¿SEGURO QUE ERES CRISTIANO, Y QUE ERES SALVO?
Antes de iniciar este mensaje, quiero agradecerle a
Dios todo lo que ha hecho en mi vida como su siervo y en la vida de mi esposa e
hijos.
Así mismo quiero que toda la gloria sea para nuestro
Dios Padre y a su Hijo Jesús. Amen
1Jn 5:11 Y este es el
testimonio que Dios ha dado: él nos dio vida eterna, y esa vida está en su
Hijo. (12) El que tiene al Hijo tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios
no tiene la vida.
¿Tiene
usted alguna duda por su alma si esta, está en el proceso de salvación o NO?
Posiblemente usted ha pasado rato orando y pidiendo a
Cristo que entre en tu corazón y a pesar de todo eso, usted aun no estás seguro
de ser salvo.
Algunas veces usted sentirá que está en el proceso de
salvación y otras no.
Pero el asunto de todo esto es que muchos quisieran
saber si realmente están seguros de su salvación.
Ahora, esto solo lo podemos asegurar por medio de
nuestro comportamiento y acciones delante de Dios y su Hijo Jesús.
Ese comportamiento y esas acciones determinaran, mi
estado espiritual.
Es decir que si cristo realmente vive en mí, yo
deberían comportarme como en verdadero cristiano.
En otras palabras debo demostrar mi obediencia,
fidelidad y compromiso en la palabra de Dios.
Dios no quiere que pases la vida preguntándote si eres
o no eres un cristiano salvado.
Pero para
saber o tener un amplio conocimiento sobre mi estado espiritual, debemos saber
ante todo lo que es un cristiano.
Si alguien te
llegara a preguntar:
¿Qué
es un cristiano?
¿Qué
le contestarías usted? Quizás usted diría:
“Un
cristiano es una persona que lee su Biblia, ora a Dios y asiste a una iglesia”.
Su respuesta no estaría mal e incluso tendrías toda la
razón al decir que un cristiano debe hacer todo eso.
Pero mi querido creyente, sepa usted que
una persona puede hacer todas esas cosas sin ser cristiano.
Ahora usted
seguramente dirá: “un cristiano es una persona que lleva una buena vida,
ayuda a los demás y hace buenas obras”.
Es fabulosa esa respuesta, pero nuevamente,
una persona puede hacer estas cosas sin ser un verdadero cristiano.
¿Cómo
podríamos definir entonces a un cristiano?
Un cristiano es una persona en la cual vive Cristo.
Un cristiano se somete a la voluntad de Dios, por medio de Cristo.
Un cristiano se mantiene separado del mundo, por temor a ser rechazado por
Dios.
Un cristiano es fiel, honesto, sincero ante la iglesia.
Un cristiano muestra un buen testimonia ante el mundo, para ganar almas.
Un cristiano siempre lleva consigo la palabra de Dios. La Biblia.
Un cristiano aprende y reconoce la voz de Dios.
Un cristiano no participa en los deleites y tradiciones del mundo.
Un cristiano vive una vida consagrada para Dios.
Un cristiano mantiene vivo al espíritu de Dios en su cuerpo.
Un cristiano no se engaña así mismo, para que no lo vean desnudo
espiritualmente.
Un cristiano no es un esclavo del mundo.
Un cristiano es un hijo y heredero de Dios.
Gál
4:6 Y, debido a que somos* sus hijos, Dios envió al Espíritu de su Hijo a
nuestro corazón, el cual nos impulsa a exclamar «Abba, Padre»*. (7) Ahora ya no
eres un esclavo sino un hijo de Dios. Y, como eres su hijo, Dios te ha hecho su
heredero.
La palabra de Dios nos deja bien claro que cualquiera
que no tenga esta relación personal con Jesucristo, no es un verdadero hijo de
Dios.
La Palabra de
Dios dice bien clarito:
Romanos
8:9 Pero ustedes no están dominados por su naturaleza pecaminosa. Son
controlados por el Espíritu si el Espíritu de Dios vive en ustedes. (Y
recuerden que los que no tienen al Espíritu de Cristo en ellos, de ninguna
manera pertenecen a él).
Muchas personas piensan que por asisten a ciertas
iglesias ya son salvas.
Que porque cierto cachivache de pastor ecuménico,
extendió su mano y dijo:
“Repite esto conmigo, bla bla bla,” entonces al final,
ya son salvos.
Eso es Mentiras del diablo.
Usted no es salvo porque alguien se lo dijo.
Usted
es salvo por su comportamiento, testimonio y conducta de actuar delante de
Dios.
Muchos piensan que tienen por su forma de ser, la
seguridad de su salvación en sus manos.
Pero lastimosamente podemos decir y hasta afirmar que
estas personas nunca han comprendido realmente lo que deben hacer para ser
cristianos.
