UN HOMBRE QUE NO DUDO.
Cuando
escuchamos la palabra bendición, sin temor a equivocarme, de 10 personas, 8
piensan en dinero.
Desafortunadamente
siempre relacionamos las bendiciones con bienes económicos, pero ¿habrá alguna bendición
que traiga sacrificio, abstinencia y confusión?
Creo que
dejaríamos de llamarla bendición para llamarla juicio.
Esto es un
poco difícil de aceptar a menos que lo estemos viviendo.
Veamos el otro lado de la moneda:
¿Qué de los juicios donde vemos
las bendiciones de Dios?
Esto es más
fácil de entender.
Para
comprenderlo mejor veamos un pasaje que se presta a la perfección:
1Reyes 17:1-9 Ahora bien, Elías, quien era de Tisbé en Galaad,
le dijo al rey Acab: «Tan cierto como que el SEÑOR vive, el Dios de Israel —a
quien sirvo—, no habrá rocío ni lluvia durante los próximos años, ¡hasta que yo
dé la orden!». Después el SEÑOR le
dijo a Elías: «Vete al oriente y escóndete junto al arroyo de Querit, cerca de
su desembocadura en el río Jordán. Bebe del arroyo y come lo que te den los cuervos, porque yo les he ordenado
que te lleven comida». Entonces Elías hizo lo que el SEÑOR le dijo y acampó
junto al arroyo de Querit, al oriente del Jordán. Los cuervos le llevaban pan y carne por la mañana y por la
noche, y él bebía del arroyo. Sin embargo,
poco después, el arroyo se secó porque no había
llovido en ninguna parte del reino. Luego el SEÑOR dijo a Elías: «Vete a vivir a la aldea
de Sarepta, que está cerca de la ciudad de Sidón. Yo le he ordenado a una viuda
de allí que te alimente».
El profeta Elías
le comunica al rey Acab que no habrá lluvia ni rocío, hasta que él lo diga.
He aquí un
juicio, por así decirlo para la nación entera.
Pero ¿Qué sucederá con los
justos y los fieles al Señor?
¿Cómo actuará Dios para bendecir a
los suyos?
Por medio de los Cuervos de Querit.
Observamos
que lo primero que hizo Dios con Elías fue apartarlo, alejarlo del rey.
De esa
manera Dios asegura la vida de este varón.
Él le dice
a Elías, "escóndete", no salgas,
quédate allí, he puesto un lugar para ti.
Esto es lo
primero que hace el Señor en nuestras vidas.
Nos
aparta del mundo y sus tradiciones y deleites, para que estemos en Él, en
obediencia y fidelidad.
En otras palabras: Nos esconde en
el hueco de su mano, enseñándonos a confiar únicamente en Él.
Cuando
estamos seguros en sus manos, Dios nos hace lo que le hizo a Elías por su
obediencia y fidelidad.
Observe que
Dios hizo ejercitar la fe de Elías y así mismo hará con sus hijos obedientes.
Él nos dará
de beber del arroyo y permitirá que los cuervos nos alimenten.
Miren
hay personas que necesitan de la ayuda de Dios, pero estos pretenden que Dios
los ayude sin ni siquiera someterse a Él.
Eso se
llama, Rebeldía, Obstinación, dicho de otra manera: Desobediencia.
Quizá Elías
pensó: no lloverá en mucho tiempo.
Y luego se
hace la pregunta: ¿Me darás de beber agua de un arroyo?
Lo más
probable es que se seque primero que cualquier cosa.
¿Qué cuervos me alimentarán?
¿Esos animales inmundos me
alimentaran?
Posiblemente
Elías, pudo haber pensado eso.
Pero el
libro de Reyes nos dice otra cosa.
Nos dice que obedeció. Con fe y sin dudar.
Hebreos 11:1 La fe es la confianza de que en verdad sucederá lo que
esperamos; es lo que nos da la certeza de las cosas que no podemos ver.
Este texto
aún no se había escrito pero Elías ya se lo sabía muy bien, y por su obediencia
y fidelidad Dios obro en este varón.
