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LOS HECHOS, LA FE Y LOS SENTIMIENTOS
¿Te has preguntado alguna vez por qué tu fe parece a veces ser tan fuerte y
otras veces tan débil? ¿Te has preguntado cómo podrías aumentar tu fe? ¿Te has
preguntado alguna vez por qué tus sentimientos son tan cambiantes? ¿Te has
preguntado qué podrías hacer para controlar tus sentimientos?
Estas son preguntas que todos nos hacemos.
Trataremos de contestarlas en esta lección.
Vamos a aprender uno de los principios más importantes
en la vida cristiana: el principio que habla de: Los Hechos, La Fe y Los
Sentimientos.
¡Los Hechos! ¡La Fe! ¡Los Sentimientos!
Estas palabras representan tres aspectos de la vida cristiana que son
vitales para nosotros. Es importante comprenderlos y es aún más importante que
los tengamos en el orden correcto y los mantengamos así.
El orden de Dios es: Hechos, Fe, y Sentimientos.
Los hechos (todas las obras y palabras de Dios en la
Biblia) son el fundamento; luego la fe descansa en los hechos; y los
sentimientos vienen al final.
Para la mayoría de las personas, los sentimientos son
el factor que rige sus vidas.
Si ellos sienten algo, piensan que es algo genuino.
Si no sienten nada, piensan que no lo es.
Pero esto no concuerda con el orden de Dios.
Otros intentan poner primero la fe.
Piensan que si tienen “fe” suficiente, pueden hacer
que cualquier cosa se realice.
Pero tampoco éste es el orden de Dios.
Dios quiere que tengamos fe, pero nuestra fe debe descansar en Su Palabra;
de otra manera no tiene valor.
El orden de
Dios siempre es el mismo:
(1)
Hechos, (2) Fe, y (3) Sentimientos.
Vamos a estudiar cada uno de estos tres aspectos de la vida cristiana de
modo que podamos comprender mejor la forma en que afectan nuestra vida.
¿Qué es un Hecho?
Un hecho es algo que es verdad.
Por
ejemplo: dos más dos son cuatro.
Este es un hecho matemático.
Siempre ha sido cierto y siempre lo será.
Es cierto en este país, y es cierto en cualquier parte del mundo.
El hecho de que tú lo creas no lo hace verdad.
Es verdad aunque nadie en el mundo lo crea.
Es necesario tener esto bien grabado en la mente: Los hechos siempre son verdad.
Puede que tú no creas un hecho, pero aún es verdad.
Puede que tú no sientas que un hecho es verdad, pero aún es verdad.
Por
ejemplo: sabemos que Jesucristo murió por nuestros pecados y resucitó para ser
nuestro Salvador viviente.
Sabemos que esto es cierto porque lo dice la Palabra
de Dios.
Una persona puede creerlo o no, pero aún es verdad.
Los hechos de Dios son siempre la verdad.
¿Qué es la Fe?
¡La palabra “fe” se usa 239 veces en la Biblia!
Esto nos demuestra la importancia que le asigna Dios a la fe.
¿Qué es la fe?
La fe es aceptar lo que Dios dice por medio de Su
Palabra y actuar sobre esta base.
¡Dios lo dice!
¡Yo lo creo!
¡Y eso es todo!
La Biblia deja en claro que todas las bendiciones de Dios nos llegan por
fe.
Sin fe no podemos agradar a Dios.
La Biblia dice:
Hebreos 11:6 De hecho, sin fe es imposible agradar a Dios. Todo el que
desee acercarse a Dios debe creer que él existe y que él recompensa a los que lo buscan con sinceridad.
Pese a lo importante que es la fe, no puede sostenerse sola.
Tiene que afirmarse en algo, y ese “algo” debe ser verdad.
Es por eso que nuestra fe debe afirmarse siempre en la Palabra de Dios.
Jesús dijo:
Juan 17:15-17 No te pido que los quites del mundo, sino que los
protejas del maligno. Al igual que yo, ellos no pertenecen a este mundo. Hazlos
santos con tu verdad; enséñales tu palabra, la cual es
verdad.
