POR QUIEN DEBEMOS ORAR.
"Padre
Celestial, pedimos y no sabemos pedir, porque pedimos para nuestros propios
deleites. Hoy mi oración sea para que la gloria y magnificencia tuya estén
sobre este mundo tan alejado de ti. Ruego por la iglesia para que haya gran
reverencia delante de tu presencia, y nuestra oración se centre en el Dios que
está sentado en el trono celestial, Poderoso, Santo y Justo. Amen"
Mateo 6:6-8 Pero tú, cuando
ores, apártate a solas, cierra la puerta detrás de ti y ora a tu Padre en privado.
Entonces, tu Padre, quien todo lo ve, te recompensará. »Cuando ores, no
parlotees de manera interminable como hacen los seguidores de otras religiones.
Piensan que sus oraciones recibirán respuesta sólo por repetir las mismas
palabras una y otra vez. No seas como ellos, porque tu Padre sabe exactamente
lo que necesitas, incluso antes de que se lo pidas.
Todo
cristiano debe ante todo examinar su oración antes de llevarla al Padre.
Algunos
dicen que debemos orar por los enfermos, otros por las finanzas, y otros por la
familia, y en parte esto están bien.
Y
digo en parte porque por lo general el cristiano actual nunca ora por su falta
de reverencia y respeto a Dios.
Casi
nunca ora por su actitud espiritual, o por los problemas terribles que ocurren
en el mundo entero.
Por eso es de suma importancia examinar nuestra oración.
Ya
que si analizamos nuestras oraciones enseguida nos damos cuenta que en su
mayoría son unidireccionales.
En
otras palabras:
Nosotros pidiéndole a Dios, sin dejar lugar para que Dios nos hable.
Hay
casos en que nuestras oraciones son también “unitemáticas” es decir:
Oraciones de un mismo tema.
Por ejemplo, Son muchos los creyentes que oran solo
por los enfermos y afligidos, y no por cosas como el terrible estado espiritual
en que nos encontramos.
Es decir: que muchos cristianos estando en una
condición no aprobada por Dios, pretenden llevar oraciones a otros, cuando
realmente la necesitan son ellos.
Por eso necesitamos aprender a
orar.
En la
palabra de Dios, encontramos la oración modelo que nos dio Jesucristo.
En
esa oración se encuentran once aspectos muy importantes para la vida del
cristiano y no solamente los onces aspectos sino que esta oración modelo nos
habla de la verdad.
Escuche esto: Si hemos de hacer algo bien
hecho, incluso la oración, esta requiere que prestemos toda nuestra atención y
que hagamos uso de todos nuestros sentidos.
Veamos lo que Jesús nos enseña en el
Padre Nuestro (Mateo 6:9-13):
1. “Padre nuestro”
Aquí
vemos claramente la íntima relación que tenemos con el eterno y todopoderoso
Dios, lo cual nos permite acercarnos a Él y hablarle con confianza.
2. “Que estás en los cielos”
Todo
cristiano verdadero ora únicamente a nuestro Dios que está en el cielo y no a
ninguna imagen hecha por el hombre.
Es decir: Que la tierra, por tanto, no debe
ser el punto principal de interés
3. “Santificado sea tu nombre”
Si
tenemos a un Dios que es Santo en toda su plenitud y grandeza,
¿Porque muchos creyentes adoran al
falso líder romano el cual no es santo?
Iglesia
necesitamos conocer la grandeza, pureza y absoluta santidad de Dios.
Solo
él es santo.
4. “Venga tu reino”
La
palabra de Dios dice que debemos buscar primeramente el Reino de Dios.
Ese
Reino solo lo podemos hallar, teniendo a cristo en nuestro corazón
verdaderamente.
Es decir para que el Reino venga a nosotros, debemos
tener a Jesús el Hijo de Dios en nuestro corazón.
Pero
para eso debemos someternos en obediencia y fidelidad en todo, con el propósito
de complacer a Dios por siempre.
5. “Hágase tu voluntad como en el
cielo, así también en la tierra”
Esto
es muy importante ya que son muchos los creyentes que están haciendo su propia
voluntad y por medio de esa acción, le están diciendo a Dios, que es Él el que
se debe someter a estos orgullosos y obstinados creyentes.
Nosotros
los que realmente nos sometemos a la palabra de Dios, pedimos que así como en
el cielo siempre se hace su voluntad, así
mismo acá en el mundo reconozcamos su reinado y su gobierno.
Esta
es la parte espiritual de nuestras oraciones, no se centra en nosotros sino en
nuestro Padre Celestial, él ya sabe de qué tenemos necesidad, por lo tanto
debemos buscar la gloria de Dios primeramente mediante la obediencia y
fidelidad.
