ORACIONES PARA
SANACION, FORTALEZA Y PROTECCION ESPIRITUAL
Por el Pastor Rogers infante.
Primero,
quiero agradecer a nuestro Señor y Salvador Jesucristo por haber permitido que NUESTRAS
ORACIONES pueda llegar hasta ustedes con el propósito de edificarnos y al mismo
tiempo fortalecernos en el espíritu.
En los años en que he conocido al Señor me he dado cuenta que su
amor inagotable ha fortalecido a mi familia y a este ministerio, y así mismo va
a fortalecer su hogar.
Personalmente,
puedo decir que este ministerio ha sido una bendición para mí.
Dios
tiene una gran unción especial para ti, lo único que debes hacer es creer en su
hijo Jesús, porque por medio de él, siempre tendremos la victoria y la
sabiduría necesaria.
Por eso hoy doy gracias a Dios y a su Hijo Jesucristo, por darme
la sabiduría necesaria para poder orar con el objeto de ilustrar y armar al
Cuerpo de Cristo.
Ahora
el propósito de estas oraciones es cubrirnos con el Poder de lo Alto, ante
cualquier asechanza del enemigo.
Tenga presente que las oraciones poderosas y es un hecho que lo
ayudará en cualquier área de su vida.
A
veces, la gente está atada por maldiciones o hechicería y no saben cómo ser
libre, y dado que la mayoría de los cristianos no son conscientes de las
maldiciones que afectan sus vidas, tenga en cuenta que en todo tiempo estamos
luchando en una guerra espiritual, donde las oraciones nos revelaran la manera
como debemos atacar al enemigo y así mismo nos dará la menara de romper y de
atar maldiciones hechas por el enemigo.
En otras palabras son oraciones forjadas de un blindaje
celestial y divino.
Para romper toda fortaleza demoníaca en su vida, debemos
primeramente confiar en Dios e incrementar nuestra fe en Jesús, de esa manera
seremos liberados de la hechicería, las maldiciones y la idolatría mediante el
poder de Dios, para luego recibir sanidad en nuestra vida.
Las
oraciones del justo traen los recursos a su disposición para derrocar los
poderes de las tinieblas y de los principados, así como para romper las maldiciones
tanto en su nación como en su tierra.
De la misma forma, las oraciones de los verdaderos cristianos
fieles y obedientes, llegarán a las zonas más oscuras de su vida, con el fin de
que Dios pueda iluminarlo y usarlo de maneras cada vez mayor.
Tenga
muy presente que después de romper las maldiciones de todo tipo, usted tendrá
que estar siempre en obediencia, para que el enemigo no pueda hacerle daño.
Ya
que al entrar en oración lo que estamos haciendo es encontrar la clave para deshacer
todo tipo de artimañas del enemigo y al mismo tiempo hacer que se derramen
bendiciones sobre nosotros y nuestra familia.
Si alguna vez ha deseado el fuego de Dios en su vida, las oraciones
le enseñarán cómo liberar el fuego del Dios vivo para evangelizar, predicar,
sanar a los enfermos y echar fuera demonios.
Por eso destruya las obras de la hechicería a través del ayuno y
la oración.
Como
soldados de cristo, no PODEMOS SER ignorantes con respecto a las tácticas y
artimañas del enemigo.
Nuestro adversario, y principal enemigo, El diablo, es un
conspirador.
Y una conspiración es un plan de estrategias o un programa de
acción.
Sin embargo, podemos vencer todas las conspiraciones del
maligno.
La
Palabra de Dios, en La Biblia, nos habla sobre las acechanzas del
diablo (Efesios.
6:11); es decir, sus artimañas,
mentiras y sus trampas.
Todo buen
soldado sabe que la guerra requiere de tácticas
y estrategias.
Principalmente los Líderes son los que deben ser excelentes en esos
dos aspectos, pues no se puede ganar sin estrategia.
No
le permita al enemigo hacer estrategias en tu contra, sino más bien, vénzalas y
destrúyalas mediante la oración.
Las trampas, mentiras y las artimañas del diablo están ocultas, y las
personas caen en ellas sin siquiera darse cuenta, pero podemos librarnos de la trampa
del cazador, del cazador de almas que es Satanás.
La
manera de ser libres y liberar a los demás es con la ORACIÓN.
Pero
con una oración que rompa fronteras invisibles.
Una
oración que sea elevada por líderes FIELES a Dios.
