HACEDORES
Bendiciones para mis hermanos en la
fe.
Iniciemos una oración al Padre.
"Señor, ayúdame a vivir una vida
íntegra, cumpliendo tu palabra, no solo siendo oidor si no hacedor de tu
palabra, para dar un testimonio efectivo, del cambio que has hecho en mí, por
amor a Jesucristo. Amén."
Busquemos:
2Corintios
11:13-15
Estos individuos son falsos apóstoles. Son obreros engañosos que se disfrazan
de apóstoles de Cristo. ¡Pero no me sorprende para nada! Aun Satanás se
disfraza de ángel de luz. Así que no es de sorprenderse que los que lo sirven
también se disfracen de siervos de la justicia. Al final, recibirán el castigo
que sus acciones perversas merecen.
1Jn 3:7-8 Queridos hijos, no dejen que nadie
los engañe acerca de lo siguiente: cuando una persona hace lo correcto,
demuestra que es justa, así como Cristo es justo. Sin embargo, cuando alguien
sigue pecando, demuestra que pertenece al diablo, el cual peca desde el
principio. Pero el Hijo de Dios vino para destruir las obras del diablo.
En la actualidad muchos hablan de
Dios.
El mundo está viviendo una época de
engaño como nunca se había visto en la historia de la humanidad.
Y para muchos es muy difícil entender
claramente que es una doctrina.
Es decir que muchos creyentes cuando
se les pregunta algo referente a la palabra de Dios, estos sin tener
conocimiento de la palabra, enseguida repreguntan, ¿Qué doctrina sigue usted?.
Como si todo estuviera relacionado
con un título o nombre que por lo general nadie sigue e incluso desconocen su
significado.
El creyente ignorante relaciona
doctrina con trinidad.
Cuando sabemos que Jesús, jamás
menciono ni relaciono, tal barbarie.
Otros relacionan doctrina con
unitarismo, lo cual también es una aberración.
Pero ¿dónde aparece la palabra
doctrina en la Biblia?
2Jn 1:9-11
Cualquiera que se extravía, y no
persevera en la doctrina de Cristo, no
tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo. Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo
recibáis en casa, ni le digáis:
¡Bienvenido! Porque el que le dice:
¡Bienvenido! participa en sus malas
obras. (RV60)
Entonces queda claro que la verdadera
doctrina de Jesús, no es una trinidad ni mucho menos un unitarismo.
Por eso hay que leer, y leer bien
para no caer en el error de los falsos líderes.
Entonces
nos preguntamos:
¿Que doctrina enseño Jesús?
Un principio importante es lo que
Jesús vino a enseñarnos.
Él dijo claramente: “por sus frutos los conoceréis” (Mateo 7:15-20).
Veamos
lo que dice:
Mateo
7:15-20 »Ten cuidado de los falsos profetas que vienen disfrazados de
ovejas inofensivas pero en realidad son lobos feroces. Puedes
identificarlos por su fruto, es decir, por la manera en que se comportan.
¿Acaso puedes recoger uvas de los espinos o higos de los cardos? Un buen árbol
produce frutos buenos y un árbol malo produce frutos malos. Un buen árbol no
puede producir frutos malos y un árbol malo no puede producir frutos buenos. Por
lo tanto, todo árbol que no produce frutos buenos se corta y se arroja al
fuego. Así es, de la misma manera que puedes identificar un árbol por su fruto,
puedes identificar a la gente por sus acciones.
Analizando estas sabias palabras
podemos decir:
¿De qué me sirve conocer la doctrina
de cristo, y expresarla elocuentemente si en mi todavía domina la carne y no
practico lo que aprendo o predico?.
Para ser un verdadero seguidor de la
doctrina de cristo debo:
1) Llevar una vida de santidad.
2) Debo apartarme de todo pecado.
3) Debo cambiar mi forma de
actuar.
4) Debo mostrar frutos de
arrepentimiento.
5) Debo ser obediente y
Fiel a la Palabra.
