LOS
OJOS DE DIOS ESTAN SOBRE USTED
Gracia y Paz para todos
mis hermanos en la obra de Dios Padre y de su Hijo Jesucristo, el cordero
inmolado que hoy se encuentra sentado a la diestra de su Padre, y que al sonar
de la séptima trompeta vendrá a juzgar a este mundo y su maldad.
Hoy vamos
a hablar de un hombre que no tuvo miedo de declararse cristiano seguidor de
Cristo.
De un
hombre que no importando su condición social, prefirió buscar primeramente el
Reino de Dios, ante cualquier otra cosa.
Un hombre
que pertenecía al sanedrín, un cargo muy importante, en el cual hoy podríamos
llamarlo senador.
Un hombre
rico y distinguido, que no había consentido en la sentencia de muerte
pronunciada contra Jesús, el Hijo de Dios.
Este
valeroso y distinguido hombre reclamo el cuerpo de Jesús, ante Pilato para
colocarlo en una tumba nueva, cumpliendo así la profecía que está estipulado en
el libro de Isaías.
Isaías
53:6-10
Todos nosotros nos hemos extraviado como ovejas; hemos dejado los caminos de
Dios para seguir los nuestros. Sin embargo, el SEÑOR puso sobre él los pecados
de todos nosotros. (7) Fue oprimido y tratado con crueldad, sin embargo no dijo
ni una sola palabra. Como cordero fue llevado al matadero. Y como oveja en
silencio ante sus trasquiladores, no abrió su boca. (8) Al ser condenado
injustamente, se lo llevaron.* A nadie le importó que muriera sin
descendientes; ni que le quitaran la vida a mitad de camino.* Pero lo hirieron
de muerte por la rebelión de mi pueblo. (9) Él no había hecho nada malo, y
jamás había engañado a nadie. Pero fue enterrado como un criminal; fue puesto
en la tumba de un hombre rico. (10) Formaba parte del buen plan del SEÑOR
aplastarlo y causarle dolor. Sin embargo, cuando su vida sea entregada en
ofrenda por el pecado, tendrá muchos descendientes. Disfrutará de una larga
vida, y en sus manos el buen plan del SEÑOR prosperará.
Ahora
vamos todos al Nuevo Testamento, donde tiene cumplimiento esta profecía.
Juan 19:38 Más tarde, José de
Arimatea, quien había sido un discípulo secreto de Jesús (por temor a los
líderes judíos), pidió permiso a Pilato para bajar el cuerpo de Jesús. Cuando
Pilato concedió el permiso, José fue a buscar el cuerpo y se lo llevó. (39) Lo
acompañó Nicodemo, el hombre que había ido a ver a Jesús de noche. Llevó
consigo unos treinta y tres kilos* de ungüento perfumado, una mezcla de mirra y
áloe. (40) De acuerdo con la costumbre de los entierros judíos, envolvieron el cuerpo
de Jesús untado con las especias en largos lienzos de lino. (41) El lugar de la
crucifixión estaba cerca de un huerto donde había una tumba nueva que nunca se
había usado. (42) Y, como era el día de preparación para la Pascua* y la tumba
estaba cerca, pusieron a Jesús allí.
José de Arimatea es uno de
esos escasos personajes bíblicos que es mencionado, reconocido y descrito en
los 4 evangelios.
Él sabía que la mirada de
Dios estaba sobre él, él lo sentía en su corazón por eso obro correctamente
ante el Hijo de Dios.
Oriundo destacado de la
ciudad llamada Arimatea – Ciudad de los judíos.
Pero que dicen los evangelios de este gran personaje.
El libro de Mateo lo describe como un
Hombre Rico:
Mat
27:57
Al acercarse la noche, José, un hombre rico de Arimatea que se había convertido
en seguidor de Jesús, (58) fue a ver a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús.
Pilato emitió una orden para que se lo entregaran. (59) José tomó el cuerpo y
lo envolvió en un largo lienzo de lino limpio. (60) Lo colocó en una tumba
nueva, su propia tumba que había sido tallada en la roca. Luego hizo rodar una
gran piedra para tapar la entrada y se fue.
Este hombre a pesar de ser rico, mantuvo
su humildad.
El tener dinero no lo hizo ser una
persona arrogante y mucho menos su riqueza no la mantuvo lejos de Jesús.
Su riqueza no le fue estorbo para
servir al hijo de Dios. Jesús.
Muchas personas creen que por tener
dinero, no necesitan de la ayuda de Dios, y mucho menos de los hermanos de la
iglesia.
Hoy en día usted podrá ver a muchos
creyentes que por el simple hecho de ganar más dinero que otros, estos se las
tiran de que son muy importante, y cómo piensan de esa manera, estas personas
muchas veces humillan a los mas necesitados.
José de Arimatea a pesar de ser un
hombre con muchas riquezas, jamás pensó tal cosa.
No por ser rico llegó a pensar que
nunca necesitaría de Jesucristo.
Al contrario, este hombre siempre
buscaba la manera de escuchar y de orientarse de los consejos de Jesús y sus
discípulos.