¿Cómo se puede llegar
a ser un Cristiano?
1 ARREPENTIRSE.
Debemos arrepentirnos de nuestros
pecados.
El arrepentimiento es esencial para la salvación.
El que se arrepiente por un pecado delante de Dios,
este no debe volverlo a cometer.
La Biblia dice:
Hch
17:30 »En la antigüedad Dios pasó por alto la ignorancia de la gente acerca de
estas cosas, pero ahora él manda que todo el mundo en todas partes se
arrepienta de sus pecados y vuelva a él. (31) Pues él ha fijado un día para
juzgar al mundo con justicia por el hombre que él ha designado, y les demostró
a todos quién es ese hombre al levantarlo de los muertos».
¿Qué
significa arrepentirse?
Arrepentirse es no volver a caer en lo mismo, por amor
a Dios y a Jesús.
No sólo es estar triste o lamentar el pecado que
cometió.
Recuerde usted que Judas lamentó haber traicionado al Señor
Jesús, pero nunca se arrepintió.
Arrepentirse
NO es sólo dejar de hacer un acto pecaminoso.
Algunos hombres han dejado ciertos pecados, no porque
deseaban obedecer a Dios, sino por razones personales como su salud, los negocios,
su reputación o familia.
Esto
NO es arrepentimiento.
¿Qué
es entonces, el arrepentimiento?
El arrepentimiento es el sincero pesar del corazón por
el pecado, que lleva a una persona a volverse de sus pecados a Dios, para hacer
Su voluntad.
El
patriarca David expreso el verdadero arrepentimiento cuando dijo:
Sal
119:57 ¡SEÑOR, eres mío! ¡Prometo obedecer tus palabras! (58) Deseo tus
bendiciones con todo el corazón; ten misericordia, como lo prometiste. (59)
Consideré el rumbo de mi vida y decidí volver a tus leyes.
El Hijo de Dios, Jesús, nos dio una ilustración clara
de lo que significa arrepentirse.
Mateo
21:28-29 »¿Pero qué piensan de lo siguiente? Un hombre con dos hijos le dijo al
mayor: “Hijo, ve a trabajar al viñedo hoy”. (29) El hijo le respondió: “No, no
iré”, pero más tarde cambió de idea y fue. (30) Entonces el padre le dijo al
otro hijo: “Ve tú”, y él le dijo: “Sí, señor, iré”. Pero no fue. (31) »¿Cuál de
los dos obedeció al padre? Ellos contestaron: —El primero.* Luego Jesús explicó
el significado: —Les digo la verdad, los corruptos cobradores de impuestos y
las prostitutas entrarán en el reino de Dios antes que ustedes.
No hay duda que el padre se sintió muy herido por la
forma en que sus hijos respondieron. Pero la historia no termina ahí.
Pero algo asombroso ocurrió en el corazón del primer
hijo.
Este sin duda se dio cuenta de cuán rebelde y
desobediente había sido y cómo había herido el corazón de su padre.
Este hijo se arrepintió de su pecado y fue e hizo lo
que su padre quería que hiciera.
Cuantos de nosotros realmente nos hemos arrepentidos
por no darle lo primero a Dios y realmente someternos a Él.
Hay
un grupo de creyentes que son como el primer hijo.
Muchas veces hemos dicho “No” a Dios.
Hemos sido egoístas y egocéntricos.
Hemos seguido nuestro propio camino, haciendo lo que
nos place.
Hemos endurecido nuestro corazón contra Dios.
Pero al final nos hemos arrepentido y hemos vuelto a
Él, para no volver a fallarle.
Y
existe otro grupo que es como el segundo hijo.
Muchas veces dicen “Si” a Dios, y estos no hacen NADA.
Se llenan la boca, para que otros los oigan, pero
realmente están vacíos.
Esos nunca se han arrepentido, ya que siempre están en
lo mismo.
Y lo peor de todo es que tienen como a su padre, a
Satanás.
Quien es el Padre de la mentira.
Dios, en su amor y misericordia, usa varios métodos
para ablandar nuestro corazón y hacernos acercar a Él.
Él Envía su Espíritu Santo a convencernos de nuestros
pecados y mostrarnos cuán pecadores y egoístas hemos sido.
Pero lo más interesante de todo esto, es
que la bondad de Dios, es lo que nos mueve a arrepentirnos.
Observe
cuán paciente y amoroso ha sido Él con nosotros.
Cuando nos arrepentimos para no volver a caer, y nos
volvemos hacia el Señor, encontramos que Él es misericordioso, lleno de gracia,
y está deseoso de perdonarnos.
La Biblia dice:
Isa
55:7 Que los malvados cambien sus caminos y alejen de sí hasta el más mínimo
pensamiento de hacer el mal. Que se vuelvan al SEÑOR, para que les tenga
misericordia. Sí, vuélvanse a nuestro Dios, porque él perdonará con
generosidad.
