JESUS Y LA PALABRA DE DIOS PADRE

JESUS Y LA PALABRA DE DIOS PADRE

Gracia y Paz para todos mis hermanos en la obra de Dios Padre y de su Hijo Jesucristo, el cordero inmolado que hoy se encuentra sentado a la diestra de su Padre, y que al sonar de la séptima trompeta vendrá a juzgar a este mundo y su maldad.

Oremos: Señor gracias por tu Palabra, que alumbra mi vida de manera cierta. No me da temor ir a tu presencia para que tú reveles todo aquello que necesito cambiar y entregarte a ti para ser limpiado y corregido.

Señor en tu Palabra encuentro la inteligencia y la sabiduría para tomar caminos correctos, para no desviarme de la senda buena que tú tienes para mí, te pido Señor que sigas abriendo mis ojos para mi entendimiento, y que cada día más pueda comprender tus principios, hoy te pido me des sabiduría y entendimiento para someter mi vida a tu Palabra, amén."

Busquemos en la palabra de Dios:

Hebreos 4:12-13 Pues la palabra de Dios es viva y poderosa. Es más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra entre el alma y el espíritu, entre la articulación y la médula del hueso. Deja al descubierto nuestros pensamientos y deseos más íntimos. (13) No hay nada en toda la creación que esté oculto a Dios. Todo está desnudo y expuesto ante sus ojos; y es a él a quien rendimos cuentas.

 

Antes de iniciar este mensaje, debemos saber que la Palabra de Dios ha dejado al descubierto toda intensión del corazón del hombre.

Si realmente queremos conocernos a nosotros mismos, debemos ir primeramente a la palabra de Dios, y no al mundo y su filosofía de la hoy nombrada, la nueva era.

Es fundamental que todos aquellos que desean cambiar su vida, lo deban hacer por medio de la palabra de Dios.

Esta palabra transformara nuestra antigua naturaleza, en una nueva, agradable y perfecta para Dios.

Si intentamos conocernos a nosotros mismos, por medio de la filosofía de este mundo, ¿qué encontraremos en nuestro corazón?

Estoy completamente seguro que muchos se asombraran e incluso sentirán temor y pavor al ver cómo está realmente su corazón sin cristo.

La Palabra de Dios nos enseña en el libro de Jeremías 17: 9 que el corazón es un órgano engañoso, más que todas las cosas, y que además de ser engañoso es perverso.

Por eso hace la pregunta. ¿quién lo conocerá?”.

Jeremías 17:9 »El corazón humano es lo más engañoso que hay, y extremadamente perverso. ¿Quién realmente sabe qué tan malo es? (10) Pero yo, el SEÑOR, investigo todos los corazones y examino las intenciones secretas. A todos les doy la debida recompensa, según lo merecen sus acciones».

Nos engañamos a nosotros mismos si pretendemos a través de las filosofías y práctica de la nueva era, la meditación, el yoga, o cualquier filosofía humana, encontrar la verdad, la tranquilidad o la sabiduría.

Jesús mismo es el único que ha dicho y probado que Él es la verdad en sí mismo.

En ÉL está el poder y la sabiduría de Dios.

El ser humano siempre ha tratado con la falsa enseñanza que dice “hombre conócete a ti mismo y conocerás el universo”.

Pero la Palabra de Dios enseña claramente que es Dios quien claramente y con sabiduría ceo todo, y que nosotros somos criaturas limitadas, dependientes de Dios.

(Por favor léase Job 26.),

El conocimiento de la Palabra de Dios nos debe llevar a conocer a Cristo y a tener una relación personal e íntima con nuestro Salvador y Señor Jesús.

En Jesús esta toda la plenitud de su Padre.

Por eso él nos dice en el libro de Juan.

Juan 11:25… —Yo soy la resurrección y la vida.* El que cree en mí vivirá aun después de haber muerto.

Por eso cada vez que usted lee la palabra de Dios, Él nos mostrará cada día, aquello que no está bien en nosotros.

Nos mostrara todo aquello que nos hace daño y debemos extirparlo, o eliminarlo como un tumor maligno.

Mire si usted no lee la palabra de Dios, ese tumor maligno de querer hacer las cosas como usted mismo lo decida, siempre va a estar allí y cada día de su vida, va a crecer dentro de usted haciendo notar que usted no tiene ningún interés en las cosas de Dios.

Pero cuando leemos su palabra y la atesoramos, empezamos a hacer las cosas que agradan a Dios.

Es decir que nos sometemos a su santa voluntad y empezamos a hacerle fiel en todo.

En otras palabras: Sin que usted lo note, es cristo quien gobierna su vida, para la honra y gloria de Dios.

