Gracia y Paz para todos mis hermanos en la obra de
Dios Padre y de su Hijo Jesucristo, el cordero inmolado que hoy se encuentra
sentado a la diestra de su Padre, y que al sonar de la séptima trompeta vendrá
a juzgar a este mundo y su maldad.
En los versículos bíblicos
que vamos leer, encontraremos una de esas muchas historias de la Biblia que
tienen un final maravilloso, como también finales desastrosos.
En estas historias bíblicas
que miraremos hoy, nos conducirán a llevar una nueva vida, un nuevo destino y a
una mejor situación.
Cuanto de nosotros hemos
visto en nuestra familia finales maravillosos y cuantos hemos visto finales
tristes y deprimentes.
Hoy en día podemos decir
que no todos hemos tenido situaciones en la vida que han representado bendición.
Pero gracias a la
misericordia de Dios, no todos hemos tenido que vivir en carne propia algo como
lo que otros desafortunadamente vivieron.
Muchos hemos sido víctimas de la circunstancias.
Muchos hemos tenidos momentos inesperados.
Muchos hemos estado en situaciones que se dieron
en un segundo, quizá en un minuto y que han cambiado nuestras vidas para
siempre.
En otras palabras: Algunas
personas han quedado marcadas sin poder hacer nada por eso.
Tales circunstancias se
presentan en nuestra vida, cuando vivimos apartados de la presencia de Dios.
Es por eso que
constantemente debemos buscar la presencia de Dios en nuestra vida para que
podamos ser guiados por su Poder.
Seguramente algunos de
nosotros hemos vistos como cambio rotundamente la vida del actor Christopher
Reeves, el que fue protagonista de la película Superman, “el hombre de acero”.
Hace poco anunciaron el
retorno de Superman, pero esta persona ya no podrá representar ese papel del
hombre de acero.
El motivo principal, es que
ya está muerto por un giro que dio la vida.
Su vida cambió en una mañana como muchas de las que
ya había vivido.
Era aficionado a la equitación, su caballo lo tira… se
quiebra la cervical…queda paralitico por pocos años, hasta que murió.
En otras circunstancias vemos que si una persona se
gana la lotería, su vida cambia por las circunstancias que se han dado.
A otros se les cambia la
vida por un buen negocio, un accidente o por la muerte de un familiar.
En todo caso estamos predestinado a tener un cambio
en nuestra vida.
Cambio que puede ser para bien o para mal.
La vida de muchos de nosotros como cristianos puede
también cambiar de cualquier forma.
Esto puede ser en cualquier
instante, lugar o tiempo.
Posiblemente ese cambio se
puede dar, de la forma más infantil.
Pero indiscutiblemente será
determinante y nos llevará a un final nunca pensado.
Dios permite que la vida de nosotros cambie por
haber conocido a Jesús, su Hijo, y no por haber sido víctima de un infortunio.
El tener a Jesús en nuestro
corazón, hace que nuestra vida sea transformada completamente.
En otras palabras, pasamos
de una naturaleza pecaminosa a una salvadora.
Es decir que las cosas que
hacíamos anteriormente, ya no la podemos hacer porque somos guiados por el
Poder de Dios. Su espíritu santo.
Y la carne ya no tendría
control sobre nosotros.
Veamos algunas circunstancias que llevaron a
cambiar la vida de ciertas personas en la Biblia.
Una de esas personas fue Caín. Génesis 4:1-10
Este personaje bíblico, le cambio la vida por un
simple ataque de celos.