De esa manera puedo mostrar y
experimentar que la doctrina de Cristo esta en mí.
Aunque es cierto, que debo conocer y
manejar con precisión la Palabra de verdad, escrita en la Biblia, ésta debe ser
obedecida primero en mi vida, pues si no es así, puedo caer en el engaño de una
mente intelectual y argumentativa.
Es decir: con una mente de baja moral y poco
dominio propio.
Un conocimiento correcto de la
palabra de Dios tiene dos componentes:
La interpretación correcta de las
escrituras y la puesta en práctica de sus principios.
Por eso hoy les digo a ustedes que iniciemos
la tarea de ser justos hacedores y no tan sólo oidores de la Palabra.
Es
decir: Que coloquemos los principios bíblicos en
práctica.
De esa forma usted se negara así
mismo, y tomara con dedicación, respeto y obediencia la cruz para seguir a
Cristo.
Stg
1:22-27 Pero no sólo escuchen la palabra de Dios, tienen que ponerla en
práctica. De lo contrario, solamente se engañan a sí mismos. Pues, si escuchas
la palabra pero no la obedeces, sería como ver tu cara en un espejo. Te ves a
ti mismo, luego te alejas y te olvidas cómo eres. Pero, si miras atentamente en
la ley perfecta que te hace libre y si la pones en práctica y no olvidas lo que
escuchaste, entonces Dios te bendecirá por tu obediencia. Si afirmas ser
religioso pero no controlas tu lengua, te engañas a ti mismo y tu religión no
vale nada. La religión pura y verdadera a los ojos de Dios Padre consiste en
ocuparse de los huérfanos y de las viudas en sus aflicciones, y no dejar que el
mundo te corrompa.
¿Cómo nos corrompimos?
1) Cuando nos auto-engañamos.
2) Cuando escuchamos la
Palabra y no hacemos lo que dice, aun sabiendo que es lo que debemos hacer.
3) Cuando nos mentimos a
nosotros mismos para hacer lo contrario a la palabra.
4 Cuando buscamos excusas
para no comprometernos con Dios Padre y su Hijo Jesus.
Una vez Jesús pregunto.
Lucas
6:46 »Así que, ¿por qué siguen llamándome “¡Señor, Señor!” cuando no hacen lo
que digo?
Este no es una corrección para
sentirnos acusados sino para arrepentirnos.
Tenga muy en cuenta que el verdadero
cristiano le duele cuando peca.
Y siente un dolor en su corazón tanto por el pecado, como también por no hacer la
voluntad de Dios.
Hoy
en dia son muchas las personas que
inician una oración o rezo, diciendo: “Señor”.
Y es allí donde deben escuchar
primeramente la voz de Dios, antes de seguir con la terquedad de seguir
pidiendo sin obedecer.
La
palabra dice: ¿Por
qué siguen llamándome “¡Señor, Señor!” cuando no hacen lo que digo?
Por eso, debemos cambiar de actitud frente
a nuestras acciones.
Por eso debemos cambiar la forma en
que estudiamos la Biblia.
En otras palabras lo que trato de
decirles es:
Que no debemos realizar un estudio
solamente enfocado en ganar conocimiento, si no en lo que podemos hacer y
lograr con ese conocimiento para agradar a Dios Padre y a su Hijo Jesús,
mediante la obediencia y la fidelidad.
Dicho de otra manera:
Como justos creyentes y
verdaderos seguidores de Dios Padre y de su Hijo Jesús, debemos:
1) Escuchar cada mensaje con
dedicación y entusiasmo.
2) Debemos escudriñar
constantemente la palabra de Dios.
3) Debemos atesorar la palabra de
Dios en nuestro corazón y mente.
4) Debemos disponer nuestro corazón
para ser transformados por la palabra de Dios.
5) Debemos cambiar nuestra forma de
pensar, para hacer la voluntad de Dios Padre.
6) Debemos dar un buen testimonio y
en consecuencia cambiar nuestra forma de actuar.