6. “El pan nuestro de cada día, dánoslo
hoy”
Cuando
ponemos los intereses de Dios de primero en nuestra vida, entonces es cuando
debemos pedir que supla nuestras necesidades diarias.
Tales
como nuestros alimentos, vestir, trabajo, salud y un hogar donde nos podamos
refugiar en su presencia. Ese es el pan nuestro.
En
otras palabras que Dios supla nuestras necesidades por nuestra obediencia y
fidelidad ante Él.
7. “Y perdona nuestras deudas, como
también nosotros perdonamos a nuestros deudores”
En
esta parte de la oración, estamos pidiendo su Gracia y Misericordia.
Ya
que por medio de la Gracia de Dios, podemos perdonar a aquellos que nos hacen
daño y por medio de su Misericordia cancelamos las deudas de aquellos que no
pueden pagarnos ya que no poseen un trabajo.
Indiscutiblemente
si no lo hacemos, no merecemos su perdón, su Gracia y misericordia.
8. “Y no nos metas en tentación”
Muchos son los
creyentes que suprimen la palabra “NO” y colocan “METENOS EN TENTACION”.
Cuando en
realidad lo que debemos hacer es pedirle a Dios, que nos libre de tentaciones.
Es decir: Que nos dé la fuerza para resistir esos deleites
que nos atraen tanto diariamente y que caemos por amar esos pecados.
La
única manera de librarnos de todo pecado, es estudiar constantemente la palabra
de Dios, para luego entrar en oración.
9. “Más líbranos del mal”
En
esta parte le pedimos a nuestro Padre Eterno, que nos ayude a vivir vidas
puras, reconociendo la diferencia entre lo bueno y lo malo.
Solo
así podemos ser dignos de su presencia.
10. “Porque tuyo es el reino, y el
poder, y la gloria, por todos los siglos”
La oración modelo
que nos dejó el Hijo de Dios, Jesús, nos insta a reconocer que solo Dios es Poderoso.
Que su reino es
soberano y pertenece únicamente a Él.
Que de Dios Padre
viene el Poder para vivir como debemos haciendo su
voluntad.
Toda
la gloria sea siempre para Dios Padre.
Puesto
que para Él hemos de vivir, no solo ahora sino por todos los siglos.
11. “Amén”.
El Amén
se entiende “Así sea”.
Es
decir que Dios Todopoderoso ha escuchado mi oración.
Eso es lo que quiere decir el amén.
Iglesia,
un cristiano verdadero se acerca a Dios en oración, no tanto para buscar ayuda
por nuestros problemas y necesidades, sino buscando que Dios sea glorificado en
nuestro mundo, en nuestro alrededor, y en el desarrollo espiritual de nuestras
vidas.
Dicho de otra manera: oramos para que se pueda ver en
nuestro mundo mucho más del cielo, y mucho menos del gobierno de la impiedad.
Salmo 30:1-12 Te exaltaré, SEÑOR, porque me rescataste; no permitiste que mis enemigos
triunfaran sobre mí. Oh SEÑOR, mi Dios, clamé a ti por ayuda, y me devolviste
la salud. Me levantaste de la tumba,* oh SEÑOR; me libraste de caer en la fosa
de la muerte. ¡Canten al SEÑOR, ustedes los justos! Alaben su santo nombre. Pues
su ira dura sólo un instante, ¡pero su favor perdura toda una vida! El llanto
podrá durar toda la noche, pero con la mañana llega la alegría. Cuando yo tenía
prosperidad, decía: «¡Ahora nada puede detenerme!». Tu favor, oh SEÑOR, me hizo
tan firme como una montaña; después te apartaste de mí, y quedé destrozado. A
ti clamé, oh SEÑOR. Le supliqué al SEÑOR que tuviera misericordia, le dije: «¿Qué
ganarás si me muero, si me hundo en la tumba? ¿Acaso podrá mi polvo alabarte?
¿Podrá hablar de tu fidelidad? Escúchame, SEÑOR, y ten misericordia de mí;
ayúdame, oh SEÑOR». Tú cambiaste mi duelo en alegre danza; me quitaste la ropa
de luto y me vestiste de alegría, para que yo te cante alabanzas y no me quede
callado. Oh SEÑOR, mi Dios, ¡por siempre te daré gracias!
No
debemos orar solo una o dos veces, sino frecuente y diligentemente, contándole
a Dios los deseos de nuestro corazón, y permitiéndole oír nuestras voces.