Génesis 4:1-10 Ahora bien, Adán* tuvo relaciones
sexuales con su esposa, Eva, y ella quedó embarazada. Cuando dio a luz a Caín,
dijo: «¡Con la ayuda del SEÑOR, he tenido* un varón!». (2) Tiempo después, dio
a luz al hermano de Caín y le puso por nombre Abel. Cuando crecieron, Abel se
hizo pastor de ovejas, mientras que Caín se dedicó a cultivar la tierra. (3) Al
llegar el tiempo de la cosecha, Caín presentó algunos de sus cultivos como
ofrenda para el SEÑOR. (4) Abel también presentó una ofrenda: lo mejor de las
primeras crías de los corderos de su rebaño. El SEÑOR aceptó a Abel y a su
ofrenda, (5) pero no aceptó a Caín ni a su ofrenda. Esto hizo que Caín se
enojara mucho, y se veía decaído. (6) «¿Por qué estás tan enojado? —Preguntó el
SEÑOR a Caín—. ¿Por qué te ves tan decaído? (7) Serás aceptado si haces lo
correcto, pero si te niegas a hacer lo correcto, entonces, ¡ten cuidado! El
pecado está a la puerta, al acecho y ansioso por controlarte; pero tú debes
dominarlo y ser su amo». (8) Cierto día Caín dijo a su hermano: «Salgamos al
campo».* Mientras estaban en el campo, Caín atacó a su hermano Abel y lo mató.
(9) Luego el SEÑOR le preguntó a Caín: —¿Dónde está tu hermano? ¿Dónde está
Abel? —No lo sé —contestó Caín—. ¿Acaso soy yo el guardián de mi hermano? (10)
Pero el SEÑOR le dijo: --¿Qué has hecho? ¡Escucha! ¡La sangre de tu hermano
clama a mí desde la tierra!
“Serás aceptado si haces lo correcto”.
Esta fue la frase que prendió la chispa a Caín.
Él sabía que lo que le estaba entregando al señor, no
era lo correcto.
Pero él no quería que nadie se lo dijera.
Seguramente él creía que podría engañar a Dios.
O que Dios se iba a conformar con lo que le estaba
entregando como ofrenda.
Pero cuando Dios, le hizo ver lo injusto y tramoyero
que era Caín, este se sintió ofendido, porque le habían dicho la verdad.
Su corazón se llenó de ira, rabia y oscuridad.
Pero como no podía atacar a Dios, por un ataque de
celos, Mato a su hermano porque este si hacia la voluntad de Dios.
Los celos y la envidia es reconocer la superioridad del envidiado.
Los celos dominan a la persona, y la obligan hacer
ciertas cosas que podrían cambiar rotundamente su estilo de vida.
Este
Caín, no se supo dominar.
Y como no tenía control de sí mismo, entonces fue víctima
de sus emociones.
Dice la palabra de Dios:
Proverbios 14:30 La paz en el corazón da salud al cuerpo; los celos son como
cáncer en los huesos.
Filipenses 1:15 Es cierto que algunos predican
acerca de Cristo por celos y rivalidad, pero otros lo hacen con intenciones
puras.
Caín inundado de celos y envidia, no se dio cuenta que
pudo haber compartido el Huerto del Edén con su hermano, ahora su hermano está
muerto y él tiene que ser expulsado.
Dios jamás va a permitir que los pecadores entre al
reino de los cielos.
La segunda circunstancia es esta: La mala decisión.
Es decir que una mala decisión que tomemos ahora de
parte nuestra, repercutirá en la vida de nosotros mismos y esta llegara a
nuestros hijos.
Jueces
2:6-15
Después que Josué despidió al pueblo, cada una de las tribus salió para tomar
posesión del territorio que se le había asignado. (7) Los israelitas sirvieron
al SEÑOR todo el tiempo que vivieron Josué y los líderes que lo sobrevivieron,
aquellos que habían visto todas las grandes cosas que el SEÑOR había hecho por
Israel. (8) Entonces Josué, hijo de Nun y siervo del SEÑOR, murió a los ciento
diez años de edad. (9) Lo enterraron en Timnat-sera,* tierra que se le había
asignado, en la zona montañosa de Efraín, al norte del monte Gaas. (10) Después
de que murieron todos los de esa generación, creció otra que no conocía al
SEÑOR ni recordaba las cosas poderosas que él había hecho por Israel. (11) Los
israelitas hicieron lo malo a los ojos del SEÑOR y sirvieron a las imágenes de
Baal. (12) Abandonaron al SEÑOR, Dios de sus antepasados, quien los había
sacado de Egipto. Siguieron y rindieron culto a otros dioses —los dioses de
los pueblos vecinos— y así provocaron el enojo del SEÑOR. (13) Abandonaron
al SEÑOR para servir a Baal y a las imágenes de Astarot, (14) lo cual hizo que
el SEÑOR ardiera de enojo contra Israel y que los entregara en manos de
saqueadores, quienes les robaron sus posesiones. Los vendió a los enemigos que
tenían a su alrededor, y ya no podían vencerlos. (15) Cada vez que los
israelitas salían a la batalla, el SEÑOR peleaba en contra de ellos e hizo que
sus enemigos los derrotaran, tal como él les había advertido. Y el pueblo
estaba muy angustiado.
