¿SOMOS DE DIOS?
Este es un dia maravilloso para seguir trabajando en la obra de Dios.
Padre Celestial, sé que estás en mi
por medio de tu Espíritu, gracias a que he puesto mi fe y mi esperanza en tu presencia por medio de tu Hijo Jesús.
Gracias mi Dios y Padre Eterno, por
el inmenso regalo que hizo tu hijo amado Jesús, para darnos la salvación.
Se que siempre estarás en mi porque
hago tu Voluntad.
Desde hoy seguiré caminando en obediencia y
fidelidad, ante ti y la Iglesia, aunque el enemigo intente en mí el deseo de no
hacerlo. Amen.
Jeremías
29:13-18 Si me buscan de todo corazón, podrán encontrarme. Sí, me encontrarán
—dice el SEÑOR—. Pondré fin a su cautiverio y restableceré su bienestar. Los
reuniré de las naciones adonde los envié y los llevaré a casa, de regreso a su
propia tierra”. »Ustedes afirman que el SEÑOR les ha levantado profetas en
Babilonia; pero esto dice el SEÑOR acerca del rey que se sienta en el trono de
David y acerca de todos los que todavía viven aquí en Jerusalén, sus parientes
que no fueron desterrados a Babilonia. Esto dice el SEÑOR de los Ejércitos
Celestiales: “Enviaré sobre ellos guerra, hambre y enfermedad, y haré que sean
como higos podridos, tan podridos que no pueden comerse. Sí, los perseguiré con
guerra, hambre y enfermedad, y los esparciré por todo el mundo. En cada nación
por donde los envíe los convertiré en objeto de condenación, horror, desprecio
y burla.
Muchos preguntan,
¿Dónde está Dios, si no lo puedo ver?
¿Dónde queda el lugar donde puedo
hallarle?
¿Es en algún monte Santo, o en un
templo?
La Biblia dice que Dios se manifestó
espiritualmente a través de su Hijo Jesús, y que por medio de Jesús hallamos el
único camino para conocer y llegar a Dios Padre.
Jesús el Hijo de Dios Padre Jehová,
estando en la tierra, entregó su vida por nuestros pecados y delitos.
Dicen las escrituras que al tercer
día resucito, asciende al cielo y está sentado a la diestra de nuestro Dios y
Padre Eterno Jehová.
Desde su Reino Celestial, Dios
Padre desciende su Poder de lo Alto en cada persona que cree y camina en
obediencia en el nombre de Jesús.
Dios no vive en templos sino en todo
aquel que recibe a su hijo Jesucristo y camina en obediencia y fidelidad.
Y es por medio de la fe en Él, que
recibimos este regalo gratuito de su Espíritu habitando dentro de
nosotros.
Si anhelamos buscar a Dios debemos buscarlo primeramente en su Palabra,
ya que es allí donde veremos el mapa que nos guiara a su presencia.
Tengamos presente que si Jesús, el
Hijo de Dios Padre, está en nosotros, Él nos dará a conocer al Padre.
Juan
4:19-24 —Señor —dijo la mujer—, seguro que usted es profeta. Así que dígame,
¿por qué ustedes, los judíos, insisten en que Jerusalén es el único lugar donde
se debe adorar, mientras que nosotros, los samaritanos, afirmamos que es aquí,
en el monte Gerizim,* donde adoraron nuestros antepasados? Jesús le contestó: —Créeme, querida mujer, que se acerca el tiempo
en que no tendrá importancia si se adora al Padre en este monte o en Jerusalén.
Ustedes, los samaritanos, saben muy poco acerca de aquel a quien adoran,
mientras que nosotros, los judíos, conocemos bien a quien adoramos, porque la
salvación viene por medio de los judíos. Pero se acerca el tiempo —de hecho, ya ha llegado —cuando los
verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad. El Padre busca
personas que lo adoren de esa manera. Pues
Dios es Espíritu, por eso todos los que lo adoran deben hacerlo en espíritu
y en verdad.
A Dios no se le adora en una religión
en particular.
A Dios no se le adora en las falsas
doctrinas que ha inventado el hombre.
Mucho menos, Dios no es el privilegio
de una denominación en particular.
Uno de los engaños más sutiles en el
que el hombre ha caído es en la religiosidad.
Por su ignorancia y pobreza
espiritual cree equivocadamente que Dios está en tal o aquel lugar.
En el Génesis, cuando Adán y Eva
pecaron se cubrieron con hojas por la vergüenza de haber traicionado a Dios.
Pero hoy en día, no estamos lejos de
esa acción pecaminosa.
Porque hoy en día el hombre se tapa
con la religiosidad.
Se tapa con la excusa, la deshonra,
las prácticas y rituales que externamente aparentan bondad pero no tienen valor
alguno para transformar el corazón del hombre.