Es precisamente lo que nosotros
debemos hacer.
Buscar primeramente el reino de Dios
y toda su justicia.
No importa en la condición en la que
estemos, debemos siempre mantener nuestro corazón dispuesto y limpio, para que
Jesús entre y nos transforme.
El libro de Marcos lo describe como un
Miembro Noble del Concilio de Jerusalén.
Mar 15:42 Todo eso sucedió el
viernes —el día de preparación* —anterior al día de descanso. Al acercarse la
noche, (43) José de Arimatea se arriesgó y fue a ver a Pilato y pidió el cuerpo
de Jesús. (José era miembro honorable del Concilio Supremo y esperaba la venida
del reino de Dios).
A pesar de ser un hombre de un alto
cargo, sus compromisos sociales no fueron un obstáculo para servirle a Jesús.
Siempre se mantuvo atento a las
enseñanzas de la palabra de Dios.
Nunca busco una excusa, para no
cumplir los deberes de un buen cristiano.
Sus multi ocupaciones no le hicieron
indiferente para buscar a Jesús.
Este hombre era digno
representante de su comunidad, pero el hecho de ser tan importante, no le
impidió ignorar a Cristo.
¿Cuantas
personas hoy en día están ignorando a Jesús, el Hijo de Dios?
¿Cuantas
personas hoy en día creen que están seguros en la vida sin haber recibido a
cristo en sus corazones?
¿Cuantas
personas hoy en día, piensan que al no serle obediente a Dios, Él se complace
con todo lo que hacen?
¿Cuantos
creen que es Dios quien tiene que aceptar los comportamientos y pensamientos de
las personas y seguir haciendo lo que ellos consideran es lo mejor para sus
vidas?
José de Arimatea, se mantuvo firme,
esperando el Reino venidero de Dios.
Fue fiel en todo y jamás se excusó,
a pesar de sus múltiples cargos que tenía en el concilio supremo.
De este hombre podemos tomar ese
gran ejemplo de fidelidad y entrega hacia Jesús.
Que tus ocupaciones no sean el
obstáculo para venir a la presencia de Dios.
En el libro de Lucas lo describe como un
Varón bueno y Justo.
Lucas 23:50 Había un hombre bueno y
justo llamado José. Era miembro del Concilio Supremo judío, (51) pero no había
estado de acuerdo con la decisión y las acciones de los otros líderes
religiosos. Era de la ciudad de Judea llamada Arimatea y esperaba la venida del
reino de Dios.
José a pesar de pertenecer
al concilio supremo, no se corrompió y mucho menos se dejo meter cizaña para
dañar a otros.
En otras palabras, este varón nunca
se auto-engaño, y mucho menos pensó que no necesitaba de Cristo.
Era todo lo contrario, el siempre
busco de Jesús, el Hijo de Dios.
Es decir: que este hombre era
irreprensible en el trato con sus semejantes, y por esa razón las personas de
su pueblo lo tenía en alta estima y lo trataban con sumo respeto.
Es lamentable ver a supuestos
cristianos, enalteciéndose a sí mismos, para poder agradar a otros y
menospreciar a Jesús.
Cuando llegan a la iglesia ciertos
creyentes con engaños, los únicos engañados son ellos mismos, porque a Dios
nadie lo engaña.
Y José de Arimatea, nunca se auto
engaño.
En
el libro de Juan lo describe como un Discípulo de Cristo. Juan 19:38 Más tarde, José de Arimatea, quien había sido un
discípulo secreto de Jesús (por temor a los líderes judíos), pidió permiso a
Pilato para bajar el cuerpo de Jesús. Cuando Pilato concedió el permiso, José
fue a buscar el cuerpo y se lo llevó. (39) Lo acompañó Nicodemo, el hombre que
había ido a ver a Jesús de noche. Llevó consigo unos treinta y tres kilos* de
ungüento perfumado, una mezcla de mirra y áloe.
A pesar de mantener una
relación secreta con Jesús, José de Arimatea decidió, no avergonzarse más por
ser un cristiano fiel seguidor de Jesús.
Por eso decidió no
mantener más en secreto su relación con Cristo.
En otras
palabras mando al diablo, el que dirán.
Para el, más que su dinero, y su cargo supremo, era
más importante para él, ser un fiel seguidor de Jesús.
Este hombre jamás se avergonzó de
ser un creyente más.
Al contrario, este varón de Dios, hizo algo
espectacular, pidió el cuerpo de Jesús, lo ungió de ungüento perfumado y lo colocó
en su propia tumba.
Esta era una tumba nueva, donde
nadie había colocado nada antes.
Luego compró una sábana y envolvió
el cuerpo de Jesús.
En otras palabras: Todo lo que le dio
a Jesús fue Nuevo.
Si usted realmente siente en su
corazón servir a Dios, entréguele su Corazón a Cristo y estoy completamente
seguro que Él, lo hará a usted completamente Nuevo.
