CUIDANDOTE EN EL DESIERTO
Gracia y Paz para todos
mis hermanos en la obra de Dios Padre y de su Hijo Jesucristo, el cordero
inmolado que hoy se encuentra sentado a la diestra de su Padre, y que al sonar
de la séptima trompeta vendrá a juzgar a este mundo y su maldad.
Hay momentos en la vida en
que nos sentimos en un desierto.
Es decir, que nos sentimos olvidados
por todos y hasta cierto punto nos sentimos olvidados por Dios.
Miramos hacia nuestro
alrededor y notamos que no hay absolutamente nada allí.
Y al no ver nada bueno según
nuestra propia vista, decimos: “Estoy solo”.
Muchas veces y estoy seguro
de esto que muchos de nosotros hemos sido testigos del poder de Dios actuando
en nuestra vida y de pronto nos encontramos en el peor desierto que hemos
experimentado.
En otras palabras, nos hemos
encontrado en una soledad tal que nos hace decir cosas que sentimos en ese
momento, pero que en realidad no queremos decir.
Estudiando una tarde la
palabra de Dios, pude darme cuenta que el Profeta Elías pasó por un momento
como esos, después que este hombre fue testigo ocular de ver
el poder de Dios respaldándolo, fue este mismo siervo de Dios quien recibió la
noticia de que Jezabel una mujer muy mala iba a buscarlo para matarlo.
Este hombre de Dios, conociendo
el Poder de Dios, sintió temor de esta mujer y no solo se acobardo, sino que huyó
del lugar y es allí donde la Biblia dice:
1Reyes 19:3-4 Elías tuvo miedo y
huyó para salvar su vida. Se fue a Beersheva, una ciudad de Judá, y dejó allí a
su sirviente. (4) Luego siguió solo todo el día hasta llegar al desierto. Se
sentó bajo un solitario árbol de retama y pidió morirse: «Basta ya, SEÑOR;
quítame la vida, porque no soy mejor que mis antepasados que ya murieron».
(NTV)
Cuando un creyente ambula
por el desierto, muchas veces sentimos temor sobre lo que puede pasar en
nuestra vida.
Y esto desafortunadamente nos
puede llevar muchas veces a sentirnos sin fuerzas, cansados y todo eso da lugar
a que de nuestra boca salgan palabras que dejan en
evidencia el mal momento que estamos pasando.
El Profeta Elías acababa de
matar a cientos de profetas de Baal por orden de Dios.
Este hombre ungido, había
visto como Dios lo había utilizado para llevar su juicio a cabo, sin embargo,
en este momento se sentía mal, quizá hasta cierto punto abandonado.
Probablemente se sentía de
esa manera, ya que este siervo de Dios, pedía que la muerte se lo llevara por
temor a encontrarse con Jezabel.
De esto podemos formularnos
las siguientes preguntas:
¿Por qué en su lugar no pedía la intervención de Dios?.
¿Por qué no decía cosas como: “¡Dios ayúdame y líbrame de mis
enemigos!”?
¿Por qué?
Porque en muchas ocasiones
el panorama turbio nos hace pensar de maneras equivocadas y no nos enfocamos en
lo que Dios puede hacer.
A veces medimos los resultados que puede haber acerca de una situación en base a
lo que tenemos a la mano o en base a lo que creemos que puede pasar.
Pero a veces también se nos
olvida que nuestra vida le pertenece a Dios.
Y sobre todo debemos tener
muy presente que cualquier cosa que venga a nuestra vida por muy difícil que
parezca tendríamos que tener la confianza en que Dios también está al tanto de
eso y que Él ha de ayudarnos.
Posiblemente muchos hoy
están pasando por un episodio pareció al de Elías-
Posiblemente y digo tal vez,
algunos de nosotros hace poco acabas de ser usado por Dios para una tarea en
especial.
Posiblemente usted has sido
testigo en estos últimos días o semanas del poder de Dios.
Sin embargo en este instante
usted se siente solo.
Usted se siente abandonado.
Posiblemente estas pasando por
el desierto y con ganas quizá hasta de morir al ver los problemas tan grandes
que tienes a tu alrededor.