Líderes
que se hayan COMPROMETIDOS
en la obra de la Iglesia de cristo.
Líderes
que no tengan temor de OBEDECER y hacer la VOLUNTAD de Dios.
Tenga
presente que mediante la oración realizada por los fieles, usted encontrara
poder sobrenatural, que lo llenara de una espiritualidad única, en donde podrá
contrarrestar toda las asechanzas del enemigo que ha obrado en su contra
durante los tiempos generacionales.
Cuando
un justo, fiel y obediente a la palabra de Dios hace una ORACIÓN
DE PODER, el espíritu Santo reposara sobre ese hijo de Dios,
llenándolo y protegiéndole de todas las fuerzas negativas que se mueven en el
ámbito espiritual.
La principal táctica del enemigo es el engaño, pues es un
mentiroso y el padre de toda mentira. (Juan
8:44)
La
Palabra de Dios nos muestra las tácticas del enemigo, porque DIOS ES LUZ y su PALABRA ES LUZ, la cual puede hacer visible al
enemigo y destruir la oscuridad.
Por eso prepárese
y fortalezca su fe antes de entrar en la batalla espiritual.
Si
usted no es un fiel seguidor de cristo, no intente entrar a una guerra
espiritual, ya que podría ser derrotado.
Recuerde
que si usted es un amigo o amiguito del mundo, usted se constituye enemigo de
Dios. (Santiago
4:4)
COMO PODEMOS
LIBRARNOS DE LOS DEMONIOS
Combine
la oración y la confesión de la Palabra de Dios para penetrar toda oposición demoníaca.
Orar y confesar la Palabra son dos de las armas más poderosas que
están en manos de los creyentes y usted podrá ser testigo de un gran
derramamiento del poder de Dios cuando combine ambas.
Y cuando somos ungidos por el poder de Dios, se nos revela
muchas partes de la escritura que nos enseñan a atar y desatar maldiciones
generacionales mediante la oración.
Así
comenzaremos a ver claramente el plan de Dios para los creyentes y la manera en
que el enemigo querrá detener ese plan.
El
Espíritu Santo nos adiestra a entender muchas partes de las Escrituras así como
la manera de usarlas en oración.
Hay muchos creyentes a quienes se les dificulta orar, muchos
dicen que no saben cómo hacerlo, algunos se han sentido desanimados en la
oración.
Pero
lo cierto es que la oración nos ayudará mucho en nuestra vida cotidiana.
Es decir: Que
usted orara con revelación y autoridad, ya que la oración del justo, está
diseñada para dar frutos.
Hay
muchos tipos diferentes de oraciones, y como se nos dice que oremos "con
toda oración y súplica" (Efesios 6:17), nuestras
oraciones llegaran a otros con el propósito de expandir su capacidad de orar.
Cuando un creyente ora de maneras diferentes a las que fue acostumbrado
en el mundo, lo que logra es superar las limitaciones de su vida, para abrir
fronteras que lo guiaran a la presencia verdadera del Padre.
Tenga
presente y nunca lo olvides que la oración es una de las maneras en las que desatamos
la voluntad de Dios en la tierra.
Debemos estudiar la Palabra de Dios para saber cuál es su
voluntad, por eso, la oración y la Palabra deben estar combinadas.
Daniel
pudo orar efectivamente porque conocía la palabra de Dios con relación a su
pueblo (Daniel
9:2-3).
Debemos
orar con entendimiento (1Corintios 14:15),
pues el entendimiento de la voluntad de Dios nos ayudará a orar correctamente.
La Palabra de Dios es su voluntad y debemos entenderla para no
ser insensatos, sino entendidos (Efesios
5:17).
La
oración también nos ayuda a caminar con perfección y plenitud en toda la
voluntad de Dios (Colosenses
4:12).
Tenga muy presente que en la lengua está el poder de la vida y
de la muerte (Prov.18:21),
Y que las palabras que usemos, deben ser adecuadas para que de esa
forma sean eficaces (Job 6:25).
Las
palabras que decimos son espíritu y vida (Juan 6:63), pero
podemos quedar enredados en las palabras que salen de nuestra boca, si las
usamos mal.
Es decir: Que tenemos que aprender y articular los
pensamientos que vienen de Dios al orar y confesar su Palabra (Isaías 55:8).
Por eso la Palabra de Dios
desatada a través de nuestra boca hará que su poder se manifieste en nuestras
vidas.