Este versículo nos muestra el inicio de un enfriamiento en
nuestras vidas espirituales.
Las señales que transmitiremos a
nuestros hijos, serán el reflejo del mañana.
El mundo que dejaremos a nuestros hijos, nunca podrá
ser mejor, si estamos fuera de la cobertura espiritual de nuestro Dios y Padre.
El sufrimiento que enfrentarán nuestros hijos en el
mañana, será desastroso si ellos no tienen a cristo verdaderamente en sus
corazones.
Josué 24:15 Pero si te niegas a servir al
SEÑOR, elige hoy mismo a quién servirás. ¿Acaso optarás por los dioses que tus
antepasados sirvieron del otro lado del Éufrates? ¿O preferirás a los dioses de
los amorreos, en cuya tierra ahora vives? Pero en cuanto a mí y a mi familia,
nosotros serviremos al SEÑOR.
Las decisiones que estamos tomando y estamos
enseñándoselas a nuestros hijos, serán las decisiones que ellos seguirán.
Por eso es importante dejarnos
guiar por la presencia del Espíritu Santo en nosotros.
Porque solo así, se podrá ejecutar el plan de Dios en
nuestra vida.
Si usted no obedece, ni hace la voluntad de Dios, nunca espere que sus
hijos lo hagan.
Nosotros
somos el ejemplo de ellos.
Y si usted no es su ejemplo, ellos buscaran los
ejemplos del mundo.
Así como nuestros antepasados nos enseñaron doctrinas
erradas y tradiciones mundanas.
Solo el Poder de Dios es lo único que nos transforma a
hacer su voluntad y caminar en obediencia.
Hoy
estamos acá, porque Dios por su gracia así lo permite.
Pero queda de parte de nosotros, el guiar a nuestros
hijos y parientes a que escojan un mejor vivir en el espíritu.
En otras
palabras: Ahora
que usted es luz de sus hijos, ilumínelos constantemente.
Para que las tinieblas no prevalezcan ni tomen control
de ellos.
Sea un buen ejemplo para ellos, esa sería la mejor
decisión en su vida.
En
estos pasajes vemos que la generación anterior no se preocupó por enseñarle a
la generación postrera el temor hacia Dios.
Por eso esa generación postrera se entregó a pasiones
mundanas, y empezó a venerar la idolatría.
La diferencia entre esa generación y la que hoy está
actualmente, no tienen nada de diferentes.
Este pueblo actual es idolatra, falso, mentiroso, y lo
menos que puede esperar de Dios es su castigo.
Solo aquellos que verdaderamente buscamos a Dios Padre
en arrepentimiento por medio de su Hijo Jesucristo, seremos los que Dios en su
infinita misericordia nos salvara.
La tercera y última circunstancia, El cambio Inesperado.
La vida del Rey Uzías cambió
radicalmente: 2Crónicas
26: 1-5
2Cr 26:1-5 Todo el pueblo de Judá había
coronado a Uzías, hijo de Amasías, quien tenía dieciséis años de edad, para que
reinara en lugar de su padre. (2) Después de la muerte de su padre, Uzías
reconstruyó la ciudad de Elat* y la restituyó a Judá. (3) Uzías tenía dieciséis
años cuando subió al trono y reinó en Jerusalén cincuenta y dos años. Su madre
se llamaba Jecolías y era de Jerusalén. (4) El rey hizo lo que era agradable a
los ojos del SEÑOR, así como su padre Amasías. (5) Uzías buscó a Dios en el
tiempo de Zacarías, quien le enseñó a temer a Dios;* y mientras el rey buscó la
dirección del SEÑOR, Dios le dio éxito.
Esa es la clave de toda bendición. Buscar a Dios primeramente y obedecerlo.