Ahora miremos en la Palabra de Dios y aprendamos más sobre la fe.
• La fe tiene que ver
con el mundo invisible
La fe se ocupa de cosas que son reales pero invisibles.
No podemos ver a Dios, pero por la fe sabemos que Dios es real.
No podemos ver el cielo, pero por fe sabemos que existe un lugar real
llamado “El Cielo”.
La Biblia dice:
Hebreos 11:1 La fe es
la confianza de que en verdad sucederá lo que esperamos; es lo que nos da la certeza de las cosas que
no podemos ver.
Esto significa que la fe es la manera en que “probamos” la realidad de las
cosas invisibles.
No podemos ver las cosas del mundo espiritual, pero sabemos que son reales
por fe en la Palabra de Dios.
• La fe hace reales
las verdades espirituales en nuestra experiencia
Tenemos que entender esto:
Nuestra fe no hace que los hechos de Dios sean verdaderos.
Ya lo son, independientemente de que lo creamos o no.
Entonces, ¿qué hace nuestra fe?
Nuestra fe en las verdades reveladas en la Palabra de
Dios es lo que las hace reales en nuestra experiencia.
La Biblia contiene muchas promesas maravillosas de Dios.
Pero no llegan a ser nuestras hasta que las apropiamos por fe en la Palabra
de Dios.
Como dijimos antes, es un hecho grandioso el que
Jesucristo murió por nuestros pecados.
Dios promete vida eterna a todo aquel que cree en Él.
Pero Cristo no llegará a ser tu Salvador hasta que tú
pones tu fe en Él, y caminas bajo la obediencia y fidelidad de Dios.
Cuando crees que Jesucristo murió por tus pecados y lo aceptas como tu
Salvador, experimentas la salvación.
La fe en Cristo hace la salvación de Dios real en tu experiencia.
Entonces puedes decir “¡Soy salvo!”
• La fe cree la
Palabra de Dios.
La fe cree a Dios a pesar de las circunstancias desfavorables.
Quizás uno de los mejores ejemplos de esto es Abraham.
Cuando Abraham y su esposa, Sara, estaban muy viejos,
Dios les prometió que tendrían un hijo, y Abraham creyó a Dios.
Pero pasaron quince años, y la promesa de Dios no se
había cumplido.
Humanamente hablando, para Abraham y Sara era imposible tener un hijo.
Sin embargo Abraham continuó creyendo a Dios.
A Su debido tiempo, Dios le dio a Abraham el hijo que le había prometido.
La
Biblia dice de Abraham:
Romanos
4:20-21 Abraham siempre creyó la promesa de Dios sin vacilar. De hecho, su fe se fortaleció
aún más y así le dio gloria a Dios. Abraham estaba plenamente
convencido de que Dios es poderoso para cumplir todo lo que promete.
La fe y la obediencia van juntas.
La verdadera fe resulta siempre en obediencia.
¡Los creyentes deben obligatoriamente ser obedientes!
La Biblia dice:
Hebreos 11:8 Fue por la fe que
Abraham obedeció cuando Dios lo
llamó para que dejara su tierra y fuera a otra que él le daría por herencia. Se
fue sin saber adónde iba.
El decir que crees algo y sin embargo, no lo pones en
práctica, eso no es fe.
La verdadera fe lee cree a Dios y obedece a Dios.
La fe que no obedece a Dios no es una fe viva.
La Biblia dice:
Santiago
2:19-22 Tú dices tener fe
porque crees que hay un solo Dios.* ¡Bien hecho! Aun los demonios lo creen y
tiemblan aterrorizados. ¡Qué tontería! ¿Acaso no te das cuenta de que la fe sin
buenas acciones es inútil? ¿No recuerdas que nuestro antepasado Abraham fue
declarado justo ante Dios por sus acciones cuando ofreció a su hijo Isaac sobre
el altar? ¿Ya ves?, su fe y sus acciones actuaron en conjunto: sus acciones
hicieron que su fe fuera completa.
• Cómo aumentar tu fe
Puede que digas: “Me gustaría tener más fe.
¿Qué puedo hacer para aumentarla?”