Un creyente que no lee la palabra de Dios, el cual es su alimento espiritual, estará expuesto a las tinieblas, cuando este escuche la palabra de Dios.

Es decir: Que en la luz de su Palabra, las tinieblas son expuestas.

En otras palabras:

Muchos dicen al mundo: hacemos, pero en la luz de la palabra no hacen nada.

Muchos dicen al mundo: Yo doy, pero en la luz de la palabra, no dan nada.

Muchos dicen al mundo: obedezco, pero ante la palabra no obedecen nada.

Muchos dicen al mundo: soy cristiano, pero ante la palabra de Dios, estos muestran un testimonio mundano y falto de compromiso.

Muchos dicen al mundo: Soy salvo, cuando en realidad están más perdidos.

Por eso cuando recibimos a Cristo, y permitimos que sea el realmente quien nos controle, él nos mostrara por la voluntad de su Padre, su luz de amor.

Y más que su luz de amor, creceremos cada día en su conocimiento.

Ese conocimiento nos llevara a ser obedientes y andaremos en fidelidad.

Y cuando le somos fiel en todo, viviremos una vida integra, al poner en práctica sus enseñanzas.

Por esto, la espada del creyente, que es la Palabra de Dios, debe pasar más tiempo penetrando y desnudando nuestro corazón, más que el de los demás.

Dice la palabra de Dios:

Proverbios 2:1-5 Hijo mío, presta atención a lo que digo y atesora mis mandatos. (2) Afina tus oídos a la sabiduría y concéntrate en el entendimiento. (3) Clama por inteligencia y pide entendimiento. (4) Búscalos como si fueran plata, como si fueran tesoros escondidos. (5) Entonces comprenderás lo que significa temer al SEÑOR y obtendrás conocimiento de Dios.

En otras palabras, el libro de Proverbios nos muestra que al recibir al Señor Jesús en nuestro corazón, es recibir su Palabra.

Si usted rechaza su palabra, está rechazando a Jesús.

Mire existen muchas personas en las iglesias que van solo por ir.

Tiene años en la congragación y usted nunca las ve llevar una Biblia.

La razón es simplemente porque no les interesa leerla, y mucho menos conocer a nuestro Padre Celestial.

Cuando un creyente lee la palabra de Dios, este empieza a ver a través de la palabra, su condición de vida.

Y más que su condición, sabrá cuál es su estado ante Dios.

  

En el evangelio de Juan 14:23 leemos:

Juan 14:23 Jesús contestó: —Todos los que me aman harán lo que yo diga. Mi Padre los amará, y vendremos para vivir con cada uno de ellos. (24) El que no me ama no me obedece. Y recuerden, mis palabras no son mías, lo que les hablo proviene del Padre, quien me envió.

Esto significa que si decimos que amamos a Dios y que amamos a Jesús, guardamos su palabra.

Tenga usted presente que el Guardar su palabra significa atesorarla, someternos, obedecerla.

Cuando usted guarda la palabra de Dios en su corazón, estamos guardamos un tesoro no material en nuestro corazón.

Y la clave para abrir ese corazón es memorizar la palabra de Dios, para no perdernos.

Todo buen cristiano verdadero meditar en la palabra de Dios profundamente, colocándola en práctica en nuestros asuntos diarios, aún en las más insignificantes situaciones que pensemos.

Todo el mundo dice que cree en Dios.

Incluso la mayoría van a una iglesia o congregación, pero no conocen la palabra de Dios.

Y no desean conocerla, porque en su corazón no está Jesús.

Es decir: no tiene a Jesús, por no someterse a Dios.

Por eso estas personas creen todo lo que les dicen en ciertas congregaciones, porque no estudian y mucho menos atesoran la palabra de Dios.

Es un llamado contundente a amar a Dios verdaderamente.

Y lo hacemos a través de su hijo Jesús.

Tenga en cuenta que su palabra no nos lleva a desanimarnos si no estamos haciendo como Él dice, sino que nos debe llevar a corregirnos, a aceptar nuestra condición y cambiar la forma de pensar, pues el Señor Jesucristo concluye contundentemente, “ El que no me ama, no guarda mis palabras”.

Dice la palabra:

Proverbios 2:7-12 Al que es honrado, él le concede el tesoro del sentido común. Él es un escudo para los que caminan con integridad. (8) Él cuida las sendas de los justos y protege a los que le son fieles. (9) Entonces comprenderás lo que es correcto, justo e imparcial y encontrarás el buen camino que debes seguir. (10) Pues la sabiduría entrará en tu corazón, y el conocimiento te llenará de alegría. (11) Las decisiones sabias te protegerán; el entendimiento te mantendrá a salvo. (12) La sabiduría te salvará de la gente mala, de los que hablan con palabras retorcidas.