Entonces Elías hizo lo que el SEÑOR le dijo y acampó junto al arroyo de
Querit, al oriente del Jordán.
En otras
palabras: Elías accionó su fe,
por su obediencia y fidelidad ante Dios.
No para
saber que podía suceder, SINO porque CREYO sin dudar y por eso se sometió a
Dios.
El creyó y
se fue directo al arroyo.
Pero ¿Qué sintió Elías cuando vio al Jordán y al Querit juntos?
¿Acaso
no llevaba más agua el Jordán que el arroyo?
Entonces, ¿por qué le dijo que fuese a un lugar con menos probabilidad
de sobrevivir por la sequía?
Mire hay
personas que prefieren las distracciones del mundo que cumplir en obediencia el
congregarse en una iglesia. ¿verdad?
Y lo hacen
porque aún son del mundo y no entienden ni mucho comprenden que colocando a
Dios de primero, sus vidas se llenaran de regocijo.
Por esa
razón desobedecen y buscan excusas para no someterse a la palabra de Dios.
Pero Elías obedeció.
Elías
no renegó. Elías no dudo. Elías confió. Elías Obedeció.
Elías,
se dirigió al lugar que Dios le dijo sin preguntas y sin reproches.
Solo
obedeció y Dios cumplió lo dicho.
¿Cuántas
personas de hoy en día, reniegan de la palabra de Dios, y siguen peor que
antes?
Y
peor aún, les insinúan a otros que hagan lo que estos hacen, para estar en la
miseria.
La Biblia dice que Elías era un hombre con pasiones
semejantes a las nuestras, ni más ni menos que nosotros.
Por eso,
nos guste o no, Obedezcamos a Dios, aunque el mar ruja.
Dios
nos llevará a nuestro Querit, y es mejor que lo hagamos sin preguntas.
Al profeta Elías, dice la
palabra que los cuervos le traían pan y carne.
Te
pregunto: ¿Alguna vez ha recibido alguna bendición de
parte de alguna persona que no es creyente? O ¿La haz rechazado por eso?
Creo que
no.
Lo mismo
hizo Elías, "Comía carne y bebía del arroyo".
Proverbios 30:8-9 Primero, ayúdame a no
mentir jamás. Segundo, ¡no me des pobreza ni riqueza! Dame sólo lo suficiente
para satisfacer mis necesidades. Pues si me
hago rico, podría negarte y decir: «¿Quién es el SEÑOR?».
Y si soy demasiado pobre, podría robar y así ofender el santo nombre de Dios.
Elías
simplemente no anheló irse al Jordán, se quedó en el arroyo.
1Reyes 17:7 Sin embargo, poco después, el arroyo
se secó porque no había llovido en ninguna parte del reino.
¿Qué
sucedió? Se terminó el agua del
arroyo.
Elías no
corrió al Jordán, Ni tampoco regresó al rey Acab.
Elías buscó
la respuesta más sabia a cualquier necesidad, por más difícil que sea, Él
esperó en Jehová.
Nosotros
los que le somos fieles y obedientes, y que hemos colocado a Dios en primer
lugar, antes que los placeres del mundo, esperamos en cristo, porque en Él,
somos más que vencedores.
¿Hacia
dónde corre usted cuando se le seca el arroyo?
Algunos corren hacia los paga
diarios.
Algunos corren hacia los médium
o adivinos.
Algunos corren hacia las
distracciones y placeres del mundano.
Pero Elías, sin dudar, espero
en Jehová.
1Reyes 17:8-9 Luego el SEÑOR dijo a
Elías: «Vete a vivir a la aldea de Sarepta, que está cerca de la ciudad de
Sidón. Yo le he ordenado a una viuda de allí que te alimente».
El Señor
siempre obra de una manera positiva en sus fieles.
Por eso hay
que esperar en el Señor aunque nuestro arroyo se seque.
Tenga muy
en cuenta que Dios ya tiene otro plan preparado para cuando esto suceda.
Para que Dios
supla una necesidad hay varios factores que influyen con importancia:
1.-
Tiene que haber una necesidad.