Es triste pero hay que decirlo,
muchos son los creyentes que tienen un comportamiento que no agrada a Dios
cuando escuchan el mensaje de salvación.
En
otras palabras:
“No escuchemos el mansaje
del evangelio como cuando vamos a un simple acto religioso.
Porque muchos piensan que ya
cumplieron con estar o asistir a un determinado lugar”.
Más bien prestemos toda atención de tal forma que tengamos
claro que al salir del lugar, al terminar de escuchar el mensaje, queda la
tarea inaplazable de practicar lo que escuchamos.
Lucas 6:47-49 Les mostraré cómo es cuando una
persona viene a mí, escucha mi enseñanza y después la sigue. Es como una
persona que, para construir una casa, cava hondo y echa los cimientos sobre
roca sólida. Cuando suben las aguas de la inundación y golpean contra esa casa,
ésta queda intacta porque está bien construida. Pero el que oye y no obedece es
como una persona que construye una casa sin cimientos. Cuando las aguas de la
inundación azoten esa casa, se derrumbará en un montón de escombros».
Entonces queda absolutamente claro
que al construir la casa sobre la roca significa obedecer la Palabra de Dios
Padre.
Es decir que todo lo que
construyo si lo hago obedeciendo a Dios, permanecerá y no será conmovido.
En caso contrario, si todo lo que
hago lo he hecho sin aplicar los principios y las Palabras de Dios, dicha por
su Hijo Jesús, he sido un necio y todo lo que construyo tarde o temprano se
derrumbará.
La prudencia es obedecer la
Palabra que Jesús nos trajo y que esas palabras provienen de su Padre Eterno,
Jehová de los Ejércitos, el Todopoderoso.
Por eso Jesús es la piedra
fundamental que sostiene mi vida y la vida de mi familia.
Esta obediencia no radica en mi
propia fuerza, o en mis esfuerzos morales.
Esta obediencia hacia el Padre, permite
que Cristo, quien mora en mí por su Santo Espíritu, se manifieste
sobrenaturalmente asi:
1) Cuando oro.
2) Cuando tengo una relación constante
con el Hijo de Dios.
3) Cuando estudio su Palabra para
obedecerla.
4) Cuando su Espíritu me guía a toda
verdad.
5) Cuando dispongo mi vida al servicio
de su obra salvadora.
Cuando hago todo esto y me someto sinceramente a
la voluntad de Dios Padre y de su Hijo Jesús, estoy siendo
un justo hacedor porque estoy anunciando el mensaje de salvación a todos.
La razón es porque la palabra de Dios
me ha transformado para bien de su obra.
Iglesia, permita
en todo tiempo y de
manera voluntaria que Cristo viva a través de usted.
Y
Renuncie a su YO, por amor a Dios
Padre.
Mas bien
permita que
Cristo el Hijo de Dios, lo transforme a usted para
la gloria de Dios Padre.
Tenga la plena seguridad que el resultado
lo llevara a ser un verdadero hacedor de la palabra.
Quiero terminar con estas
palabras:
Para nuestra frágil condición humana,
a veces son ineficaces los remedios humanos.
Más si se trata de las enfermedades
espirituales necesitamos de la sanidad divina.
Quizás nos hallemos perdiendo tiempo
y dinero buscando la solución donde no es.
Pero un buen Hacedor, busca a Jesús.
Porque Jesús, el Hijo de Dios
Padre, es el Médico por excelencia.
Por eso acerquémonos confiadamente, y
con fe para alcanzar su favor.
Él quiere sanarnos
integralmente en nuestro cuerpo, alma y espíritu, para que podamos ser
recibidos en el Reino Celestial por Dios Padre.
Sé un buen Hacedor de la
palabra, y tendrás tu entrada al Reinos de los cielos.
Gracia y Paz.
Pastor y Administrador, Rogers
Infante.
Que Dios siga bendiciendo a sus
hijos.
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