Colosenses
2:18-23 No dejen que los condene ninguno de aquellos que insisten en una
religiosa abnegación de uno mismo o en el culto a los ángeles,* al afirmar que
han tenido visiones sobre estas cosas. Su mente pecaminosa los ha llenado de
arrogancia y no están unidos a Cristo, la cabeza del cuerpo. Pues él mantiene
todo el cuerpo unido con las articulaciones y los ligamentos, el cual va
creciendo a medida que Dios lo nutre. Ustedes han muerto con Cristo, y él los
ha rescatado de los poderes espirituales de este mundo. Entonces, ¿por qué
siguen cumpliendo las reglas del mundo, tales como: «¡No toques esto! ¡No
pruebes eso! ¡No te acerques a aquello!»? Esas reglas son simples enseñanzas
humanas acerca de cosas que se deterioran con el uso. Podrán parecer sabias
porque exigen una gran devoción, una religiosa abnegación de uno mismo y una
severa disciplina corporal; pero a una persona no le ofrecen ninguna ayuda para
vencer sus malos deseos.
Ni en un monte, ni en un templo, ni
en Jerusalén mismo se adora a Dios.
Ahora se le adora en espíritu y en
verdad.
Esto es, mi “espíritu” en unión
íntima con el Espíritu de Dios.
El cual he recibido de Dios por Fe, Obediencia y Fidelidad en Jesús y su Iglesia.
Y en Verdad porque la misma verdad, que es
Jesús, quien mora en mí.
Esta es una de las revelaciones más profundas
de la palabra de Dios y escondida por siglos.
Y que solo la puedes ver cuando andamos en la voluntad de
Dios Padre Jehová.
Digo esto porque: Cristo habita en mí, soy el
templo de Dios y le adoro ofreciendo mi vida en sacrificio vivo, santo, agradable
a Dios.
Así que haga usted lo mismo.
Romanos
12:1-3 Por lo tanto, amados hermanos, les
ruego que entreguen su cuerpo a Dios por todo lo que él ha hecho a favor de
ustedes. Que sea un sacrificio vivo y
santo, la clase de sacrificio que a él le agrada. Ésa es la verdadera forma de adorarlo.* No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien
dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de
pensar. Entonces aprenderán a conocer
la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta.
Basado en el privilegio y la autoridad* que Dios me ha dado, le advierto a cada
uno de ustedes lo siguiente: ninguno se
crea mejor de lo que realmente es. Sean
realistas al evaluarse a ustedes mismos, háganlo según la medida de fe que
Dios les haya dado.*
Aunque suene duro, este es el
verdadero culto que debemos practicar diariamente.
Colosense 1:24-29 Me alegro cuando sufro en carne
propia por ustedes, porque así participo de los sufrimientos de Cristo, que
continúan a favor de su cuerpo, que es la iglesia. Dios me ha dado la
responsabilidad de servir a su iglesia mediante la proclamación de todo su mensaje
a ustedes. Este mensaje se mantuvo en secreto durante siglos y generaciones,
pero ahora se dio a conocer al pueblo de Dios. Pues él quería que su pueblo
supiera que las riquezas y la gloria de Cristo también son para ustedes, los
gentiles.* Y el secreto es: Cristo vive en ustedes. Eso les da la seguridad de
que participarán de su gloria. Por lo tanto, hablamos a otros de Cristo,
advertimos a todos y enseñamos a todos con toda la sabiduría que Dios nos ha
dado. Queremos presentarlos a Dios perfectos* en su relación con Cristo. Es por
eso que trabajo y lucho con tanto empeño, apoyado en el gran poder de Cristo
que actúa dentro de mí.
El Genuino Apóstol
Pablo, quien no tiene reemplazo, así como ninguno de los Apóstoles de cristo lo
tiene, no considera el sufrimiento de Cristo como insuficiente, ni su propio
sufrimiento como poseedor de algún valor redentor.
En lugar de
ello, para él el sufrimiento del sacrificio de Cristo ha pasado, y su propio
sufrimiento es un gozoso privilegio porque lo identifica con su Señor.
En otras palabras, el Apóstol Pablo, quien no tiene reemplazo como pretenden hacerlos
algunos cachivaches de hoy en día, cumple con su responsabilidad de dispensar
el misterio de Dios entre los gentiles, el secreto ya revelado sobre la
obra redentora de Cristo, gracias al cual judíos y gentiles han sido unidos en
él.
Miren voy a hacer un paréntesis
aquí y voy a preguntar algo que es muy importante para todo cristiano
verdadero.
Y me gustaría que esta pregunta se
la formularan a todo pseudoapóstoles o pseudoprofetas modernos de esta era.
¿Si Judas Iscariote
fue reemplazado por Matías, echado a la suerte, estos pseudoapóstoles y
pseudoprofetas modernos, a quien están reemplazando y por orden de quién?
Tengamos en cuenta los requisitos
para ser Apóstol y profeta, y tengamos también en cuenta que en estos tiempos,
nadie absolutamente nadie, puede cumplir esos requisitos.
Sobre esto hablare más adelante.
Volvamos al mensaje.