La fe crece mediante una constante y cuidadosa atención a las declaraciones
de Dios en Su Palabra.
Romanos 10:17 Así que la fe viene por oír, es decir, por oír la Buena Noticia
acerca de Cristo.
Si la fe viene por la Palabra de Dios.
Entonces como cristiano debo estudiar la Palabra de
Dios.
Pero debo hacerlo cuidadosamente cada día para ver
exactamente qué era lo que Dios decía en su Palabra.
Y cuando creo en su palabra y la aplicó en mi vida, el resultado permitirá
que mi fe crezca para ver mis bendiciones.
¿Qué son los
sentimientos?
Los
sentimientos son emociones, tales como:
La Alegría, La Tristeza, La Felicidad y El Dolor.
Debemos comprender que los sentimientos se diferencian
totalmente de los hechos, ya que los hechos nunca cambian, mientras que
nuestros sentimientos siempre están cambiando.
El estado de salud afecta nuestros sentimientos.
Nuestra relación con otras personas afecta los sentimientos.
Hasta un cambio de clima puede afectar nuestros sentimientos.
Un día puedes estar lleno de alegría.
Al día siguiente, sin ninguna razón aparente, puedes
estar triste y deprimido.
Lo más importante que hay que recordar en relación con los sentimientos es:
Los sentimientos son muy cambiantes.
Por esta razón nunca debemos procurar que nuestra fe descanse en nuestros
sentimientos.
Mucha gente sincera busca la salvación, pero no la encuentran
porque están buscando algún sentimiento.
En la vida cristiana los sentimientos sí tienen su lugar, pero no vienen
primero.
En cambio vienen después de los hechos y de la fe.
La Biblia dice: “El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí
mismo”.
Observa el orden:
Primero, creemos; y luego tenemos el testimonio del Espíritu en nuestro
corazón.
Cómo podemos controlar
nuestros sentimientos
Hay momentos en la vida de cada cristiano en que se siente desanimado y
deprimido.
Aún el gran Apóstol Pablo pasó por momentos así.
En 2
Corintios 1:8, Pablo escribió:
2Corintios
1:8 Amados
hermanos, pensamos que tienen que estar al tanto de las dificultades que hemos
atravesado en la provincia de Asia. Fuimos oprimidos y agobiados más allá de nuestra capacidad de aguantar y hasta
pensamos que no saldríamos con vida.
¿Qué debes hacer cuando estés desanimado?
Debes ir a la Palabra de Dios.
Lee y medita sobre pasajes tan maravillosos como por ejemplo:
Salmo
23, Romanos 8 y Filipenses 4.
A medida que vayas poniendo atención a lo que Dios dice en Su Palabra, solo
así encontrarás la fe.
La Biblia dice:
Romanos
15:13 Le pido a Dios, fuente de esperanza, que los llene
completamente de alegría y paz, porque
confían en él. Entonces rebosarán de una esperanza segura mediante el poder del
Espíritu Santo.
Al vivir la vida cristiana, no debemos estar
excesivamente preocupados por nuestros sentimientos.
No somos salvos por nuestros sentimientos y tampoco vivimos la vida
cristiana por nuestros sentimientos.
La vivimos por fe en la Palabra de Dios.
Si tenemos sentimientos agradables, damos gracias a
Dios; sino, seguimos adelante creyendo y obedeciendo a Dios.
Ya para finalizar, tenga muy presente que la fe en las realidades de la
Palabra de Dios, es el camino hacia una vida feliz y llena de bendiciones.
El principio es éste:
Pon siempre tu fe en los hechos de Dios y deja que tus sentimientos sigan
como quieran.
1 La Promesa de Dios: esta es mi realidad.
2 La creo: esta es mi fe.
3 Dios la cumple y yo la disfruto: este es mi sentimiento.
El orden de Dios es siempre:
(1) Los Hechos (2) La Fe y (3) Los Sentimientos.
Los hechos forman el fundamento;
La fe descansa en los hechos;
Los sentimientos vienen después.
Gracia y Paz.
Pastor y Administrador, Rogers
Infante.
Que Dios te bendiga.
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