EL PODER DEL ESPÍRITU SANTO CONTRA EL ESPIRITU DEL MUNDO
Dice la palabra de Dios:
“pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre
vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea,
en Samaria, y hasta lo último de la tierra”. Hechos 1:8
Ningún cristiano debe vivir
en la impotencia espiritual, ya que la palabra de Dios contiene miles de
promesas, las cuales son para aquellos que han rendido sus vidas verdaderamente
a Dios.
Estas promesas incluyen:
Seguridad del amor de Dios (Juan 3:16);
Vida eterna (Romanos 6:23);
Perdón de pecados (1Juan 1:9);
Provisiones materiales (Filipenses
4:19);
Dirección en la vida (Salmo 37:23);
El secreto de la oración
eficaz (Juan
15:7);
La victoria sobre el temor (1Juan 4:18);
Y miles más.
Pero la pregunta es:
¿Por qué el
creyente no vive una vida de victoria de acuerdo a las promesas de Dios?
Porque los creyente de hoy
en día, están poniendo su fe en las tradiciones, lo material y lo físico.
No viven en
victoria porque hacen lo que su padre el diablo les dice que deben hacer,
cuando los principados y huestes espirituales de maldad les susurran al oído a
estos creyentes sin cristo.
Posiblemente usted dirá ¿pastor como así que hago la voluntad de satanás?
Esto se refleja cuando mentimos,
murmuramos, hacemos tramuyos y fingimos lo que no somos.
Lo peor de esto es que estos engendros, pretenden
disfrazarse de cristianos, cuando realmente son servidores de satanás.
Y usted los ve dizque mandando
bendiciones, cuando lo que realmente deben hacer es arrepentirse.
Salir del tramuyo, la
mentira, el engaño, la murmuración para que de esa manera, vuelvan a Dios.
Si satanás se viste de ángel
de luz, para engañar, imagínese a estos que se disfrazan de cristianos.
Yo
personalmente, Conozco a muchos de ellos.
Y quiero decir
que un verdadero cristiano, es aquel que sin trampas y mentiras confía en Dios.
Un verdadero
cristiano no duda del poder de Dios, aunque su situación sea difícil.
Porque un
verdadero cristiano permite que el Poder del Espíritu de Dios, habite en su
mente corazón y alma.
Por eso cuando
ponemos toda nuestra confianza en Dios, y nos apartamos de toda artimaña del
diablo, Dios mismo suple nuestras necesidades.
Hay cristianos verdaderos que pasan necesidades.
Y lo que debemos hacer, es
esperar el tiempo de Dios y no el nuestro.
En otras palabras, no entrar en la desesperación.
Es posible que usted sienta
que está luchado en vano.
Que usted resiste a medias las tentaciones.
Que usted se sienta derrotado y que está sumido en
desaliento, porque su fe tambalea.
Esto sucede porque
seguramente usted está viviendo la vida en sus propias fuerzas y no en el poder
del Espíritu de Dios.
Pues los
creyentes deben ser dinamizados con el poder del Espíritu Santo.
Jesús prometió
que el Espíritu Santo nos daría poder para ser sus testigos, comenzando en
nuestra propia casa luego en el resto de la tierra.
El Espíritu tiene una misión
única para aquellos hijos de Dios que caminan en la obediencia y la fidelidad.
En la última
cena, Jesús les enseña a los apóstoles que el Poder de Dios, permanecerá en
nosotros como nuestro abogado y consejero espiritual.
Jesús dijo que el Espíritu
santo nos enseñará todas las cosas, y que nos hará recordar todo lo que el Hijo
de Dios, vino a decirnos.
Por lo tanto el Espíritu Santo obrara en nosotros guiándonos
a la victoria, si nosotros se lo permitimos.
El Espíritu Santo es real,
es el Poder de lo Alto.
No es una persona, es el Poder de Dios.
Sin embargo, muchos
creyentes no están conscientes de la trascendencia de la presencia y actividad
del Espíritu Santo en su vida diaria.
Y esa es la
razón por lo cual muchos se dejan engañar por los engendros de satanás y sus
mentiras.
Se dejan
engañar por aquellos que no leen ni conocen la palabra de Dios, sino que son
loros que escuchan y repiten lo que otros dicen, sin tener el deseo de
investigar por sí mismo, si lo que dicen es cierto o mentiras.
Y eso solo lo sabemos cuándo leemos la palabra de
Dios.
Así lo hacían nuestros hermanos de berea y así lo
hacemos nosotros.
Iglesia, no
ignores ese Poder de lo alto, en tu vida.
Déjate guiar por la Palabra
de Dios y su Poder, te aseguro que tu vida será de llena de bendiciones.
Se acuerdan de la historia real
de Elías.
2Reyes 2:9-14 Cuando llegaron al otro lado, Elías le dijo a
Eliseo: —Dime qué puedo hacer por ti antes de ser llevado. Y Eliseo respondió:
—Te pido que me permitas heredar una doble porción de tu espíritu y que llegue
a ser tu sucesor. —Has pedido algo difícil —respondió Elías—. Si me ves en el
momento en que sea llevado de tu lado, recibirás lo que pediste; pero si no me
ves, no lo recibirás. Mientras iban
caminando y conversando, de pronto apareció un carro de fuego, tirado por
caballos de fuego. Pasó entre los dos hombres y los separó, y Elías fue llevado
al cielo por un torbellino. Eliseo lo vio
y exclamó: «¡Padre mío! ¡Padre mío! ¡Veo los carros
de Israel con sus conductores!». Mientras desaparecían de su vista, rasgó su
ropa en señal de angustia. Entonces
Eliseo tomó el manto de Elías, el cual se había caído
cuando fue llevado, y regresó a la orilla del río Jordán. Golpeó el agua con el manto de Elías y exclamó:
«¿Dónde está el SEÑOR, Dios de Elías?». Entonces el río se dividió en dos y Eliseo
lo cruzó.