Por lo tanto las palabras son útiles para transmitir nuestros
pensamientos y las palabras de Dios son los pensamientos de Dios; la mente de
Dios se manifiesta cuando oramos y confesamos su Palabra.
Los
pensamientos de Dios son de paz y de prosperidad (Jeremías 29:11), pensamientos
que están ideados para llevarnos al fin que esperamos.
Jesús nos
enseñó que nuestra fe se manifiesta mediante nuestras palabras mismas, y que si
están llenas de fe pueden mover montañas (Marcos
11:23).
No hay nada
imposible para quienes creen.
Pero los que
dudan, nunca verán nada.
Nuestra fe es una llave para
ver milagros y para observar grandes logros de una manera constante.
Por
eso la oración del justo, permite recibir lo que sea que pidamos en oración, si
creemos (Mateo
21:22).
La Palabra de Dios está cerca de nosotros, ella se encuentra en
nuestra boca y en nuestro corazón, es la Palabra de fe (Romanos 10:8).
La boca y el
corazón tienen
un vínculo, pues hablamos de la abundancia de nuestro corazón y la Palabra de
Dios en nuestro corazón saldrá por la boca.
Ahora, la fe que hay en el corazón se manifestará a través de la
boca.
Y por eso Dios procura que su Palabra se lleve a cabo (Jeremías 1:12).
Se
nos exhorta a clamar al Señor y Él nos ha prometido mostrarnos cosas grandes y
poderosas (Jeremías
33:3).
Porque mi Dios, se deleita en responder nuestras oraciones y antes
de que clamemos, Él responderá (Isaías
65:24).
Recuerde
usted que los oídos del Señor están atentos a las oraciones de los justos.
Es decir de
los fieles.
Ósea
aquellos que hacemos su santa voluntad y respetamos sus ordenanzas (1Pedro 3:12)
Y
las oraciones de los justos pueden mucho (Santiago 5:16).
También se nos
dice que oremos sin cesar (1Tesalonicenses
5:17).
Nuestro
Dios escucha las oraciones y toda carne debe dirigirse a Él en oración (Salmos 65:2).
Nuestras
oraciones deben estar dirigidas a creyentes de todas las naciones, pues todos
los creyentes enfrentan desafíos similares que deben vencer.
Dios no hace acepción de personas.
Él
está cerca de todos los que claman a Él y son obedientes. (Salmos 145:19).
El
Clamar al Señor trae salvación y liberación de nuestros enemigos (Salmos 18:3) y esto siempre ha sido una clave para la liberación.
Usted puede orar para liberarse a sí mismo de cualquier
situación adversa, pues el Señor es su ayudador y no rechazará su oración si
usted es fiel y obediente (Salmos 66:20).
Ni
tampoco la despreciará (Salmos 102:17) porque
Dios se deleita en la oración de los justos (Prov.15:8).
El
tesoro de la oración, es como tener las llaves del Reino (Mateo 16:19) con lo cual tenemos la autoridad de atar y desatar.
Atar significa restringir, detener, obstaculizar,
apresar, poner en jaque, contener, parar, poner un alto.
Y
desatar
significa desamarrar, desanudar, desencadenar,
rescatar, soltar, perdonar o liberar.
Las llaves representan la autoridad
para cerrar (atar) o abrir (desatar).
La oración y
la confesión son
dos de las maneras en las que utilizamos esta autoridad para atar las obras de
las tinieblas entre las cuales están el malestar, la
enfermedad, el dolor, la hechicería, la pobreza, la muerte, la destrucción, la
confusión, la derrota y el desánimo.
Podemos
soltarnos nosotros mismos y a los demás de las obras de la oscuridad lo cual
tendrá como resultado una mayor libertad y prosperidad.
Atar y desatar nos ayudará en el área de la
liberación para poder soltarnos de muchas situaciones mediante el uso de
nuestra autoridad, también podemos liberar a otras personas si oramos fielmente.
Jesús vino a
destruir las obras del diablo y vino para que pudiéramos tener vida en
abundancia.
Los
creyentes deben saber obrar con la misma autoridad y poder que Jesús le dio a
sus discípulos sobre todos los demonios (Mateo 10:1).
Tenga presente que estamos sentados con Cristo en los lugares
celestiales muy por encima de todo principado y potestad (Efesios 1:20; 2:6).
Los creyentes pueden utilizar esta autoridad al confesarla y
orar.