Amasías le enseño a su hijo los fundamentos de la
obediencia hacia Dios.
Como resultado por su obediencia, Dios estuvo con él
también guiándolo.
Recordemos que Zacarías le enseño el temor a Dios al
rey Amasías.
Y este a su vez se lo enseño a su Hijo.
Pero el problema comienza cuando Uzías se creyó ser
poderoso.
Este es el típico caso de haberlo tenido todo y
perderlo.
Este joven que reino durante muchos años, tuvo un
problema que muchos en nuestra era lo presentan.
Su problema fue hacerse poderoso.
Pero al mismo tiempo era débil.
Su
poder lo llevo a no escuchar los consejos de los demás.
2Cr.26:16-18 Pero cuando llegó a
ser poderoso, Uzías también se volvió orgulloso, lo cual resultó en su ruina.
Pecó contra el SEÑOR su Dios cuando entró al santuario del templo del SEÑOR y
personalmente quemó incienso sobre el altar del incienso. (17) Azarías, el sumo
sacerdote, fue tras él junto con ochenta sacerdotes del SEÑOR, todos ellos
hombres valientes. (18) Enfrentaron al rey Uzías y le dijeron: «No es a usted,
Uzías, a quien corresponde quemar incienso al SEÑOR. Eso es función exclusiva
de los sacerdotes, los descendientes de Aarón, los cuales son apartados para
este servicio. Salga del santuario, porque ha pecado. ¡El SEÑOR Dios no le
honrará por esto!».
Qué
triste es cuando una persona que ha estado en la nada, luego de que Dios le dé
una oportunidad, esta se crea que ya no necesita más del favor de Dios.
Y que por consiguiente, se crea ahora independiente,
porque cree que ya obtuvo o que quería.
Este
rey por su arrogancia y orgullo, quedó leproso para siempre.
Él pensó que ahora que tenía el poder, podía hacer lo
que quisiera.
Pero
Dios vuelve al orgulloso, desecho.
Y este orgullo y poder lo llevo a tener un cambio
inesperado en su vida.
Como resultado de ese cambio, este rey muere apartado
de todo aquello que un día disfrutó.
2Cr 26:19-23 Uzías, que tenía en
sus manos un recipiente para quemar incienso, se puso furioso; y mientras
expresaba su rabia contra los sacerdotes, ante el altar del incienso en el
templo del SEÑOR, de pronto le brotó lepra* en la frente. (20) Cuando Azarías,
el sumo sacerdote, y los demás sacerdotes vieron la lepra, lo sacaron del
templo a toda prisa. El propio rey estaba ansioso por salir porque el SEÑOR lo
había herido. (21) De modo que el rey Uzías tuvo lepra hasta el día de su
muerte. Vivió aislado en una casa aparte, porque fue excluido del templo del
SEÑOR. Su hijo Jotam quedó encargado del palacio real y él gobernaba a los
habitantes del reino. (22) Los demás acontecimientos del reinado de Uzías,
desde el principio hasta el fin, están registrados por el profeta Isaías, hijo
de Amoz. (23) Cuando Uzías murió, lo enterraron con sus antepasados; su tumba
estaba en un cementerio cercano que pertenecía a los reyes, porque el pueblo
decía: «Tenía lepra». Su hijo Jotam lo sucedió en el trono.
Todo cambio inesperado puede repercutir en la
vida de los demás.
Por eso es
importante, seguir siempre en la presencia de Dios.
Cuando somos
guiados por su Poder de lo Alto, nuestra vida cada día será mejor y llena de
bendiciones.
Dice la palabra
de Dios: Éxodo
23:25 »Sirve sólo al SEÑOR tu Dios. Si
lo haces, yo te bendeciré* con alimento y agua, y te protegeré de enfermedades.
Deuteronomio
28:2-9 Si
obedeces al SEÑOR tu Dios, recibirás las siguientes bendiciones: (3) Tus
ciudades y tus campos serán benditos. (4) Tus hijos y tus cosechas serán
benditos. Las crías de tus rebaños y manadas serán benditas. (5) Tus canastas
de fruta y tus paneras serán benditas. (6) Vayas donde vayas y en todo lo que
hagas, serás bendito. (7) »El SEÑOR vencerá a tus enemigos cuando te ataquen.