Tenga presente que cuando abandonamos nuestros pecados
y rebelión contra Dios, y volvemos nuestro corazón hacia Él, entonces estaremos
listos para creer en Su Hijo y recibirlo como nuestro Salvador y Señor.
2 CREER
Debemos creer en el Hijo de Dios, quien
es Jesucristo.
Son muchos los que creen las verdades referentes a
Cristo.
Creen que es el Hijo de Dios y que murió en la cruz
por los pecados del mundo.
Creen, Pero no se han entregado a Él.
En otras palabras: No lo aman por sobre todas las
cosas.
Ni están dispuestos a obedecerle ni a seguirle.
Esto no es fe verdadera en Cristo y nunca traerá
salvación.
La salvación de Dios es por medio de su Hijo Jesús.
Recuerde nuestro versículo inicial.
La Biblia dice:
1Jn 5:12 El que tiene
al Hijo tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.
En otras palabras, nos está diciendo que creamos,
confiemos en Él.
Hechos
16:31-32 Ellos le contestaron. —Cree en el Señor Jesús y serás salvo, junto con
todos los de tu casa.
¿Qué
significa creer en Él?
Creer en el Señor Jesucristo significa creer que Él es
el Hijo de Dios y que es digno de ser amado, adorado y obedecido fielmente en
todo.
La
Biblia no sólo hace énfasis en la fe, sino también subraya el amor.
Y
como cristianos verdaderos debemos darle al Señor Jesús, nuestro corazón,
nuestra Alma y todos nuestros pensamientos.
Mateo
22:37-38 Jesús contestó: —“Amarás al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón, con
toda tu alma y con toda tu mente”*. (38) Éste es el primer mandamiento y el más
importante.
Amar al Señor no es sólo tener un sentimiento.
Al Amarlo con nuestro CORAZÓN, ALMA Y MENTE, debe ser la
elección definitiva de nuestra voluntad.
David dijo: Sal 18:1
Te amo, SEÑOR; tú eres mi fuerza.
Eso es precisamente lo que debemos hacer si somos
cristianos verdaderos.
Elevemos hacia Dios nuestro corazón y si en verdad amamos
verdaderamente al Señor, le obedeceremos.
No es posible amar al Señor sin desear obedecerle.
Jesús dijo:
Juan
14:23-24 Jesús contestó: —Todos los que me aman harán lo que yo diga. Mi Padre
los amará, y vendremos para vivir con cada uno de ellos. (24) El que no me ama
no me obedece. Y recuerden, mis palabras no son mías, lo que les hablo proviene
del Padre, quien me envió.
Ahora
pregúntese usted:
¿Es mi amor por Dios tan sincero que
anhelo seguir a su Hijo Jesús, en obediencia y fidelidad, para poder
reconocerlo como mi único salvador?
A esa pregunta, mi querido hermano en cristo, Usted
tiene la respuesta.
3 RECIBIR
Debemos recibir al Señor Jesús como
nuestro Salvador.
Para llegar a ser un hijo de Dios, debemos
primeramente creer en alguien y posteriormente recibir ese alguien.
En este caso es a Jesús, el hijo de Dios.
Cuando le recibimos, debemos hacerlo como nuestro
único salvador personal.
La manera de hacerlo es pidiéndole que entre en
nuestro corazón.
Tenga muy presente que Jesús compara nuestro corazón
con una casa con puerta.
Él dice:
Apocalipsis
3:20-22 »¡Mira! Yo estoy a la puerta y llamo. Si oyes mi voz y abres la puerta,
yo entraré y cenaremos juntos como amigos. (21) Todos los que salgan vencedores
se sentarán conmigo en mi trono, tal como yo salí vencedor y me senté con mi
Padre en su trono. (22) »Todo el que tenga oídos para oír debe escuchar al
Espíritu y entender lo que él dice a las iglesias».
Esta es la salvación verdadera: que el Señor Jesús
venga a vivir en nuestro corazón.
La Biblia dice ya para terminar este mensaje:
Juan
1:12 Pero, a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho
de llegar a ser hijos de Dios. (13) Ellos nacen de nuevo, no mediante un
nacimiento físico como resultado de la pasión o de la iniciativa humana, sino
por medio de un nacimiento que proviene de Dios.
Apreciada Iglesia de Cristo, Si usted a la verdad se
ha arrepentido, creído y recibido a Cristo, en su corazón y le está siendo
fiel, obediente en todo, como también está teniendo un testimonio agradable
ante Dios, tenga la plena seguridad que tendrá ciertas evidencias claras de
salvación en su vida.
Gracia
y Paz.
Pastor
y administrador, Rogers Infante.
Bendiciones
a mis hermanos en la fe.
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