Cuando
entramos en la presencia de Dios, tenemos la autoridad para hollar serpientes y
escorpiones (Lucas
10:19) y Jesús nos prometió que
nada nos haría daño.
Todo es cuestión de creer
sin dudar.
Muchos son los creyentes que sufren innecesariamente porque no logran
ejercer su autoridad.
Y
se olvidan que las oraciones están destinadas a los creyentes fieles y
obedientes que aborrecen las obras de las tinieblas y los deleites de este
mundo. (Salmos
139:21),
Yo le pregunto: ¿Usted aborrece todo camino de mentira (Salmos 119:104)?
¿Quiere usted realmente ver cambios en su vida, tu familia, tu
entorno?
Pues
sométase a Dios en obediencia y fidelidad.
Recuerde
que usted es un rey con el poder de cambiar las regiones de su entorno (Eclesiastés
8:4).
La
Palabra de Dios es como un martillo que rompe la piedra en pedazos (Jeremías 23:29).
Necesitamos oraciones poderosas para destruir las fortalezas,
oraciones para quienes deseen ver grandes progresos en sus vidas personales a
la vez que en sus familiares, entorno y ciudad.
Satanás
fue derrotado en la cruz, los principados y potestades han sido despojados (Colosenses
2:15) y nosotros hacemos valer esa
victoria mediante nuestras oraciones.
Lo que hacemos es que estamos ejecutando la sentencia escrita.
David
fue un rey que comprendía el papel de la oración para la victoria; él venció a
sus enemigos en muchas ocasiones porque oraba pidiendo su derrota y Dios le
respondió.
Nosotros podemos tener los mismos resultados sobre nuestros
enemigos espirituales.
Nuestra lucha no es contra carne y sangre.
Nosotros debemos vencer principados y potestades con la armadura
de Dios.
Es decir que debemos
tomar la espada del Espíritu y orar con toda oración (Efesios 6:12-18).
Las
oraciones de David terminan en el Salmo 72:20, el cual culmina pidiendo que toda
la tierra sea llena con la gloria de Dios.
Y
ese es el objetivo de la oración, creemos que la tierra será llena con el
conocimiento de la gloria del Señor como las aguas cubren el mar (Habacuc 2:14);
esa es nuestra meta.
Iglesia,
sigamos orando
para que se cumpla esta promesa y así veremos el crecimiento del Reino de Dios
y de la destrucción de los poderes de las tinieblas mediante nuestras
oraciones.
Multitud de personas son engañadas por el enemigo, hay huestes de
espíritus mentirosos y engañadores que obran bajo la autoridad de Satanás.
Los espíritus incluyen a la ilusión, el engaño, la mentira, la
seducción, la ceguera, el error y la artimaña.
Nuestra
oración puede retirarle el poder a estos espíritus engañadores y lograr que se
abran los ojos de las personas.
David oró en contra de las conspiraciones de sus enemigos, los
salmos están llenos de referencias a los planes de los malvados para
derrocarlo, pero sus oraciones fueron la clave para destruir esos planes y
traer liberación a su vida.
Las
luchas de David fueron contra enemigos de carne y hueso, pero detrás de dichos enemigos
había entidades espirituales que se oponían a su reino.
Jesús
debía proceder del linaje de David y sentarse sobre ese trono; por ello, David
estaba luchando contra algo más allá de lo terrenal.
Por medio del Espíritu Santo, David contendía en contra de los
poderes de las tinieblas que estaban dispuestos para luchar en contra de la
llegada del Reino de Dios.
Los
poderes de los que hablamos también se manifestaron a través de Herodes, quien intentó
asesinar al Mesías que habría de venir, movido por los espíritus del miedo y
del homicidio y usado por Satanás para tratar de abortar la llegada del Reino;
sin embargo, el Poder de lo Alto ya había sido desatado mediante las oraciones
de David y su trono ya estaba asegurado.
Las victorias de David en la oración abrieron el camino para que
su trono continuara.
El trono de la maldad no pudo vencer al trono de la justicia.
Dios
le enseñó a David y se volvió el rey guerrero cuyas victorias lograron
establecer su reino; Sin embargo, su victoria sobre la casa de Saúl llegó
después de una larga guerra (2Samuel 3:1),
David
consumió a sus enemigos (Salmos 18:37-40) y no regresó hasta que
fueron destruidos; así, nosotros debemos ver a nuestros enemigos espirituales completamente
destruidos, debemos perseguirlos.