¡Saldrán a atacarte de una sola dirección, pero se dispersarán por siete! (8)
»El SEÑOR te asegurará bendición en todo lo que hagas y llenará tus depósitos
con granos. El SEÑOR tu Dios te bendecirá en la tierra que te da. (9) »Si
obedeces los mandatos del SEÑOR tu Dios y andas en sus caminos, el SEÑOR te
confirmará como su pueblo santo, tal como juró que haría.
Cuando le somos obediente a Dios, sin las excusas
que Satanás nos provocó, entonces recibiremos todas y absolutamente todas las
bendiciones que Dios tiene para con nosotros.
Fíjate bien claro lo que dice: »Si obedeces los mandatos del SEÑOR
tu Dios y andas en sus caminos,
Allí encuentras nuevamente la clave del éxito.
Otro cambio totalmente diferente lo
encontramos en la vida del carcelero de Filipos.
Hechos
16:26-34
De repente, hubo un gran terremoto y la cárcel se sacudió hasta sus cimientos.
Al instante, todas las puertas se abrieron de golpe, ¡y a todos los prisioneros
se les cayeron las cadenas! (27) El carcelero se despertó y vio las puertas
abiertas de par en par. Dio por sentado que los prisioneros se habían escapado,
por lo que sacó su espada para matarse. (28) Pero Pablo le gritó: «¡Detente!
¡No te mates! ¡Estamos todos aquí!». (29) El carcelero pidió una luz y corrió
al calabozo y cayó temblando ante Pablo y Silas. (30) Después los sacó y les
preguntó: —Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? (31) Ellos le contestaron.
—Cree en el Señor Jesús y serás salvo, junto con todos los de tu casa. (32) Y
le presentaron la palabra del Señor tanto a él como a todos los que vivían en
su casa. (33) Aun a esa hora de la noche, el carcelero los atendió y les
lavó las heridas. Enseguida ellos lo bautizaron a él y a todos los de su
casa. (34) El carcelero los llevó adentro de su casa y les dio de comer, y
tanto él como los de su casa se alegraron porque todos habían creído en Dios.
Que hermoso es cuando una persona abre su corazón
a Dios y este permite que el Poder de Dios, entre en esa persona y sea
transformada.
La familia del carcelero creyó en la palabra de
Dios.
Y no solamente creyó en su palabra sino que se
sometieron a obediencia.
Y ese primer paso de obediencia los llevó a todos
al bautismo.
No necesitaron ir a un templo para
bautizarse, ya que los siervos de Dios estaban allí y de inmediato el Poder de
Dios hizo la obra.
El carcelero y su familia fueron
bautizados en su casa.
Sus vidas cambio para bien, de un momento a otro.
Miremos las circunstancias:
Un terremoto en su casa.
Pide orientación.
Se salva él. Hechos
16:31 Ellos le contestaron. —Cree en el Señor Jesús y serás salvo, junto con
todos los de tu casa.
Se salva su familia. Hechos 16:32-34 Y le presentaron la palabra del Señor tanto a él
como a todos los que vivían en su casa. (33) Aun a esa hora de la noche, el
carcelero los atendió y les lavó las heridas. Enseguida ellos lo bautizaron a
él y a todos los de su casa. (34) El carcelero los llevó adentro de su casa y
les dio de comer, y tanto él como los de su casa se alegraron porque todos
habían creído en Dios.
En otras palabras: la vida
del carcelero y su familia nunca jamás fue la misma.
Ellos se entregaron a Dios y Dios velo por ellos, gracia a su obediencia y
temor a Dios.
Hoy en día
muchos son los que dicen temer a Dios, pero hacen lo que les da la gana.
Otros
buscan excusas satánicas con el propósito de no hacer la obra de Dios.
(Porque
el diablo es quien pone las excusas para que la obra de Dios no se lleve a
cabo).
Mientras
tengamos excusas para no hacer la voluntad de Dios.
Satanás
siempre te va a llevar agarrado de su asquerosa mano, hacia tu propia ruina y
muerte.
Como ocurrió en algunos ejemplos que vimos en
este mensaje.