Me gustaría mucho que usted tenga muy presente a lo que hizo este hombre,
José de Arimatea.
Porque
cuando tomó el cuerpo de Jesús atrajo sobre sí la contaminación ceremonial.
Pudiera parecerte algo muy insignificante, o seguramente usted estará
pensado “el pastor está exagerando”.
Pero para un judío era muy grave, especialmente durante la semana de la
pascua.
José
tocó ese bendito cuerpo y según el juicio de los judíos se contaminó.
Pero, yo les garantizo que no consideró que fuera ninguna contaminación
tocar el bendito cuerpo de nuestro Señor Jesús.
Y no era ninguna contaminación, porque los ojos de Dios estaban sobre este
hombre.
Era
un honor tocar ese cuerpo santo, ese cuerpo preparado por Dios.
Sin embargo, cuando pertenecemos al cuerpo de cristo, son muchos los que
intentaran humillarte, ultrajarte, calumniarte con el propósito de que te
desanimes y claudiques en ser un verdadero hijo de Dios.
Ahora bien, siempre que reconozcas a Cristo,
reconócelo en la práctica.
No le niegues tu corazón, ni pienses que puedes decir:
“yo soy de Cristo” sin hacer nada por Él.
La
Escritura nos promete que la mirada de Dios esta fija en nosotros.
Sal 32:8-9 El SEÑOR dice: «Te
guiaré por el mejor sendero para tu vida; te aconsejaré y velaré por ti. (9) No
seas como el mulo o el caballo, que no tienen entendimiento, que necesitan un
freno y una brida para mantenerse controlados».
Iglesia
en esta mañana, así como los ojos de Dios estuvieron atentos a lo que hacía
José de Arimatea, de la misma manera Dios tiene un enorme cuidado de nosotros.
Un
cuidado único y especial, nadie logra cuidarnos como nuestro Dios. ¡Solo al pensar de ello me llena de paz y tranquilidad!
José de
Arimatea sentía un temor de Dios, por eso hacia el bien, e incluso se comprometió
en la obra de Dios, sin excusas.
La verdad
es que Dios toma un gran interés personal por cada uno de sus hijos.
Él
siempre está viendo lo que nos sucede y escucha atentamente nuestra oración.
Recordemos
bien lo que dice el Salmista.
Sal 34:15 Los ojos del SEÑOR están
sobre los que hacen lo bueno; sus oídos están abiertos a sus gritos de auxilio.
Dios
tiene su mirada fija hacia cada uno de nosotros, Él está continuamente atento a
todo cuanto hacemos, pensamos y actuamos.
No hay nada que logre pasar la mirada del Señor, Él lo ve todo.
Podemos
confiar que todo lo que nos acontece en nuestras vidas, aun los detalles más
insignificantes el los ve.
José de Arimatea sabía eso, y nosotros debemos saberlo también.
Es por esta razón que debemos mantenernos apartado de todo mal.
Y sobre
todo mantenernos en obediencia, fidelidad y compromiso con Dios y su Iglesia.
La palabra
dice: 1Pedro 3:11-12
Apártate del mal y haz el bien. Busca la paz y esfuérzate por mantenerla. (12)
Los ojos del Señor están sobre los que hacen lo bueno, y sus oídos están
abiertos a sus oraciones. Pero el Señor aparta su rostro de los que hacen lo
malo»*.
Iglesia
busca siempre el refugio del Señor y dile en todo tiempo:
Sal 17:8 Cuídame como cuidarías tus
propios ojos;* escóndeme bajo la sombra de tus alas. (9) Protégeme de los
perversos que me atacan, del enemigo mortal que me rodea.
Recuerda
Iglesia que nosotros somos la niña de sus ojos.
Y su
cuidado es único y especial siempre.
El no
solo ve y sabe nuestra situación, pero al verla él nos socorre y ayuda en
nuestra necesidad. Estoy completamente seguro que podemos confiar en Dios, y que
no hay necesidad que tengamos que Dios no mira.
Creo
que por esta razón el Apóstol Pablo logro declarar en Romanos 8:28,
Romanos 8:28 Y sabemos que Dios
hace que todas las cosas cooperen* para el bien de los que lo aman y son
llamados según el propósito que él tiene para ellos.
Comprendamos
que hoy estamos bajo su cuidado y aun las cosas que no tienen sentido, o no
entendemos al fin se trabajaran para nuestro bien y provecho.
¡Gloria A Dios por esto!
Desde
hoy estemos seguros que Dios, tiene el control de todo.
Él nos
mira y está atento a lo que usted tiene en su corazón.
Así que
si obramos correctamente en toda nuestra fidelidad ante él, al terminar este día
confiemos que toda situación obrara para nuestro favor si nos mantenemos
firmes y obedientes en su Palabra.
Termino
con este versículo.
2Cr 16:9 Los ojos del SEÑOR
recorren toda la tierra para fortalecer a los que tienen el corazón totalmente
comprometido con él.
Gracia y Paz.
Pastor y Administrador, Rogers Infante.
Bendiciones a mis hermanos en la fe.
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