NO TE
ANGUSTIES NI TE PREOCUPES
Lucas 4:18-19 «El Espíritu del SEÑOR está sobre
mí, porque me ha ungido para llevar la Buena Noticia a los pobres. Me ha
enviado a proclamar que los cautivos serán liberados, que los ciegos verán, que
los oprimidos serán puestos en libertad, y que ha llegado el tiempo del favor del SEÑOR»*.
Hoy en día son muchas las
personas que viven su propio encierro.
Personas que siendo esclavos
de la mentira y el engaño, se han apartado de Dios sin darse cuenta.
Dice la
palabra de Dios que debemos caminar en la verdad, porque la verdad es lo que
nos hace libre ante cualquier situación.
Pero al ver que la maldad se
esa multiplicando aceleradamente por los mensajeros de satanás, hoy en día muchos
no están en una prisión física, pero sí encerrados en conflictos emocionales
que los mantienen atrapados en su mente.
Incluso hay
personas que físicamente han ido a parar a una cárcel por algún delito cometido
o incluso por injusticia, y han encontrado allí la libertad cuando han
escuchado y creído en la Palabra de Dios.
Porque la Palabra de Dios,
cuando la aceptamos verdaderamente sin excusas, dudas y sin egoísmo, tiene un primer efecto y es el de liberar
nuestra mente de la opresión de la mentira, que causa confusión y altera
nuestra forma de actuar.
Tenga usted
presente que el padre de la mentira es satanás.
Por eso la
mentira nos lleva a estar cautivos de nuestras emociones, porque creerle
implica no estar atento a escuchar la guía del Espíritu de Dios, pues Jesús nos
prometió que Él nos guiaría a toda verdad.
Yo me pregunto:
¿Existe alguna
opresión en tu vida que te lleva a sentirte sin salida, atrapado en sí mismo o
en los problemas?
Cada verdadero creyente debe
obligatoriamente evaluar lo que es verdad en cada situación de su vida.
Debe evaluar y analizar su
vida en todo frente a lo que dice la Biblia y llevando el pensamiento a la
obediencia a Cristo.
Tenga muy presente que a
través de su Palabra encontramos libertad y paz para nuestro pensamiento, pues
no se trata de que no tengamos ningún problema o de que se terminen
inmediatamente, sino que Dios nos da la fuerza para resistir, la sabiduría para
resolver y la libertad a través de su Palabra.
Isaías
42:18-25 »¡Escuchen
ustedes, sordos! ¡Miren y vean, ciegos! ¿Quién es tan ciego como mi propio
pueblo, mi siervo? ¿Quién es tan sordo como mi mensajero? ¿Quién es tan ciego
como mi pueblo elegido, el siervo del SEÑOR? Ustedes ven y reconocen lo que es correcto, pero se niegan a hacerlo.
Escuchan con sus oídos, pero en realidad no prestan
atención». Debido a que
el SEÑOR es justo, él ha exaltado su ley gloriosa; pero a su pueblo lo han robado y saqueado, lo han
esclavizado, metido en prisión y atrapado. Es blanco fácil para
cualquiera, y no tiene a nadie que lo proteja, a nadie que lo lleve de regreso
a casa. ¿Quién escuchará estas lecciones del pasado y verá la ruina que le
espera en el futuro? ¿Quién permitió que robaran e hirieran a Israel? Fue el
SEÑOR, contra quien pecamos, porque los israelitas no quisieron andar por su
camino, ni quisieron obedecer su ley. Por lo tanto, él derramó su furia sobre ellos y los
destruyó en batalla. Las llamas los envolvieron, pero aun así se negaron a
entender. El fuego los consumió, pero no aprendieron su lección.
Isaías 42:5 Dios, el SEÑOR, creó los
cielos y los extendió; creó la tierra y todo lo que hay en ella. Él es quien da
aliento a cada uno y vida a todos los que caminan sobre la tierra. Y es él
quien dice: «Yo, el SEÑOR, te he llamado para manifestar mi justicia. Te tomaré
de la mano y te protegeré, y te daré a mi pueblo, los israelitas, como símbolo
de mi pacto con ellos. Y serás una luz para guiar a las naciones. Abrirás los ojos de los ciegos; pondrás a los
cautivos en libertad, soltando a los que están en calabozos oscuros. »¡Yo soy
el SEÑOR; ese es mi nombre! No le daré mi gloria a nadie más, ni compartiré mi
alabanza con ídolos tallados.