Isaías
43:1-6
Pero ahora, oh Jacob, escucha al SEÑOR, quien te creó. Oh Israel, el que te
formó dice: «No tengas miedo, porque he pagado tu rescate; te he llamado por tu
nombre; eres mío. Cuando pases por aguas profundas, yo estaré contigo. Cuando
pases por ríos de dificultad, no te ahogarás. Cuando pases por el fuego de la
opresión, no te quemarás; las llamas no te consumirán. Pues yo soy el SEÑOR, tu
Dios, el Santo de Israel, tu Salvador. Yo di a Egipto como rescate por tu
libertad; en tu lugar di a Etiopía* y a Seba. Entregué a otros a cambio de ti.
Cambié la vida de ellos por la tuya, porque eres muy precioso para mí. Recibes
honra, y yo te amo. »No tengas miedo, porque yo estoy contigo. Te reuniré a ti
y a tus hijos del oriente y del occidente. Les diré al norte y al sur: “Traigan
a mis hijos e hijas de regreso a Israel desde los rincones más lejanos de la
tierra.
Dice la Biblia en Romanos 8:31:
Romanos
8:28-32 Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen* para el bien de
los que lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos. Pues
Dios conoció a los suyos de antemano y los eligió para que llegaran a ser como
su Hijo, a fin de que su Hijo fuera el hijo mayor* de muchos hermanos. Y,
después de haberlos elegido, Dios los llamó para que se acercaran a él. Y, una
vez que los llamó, los puso en la relación correcta con él. Y, luego de
ponerlos en la relación correcta con él, les dio su gloria. ¿Qué podemos decir
acerca de cosas tan maravillosas como éstas? Si Dios está a favor de nosotros,
¿quién podrá ponerse en nuestra contra? Si Dios no se guardó ni a su propio
Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿no nos dará también todo lo demás?
Si tenemos a Dios en nuestras vidas
no debemos temer quién o qué pueda estar contra nosotros.
Él nos creó, nos formó y nos redimió
de la muerte eterna, pagó un precio muy alto derramando la sangre preciosa de
su Hijo; y nos compró para que fuésemos suyos.
Cuando usted tiene un
copero o sirviente en su casa, usted espera que esta persona le sea fiel y
obediente. Si no es así, usted puede despedirlo.
Dios Padre Jehová, nos compró por
medio de Jesús.
Y si usted no le es obediente y fiel
en todo, entienda o dese por despedido de la presencia de Dios.
En otras palabras si no cumplimos con los mandamientos
y estatutos escritos en la palabra de Dios, No podemos llamarnos hijos de Dios.
Pero cuando somos obedientes y
fieles ante Dios Padre y su Hijo Jesús con su Iglesia, esto nos da la seguridad
de que su mayor deseo es cuidarnos y acompañarnos en cada momento de nuestra
vida.
Si pasamos por tormentas, por
avalanchas de dificultades el promete estar a nuestro lado y no nos dejará
anegar, no permitirá que desmayemos y mucho menos que seamos vencidos.
Porque su diestra de justicia nos
sostendrá hasta que pase la tribulación.
No dejará que el fuego de la angustia
nos consuma, ni su llama arda en nosotros, pues nos dará la certeza de que ese
problema, esa necesidad ya está en sus manos y Él ha tomado por completo su
control.
Por eso, no debemos temer mal
alguno, seremos levantados y sacados de cualquier peligro.
Esa es su abundante gracia
derramada sobre nosotros.
Dios nos dará la seguridad de que Cristo
no permitirá, que las puertas del Hades prevalezcan contra nosotros.
Somos su iglesia y estamos
resguardados en su presencia por nuestra obediencia y fidelidad.
Dios Padre Jehová, como Creador y
Redentor es quién gobierna todo a nuestro alrededor y mostrará su soberanía,
para que todos sepan quién es “EL GRAN YO SOY”.
No temamos, porque tenemos al
Poderoso de nuestro lado.
Entendamos que cualquier siervo que hace la voluntad de Dios, es grande por naturaleza.
Sería bueno recordar que en la
iglesia, no atraemos a la gente para nosotros, sino para Jesucristo.
No es para nosotros para quienes
reclamamos la lealtad de la Iglesia, sino para el Novio, el Hijo de Dios.
Dios Padre Jehová, se sirve de
aquellos que están dispuestos a darse por entero a Él y dejar de ser, para que
Jesucristo sea a través de ellos.
Cuándo las personas nos miran,
ven a Cristo en nosotros.
Por eso nuestra vida debe reflejar el carácter de
Jesús en todo lo que hacemos.
Jesús en todo le fue fiel y obediente
al Padre.
Demuestre usted por medio de su
testimonio, obediencia y fidelidad, el carácter de cristo para su iglesia.
Solo asi nuestro hogar será protegido
de pleitos, discordias, enfermedades y cualquier circunstancia negativa.
Cuando hacemos esto, llevaremos a los
nuevos creyentes ante Cristo, para que sea el quien los transforme y los
presente ante el Padre y Dios nuestro Jehová.
Nunca intente pedirle a otro que sea
obediente, cuando usted no lo es.
Seamos ejemplo para el mundo y
andemos como cristo nos enseño.
Tenga la plena seguridad que todo
cuanto le haya podido al Padre, por medio de Cristo, nos lo concederá.
Gracia y Paz.
Pastor y Administrador,
Rogers Infante.
Que Dios le bendiga con forme
a su pensamiento y corazón.