entre nosotros.
De manera
que estemos conscientes de que Él está obrando en nuestras vidas y en todo lo
que nos rodea.
La gran
tragedia de los creyentes sin poder, es que aunque Dios está haciendo
maravillas a su alrededor, y aun anhelando profundamente tener experiencia con
Dios, no son satisfechos porque no reconocen la presencia de Dios en sus vidas
y a su alrededor.
Debemos orar
fervientemente cada día para que Dios nos abra los ojos espirituales de la fe y
nosotros podamos ver cada día la manera en que Dios está obrando a nuestro
alrededor y a través de nuestras vidas.
Oremos
cada día a Dios desde el momento en que abrimos nuestros ojos, y pidámosle que
en este día nos muestre donde Él está trabajando.
Preguntémosle
a quién desea que nosotros le prediquemos y estemos atentos para ir en pos de
su deseo.
Pero
para eso, debemos ante todo, saber reconocer la voz de Dios.
Y
eso solo lo podemos hacer cuando entramos en su obediencia y su voluntad.
Una vez
que nos hayamos unido a Dios en lo que Él está haciendo.
Sabremos
que Dios está ahí, nos gozaremos en esta experiencia con Él, en la medida en
que llevemos a cabo la actividad que Él hace a través de nosotros.
En este
momento en que estemos experimentando esta relación íntima con Dios,
conoceremos y haremos realidad su voluntad en nosotros de tal forma que no lo
habíamos hecho antes.
Como
cristianos verdaderos y temerosos de la palabra de Dios, Jamás debemos dejar a
un lado la relación de amor entre Dios y nosotros.
Muchos quieren que
Dios los utilice en su obra y les envíe a una misión.
Sin
embargo, no toman en cuenta la importancia y necesidad de mantener esta
relación de amor constante con Dios.
Recordemos que tener y mantener esta relación de amor
es la razón por la cual Dios nos ha creado. Esto es más importante que lo que
hagamos en el mundo.
Cuando
mantenemos esta relación de amor con Dios, debemos estar atentos, muy atentos,
pues Dios comenzará a obrar en nosotros, y nos llevará a una íntima relación de
amor que será real y personal.
Sepamos
que cuando esta relación de amor esté afianzada, Dios podrá comenzar a darnos
misiones, tomando Él la iniciativa para encomendarnos tal o cual misión.
Pero, cuando nos parezca que no estamos siendo tomados en
cuenta por Dios,
No debemos pelear, o desanimarnos.
Lo que debemos hacer, simplemente es dedicarnos a cultivar
nuestra relación con El.
Compenetrándonos en su obra, serle fiel en todo, suplir las
necesidades de la iglesia.
Ser modelo para que los demás nos sigan.
Es allí donde podemos sentir que le somos fieles a Dios y
él nos dará las misiones, de acuerdo a nuestro corazón y obediencia.
Revisemos
nuestras vidas, Confesemos nuestros pecados y busquemos la reconciliación con Él,
y esperemos allí hasta que la misión se manifieste.
Primeramente
debemos hacernos una pregunta:
¿Estamos
conscientes de que estamos aquí para ser siervos del Señor y ser parte de su
obra?
Si
contestamos positivamente, entonces estemos dispuestos a experimentar a Dios a
través de las misiones que Él tiene para nosotros.
Una misión se le da a un siervo que este
compenetrado en la obra de Dios.
Que
tomo primeramente a Dios, ante cualquier cosa del mundo.
Que
sea disciplinado y obediente, para que la misión encomendada sea un éxito.
Que
confié plenamente en Dios, y permita que Dios tome control de su vida.
Que
esté dispuesto a darlo todo por Dios.
Recordemos que un don espiritual es una
manifestación del Espíritu Santo obrando a través de una persona, mientras
lleva a cabo una misión asignada por Dios.
Lo que
estoy diciendo es que una persona no conocerá su don espiritual a menos que no
reciba primeramente una misión de parte de Dios.
Y para
recibir esa misión de parte de Dios, debemos ser obedientes ante su palabra.
Los dones son
evidentes en la ejecución obediente de las misiones que Dios hará a través de
nosotros.
Cuando
Dios nos da una misión y obedecemos, entonces Dios llevará a cabo su propósito
a través de aquellos que seamos obedientes.
Debemos
saber por tanto, que toda persona que nunca se halla dedicado a detectar una
misión de Dios, o no se halla lanzado a realizar esa misión, si la ha detectado.
Es difícil que pueda
identificar sus dones espirituales.
Recuerde que Dios es el que nos asigna cada misión, y es Dios el que
nos capacita con los dones con los cuales podremos realizar cada misión
encomendada.
Un gran ejemplo de todo esto es lo que
Dios hizo a través de Moisés.
Cuando Dios dio a
Moisés la misión de ser líder de la nación Israel,
Moisés discutió
con Dios porque no creía tener la capacidad para llevar a cabo esta misión.
Sin embargo, Dios
le mostró lo que El haría a través de su actitud obediente y sumisa.
Su éxito no
dependería de sus habilidades, destrezas, gustos, preferencias o éxitos
pasados,
Su éxito
dependería de su obediencia a la misión de Dios por medio de la cual él
descubriría los dones dados por Dios para llevar a cabo esta misión.
Este
conocimiento de sus dones y esta experiencia íntima con Dios, dependería
entonces, de su obediencia al realizar la misión encomendada por Dios.
Así hizo Dios con
el Rey David, con todos los profetas, apóstoles y siervos en general.
Así Dios hará con
nosotros, en la medida en que aceptemos que Dios siempre está obrando alrededor
de nosotros y que hagamos su voluntad.
Si usted desea involucrarse en la obra de Dios, realmente.
Si usted desea entrar en las misiones que Dios da a sus hijos.
Si usted desea formar parte de los obreros obedientes y responsables en la
obra de Dios,
Usted debe recibir a cristo verdaderamente, hacer la voluntad del padre y
desprenderse de todo lo material y buscar lo espiritual.
Comprométase con
la obra de Dios, Séale usted fiel en todo, y las bendiciones abundaran en su
vida y en su casa.
Porque siéndole
fiel a Dios, lo demás vendrá por añadidura.
--Y lo demás, serán bendiciones.
Gracia y Paz
Pastor y
Administrador, Rogers Infante.
Bendiciones a mis
hermanos en la fe.