Es
por esto que la Palabra nos dice en filipenses 4:6
Filipenses 4:6 No se
preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y
denle gracias por todo lo que él ha hecho.
Es
importante que cuando nos dirigimos a Dios reconozcamos nuestra finitud.
Que seamos
conscientes de la diferencia que hay entre nosotros que somos seres limitados y
pecaminosos, y el Gran y Justo Juez ante el cual todos, un día nos
presentaremos.
Escuche esto: Solo a través de la lectura y la meditación en la
Palabra, aprendemos a armonizar nuestras peticiones con la voz, para obtener la
respuesta de Dios.
Por
eso debemos preguntarnos:
¿A quién estoy orando? ¿Cómo es Él? ¿Qué quiere? ¿Qué espera de mí?
¿Cómo puedo confiadamente traerle
mis peticiones si no lo conozco?
La
Biblia es el único libro donde puedo encontrar todas esas respuestas a todas
esas preguntas.
Sin la Biblia no sé quién es Dios,
ni por qué se interesa en mí.
En el
Salmo 30: vemos
que David está muy enfermo, a punto de morir y le hace una petición a Dios: “A ti, oh Jehová, clamaré, y al Señor suplicaré”.
Leyendo
los Salmos, sabemos que David sabe quién es Dios.
Sabe
que como hijo tiene todo derecho de pedirle ayuda.
Abre
su corazón y le dice a Dios: “¿Qué provecho hay en mi muerte cuando descienda a la sepultura?
¿Te alabará el polvo? ¿Anunciará tu verdad?
Oye,
oh Jehová, y ten misericordia de mí; Jehová, sé tú mi ayudador”.
Y vemos que Dios gloriosamente le
responde la oración de David.
La
oración no es unidireccional, es decir, David no estaba alzando una petición al
aire sin saber quién le estaba escuchando.
Igual
que David, yo puedo confiadamente decir: “Oye, oh Jehová, tú eres mi ayudador”.
Por
eso cuando leo la palabra de Dios y me aparto de toda idolatría, puedo conocer
a Dios.
La Biblia
me explica quién es Dios.
La
Biblia me dice lo que el aborrece.
La
Biblia me orienta a llegar a su santa presencia.
La
Biblia me señala como debo vivir apartado del pecado.
La
Biblia me testifica que si hago la voluntad de Dios, Él me considerara su hijo
adoptivo.
Ya
para finalizar déjeme decir esto:
1Tesalonisenses 5:16-18 Estén
siempre alegres. Nunca dejen de orar. Sean agradecidos en toda circunstancia,
pues ésta es la voluntad de Dios para ustedes, los que pertenecen a Cristo
Jesús.
No
olvidemos, que cuando Jesucristo nos enseñó a orar en el Padre Nuestro, lo
primero que subrayó es nuestra relación con Dios, nuestro Padre.
Si no
aprendemos quién es ese Padre y cómo obra en el cielo y en la tierra, ¿Qué sentido van a tener nuestras oraciones?
Un creyente que
no lee la Biblia, jamás podrá saber quién es su Padre.
Porque es en la
palabra de Dios, donde Él se describe.
Donde Él nos
anuncia lo que le agrada y lo que aborrece.
En otras palabras: Si no conozco la palabra de Dios, no sé quién es mi Padre Celestial.
Por
eso el mundo camina en oscuridad.
Porque
si llegara a conocer realmente a Dios, estaría obligado a no participar de los
placeres y tradiciones del mundo.
Iglesia,
La oración es un hijo hablando con su Padre a quien mucho ama, compartiendo lo
más íntimo de su corazón.
Él
nos manda que cuando Oremos, lo hagamos con la puerta cerrada para que nadie
nos estorbe en la conversación que vamos a tener con nuestro Padre Celestial.
Así
como está escrito en Mateo 6:6
En otras palabras: Es concebir que nuestro Padre, sabe de qué cosas tenemos
necesidad, antes que nosotros se lo pedimos.
Finalizo
con esto:
La
Oración es el grandioso recurso que tenemos para comunicarnos con Dios Padre,
por medio de Jesús.
Gracia y Paz
Pastor y administrador Rogers
Infante
Que Dios derrame Bendiciones a mis
hermanos en la fe.
En momentos de crisis como el presente, no es mejor orar por los demás.
ResponderEliminarCon el Coronavirus muchos médicos y enfermeras mueren a causa de él. Y con ellos sus familiares. Y estarán muriendo por cincuenta días más.
Cuando decimos
"Hágase tu voluntad asi en el cielo como en la tierra" y cuando Dios hizo al hombre lo hizo para que poblara la tierra.