Elías dice “pídeme lo que quieras” porque él sabía,
que Poder de Dios, habitaba en él.
Tenga usted presente que la unción viene cuando el
Espíritu Santo nos cubre con sus virtudes.
Que la unción del poder de
Dios, nos sumerge en su carácter divino.
Ser ungido por Dios no es sólo ser elegido, sino
también ser investido de su poder, para realizar la tarea u ocupar una posición
a la cual Él nos ha llamado.
Fíjese en las diferencias.
Un verdadero
cristiano, es investido del poder de Dios, para caminar en la obediencia y la
fidelidad.
Un falso cristiano es un
tibio, que se alimenta más del mundo para andar en los tramuyos, desobediencia
e infidelidad.
Por eso debemos
andar siempre con nuestros hermanos en la fe.
Porque de esa
manera crecemos, y nos alimentamos de la palabra verdadera de Dios, con el fin
de no andar escuchando las artimañas del diablo, ni mucho menos aparentar lo
que no somos.
En 2
Reyes encontramos la historia de Elías y Eliseo.
Eliseo decidió seguir a un hombre que obedecía más a Dios que a
las tradiciones y culturas de este mundo.
Eliseo siguió y sirvió a
Elías hasta el fin, y antes de que Elías fuera arrebatado por el Señor para ir
al cielo, le dijo a Eliseo:
“Pide lo que quieras que haga por ti, antes de que
sea quitado de ti”.
Eliseo fue lo
suficientemente humilde para aprender de su maestro y cuando Elías tiró el
manto, Eliseo tuvo la humildad de recogerlo, pues, Dios no va ungir a nadie que
no es capaz de agacharse y recoger el manto que otro dejó tirado.
La Biblia dice que Eliseo
alzó el manto de Elías, y se fue inmediatamente al Jordán a hacer un milagro.
Eliseo golpeó
las aguas del Jordán de la misma manera que lo hizo Elías.
Después resucitó un muerto
utilizando el mismo método que utilizo Elías.
Por eso el
poder de Dios vino a reposar sobre la humildad de Eliseo para hacer el doble de
milagros que había hecho Elías.
Elías le enseñó que el manto
era para hacer milagros, no para jactarse del poder del mismo.
Y mucho menos para andar
diciendo y haciendo cosas que no son.
Por tanto, no podemos
caminar con la unción de Dios si tenemos orgullo y mentiras en el corazón.
Algunos
pretenden caminar sin tener la unción de Dios.
No más miren
sus formas de hablar, de mirar, de caminar, y usted sabrá que son realmente
esas personas.
Pero de lo que
si es cierto es que no son cristianos.
Porque la unción
vive en quienes están muertos al YO.
La unción, Dios la da a
quien Él quiere y a quien se la pida estando en obediencia y fidelidad.
No es para todo el mundo.
NO.
Es para aquellos que han
dejado y desechado al YO, para vivir en cristo, mediante la obediencia y la
fidelidad ante Dios.
Por eso antes
de intentar engañar a Dios, entienda que Dios conoce las intenciones de nuestro
corazón y no le dará la unción a alguien que la busque para engrandecerse o
jactarse de sí mismo.
La unción es para predicar el
evangelio a un mundo perdido.
La unción es para testificar
que Cristo salva y sana.
Jesús quería que con la
misma unción que Él fue investido, fuéramos ungidos nosotros.
Él dijo que haríamos cosas
mayores de las que Él hizo.
Juan 14:12-14 »Les digo la verdad, todo el que
crea en mí hará las mismas obras que yo he hecho y aún mayores, porque voy a
estar con el Padre. Pueden pedir
cualquier cosa en mi nombre, y yo la haré, para que el Hijo le dé gloria al
Padre. Es cierto, pídanme
cualquier cosa en mi nombre, ¡y yo la haré!
Ahora, la fe es
imprescindible para el fluir de la unción.
Tenga presente que ésta se
hará evidente a la medida de nuestra fe y obediencia.
No depende de
cuánto conozcamos o sepamos la Palabra, sino de cuánto creemos lo que hemos
aprendido y ponerlo en práctica.
Ya para terminar, solo les
diré que vayan y usen la unción para lo que Dios la dejó.
No para presumir.
Bendigan en el nombre de
Jesús.
Para que el Padre derrame la
unción en nosotros.
Salven a otros por medio de
la palabra y no los maten por medio del chisme, murmuración y mentiras.
Sean salvos ustedes primero
antes de salvar a otros.
La unción te va a servir
para que cuando prediques, la gente se convierta, para sanar enfermos.
Para vendar corazones
quebrantados y para todo lo que Dios quiere en su santa voluntad. Amen.
Gracia y Paz.
Pastor y Administrador, Rogers Infante.
Que Dios te bendiga.
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