Cuando
realmente vemos que Dios puede cambiar y transformar la vida de nosotros, no
nos queda más que obedecer su palabra, y al mismo tiempo incrementar nuestra fe
en Jesús, el Hijo de Dios.
Iglesia, NO
tenemos que ir exclusivamente al templo para ser bautizados.
En la palabra de Dios no nos
muestra nada similar.
Los bautizos
que se generaron en la Biblia, fueron ejecutados en lugares abiertos, y en las
casa de los apóstoles o de las familias que deseaban seguir verdaderamente a
Jesús.
Solo hacía falta un lugar donde pudiéramos
ser sumergidos para que podamos ser limpios de pecado, más tarde el Poder de Dios se manifestara
en esas personas que hicieron el paso de obediencia ante la presencia de Dios
Padre.
Hechos 8:34-40 El eunuco le
preguntó a Felipe: «Dime, ¿hablaba el profeta acerca de sí mismo o de alguien
más?». (35) Entonces, comenzando con esa misma porción de la Escritura, Felipe
le habló de la Buena Noticia acerca de Jesús. (36) Mientras iban juntos, llegaron a un lugar donde había agua,
y el eunuco dijo: «¡Mira, allí hay
agua! ¿Qué impide que yo sea bautizado?»*. (37) Felipe dijo: Si crees de todo
corazón, bien puedes. Y respondiendo,
dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios.-.- (38) Ordenó que detuvieran el carruaje, descendieron al
agua, y Felipe lo bautizó. (39) Cuando salieron del agua, el Espíritu del Señor
arrebató a Felipe. El eunuco nunca más volvió a verlo, pero siguió su camino
con mucha alegría. (40) Entre tanto, Felipe se encontró más al norte, en la
ciudad de Azoto. Predicó la Buena Noticia allí y en cada pueblo a lo largo del
camino, hasta que llegó a Cesarea.
Debemos
tener muy presente que el bautismo debe ser única y exclusivamente en el nombre
de Jesús.
Como lo
hicieron todos los apóstoles.
Hechos 2:38 Pedro contestó: —Cada uno de
ustedes debe arrepentirse de sus pecados y volver a Dios, y ser bautizado en el
nombre de Jesucristo para el perdón de sus pecados. Entonces recibirán el
regalo del Espíritu Santo.
Nótese en
este versículo que solo los que son bautizados en el Nombre de Jesús, son los
únicos que recibirán el regalo del Poder de Dios. Su Espíritu Santo, el cual
nos guía a pasos de verdad.
Para poder
tener un cambio positivo en nuestra vida hay que aceptar a Jesucristo en
nuestro corazón, y caminar en paso de obediencia.
Solo así
obtendremos la victoria asegurada.
El salmo
3:8 dice:
Sal
3:8 La victoria proviene
de ti, oh SEÑOR; bendice a tu pueblo.
Sal
115:12-16
El SEÑOR se acuerda de nosotros y nos bendecirá. Bendecirá al pueblo de Israel
y bendecirá a los sacerdotes, los descendientes de Aarón. (13) Bendecirá a
los que temen al SEÑOR, tanto a los grandes como a los humildes. (14) Que
el SEÑOR los bendiga ricamente, tanto a ustedes como a sus hijos. (15) Que sean
bendecidos por el SEÑOR, quien hizo los cielos y la tierra. (16) Los cielos
pertenecen al SEÑOR, pero él ha dado la tierra a toda la humanidad.
Iglesia, que
la bendición de Dios Padre este siempre en ustedes porque tienen a cristo, su
Hijo en su corazón y son guiados por el Poder de lo alto.
Caminen
siempre en obediencia y sientan temor de Dios al declarar que estamos haciendo lo
correcto.
Porque por
nuestra boca, mente y corazón llegaran nuestras bendiciones.
Juan
8:31-32
Jesús les dijo a los que creyeron en él: —Ustedes son verdaderamente mis
discípulos si se mantienen fieles a mis enseñanzas; (32) y conocerán la verdad,
y la verdad los hará libres.
Gracia y Paz.
Pastor y Administrador, Rogers Infante.
Bendiciones a mis hermanos en la fe.
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