 

¿Que vemos aquí?

Lo que esta palabra me está mostrando, es cuales aspectos de mi vida no he realizado o manejado de acuerdo a la sabiduría y los principios de Dios escritos en la Biblia.

Es decir:

Mi sexualidad, mis relaciones familiares, mi trabajo o estudio.

También me muestra, mi relación de pareja y sobre todo mi relación con Dios.

En otras palabras:

Cómo estoy manejando mi vida

Cómo estoy manejando mi hogar

Cómo estoy manejando mí trabajo

Cómo estoy manejando mi compromiso con Dios y la iglesia

Cómo estoy manejando el dinero que Dios me permite obtener por el trabajo que un día usted le pidió

La Biblia es el único libro que tiene todas las respuestas a las preguntas e incertidumbres en que se halla la humanidad en este momento.

La Biblia diagnostica el problema del hombre, su tragedia personal, familiar y financiero.

Cuando el hombre se aleja de los principios de Dios y actúa independientemente de él, creyendo que hace las cosas bien a su manera, este se queda limitado a sus propios razonamientos.

En otras palabras: Se envanece, creyendo que tiene la razón, pero sus frutos y consecuencias de dolor, enfermedad, muerte, muestran claramente que lejos de Dios nada podemos hacer.

Romanos 1:18-32 Pero Dios muestra su ira desde el cielo contra todos los que son pecadores y perversos, que detienen la verdad con su perversión.* (19) Ellos conocen la verdad acerca de Dios, porque él se la ha hecho evidente. (20) Pues, desde la creación del mundo, todos han visto los cielos y la tierra. Por medio de todo lo que Dios hizo, ellos pueden ver a simple vista las cualidades invisibles de Dios: su poder eterno y su naturaleza divina. Así que no tienen ninguna excusa para no conocer a Dios. (21) Es cierto, ellos conocieron a Dios pero no quisieron adorarlo como Dios ni darle gracias. En cambio, comenzaron a inventar ideas necias sobre Dios. Como resultado, la mente les quedó en oscuridad y confusión. (22) Afirmaban ser sabios pero se convirtieron en completos necios. (23) Y, en lugar de adorar al Dios inmortal y glorioso, rindieron culto a ídolos que ellos mismos se hicieron con forma de simples mortales, de aves, de animales de cuatro patas y de reptiles. (24) Entonces Dios los abandonó para que hicieran todas las cosas vergonzosas que deseaban en su corazón. Como resultado, usaron sus cuerpos para hacerse cosas viles y degradantes entre sí. (25) Cambiaron la verdad acerca de Dios por una mentira. Y así rindieron culto y sirvieron a las cosas que Dios creó pero no al Creador mismo, ¡quien es digno de eterna alabanza! Amén.

Luego viene una lista tremenda de estos pecadores que no se quisieron someter, ni obedecer a Dios. Por eso al final de este capítulo dice:

Romanos 1:32 Saben bien que la justicia de Dios exige que los que hacen esas cosas merecen morir; pero ellos igual las hacen. Peor aún, incitan a otros a que también las hagan.

Iglesia, déjeme decirle que si practicamos lo que Dios nos enseña en la Biblia seremos librados del mal, aprenderemos a escoger sabiamente nuestra pareja o ayuda idónea, con la dirección de su Espíritu; porque en el conocimiento de Dios aprenderemos a guardar nuestra sexualidad, nuestro trabajo, nuestro hogar, nuestra finanzas, nuestras economía y nuestra vida.

Para eso debemos negarnos a nosotros mismos, y todos los deseos carnales y egoístas.

Esto no en nuestra fuerza sino en el dominio propio que nos da su Espíritu.

Pero si hacemos las cosas a nuestra manera, nuestro fin no es otro que el sufrimiento, que perdamos nuestra vida resolviendo las consecuencias de malas decisiones o de administrar mal las bendiciones que Dios ha puesto en nuestras manos.

En otras palabras, seguiremos causando daño a nuestra familia y seres queridos, por no atesorar la palabra de Dios y caminar con Jesús en nuestro corazón.

Volvámonos pues de corazón al camino, a las sendas antiguas, escritas detalladamente en la palabra de Dios, y de esa manera recibiremos bendiciones de lo Alto, por nuestra fidelidad, obediencia y responsabilidad ante Dios, Jesús y su Iglesia.

Gracia y Paz

Pastor y administrador Rogers Infante.

Que sea Dios quien derrame Bendiciones a mis hermanos en la fe verdadera.