Y con perseguir me refiero a seguir hasta vencerlos o capturarlos,
de una manera hostil, pues no podemos ser pasivos cuando se trata de la guerra.
Las
victorias de David prepararon el camino a Salomón, quien disfrutó de paz y
prosperidad.
El
nombre de Salomón significa "paz", palabra que en hebreo se dice
Shalom y que además significa "prosperidad, favor, salud y bienestar".
Sus
victorias sobre el enemigo tendrán como resultado que Shalom sea derramada en su
vida y que en ella se manifieste la paz y la prosperidad de una manera cada vez
mayor.
NUESTRA FUENTE
DE PODER ES JESUS
Nos edificamos en la fe cuando confesamos la Palabra de Dios y
estamos más confiados cuando la entendemos y caminamos en su revelación.
La
oración nos conecta a la fuente de poder, nos conecta a Dios y permite que su
poder fluya hacia nosotros en toda situación.
La
salvación es la base de la guerra, el nuevo nacimiento es una necesidad, pero, además,
el creyente necesita estar lleno del Espíritu Santo.
YO PREGUNTO: ¿Usted
ha nacido de nuevo?
¿Sabe que es
necesario perseverar más allá de toda duda, para ser salvo?
Todo
creyente debe llevar vida santa sometida al Poder de lo Alto.
Se
nos ordena caminar en el Espíritu porque así tendremos asegurada la victoria y
lograremos grandes avances para los demás.
Podemos
castigar toda desobediencia cuando nuestra obediencia sea completa.
Jesús echó fuera demonios a través del Espíritu Santo y el
Espíritu Santo fue la fuente de su poder y su sabiduría.
Las oraciones son para creyentes nacidos de nuevo que deseen ver
crecer el Reino de Dios.
Creyentes fieles y que están sometidos a la voluntad de Dios.
Se
nos dice que nos fortalezcamos en el Señor y en el poder de su fuerza (Efesios 6:10).
Por
eso debemos caminar y luchar con su fuerza, lo cual requiere humildad y una
dependencia total en el Señor.
No podemos confiar en nuestra propia fuerza, no podemos permitir
que el orgullo abra la puerta a la destrucción.
Iglesia,
nuestro Dios, es un Dios de guerra (Éxodo 15:3) que
peleará nuestras batallas, y de cuyo poder, dirección, Palabra y Espíritu dependemos.
Nuestro Dios, es la fuerza de mi vida, lo cual me da la
capacidad de vencer al miedo; en Él pondré mi confianza, en el nombre de Jesús.
Jehová
de los Ejércitos, le enseñó a David cómo librar la guerra (Salmos 144:1) y de la misma manera Él le enseñará a usted a
pelear, pero debe usted debe ser obediente y fiel en todo.
David fue un hombre de oración y alabanza que disfrutaba la
presencia de Dios y su presencia fue la fuente del gozo y la fortaleza del rey
cuyos cantos fueron armas proféticas poderosas en contra del enemigo.
Si
clamamos a Él, al igual que estos grandes guerreros de Dios, Él nos mostrará
cosas grandes y poderosas.
La Palabra de Dios es la espada del Espíritu, y las espadas se
utilizan en la guerra.
El Señor le enseñará a usar esta espada, misma que deberá
emplear contra los enemigos espirituales de su alma.
Usted podrá
ver grandes victorias si la emplea correctamente.
YA PARA
TERMINAR,
tenga presente que la Palabra de Dios es un cofre del tesoro lleno de sabiduría
y conocimiento.
Que la palabra de Dios, contiene una revelación abundante para
todos los creyentes.
Todo el que desee disfrutar de la libertad y la victoria debe
estudiar la Palabra de Dios, someterse a ella y pedir revelación.
La revelación
es la clave de la autoridad.
Pedro recibió las llaves del
Reino después de recibir la revelación de que Jesús era el Cristo (Mateo 16:16).
Dios
ha prometido que nos gozaremos en la casa de oración (Isaías 56:7);
La
casa de Dios es llamada casa de oración para todas las naciones.
Iglesia,
creo que no solamente debemos orar, sino también disfrutar de la oración.
El
gozo del Señor es nuestra fuerza y la oración debe dar como fruto milagros y
bendiciones abundantes.
Quienes
disfruten los resultados de la oración disfrutarán de una vida emocionante.
Gracia y Paz.
Pastor y
Administrador, Rogers Infante H.
Que Dios te
bendiga.
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