Las emociones desbordadas
nos llevan a cometer errores y a actuar de forma incorrecta.
Pensamos que
estamos libres al dejarnos llevar por lo que sentimos o por la emoción del
momento, pero tenga usted muy presente que un carro acelerado a fondo tiene el
porcentaje más alto de estrellarse.
Si realmente nuestro guía es
el Espíritu Santo, entonces por medio de la Palabra de Dios tenemos equilibrio
en nuestro pensamiento, sentimientos y emociones.
Es decir que
al tener dominio propio y control, lograremos bajo el Poder de Dios, mantener
nuestra voluntad dispuesta a ir por el camino correcto y a tomar decisiones
correctas.
Por eso una persona antes de
actuar, y ser arrastrado o llevados por las emociones, debemos primeramente
pensar si lo que vamos a hacer nos libera realmente o nos deja prisioneros de
un sentimiento, de una emoción pasajera y de sus consecuencias.
Hay creyentes
que iniciaron con pie derecho en la obra de Dios, pero que por su frialdad en
no estudiar la palabra de Dios, se volvieron presas fáciles de los mensajeros
de satanás.
Hoy en día le
sirven a satanás y sus mentiras.
Pero quiero
decirles a estos hombres, que aún hay tiempo de reconciliarse con Dios y volver
al camino correcto, el cual es la verada, y la verdad es Jesús.
Aunque no debemos, ni
podemos quitar nuestras emociones, SI podemos permitir que sea Dios quien
dirija y que su Poder de lo Alto, nos dé el equilibrio que necesitamos para
tener un sentir correcto, fruto de una mente equilibrada y un corazón lleno de
amor hacia Dios Padre y su Hijo Jesús.
Cristo nos
libera por medio del amor.
Nos libera de
seguir atrapados en cavernas y escondidos en cárceles emocionales que nosotros
mismos construimos.
El amor que recibimos en
nuestro interior por la fe en Cristo, no es un sentimiento simplemente.
Porque este amor va más allá
de la emoción.
Este amor que
Cristo nos regaló y puso en nuestro corazón, debe ser el motivador principal de
nuestros pensamientos y acciones.
Hermano que lo que hagamos a
partir de hoy, sea llevado por el amor y no por una simple y pasajera emoción,
para que entonces seamos librados de las cárceles emocionales que tanto daño
ocasionan.
Por eso el nos dice claramente que no nos preocupemos y que mucho menos
nos angustiemos
Juan 14:1-3 »No dejen que el corazón se les llene de angustia; confíen en Dios y
confíen también en mí. En el hogar de
mi Padre, hay lugar más que suficiente.* Si no fuera así, ¿acaso
les habría dicho que voy a prepararles un lugar?* Cuando todo esté listo, volveré para llevarlos,
para que siempre estén conmigo donde yo estoy.
Iglesia, no nos dejemos
llenar de angustia, confiemos en Dios y en Jesús.
Sus promesas nos son más que
suficientes en medio del problema.
Recuerde que cuando
estemos a punto de caer en temor o angustia, miremos la cruz.
Recordemos que
Él no nos falló para salvarnos.
Lo hizo para llevarnos
a la vida eterna.
Si su palabra lo dice y lo
confirma, entonces tampoco nos fallará en ninguna situación por adversa que
parezca.
Como
verdaderos cristianos, esperemos en Él hasta el último momento.
Él llegará en
el momento justo.
Cristo tiene
todo bajo control, aun la muerte venció.
Si es así, ¿No vencerá lo que nos causa preocupación también?
Claro que nos
dará la salida.
Y no solo la salida, sino que nos rescatará del
hueco profundo que satanás y sus mensajeros han intentado hacer.
Y si algunos ya han caído, deben aprender a confiar
cada vez más en la provisión de Dios.
A veces decimos como el
salmista
Sal 42:11 ¿Por qué estoy desanimado? ¿Por qué está
tan triste mi corazón? ¡Pondré mi esperanza en Dios! Lo alabaré otra vez, ¡mi
Salvador y mi Dios!
Gracia y
Paz.
Pastor y
Administrador, Rogers Infante.
Que Dios
te bendiga.
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