2.-
Creer que Dios lo suplirá, eso es fe.
3.-
y lo más importante, es Esperar pacientemente. Eso es Confianza, Obediencia y Fidelidad.
Hay algo
muy importante cuando Dios suple: lo hace como ÉL quiere, no como nosotros queremos que él supla.
Si esperas
en Dios, deja que el haga su trabajo, solo debemos esperar.
Lo único
que debemos hacer es ser obediente y fiel a sus mandatos.
Recuerde que cuando Dios llamo a Elías le da palabra para que le
diga al rey Acab que viene una gran sequía sobre la tierra de Israel a causa de
la idolatría, mentira, engaño y desobediencia.
Tengamos
muy presente que eran tiempos muy tensos para el profeta, pues se había ganado
muchos enemigos por causa de su persecución a los Baales.
Por
eso su ministerio era un ministerio de Él con Dios.
Un
ministerio poderoso.
A Elías, se
le dio la orden de esconderse ya que el rey se disgustó por el anuncio y su
vida corría peligro.
Hay momentos
en la vida en que podemos estar en las mismas condiciones de Elías con temor,
sin saber qué hacer y adonde ir, por estar haciendo lo correcto, por obedecer
la Palabra de Dios y seguir sus preceptos.
Esos son
momentos de angustia y desesperación donde nos encontramos solos, sin apoyo
humano y dependiendo únicamente de la providencia de Dios.
Elías era considerado como
el mayor profeta del Antiguo testamento después de Moisés.
Recuerde usted que se le
llamó: “el hijo del desierto, el solitario”.
Porque su ministerio lo hizo
prácticamente con Dios, y por su manera de vivir.
No tenía una iglesia, pero
tenía a Dios, por ser obediente en todo.
Tan es así que cuando Juan
Bautista aparece en escena en el Nuevo testamento, todos pensaron que Elías
había regresado.
Juan 1:19-23 Éste fue el testimonio que dio Juan cuando
los líderes judíos enviaron sacerdotes y ayudantes del templo* desde Jerusalén
para preguntarle: —¿Quién eres? Él dijo con toda franqueza: —Yo no soy el
Mesías. —Bien. Entonces, ¿quién eres? —preguntaron —. ¿Eres Elías? —No
—contestó. —¿Eres el Profeta que estamos esperando?* —No. —Entonces, ¿quién
eres? Necesitamos alguna respuesta para los que nos enviaron. ¿Qué puedes
decirnos de ti mismo? Juan contestó con las
palabras del profeta Isaías: «Soy una voz que clama en el desierto: “¡Abran
camino para la llegada del SEÑOR!”»*.
Dios siempre levanta a las
personas fieles y las adapta para el servicio independientemente de las
circunstancias.
Este hombre apareció en el
momento oportuno y de gran necesidad dentro del pueblo de Israel, donde una
gran oscuridad espiritual reinaba y estaban totalmente apartados de Dios.
¿Cuantas personas que se hacen llamar cristianos,
están realmente apartadas de Dios?
Personas que no cumplen y
que su terquedad y obstinación los llevara a la miseria, el dolor y la
angustia.
Dicho de otra
manera, personas sordas al evangelio, y prestos al mundo.
Yo
personalmente, conozco a muchos.
Dios, sostuvo milagrosamente
a Elías, alimentándolo a través de cuervos y proveyéndole agua de un arroyo que
se estaba secando.
De la misma manera que proveyó mana y codornices a
su pueblo en tiempos difíciles.
Así como Elías hay momentos
en que Dios nos aparta para alentarnos y prepararnos si estamos decaídos, y
proveerá milagrosamente para que podamos soportar el desierto por el que
estamos atravesando.
Esto debe animarnos a seguir
adelante y a confiar en el Dios que hemos creído, Él cual nunca nos dejará, ni
nos desamparará por nuestra obediencia y fidelidad.
Hagamos de nuestra vida
personal con Dios un arroyo de provisión y un manantial que nunca se agote.
Amen.
Gracia y Paz.
Pastor y Administrador, Rogers
Infante.
Que Dios les bendiga.
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