Hoy le puedo agradecer a
Dios, porque el solo nos da lo que realmente necesitamos.
Menos mal que Dios no nos da
todo lo que pedimos,
Digo esto porque si realmente
Dios nos diera todo cuanto le pedimos, quizá muchos de nosotros estaríamos ya
muertos.
Recuerde lo que pidió el
profeta Elías.
¿Qué tal si Dios le hubiera
concedido a Elías lo que le pedía?.
Recuerde lo que dijo:
“Basta
ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres”.
Afortunadamente para
nosotros, Dios no se mueve en base a nuestras emociones.
Afortunadamente para
nosotros, Dios no se mueve en base a lo que sentimos en esos momentos de crisis.
En esos momentos de desiertos o soledades.
Para bien de nosotros Dios, tiene
una forma única y exacta de actuar.
La
Biblia dice que Dios envió un ángel que lo animo, le dio alimento y le permitió
descansar
1Reyes 19:5-8 Entonces se acostó y
durmió debajo del árbol. Mientras dormía, un ángel lo tocó y le dijo:
«¡Levántate y come!». (6) Elías miró a su alrededor, y cerca de su cabeza había
un poco de pan horneado sobre piedras calientes y un jarro de agua. Así que
comió y bebió, y volvió a acostarse. (7) Entonces el ángel del SEÑOR regresó,
lo tocó y le dijo: «Levántate y come un poco más, de lo contrario, el viaje que
tienes por delante será demasiado para ti». (8) Entonces se levantó, comió y
bebió, y la comida le dio fuerza suficiente para viajar durante cuarenta días y
cuarenta noches hasta llegar al monte Sinaí,* la montaña de Dios.
Así es Dios, no nos da lo
que locamente pedimos, sino que nos da lo que Él considera que necesitamos.
El Profeta Elías necesitaba
alimentarse y descansar y eso Dios lo sabía.
Y es que la paciencia de
Dios para con nosotros es increíble, con tanto amor soporta cada queja nuestra
y siempre termina bendiciéndonos aun cuando no lo merecemos.
¿Te sientes triste,
desanimado o melancólico?
¿Te sientes solo o sola?,
¿Estás a punto de rendirte?,
¿Estás hablando más de la
cuenta o pidiendo cosas que realmente no quieres pedir pero que el momento duro
que estás viviendo te hacen decir sin pensar en lo que en realidad estas
pidiendo?,
Posiblemente hoy te has
levantado quejándote.
Pero Dios en su infinita
misericordia y por su gracia, nos dice: ¡Ten Paz!,
Apreciado hermano en el amor
en cristo, Dios no te va a dar lo que sin pensar pides.
Es todo lo contrario.
Nuestro Dios sabe de
antemano lo que tú necesitas.
Él sabe que usted necesita
descansar.
Él sabe que usted necesita alimentarse
espiritualmente.
Pero ante todo esto, Dios
sabe que usted necesita de su cuidado y Él te lo dará.
Aunque estés pasando por
muchas crisis y circunstancias negativas en tu vida.
Hoy quiero decirte que No
tengas miedo por muy difícil que se vea el panorama.
Que no tengas temor aun
cuando te encuentres en el peor desierto de tu vida o en la soledad más
terrible que hayas experimentado.
Pon toda tu confianza en
Dios.
Déjate Guiar por su hijo
Jesús.
Y ten la seguridad que allí
mismo Dios enviara a sus Arcángeles para que te cuiden.
Allí mismo Dios enviara a
sus Serafines para que te den descanso.
Dios enviar sus ángeles para
que te alimenten.
Y Dios enviara a sus
Ofarines para que te guíen a la salida de cualquier situación negativa por la
que pases, para que llegues en victoria.
¿Sabes porque Dios hará todo
esto?
Porque el saber qué largo
camino te resta.
Hermanos, Dios es quien te
cuida y sabe de lo que tienes necesidad.
Gracia y Paz.
Pastor y administrador,
Rogers infante.
Bendiciones a mis hermanos
en la fe.
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